Portero: Muy bien señor ¿Cómo sabré que es él?
Anthony: No creo que venga nadie preguntando por mi excepto el
Portero: Muy claro, señor
Llegó la tarde y Michelangelo ya estaba delante de la mansión del norteamericano y nada más llamar el portero le hizo pasar, ya estaba avisado y le acompañó hasta la puerta principal, donde Anthony ya estaba esperándolo, el menor saltó para abrazarse al cuello del mayor, pero este le rechazo el beso que el bambino quería darle, que al no entender esa reacción se soltó y frunció el ceño. Anthony al darse cuenta de ello le agarró y tirando de el se lo llevo al cuarto, no podía esperar ni un segundo más.
Una vez en el cuarto Michelangelo estaba triste, unas lagrimillas escapaban pos sus suaves mejillas blancas y con cara de enfado le grito a Anthony.
Michelangelo: ¡¿Qué coño te pasa!?
Anthony no respondió, solo se lanzó sobre Michelangelo cayendo ambos encima de la cama y comenzó a besarlo, un beso largo y profundo, el menor al principio se resistía a dejar entrar la lengua del mayor en su boca, pero la insistencia del norteamericano pudo con la fuerza del menor fundiéndose sus bocas en una sola. Cuando el aire comenzaba a faltar se separaron.
Anthony: No me pasa nada, solo que no quiero que mis padres sepan que estoy con un chico, yo te amo Angelo, te amo
Y se volvieron a besar, la pasión iba en aumento, Anthony comenzó sacándole la camiseta al menor que gemía con las tiernas caricias que el norteamericano le estaba dando.
Michelangelo: Tony…
Anthony cuanto más gemía el menor, más se excitaba, sus labios se separaron para que la lengua del mayor pudiese bajar por el cuello y el pecho hasta llegar a un pezón, el cual comenzó a besar y lamer mientras que acariciaba el otro con una mano de las que tenía libres, el menor gimió, lo disfrutaba con locura hasta que ambos pezones se pusieron completamente duros.
Michelangelo introdujo sus manos debajo de la camiseta del mayor y comenzó a acariciarle la espalda e incluso sus manos pasaron por dentro del pantalón con lo que le podía acariciar incluso las nalgas.
El norteamericano descalzó al bambino, agarró sus pantalones y de un solo tirón le despojó de toda la ropa que le quedaba dejándolo completamente desnudo.
Sus labios y su lengua comenzaron a jugar con los testículos del pequeño, al mismo tiempo que el se quitaba la ropa que le quedaba puesta.
El mayor pasó al miembro del italiano, que sin dudarlo se lo metió entero en la boca, lamiendo y chupando de arriba abajo, jugueteando con la lengua en la cabecita roja, el menor gemía de placer, este le agarró la cabeza marcándole el ritmo que debía llevar, los gemidos cada vez eran más fuertes, el menor se arqueó y explotó en la boca de su amante.
Anthony con su lengua recorrió la separación entre el miembro del menor y sus nalgas, hasta que su lengua se encontró con la entrada del menor, jugueteó un ratito con el para después separarse, a lo que el menor gruñó con desaprobación.
Anthony: Tranquilo, que aún no se ha terminado
E inmediatamente dos dedos tomaban el relevo, la lengua por otra parte comenzó a subir desde allí hasta su boca hasta volver a besarse, en ese momento un tercer dedo entró en el cuerpo del menor que gimió con un poco de dolor y unas pequeñas lagrimitas salieron de sus ojos que el mayor lamió y seco con su suave lengua.
Michelangelo: Hazlo… hazme tuyo ya… quiero tenerte dentro de mi
Anthony: Relájate…
Los dedos del norteamericano salieron del interior del bambino, le levantó un poco las piernas, se colocó en posición y comenzó a besarlo con pasión al mismo tiempo que el miembro del mayor rozaba su entrada, suavemente fue entrando en el cuerpo que amaba, iba muy despacito, para que el italiano se fuese acostumbrando al duro miembro.
Los pequeños brazos rodearon al mayor, abrazándolo con fuerza, pegándolo más hacia si, sus cuerpos ya eran solo uno, así que las penetraciones ya podían ser cada vez más rápidas y profundas.
El menor sentía tanto placer que hasta sus propios gemidos se entrecortaban, con momentos en los que ningún sonido salía de su boca.
Michelangelo: Creo… ahhh… no aguanto… me… ahhh
Ambos chicos estaban ya casi en el clímax, Michelangelo terminó primero y como sus cuerpos estaban tan juntos Anthony pudo sentir la semilla del bambino en su abdomen, a lo que el respondió explotando en el interior del menor, ambos quedaron exhaustos, para estar más cómodo Anthony se puso boca arriba en la cama y Michelangelo, se recostó apoyando su cabeza en el pecho de su amante viéndole hacia la cara y allí se quedaron.
Anthony sin moverse agarró el mando a distancia de la mini-cadena, le dio al Play y puso una canción que a el le gustaba y que le inspiraba y que ya tenía preparada de antemano.
Anthony: Esta canción resume perfectamente lo que tú eres para mí y lo que has conseguido siendo tal y como eres…
Para oir la canción: http://www.goear.com/listen.php?v=c1d5501
Reik – Amor primero
Solo una sonrisa y me robaste el corazón
solo una mirada y todo cambio de color
fuiste como un ángel que del cielo descendió
tú me sorprendiste y el amor a mi llegó
y ahora sueño despierto
imaginando tus besos y acariciándote
solo espero que llegue el momento
de abrazarte otra vez
y eres tu mi amor primero
eres tu como yo soñé
has llenado de mil emociones
mi alma y mi ser
y eres tu lo que más quiero
soy feliz por que te encontré
quiero amarte sin condiciones
y colmarte con mi amor donde tu estés
solo una caricia y me llenaste de ilusión
la soledad se ha ido y no queda más dolor
fuiste como un ángel que del cielo descendió
tu me sorprendiste y el amor a mi llego
Y ahora sueño despierto
Imaginando tus besos y acariciándote
solo espero que llegue el momento
de abrazarte otra vez
y eres tu mi amor primero
eres tu como yo soñé
has llenado de mil emociones
mi alma y mi ser
y eres tu lo que más quiero
soy feliz por que te encontré
quiero amarte sin condiciones
y colmarte con mi amor donde tu estés
El bambino cansado, se había quedado dormido, Anthony estaba maravillado con la cara linda, feliz y relajada que tenía Michelangelo, estaba seguro de que ese chico era el amor de su vida, era lo más importante que había pasado por sus 17 años de vida.
Anthony: Angelo, te amo. (Como un susurro)
Se levantó con cuidado para no despertarlo, le puso la almohada debajo de la cabeza y lo arropó para que no cogiese frío y se fue a darse una ducha, al salir se puso en el PC, a escribir sin pensar, lo que su mente y sus sentimientos le dictaban a los dedos.