Anthony una vez en casa, después de comer, subió a su cuarto para hacer tareas, pero su mente no estaba preparada para eso, simplemente se quedó pensativo y reflexionando sobre lo que había pasado al salir del colegio, simplemente a una manzana de distancia del colegio.
No puedo entender porque Angelo no se defiende, sé que de todos modos no conseguiría nada defendiéndose, es complicado, el es uno y pequeño y ellos tres, pero aún así, con que solo consiguiese golpear bien a uno de ellos, podría conseguir que se lo pensasen, porque si en cada pelea, uno de ellos sale mal parado, podría reprimirse para evitar llevar golpes también.
Por otro lado, ¿Qué tiene ese chico que me hace pensar en el y el protegerlo? ¿Será que es un instinto por no tener hermanos? ¿Querrá que yo le ayude? No se, no se que me pasa, pero esto es nuevo para mi.
En otra habitación, en otra casa, Michelangelo estaba haciendo sus tareas, concentrado y trabajando como a el le gusta, como ese día eran pocas las ganas y se sentía un poco raro, decidió echarse un rato en la cama, automáticamente su mente se puso a funcionar, había algo que no le encajaba.
¿Por qué alguien popular como Anthony me ayuda? ¿Será posible que se este preocupando por mi? No, no, como puedo pensar semejantes tonterías, seguro que es alguna prueba de alguna apuesta o algo similar y lo que busca es molestarme o hacerme cualquier cosa, no es la primera vez que algún popular lo hace, tendré que andarme con ojo y no pararme demasiado con el, seguro que lo que busca o intenta no es nada bueno.
Una llamada en la puerta le sacó se su concentración, era su hermano pequeño Francesco, de 8 años con una duda de matemáticas, Michelangelo siempre ayudaba a su hermano cuando tenía dudas, así que no tuvo problema en resolvérsela y como siempre de recompensa un abrazo y un cariñoso besito de hermano en la cara, nunca había tenido problemas y se querían mucho.
Pasó la tarde, Michelangelo incluso había dormido una pequeña siesta, Anthony simplemente había estado navegando un rato por la red, ambos bajaron a sus respectivas horas a cenar y subieron a sus cuartos a descansar, ya que al día siguiente habría que volver a ir a clase y ellos siempre deberían rendir bien porque eran de los mejores en sus cursos.
Sin embargo, no estaba del todo tranquilo, aún había mas cosas que le daban vueltas en la cabeza, les había ocultado una nota de un examen a sus padres y era algo que él nunca había hecho y menos aún siendo tan baja.
No, no puedo ocultárselo, pero tampoco quiero defraudarlos, no se que hacer, no puedo seguir así porque al finalizar el trimestre se van a enterar igual, mis notas están bajando mucho por culpa de esos abusones que no me permiten concentrarme bien... ¡Si! Ya se, hablaré con la profesora, que seguro ella puede ayudarme o igual sabe de alguien a quien no le importaría ayudarme para aprender a concentrarme en situaciones complicadas. Si, eso haré mañana mismo hablaré con la Señorita Chihiro.
Ambos se durmieron rápidamente, las miles de cosas que tenían en la cabeza apenas les afectó al sueño, ya que el día siguiente sería largo para los dos, ya que Anthony quería acercarse a Michelangelo, algo que no sería fácil y por otro lado, el bambino Michelangelo hablar con la profesora, que aun estando decidido, para un chico tímido y reservado como él, estaba claro que le costaría.