Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 23
Me Caso.
Era increíble tenerla entre sus manos, era realmente impresionante y alucinante verle de tan cerca y con tanto detalle, allí estaba su rostro de perfil tan claro como el agua, sus dedos hasta se podían contar, los diez de las manos y los diez de los pies, sus piernas largas y delgadas, podía verle todo!, podía saber dónde estaba su columna y hasta ya sabían que era, aquella criatura les dejo descubrir lo que era en esa última consulta de sus 4 meses.
- KYYAAAAAAAAAAAAAA!! QUE BELLO!!. – Rukia salto sobre la imagen del eco que el orgulloso papa Renji mostraba como si fuera un trofeo ganado. –
- A que no es un encanto. – sonrió pretencioso al tiempo que dejaba la imagen en manos de la morena. –
- Se le ve hasta la nariz!. – señalo con su dedo el perfil del bebe. – y… como les fue?.
- Muy bien… - suspiro audiblemente. -
- Mal – parando en seco toda aquella alegría, un muy mal humorado Byakuya bajo a ver qué escándalo había en la sala de la casa. –
- Todavía estas enfadado?. – el pelirrojo lo mira incrédulo. –
- Porque está molesto ahora?. – Rukia le habla a susurros a su cuñado. –
- Porque eh… bueno…
- Sobrepeso. – sentencio secamente al tiempo que terminaba de bajar las escaleras y le quitaba la imagen del eco a su hermana. –
- Sobre peso?. – la morena desvió la mirada otra vez hacia Renji. –
- La doctora le dijo que estaba subiendo más de lo que debía por mes... así que le mando a controlar los dulces.
- Como demonios sabe esa mujer lo que me cuesta dejar de comerlos!. – su rostro serio paso a uno de perrito regañado. – no sabe lo que es estar en estado.
- Hay va uno de sus discursos “no entienden lo que me sucede”. - con cariño y tratando de evitar que la guerra estallara en esa casa, Renji paso su mano por la cintura del Kuchiki. – qué tal si le dices a Rukia que es el bebe.
- Ya saben!. – sonrió asombrada por la buena noticia. –
- Es niña. – como cosa poco vista, Byakuya se mostro sonriente al decirlo. –
- UNA NI—A!!. – sus ojos se iluminaron nada mas de imaginarse a su sobrina y ella casi que usándola como muñeca para ponerle ropa y peinarla. – felicitaciones Nii – sama!.
Eliminando toda aquella vergüenza que le causaba dar la noticia, se sintió realmente contento por la reacción de su hermana menor y más aun al sentir como esta de la emoción se abrazo a su cintura mientras seguía diciendo que le parecía la cosa más linda que podía pasar.
- Ya no hay Renji junior. – mascullo algo decaído el pelirrojo. – pero igual ya pensare en que nombre ponerle a mi princesa!
Ahora el pelirrojo también estaba junto a Rukia abrazos a un Byakuya que pasaba de contento a no soportar la invasión a su espacio personal, sintió como ambos le apretujaban y lo asfixiaban con tanta melosidad junta, suficiente sentimentalismo por ese día para con él.
- Necesito que me suelten los dos. – sentencio con frialdad. –
- Ok. – ambos retrocedieron tres pasos, aquellas palabras sonaron realmente serias. –
- Ya saben que es niña así que no necesito que me lo recuerden cada dos segundos. – desapareció escaleras arriba con la imagen de su eco entre manos. –
- Esta feliz. – Rukia miro asombrada a su cuñado. –
- Ni que lo digas. – miro orgulloso a la morena. –
Mientras en una casa las cosas eran alegría por la noticia de la nueva integrante de la familia, en otra las cosas se tornaban un tanto oscuras y problemáticas. La mesa estaba servida como todas las noches en que Isshin lograba llegar temprano para acompañar a sus hijos a cenar y esta noche era una de esas, todo calmado, la conversación era por supuesto que entorno a Ichigo y los gemelos, todo aquel tema tenia feliz a la familia pero a la “madre” de las criaturas no le parecía muy feliz el estar alejado de cierto peli azul que le prometió mudarse con él, eran más de las 8 y todavía esperaba a que la puerta de su casa sonara y que con ella trajera a Grimmjow y un par de maletas.
