En ese momento apareció una mariposa negra, se poso en los dedos de Abarai y este desapareció dejándome solo otra vez y en lugar de quedarme en su casa aparecí en el mismo lugar en el que ese viejo chiflado me aventó la cubeta de agua, en realidad fue extraño, cómo es que aparecí en ese lugar nuevamente si ni siquiera había salido de aquella casa?
Un amor imposible...? yo no lo creo... no lo creo.
Parte II
-Ichigo qué haces ahí a fuera, vamos entra que te vas a resfriar!!!
-Cómo sabe mi nombre?
-Por favor Ichigo, llevas viniendo a este lugar más de un mes!!!
-Si es así porqué no lo recuerdo?
-Esta vez te golpeaste muy duro la cabeza, vamos entra que se hace tarde.
Estaba demasiado confundido por lo que estaba ocurriendo, que ni siquiera me di cuenta de que ese extraño sujeto me había conducido a la entrada de la librería, me senté en una silla y tomé el té que me había traído.
-Deberías recordar algo, no lo crees?
Al beber el té vinieron recuerdos a mí que había borrado, si conocía a la persona que se encontraba frente a mí, siempre lo veía después de salir de la casa de Abarai, de él había aprendido un par de cosas interesantes sobre la sociedad de almas, por eso no se me hizo raro oírlas esa tarde, en ese momento lo más raro fue el porqué no recordaba nada de eso.
-Muy bien, ahora que parece que ya estas mejor, cuéntame qué fue lo que ocurrió hoy?
-Por fin conocí al dueño de la casa, y realmente es un pedante, no sé porque soporte estar ahí tanto tiempo sí lo único que hizo fue insultarme.
-Yo diría que fue más que eso!!!
-Qué quieres decir con eso?
Urahara soltó su taza de té y me había acorralado en el suelo de un sólo movimiento, se posiciono encima de mí, los ojos se me abrieron como platos, el corazón me latía acelerado, la rabia de aquella acción tan imprudente de Urahara tenía mi sangre hirviendo de coraje, pero lo que me hizo rabiar más fue cuando puso sus labios en mi oído.
-Por favor Ichigo, a quien quieres engañar, tu rostro dijo claramente otra cosa.
Con un sólo golpe me lo quite de encima, me levanté a toda prisa hasta dar con él.
-QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO!!!! MALDITO PERVERTIDO!!!!
-Cálmate Ichigo, lo hice para comprobar una cosa.
-QUE SACABAS CON ESO!!!!!
-Porqué no vas a tú casa y meditas la manera en la que me dices las cosas?
-En verdad que estás enfermo, sobre qué quieres que medite? A caso quieres que me piense mejor tú propuesta indecorosa?
-No hablaba de eso, pero si eso es lo que quieres, no estaría nada mal.
Saco de su bolsillo un abanico, mientras se echaba aire no dejaba de burlarse de mi, volví a golpearlo y salí de aquel lugar, no quería volver a verlo. Al llegar a mi casa, me quede a fuera, no tenía ganas de discutir con nadie, recordé todo lo que paso en el día y me di cuenta, de que cuando le hable a Urahara sobre Renji un breve rubor apareció en mis mejillas, la pregunta es porqué?, a caso estaba enamorado?, había oído que las personas se pueden enamorar rápido y de manera inconsciente pero, ese no era el caso, o sí?
Pasé una semana más sin regresar a la casa de Renji, y entre más pasaba el tiempo mis ansias de regresar a ese lugar aumentaban, en esta ocasión las almas que me buscaban no me molestaban en lo más mínimo, por esa parte no había problema si no regresaba a esa casa, pero entonces qué me estaba pasando?
-Qué te pasa hermano, el día de hoy te ves muy triste y además agobiado?
-No es nada de qué preocuparse...
En ese momento papá apareció e intento derribarme de una patada pero Iusu no se lo permitió, me sorprendió mucho ya que ella nunca haría algo así.
