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Adorada estrella de Rock por hina kouyou

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Notas del capitulo:

Y bien, aquí estoy de vuelta! Supongo que dos semanas fue suficiente para ponerse al día, verdad? Eso espero .-.

Bueno, este capítulo salió super largo con 30 páginas! Así que por lo menos es un último capítulo digno en su duración, y espero que tambipen en contenido.

Para aclarar, el último capítulo se llama kare uta porque al igual que en capítulo pasado, me inspiré en una canción. Ahora, de acuerdo a la canción que canta kyo en el concierto no existe porque Kyo no escribe cosas romanticas xD pero imaginen q es CONCEIVED SORROW pero con otra letra.

 En fin, aquí va :)

 

Kare Uta

Capítulo 29-2

Aoi conducía casi histérico, pero ya había tomado su decisión: iría a casa de Kaoru pues sabía que Reita estaría ahí. Antes de subirse a su auto, se tomó un tranquilizante, no quería lucir desesperado en frente de quien le quitaba la cordura. Colocó un CD con música clásica, cerró sus ojos y tomó aire. Luego posó sus ojos en el camino y fingió una sonrisa segura.

-Eso no se ve seguro…- decía luego de mirarse al espejo.

El semáforo le dio rojo. Volvió a cerrar sus ojos pero esta vez la bocanada de aire que tomó fue mayor. La expulsó lentamente. Volvió a mirarse en el espejo para sonreír, esta vez había mejorado.

-Bien- suspiró- Nadie intimida a Aoi, líder de la mejor banda de rock en todo Japón. Con más de 5 millones de discos vendidos en 1 año…

Pero el sonido de una bocina lo sacó de su auto-ayuda.

-¡Muévete, pedazo de imbécil!

Aoi se indignó y bajó el vidrio asomando su cabeza para mirar el auto que venía tras él.

-¡¿A quién llamas imbécil?! ¡Hijo de perra!

-¡Aprende a conducir, pedazo de marica!- le respondió el hombre que venía detrás de él.

Aoi al escucharlo abrió la puerta de su vehículo sin pensarlo. Salió para enfrentar a quien lo había llamado de esa forma.

-¡Dímelo en la cara!

El sujeto sacó su rostro de su automóvil para mirarlo burlesco.

-Marica

El pelinegro sonrió llevando los dedos de su mano izquierda a su piercing, y sin previo aviso con la mano que le quedaba libre le dio un certero golpe en la nariz a quien le había faltado el respeto.

-¡Eres un enfermo!- le gritó el sujeto al ver su nariz sangrando- Te demandaré ¡Ni creas que no sé quién eres!

-¡Entonces lárgate a la policía o a algún programa estúpido a decir que Aoi te rompió la cara, maricón!

El joven subió el vidrio de su ventana para retroceder y cambiarse de pista tirándole el auto encima al guitarrista. Al perderse de su vista, Aoi le dio una gran patada a uno de sus neumáticos traseros.

-¡Maldita sea, Kai me regañará!... ¡¿Y qué mierda me importa?!- volvió a golpear el neumático- ¡Me cago en todos!

Se volvió a subir a su auto para comenzar a manejar, realmente estaba furioso.

 

-¡Silencio, Akira!

-¡No tienes permiso para llamarme por mi nombre! Para ti, Reita.

-Ay, si. Solo tu Best Friend Forever Uruha puede llamarte “Akira”. Y ahora Aoi, por supuesto. Lo dejas ¿verdad?

-Repítelo, y la patada en el culo no te la saca nadie-le advirtió el rubio.

-Die, enserio supéralo- le dijo el peli morado mientras volvía a servirse un vaso con cerveza.

-¿Superar qué, eh moradito?- le preguntó el pelirrojo llevando su cuerpo hacia delante (estaba sentado)- Ustedes son los que no me superan a mí. No están a mi nivel. Viejos chicos.

-Perdóoon por no ser tan inmaduros como tú- se burló Kaoru.

-¿Y desde cuándo defiendes a esta iguana mal parida? ¿Hay alguna clase de complot en mi contra?- bebió.

-Si, el mundo conspira contra ti y tu color de cabello-le dijo Reita rodando sus ojos.

-A mi no me haces “ESO” con los ojitos, eh Suzuki.- le indicó con sus dedos.

-Die, para con tus ridiculeces- le dijo Reita.

-¿Qué? Sin mi ustedes vivirían en un drama perpetúo! Deberían agradecer por tener un amigo como yo. Uno divertido, carismático, guapo, excelente consejero, bueno con los secretos...

-¡¿Eh?!- reaccionaron sus dos amigos ante la última cualidad.

-Bueno, solo he fallado en un par de veces…- entrecerró sus ojos- ¡Y mis intenciones no eran que el mundo los supiera!- les dijo antes de que alguno de ellos le recriminara las vergüenzas que les había hecho pasar en la escuela.

- Por tu gran bocota todos en el colegio pensaron que Shima era mi novio- le recordó Reita.

-Y tú me delataste con lo de Ruki- le recordó Kaoru.

-Bueno, eran verdades muy ciertas- se justificó.

-¡Injurias, rojito imbécil!- le gritó Rieta.

-Solo fueron bromitas juveniles- les respondió sin preocupación.

Kaoru y Reita se miraron con malicia para luego mirar a Die y comenzar a ir en su dirección.

-Pedirás por clemencia, hocicón.

Die rió nervioso.

Reita lo tomó por los hombros y rápidamente Kaoru lo tomó de las piernas para que no pudiera zafarse. Lo elevaron, y cada vez que caía ellos lo recibían con una patada en el trasero.

-¡Eso duele, abusivos de mierda!- gritaba el pelirrojo.

-¡Mierda en tu culo!- reclamó Kaoru.

-Siente lo que provocas, mal nacido~- se reían Kaoru y Reita.

-¡Suéltenme!

-¿Seguro?- le preguntaron con malicia mientras reían.

-¡NO, no!

Pero lo soltaron y cayó al suelo golpeándose el trasero.

-Qué bueno que tienes buenos reflejos, rojito~- se rió Kaoru tirándose encima del pelirrojo y Reita imitando la acción.

-¡Salgan de encima, animales de chacra!

-¡De chacra tu abuela!- se rían saltando como gusanos sobre su cuerpo.

-¡Shima! ¡Shima! ¡Ruki!

 

Uruha miraba a la nada, aquella confesión de Ruki lo descolocaba. Realmente no podía entender lo que el pequeño acababa de decirle. Pasó una de sus manos por su cabeza para luego comenzar a jugar con su rostro.

-Shima…- lo llamó Ruki al ver que este no decía nada.

-Te superas cada vez más- le dijo sin mirarlo a los ojos- Justo cuando pienso que no puedes ser más egoísta…

-¿Egoista?- no lo entendía- ¡Es la primera vez en mi puta vida que no estoy siendo un pendejo y la sombra de alguien más! Jamás había pensado menos en mí.

-Pero piensas en mí ¿Soy yo acaso el centro de tu mundo? No recuerdo haberte pedido que pensaras por mí.

Ruki bajó su vista para perderla en el suelo. Se sentía incomprendido.

Uruha miró hacia su costado cruzándose de brazos. Luego procesó un poco mejor lo que le había dicho al rubio y volvió su mirada al pequeño que seguía mirando el piso.

-Lo siento, Ruki- se le acercó y lo estrechó en sus brazos- Tu masoquismo me descoloca- besó su cabeza mientras que llevaba una de sus manos al cuello del menor para acariciarlo.

-Eres un idiota- le dijo Ruki mientras se separaba un poco del agarre de Uruha para mirarlo a los ojos.

Tragó saliva.

-Discúlpame.

-Está bien- le respondió el rubio.

-Discúlpame por todo el daño que te causé… No recuerdo habértelo pedido antes…

-Yo también fui responsable.

-Sabes por qué te pido disculpas- insistió Uruha- Lamento mucho que las cosas no pudieran ser igual de dulces a como las imaginé en un principio.

-No hablemos más de eso ¿Si?- le pidió Ruki queriendo terminar el tema allí.

Uruha lo miró con una sonrisa desconforme. El rubio se le acercó para depositar un pequeño, pero profundo beso en sus labios. Se separó y le sonrió. Uruha le sonrió de vuelta.

-Gracias…- le dijo el castaño.

A lo lejos sintieron los gritos de Die. Comenzaron a reír levemente al entender lo que estaba pasando.

Shima! ¡Shima! ¡Ruki!