- Pronto serán vacacione y podremos salir a pasear en familia. – sonrió como tonto mientras pasa a modo “mundo de fantasías”. –
Isshin se imagina a él y su familia yendo de las manos cantando una linda canción mientras el prado donde van caminando se llena de flores y pajaritos revoloteando por los aires a su alrededor, todo aquel bello escenario continua mientras que en la realidad al fin lo que tanto esperaba Ichigo sucedió, la puerta fue tocada y así el se levanto rápidamente a verificar sus deseos de que fuera Grimmjow en persona.
- Buenas noches. – la inequívoca voz del peli azul resonó en toda la casa al llegar. –
De la feliz imagen de Isshin paseando en familia, paso a una donde estaba dándole caza a una especia de gato gigante de color azul y que se le reía en la cara.
- Tiene que arruinar hasta mis fantasías!. – se levanto para ir a “recibir” a su nuero. –
- Viejo… Grimmjow se va a quedar a vivir aquí. – sin rodeos Ichigo soltó la noticia del nuevo inquilino. –
- PRIMERO MUERTO A QUE ESE TIPO DUERMA BAJO MI TECHO. – señalo con su dedo acusador al veterinario. –
- Yo tampoco me siento muy feliz de vivir con usted!.... pero lo hago por Ichigo y por mis hijos. – dio dos pasos hasta dentro de la casa y con maletas a cuestas. –
- No y que tenias donde vivir?. – miro de reojo las maletas. –
- Si lo tengo e Ichigo se negó a irse conmigo por usted!. – bajo las maletas al suelo. – así que o nos entendemos o nos matamos, usted decide.
- Me divertiría la segunda opción… pero algo más que tus genes deben quedarle a mis nietos. – se dio media vuelta –
- Entonces?. – Ichigo se interpuso entre ambos hombres. – se queda o me voy con él?.
- No estás en la situación de amenazar… - clavo la mirada seria en su hijo. – se quedara… hasta que mis nietos nazcan.
- Sabía que dirías eso. – suspiro aliviado el peli naranja. –
- Después de ello se larga.
- COMO QUE ME LARGO!. – Grimmjow trato de acercarse a Isshin pero Ichigo le detuvo. –
- Déjalo… una cosa a la vez, ya te acepto aquí, después vemos como le hacemos entender que debemos vivir solos.
- Te hare caso por esta vez… - gruño entre dientes. –
Isshin miro desafiante al hombre que ingresaba a sus dominios, retándolo sin vergüenza alguna o descaro, sabía que sería una lucha sin cuartel para lograr sacarlo de la vida de Ichigo antes de que este diera a luz, así que se propondría volverle su estancia un infierno.
A veces los padres no saben que cometen errores al inmiscuirse en la vida de sus hijos más de lo que debieran, por su parte, Ichigo no estaba dispuesto a dejarse llevar por los celos de su viejo y la mal canalizada rabia que le tenía a Grimmjow, de algún modo debía hacer que ambos hombres se empezaran a llevar mejor (aunque parezca una locura) y la única manera en que veía que ambos estaban más o menos de acuerdo era en el amor a sus hijos, el de Grimmjow como padre y el de Isshin como abuelo, ya vería como hacer alquimia con esos dos hombres tan discordantes en esa casa.
- Viejo como lo vas a poner a dormir en el sofá!. – Ichigo le recriminaba la manera en que su padre aventaba dos almohadas y una cobija al sofá de la sala. –
- Que quieres?, que lo deje dormir en tu habitación!.
