Michelangelo no se resistió, se dejo besar, eso fue suficiente para que Anthony empujase hasta meter su lengua en la boca de Michelangelo, y este, al sentirlo soltó un leve gemido, sin embargo, se apartó bruscamente del norteamericano y se metió rápidamente en el baño cerrando la puerta con brusquedad.
El pequeño se sentó en el suelo, con la espalda contra la puerta, abrió el albornoz que tenía puesto y viéndose de arriba a abajo comenzó a reflexionar.
Me ha besado, un hombre me ha besado, pero, el lio es que me ha gustado, se me ha puesto muy dura, tanto que me duele… me da un poco de miedo… ¿me gustan los chicos?
Anthony un poco abatido abrió el armario y sacó unas prendas de ropa y las dejó encima de la cama, se acercó al baño y a través de la puerta le hablo al bambino que estaba allí cerrado.
Anthony: Te he dejado un poco de ropa encima de la cama, la tuya te la devolveré el lunes ya lavada y seca, puedes salir cuando quieras.
Michelangelo: …
Anthony: No te preocupes, no estaré aquí esperando
Anthony salió de la habitación, golpeando con la puerta con un poco de brusquedad, que Michelangelo oyó con lo que le hizo reaccionara saliendo del trance en el que estaba, se levantó y abrió la puerta al momento, pero Anthony no estaba ya en la habitación, había salido de verdad.
Rápidamente agarró la ropa que estaba en la cama y se vistió a toda prisa y bajó corriendo las escaleras pero al llegar abajo estaba el conductor esperándolo.
Conductor: El señorito Anthony me ha pedido que le lleve a su casa
Michelangelo: ¿¡¡Dónde está el!!?
Conductor: Ha salido y no me ha dicho a donde
Michelangelo: ¡¡Lléveme al parque central, seguro que está allí!!
Conductor: No, no creo que haya ido ahora al parque, le llevaré a su casa como me ha pedido
Michelangelo: Vale… (Resignado)
Anthony realmente no había salido, estaba en la planta baja, viendo por una de las ventanas como Michelangelo se iba en su limusina, pero en ese momento él tenía claro que eso sería lo mejor después de meter la pata como lo había hecho.
No, no debí reaccionar así, pero me asusté cuando sentí que me había excitado, tendré que aprovechar el lunes para disculparme y… creo que quiero devolverte el beso que me diste. Es la primera vez que alguien me da un beso y me excita, me da igual si soy o no gay, solo sé que quiero volver a sentir lo que me hiciste sentir hace un rato y saber si realmente quiero estar contigo o no.
Conductor: Señorito hemos llegado
Michelangelo: Gracias (Con voz melosa y triste)
Michelangelo avisó de que se encontraba un poco mal y que no bajaría a cenar y se fue a su habitación. Una vez allí se tiró en la cama y se dejó allí hasta quedarse dormido después de pensar un rato en su nefasta reacción ante un beso tan tierno de Anthony que aun sentía en sus labios a pesar de haber pasado ya bastante rato.
Llegó el domingo y pasó sin pena ni gloria, se levantó cuando la madre lo llamó para comer y después cuando los padres se fueron a pasear con el hermano, el decidió quedarse y jugar un rato con el ordenador quería ir a buscar a Anthony, pero como siempre le falto un poco de valentía no se atrevió y se quedo en casa, esperando a que el lunes si fuese mejor.
Por otra parte Anthony se había pasado gran parte de la noche sin poder sacarse de la cabeza la imagen de Michelangelo cerrándose en el baño, hasta que ya muy entrada la mañana consiguió dormirse. El siempre se levanta perfectamente para comer, y cuando no lo hace ya saben que es porque no quiere o no me apetece, así que nunca lo molestan aunque se pase la hora de comer.
Ya a media tarde se despertó, así que salió a la parte trasera, se cambió y se metió en la piscina, le gustaba mucho distraerse pegándose unos largos.