-¿Vamos o lo hacemos sufrir un rato?- preguntó Uruha.

-Yo diría que nos tardemos medio minuto por solo llamarme una vez y a ti dos- dijo un poco enfadado el rubio.

Uruha lo miró con sorpresa, en otros tiempos Ruki hubiera sido el primero en ir a socorrerlo, ya que no se sentía muy cómodo cuando sus amigos comenzaban a golpearse. Ante aquella actitud, el castaño claro comenzó a reír. Ruki infló sus mejillas.

 -¡Por la mierda, ayúdenme!- oyeron otra vez.

-Bien- suspiró Uruha alejándose de Ruki. Este último lo siguió.

Cuando iban camino al rescate de Die, ambos vieron como Kaoru y Reita se arrastraban por sobre el cuerpo adolorido del pelirrojo. Rieron con malicia y el castaño claro corrió hacia aquella dirección.

-Ya era hora, Shimón- le dijo suplicante- ¡Estos idiotas harán que vomite mis tripas!

Pero Uruha lo ignoró y se tiró encima de los otros dos que ya estaban sobre el rojito. Los 3 reían a carcajadas.

-¡Ruki, te lo suplico!

Takanori se cruzó de brazos divertido y fingiendo enojo.

-Claro, yo la segunda opción. Que vomites todos tus órganos- le dio un desprecio.

-¡Enano amarillo!-le gritó.

 

Aoi veía cada fachada de las casas que se le presentaban. Maldecía tener tan mala memoria y sentido de la orientación. Al ver el amplío jardín de la casa de Kaoru recordó que aquel era el lugar que buscada ¿Cómo olvidar ese jardín?

Se bajó nervioso del auto y al darse cuenta que no se había mirado al espejo, se agachó un poco para poder mirarse en el pequeño espejo del costado de su puerta. Se dirigió al timbre y lo tocó. La espera era tortuosa.

 

-¡Gracias Dios mío y Aristóteles!- gritó Die al sentir el timbre.

-Debe ser la policía, gritas mucho rojito~- canturreó burlón el de la banda.

Ya cansados de moverse sobre el cuerpo de su enfadado amigo, se detuvieron, pero seguían sobre él.

Ruki se dirigió a la puerta, y al ver quien era sonrió viendo a Reita. Corrió hacia la reja para abrirla mientras recibía la muy nerviosa mirada del guitarrista de su banda favorita.

-¡Hasta que veo una cara amigable!- se relajó el pelinegro- He pasado situaciones terribles estas últimas horas.

Ruki le sonrió y le abrió el paso.

-¿Está Reita?- se detuvo a mitad de camino para preguntar.

-Justo adentro-sonrió con malicia el rubio.

Aoi no esperó más e histérico se adentró a la casa que tenía la puerta de entrada abierta. Al poner un paso en la casa gritó.

-¡¿Por qué no contestas mis mensajes?!- gritó indignado.

Reita al verlo se salió rápidamente del cuerpo de Die y sus mejillas se tiñeron de rojo. Los demás lo miraron y repitieron su acción mirando al recién llegado. El pelirrojo se recostó pudiendo respirar al fin.

 

El resto de la banda de Sex Hot habían terminado ya el ensayo y de afinar los últimos preparativos. Kyo estaba sentado al lado de Kai viendo los últimos detalles de la escenografía, pues esta vez sería más organizado que la primera y última vez que se habían presentado en aquel establecimiento.

-Los milagros ocurren, eh?- era la voz de Toshiya quien había regresado de la tienda con un café en sus manos.

-No aguantaban ni 5 segundos uno cerca del otro- reía mientras recordaba el baterista.

-Está más dócil- se justificó Kai- Me agrada estar cerca de él sin que estés echando humos por todos lados.

-¡Pero que no te agrade mucho!- lo celó inmediatamente Shinya.

Kyo y Toshiya comenzaron a reír.

-No se acostumbren, yo no pienso ser el líder de la banda jamás- dijo categórico el vocalista girándose con la silla.

-Ése ridículo de Aoi me está colmando lo poco que me queda por paciencia- dijo el manager pasando sus manos por sus cabellos y luego dejándolas descansar en los costados de su rostro.

-Tranquilo- comenzó a justificarlo Kyo- ya volverá, siempre vuelve. No soporta ni una semana no siendo él el rey de su universo.

-Pues parece que ese rey está siendo destronado- dijo Toshiya acomodándose en el sillón con cuidado de que su café se derramara.

-¿Han oído la forma en que dice su nombre?- rió Shinya- Akira- lo imitó con una voz masculina y juguetona.- Además, cuando yo estuve en su departamento parecía un adolescente que invitaba a salir a la niña de sus sueños ¡Me pidió hasta a mí que hablara por él en el teléfono! – comenzó a recordar con gracia el peli largo.

-Qué bueno eres con los secretos, Shinya- le dijo Toshiya.

-¡Ay! No le digan que les dije- se sentó a un lado del bajista.

-¿Lo celas?- le preguntó con desconfianza el manager

-¿Qué? ¡Claro que no!- dijo ofendido.

-Actúas como una mujer celosa queriendo ocultar sus celos tras burlas- reía Kyo.

-¡Claro que no! ¿Por qué me molestan? Ay si, es divertido molestarme. Como Yuu no está… ¡Por lo menos no soy tan ridículo como Aoi!- se defendió el batero.

-Yo eso lo discutiría…- dijo Kyo.

-¡Kai, defiéndeme!

El aludido se rió para volver a su lugar y seguir viendo el monitor de su laptop. Aún quedaban cosas por resolver. Shinya infló sus mejillas mientras los otros dos reían.

 

Reita seguía mirándolo. Jamás creyó que el guitarrista iría tras su paso. Tragó saliva mientras los demás se arreglaban las ropas y Die se incorporaba. Kaoru fue por un vaso para llenarlo con cerveza, pero notó que aquel amigable líquido se había terminado.

-¡Mierda, se acabó la cerveza!- fingió enfado- No tengo que ofrecer. Die, vamos a comprar.

-¿Qué? ¿Por qué yo? ¡Estoy hecho un desastre!- exclamó.

-Porque por tu culpa se acabó.

-¡Mentira!- quiso explicarle a Aoi- No es verdad, él está…

Paró en seco cuándo vio el rostro de Kaoru quien disimuladamente le hacía gestos técnicos para que no dijera nada.

-Ahh, ya sé lo que quieres- ría bobamente- Si, se acabó la cerveza. Vamos moradito team~

Kaoru, Uruha y Ruki llevaron una de sus manos a su frente con vergüenza. Die era de vez en cuando muy estúpido.

-¿Y tienen qué ir todos?- preguntó Reita nervioso. Aoi seguía esperando una explicación.

-Pesan ¿Recuerdas?- le preguntó con obviedad el pelirrojo.

-¿Shima?

-Pesan-sonrió.

Reita quería saltar sobre él y recriminarle lo mal amigo que estaba haciendo. Sin darse cuenta los 4 ya habían salido por la puerta. Ahora estaba solo con quien estaba evitando a propósito.

-¡Me has tenido con un humor de mierda todo gracias a que me ignoras! Porque eso es lo que has hecho- le aseguró sin espacio a explicaciones-  ¿Por qué?- se cruzó de brazos.

-Etto…- no se esperaba tener que responderle, ni siquiera el tiempo que sus amigos le habían regalado para pensar en algo había sido útil para pensar en algo qué decir.

-Si ya no quieres que te llame o que siquiera me comunique contigo podrías decírmelo y de paso yo dejo de hacer el ridículo- sonó dolido.

Reita negó con la cabeza rápidamente.

-¿Es por qué metí a tu hermana en nuestros juegos?

-¿Eh? No… Es que yo…

-¿Entonces qué?-frunció el ceño esperando realmente una explicación, aunque parecía que deseaba más desahogarse.

-Me pareció divertido jugar con tu atención desde que me di cuenta que la tenía de mayor manera al jugar al desinteresado contigo.- no supo cómo, pero se lo dijo.

Aoi intentó no quedar boquiabierto ante aquella confesión ¡Pero qué descarado! Quiso decir algo, pero no pudo. Luego pensó en que aquello no pudo gustarle más.

-¿Me hiciste sufrir con tu indiferencia haciéndome cuestionar cada cosa que había a mi alrededor, hasta de mi potencial, solo porque te pareció divertido?-trató de sonar enojado, mas su rostro y su tono solo revelaron sensualidad.