- Sería lo lógico. – susurro con ironía Karin que veía todo aquel lio sentada en la sala. –
- Teme que le haga algo a su hijo que ya no le allá hecho?. – Grimmjow pregunto en son perverso. –
- GRIMMJOW!! – Ichigo le dio un golpe con su puño cerrado en el brazo por su comentario. –
- Que!, el empezó diciendo que dormiría en el sofá!. .- sobo su brazo por el golpe. -
- SE ACABO!! – Karin se puso de pie y con mucha seriedad tomo las almohadas y la cobija que Isshin había tirado en el sofá. - YO SE DONDE DEBE DORMIR.
- ESO ES HIJA MIA!! DALE SU PUESTO!! TE APOYO!. – Isshin le lanza ovaciones muy seguro de que ella está de su lado. –
Karin miro a su padre con seguridad y paso siguiente se detuvo delante de Ichigo y Grimmjow, les hizo una seña de que la siguieran escaleras arriba, Isshin pareció un tanto confundido, pensó que quizás su hija iba a lanzar las almohadas a la calle pero para su desdicha solo pudo mirar como Karin se dirigía a la habitación principal de esa casa donde había la única cama matrimonial, si, la habitación de Isshin.
- Este es su lugar. – puso las almohadas en manos de Grimmjow. – mas te vale portarte bien con mi hermano, confió en que harás entender al viejo loco que no puede evitar su relación.
- Karin… - Ichigo se sintió tan impresionado por las palabras de su hermana, ella siempre le entendía y lo entendería más aun. –
- MI HABITACION NO!. – Isshin intento subir las escaleras para evitar ese desenlace fatídico a su modo de ver. –
- Papa… - ahora era Yuzu quien jalaba tímidamente de la camisa a su padre. – no discutas mas… mama estaría de acuerdo con que Ichi – nii aprendiera a vivir su vida sin que lo molestemos de mas.
- Pero… - aquellos ojos de su pequeña eran pura petición, no pedía más nada que un pequeño cese a la guerra. – está bien.
- Gracias. – sonrió enorme ante la respuesta de su padre. – veras que todo será para bien.
- Pero igual no me gusta ese hombre. – miro de reojo como el peli azul metía las maletas a la habitación que dejaba de ser la suya. –
Después de todo aquel recibimiento y de que se ordenaran un poco las cosas, Isshin saco parte de su ropa y pertenencias para ir a dormir a la que era la habitación de Ichigo y ahora su habitación hasta nuevo aviso, mientras, también Grimmjow acomodaba todo y dejaba que Ichigo diera orden a como el conviniera en ese pequeño espacio que sería “su” espacio de ahora en adelante.
- Te extrañe. – camino hacia la puerta para comprobar que estuviese pasada el seguro. – no sabes cuánto te extrañe.
- Sabes que no podemos hacer nada… - miro preocupado las intenciones que tenia Grimmjow para con él. –
- Quítate la camisa.
- No puedes aguantarte ni un rato!. – trato de alejarse de aquel hombre con rostro seductor. –
- Que te quites la camisa ahora!. – salto por encima de la cama para alcanzar a su novio. –
- No!. – trato de dirigirse a la puerta para abrirla antes de que Grimmjow lo agarrara. –
- No pienso hacerte nada pervertido… por hoy. - sonrió mal intencionado. –
- Entonces… para que quieres que me quite la camisa?. – miro algo curioso al peli azul. –
- Solo quítatela y lo sabrás. – con mucha cautela se fue acercando a Ichigo, si era necesario lo atraparía entre sus brazos para lograr su cometido. –
- Hace frio. – se alejo un poco mas pero no lo suficiente para evitar las manos de Grimmjow. – suéltame!.
- Calladito…. – silencio al peli naranja con un suave beso en los labios. – solo quería verlos.
