Después de la tormenta sale el sol
Capítulo 28
Ya llevaban dos semanas después de haber vivido el drama, el cielo se teñía de un hermoso color celeste, los pajaritos cantaban mientras que los primeros rayos de sol comenzaban a iluminar tenuemente el paisaje. Todo lucía perfectamente tranquilo y ello indicaba que el día sería bello y por qué no, los acontecimientos también. Pero el rostro de Uruha permanecía del mismo modo, frio y sin expresión reveladora de sentimientos, más bien indolente e indiferente a todo lo que podría haber.
Un poco más allá volvieron a encontrarse los cinco amigos, tal como cada día desde que sus vidas se unieron gracias a diversos juegos y trancas del destino. Ruki parecía ido tras haber conseguido nada con la conversación que mantuvo con Uruha, pues su actitud no cambiaba a pesar de los días; que si bien cierto no eran suficientes, si lo eran para al menos revelar una leve mejoría.
Kaoru estaba sumido en sus pensamientos, pues esas dos semanas le habían servido para pensar sobre su futura paternidad que de un momento a otro le hizo sentar cabeza. No habían ocurrido tantas cosas malas sólo por ocurrir. Parecía el más normal y ajeno a lo que pudo haber sucedido. No obstante, Die y Reita parecían intrigados ante todo lo que parecía simple a la vista, lo lógico.
-Die, necesito hablar contigo- dijo de repente Kaoru cuando iban llegando a la entrada de la escuela.
-Pensé que el hielo no se rompería jamás- suspiró Reita
Die miró los ojos de su amigo, su tono de voz sonaba realmente serio por lo que por primera vez no omitió comentario sobre su color de pelo o la posible conversación.
-Bueno- empezó Uruha- Nosotros nos vamos al salón porque en un momento tendremos prueba.
-Pero aún no tocan el timbre- alegó Reita- Además Ruki nos dará las respuestas, no enano?
-¡No me utilices!
-No te utilizo, te hago un favor en dejarme ayudar para que tus deudas con el de arriba se salden-sonrió
-Entonces empieza tú, porque créeme que a mi me odia menos- sonrió con maldad- Además no estudié
-¿Qué? ¡Maldito enano, lo hiciste a propósito!- se llevó las manos a la cabeza- ¿Uruha tú si, verdad?
-Cállate, Reita- comenzó a caminar hacia la sala
-...¿Cállate? ¡¿Qué?! ¡Uruha, necesito pasar esa materia... Ayúdame!- salió corriendo tras el castaño claro.
-No ha mejorado, eh?- Frunció los labios el peli rojo.
-Ya no se puede hacer nada-sentenció Kaoru- si quiere ahogarse en su propia pena, entonces es libre de hacerlo.
-Pareces más desinteresado que otras veces-dijo curioso Ruki
-Hay cosas más importantes que los berrinches de un mocoso.
-Pero Kaoru, incluso su cumpleaños pasó como si nada, jamás olvidaré su desprecio cuando muy contento le traje hasta un regalo- fingió tragedia- ¡Y era la primera vez que regalaba algo decente!
-Si para ti un regalo decente es un tinte de cabello...
-¡Claro que lo es! En su caso al menos, tenía raíz- explicó con seriedad
Kaou lo miró mientras le daba una calada a su cigarrillo, exhaló el humo para luego hablar- Y confío en ti, que perdido estoy.
-De todas formas pienso que tienes razón Kaoru-volvió a decir Ruki- ya hicimos bastante, aunque aún queda una última cosa y espero que resulte.
Los dos vandálicos lo miraron con desconfianza ¿A qué se podía referir?
-Bueno, bueno ¿Tú no que tienes prueba?-preguntó inquieto Die
-¿Me echas?
-Más o menos... ¡Bueno, si! Es que quiero saber lo que me dirá Kaoru. Y dijo "Die quiero hablar contigo" No "Die y Ruki..."
-¡Está bien!- lo interrumpió el peli morado- Hablas demasiado, me angustias...-volvió a darle una calada al cigarrillo, parecía nervioso
-¡Para tu rudeza! ¿Quieres?
-Bien, me voy... ¿Estás bien, Kao?