Reita sonrió abiertamente no pudiendo ocultar lo mucho que le satisfacía aquella situación.

-Eres travieso…- llegó hasta el rubio- Me recuerda porque me enamoré de ti- lo tomó de los hombros.

Reita al oírlo nuevamente decirle aquella hermosa frase sintió como su corazón dio un vuelvo, y su fuerza y determinación se fueron a la punta del cerro comenzando a creerle.

-¿De verdad te provoqué todo eso?- rió divertido el rubio mientras veía los carnosos y sensuales labios del moreno.

-Sí- afirmó para luego susurrar al oído- Jugaría contigo a tu jueguito, pero en realidad a mí la calentura me gana.- sus labios acariciaron la oreja del escolar provocando un escalofrío en su columna.

Sin poder aguantar ni un segundo más lejos de su chico favorito, Aoi se lanzó a los labios de Reita con furia atrayendo su cuerpo desde la cintura. Reita lanzó un pequeño gemido que fue más que suficiente para encender aún más al ya encendido guitarrista.

-Me vuelves loco…- dejó salir entre suspiros.

Si, Reita había dicho aquello, y ya no se avergonzaba de que sus hormonas se revolucionaran ante solo ver la figura del guitarrista, sentir sus coquetas manos en su cuerpo y sentir esos sensuales y deliciosos labios que siempre deseó.

Aoi profundizó el beso con dedicación, llevaba mucho deseando volver a estar en otra situación parecida con el rubio.

-¡Indecentes, tápense!- gritó Die fingiendo asombro- ¡A qué ha llegado la juventud de hoy!- dramatizó.

Reita se separó sutilmente del moreno y este también con una sonrisa.

-¿Qué hacen aquí, par de morbosos?- les preguntó Reita a Die y a Ruki.

-Es que se me quedó la billetera y nos faltó dinero… Lo siento Reita, Aoi-san. Discutimos bastante para atrevernos a entrar…- justificó Ruki avergonzado.

-Y encontramos lo que más temíamos. Aún que le temíamos más a… ¡Auch!

Ruki le había dado un golpe al pelirrojo en la cabeza para que no hablara de más.

-Pero no se preocupen, ya que me quedaré aquí, yo compro más cosas!- dijo entusiasta Aoi- Vamos- se fue en dirección al par de amigos recién llegados.

El de la banda se quedó estático, procesando la actitud del guitarrista. Lo miró con una cara de “en serio?” y Aoi le devolvió la mirada con la misma cara “en serio” asegurando. Se fue con los dos amigos riendo para adentro. Él también podía ser cruel con el rubio. Reita los siguió, sabía que era lo mínimo que merecía.

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Llevaba horas inspirado escribiendo en un cuaderno solitario que encontró entre sus cosas. No podía entender cómo ni cuándo todo había cambiado pues había sido demasiado rápido. Al terminar de escribir, recién pudo notar la cantidad de lágrimas que se derramaban por sus mejillas llegando hasta su cuello. Se levantó para buscar un pañuelo para secarse el rostro. Mientras lo hacía podía darse cuenta de cómo sonreía, se sentía feliz porque muy dentro de su ser entendía todo lo sucedido en los últimos meses como un sentimiento y realidad que debía aceptar y a la vez superar. Sin embargo, el dolor era inevitable, y lo que más deseaba era ver al amor de su vida feliz al fin, aun que le causara dolor el hecho de que no sería a su lado. Un sentimiento completamente agridulce.

Cuando Ruki terminó de secarse el rostro, salió en busca de su guitarra acústica que muy pocas veces había tocado desde que aprendió a usarla. Ésta estaba en una habitación cercana a la escalera, por lo que al salir su madre lo llamó desde abajo.

-Hijo, te buscan- le dijo con un deje de extrañeza.

El rubio se extrañó, pues no había escuchado que lo llamaran mientras estaba en su habitación.

-¿Quién es?

-Soy yo…- se asomó quien más admiraba en la vida, pero quien más resentimiento le había traído.

Ruki se sorprendió, pero no quiso expresarlo reemplazando su asombro por un rostro neutro.

-¿Puede subir, mamá?

Su madre asintió y el rubio vocalista subió hasta donde el estudiante y su ex rival estaba. Ruki lo invitó a pasar a su habitación llevando la guitarra consigo, su ídolo lo siguió en silencio. Una vez en el cuarto, Takanori se sentó en su cama señalándole con la cabeza la silla de su escritorio.

-Disculpa por la recepción, pero entenderás que está lejos de ser como la de la primera vez…

-Lo sé- le respondió cruzando sus piernas y brazos.

-Entonces ¿Qué necesitas, Kyo-san?

-Uruha me pidió innumerables veces que tuviéramos una conversación contigo- Respondió sin rodeos, directo al punto como solía ser. Hizo una pausa para tomar aire- Se que yo no te debo ninguna explicación, pero creo que tengo que hablar contigo para de alguna manera sentir que al fin estoy haciendo las cosas bien para recuperar a Takashima…

Ruki lo miró directamente a los ojos no dejándose intimidar, con un rostro apacible pero a la vez frio.

-Tú lo has hecho sufrir más que nadie en la vida-dijo por fin el menor- Y no solo a él, si no que a mí también… Tal vez tú no tienes mucho que decirme más que solo lo que te ayudará a sentirte mejor. Pero yo…-miró hacia otro lado- Yo no soy nadie para recriminarte sobre lo sucedido con Mao. Suficiente debes tener con el arrepentimiento que debes cargar por no haberlo defendido y apoyado- sonó hiriente.

Kyo no le respondió, solo esperó a que siguiera. Estaba sorprendido porque ni aunque la situación en la que los dos rubios estaban se la hubieran anticipado lo habría creído. Recordaba lo infantil que era cuando lo conoció y lo feliz que estaba cuando lo vio por primera vez. Y ahora, todo tan lejano de aquella pasada realidad. El rubio fan volvió su visión hacia él para volver a hablar.

-No te odio- soltó todo el aire que había acumulado en los pulmones para volver a articular palabra- Pero sigo firme en mi posición que todo es tu culpa. Pero a la vez es inevitable no culparme a mí también. Se suponía que ese concierto iba a ser inolvidable, que los tres lo disfrutaríamos. Sin embargo apareciste tú como alguien real, que a la vez ayudó que mi amor y el de Shima salieran a la luz. Gracias a ti pudimos amarnos…-sus ojos se llenaban de lágrimas- Pero gracias a ti también nos separamos- pasó su brazo izquierdo por sus ojos para secarlos mientras que con la otra mano mantenía la guitarra fuertemente- Yo no sé cómo pasó, pero Shima estaba feliz contigo y… -lo miró directamente a los ojos- Yo lo amo. Es por eso qué quiero que sea feliz otra vez y verlo sonreír genuinamente. Extraño su mal humor, sus insultos. Todo lo que hacía y lo identificaba cuando éramos solo amigos. Es por eso que quise ayudarte a través de Kai para que tocaran en la escuela y tuvieras el chance de arreglar las cosas luego de este tiempo. Estoy seguro que él te perdonará- desvió su mirada hacia su mano derecha que sostenía su guitarra.

Kyo quedó mirando un punto fijo mientras perdía su mirada en dicha parte.

-Gracias por tu madurez…- volvió a mirarlo- No tenía idea que tú estabas detrás de ese plan. Solo pensé que estabas organizando el concierto por ser un fanático de la banda…

-Sólo lo hago por él.

Kyo sonrió nostálgico. No sabía qué decir puesto que no estaba acostumbrado a abrirse con la gente, ni menos con alguien que apenas conocía. Supuso que guardar silencio sobre ese tema sería lo correcto ¿Qué más podía decir? Con él no se iba a disculpar, las disculpas y perdones serían peticiones para Uruha.

-¿Tocas?

El rubio menor se sorprendió por su pregunta y miró la guitarra.

-Si…- la colocó en sus piernas- pero no la toco hace tiempo.

El vocalista de Sex Hot se paró de la silla para sentarse a un lado de su fanático. Ruki le pasó la guitarra para que la afinara. Mientras lo hacía, Kyo dio una mirada rápida hacia el espacio que quedaba entre los dos y pudo divisar un cuaderno donde pudo leer el primer verso:

No puedo entender por qué mi corazón sufre cuando canto esta canción

Al notar que Kyo había leído algo de lo que había escrito se avergonzó.

-Disculpa Ruki ¿Qué escribiste?

