Una lágrima
Capítulo 27
Aoi miraba por la ventana dando suspiro tras suspiro pensando en la variación de su querido chico de la banda, Reita jugaba con sus manos fingiendo no importarle su medio mientras Die lo miraba con su mentón apoyado en uno de sus puños, y por último Shinya abrazaba un cojín del sofá. No entendían lo que había ocurrido, de pronto se vieron solos sin más que ellos en la sala ¿y los demás? ni siquiera podían imaginarlo, hasta habían olvidado el por qué estaban allí.
-¿Qué tal si se van?-dijo de pronto el guitarrista
-¿Podrías respetar a los que al menos duraron hasta el otro día?-pidió profundamente decepcionado Shinya- Deja que mi fiesta termine digna- hizo pucheros
-Sí, claro ¡Qué buena fiesta! -exclamó poniendo una de sus manos en el hombro del batero- Iré a dormir ya que la super party agotó mi hermoso cuerpo. Nos vemos-se retiró sin siquiera mirar al rubio.
-¡Estoy maldito!-dramatizó el castaño lanzando el cojín
-Oye, yo si la pase bien-le sonrió Die- aunque no tengo idea que sucedió-pensó
-Yo me pregunto en qué momento sólo eramos nosotros...- se sumó Reita
-¡Es cierto! Esto debe ser investigado y tu amarillito me acompañarás
-¿Se van?-preguntó el batero
Los jóvenes asintieron y el músico solo echó un suspiro de resignación.
-¿En qué momento llegué a esto?
Después de mucho tiempo sin pronunciar palabra alguna, Uruha sin tener la intención lo hizo. Ruki lo miró por unos segundos, se había sorprendido pues esperó bastante para que aquello ocurriera. El castaño claro dirigió su mirada hacia él sin bacilar, aunque sabía que el pequeño no tenía la respuesta, esperaba que realmente se la diera. Luego de mucho pensar y analizar lo que había ocurrido la noche anterior, sólo pudo abundar esa pregunta en su mente, y por más que quisiera encontrar la respuesta, no podía.
-Será mejor que descances...-fue lo único que pudo decir
-Ya descancé...-dijo con calma- y ni aún así me siento mejor
-Creo que será mejor hacer un borrón y cuenta nueva...-cerró sus ojos, no quería decirlo pero no pudo evitarlo
Uruha clavó sus ojos en él
-¿Cómo lo hiciste tú?- seriedad expresaba su rostro
El pelinegro sonrió con melancolía, hace tanto tiempo que ese tono de superioridad no sonaba de los labios de su queridisimo amigo.
-Escucha Ruki, no tengo ni la menor idea de cómo rayos hiciste lo que hiciste, solo sé que fue una estupidez sin resultado porque ahora estás aquí, arrepentido como nunca antes lo estuviste, y créeme, basta con sufrir sólo una vez como para saber lo que es correcto.
-No tienes que ser tan duro... No fue mi culpa
-De hecho si- sonó serio nuevamente- Pero ya no interesa-miró hacia otro lado.
-Shima... Yo se que sea lo que sea, no fue tu culpa...
-Que consolador...
-Pero...
-Olvídalo, el punto es que no me humillaré otra vez, a la mierda los sentimientos... Al final de todo sólo resultaron ser una molestia.
-¿Y así de fácil terminará?
-¿Fácil? ¿Le llamas fácil a lo que pasó anoche?- le preguntó con desconcierto
-...-su mirada se perdia en el suelo ¿Por qué lo trataba de esa forma? no era justo si simplemente lo miraba desde su buena intención de querer ayudarlo
-Eres el menos indicado para decirme como se deben hacer las cosas... Jamás debí haber ido a ese concierto de mierda... Hasta la estupidez más infantil puede terminar en situaciones tan ridículas y malditas como esta.
Y otra vez ese vacío en su relación volvía, tal y como lo era antes de que todo comenzara, ¿Confianza? Por supuesto que no la había ¿Y si algo decían? era sólo para un pronto silencio que terminaría en algún futuro insulto por parte del mayor.
-Sólo quise ayudarte...
-Ya lo dije, basta con sufrir solo una vez para saber lo que es correcto, y no lo es querer actuar precipitamente o lanzarse a los brazos de la depresión... No sirve, sólo sufres y la última y primera vez que lo hice terminé enamorándome...
Ruki bajó su cabeza, era lógico a lo que se refería y le dolía escucharlo, puesto que dejaba en claro que su amor no sería jamás correspondido como lo era el de Kyo.