-Sí, fuera de todo...
Ruki echó una pequeña sonrisa y se fue a su salón.
-Necesito que no entremos a clases
-No entrar a clases es mi apellido, morado
Sex Hot había vuelto a sus actividades habituales, Kyo volvía a estar dentro de la banda como siempre debió y los ánimos a pesar de los mil problemas lucían como en el principio. Aunque el ambiente se tensaba cada vez que el vocalista insinuaba posibles engaños de parte de su manager, comentarios que no causaban gracia en Kai y cierta preocupación por parte de Shinya, pues al fin habría logrado lo que tanto quería y no deseaba tener que perderlo por un absurdo.
La relación entre Toshiya y Aoi de a poco volvía a como siempre fue, después de todo la sinceridad que el bajista mostró en las últimas instancias sirvieron para que las consecuencias fueran menos notorias y la atmósfera de la banda mucho más enérgica, ya que Kyo necesitaba ahogar todas sus penas y problemas en lo que más amaba, la música.
-¡Perfecto!-exclamó con felicidad Aoi después de haber terminado el ensayo para la próxima presentación.- Parece que al pequeñín le volvió el alma al cuerpo- quitó la cuerda que sostiene su guitarra.
-¿Para cuando es la presentación?-preguntó el vocalista ignorando a Aoi
-Pasado mañana- respondió Kai ordenando unos papeles
-¿Tienes alguna cosa pensada?- preguntó el guitarrista
-Más o menos, ya me harté de mi estupidez y de alguna manera tengo que volver a conseguir lo que perdí ¿No?
-Hablando de eso- volvió a hablar Kai- De cierta forma me siento culpable de lo que pasó, por eso organicé el concierto en un lugar muy especial- sonrió
-¿Y así te pronuncias?-preguntó con un deje de diversión el vocalista- Cuéntame de que se trata para ver si así las ganas de romperte la cara se me quitan
-¡Siempre con la violencia!- exclamó el batero- Violento, si yo fuera Uruha no te perdonaría con esa actitud- le hizo un desprecio
-Dejemos algo en claro primero, Shinya. Si tú fueras Uruha, jamás me habría fijado en ti
-¡Pero qué pare!- miró a Kai y a Aoi acusándolo con su dedo índice
-Soy sincero- se defendió
-Pues hay un límite entre la sinceridad y la mala intención- le explicó el batero
-Cierra el pico ¿Y en esta cosa te fijaste, Kai?
-A nadie le falta Dios- acotó Aoi con una sonrisa traviesa
Shinya abrió su boca con sorpresa fingiendo ofensa y comenzó a golpear sus rodillas con las baquetas.
-Bien, bien- rió el manager- Le pedí a Toshiya- este levantó la mano- que hablara con Ruki para conseguir la programación del concierto en la escuela ¿Qué opinan?- preguntó con miedo a la respuesta
Kyo lo miró un tanto sorprendido y con una sonrisa juguetona, pero qué inteligente había sido, pues él en esas dos semanas se la pasó disculpándose consigo mismo y luego sólo planificaba boberías toscas; como llegar a la escuela y llevárselo a la fuerza para que lo escuchara... Muy típico de él, pero el castaño claro así lo amó.
-¿Y pudiste hablar con Takanori?-preguntó Kyo
-De hecho ya todo está listo-sonrió con los brazos cruzados- Nuestro fan número uno se mostró sorpresivamente entusiasmado con la idea.
-Jamás vi una persona que cambiara tanto en tan poco tiempo- lo recordó Shinya
-Si- rió Aoi- era como un niño saltando por el jardín de su casa cuando el padre que no vivía con la madre lo venía a visitar.
-O sea como tú en tu infancia- sentenció Toshiya
-¡Hey!- protestó Aoi.
-De pronto suceden cosas en la vida que nos hacen sentar cabeza- dijo Kyo- A mi me parece bien su evolución
-Claro, si no véanme a mi que ahora hablo de algo más que no sea mi sensualidad- lo imitó Aoi
Kyo le enseñó su dedo del medio.
