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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: Viejitos calenturientos?, una aventura despues de mucho tiempo?, porque estar en estado no es facil si eres un hombre!!. XD
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

Todo queda en Familia.
Capitulo 20
Regresando a tus brazos.

Desgraciados síntomas, como era posible que estuviese así, escondido en el interior de su auto hasta que pasara el mareo, apenas si pudo estacionarse en su puesto asignado de rector, respiraba profundo para apaciguar el malestar y poder volver a ser el, ya era costumbre aquellos mareos al sentir oleadas de calor, estaban en invierno pero ahora ya no era frio lo que sentía como en los primeros dos meses de embarazo, ahora era un horrendo calor que lo carcomía por dentro y le hacía andar con poco abrigo a pesar del clima de noviembre, otra respiración profunda para calmarse y ponerse un enorme suéter de lana negro que tapaba muy bien su estado de algo más de 4 meses, ya estaba casi saliendo del auto cuando se tropezó con algunos alumnos que le saludaron solemnemente y como era el les respondió con indiferencia.

- Jóvenes… - mascullo fastidiado y más aun al sentir que cierta personita ya se había levantado y se anunciaba con bombos y platillos en el interior del Kuchiki. – temprano como siempre.

Mirando de reojo que nadie le viera, se llevo una de sus manos a su vientre sintiendo claramente aquellos movimientos del bebe, hacia una semana que se percato de que su hijo se movía y el podía empezar a percibirlo sin dificultad alguna. Un suspiro audible le hizo volver a su rutina de llegar a su oficina, estaba otra vez centrado en su trabajo, el percance de hacía casi dos mese atrás se olvido rápido y volvió todo a la normalidad o eso intentaba Byakuya con poca efectividad.

- JEFE BUENOS DIAS!. – una muy risueña Matsumoto le quita prácticamente el abrigo a tirones y paso siguiente le pone en las manos una barra de chocolate. – como amaneció el chibi hoy?.
- Cuantas veces te he dicho que no hagas eso!!. – trata de recuperar su prenda de las manos de su secretaria. –
- Porque se oculta?, si mire no mas como se ve esa barriguita!. – sin pena o miedo a represalias, la chica posa una de sus manos sobre el pequeño vientre abultado. –
- ACASO QUIERES SER DESPEDIDA!. – da dos pasos atrás para alejarse de la mujer. –
- No se moleste, eso le hace daño al chibi, mejor vaya a su oficina y siéntese cómodo que ya estamos por terminar las clases!. – chillo alegre al tiempo que dejaba por fin ir a su feje. –

Como odiaba todas las mañanas de trabajo, era prácticamente un acoso constante de Matsumoto, entre preguntas sobre su embarazo, regalos sin sentido (menos el chocolate, eso sí que lo quería siempre), sus manos siempre tratando de tocarle su estomago ya notoriamente hinchado y que ocultaba con ropas grandes y suéteres que no se quitaba nunca, era una tortura pero en la vida de todos siempre hay algo o alguien que te atormente de un modo u otro y para su secretaria el tormento se asomaba a su oficina a media mañana todos los días.

- Ya llego el jefe?. – asomo su rostro sonriente por la puerta de la oficina. –
- Si… - desvió la mirada con seriedad hacia su invitado. –
- Y… - paso dentro para sentarse sin pena alguna sobre el escritorio de Rangiku. – porque no me llamaste anoche después de que llegaste a tu casa?.
- No lo vi necesario. – siguió en su trabajo sin levantar la mirada. –
- Me quede preocupado y más aun cuando te negaste a que te llevara a tu casa. – empezó a jugar con un lápiz que encontró sobre el mismo escritorio. –
- Que te quede claro algo. – le quito el lápiz de la manos. – que te haya aceptado una cena no quiere decir que volvimos a ser novios.
- Yo jamás pensé en eso, como puedo pensar en eso si sabes muy bien como acababan nuestras citas siempre. – siseo con sensualidad al oído de la chica. –
- Aléjate Gin!. - se puso de pie para apartarse lo máximo posible del encanto misterioso que ese hombre ejercía en ella. –
- Dime porque no quieres que regresemos a esos tiempo?. – bajo del escritorio para seguir a su ex. –
- Por infiel… no lo recuerdas?. – se cruzo de brazos ofendida. –
- Yo jamás podría serte infiel… solo fue un mal entendido. – deslizo una de sus manos por la cintura de Matsumoto. –
- No hagas eso!. – intento volver a alejar al peli gris. –