- Ver… que?. – se sonrojo de una ante aquellas palabras. –
- A los causantes de todo este desastre que estamos viviendo. – deslizo su mano derecha por el estomago aun plano de su compañero. –
- No te creí tan cariñoso. – sonrió a medias mientras sentía aquella mano tocándolo sin nada de perversión, solo ternura y cariño había en esos movimientos. –
- No lo soy. – desvió la mano más abajo tocando con descaro ciertas partes del pobre chico. –
- NO HAGAS ESO!. – trato de quitárselo de encima pero le fue imposible al sentir como la boca del peli azul le susurraba al oído lo mucho que le amaba y le gustaba sentirle. –
Si puede decir que ahora Ichigo estará no solo preocupado por las intromisiones de su padre, también lo estará por un cierto peli azul con mucho apetito de él, sabía que Grimmjow era descarado y posesivo y no podía negar que le gustaba ese carácter aun con los problemas que causara el mismo.
Las parejas quieren intimidad, privacidad y tiempo juntos para disfrutarse mutuamente y también gracias a la vida ahora otra pareja también tendría esa segunda oportunidad de conocerse mejor y planificar su futuro.
Era muy tarde cuando Uryu entro a su casa, al fin había podido escapar de los brazos de Ukitake, pasó casi dos días fuera de la casa y estaba seguro que su “madre” le tendría una buena reprimenda por la falta y más aun por no avisar de su ausencia. Con paso silencioso entro y dejo sus zapatos cerca de las escaleras, paso siguiente miro que todo estaba como siempre, de seguro por la hora Ryuken ya estaría durmiendo o no había llegado todavía de la clínica, subió rápido las escaleras pero cuando paso por la puerta de la habitación de Ryuken noto que este estaba más que sentado en la cama y mirándolo con aquel rostro frio y sin sentimientos digno solo de él.
- Buenas noches. – siseo calmadamente a su hijo. –
- Buenas noches Ryuken. – se detuvo sin entrar a la habitación. –
- Dos días sin aparecer.
- No pude avisar. – contesto tajantemente, no quería preguntas. –
- Y con la misma ropa con la que saliste hace dos días. – se puso de pie y camino hasta donde estaba Uryu. –
- No tuve tiempo de venir a cambiarme. – miro a su padre dándole una vuelta completa como analizándolo. –
- Me imagino que estabas donde Ukitake. – no podía jugar a que no sabía de la relación de su hijo y ese hombre. –
- Así es. – sin titubeos, quería algo serio con el peliblanco así que no valía la pena ocultar la realidad. –
Ryuken suspiro audiblemente mientras se acomodaba la montura de sus lentes, pareció un poco menos tenso cuando escucho aquellas palabras pero aun se sentía nervioso por su hijo y por las locuras que podían ocurrir, no olvidaba lo que le comento Isshin hacía dos días atrás, lo de que el medio hermano de Uryu estaba en estado, aquello le dejo muy pensativo sobre la situación actual de su hijo y Ukitake.
- Te cuidaste?. – pregunto en tono preocupado. –
- No soy tonto. – se sintió muy extraño de que Ryuken le hiciera ese tipo de preguntas. –
- La pregunta tiene solo dos opciones, si o no, contesta Uryu. – se planto frente a su hijo más preocupado aun. –
- Ryuken ya sé que soy especial y no tengo las más mínimas intenciones de cometer un error a estas alturas de mi vida.
- Eso no responde a mi pregunta.
- Solo podrías dejar de preguntarme, que tal si en vez de eso porque no me preguntas que tan serio va lo mío con Ukitake?.
- Eres como yo, sé muy bien que vas en serio y por ello se cometen tonterías.
- Me voy a casar con él y no pretendo hacerlo embarazado!.
- Casarse?. – la pregunta de cuidarse cayo a segundo plano con aquella revelación. –
- Sí, nos vamos a casar apenas me gradué.
- Estás loco!.
- No estoy loco. – camino directo a su habitación para acabar aquella discusión sin sentido. –
- Eres muy joven para casarte. – siguió a su hijo hasta la habitación. –
- Escúchame bien Ryuken, no voy a ser tu… no voy a salir embarazado porque a ti te paso, no voy a quedarme solo con mi carrera porque así lo hiciste tu, no voy a negarme a amar a alguien porque tú te negaste a amar a mi padre y te fuiste sin si quiera decirle que me esperabas!.