-A propósito, Aoi- interrumpió el manager- No quiero saber de que andas ocultando a estudiantes en el camerino como la otra vez. Hay menores de edad y tú debes respetar, no es un burdel o una de esas discotecas de mala muerte que sueles visitar
-Desgracia de manager que eres- protestó
Mientras tanto el dúo rebelde se escondía tras un árbol cercano al baño de hombres.
-Luces terrible- dejó salir Die apenas volvió a mirarlo
-Pero no lo suficiente como para lucir mal, no?
-Moradito como siempre así que no hay novedad
Kaoru lo miró serio para apagar su cigarrillo en el brazo del peli rojo, Die se quejó.
-No empieces, tengo que decirte algo delicado-llevó las manos a los bolsillo de sus pantalones.
-Empieza
-Yo participé en la pendejada de Uruha con Kyo, ayudé a Mao...-Die reaccionó, quiso decir algo pero el peli morado siguió- Fue una bobería, estaba enojado por lo que había pasado con Ruki... Pues bueno, me sentí fatalmente culpable hasta que muy pronto recordé el verdadero lío de mi vida, amigo...
-... Lo primero lo pensé y no me sorprende, eres pendejo qué quieres que te diga... En cuanto a lo segundo pensé que no volverías a hablar de ese tema- se apoyó en el árbol.
-... Toda mi vida fui un irresponsable, pero ya tengo 20 años. No soy un niño, sabes?
-Claro que si, tienes bolas grandes, sabias?
-Lo sé, maricón
Rieron los dos
-Yo no he visto a Ryoko-dijo de repente
-Lo pensé... Voy a asumir mi responsabilidad ¿Sabes qué es peor? Es que la traté pésimo y ella no tenía la culpa de nada. De cierta forma siento que arruiné su vida, tenía un noviazgo esplendido junto a Akira, ellos se querían y sin embargo yo no soporté ver que uno de nosotros realmente se veía bien al lado de alguien más. Soy un egoísta.
-Olvidas que siempre fuiste calentón.
-... Y la segunda vez lo hago con la extraña relación de Uruha y Kyo... ¿Te das cuenta el pésimo amigo y compañero que he sido? Le cagué parte de sus vidas a dos de mis amigos, es estúpido. Pero hay una parte que quizá no merezca... Seré padre...
Por primera vez en los años que Die conocía a su amigo escuchó su voz temblorosa y un brillo de emoción cercana a las lágrimas en sus ojos, le dieron escalofríos.
-Vaya, Kaoru... Esto es extraño y hasta para mi que soy un payaso, algo incomodo. Kaoru papá
-Está bien, Die. Sólo necesitaba platicarlo contigo para arreglar mi vida de una vez por todas
El pelirrojo sonrió para luego agregar:
-¿Estudiemos luego de clases? No quiero que mi ahijado o ahijada muera de hambre por la culpa de un padre ignorante y delincuente-negó con la cabeza
-¿Estudiar?- rió Kaoru- Me habrías dicho eso hace tres semanas y me habría burlado de ti, hasta golpeado... Pero sí
-¡Ese es mi moradito!-gritó con un brazo erguido
La prueba había empezado a la hora estipulada, a Reita le sudaban las manos mientras Ruki contestaba sólo con el conocimiento adquirido en clases, pues poseía el talento suficiente como para darse ese lujo. Uruha parecía completamente sumido en la prueba contestando todo de forma tranquila. El rubio de la banda miraba hacia el banco de Uruha, ya que este tenía una mano abajo para dejarle la visión totalmente limpia. De pronto y sin quererlo le echó un vistazo al profesor y este lo miró también, al ver que sus ojos quedaron pegados en él, en seguida llevó una de sus manos al mentón simulando estar muy pensativo y preguntándose en voz muy baja "cuál era la respuesta" para que el profesor leyera sus labios.
El timbre sonó y todos debieron dejar sus pruebas en el banco del profesor, luego salieron.
-¿Qué tal Reita, apruebas?-sonrió Ruki
-Cállate enano maldito, tuve que imponer inteligencia frente al profesor para que creyera que estudié y que al menos sabía alguna maldita cosa que decía esa prueba de mierda
-Vaya, te esforzaste. Felicidades
-Sínico. Gracias, Uruha.