En un rápido movimiento de las manos de Ishimaru ya tenía entre sus brazos a la chica y de paso arrinconada contra la pared de aquella oficina, su rostro a centímetros del de ella, sus manos firmes no le soltarían fácilmente, quería regresar con aquella mujer a pesar de que estaba teniendo un amorío con su estudiante preferido, pero Toushiro era solo un juego que disfrutaba en sobre medida, era su mascota para saciar sus gustos excéntricos. Pero aquella mujer fue más que un juego, fue la única que conoció su alma a la perfección y le hizo ver lo podrido que podía ser… por eso la perdió, sus gustos bisexuales eran más fuertes que el.

- Gritare… – susurro incomoda con aquel hombre pegado a su cuerpo. –
- Hazlo. – llevo su boca al cuello de ella para depositar un beso delicado y sensual. –
- No… - trato de alejarse de él pero ahora aquella boca subía poco a poco hasta rosar sus labios provocadoramente. –
- Déjate llevar, siempre fuiste impetuosa. – siguió deslizando sus labios por toda la comisura de los de Matsumoto. –
- Una… segunda oportunidad?. – logro articular aquella frase entre pequeños jadeos por lo que sentía. –
- Si, una segunda oportunidad. – al fin unió lo labios a los de ella en un apasionado beso que desencadeno recuerdos y situaciones pasadas que los unían. –

Que peligroso es jugar con fuego, siempre que se trata de hacer dos cosas a la vez una siempre sale mal, este juego para Ishimaru se tornara peligroso y más de un corazón quedara dolido en el transcurso de ello. Pero regresando con aquella pareja, Gin dejo de besar con lujuria a aquella chica para seguir interrogándole sobre su decisión.

- Me darás una segunda oportunidad?. – acaricio la mejilla de Matsumoto. –
- Podría ser… déjame pensarlo. – se separo del agarre con dificultad. –
- Pronto será navidad y quiero que compartamos como años atrás, quiero regresar a esos buenos tiempos.
- Quien te escuchara diría que eres el novio perfecto. – torció los ojos al recordar esos eventos. –
- No seas mala y como muestra de que estoy diciendo algo serio. – se llevo la mano al bolsillo de su camisa para sacar algo. – tenlas.
- Llaves?. – miro curiosa aquel juego de llaves adornado con un pequeño peluchito de zorro. –
- Las llaves de mi departamento. – su sonrisa zorruna se vio más evidente que nunca. –
- Jamás me las diste… - deslizo su mano hasta aquel juego de llaves pero sin tomarlo. –
- Porque crees que ahora lo hago?. – atrapo la mano de Matsumoto entre la suya. – es serio lo que deseo ahora.
- Gin. – estaba impresionada por la seriedad del peli gris, quizás había cambiado un poco después de algunos años?. –
- Cuando decidas visitarme ven con una botella de vino y tu corazón. – llevo la mano de Matsumoto hasta sus labios para besarla suavemente. – adiós.
- Esper… - se quedo estática mirando como aquel hombre desaparecía de la oficina rápidamente. –

Gin camino sonriente hasta el salón donde impartiría su próxima clase, estaba seguro que con aquella ofrenda lograría que Matsumoto cayera en sus brazos otra vez, esa mujer adoraba los detalles y los mimos a su ego, sabía que antes de navidad estaría en su cama otra vez y tendría doble diversión, a una exquisita mujer y al chico que despertaba sus bajas pasiones, si tenía suerte hasta podría hacer que aquel triangulo amoroso llegara a niveles insospechados.