Aquellas palabras fueron como cuchillos certeros al corazón del peli plata, su hijo le tiraba en cara todos sus miedos, sus errores y sus secretos, como podía sentirse tan mal con todo eso, pensaba que podía vivir el día a día desechando el pasado o eso quería creerse el, ese pasado vivía en su casa y tenia nombre y deseos, Uryu era ese pasado vuelto carne y ser.
- Y una última cosa, no me pienso casar sin la presencia de mi padre en la boda, así que decide Ryuken, o se lo dices tú o se lo digo yo.
Tranco la puerta de su habitación en todo el rostro de Ryuken, este estaba mudo todavía y ahora más molesto que preocupado, aquella amenaza de Uryu le tenía sin cuidado, aquel chico no se atrevería a revelársele a Isshin o eso creía él. Con paso preocupado regreso a su habitación y tomo su celular que estaba tirado sobre la cama, no tenia mente para pensar las cosas en frio, solo marco un número y se quedo escuchando el repique del otro lado de la línea hasta que alguien respondió adormilado por la hora que era.
- Alo?... alo?... quien llama a estas horas y no responde!. – gruño molesto del otro lado de la línea hasta que tranco. –
- No puedo decirle…. – se sentó en la cama con el teléfono apretado contra su pecho, aquella locura de llamar a la casa de Isshin a esas horas no parecían de el. –
Se mordió el labio inferior con rabia, se sentía como hacía años atrás, cuando embarazado de Uryu se negó tantas veces a llamar para darle la noticia a Isshin de que sería padre, el que era soberbio, frio y calculador se volvía nada ante esa verdad oculta, como deseaba poder olvidar que Isshin no sabía nada. Se dejo caer en la cama, su mente estaba volviendo al último y extraño encuentro de él y su ex, aquel ascensor, esos besos, aquellas caricias y esas palabras… la felicidad.
- Mi tiempo para ser feliz con Isshin ya paso. – se dio media vuelta y miro a la ventana de la habitación. – si Uryu se lo dice me veré obligado a desmentirlo… no puede saberlo… me odiara más aun y no… no… no volveré a verlo.
Indecisión, tristeza y miedo, tantas cosas que un corazón puede sentir por alguien, pero no solo la vida de Ryuken puede ser así, para muchos el sufrir es algo nuevo y extraño, para algunos mas es el nuevo camino hacia algo que jamás pensaron que sucedería.
Así eran las cosas ahora para mas personas, en la misma clínica donde Ryuken es el director y dueño, sucederá otra historia, entre un accidente, muchos cabos sueltos y una habitación solitaria se puede ver a alguien ingresado, con su frente vendada hasta la base de la nariz, su rostro sereno gracias a que esta sedado y un grupo de enfermeras registrando las pocas pertenecías que rescataron del auto donde viajaba aquel hombre herido y que los paramédicos que lo rescataron dejaron con ellas para contactar a algún familiar del herido.
- Una agenda!. – una de las enfermeras la toma de adentro de un maletín negro chamuscado y deshecho por el accidente. –
- Que dice, algún nombre o una dirección?. – otra de las enfermeras mira muy preocupada la agenda tan destrozada como el maletín. –
- Casi no se puede leer nada… - mira que entre las páginas rotas se cae una fotografía medio quemada. – una foto.
- Para verla.
La enfermera toma con mucho cuidado aquella pequeña fotografía seriamente dañada y donde se podía ver a tres personas juntas, el mal herido hombre en el centro se reconocía por su larga cabellera y altura, a cada lado había dos seres más que eran más pequeños, uno de cabellos negros y recogidos en una cola de caballo se notaba borrosa, mientras que la otra persona era irreconocible por lo dañada que estaba la imagen.