-Es el maldito último año y no entiendo como rayos eres tan idiota, Reita- dijo Uruha- Espero enserio que pases.
-Con amigos como ustedes posiblemente no-dijo fastidiado
-¡Chicos!-venía gritando Die mientras corría hasta llegar hacia sus amigos
-¿Te pusieron una anotación positiva?-preguntó Reita con ironía
-No, tengo una noticia positiva-sonrió
-¿Te teñirás el pelo negro?-preguntó Uruha
-No- vaciló- Pues hay luz en mi cabeza para rato. Pero quiero que me enseñen a estudiar-sonrió
Los tres amigos se miraron para explotar en carcajadas
-Eso, rían. Que la envidia los consuma- los despreció
-Estudia tal y como lo haces cuando aprendiste sobre Aristóteles-le respondió Ruki
-Pero es que con EL filósofo fue una conexión de almas que ustedes no entienden, no fue una cosa de estudios y libros. Ignorantes.
-Si, una conexión. Pobre Aristóteles- rió Reita
-Mira, Amarillo. El sabio piensa todo lo que dice, pero no dice todo lo que piensa.
-¡Qué sabiduría!- rieron Reita y Ruki
El peli rojo los miró con sentimiento de superioridad sin importarle sus burlas.
-Yo te ayudo- Se ofreció el castaño claro
-¿En serio?-se emocionó- ¡Gracias!
-El punto es que salgamos todos, además tú y Kaoru ya están en hora de que estén en otro mundo y no aquí.
-En ese caso, yo también ayudo-se ofreció Ruki
-¡Excelente! Reita, tú no te ofrezcas- hizo un gesto con la mano- No es nada personal, pero no quiero reprobar. ¿Entiendes, verdad?
El rubio frunció el ceño para luego levantar su dedo del medio.
-Eso, la educación ante todo
Los cuatro comenzaban a reírse para darse paso hacia el patio interior, debían recorrer sus dominios, pues no quedaban muchos días para seguir asistiendo a ese lugar que tantos recuerdos guardaba.
Kaoru estaba fuera del salón donde debería estar Ryoko, se refregaba las manos en el pantalón, no soportaba la espera fuera de la sala, parecía una hora cuando había llegado hace un par de minutos. Ella no salía así que a uno de los chicos que venían saliendo le tomó del gorro del pollerón.
-Oye tú, dime una cosa
-No me golpees Kaoru por favor, yo no le dije nada al inspector- respondió inmediatamente con miedo.
-¿Qué? No seas marica ¿Dónde está Ryoko?
-A-a-a... Adentro
Kaoru lo miró riendo y lo soltó mientras el chico parecía correr por su vida
-Parece que tendré que mejorar la actitud
Al ingresar hacia el salón, las chicas que estaban allí lo quedaron mirando extrañadas y curiosas. Ryoko lo vió desde el fondo y se desorientó al ver que se dirigía hacia ella ¿A caso iba a reclamarle alguna cosa? Últimamente ella se había sentido la fuente de todas las desgracias.
-Necesito ir contigo afuera- dijo apenas llegó a su lado
-Pero Kaoru, tengo una prueba en el siguiente bloque...
-Es importante, te prometo que no te haré demorar
Su tono de voz, jamás lo había escuchado tan dispuesto.
-Si
Al pararse de su silla él inmediatamente la tomó del brazo, la ayudaba a caminar ante la mirada atónita de todos aquellos que estaban en aquella sala de clases.
-Siéntate aquí- la ayudó a sentarse en un banco del patio mientras la observaba- Me haré responsable- se apresuró a decir mirándola directamente a los ojos, sin vacilar.
-¿Res...ponsable?- preguntó no creyendo lo que decía
-Responsable
Ella sonrió nerviosamente, a punto de llorar al no poder creer lo que había escuchado.
-Kaoru...
-Ya no más pendejadas y mariconadas, quiero responderte y apoyarte... Si me lo permites
-... ¿Por qué no apareciste antes?-lo miró con lágrimas en los ojos- He sufrido mucho este último tiempo, sobre todo cuando me hiciste entender que era una ramera
-Estaba en shock Ryoko, era difícil de entender...