-¿Está bien si tomas un baño?-decidió no seguir con el tema, sabía que no llegaría a un buen lugar.
Uruha no le respondió, sólo estiró su mano para que Ruki le pasara lo que necesitaba.
No había dormido desde su última noche con Uruha, quizá prefería recordarla como la última noche en que durmió en los brazos de la tranquilidad. No hacía más que mirar su cama mientras apoyaba su cabeza en uno de los brazos de su sillón, bebía de una botella de cerveza mientras se reía de si mismo, tan patético y misérable como jamás creyó serlo. Quería cerrar sus ojos pero lo primero que veía era aquella imágen desastroza, aquella que acabó con su perfecta historia de amor... Miró a su alrededor para no ver más que un cuarto vacío repleto de colillas de cigarro y unas cuantas botellas en el piso que brillaban gracias a los pocos rayos de sol que lograban escabuyirse a través de las oscuras cortinas, todo era estúpido y digno de su ser, después de todo las cosas no eran muy diferentes en su interior.
-¡Puto mal entendido!-gritó Kaoru- No entiendo cómo mierda eres tan inconsciente y egoista Mao!-daba vueltas mientras Toshiya preparaba un café para el rubio
-Cállate...
-¡No! Eres una basura...
-Es lo más nuevo que me han dicho-dijo irónico mientras ponía hielo en sus heridas
-Lo que comenzó siendo un juego tonto terminó siendo algo realmente grave-decía Toshiya mientras llevaba el café- Lo malo es que jamás sentaste cabeza y sólo lograste nada.
-Lo que haya o no logrado es sólo asunto mío... Además, yo no le llamaría nada a separarlos-sonrió mientras se sentaba en el sillón.
El pelimorado entrecerró sus ojos y se acercó a paso ligero hasta quedar en frente del rubio.
-Eres una desgracia en la vida de las personas-se agachó hasta quedar su rostro a la altura del rubio y bajó el tono de su voz- La próxima vez que te vea, te mataré-concluyó seriamente, sus ojos y expresión demostraban tanta franqueza, que el rostro pálido de Mao se había vuelto aún más blanco.
Se alejó sin prisa para prontamente salir de aquel infierno.
-¿Qué te dijo?- se intrigó Toshiya.
-Nada.
-Mao-lo llamó mientras tomaba café.
El rubio lo miró sin preocupasión.
-Llamaré a Kai para que te cuide
-No necesito que me cuiden. ¿Dónde vas?-le preguntó mientras el bajista se ponía de pie para dirigirse a la salida.
-Voy donde Kyo.
-¿Qué? ¡Tochiya no puedes!-pronunció en tono demandante mientras trataba de ponerse de pié
El peliazul le dio un vistazo rápido para luego levantar su mano en forma de despedida para luego cruzar la puerta y decir:
-Deberías largarte y pedirle ayuda a Kai, sería lo más sensato que podrías hacer luego de que yo cierre esta puerta y le cuente todo a Kyo.
-No lo harás-trataba de reír y de convenserse de que todo era una broma- ¡Sabes que no puedes!
-Adiós-cerró la puerta
-¡Diablos!-lanzó su taza de té hacia la salida
Mientras en la casa de Kaoru
-¡Llama a Moradito!-le pedía Die a Reita
-¿Qué tal Ruki? Presiento que sabe- afirmó con seriedad
-Vaya, después de todo si se pueden adoptar cualidades femeninas cuando eres como ellas Umm...
-¿Lo llamo?- volvió a preguntar ignorando su comentario
-Hazlo-se cruzó de brazos.
Esperó a que contestara, llevaba alrededor de 20 segundos y los rostros de Die y Reita mostraban seriedad, pues Ruki jamás contestaba después de dos segundos.
-¿Qué sucede?-por fin oyeron su voz al otro lado del teléfono, sonaba bastante apagada.
-¡Hey Ruki! ¿Qué diablos sucedió? ¿Estás en casa?
-Estoy en casa
-¿Ocurrió alguna cosa?
-Supongo
-¿Supones?-se enfadó- ¿Estás en casa?
-Hablamos luego-cortó sin más.
-¿Cortó?-preguntó el pelirojo
-Si- abrió sus ojos el rubio- Die, ¿por qué estás tan preocupado?
-No lo recuerdo muy bien, ¡tengo lagunas mentales! Pero lo que si muy bien recuerdo es haber visto a Kyo bastante enojado, enfurecido-fungió miedo
-¿Piensas que pudo haber tenido algún problema con Uruha?
