El comienzo
“Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.”
Marguerite Yourcenar
-¿De nuevo con eso? Ya sabes que yo te voy a ganar- Ryoma y Momoshiro estaban en el mostrador del Mc Dolals (XD si..es otro lugar), la cajera les sonreía un tanto afectada por el espectáculo; pero los jugadores se miraban intensamente sin darle demasiada importancia a ese pequeño detalle.
Detrás de ellos había una larga fila de personas esperando, incluso se podían escuchar murmullos e insultos de algunos alumnos que saliendo de la escuela, también deseaban alimentar sus estómagos con algo de comida chatarra.
-4 hamburguesas por favor- dijo Ryoma finalmente, apoyando sus manos pequeñas sobre el mostrador demostrando seriedad ante el pedido.
-5 para mi- dijo Momo, poniendo su mejor cara de “soy mejor”, mientras sonreía a la cajera quien tenía un leve sonrojo en las mejillas.
-deme 6 entonces- Ryoma parecía sacar fuego de sus ojos, esos que a veces parecían de gatito mojado y otros de asesino de película de terror de domingo por la noche....SIEMPRE MOMOSHIRO LO SACABA DE QUICIO!
-Entonces que sean 6 – la cara risueña de Momoshiro parecía no borrarse con nada, pero había cedido un poco al notar, muy divertido, la forma en que Ryoma se ponía cuando competían por cosas tan tontas como “quién come más”, “quién corre más rápido” o “quién saca de sus casillas más rápido a Mamushi” .
Tomando su pedido y el de Ryoma con la otra mano, se permitió burlarse un poco del pequeño mostrándole aquella sonrisa sobradora ; pero el truco no servía dos veces y solo había logrado sacar un suspiro por parte del chiquillo, quien caminó siguiéndole, cargando como siempre sus raquetas de tenis.
El rostro serio del chico de ojos miel solo mostraba el fastidio que sentía por la presencia de su compañero de juego, aunque realmente había aprendido a apreciar a ese payaso.
-no te sientes, vamos a comer al parque- dijo el mayor mientras pasaba de largo la única mesa desocupada del local. Ryoma levantó una ceja meditándolo, pero ir al parque no sonaba mal, aparte estaban las canchas de tenis donde podría darle su merecido a Momo, le ganaría y le haría tragar esa sonrisa de una vez...
Caminaron en silencio, mejor dicho; Ryoma caminó en silencio mientras Momo parloteaba un poco de la vida en general, TENIS.
Lejos de todos los presenten en el parque, el único artífice depalabras se sentó a los pies de un hermosos árbol de sakura, los pétalos se movían en el aire y caían de forma lenta deslizándose en le viento.
Ryoma observó en silencio, y dejó la mochila a un costado imitando luego a Momoshiro, sentándose a su lado para mirarlo de reojo
-tengo hambre- dijo de repente, haciendo que el mayor saltase del susto. Ryoma tenía los ojos clavados en los del chico despeinado.
-pero que carácter...-dijo Momo, mientras le daba sus hamburguesas a Ryoma, pero en su mirada había algo mas, ya no podía resistirlo, debía hacer algo o su corazón se rompería en mil pedazos.
Comenzaron a comer rápidamente, mirándose a los ojos, parecía que estaban viendo quien explotaría antes, pero Momo se detuvo y tomando una servilleta, la acerco lentamente a los labios del pequeño, quien lo observo extrañado.
-¿qué haces?!- le grito mientras notaba como Momoshiro le secaba los labios, el sonrojo se apodero de sus mejillas pálidas haciéndole ocultar el rostro bajo su gorra.
-si comes como puerco no es mi culpa- Momo sonrió entre dientes, le encantaba hacer enojar al pequeño.
-eres un idiota...- ¿Por qué no podía sacar la sonrisa de sus labios? Ryoma bajo el rostro y luego desvió la mirada hacia el cesped como si fuese de lo mas interesante.
Ese idiota de Momoshiro se estaba burlando de el...y le dolía! Claro que le dolía, porque el...
-pero aun así...estas conmigo- los dedos del mayor tomaron por la barbilla al pequeño, obligándolo a levantar el rostro para clavar sus ojos en los miel. Ryoma se había sorprendido un poco, demostrándolo en su mirada tan expresiva.¿Acaso Momoshiro se drogaba?
-me robaste mi comida-dijo Ryoma con el ceño fruncido como si nada, mientras terminaba de comer la tercer hamburguesa; pero fue interrumpido al sentir los suaves dedos de su compañero deslizándose por su mejilla.
El corazón le palpitaba fuerte, todo parecía darle vuelta. ¿Qué se proponía Momoshiro? Entrecerró los ojos sin poder evitarlo, aquella caricia solo lograba hacerlo sentir extraño...
-Pero...que haces?- le pregunto Ryoma, deseaba respuestas
-yo...-Momo noto las mejillas sonrojadas del pequeño, los cabellos negros caían sobre sus ojos, ocultando apenas esas orbes miel. Le gustaba....desde el primer momento en que había visto esos ojos, le habían gustado.
Siempre se había obligado a no pasar la línea, pero ya no podía resistirlo, Ryoma era su debilidad y si bien sabía que lo odiaría, debía quedarse con un buen recuerdo.
Lo próximo que Ryoma sintió, fueron los labios suaves de su compañero apoyándose sobre los suyos; acariciándolos, disfrutando lentamente de aquel beso como si el tiempo no fuese nada....como si no importase nada.
Coloco sus manos pequeñas sobre el pecho de Momo ¿Por qué no podía alejarlo? Su cuerpo no obedecía, pero parecía estar respondiendo a ese estúpido...
Tembló al sentir la lengua de su compañero hacerse espacio entre sus labios y abriéndolos, comenzó a responder apenas esa suave caricia. Estaba lleno de inexperiencia, movimiento temblorosos, temiendo...Su primer beso, ese era su primer beso y se lo estaba dando el chico que tanto le gustaba. Se sonrojo, sintió los dedos finos de Momoshiro acariciar sus cabellos con cuidado.
Momo sonrió al sentir como el pequeño respondía, y sin mas, se inclino sobre el para poder profundizar aun mas el beso. Podía escuchar la respiración jadeante de Ryoma, su corazón latiendo fuerte, las manos que se habían apoyado sobre su pecho ahora le rodeaban por la nuca... ¿Acaso un sueño podía ser mejor que eso?
Ambos se separaron lentamente, mirándose fijamente a los ojos. Sus rostros estaban ligeramente sonrojados pero ninguno mostraría la debilidad...ellos eran así, se entendían con miradas.
-idiota..-susurro Ryoma, aunque en su rostro una suave sonrisa se había formado.
-ese sos vos- le acaricio la mejilla Momoshiro, notando como Ryoma se apoyaba ligeramente sobre su mano.
-si estas jugando conmigo...te matare- el pequeño levanto una ceja, no permitiría que Momoshiro juegue con sus sentimientos.
-ah claro, el señorito perfección me amenaza...- lo miro a los ojos, sonreía aun mas que antes- si quisiera jugar con vos, iríamos a las canchas..¿no lo crees?
Ryoma se sintió estúpido por un momento, pero soltando un suspiro desvió la mirada.
-no tenes remedio..Momo.
-para eso, te busco a vos- dijo el mas grande, antes de volver a besar los suaves labios de su objeto de adoración....