-Si hubieras sido más sensible quizá no habrías reaccionado así... Jamás me sentí más sola que en ese momento, tus palabras, tu actitud...
-Lo sé- se incorporó el peli morado agachándose para poder mirarla a los ojos- Perdóname... Perdóname por haber sido un desgraciado y haberte humillado como lo hice. Entendí que fui un miserable y un aprovechador, abusé de tus sentimientos por beneficio propio y ahora estás así... Por mi.
-Ya lo estoy... Y mis padres me quisieron matar...
-Si todo sale bien no tendrás que depender de ellos
-¿Qué?-le preguntó entre lágrimas- Kaoru yo no quiero obligarte a que estés conmigo por el bebé.
El peli morado sonrió con ternura para agacharse y quedar en frente de ella.
-No cambiaré de la noche a la mañana, pero créeme que jamás estuve más seguro de lo que digo. Me haré responsable, te lo aseguro
Ryoko lo miró confundida, no podía entender que esas palabras estaban saliendo de su boca, él que siempre fue autosuficiente y la trató bien solamente cuando mantuvieron sexo
-¿Puedo?- hizo el gesto para poder acariciar la pequeña barriga que portaba
Ella asintió con una sonrisa emocionada y él de igual forma le correspondió. Los demás a su alrededor veían la escena como quien presenciaba un milagro.
La jornada escolar había llegado a su fin, estuvo llena de emociones en las vidas de los dos grupos, todo parecía mejorar y cada uno estaba logrando hallar su ubicación en el espacio, aunque otros seguían de la misma forma. Aoi llegó a su casa con un sentimiento de confort y de tranquilidad, las cosas entre los miembros de su banda no podían estar mejor, eran sus amigos y estaba a gusto con el optimismo que invadía a cada uno. Miró por la ventana y al sillón donde siempre estaba Shinya viendo televisión. El baterista se había marchado otra vez a su casa hace una semana junto a Kai, se había acostumbrado a su bulla e infantería, por lo que ahora tenía muchas más ocasiones para pensar en aquel chico que destruía su paz interior, Reita
-Ay, hogar...-suspiró mientras se dejaba caer pesadamente en el sillón- Deberías tener menos recuerdos vividos-sonrió con melancolía mirando a la nada.
De pronto sintió su celular avisarle que era hora de su medicina. Hace unas semanas había empezado a tomar calmantes debido a los difíciles momentos que estuvieron pasando sus amigos, no era notorio pero Aoi solía abrumarse fácilmente. Se levantó, tomó un vaso con agua e ingirió la pastilla. Volvió al sillón y prendió el televisor.
Miró con curiosidad su celular, y tal persona aburrida comenzó a ojear cada actividad que le ofrecía el menú principal. Se detuvo en los contactos y estaba Reita... Llamarlo seria una buena opción, aunque no estaba seguro si este estaba mejor en cuanto a disposición con su persona.
-Muchacho difícil...- lo seleccionó y esperó a que le contestara
Reita estaba jugando con su xbox 360, aquella prueba lo había dejado bastante estresado, "es difícil esforzarse durante dos horas para copiar en una prueba" se decía todo el tiempo para justificar su irresponsabilidad. Además, a pesar de que hace un tiempo su relación con Ryoko había terminado por causa de Kaoru, la noticia de que este último haya demostrado su interés en su paternidad con la mujer que alguna vez amó lo mantenía profundamente descolocado.
Su celular comenzó a sonar
-Si son esos traidores no me interesa, me haré el interesante-dijo.
Pero el celular no paraba de sonar
-¡Demonios!- le puso pausa al juego para levantarse y sacar el celular de un escritorio que casi estaba de adorno- ¿Aló?
-Pensé que no contestarías jamás...
-Aoi-afirmó
-Se que piensas "Qué mierda hace este imbécil llamándome?" Pero te extraño y ya no aguantaba más.
-De hecho pensé "¡Qué bueno que me llama Aoi!" Tú entiendes, la emoción y todo.
-Ignoraré ese sarcasmo. ¿Puedo pasar a buscarte?