- Tengo un numero!. – la otra enfermera salta de alegría al obtener lo que era un numero de celular de aquella agenda tan dañada. –
- Llama pronto. – se guarda la foto entre sus ropas, después podrá devolvérsela al enfermo cuando despierte. –
En otra parte de la cuidad, el sonido de un celular despierta a su dueño, estaba muy cómodo en su cama, aun con las ropas puestas por el cansancio, a su alrededor había incontables libros y papeles, dibujos, diseños y demás cosas, no quería responder pero aquel repique le estaba empezando a taladrar la cabeza, con pereza y nada de prisa tomo su celular y respondió.
- Quién demonios llama a estas horas?. – se restregó los ojos con la palma de su mano. –
- Me apena tanto tener que despertarle señor… pero es una llamada importante. – la enfermera responde un poco avergonzada por la hora que era. –
- Número equivocado… - trato de trancar la llamada, aquella voz jamás la había escuchado en su vida y si que tenia buena memoria para esas cosas. –
- ESPERE SE—OR!.. – grito preocupada. – estamos llamando de la clínica Ishida, aquí tenemos ingresado un hombre de edad mediana, alto, de tez clara y con cabellos largos de color azul verdoso…
- Un hombre con esa descripción… - se quedo pensativo un poco. –
- Así es, tuvo un accidente de auto y está en estado estable pero aun no despierta, no sabemos quien es, solo pudimos obtener este número por medio de una agenda muy dañada que traía consigo.
- No… puede ser… - al fin se le venía a la mente quien era esa persona. –
- Le conoce?.
- Por supuesto que lo conozco!. – se puso de pie rápidamente para arreglarse y salir rumbo a la clínica Ishida. –
- Espere señor….
- No me diga señor, aun soy muy joven para que me llame así. – sonrió a medias mientras intentaba hallar sus zapatos que tiro quien sabe donde en ese desastre de habitación. – ya voy para allá.
- Gracias señ…. Joven… perdón que no preguntara por su nombre…
- Kusaka… me llamo Kusaka Soujirou.
Continuara….
KIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! YO SE ALGO QUE USTEDES NO SABEN!! JEJEJEJEJJEJE, bueno… err… empecemos por poner clarito algunos detallazos de estas últimas líneas, se harán unas buenas preguntas, primero: ( para quienes no vieron la peli dos de Bleach o para los que no recuerden quien era el malo de ella XD ) pues aquí les presento a un chico muy lindo pero no entendido… Kusaka Soujirou!... estrenándose en el fic y con muy buena participación en el mismo mas delante, dos: quién demonios es el tipo ese al que le paso el accidente!!, ( pues lo sabrán pronto pero mientras no diré quien es!!).... eso si son muy curiosas y saben atar cabos… sabrán quien es je je je. Tres: pues si tiene que ver con el lindo de Shiro – chan!!... pero dudo que alguna me sepa armar bien el como va ir esta locura rara que planee junto a una amiga!! XD… ya lo sabes aurora si hablas te dejo muda!.... perdón, mentira amiga!! Eres genial al darme esos pequeños empujoncitos que me hacen volverme más creativa y loca.
Ahora dejemos a estos seres nuevos que armen su escenario y vamos a comentar que la historia se pone más buena aun y EL BABY DE BYA KUN ES NI—A!! YESSSS!! Me pareció lindo y conveniente que fuera niña, será más fácil para Byakuya adaptarse a su rol con una bebita linda para consentir y proteger (tiene tendencias a sobre proteger a las mujeres de su familia XD ).
Ya hice muy largo este resumen final… mejor sigo en el capi que viene y les dejo las intrigas y las dudas!! , Último detalle!! VEAN LA PELI TRES DE BLEACH!! FADE TO BLACK!! QUE IMÁGENES, QUE DISE—O, QUE GENIALES PELEAS! Y ME ENCANTO!! MUY BUENA ASI QUE LA RECOMIENDO UN MONTON!!. – me mato la canción del final y como salen las zampakuto!!... creo que ya sé de donde salió la idea del relleno de las zampakuto XD. Byyeeeee.
Próximo Capitulo:
Tus Recuerdos.
Amor Yaoi
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