-Si... Además no estaba Ruki
-Pero todo parecía tan bien-dijo pensativo
-¿Qué rayos hacen en mi casa?-sonó la demandante voz de Kaoru.
-¿Por qué luces así?-preguntó Reita
-Siempre luzco igual-cerró la puerta para dirigirse hacia sus amigos.
-Error moradito,podría jurar que hay veces en las que luces guapo
-No me jodas...
-¿Sabes algo de Uruha?-volvió a hablar el rubio de la banda- amanecimos en casa de Aoi y no había nadie más que nosotros.
-No lo sé- dijo cortante.
Reita y Die se miraron extrañados.
-¿Qué les parece si se van? Seguramente debe estar con Kyo descanzado. Además sólo fue una fiesta, no un viaje a lo desconocido-demostró tranquilidad
-Umm... Bueno si, pero es que este inutil con cabeza de fuego inventa cosas. No sé por qué mierda te hice caso, seguro ni tu nombre recordabas a noche-le dió un manotazo en la cabeza
-Bueno, si... ¡Amarillo abusador!-le lanzó otro golpe
-¡No me golpeés!-se lanzó sobre el peli rojo para comenzar a darle golpes en la cara- Y no me llames amarillo, Aristonto!
-¡No insultes mis raices filosóficas! cabeza de orina...-le trataba de meter los dedos a los ojos
Kaoru frunció sus labios para luego undirse en su sofá, era una situación difícil, y más aún cuando debía fingir no saber nada, después de todo si sus amigos se llegaran a enterar que el participó en algo que afectó a alguno de ellos, jamás se lo perdonarían, y ni él mismo en esos instantes lograba perdonarse a si mismo.
Sentía como el sonido del timbre reinaba en todo el departamento y retumbaba con fuerza en sus oidos, quería abrir la puerta sólo para que el timbre dejará de sonar, lo estaba matando y no lo soportaba. Pero no podía ponerse de pié, su cuerpo le pesaba y no lo sentía. El ruido seguía y no alcanzaba un mueble para sostenerse y lograr pararse.
-¡Mueble hijo de puta!-gritó enojado anto su discapacidad.
El timbre seguía sonando.
-Maldición...-se paraba- ¡Ya voy!-gritó
Tras gritar el timbre dejó de sonar, sonrió torpemente al saber que había sido escuchado. Tardo unos minutos en llegar hasta la puerta, la abrió.
-¿Totchi?- pronunció con dificultad
Toshiya lo miró con un deje de culpa para adentrarse y sostenerlo.
-¡No necesito que me sostengan!-exclamó con firmeza, y él mismo comenzó a guiarse hasta el sofá.
-No creí que te pasaría esto después de lo de anoche-lo siguió- Jamás crei verte llegar tan bajo por alguien.
Kyo lo miró con desconfianza y desprecio
-¿Cómo diablos sabes que algo pasó a noche?
-Porque yo sabía todo
-¡¿Qué?! ¡Maldito hijo de puta también te burlaste de mi! ¿Era un plan tuyo junto a la ramera de Uruha?
-No.
-¿Entonces querías refegarme en la maldita cara un "te lo dije"?-rió sarcástico
-No, Kyo. Mao lo planeo todo. Uruha no tuvo la culpa de nada
-...-el rubio vocalista lo miraba sin expresión, pensaba que la burla hacia su persona seguía y no iba a aguantarlo.
-¡Kyo!
-Vete-sentenció serio
-¡Kyo, entiende!-se paró y fue hasta su lado- Mao se preocupó de emborrachar al mocoso de Uruha para luego aprovecharse de él y hacerle creer que eras tú!
-¡Basta!-le gritó dándole un golpe en la cara mientras trataba de sostenerse ante su fuerza- No seas absurdo... ¡Para con esa ridiculez!
-Es cierto...
-¿Por qué debería creerte?
-Porque es cierto
-¡No insistas!-le dió otro golpe, pero esta vez en su estómago.
Toshiya comenzó a toser, sabía que se desquitaría de esa forma, pero también sabía que lo merecía.
-Yo participé en eso para que ustedes dos se separaran-seguía, esta vez con dificultad.
-¡Callate!-volvió a golpearlo, una y otras vez- ¡No tienes idea de lo que estás diciendo!
-¡Es cierto, maldición!-gritaba mientras los golpes eran aún más duros.
