Anthony nada más levantarse le dio un tierno beso a un amor en la frente con la intención de no despertarlo, pero el pequeño ya estaba despierto.
Michelangelo: Estoy despierto…
Anthony: Tramposo - Sonriendo -
Michelangelo: Jejeje
Anthony: Bueno, quédate en casa y desayuna tranquilo que tengo que hacer unos recados, luego al volver vamos al parque y llevamos a Francesco también si quieres
Michelangelo: Si, vale, hace muy buen día hoy
Anthony: Hay que aprovechar estos días para estar juntos
Michelangelo: Siiiii, acepto tu plan
Y se besaron en los labios con mucha ternura, después Anthony salió solo de la casa, algo que llamó la atención al vigía que llamó al momento a su contacto.
Contacto: ¿Alguna novedad?
Mercenario: Si, el pato mayor ha salido solo
Contacto: Bien, no hay problema, quédate ahí
Mercenario: Bien, sigo en mi posición
Contacto: Si hay alguna cosa, avisa
Mercenario: Muy bien señor, Bye
Contacto: Adiós
***
Michelangelo por su parte despertó a su hermano y bajaron a desayunar, al llegar había 3 desayunos, Michelangelo avisó de que Anthony ya se había ido así que sobraba uno, la madre un poco extrañada recogió pero no dijo nada.
Una vez terminaron, como tenía que esperar a Anthony se llevó al pequeño al salón para jugar un rato en la videoconsola y perder un poco de tiempo, no jugó demasiado bien, estaba ansioso de que regresase su amado de vuelta de los recados.
***
Anthony llegó al despacho de su padre, como siempre sin problemas ya que le conocían y le dejaban pasar sin ningún tipo de control de seguridad, no era necesario siempre y cuando llegase solo.
Una vez allí, con cara de mucho enfado eso sí, se acercó a su padre, momento en que sacó una pistola y apuntándole en la cabeza.
John: An…
Anthony: Cállate… llama a tu asesino y que nos deje en paz
John: No tengo nada que ver…
Anthony: O lo haces o te mato
John: Nunca tuviste cojones…
Anthony: Tampoco nunca estuve loco… y ahora lo estoy… de amor… amo a Angelo y no vas a cambiarlo
John: Sabes que os separaré
Anthony: ¡¡Llama ahora mismo!! ¡¡Joder!!
John: No vas a…
Anthony: Hazlo ya… no lo voy a repetir - Preparando la pistola -
John: Vale… vale… lo hago - Completamente asustado -
John agarró su agenda y buscó el número de teléfono que tenía que marcar, lo hace y espera el tono.
Mercenario: ¿Si? No hay cambios…
John: ¡Mata al pato!
En ese momento Anthony con el susto, apretó el gatillo matando a su padre, pero no podía perder ni un segundo, así que agarra el teléfono para hablar con el asesino que estaba a punto de matar a su amor.
Anthony: Como lo hagas te la cargas, si te vas y nos dejas en paz te pago el triple de lo que mi padre te iba a pagar
Mercenario: Eso suena bien…
Anthony: Tengo aquí tus datos y estando en este ordenador puedo hacer el pago en tu cuenta ahora mismo
Mercenario: Muy bien, me retiro, pero como no pagues os mato a los dos
Anthony: Ya he ordenado la transferencia, pero antes una cosa, si declaras que mi padre te había contratado para matarme cobrarás de nuevo otra transferencia como la de hoy, o sea de mi cobrarás 6 veces lo que ibas a cobrar de mi padre
Mercenario: Hum… ¿Y lo del otro chico?
Anthony: Eso lo obviamos, como si no haya existido
Mercenario: Muy bien, acepto
Anthony: Mantente en contacto para cuando te necesite
Mercenario: Si, Bye
Anthony: Adiós
El mercenario recogió sus cosas y se fue como así había dicho, le daba igual cobrar de uno o de otro con tal de conseguir el dinero, Anthony sabía que tendría poco tiempo así que aprovechó el guardarropa de su padre para cambiarse y luego deshacerse de la suya para ganar un poco de tiempo antes de que lo detuviesen.
Se fue corriendo a casa de Michelangelo, pero finalmente no se llevó al pequeño porque tenían que hacer un cambio de planes por unos problemillas que le habían surgido.
Una vez en su cuarto, le contó todo lo que había ocurrido al italiano sin ocultarle nada, dejándole las cosas claras de que le iba a ocurrir, el italiano estaba llorando sabiendo que se iban a separar un tiempo, cuando el mayor lo consoló.
Anthony: No llores mi amor, todo saldrá bien ya verás…
Michelangelo: Pero…
Anthony: No llores, nunca te dejaré pase lo que pase, si esto se termina será porque así lo quieres tú, porque yo nunca te dejaré…
Michelangelo: Yo no quiero tampoco…
Anthony: Entonces todo saldrá bien - Sonriendo - Yo te quiero y esto no me separará de ti, te lo prometo
Michelangelo: Vale, te esperaré a que todo esto termine
Anthony: Te amo
Michelangelo: Y yo a ti…
Y se comienzan a besar, las manos de los dos amantes recorrían cada centímetro de ese otro cuerpo que iba a estar lejos durante algún tiempo y que tardarían en volver a besar y acariciar, querían amarse como si fuese la última vez.