Y si hablamos de niveles insospechados, la relación que ahora tenían los Kurosaki era realmente extraña, después de que Ichigo supiera de su estado y de que Grimmjow y su viejo decidieran por el “todo” entre peleas y discusiones, esa mañana el pobre no fue a la universidad por razones obvias, debían ir donde la doctora Retsu Unohana para su primer control, aquella mañana era tensa en casa de los Kurosaki, Ichigo permanecía sentado en la sala mirando como sus dos hermanas le trataban de mimar, la noche anterior entre gritos, llantos y felicitaciones se enteraron del estado de su querido Ichi – nii, Yuzu se lo tomo como lo más lindo e increíble que le había pasado en la vida y Karin siendo más seria y fría solo le felicito pensando en que gran lio se metió su hermano y del cual ellas también tendrían que ayudar de alguna manera.

- Ichi – nii quieres comer algo antes de irte?. – Yuzu se le acerco por detrás del sofá donde estaba sentado. –
- No… - miro más serio a donde su viejo estaba hablando a susurros con el poster de su difunta madre. –
- Papa se tomo muy bien lo de los bebes. – sonrió con emoción. –
- Muy bien. – mascullo entre dientes mientras recordaba la trifulca con Grimmjow del día anterior. –
- Bueno, solo falta conocer a… - desvió la mirada un poco apenada de su hermano. –
- Debe estar por llegar… también va a acompañarnos. – renegó con su cabeza. – será un desastre.

Ichigo siguió mirando las rara conversación de su viejo con el poster, llevaba rato en ello y de cierto modo le daba mucha curiosidad saber qué demonios hablaba el viejo con tanta pasión.

- Masaki!!.... querida Masaki!!… es realmente muy triste pero todo lo que te conté en verdad sucedió… nuestro hijo espera gemelos!!... seremos abuelos!

Se hecho de cabeza contra el poster para empezar a llorar a borbotones, quería a su difunta esposa por haberle dado una bella familia más que por amor de pareja, era más amor de amigos, de muy buenos amigos ya que en el corazón de Isshin aun vivía la llama de aquel pasado llamado Ryuken, que triste era recordar todo aquello y ahora con Ichigo estaba reviviendo ciertos momentos que el vivió también junto al mencionado amante.

- Isshin… Isshin… deja de llorar y vive la vida!... tu hijo saldrá bien de todo y lo que deberías hacer ahora es pensar en ver tu felicidad, la tienes a la vuelta de la esquina!!.
- Masaki?. – levanto la cabeza para ver que su llanto y nerviosismo le había causado una alucinación o eso quiso creerse y no pensar que su difunta esposa le estaba dando recomendaciones desde el mas allá por medio de un poster!. –
- Viejo levántate de allí que ya llego Grimmjow!! – Ichigo mira como estaba este entrando a la casa gracias a Yuzu que le fue a abrir. –
- El irresponsable!! – se alejo rápidamente del poster con dirección a la entrada. –
- No empiecen las discusiones… - renegó con la cabeza al tiempo que también se acercaba para evitar que ambos hombres se fueran a las manos nuevamente. –

Luego de una pequeña presentación con las hermanas de Ichigo, el trió salió rumbo a la clínica Ishida, el ambiente era tenso, muy tenso entre los presentes, Grimmjow intentaba tomarle de la mano a su novio pero un Isshin serio y frio siempre estaba presente para evitar cualquier acercamiento, era una obsesión muy mal vista por la pareja y que pronto debían conseguirle solución ya que ambos eran apasionados y estar juntos era una de las maneras en que se demostraban su amor.

Con ese estira y encoje de acercamientos llegaron al piso de obstetricia para pedir la cita, Isshin se encargo de todo el papeleo ya que según el “conocía a Ichigo mejor que el mismo”, pronto llegaron a la sala de espera de la doctora Unohana, era cerca del medio día y no había casi pacientes en la sala para alegría de Ichigo que se sentía muy intimidado por las imágenes en las paredes y lo que pasaría dentro del consultorio.

- Kurosaki Ichigo?. – la voz del joven ayudante de la doctora resonó en todo aquella sala. –
- Si!. – los tres respondieron al unisonó. –
- Eh… - el chico miro algo divertido al trió, quien sabe que cosas pasaron por su cabeza sobre ellos. – pueden pasar, la doctora les espera.