Qué difícil momento era ese para el rubio menor. Aquello lo había escrito sin destino alguno, pues había comenzado a escribir la letra desde el distanciamiento de Uruha luego de aquel incidente con Mao para luego terminarla tras la sincera conversación que habían tenido escasas horas antes. Ruki tomó el cuaderno y se lo pasó a Kyo mientras este le pasaba la guitarra otra vez.

-Iba a componer la música- explicó apenado.

Kyo comenzó a leer.

Me siento vacío y el soplo del viento me dice que no queda nada.
Transcurren los días, no sé dónde estás y esta voz ya no sabe qué hacer
Solo el eco de esta canción, que está marchita.

Anhelando el pasado te alejaste, pensé que lo entendía, entonces
¿Por qué me duele? que tanto recordaré  el sonido de tu voz
Dime ¿Qué me has hecho que resuena en mi profundo corazón?

Nada ha cambiado desde entonces, mi corazón es el mismo
Miro hacia adelante más que antes, te extraño
Día a día te vuelves tan distante, que no puedo alcanzarte
Recuerdo el día en que me dejaste solo aquí

Entonces, ¿Qué estoy anhelando? ya no recuerdo nada
Y antes de que lo recuerde tú has volado alto
Comprendo mi impotencia, me doy la media vuelta, es el momento de resignarme

Pero si en algún momento estás demasiado triste como para soportarlo
Mi canción sin mentiras se derramará para acompañar a tus lágrimas.
Y cuando llegues a estar feliz aunque sea lejos de mí
me verás cantar una canción con una sonrisa

Kyo desvió su mirada hacia la silla en donde había estado sentado minutos atrás. Descansó sus ojos en aquel lugar con la mirada perdida. Luego de unos segundos cuando encontró el valor de seguir leyendo, lo hizo.

El estremecimiento aún continúa! mantengo mi aliento
¡Todavía se mantiene como en aquel tiempo cuando no tenía nada!
Solo queda volver a vivir días fríos lejos de ti

Desde que era joven anhelé hacer todos mis sueños realidad.
Ir paso a paso a la vez... Ir paso a paso.

Nos apoyamos, reímos juntos... Lloramos y nos lastimamos
Estaremos caminando juntos por sueños de brillante color

Pero cuando las cosas estén demasiado duras para poder seguir adelante
Al igual que tu soportaste mi debilidad, yo confiaré en ti
Solo puedo decirlo con palabras torpes, pero te quiero
Incluso si mi marchita voz se agota, yo estaré siempre aquí.

Pero si en algún momento estás demasiado triste como para poder soportarlo
mi canción sin mentiras se derramará para acompañar a tus lágrimas
y cuando llegues a estar feliz, aunque sea lejos de mi
me verás cantar una canción con una sonrisa

Incluso si mi marchita voz se agota, yo estaré siempre aquí
incluso si mi marchita voz se llega a agotar...

Kyo descansó su mirada perdida nuevamente, pero esta vez en aquellas palabras. Una lágrima rodaba por su mejilla y Ruki luego del transe en el que estaba sumergido se dio cuenta. El rubio estudiante lo miraba embobado, se sentía feliz por qué quien más admiraba se había emocionado con lo que él había escrito. Pero también lo resintió pues por su causa el dolor que sintió y sentía en su corazón mientras y luego de escribir esa canción  estaba aún presente, y solo Dios sabía hasta cuándo. Desde ese momento entendió también que no debía ser duro con él, eran todas trancas desafortunadas del destino.

-Lo amas…- le ofreció el cuaderno mientras lo miraba a los ojos.

Ruki sonrió levemente con conformidad.

-Es hermosa- volvió a decir el vocalista.

-Tú también lo amas, hiciste muchas más cosas por estar con él de las que hice yo…No siempre se gana ¿Verdad?- preguntó vagamente Ruki.

-Eres muy joven todavía. Tú y Uruha lo son. Nadie sabe lo que pueda pasar mañana…- Dijo con cierto temor del futuro- Tienes mucho potencial también ¿Podrías cantármela algún día cuando la termines?

Ruki volvió a sorprenderse para asentir.

-¿Crees que alguna vez él entienda qué esta canción es para él?-le preguntó Ruki.

-Si te conoce, lo más seguro es que ya lo sepa.

Ruki sonrió para luego comenzar a tocar pequeñas notas con su guitarra ya afinada por Kyo. Este último sonrió también despeinando la cabeza del menor con una de sus manos. No podía sentir más que admiración por aquel niño que solo en unos minutos le había enseñado más del amor y solidaridad que todo lo que él sabía hasta entonces. No podía esperar menos de alguien que amara a Uruha para bien, y estaba seguro que la manera del menor era lo que más se acercaba a la forma correcta de amar. Merecía su respeto.

Pero yo no soy tú… - Pensó Kyo.

 

Llevaban ya 3 horas bebiendo y jugando a desafíos que solo los ebrios sueles jugar tales como al nunca nunca  y al cuarto de rey. Kaoru, Die, Aoi y Reita reían cada vez que uno de ellos confesaba algo, mientras Uruha se preguntaba qué estaría haciendo Ruki qué se fue tan temprano. Aún quedaba mucho de noche. Dirigió su mirada hacia la ventana que daba a la calle y recordó la vez en qué lo había engañado con Mao. Bastardo, pensó al recordar el nombre de aquel que creyó su amigo. Pero recordar a Mao venía estrictamente relacionado con  quien había comenzado detestando para luego amarlo. Sintió que su corazón se encogía dolorosamente dentro de su pecho, y el alcohol que llevaba dentro ayudaba a que sus sentimientos se dramatizaran al punto de querer estar solo escuchando la música más melancólica y triste del mundo, entre ellas canciones de Sex Hot.

-Yo nunca nunca me he masturbado en la sala de clases- dijo Die.

El pelimorado y Reita lo miraron sorprendidos y con un poco de asco, sin embargo Aoi tomó su vaso con ron y le dio una probada. Die sonrió bebiendo también y los demás los miraron incrédulos.

-¿Se han masturbado en clases pedazos de animal?-les preguntó Kaoru.

-Si- respondió sin preocupación Aoi- Vamos, es normal, no Die?- Die asintió mientras se preguntaba si de verdad era normal ya que sólo lo había hecho una vez- Siempre hay una compañera que te pone caliente, incluso profesoras. – Explicaba con libertad y experiencia- Ahora, si una de tus compañeras estaba dispuesta a hacerlo por ti, mejor aún. Sucedió tantas veces…- decía mientras su cabeza se iba hacia esos recuerdos sonriendo con picardía.

-Eres todo un caso… Caliente de mierda- le dijo divertido Kaoru.

Aoi sonrió volviendo a tomar para luego mirar a Reita quien sólo lo miraba con el ceño fruncido.

-¿Y tú te lo hiciste sólo o te lo hizo alguna de las chicas con las que me bailaste la canción para mi cumpleaños?- preguntó Reita al pelirrojo queriendo ignorarla confesión de Aoi.

- A no sé yo- se defendió Die- Los caballeros no tenemos memoria.

-¿Y quién dice que tú eres un caballero?- se burló Reita.

-Iguana envidiosa, ahógate en tu envidia- volvió a beber Die también.

-Bueno, yo jamás he hecho esa porquería en sala de clases. Pero si en el baño- confesó el peli morado.

-¿Y fue con Ryoko?- volvió a fruncir el ceño Reita al preguntar.

-¿En serio, Reta?- le preguntó con enfado el moradito.

Reita desvió la mirada con enfado también para mirar a Aoi quien lo observaba extrañado, no le agradaba cuando sacaba el tema de su ex novia.

-¿Y tú, Shimón?- preguntó el pelirrojo.

Uruha aún miraba su vaso. Reita rió saliendo de su tensión y le dio un golpe en la cabeza. Reaccionó.

-¡Ah!- alegó incorporándose- No hago morbosidades en la escuela. Yo SI respeto.

-Sí claro, seguro no hacías cositas- enfatizó el peli morado la palabra “cositas”- con Namie.

-Dije que no- le respondió categórico el castaño claro.

-¿Y con Ruki?- le preguntó Die.

Pero al terminar Kaoru le dio un gran golpe en la cabeza y este se quejó.

-Bien- siguió Aoi al darse cuenta que aquella confesión no terminaría bien- Yo nunca nunca he hecho un trío.

Nadie bebió, a excepción del guitarrista. Reita sentía que estaba perdiendo la paciencia.

