Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 29
Acompáñame a recordar.
Que incomoda podía ser esa situación, se sentía tan extraño sentado allí, silencioso frente a ese hombre serio, sereno y con un profundo sentido del recato, sus manos estaban muy juntas y nerviosas, sus dedos se tocaban de vez en vez mientras esperaba a que alguno de los dos rompiera el hielo, que dijera alguna palabra si quiera para entablar una conversación como hacia un año atrás, en ese instante maldijo mentalmente la jugarreta de su amigo Kusaka, le dejo solo en esa casa con su profesor!, como se le ocurría dejarles solos cuando sabía muy bien que Hyorinmaru no le tenía todavía confianza.
- Averiguo sobre su trabajo? – al fin Toushiro logro dar con una pregunta justa y perfecta. –
- Llame esta mañana antes de salir de la clínica, tengo reposo hasta que mi memoria vuelva a funcionar como antes. – miro de reojo aquella sala donde ambos estaban, no sentía por nada del mundo algo familiar por más que esa fuera su casa. –
- Los médicos le dieron esperanzas de recuperarse, eso es bueno. – bajo la mirada algo preocupado. –
- Me siento extraño… - se levanto del sofá para caminar silencioso por toda aquella amplia sala. – no hay nada familiar aquí.
- Nada. – susurro algo triste el peliblanco, aquella frase le incluía a el?. –
- Disculpa. – centro su mirada en aquel joven pequeño de aspecto serio y hasta triste. – quieres comer algo?.
- No es necesario. – suspiro quedamente. –
- He sido un mal anfitrión, pero es que no doy con el sentimiento correcto para esta situación.
- Creo que se siente como en un laberinto donde todo es igual y por más que camine y camine, las paredes no cambian y el deseo de escapar se vuelve su única esperanza…
Hyorinmaru quedo mudo ante aquellas palabras notablemente salidas del alma de Toushiro, como alguien con poca experiencia en la vida podía describirle perfectamente sus sentimientos en ese momento y espacio. Algo dentro de su mente se activo, no sabía que era pero le resultaba una sensación reconfortante y extraña, quizás ese chiquillo si podía ayudarle a recuperar recuerdos y sentimientos.
- Voy por algo de tomar. – se desapareció rumbo a la cocina con paso tranquilo. –
- Esto no terminara en nada bueno. – también se puso de pie y camino aquella sala con tanta curiosidad como su dueño, jamás había estado en ella así que era tentador mirar un poco más en la personalidad de su querido profesor. –
Se movió con tranquilidad por la sala, miro una amplia biblioteca de caoba que guardaba innumerables libros, adornos pequeños y algunas fotografías, los verdes ojos del peliblanco se quedaron posados sobre una foto en especial, estaba medio oculta entre dos gruesos libros, aquella imagen la recordaba muy bien, fue el día de su cumpleaños y en ella salían el y su profesor juntos y sonriendo ante la cámara mientras atrás de ellos se podía ver parte del salón de clases donde se tomo esa foto.
- Solo había jugo de manzanas… - miro algo confundido a Toushiro. –
- Eh… - miro el vaso de jugo con lastima. – no me..
- No te gusta el jugo de manzana pero si las sandias.
- Así es. – sus ojos se abrieron en grande al escuchar ese pequeño comentario que salió de los labios de Hyorinmaru. –
- No sé porque recordé eso.
Toushiro dejo de pensar en aquella foto, ahora si sentía que valía la pena venir a ver a Hyorinmaru, aquel detalle tan simple le lleno el alma y el corazón, se sintió feliz de que aun en lo profundo de aquella mente estaban los detalles y curiosidades que Toushiro tenía, sus gustos, sus deseos y sus miedos, todo ello aun estaba allí dentro y solo debía seguir al lado del peliacua para liberar su mente.