Después de adentrarse en aquel consultorio notaron igual que Byakuya en anterioridad la gran cantidad de títulos y demás detalles que le confirmaban como medico en su especialidad, aquella mujer les miro algo intrigada al ver que no eran dos hombres los que normalmente entraban a su consulta si no tres, era realmente interesante a ojos de ella, pero pronto recordó a la persona mayor de aquellos tres, era el tan recordado Isshin Kurosaki, sabia quien era por su jefe Ryuken y todo aquel pasado que ella conocía muy bien.

- Señores?. – sonrió amablemente y les invito a sentarse, pero solo había dos sillas en frente del escritorio de la doctora. –
- Es un placer conocer a una mujer de su experiencia. – Isshin se sentó de lleno y le dejo la otra silla a su hijo. –
- Muchas gracias pero ahora quiero saber cómo se siente el joven Kurosaki?. – señalo con decisión a Ichigo. –
- Eh… como sabe que soy yo?. – miro algo incrédulo a la mujer. –
- Bueno, su padre es el señor Kurosaki y como el joven que está parado atrás de usted no deja de mirarlo con cariño y usted está sentado… era obvio saber quién es el paciente.
- Es una dama con experiencia.
- Me gusta adivinar. – sonrió complacida. – pero temo que no puedo estar con tres personas a la vez en mi consulta, creo que el abuelo de la criatura debe esperar afuera.
- Nos vemos “suegro”. – Grimmjow sonrió disfrutando en sobre medida el que Isshin tenga que salir de aquella habitación. –
- En verdad debo salir?. – le lanzo una mirada asesina al peli azul. –
- Si quiere que revise a su hijo y le diga como esta todo, si. – sonrió con aquel misterio digno solo de ella. –
- Les espero afuera… - salió de la habitación sin poner ni un ápice de resistencia, la doctora tenía una sonrisa que controlaba lo que fuera. –

Ya fuera de la consulta Isshin decidió armar su berrinche, se quedaba relegado de estar con sus nietos!, sabía que era muy profesional de parte de la doctora el sacarlo pero en esos momentos como deseaba estar allí para representar a su hijo y no aquel inútil peli azul que tanto detestaba. Con rabia y todavía discutiendo con el mismo camino de un lado a otro de la sala de espera, estaba empezando a fastidiarse de estar allí, miro más serio el lugar para recordar la proposición de Ryuken sobre hacerlo jefe de piso a él, que desgraciado había sido con ese encuentro, mascullo más molesto aun por recordar eso y emprendió su camino hacia la cafetería de la clínica, esperaría en un sitio que no le recordara que estaba en la clínica de su “enemigo”.

Con paso apurado se dirigió a los ascensores pero al doblar en una esquina del pasillo se tropezó de frente con alguien que no logro ver hasta que estuvo tirado en el suelo y un montón de papeles volando por el aire.

- Disculpe! – miro asombrado a la persona que se llevo por el medio. – RYUKEN!!
- TU!. –detallo impresionado a la persona que le hizo caer al suelo. –
Ambos hombres se miraron por un fugaz momento para después cada uno a su manera ponerse de pie y averiguar cómo es que tuvieron ese encuentro en aquel lugar.
- Nunca miras por dónde vas. – sentencio fríamente Ishida al tiempo que empezaba a recoger los papeles que llevaba con él. –
- Estaba apurado por salir de este horrible lugar. – también se agacho a ayudarle a recoger los papeles. –
- Y se puede saber que haces en mi clínica?. – le quito con rapidez de las manos los pocos papeles que Isshin le ayudo a recoger del suelo. –
- Solo paseaba. – sonrió como si nada. – no pensé que al darle la vuelta a la esquina estarías tu.
- Sigue paseando… yo si tengo trabajo que hacer. – acomodo la montura de sus lentes para después tratar de seguir su camino. –

Isshin se le quedo mirando perturbado, aquella frase de “a la vuelta de la esquina esta la felicidad” se le vino a la mente con tal fuerza y persistencia que tuvo que comerse su orgullo y sujetar del brazo a Ryuken antes de que desapareciera de su vista.