-¿Con dos mujeres? ¿Con una mujer y un hombre? ¿Con dos hombres?- preguntó Kaoru.

-Todas- sonrió.

-¿Seguro que no tienes sida?- le preguntó Uruha con una ceja fruncida. Los demás asintieron riendo al mismo tiempo.

-Seguro-rió también el pelinegro.

-¿Y cuál te gustó más?- le preguntó el pelirrojo interesado en la respuesta.

-Con una mujer y un hombre. Es divertido, tienes el pack completo, además que…

-¿Bueno y tú no te cansas de exponer tu calentura?- explotó el rubio de la banda interrumpiéndolo.

Los demás se miraron entre ellos colocando una mueca de incomodidad.

-No ¿Y tú no te cansas de ser tan pendejo? Así soy yo…- le respondió el del piercing para volver a beber.

-Vete a la mierda-le dijo decidido el de la banda.

-¡Estoy ebrio, por la mierda!- comenzó a reír el guitarrista- No controlo lo que digo, OK?

-Quédate en la mierda- le respondió el rubio.

-Akira, no seas exagerado-le dijo su mejor amigo- Estamos ebrios y estamos hablando estupideces que la gente ebria habla.

Reita lo miró con reproche llevando su mirada a otro lado.

-Amarillito celosooo~~-canturreó Die mientras le apretaba las mejillas.

El rubio lo alejó para ponerse de pié y dirigirse a la cocina por algo de comer. Los demás siguieron jugando no prestándole atención mientras Uruha iba a la radio a poner algún tema movido que le hiciera olvidar los pensamientos que lo aquejaban, pues quería estar lejos de ellos. Lo último que deseaba era llamar por teléfono a cierta persona.

Aoi se colocó de pie también para seguir y alcanzar a Reita quien estaba apoyado en el mueble de cocina comiendo de un paquete de papas fritas.

-Pensé que te gustaba el jueguito de sacar celos…- se le acercó el guitarrista.

-Me colma que expongas tu calentura, y más me colma imaginarte en esas situaciones y que apenas se te presente la oportunidad de ir tras una falda irías sin pensarlo…

-Celoso- le dijo en su oído mientras aferraba sus manos a la cintura del menor-  Pero si eso pasara tú te me sumarías…

-No…-trataba de evitarlo.

-Vamos, Akira-sentía que el piso se abría bajo sus pies cada vez que el guitarrista pronunciaba su nombre.- Yo no veo a nadie más aquí ¿Qué importa un sensual trío si no tengo a quien me quita el aliento? Sólo relaciones divertidas, pero vacías-lo hacía entender.

Se miraron a los ojos y Reita rió, era tan celoso cuando se sentía enamorado, reconoció.

Esta vez fue Reita quien tomó con fuerza la cintura del pelinegro quedando este contra el mueble de cocina mirándolo sorprendido y juguetón.

-¿Prefieres ser el que manda, no?-le pregunto Reita mirándolo a los ojos.

-No me gusta mucho sentirme sometido-reconoció con una sonrisa el pelinegro.

-Pues a mí tampoco me agrada-le sonrió de igual forma.

-¿Qué podremos hacer para remediar eso?- preguntó juguetón Aoi.

Reita no le respondió y fue por esos exquisitos labios que sólo su guitarrista preferido tenía. Los mordía mientras Aoi era prisionero del mueble y del cuerpo de su amante.

El del piercing respondía a sus mordeduras ahogando pequeños gemidos en la boca del otro mientras Reita llevaba una de sus manos a la entrepierna del moreno mientras el nombrado llevaba sus aventureras manos al botón del pantalón del rubio para poder jugar dentro de su bóxer.

Uruha entró por un paquete de papas fritas, pero la pareja no le tomó atención. Este último frunció su rostro.

Qué horrible luce esto si se le mira desde afuera…-Pensó recordando sus veces en situaciones como esas.

Tomó el paquete avergonzado pasando por al lado de la pareja, Aoi abrió sus ojos y centró su mirada en el castaño claro.

-No paren por mi-se excusó rápido no queriendo quedar como un morboso.

-Al baño-le ordenó Reita al oído.

Aoi sonrió ampliamente ante el atrevimiento del rubio, pero ya se las pagaría. Nadie le hablaba de esa forma al gran Aoi-sama.

 

Uruha regresó con sus amigos con una mueca de incomodidad en el rostro.

-¿Demasiada acción allí adentro?-preguntó Die.

-¿Estás celoso rojito?- le preguntó Uruha abriendo el paquete para ofrecerle a sus amigos.

-No, cafecito.- se cruzó de brazos haciéndole un desprecio- ¿Te sumas al “hagámosle todos bullying a Daisuke?

-No te pongas sentimental, tarado- se excusó.

-A todo esto- se integró Kaoru sacando papas- ¿Por qué se fue tan rápido el enano?  ¿Le hiciste algo?- le preguntó a Uruha.

-No- le respondió inseguro de lo qué diría- Me impresionó su cambio…

-Le vivías insinuando que debía cambiar-le respondió Die- No te puedes quejar ahora.

-No se trata de eso…- trató de justificar Uruha.

-¿Qué?-le preguntó el peli morado- ¿Estás confundido?

-Ni una mierda-le respondió el castaño claro apoyando su espalda en el respaldo del sofá- De hecho, él me dejó en claro que quería que nuestra amistad volviera a ser como siempre- sacó un puñado de papas para echarlas a su boca.

Kaoru frunció sus labios para luego comenzar a reír nerviosamente. Los otros dos lo miraron.

-Vaya mierda qué nos pasó a todos… Uruha y Ruki juntos. Yo celoso por eso y Die confundido con Reita.

-Y todo por esos putitos de Sex Hot- los defendió Die.

-Vaya mierda-repitió el castaño claro mientras volvía a beber- Pero a pesar de todo, nosotros estamos aquí: bebiendo como siempre, bromeando como siempre y apoyándonos como siempre. Los amo chicos- dijo Uruha.

-Bueno, a unos más que otros. Eso está claro-dijo el pelirrojo.

-Cállate, Die.

-Casi nos separamos por muchas cosas…-recordó Kaoru- Yo también los amo. Incluso al gay de Reita qué está allá adentro con “el kilometro de sensualidad”

Los 3 empezaron a reír.

-Y lo siento, hermano- miró a Uruha- Siento haber sido un completo imbécil contigo…

Uruha lo miró con una sonrisa conforme alzando su vaso con ron en señal de que aquello ya no importaba más.

-Pidas o no disculpas- salió Die- Seguirás siendo un completo imbécil de todas formas- bebió.

-Tú cierra el pico, que si yo soy imbécil contigo es porque lo mereces. Por idiota.

-Ahógate en tu imbecilidad entonces. Me tendrás que soportar lo que te queda de vida. Y tú también-le advirtió a Uruha- ¡Y todos los putitos!

Los tres comenzaron a reír, pero pararon en seco apenas sintieron que algo se había caído en el baño.

-Esto me incomoda-dijo Kaoru- Es mi baño-se justificó.

-Pues mañana lo desinfectas con mucho cloro-le respondió Die.

Uruha comenzó a reír con gracia. Si todo aquello entre Reita y Aoi se lo hubieran anticipado hace unos meses, jamás lo habría creído.

 

La boca de Reita bajaba por el cuello de Aoi poniendo especial énfasis en su yugular. El moreno gemía ante el atrevimiento del rubio, pues en todas las situaciones anteriores él había sido el que mandaba.

-Reita…

El nombrado comenzó a deshacerse del pantalón de su guitarrista, pero era difícil conseguirlo. Ante eso, el del piercing cambió de posición con el rubio quedando este último contra la pared del baño y con el cuerpo caliente de Aoi contra el suyo. Suspiró excitado.

-El experto con las manos soy yo…- le susurró al oído, y de un tiró se deshizo de los pantalones y bóxer del menor.

Reita lo miró con vergüenza y placer. Se lanzó nuevamente a los labios de Aoi para comenzar a devorarlos, mientras que el peli negro llevaba sus expertas manos hacia el trasero del de la banda para comenzar a acariciarlo al ritmo de sus besos.

Aoi lo volteó rápidamente, y al hacerlo Reita notó que su rostro se encontraba contra un espejo.

-¿Tienes alguna adicción por hacer que tus parejas se miren mientras haces tu talento?- le preguntó el menor divertido y resignado a que esta vez los papeles tampoco cambiarían.