-Papá podrías dejarnos un minuto a solas por favor?
-Pero...
-Papá!!!
-Muy bien Ichigo, quiero que me digas la verdad, qué te pasa?
-Estoy confundido, eso es todo.
-Confundido? Será a caso que ya apareció esa persona especial que estabas buscando?
No supe que hacer en ese momento había dado en el clavo y debía comportarme, después de todo yo soy el hermano mayor.
-Vamos Ichigo, somos hermanos y entre familia debemos cuidarnos.
-Lo sé Iusu, pero esto no es fácil.
-De acuerdo, no te presionaré, pero debes saber que siempre estaré ahí cuando me necesites, sea lo que sea!!!
-Gracias Iusu!!!
Después de esa plática salí a la calle y sin darme cuenta llegue a la librería de Urahara, como ya se me había bajado el coraje que tenía contra él decidí visitarlo, al parecer me estaba esperando.
-Sabía que regresarías!!!
-No tenía nada más que hacer.
-Eso quiere decir que has encontrado una respuesta a mi pregunta.
-Posiblemente, es por eso que he regresado, me gustaría que fueras más claro con tu pregunta.
-Qué sientes por Abarai?
-No lo sé.
-Y porqué no lo sabes?
-Sólo lo he visto una vez, cómo quieres que sepa algo así?
-Y porqué no lo averiguas?
Dejamos esa conversación para otro día, mientras tanto continuo hablando me sobre la sociedad de almas y un posible porque es como puedo entrar en ella. Regresé a mi casa un poco más tranquilo y decidido a averiguar qué es lo que sentía por Renji.
-Veo que has regresado!!!
-Porqué no lo haría?, después de todo, no me prohibiste la entrada a este lugar.
-Tienes razón, pero tendrás que hacer algo a cambio.
-Qué es lo que quieres es que haga?
La cara de Renji se ilumino, sus ojos chispeaban de emoción, lo cual me puso nervioso, por mi mente pasaron muchas imágenes de lo que pudiera suceder y conforme imaginaba las cosas empeoraban; en una de esas imágenes él me pedía que me arrodillara ente él y lo llenara de halagos que él mismo había escrito, en otra me hacía limpiar los pisos con la lengua, fue totalmente espantoso.
-Lo que quiero que hagas Ichigo, es que me cuentes más sobre ti.
-Eso es todo?
-Por supuesto, qué esperabas!!
-Nada!!
-Muy bien, así que eres estudiante no?
-Sí.
-Y qué es lo que les enseñan a los mortales hoy en día?
-Pues veras...
Pasamos muchas tardes hablando sobre mí, a decir verdad no era el tipo pedante que me había hecho creer que era la primera vez que lo vi, conforme pasaba el tiempo me fui enamorando de él sin darme cuenta, su voz, su presencia su rara forma de ser me envolvían a cada día. Cuando terminamos de hablar sobre mi intente sacarle información sobre él, lo poco que me decía, no me decía lo que quería saber sobre él realmente.
-Abarai?
-Te he dicho muchas veces que me llames por mi nombre!!!
-Renji!!!
-Sí?
-Qué rango ocupas en la sociedad de almas?
-Soy el teniente del 6 escuadrón.
-Y que se supone que haces?
-Tengo que cuidar del escuadrón, hacer el papeleo que me pida el capitán y ayudar a transportar las almas, esto ya lo habíamos discutido no?
-Sólo me habías dicho que eras un shinigami, y cómo es tú capitán?
-El capitán Byacuya?, él es muy exigente con quienes trabajan bajo su mando, pero que más se podía esperar de alguien de alto linaje, es una de las personas más respetadas de toda la sociedad de almas.
-Te gusta?
-Disculpa?
-Qué si te gusta alguien?
-Lo dices porque quieres un concejo?
-Simplemente tenía curiosidad.