- Espera!. – jalo con fuerza de la manga del peli plata. –
- Ahora qué?. – se detuvo sin voltear a verlo si quiera. –
- Estoy aquí por algo que paso con mi familia.
- En obstetricia?. – se dio la vuelta para ver a la cara al moreno. –
- La historia se repitió con mi hijo… - bajo la mirada apenado. –
- No comprendo.
- Ichigo… metió la pata como nosotros a su edad. – soltó aquella revelación con tristeza. –
- Qué?. – estaba impresionado por la noticia. –
- Esta embarazado de un idiota de primera… - suspiro audiblemente. – al menos ese idiota supo a tiempo que lo estaba… no como otro.
- Otro idiota como tú?.
- La culpa no fue totalmente mía!, tu también ayudaste a que nuestro hijo muriera. – gruño enfadado por recordar ese doloroso pasado. –
- Isshin… eres un viejo que vive en el pasado, deja ya de molestar con eso y sigue tu vida, yo intento continuar con la mía.- desvió la mirada hacia los ascensores. -
- No puedo evitar preguntarme como hubiese sido si aquel bebe estuviera vivo. – su voz se volvió entre cortada por el recuerdo. –
- Yo no lo pienso porque no lo está. – contesto con sequedad a aquella pregunta que le hacía recordar que si hay un hijo de ellos dos con vida. –
- Bueno, creo que nunca lo sabré, quizás no seriamos buenos padres estando juntos…
- Somos muy diferentes.
- Pero en un pasado me amaste. – Isshin le miro con cariño, aquel cariño que siempre estuvo en su corazón a pesar de lo sucedido. –
- Tú lo dijiste… en un pasado. – se dio la vuelta para tratar de irse otra vez. –
- Vamos a tomar algo. – camino con rapidez para cortarle el paso a Ryuken. –
- Sabes que estoy en horas de trabajo y no quiero tomar nada contigo. – marco el botón del ascensor esperando que pronto abriera sus puertas para escapar de aquel hombre que tanto quiso. –
- Entonces solo conversemos en tu oficina. – se le acerco un poco más al peli plata. –
- Estas intentado seducirme?. – ladeo la mirada con curiosidad. –
- Ya estamos viejos para seducciones….
- Tienes razón. – miro como el ascensor al fin llegaba a ese piso y abría sus puertas delante de ambos hombres. –

Ryuken pasó rápidamente dentro seguido de Isshin, no quería estar cerca otra vez a él y menos en ese espacio reducido y solo pero aquel hombre era persistente como siempre le recordó, apenas las puertas del ascensor se cerraron, Isshin marco el último piso con la palma de su mano.

- Qué demonios intentas!. – Ryuken quiso tocar la alarma pero el moreno le sujeto la mano evitando sus intenciones. –
- Pensar en que la vida te tira en la cara que debes dejar el pasado atrás y buscar la felicidad… que puede estar a la vuelta de la esquina.

Sin importarle que el ascensor subiera todos los pisos hasta el último, Isshin arrincono contra la fría superficie metálica del mismo a un impresionado Ryuken, los papeles que llevaba en sus manos se cayeron otra vez desparramándose en el suelo de aquel pequeño cubículo, sus ojos se re encontraron como hacía años atrás, Ryuken parecía nervioso con aquel acercamiento, era extraño después de tantos años que ahora se sintiese como un adolecente enamorado, su respiración acelerada, su corazón latiendo a mil por hora y su rostro ardiendo de calor por la cercanía de su antiguo amante.