-Tal vez-se le acercó a su oído colocándose un condón, y sin previo aviso lo penetró. Reita evitó el grito pero al mismo tiempo le dio un codazo en sus costillas provocando que se cayera el jarro con los cepillos de diente- ¡Auch!-protestó el mayor.

Reita sonrió mientras se relajaba para poder sentir el miembro de Aoi en toda su extensión en su interior.

-Serás el sometido hasta que yo me canse…-le volvió a decir al oído con una mano en la barbilla del de la banda mientras su otra mano se posaba sobre el miembro de Reita provocándole un gemido- Es lo mínimo que mereces por haberme hecho sufrir todo el día…

Y comenzó sin más su eterno, doloroso, pero placentero vaivén dentro de su niño favorito quién gemía sin vergüenza ante las estocadas que recibía y la experta mano de su moreno en aquella zona frágil que lo llenaba de orgullo.

-Más rápido…-le pedía el rubio.

Aoi le hizo caso, pero cuando Reita se estaba acostumbrando al ritmo, el moreno volvió a bajar la velocidad en ambas acciones.

-¡No pares!

-Yo doy las órdenes aquí…-sonría mientras se deleitaba con su gracia.

Reita se mordió el labio y cuando menos se lo esperó, Aoi volvió a incrementar la rapidez de su acción.

-¡Mierda,Yuu! Ah…

Esta vez no desaceleró su ritmo, haciéndolo de una manera bestial. Reita intentaba reprimir sus gemidos, pero le era imposible. Entre el tiempo que su pasión duró ambos se corrieron lanzando un sonoro gemido.

Respiraban agitados. Aoi descanzada su cabeza en el hombro de Reita y este último reposaba sobre la pared y su cara en el espejo que le ayudaba a refrescarse.

-Toma- El guitarrista le pasó un condón al rubio- Hazlo ahora antes de que me arrepienta.

-No quiero…- le respondió con malicia.

-¡A la mierda con tus juegos!- le dijo.

Tomó él el pene de su pareja y le puso la maldita cosa, todo ante la mirada divertida y conforme de Reita. Aoi se volteó y acomodó su trasero en la erección del rubio para comenzar a moverse. Reita lo penetró cerrando sus ojos, era delicioso recordar lo que se sentía ser él quien penetraba y no al revés. Aoi seguía moviéndose, y ante el aburrimiento que eso le causó al menor, lanzó a Aoi hacia el otro extremo de la pared para esta vez ser él quien quedara mirando hacia ella. Reita lo alcanzó hasta el otro extremo y lo embistió sin aviso. Aoi gritó.

-Es por eso que odio esto…- dijo mientras se relajaba para aceptar de nuevo a Reita en su interior.

Así siguieron, pero esta vez Reita no quiso masturbarlo. Era su venganza.

 

Mientras tanto en la sala los 3 amigos seguían bebiendo y escuchando de vez en cuando a la pareja que estaba en el baño.

-Me siento todo un pervertido-reconoció Uruha.

-Bienvenido al club- alzó su vaso Die en señal de un brindis.

Los demás lo imitaron serios para volver a llevar  sus vasos a sus bocas. Ya no podían con más alcohol.

 

 

Eran las 7 am, y la paz inundaba la casa de Kaoru donde por suerte sus padres no habían llegado la noche anterior. El celular de Aoi comenzó a sonar sacando a su dueño de su tranquilo y reparador sueño.

El guitarrista le echó una leve mirada al lugar, pero su vista estaba borrosa y lo único que sabía con claridad es que encima de él había un cuerpo. Lo miró, era Reita. Sonrió refregando sus ojos con sus manos y sin poder soportar más se estiró para poder sacar su celular de su pantalón que estaba a varios centímetros más allá. Lo cogió, y del otro lado no pude escuchar una voz más dulce.

-¡Aoi!- era Kai- Recuerda que a las 8 am debes estar aquí. El concierto es a las 11 en la escuela de los chicos.

-Aha…- asintió mientras recuperaba la vista. Estaba en el baño tirado en el suelo junto a Reita- ¿Por qué mierda me llamas tan temprano?

-Porque sé que fuiste a pasártela bien por ahí, y no quiero atrasos- hizo una pausa para tomar aire- Además, hay algo más qué quiero hablar contigo.

-Olvídalo Kai ¡Después!- le cortó para cerrar sus ojos otra vez. Al hacerlo sintió como su espalda dolió pues estaba sentado con su espalda contra la pared y el torso de Reita estaba sobre sus piernas.

Sonrió y cerró sus ojos otra vez para juntar fuerzas para asó poder levantarse. Al hacerlo se preocupó de no lastimar al rubio a quien dejó en el piso no sin antes poner un poco de ropa en el suelo para que no recibiera el frío del piso.

Se colocó los jeans y bototos para luego ponerse la camisa. Al terminar se lavó la cara y examinó su rostro. Lucía completamente relajado. Se dirigió a Reita y comenzó a despertarlo.

-Reita…- lo llamó suavemente, pero este no se movía- sonrió y se le acercó a su oído- Akira…

El rubio se estremeció un abrió uno de sus ojos.

-No quedamos dormidos en el baño. Vamos, levántate- le ofreció su mano, este la aceptó- Te ves bien- le dijo examinando el cuerpo desnudo del menor.

-Cállate…- le dijo divertido mientras recibía su ropa de manos del guitarrista.

Cuando llegaron a la sala principal donde estaban los 3 amigos de Reita, rieron al verlos. Kaoru estaba en el sofá grande durmiendo de lado mientras Uruha estaba también en el sofá pero con sus pies en la cara de Kaoru. Die estaba en el piso.

-Siempre duerme en el piso- lo excusó Reita al ver la cara divertida del moreno.

-Despiértalos después. Hoy tocamos en su escuela-suspiró. Reita lo miró sorprendido-Supongo que llegan antes.

-Si- le respondió Reita- A las 10 debemos estar en la escuela.

-¡Entonces báñense! Y por favor, lleven a ese niño minado de Uruha.

-Si... Aunque creo que será difícil- le echó un vistazo para luego bostezar- Dile a tu amigo que ni siquiera intente disculparse si lo va a volver a dañar de la forma en que lo hizo.

-Él también ha sufrido…

Reita alzó una ceja y Aoi cerró la boca. Se le acercó y lo besó delicadamente en los labios,

-Te amo- le dijo al separse para ir en dirección a la puerta. La abrió y antes de que pudiera cerrarla Reite le hablo.

-Aoi…- lo llamó, el nombrado asomó su cabeza-Yo también…

El guitarrista sonrió feliz y cerró la puerta.

-Maldición…- suspiró el rubio mientras se dejaba caer en el sillón que estaba libre con una sonrisa boba.

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Llevaban alrededor de uno hora arreglándose en la misma sala donde habían montado el camarín la primera y última vez que habían dado un concierto en el colegio. Kyo estaba sentado en una de las mesas con sus pies en una silla. Miraba a un punto fijo en el suelo, estaba nervioso y no quería demostrárselo ni a sus amigos ni a él mismo. Shinya se daba vueltas por todos lados recordando las cosas que hacía cuando era estudiante y Toshiya lo miraba y escuchaba todas sus anécdotas. Kai no estaba.

De pronto, Aoi entró con unos grandes lentes oscuros. Dejó su guitarra en una de las mesas y con una gran sonrisa se dirigió hacia sus amigos.

-¿Qué tal, trío de maricas?

Los aludidos lo miraron divertido, estaba totalmente diferente a la última vez que lo habían visto el día anterior.

-Llegas con retraso, Aoi-shi-le reclamó Shinya.

-No eres Kai, Shinya- se dirigió a paso lento hacia Kyo.

-A todo esto- comentó Toshiya- Kai no está muy feliz contigo…

-¡Mierda!- recordó mientras se sentaba a un lado del vocalista- Ayer discutí con un idiota y creo que se me pasó la mano.

-Pero por tu cara juzgo que te funcionó anoche-le sonrió Kyo con malicia.

-Ni lo menciones- sonrió pícaro.

Los demás comenzaron a reír y prefirieron no preguntarle nada sobre el tema.

Aoi colocó su mano en la rodilla de su amigo rubio, este lo miró de vuelta con una ceja alzada.

-Éxito.

Kyo comenzó a reír para negar al mismo tiempo con la cabeza. Definitivamente algo muy bueno le había pasado al moreno.

-A noche fui a hablar con Ruki- le dijo de pronto. Aoi se interesó.

