Y así paso un mes en el calabozo el bello pe lililá siendo visitado diariamente por el maharajá Shaka que siempre llevaba en sus labios la misma pregunta “¿te convertirás en mi acompañante?” y siempre obtenía la misma respuesta “primero muerto” de los labios que tanto deseaba probar,
-ya ha pasado un mes y ese hombre no desiste –decía Mu aun encadenado en la celda a su carcelero del cual se había vuelto buen amigo.
-se ve que le interesas mucho –decía mientras servia agua en una pequeña vasija -¿quieres agua? –pregunto al concluir de servirla.
-si gracias –respondió con una sonrisa encantadora el chico de cabellos lilas.
Milo se acerco a el y echo su cabeza para atrás para que pudiera beber (dado que estaba encadenado de manos y pies); sin embargo en un movimiento involuntario mojo la cara de Mu.
-lo siento mucho –dijo separándose del chico –te limpiare en seguida –concluyo para tomar un pedazo de tela y acercarse a Mu.
Mientras limpiaba el rostro, el cuello y parte del pecho del chico, se percato de un collar de oro con un diamante en forma de corazón que pendía de su cuello.
-valla!!! –Dijo asombrado al ver la reliquia –al parecer eres de la nobleza.
-en lo mas mínimo –respondió humilde el muchacho –de echo en nuestro clan todos nacemos con uno de estos atado al cuello.
-de veras –dijo observando detenidamente la gema –si lo vendes podrías comparte un palacio y barios camellos.
-no lo puedo vender –respondió francamente a su nuevo amigo –a decir verdad este es mi corazón, nadie aparte de mi o la persona que ame lo puede tocar.
-en serio –Milo miro fijamente la piedra -¿podría?
-claro, pero te advierto da toques –dijo sonriendo sabiendo que todas la personas que tacaban su corazón con malas intenciones morían.
Sin embargo al tocarlo nada paso; Milo se quedo observando el corazón de diamante y como si fuese una fotografía en el interior de la gema de encontraba la imagen de un joven castaño de pelo corto sonriendo y si le daba vuelta la imagen de un niño muy parecido a Mu solo que con el cabello rojo.
-increíble –dijo con una sonrisa Mu –eres el primero aparte de los que están en el corazón que no mueren al tocarlo.
-que!! –dijo soltando la piedra –y me dejaste tocarlo a sabiendas de que podía morir que cruel –concluyo respirando hondo.
-valla que eres exagerado, nada te paso ¿cierto? –contesto el chico que aun estaba divertido por la expresión de su amigo.
-jaja no eres chistoso ¿sabes? –dijo con falso enfado -¿Quiénes eran? –pregunto cambiando un poco la expresión de su rostro
-¿los de collar? –Pregunto –pues el niñito de cabellos rojos es mi hermano pequeño Kiki y el del otro lado de cabello castaño es Aiorias mi prometido.
-¿tienes prometido? –Pregunto incrédulo –que mas sorpresas te guardas bajo la manga.
-pues creo que ninguna otra –respondió –jaja
Paso una semana mas igual el bello chico de cabellos lilas encadenado y su fiel carcelero y amigo Milo junto a el, al igual que el maharajá con su eterna petición y deseo incumplido. Pero su deseo estaba apunto de hacerse realidad.
La escolta de siempre llego por 2ª vez en el día al calabozo del Tal Mahal, obviamente junto al maharajá.
-creo que su majestad ya interrogo hoy al prisionero –dijo Milo arrodillándose frente al maharajá.
-tienes razón pero ahora traigo un argumento mas convincente –respondió con cinismo el joven rubio
El maharajá entro a la celda de Mu y como de costumbre su recibimiento fue una mirada llena de odio.
-mi querido Mu –dijo acercándose al chico –te tengo una propuesta irrechazable amor –prosiguió con una sonrisa malvada.
-ni por todo el oro del mundo aceptare hacer tus caprichos Shaka –respondió fríamente el chico
-como te atreves a tutear a su majestad –grito un guardia desde afuera de la celda, pero se callo y volvió a hincar ante la mirada del maharajá.
-si no aceptas mi proposición tu pequeño hermanito Kiki morirá –dijo de la manera mas fría que pudo Shaka.
-no te atrevas a tocar a mi hermanito –dijo alterando su respiración.
-yo no querido, fue atrapado por los escarabajos negros (de Alibaba y los 40 ladrones) en Satna, junto con su lindo acompañante.
Por la mente de Mu solo pasaban 2 nombres Kiki y Kumo el prometido de su hermanito un niño hermoso de cabellos de oro y ojos rosas además de una vos encantadora.
-sálvalos –exigió Mu con vos entrecortada –y cumpliré todos tus deseos –concluyo resignado.
-me parece bien lindura –sonrío y salio de la celda –suéltenlo y llévenlo a palacio será mi nuevo acompañante.
-espera! –Grito Mu al ver que Shaka se alejaba –te tengo otra petición…
-lo que quiera mi nuevo acompañante –dijo cínicamente -¿Qué deseas?
-quiero que Milo venga con migo –respondió humildemente.
-te torturo y ahora lo quieres como esclavo muy bien –acepto Shaka
-no, lo quiero como un igual que sea tratado igual que yo pero tu no tienes derecho a tocarlo –contesto Mu viendo a los ojos a Shaka –eso me haría muy feliz Shaka-sama.
-bien amor te cumpliré tu capricho –respondió –llévenlos a ambos al palacio denles aposento, aséenlos y acaten sus ordenes, solo mi primo Camus y yo seremos mas que ellos –ordeno al fin el maharajá.