- Ya llegamos a nuestro destino. – Isshin apretó el botón de bloquear las puertas para evitar que alguien entrara a aquel ascensor que estaba detenido en el último piso de la clínica. –
- Los técnicos… notaran que no funciona este ascensor si lo dejas más de media hora detenido. – hablo tratando de mantener la calma. –
- Entonces tengo 25 minutos para hacerte entender mi opinión sobre vivir la vida?. – sonrió con sensualidad. – recuerdas nuestras travesuras en la universidad?.
- Que estas insinuando!. – trato de zafarse de aquellos brazos pero le fue imposible al sentir como sus labios eran atrapados entre los de Isshin. –

No supo porque no se negó, no forcejeo, no intento golpearlo para alejarlo de él, era un acertijo que rondaba su mente mientras sentía como aquel beso le regresaba al pasado, sentir la boca de Isshin unida a la suya, aquella picosa barba de la mañana siguiente rosando su quijada, las manos del moreno deslizándose por todo su cuello, sus brazos y bajando hasta su cintura.

- Sigo besando tan bien como antes?. – pregunto seguro a un sonrojado Ryuken. –
- Eres un imbécil. – desvió la cabeza quedando totalmente expuesto su largo y blanco cuello. –
- La táctica del cisne… aun juegas como cuando éramos unos críos. – empezó a besar el cuello con mucha delicadeza, sus labios rozando con total suavidad cada parte expuesta. –
- Es una… locura. – susurro entre jadeos al sentir como Isshin bajaba un poco más de su cuello a su hombro abriéndose paso entre la ropa del peli plata. –
- Crisis de la mediana edad. – con mucha facilidad le quito la chaqueta y paso siguiente le abrió la camisa blanca de un solo jalón dejando que todo los botones de la misma cayeras al suelo desparramados. –

No aguanto más, tuvo que gemir para Isshin, sentía aquellas manos tocando su torso, bajando como serpiente por su cuerpo, la boca del moreno siguió aquel camino libre para entre pequeños mordiscos atrapar uno de los pezones, jugando con ellos como si fueran una paleta, sus dedos traviesos aun seguían su camino rumbo al cinturón de Ryuken, debía liberar al fin aquel cuerpo de toda la molesta ropa.

- Maldito idiota…. – gimió con fuerza al sentir como sus entrepiernas excitadas se rozaban entre aquellos movimientos. –
- Aun… te gusta insultar para excitarte?. – al fin dio con el cinturón y su manera de abrirlo. –
- Solo cállate y haz lo tuyo. – bajo las manos para apresurar los movimientos de Isshin con su ropa. –
- Está bien señor seriedad. – ayudado por su antiguo amante lograron quitar el cinturón y liberar aquel cuerpo de su ropa. –
- Hace años que no estoy con alguien… - susurro descarado al oído de Isshin. –
- Dirás… estar conmigo. – sujeto con una de sus manos la notable excitación de su amante. –
- Eres un animal. – enterró sus uñas en la espalda del moreno mientras sentía como este empezaba a acariciar su hombría con suavidad. –
- Ahora vamos a lo mejor…

Deslizo su otra mano libre hacia la boca de Ryuken introduciendo dos dedos para que jugara con ellos entre mordidas y lamidas, todo aquel preámbulo no duro mucho ya que estaban a contra reloj, rápidamente paso de la boca del peli plata a su espalda, bajando poco a poco hasta donde la misma pierde su nombre, apretando descarado sus glúteos para abrirse paso entre ellos, otro gemido muy audible le indico al Kurosaki que había llegado al lugar indicado.

- Mueve esos dedos desgraciado!. – le gruño insaciable al oído de Isshin. –
- No solo serán mis dedos. – ofendido por ser mandado, dejo aquella caricia para tomar las caderas de Ryuken y darle la vuelta bruscamente. –

Ryuken quedo prácticamente inclinado contra una de las paredes del ascensor, su espalda y trasero expuesto a las caricias de Isshin, sintió como este rozaba sus bajos contra su miembro al tiempo que besaba su espalda poco a poco deslizando aquella lengua por todos lados, eran dos animales en celo, se notaba el tiempo que ambos tenían sin tener contacto sexual, hervían con simples caricias y seguirían así un poco más.