-De hecho preferiría que estés acá, la primera vez que hablé contigo me sirvió y quizá ahora vuelva a servir.
-Bien-sonrió el guitarrista.
A la mierda con todo, Akira entrégate- pensó riendo.
Los chicos llevaban alrededor de tres horas estudiando y Die jamás había estado tan concentrado e interesado en algo que no fuera una bobería.
-Mamá no puede creer esta reunión de estudio-dijo riendo Kaoru mientras traía unas galletas y coca-cola a la habitación.
-Es todo un hito en la historia de los bandoleros- dijo Uruha casi riendo
-Sí como no, muñeca
-Me alegra que hayas aceptado tu responsabilidad- volvió a decir el castaño claro esta vez serio
-Si, supongo que no me cansaré de escuchar esa frase-se sentó junto a los demás
-¿Pueden callarse?- preguntó Die- Ruki intenta explicarme matemáticas
-¿Y que cosa de matemáticas es eso, Die?-preguntó con malicia el castaño claro
-Emmm... ¿Cómo se llama Ruki?
-Funciones logarítmicas-respondió
-Funciones orgásmicas- repitió con rostro seguro.
Kaoru, Uruha y Ruki comenzaron a reír estrepitosamente.
-Ay Die, me haces tanto reír. Sigue así- Uruha se pasaba los dedos por los ojos.
-Ha sido la cosa más difícil del mundo imponerles respeto- dijo casi ofendido el peli rojo
-Es que últimamente no haz hecho demasiado para imponer respeto. Quizá si una inteligencia forzada y bastante falsa, por lo demás- respondió Ruki
-Deberías reconsiderar al padrino de tu bebé, Kao- acotó Uruha
-¡Y tú deberías reconsiderar tu actitud!- se defendió Die
-¡Hey! Mírame, luzco mejor que durante las dos semanas pasadas, incluso que en la mañana
-Eso es cierto. Además, reconsiderando, Uruha no bailó aquella canción de pop brasileña para el cumpleaños de Reita- dijo pensativo Kaoru.
-¡Omitan eso en sus recuerdos! Son unos desconsiderados, yo a diferencia de ustedes me esfuerzo para hacerlos sentir bien, hasta me humillo para generarles buenos ratos y no lo aprecian. A demás, moradito, estoy estudiando por tu bebé
-¿Quieres que te construya un altar?
-No, desagradable.
-No pensé que Reita reaccionaría de la forma en que lo hizo cuando supo tu decisión- recordó Ruki
-Es verdad- dijo Uruha- Lo disimuló muy bien pero dentro de todo ciertos sentimientos siguen, aunque creo que es solo inconformidad.
-Yo pensé que estaba en la onda de Aoi-dijo Die.
-Yo también, pero ese asunto está superado entre los dos. Lo hablamos hace tiempo ya y todo lo de la traición se superó
-Lo está- volvió a hablar Uruha- Pero debió haber sido la sorpresa de que tu te hicieras responsable de algo, es decir ¿Tu responsable de algo? Vamos Kaoru, con cariño te lo digo, pero es difícil de imaginar.
Kaoru solo rió y tomó un cuaderno
-Tampoco pensé que Ryoko iba a reaccionar como lo hizo
-Ella estaba esperando con toda su esperanza que lo hicieras-respondió Ruki- es mujer y es natural, debió ser muy difícil para ella todo esto... Además es tan dulce y buena que no merecía estar embarazada de ti.
-Lo está y ella no se queja
Los cuatro rieron, Kaoru tomó un cuaderno, le echó una leída rápida con un notable signo de interrogación en su frente y miró a Uruha.
-¿Y esto es...?
-Mundos literarios-respondió Uruha sabiendo que aún quedaba una larga noche de contenidos por estudiar.
-Uruha-lo llamó Kaoru al ver que Ruki y Die volvían a meterse en su mundo matemático
El castaño claro dejó el cuaderno a un lado y se dispuso a escucharlo.
-¿Has conseguido hablar con Kyo?
Uruha vaciló al responder pues no quería hablar sobre eso, pero tragó saliva y decidió enfrentarlo.
-No, luego de aquella noche preferí no seguir intentando más… ¿Cómo lo supiste?