-Por eso no estaba anoche en casa de Kaoru.

-¿Eh?- pero Aoi le hizo una seña con la mano para que continuara- Bueno, la cosa resultó mejor de lo que esperaba, pero jodidamente sentimental.

-Hirió tu orgullo ¿No?

El rubio rió nuevamente.

-Estoy algo cambiado ¿Sabías? Ah, no. No sabes. Lo único qué sabes es el número móvil de Reita- comenzó a reír con burla.

-Ja, ja. No me provoques enanín. Mira que me puedo cambiar de lado y apoyar a otro.

-Atrévete- lo incitó.

 

-Shima, muévetee!- lo trataban de despertar Kaoru y Die ya bañados. Reita estaba a un lado comiendo una barra de cereal.

Pero Uruha no se movía, seguía profundamente dormido.

-¿Por qué no le tiran agua?-sugirió Reita desde su puesto.

-Die, corre por un jarro con agua-le pidió Kaoru con una sonrisa maliciosa.

El pelirrojo salió en busca de lo que le había pedido el peli morado. Reita seguía comiendo su barra.

-¿Qué haremos con Ruki?- preguntó el de la banda

-Llegará, si es que ya no está en la escuela.

Vieron a Die apresurarse. Y al llegar le arrojó el jarro en la cabeza al pasivo y paciente Takashima.

-¡Hijos de perra!- gritó sentándose de golpe- ¡Te mató!- se lanzó contra Die tratando de asfixiarlo. Kaoru reía y trataba de separarlos mientras Reita afirmaba de los hombros a su mejor amigo.

-¡Déjenme! –gritó- Me tranquilicé…- suspiró volviendo a sentarse- ¡Miren como me dejaron!- protestó al verse como gato mojado.

-Estabas peor- se defendió Die mientras arreglaba su ropa- Pero debes bañarte igual- le adivirtió.

-Imbécil…

-Ya, vete a bañar ahora. Debemos ir a la escuela.

-No iré a ninguna mierda- volvió a protestar Uruha.

-¡Qué te bañes!- le ordenó Kaoru.

-No quiero ir a la escuela…

-Ruki te está esperando-le habló Reita.

-¿Y?...

-¿Cómo que “y”? ¡Insensible!- dramatizó el pelirrojo- Es el último puto día. Yo me graduaré-puso su mano en su pecho- Kaoru también ¡Todos! Así qué ahora te bañas que pasamos a tu casa a cambiarte de ropa.

Uruha bufó. Odiaba que lo despertaran, y más aún si era de aquella manera tan brusca.

 

Ruki estaba en el colegio desde las 9 de la mañana. Tuvo que recibir a la banda y afinar los últimos preparativos junto a Kai. Estaban montando lo último que quedaba para la escenografía junto a Ryu. El manager de la famosa bana estaba sentado observando con ojo crítico.

-¿En serio hay que hacer todo esto?- preguntó el presidente del centro de alumnos ya cansada de no darle en el clavo a las peticiones de Kai.

-Es un concierto-le explicó el manager- Y además es uno especial. Un poco más allá, a la izquierda…- los dos le hicieron caso- ¡Ahí!- dijo entusiasmado y sonriendo porque ya habían terminado.

Los dos chicos suspiraron aliviados.

-Nos vemos dentro un rato-se despidió el manager para ir al camarín improvisado seguramente.

-¿Y lograste saber algo de Kouyou?- Le preguntó el joven a Ruki.

-Si-le respondió mientras se sacudía las manos- Está bien. Solo espero que venga…

El celular de Ruki comenzó a sonar, sonrió al ver que el remitente era de Kaoru. Le contestó.

-¿Si, Kao?

Ryu se fue.

-Llevamos a cuestas al inútil de Shima- decía con pesadez- ¡No quería venir!

-Es necesario qué venga- sonó casi suplicante el menor del grupo.

-Sí, si. Lo sé. Para allá vamos.

-Genial-sonrió.

-Oye… ¿Seguro de lo qué haces?

-Sí, muy. Ahora apúrense qué me siento solo.

-¡El enano se siente solo!-le gritó Kaoru a los demás.

-¡Espera, marica!-escuchó la lejana voz de Reita.

Ruki comenzó a reír y cortó la llamada. Miró hacia la sala en donde se encontraba su banda favorita, luego suspiró.

-Definitivamente ya nada es como lo fue…- sonrió nostálgico.

-Pues deberías disfrutarlo…- escuchó detrás de su espalda.

Se volteó, era Toshiya.

-Toshiya-san, debe ir a la sala. Pueden verlo.

-Nah, no hay nadie- sonrió- Oye, Ruki- el aludido lo miró- Eres un chico valiente.

-Eso dicen… Vamos al salón, no quisiera que su manager me grite…

El bajista comenzó a reír.

-¿Qué fue de Mao?- se interesó Ruki mientras iban camino al camarín.

-Se largó, debía hacerlo… Siento lastima por él, estaba bastante chalado.

-Si… Pero me hubiera gustado que sufriera un poco.

El peli azul rió divertido.

-Créeme que su ego sufrió, y si su ego sufrió, él sufrió.

-Genial…- sonrió el rubio.

 

-¡Me trae tan malos recuerdos esa puta situación!- dijo cansado Uruha.

-Te las aguantas, amargado- le discutió Die alzando una ceja.

-Llegan justo a tiempo ¡Sex Hot va a comenzar!- les dijo la reportera del diario escolar.

Uruha pestañó un par de veces para ver directamente las caras de sus amigos.

-¿Qué?-preguntó tranquilamente

-Eh…

-¿Pero qué mierda, Reita?- esta vez le reclamó a su amigo- ¡¿Son mis amigos o qué?!

-Tranquilízate, es por el bien de...- trataba de explicarle Kaoru.

-¿Qué bien? Yo me largo- comenzó a irse.

-¡No, no, no, no!- Los 3 fueron tras él. Lo tomaron y lo llevaban a la fuerza.

-¡Esto no es divertido, imbéciles! ¡Suéltenme!

-No- le decían sus amigos inseguros si reír era una buena opción.

-¡Hikari, ayúdame!- le pedía el castaño claro a la reportera. Ella los miraba sin saber qué hacer.

-¡Esto pasa siempre Hikari!- se excusaba Die- No hagas nada~~

La chiquilla le sonrió avergonzada y se largó.

-Le pides ayuda a una niña ¡Marica!- esta vez sí reían Reita y Kaoru.

-No se los voy a perdonar- decía mientras ya no oponía resistencia. Estaba cansado, y se sentía aún peor al saber lo qué obviamente tendría qué enfrentar porque sus “amigos” lo estaban llevando a una ejecución segura, según él.

 

 

A lo lejos Ruki los veían aproximarse, sintió que su corazón se aceleraba.

-Lo siento, Shima…- decía cuando veía su rostro poco apacible acercarse sin ganas de estar en ese lugar.

El grupo llegó hasta Ruki y lo saludaron.

-Tienen una cara de que se tomaron hasta el agua del florero- les dijo el menor al ver la cara de sus 4 amigos.

-Si ~- rió Die- Y otros hicieron otras cosas- miró a Reita, este le devolvió una mirada asesina y Ruki rió.

-Shima…

-Cállate- le  respondió- Esto está lejos de ser como aquella vez- los miró con odio.- Lo que me están haciendo es una mariconada.

Pero antes de que Uruha pudiera seguir con sus palabras, los gritos comenzaron, y es que la banda ya había salido al escenario. El castaño claro al ver a Kyo se quedó estático. Hace tanto ya que no lo veía.

Kyo saludó al público enérgico, y aquella situación enfermó al estudiante puesto que sentía que su presencia era insignificante. La música comenzó a sonar y la sensualidad de Aoi se hizo protagonista. Pasaron 3 canciones llenas de energía, donde los 4 músicos se lucieron y todos sus pequeños fans disfrutaban, menos el mayor afectado y el más grande hater en la historia de Sex Hot.

La última canción terminó. Kyo esperó a que los gritos pararan para comenzar a hablar.