Renji había evadido el tema de una manera muy sutil, al parecer no le gusta hablar sobre ello, lo cual me hacía pensar que posiblemente estuviera enamorado de algún imposible o no hace mucho le habían roto el corazón, eso sólo aumentaba mi curiosidad, quería conocerlo realmente y la única manera que se me ocurría para saber si alguien más ocupaba su corazón, antes de acabar de hacerme ilusiones era insinuármele de forma discreta, ya que conociéndolo no estaría dispuesto a hablar.
Pensé por mucho tiempo la manera en la que pondría mi plan en marcha, lo mejor que se me ocurrió fue "ayudarle" un poco con todo el papeleo que tenía que verificar, ese día me acerqué lentamente por detrás suyo, mi rostro quedo sobre su hombro y le susurre algo al oído: << Puedo ayudarte?>>, se quedo quieto por un instante, después me arrojó un fajo de papeles, por lo que no pude ver su reacción y me mando a leerlos, cuando se los regresé, se puso algo tenso y ni siquiera podía mirarme, tal vez se había enfadado con migo, creo que después de todo no fue buena idea hacerle algo así.
Pero sí se puso tenso, pensé, probablemente quería decir que le gustaba, después de aquel día actuamos como si nada hubiera ocurrido, no quería arruinar la pequeña amistad que había entre los dos; nos estábamos divirtiendo mucho hasta que alguien toco la puerta de su casa.
-Date prisa, tenemos que esconderte!!!
-Qué ocurre?
-Después te cuento, ahora hay que ver en donde te puedo ocultar.
La persona que estaba tocando la puerta se estaba impacientando, Renji estaba muy desesperado por ocultarme y se me ocurrió la idea de meterme al armario, tenía más cosas que la última vez en la que entre, nos costó trabajo hacerme entrar, cuando cerró el armario abrió inmediatamente la puerta, por ella entró un joven de tez blanca, cabello largo, lacio de color negro, adornado con unas extrañas cosas blancas, sus ojos negros como la noche sin estrellas, le daban un aspecto altivo y serio.
-Porqué tardaste tanto?
-Lo siento capitán, no volverá a suceder.
-Eso espero, he venido personalmente porque se ha detectado la presencia de un rioka en el Seireitei y se nos ha encomendado a todos los capitanes y tenientes que empecemos a investigar en donde se esconde.
-Entendido!!!
-Estoy confiando en ti, así es que espero no me decepciones, mañana mismo empezaremos la búsqueda.
-Si capitán!!!
Aquel joven se retiro como si nada malo estuviera pasando, Renji lo acompaño hasta la salida, se quedaron un rato más discutiendo y después regreso, tomó una tasa de té y se sentó, al parecer se había olvidado de mi, pero no era para menos, por mi culpa podría tener graves problemas. De repente alguien más se apareció en la casa, no pude saber de quién se trataba, Renji lo llevo a otro lado de la casa, por lo que no pude oír su conversación, por lo que me quede un buen rato muy quieto y sin hacer ruido, para que no supieran que estaba escondido.
Por fin habíamos quedado solos, Renji estaba muy preocupado pensando en lo que le harían si descubrían que tenía al rioka en su casa y peor aún que estaba enamorado de él, o al menos es lo que empezaba a creer, desde el primer día en el que riño con migo, sintió una fuerte conexión, según él yo tengo algo que lo hace sentirse insólitamente bien. Me ayudo a salir del armario en el que me oculto y sin querer, uno termino arriba del otro uniendo nuestros labios en el que sería nuestro primer beso.
Lejos de deshacerme de él como lo hiciera con otra persona me deje llevar por aquel beso y comencé a hacerlo más profundo, sin darme cuenta me encontraba debajo de él acariciando su espalda y soltando su cabello rojo, todo paso tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba completamente desnudo frente a él, en el momento en el que iba a comenzar a quitarse la ropa, se detuvo.
-Qué pasa, porqué te detienes?
-Es mejor que te vayas!!!!
-Pero...