-Mao…
-Ese loco, no sé como no advertí todo esto. Y pensar que confié más en él que en el mismo Kyo en un principio.
-Pues sabía mentir bien… ¿Y Ruki?
-Dejamos que pasara, descargué mi frustración en él, mientras él sólo quería ayudar. Quizá luego le pido disculpas, ahora no tengo ganas de remediar absolutamente nada.
-¡Kaoru, estudia!- les llamó la atención el pelirrojo- ¡Qué tragedia de jóvenes!
-Die, para de hablar como las abuelas ¿Quieres? Vamos a dejar esa porquería de escuela y seguirás comportándote como idiota- habló Kaoru.
-¡Hey! Paren el bullying ¿Quieren? Supérenlo, en serio
-Bien, sigamos estudiando que el par de cabezas huecas saben nada- dijo Ruki.
Aoi estacionó su auto justo afuera de la casa de Reita, se bajó con la alegría que lo caracterizaba y tocó el timbre. Se arregló la chaqueta, pues sabía que la madre de Akira sería quien abriría la puerta.
-¡Oh por Dios, es Aoi!- la mujer llevó ambas manos a su rostro en señal de sorpresa.
-Hola, vengo de visita- sonrió dándole un pastel en la mano
-Gracias, muchacho- sonrió contenta- A delante ¿Vienes a ver a mi Akira?
Aoi asintió con una sonrisa para esperar en la escalera, la señora Suzuki le hizo una señal para que subiera las escaleras y así lo hizo. Tocó la puerta y desde adentro Reita gritó "Pase"
-¿Qué juegas?-preguntó cerrando la puerta tras de si.
-Guitar Hero
-No es muy divertido si sólo lo juegas con el control- se sentó a su lado.
-Pues es más divertido que no jugarlo- lo colocó en pausa.
-Luces preocupado- dijo está vez serio el guitarrista de Sex Hot.
-¿Recuerdas a Ryoko?
Aoi asintió
-Pues está embarazada de Kaoru
-Las mujeres se embarazan-le respondió obviedad seria.
-Ja, lo sé... No estoy seguro si te lo conté, ni yo estoy seguro si lo sabía...
-No me lo contaste.
-¿Sabes? Se siente raro, es como si toda mi vida se hubiera resumido a un par de cosas. Ella fue muy importante para mi y si Kaoru no hubiera interferido entre los dos yo podría ser el padre de su bebé...
Aoi frunció sus labios, aquella conversación lo estaba incomodando, pero luego reaccionó y entendió el asunto desde el punto de vista del destino.
-Pues le debo mucho a mi primo ficticio, si él no se hubiera entrometido en esa relación posiblemente no hubiéramos tenido la fugaz, pero muy sabrosa relación que tuvimos.
-Eres un caliente
-Quizá lo sea, pero tu maldita obstinación y el ignorar mi existencia todo el tiempo terminaron por enamorarme de ti...
Reita lo miró dubitativo, se había desviado el tema y quizá siempre quiso llegar a ese momento, tanto esfuerzo debía darle alguna recompensa, la vida no podía ser tan injusta con él.
-Hablamos de mi ¿Lo olvidas?
-Ya no hables de ella y de Kaoru, déjalos felices en su nueva vida y tu de una maldita vez incorpórate a la mía- lo agarró de los hombros- se que me amas y que no me dijiste que viniera precisamente para hablar de esa mocosa y ese irresponsable...
-Bien, entonces... Acepto- sonrió con maldad y deseo.
El guitarrista acercó sus labios para besarlo con intensidad y provocación mientras el rubio dejaba que su lengua entrara cada vez más en su boca, abriéndole paso también a las manos aventureras y traviesas del moreno. Aoi llevó una de sus rodilla hasta la entre pierna de Reita y la presionó con fuerza. El rubio gruño con placer mientras sus dedos se escabullían por el pantalón de Aoi. El de la banda en la nariz en un movimiento rápido se posesionó sobre el cuerpo del guitarrista para comenzar a apresarlo con su cuerpo.
-No quiero que mandes...- le dijo en el oído el menor.