-Una vez di un pequeño comentario de esta canción…- dijo mientras los estudiantes le ponían oído- Cometí muchos errores con personas que fueron muy importantes para mí, ahora los seguí cometiendo…- los estudiantes lo escuchaban atentos. Los demás de la banda también.-Cuando… - le costó continuar con lo que quería decir, trataba de hallar al castaño entre la multitud-…Cuando las palabras se dicen con el corazón, no puedes evitar que él se manifieste…- la audiencia gritó. Uruha elevó su vista hacia el cantante. Recordaba haberle preguntado sobre aquella frase una vez- Lo siento. Siento haber sido un imbécil. Perdóname por haberte dañado de la forma en qué lo hice...- terminó al fin con un rostro triste al no poder encontrarlo.

Tras unos segundos, la música comenzó a sonar.

La letra de aquella canción era tan profunda, y la interpretación era terriblemente desgarradora. Ruki siempre había sentido pena por su artista cada vez que la cantaba, tanto que podía odiar a quien le había hecho escribir tan sentimental canción. Incluso, pensó, qué podía odiar al mismo Uruha en ese instante, porque no le cabía duda que todo el show montado para esa canción iba precisamente para él.

Ruki miró a su costado para ver a un perdido Uruha, no quería estar ahí, pero ya nadie le detenía para largarse. No obstante, seguía parado mirando a Kyo sin ninguna expresión en el rostro mas sus ojos detonaban sentimientos. El vocalista posó sus ojos sobre él al fin, sintió nuevamente la energía apoderarse de su cuerpo. Uruha quiso desviar la mirada, pero no podía. Unas cuantas lágrimas comenzaron a derramarse tranquilamente por el rostro del estudiante. Ruki sonrió, sabía que su amor estaba sacando sus sentimientos a relucir al fin.

Cantaron una canción más y dejaron el escenario. Los estudiantes estaban emocionados, no podían creer que por segunda vez los habían visto, y gratis. Reita miró a su amigo llorando con tranquilidad, al mismo tiempo miró a Ruki y este le hizo una señal para que lo llevara al camarín improvisado. Kaoru y Die miraban la situación incómodos. Era terrible tener que lidiar con tanto drama.

-Ven, Shima- le tomó la mano el rubio de la banda.

-No…

Reita lo examinó por un segundo y se encogió de hombros, no quería hacerlo pasar por algo que no quisiera. Ruki lo miró y frunció sus labios.

El público comenzó a dispersarse, y Uruha seguía ausente en medio del patio con su mente en blanco. No quería pensar pues sabía que eso lo dañaba. Sus amigos estaban a su al redor, lo que pudieron hacer ya lo habían hecho.

Kaoru se le acercó y le dio unos golpecitos en uno de sus hombros para luego caminar hacia otra dirección. Lo mismo hizo Die. Reita y Ruki seguían ahí.

-Ve donde Aoi-  dijo Uruha adivinando las ansias que tendría su mejor amigo de ver al guitarrista- Estoy bien. Y tú Ruki, para con esto ¿Quieres?

Reita quiso protestar, pero el relajado rostro del castaño claro le hizo entender que hablaba en serio. A lo lejos vio que se aproximaba Kyo, Ruki también lo vio. Se miraron cómplices y se alejaron juntos, Uruha no necesitó ser adivino para saber por qué se iban.

Afortunadamente, ya no quedaba nadie en el patio, estaban todos intentando ver a los miembros de la banda fuera de la sala en la que estaban.

-¿Por qué cada vez qué los veo termino enredado en alguna mierda?- le preguntó sabiendo que era él.

Kyo guardó silencio y también la distancia.

-La primera vez- comenzó a recordar- eras tú y tu puta perversión. Luego las mentiras y engaños de Mao… Y ahora esto- se volteó para mirarlo- Yo debería odiarte por ser siempre tú el culpable de toda la porquería que me rodea…- sus lágrimas comenzaron a salir.

-Yo sé que no merezco nada de ti- dijo el rubio acercándose un poco más, pero manteniendo la distancia- ¿Pero qué puedo hacer? ¿Me lo dices?

Uruha negó con la cabeza.

-Lárgate…

-Ése es el problema- esta vez llegó hasta su lado- No quiero alejarme como un cobarde.

-Pero me dejaste solo, me abandonaste con un imbécil…

-Uruha- quiso tomarlo de los hombros, pero no podía- No sabes cuánto me detesto por eso…

-Yo también- se secó las dos lágrimas traviesas que habían caído por sus mejillas- lo de esa canción- recordó- ¿Todas las veces que me dijiste que me amabas, lo decía tu calentura o tu corazón?- le preguntó rogando por la respuesta que deseaba escuchar.

Kyo tomó la mano del menor y la colocó en su pecho. El castaño lo miró confundido, no esperó ser tocado por el vocalista una vez más.

-Yo te amo- le respondió el rubio- Y no hay nada ni nadie que pueda con eso, mocoso mimado…

Uruha no pudo guardar una sonrisa.

-¿Me dejas empezar todo de nuevo?

-¿Me estás pidiendo permiso?- elevó una de sus cejas con sorpresa. Kyo asintió dudoso de si la expresión de Uruha era positiva o no.- ¿Eso incluye las persecuciones enfermizas y acosos?

-Solo si tú quieres…

-No- le respondió seguro.

El corazón de Kyo dio un vuelco, y con tristeza se sintió ridículo al pensar que podría funcionar todo su plan.

-No quiero que sea así- volvió a decirle Uruha- Ahórrate eso- finalizó intentando sonreír, pero no demasiado.

Kyo lo miró con sorpresa, no entendía.

Uruha se le acercó y le dio un pequeño beso en sus labios. Demasiado tiempo hundiéndose y ahogándose en un drama perpetuo, todo lo que deseó escuchar durante ese tiempo lo estaba escuchando. No quería más guerras internas, quería respirar y sonreír.

-Te doy permiso- volvió a decirle una vez que se separó.

Y esta vez fue Kyo quien fue por esos labios patunos que tanto anheló. Sus manos lo acercaban a su cuerpo y Uruha al sentir su contacto, después de mucho tiempo, sonrió con su corazón. Sus labios se acariciaban delicadamente, y de vez en cuando paraban para mirarse y sonreírse.

Gracias, Ruki…- pensó Uruha al entender las declaraciones de su amigo el día anterior. Si no hubiera sido por él, todos los fantasmas que lo perseguían seguirían presente.

Nadie fue testigo de aquel re encuentro, Kaoru estaba a las fueras del salón de Ryoko, la extrañaba y quería ver que tal iba su barriga. Die se estaba haciendo el lindo con Hikari, la reportera del diario escolar quien le respondía con miradas y risillas coquetas. Reita estaba en el camarín de Sex Hot devorándose con Aoi. Nadie atestiguó el amor de Uruha y Kyo, a excepción de Ruki. El estaba atento mirando la escena desde la distancia y a su lado Toshiya quien había bajado con Kyo. Admiraba la fortaleza de su fan número uno, pues no entendía la tranquilidad de su rostro. Él bajista sentía como un abismo se abría bajo sus pies.

-…Y cuando llegues a estar feliz, aunque sea lejos de mi me verás cantar una canción con una sonrisa… Incluso si mi marchita voz se agota, yo estaré siempre aquí….- cantó en silencio el rubio mientras sonreía y una lágrima rodaba por su mejilla, pues sabía que el amor de su adolescencia estaba feliz en ese momento justo con quien él más admiraba.

Toshiya sonrió sin mirarlo…

 

 

Notas finales:

GRACIAS INFINITAS! a toda la gente que siguió esta historia desde sus inicios (ahí por los inicios del 2009), a quienes se integraron durante el tiempo y a quienes empezaron a leerlo ahora. MUCHAS GRACIAS!

Deben saber qué disfruté haciendo esta historia como no lo imaginan, y también me enamoré de los personajes como muchos de ustedes. ¿El favorito? Supongo que Die! jaja tan lindo y especial ~~ 

Lo del Uruki, algunos saben que soy amante de esa pareja, lo mismo con el Reituruha, así qué fue placentero hacerlos pareja y a Uru con Reita siempre mejores amigos por siempre xD y el KyoxUruha? Una cosa loca que salió por allí, y de la cuál me enamoré. Y ustedes dirán: y si amas tanto el Uruki por qué los separaste de esa manera tan dramática? Creo que prefiero leerlo en vez de hacerlo (soy una drama queen).

MILLONES DE GRACIAS! otra vez, y reitero mis disculpas por la tardanza de años, estaba en otra a mil metro sobre la tierra.

Qué estén super! Espero leer sus impresiones

Besitos <3

PD: Qué hermosa esa sensación de haber visto estas dos grandes bandas  (the GazettE y dir en grey) en vivo <3 Qué hermosa es la vida!


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