El bajsita cerró sus ojos, sabía que tarde o temprano se cansaría de golpearlo, pero parecía que no llegaría nunca a su final, estaba cansado. De pronto Kyo paró de darle su merecido y de convencerse de que el peliazul le estaba diciendo la verdad y de su grave error. Lo tomó desde el cuello para comezar a llorar, lamentablemente ahora si podía sentir su cuerpo.
-Debería matarte...-pronunció entre sollozos.
Toshiya abrió sus ojos. Kyo se separaba de él para sentarse en el suelo y llevar ambas manos a su frente.
-No sé que pensar... Me equivoqué... Debí escucharlo y creerle-perdía su mirada en la nada
-Kyo...
-Cállate...
Aoi despertó tras un sueño reparador, aunque sabía perfectamente que habría sido mucho mejor si Reita le hubiera tomado en cuenta durante la noche, o incluso al final cuando parecía no existir. Se levantó, tenía hambre y más le valía a Shinya haber ordenado el desorden. Al llegar a la sala encontró todo tal y como lo había dejado al irse a la cama. Frunció el ceño para luego ver al castaño en el sofá durmiendo aferrado al mismo cojín que lo acompañó la noche entera.
-Bien, te perdono.
Siguió su camino hasta llegar a la habitación donde dormía Shinya, encontró la cama deshecha y un poco de sangre en la alfombra.
-¿Pero qué mierda?
En el piso encontró el reloj de Kyo, estaba destrozado. Se preocupó.
Salió de la habitación y fue hasta Shinya para despertarlo.
-¡Shinya, Shinya!
-¡Aaah!-se sentó precipitadamente-¿Qué diablos pasa?
-¿Viste a Kyo irse?
-No sé...-comenzó a pensar- ¡Ah si! Iba enfurecido, pero no me preocupé porque es normal en él ¿Por qué?
-Sólo acompañame -lo tomó del brazo.
-¡Pero debo bañarme!
-A la mierda tu baño
-Está bien-lo siguió haciendo pucheros.
Kai tras recibir el alarmante llamado de Mao fue en su auxilio en seguida. Entró al departamento y este estaba arreglando sus cosas.
-Me metí en problemas-dijo a penas lo vio sin parar de hacer lo que hacía.
-¿Qué pasa?
-Sólo llevame al terminal de trenes, me iré por un tiempo.
-No me digas que...
-Si-termino con sus maletas.
-¡Mierda Mao, te lo repetí un millón de veces!
-Y yo un millón de veces no hice caso. Ahora da igual.
-Por tu tono de voz pareciera como si no te afectara.
-Algo, pero no me interesa.
-¿Dónde te vas?
-Lo guardaré para mi-sonrió
Kai sólo suspiró, sabía la clase de persona que era su amigo, y ahora no estaba demasiado seguro de haber hecho lo correcto al llevarlo a la vida de su apreciada banda.
Con facilidad Aoi logró abrir la puerta del departamento de Kyo, entró junto a Shinya y ambos pudieron ver el cuerpo de Toshiya golpeado y unos metros más allá a Kyo sentado con los ojos cerrados,al parecer dormía.
-¿Totto?-fue en su dirección el batero- Totto
El bajista abrió sus ojos para luego sonreirle
-¿Qué sucedió?-le preguntó preocupado
-Digamos que lo merecía
-¿Estás bien?-le preguntó Aoi
-Si-afirmó incorporándose gracias a la ayuda de Shinya.
El guitarrista tomó al rubio para llevarlo a la cama, estaba helado y lucía demacrado. Al entrar a su habitación se sorprendió al ver esa cantidad de botellas de alcohol dispersas por el suelo y un par de ellas quebradas. Aoi lo dejó en su cama para sentir una angustia terrible en su corazón, jamás lo había visto atuar así, ni mucho menos imaginado o pensado. No necesitaba más pruebas para saber lo que pasaba con Kyo.
Uruha había llegado a casa hace más de media hora, sólo estaba su madre, no se tomó la molestía de saludarla, después de todo aún no lograba perdonarla, y con lo que le había ocurrido sabía como su padre debió sentirse. Todo le dolía, le dolía ser la víctima de una mentira y que no hubieran confiado en él, pero lo que más le dolía era saber como Kyo debió haber sufrido al descubrirlo en esa faceta. Muchas veces,durante el día, llegó a creer que era culpable, pero el bloque que mantenía en su corazón le hacía tener una postura más bien indiferente. Ya no quería más.
Eres la puta con la que debí conformarme sólo con llevar a la cama
-Y yo debí conformarme sólo con esa primera vez y luego volver a ser realista...
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