- Con cuidado?. – deslizo sus manos para sujetar las caderas de Ryuken ante lo que haría. –
- Cuando… te he pedido… tener cuidado. – mascullo entre gemidos al sentir como el moreno al fin se adentraba en el. –

Juntos otra vez, como antes, como hacía años atrás cuando solo eran unos simples estudiantes de medicina, sentían aquellos cuerpos adaptase a lo que conocían, Isshin solo pudo soltar un largo suspiro de satisfacción, aquel cuerpo le volvía otra vez loco, sentir el cálido interior de su antiguo amante, sus gemidos y su peculiar manera de hacer el amor, empezó a embestir con fuerza, conocía a aquel hombre y sabía muy bien que era lo que le gustaba, con rapidez se entregaron el uno al otro, aquellas embestidas se aceleraron, otra vez mas jadeos y susurros de órdenes eran acatados con felicidad.

Ryuken se sentía en el paraíso, nada como hacerlo con alguien que conocía su cuerpo a la perfección, después de muchos años se sintió encantado de que Isshin no olvidara nada de lo que le gustaba, sintió sus manos ahora deslizándose a su miembro para darle cariño otra vez, llegarían juntos como antes. Los espasmos anunciaron el fin de aquel acto, ambos hombres se vieron sumidos en el éxtasis del orgasmo, satisfechos con aquella locura se separaron poco a poco para volver a arreglarse.

- Justo a tiempo… - susurro algo cansado Isshin. –
- No has cambiado nada. – empezó a vestirse para poder poner a andar el ascensor. –
- Ni tú. – sonrió divertido. – pero…
- Qué?. – se logro acomodar la ropa y el cinturón que antes había salido despedido de su cuerpo. –
- No nos cuidamos… - se dio un golpe a sí mismo en la frente con la palma de su mano. –
- Tú crees que te dejaría llegar dentro de mí si tuviese la mínima duda de volver a cometer un error. – se acomodo sus lentes realmente serio. –
- Y entonces?, no hay peligro de nada?.
- No. – busco su camisa y la chaqueta. – no lo hay porque ya no soy un joven sin conocimientos de su cuerpo.
- Aprendiste la lección.
- Que imbécil eres. – al notar que ya todo estaba en su puesto, marco el boto de reanudar la marcha en el ascensor –
- Y ahora?, si me aceptas un café?. – se llevo cruzo de brazos con mucha tranquilidad. –
- Te dije que tengo trabajo. – volvió al ser frio y serio que era. –
- Bueno… al menos fue divertido. – miro como el ascensor se detenía en el mismo piso donde lo tomaron. – aquí me quedo, pero me veras más seguido por aquí.
- Baka. – miro como Isshin salía del ascensor lanzándole besitos y con una de sus infaltables sonrisas bobas. –

Las puertas se cerraron e Isshin regreso en sus pasos rumbo a la sala de espera, estaba mucho más relajado que antes, algo dentro de él le daba la paz que no tenia momentos atrás, o seria la explosión de hormonas la que lo dejo así?, bueno, el resultado es que se sentó muy cómodo a esperar a su hijo y pensando que será divertido venir aquí mes tras mes.

- Masaki… tenias razón, la felicidad puede estar a la vuelta de la esquina. – sonrió realmente contento. –

Continuara…

VIEJITOS CALENTURIENTOS!! JA JA JA JA!, si que quería hacerles un lemon a este par, es que me he visto cada doujinshi de ellos que babeas XD, pero ahora hay una buena pregunta, será que Ryuken aceptara eso de verse cada mes allí en la clínica a escondidas?, como fue esa consulta de Ichigo?, Matsumoto irá al departamento de Ishimaru?, cuando se dará cuenta Shiro – chan de que solo sirve como juguete?, preguntassss muchas preguntassss, ah! Y casi lo olvidaba ya pronto saldrán Uryu y Ukitake ju ju ju!! Eso será muy digno de leer amigas. Gracias por leer y como lo prometí!! DOS CAPIS EN UNA SEMANA!!... vamos a ver si puedo seguir así a este ritmo XD.

Próximo capitulo:
Seamos uno.
Notas finales: PROMETIDOOOOOO SUBI DOS CAPIS EN UNA SEMANA Y VAMOS A VER SI PUEDO SEGUIR ASI!! VIVAAAAAAAAA!!

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