-Pues yo no confiaría mucho en tu instinto de macho alfa...
-Ella no me apreció pero tú si lo harás- sonrió con maldad
Dirigió sus labios hacia su cuello y comenzó a morderlo mientras sus manos ya acariciaban los genitales del mayor.
-Mocoso...-suspiró entrando en el deseoso por venir de ser él el sometido.
-¡Akira, la cena está lista!- gritó su hermana desde la escalera
Aoi estaba dirigiendo la cabeza del muchacho hacia su entrepierna.
-No le hagas caso, dedícale al menos algo de atención...- mantenía sus manos en la cabeza del rubio
Reita sonrió de oreja a oreja y le dió una profunda respiración a su miembro por sobre el bóxer.
-Maldición, llévatelo a la boca-le reclamó
El rubio tomó el pene con sus dientes por sobre la ropa y le dió un pequeño mordisco que hizo que el del piercing se remeciera en la cama.
-¡Akira, se enfriará!
-Va a subir...- le advirtió mientras bajaba con tortura la ropa interior de Aoi
-Qué suba... Puede unirse a nosotros
El menor solo rió y comenzó a lamer con cuidado mientras con una de sus manos agarraba su propio miembro para no ser egoísta consigo mismo.
-Akira-comenzó a golpear la puerta- Mamá fue a comprar y sabes que odio comer sola
-Mamá fue a comprar-sonrió Aoi mientras se dedicaba a gozar.
-Eres un enfermo, a mi hermana no la tocas.
Se levantó con una sonrisa de suficiencia, se cerró el cierre del pantalón y Aoi quedó atónito ante su reacción.
-¿Me vas a dejar así?
-Ya la oíste, odia comer sola.
Y con una sonrisa fue tras su hermana.
-No puede ser...-suspiró Aoi llevando sus manos a su frente- ¡Todo por mi calentura!
Kyo estaba en el balcón de su departamento, veía con interés cada una de las luces que provenían de edificios continuos y de los automóviles en las calles, ahora todo volvía a verse como siempre, pues había un ápice de esperanza en su corazón y en su visión futura, estaba convencido de que iba a resultar bien. Perdonarse a si mismo fue el primer logro, ahora conseguir el perdón de la persona que amaba era el otro.
-Cumpliste 18 años y ni siquiera me permitiste estar a tu lado... - Se apoyó en la baranda- Vas a volver a quererme-sonrió
-¿Hablando solo?-salió para hacerle compañía Toshiya.
-Más bien pensando en voz alta-sonrió para mirarlo.
-Me hace sentir conforme el hecho de que estés bien
-Y a mi que tú estés conforme
-Ya aprendí mi lección, no creo que necesite a otro Mao para ser consiente ¿No crees?
El vocalista rió.
-Ese idiota, que bueno que está lejos o estaríamos lamentando una tragedia
-Quizá medir tus grados de violencia no son mala idea
-Violencia… Es lo que mi naturaleza me lleva a hacer ante personas miserables como ese esquizofrénico.
-Todo pudo ser peor
-Si, y no quiero imaginarlo, no supero mis arrebatos fácilmente
-Kyo- lo llamó el bajista claramente con la intención de cambiar el tema
El rubio lo miró tranquilo esperando su pregunta.
-Si Uruha te perdonara, ¿Dejarías la vida que tuviste para empezar a vivir una tranquila?
El vocalista de Sex Hot miró hacia el techo para soltar un suspiro y luego responderle:
-Eso no lo pensé, sólo sucedió cuando comenzó algo real con él. No es algo que haya planificado, sabes que jamás proyecté mi vida a no ser musicalmente
-¿Entonces estoy ante un Kyo diferente?
Toshiya sonrió y elevó su tasa de café en señal de un brindis.
-Un Kyo que de a poco va superando la soledad y a ver las cosas desde una perspectiva más de acuerdo a mi edad. No tengo 18 años como él-sonrió
Y así la noche siguió, él día que vendría sería lo suficientemente largo gracias a la espera del concierto en el colegio de la banda de los amigos problemáticos. Después de todo, tal y como los días había sido; después de la tormenta viene la calma, y así lo estaban viviendo todos.