- Gracias. – bajo la mirada con un leve sonrojo, aquel detalle intimo solo lo conocía el. –
- Porque era importante para ti?. – sin previo aviso Hyorinmaru se planto frente a su antiguo alumno. –
- Usted?. – temió especificar la pregunta. –
- Yo. – sonrió débilmente. – porque parece que te entristece el no recordarte?.
- No me… no me entristece!. – se dio media vuelta sonrojado aun mas. –
- Pareciera. – pasando el umbral de su seriedad se atrevió a posar su mano derecha sobre el hombro de Toushiro. –
- Profesor… - sintió aquel contacto con sobresalto. –
- No me llames profesor, ahora solo soy Hyorinmaru.
- No puedo decirle así.
- Porque no?.
- Porque… porque siempre le admire y respete mucho. – se atrevió a volver a verlo a la cara a pesar de sentía su corazón latir muy aprisa y desbocado. –
- Eres especial. – con toda ternura poso su mano sobre la cabeza de Toushiro. –
Aquel contacto fue demasiado para él, nunca antes su profesor se había atrevido a sobrepasar el espacio personal entre ellos, esa mano firme, cálida y justa estaba sobre él, sintiendo como aquellos dedos se deslizaban un poco entre sus cabellos blancos, tenía miedo, miedo de que ese contacto acabara, se sintió aterrado pero a la vez seducido por ese gesto, sentía que Hyorinmaru aun lo veía como un chico pero pronto cambiaria eso, se prometió a si mismo hacerle recordar que no era un simple niño, que era una persona llena de valores inculcados por el mismo y enaltecidos por el peliacua en su temprana juventud. Aquel contacto se rompió, se rompió cuando un estridente sonido de un celular interrumpió aquel cálido gesto entre ellos.
- Es mi celular. – mascullo algo incomodo al tiempo que miraba quien llamaba en la pantalla de aquel aparato. –
- Un amigo?. – el peliacua lo miro curioso por la expresión molesta que retorno repentinamente al rostro de Toushiro. –
- Algo así. – se llevo el celular al oído. – hola.
- Que seco, no me vas a saludar con cariño y respeto?.
- No. – resoplo tajante. –
- Donde estas?. – su voz se escuchaba algo siniestra con la pregunta. –
- Donde mi amigo Kusaka.
- Se está volviendo algo molesto esas visitas a ese tal Kusaka.
- No me importa lo que opines sobre mis visitas, además debo colgar. – miro de reojo a Hyorinmaru. – adiós.
- No me cuelgues Shiro - chan… sabes muy bien que te puedo castigar por eso.
- Estoy en vacaciones, puedo hacer lo que quiera con mi tiempo libre, si gustas nos vemos mas tarde y hablamos. – tuvo que bajar el tono, aun sentía que Gin tenía un lado oscuro y peligroso que no deseaba conocer. –
- Nos estamos entendiendo mejor querido Shiro – chan. – un pequeño beso sonó por el auricular. – te espero en mi cama.
- Está bien. – tranco la llamada molesto. –
- Si quieres puedes irte, no puedo atarte aquí si tienes que ver a alguien importante. – Hyorinmaru sintió algo raro con esa conversación. –
- Más tarde, mejor vamos a salir de aquí, quizás caminando por la zona recuerdes algo. – desvió el tema con cautela, sabia lo detallista que siempre fue su profesor con él. –
Gin estaba percibiendo algo diferente a su sumiso juguete, aquel peliblanco estaba pasando menos tiempo con él y mas con sus nuevos “amigos”, algo por dentro le empezó a carcomer, estaba seguro que Toushiro no le estaba diciendo la verdad y a pesar de que mientras el peliblanco estaba con Kusaka, el se divertía con su antigua novia Matsumoto, pasaba cada vez más tiempo con ella pero no era feliz, no sentía las mismas bajas pasiones que le brindaban el cuerpo joven y delicado de su alumno, era aberrante pensar que solo poseyéndolo a él su cuerpo llegaba a limites inimaginados y sensaciones muy diferentes a las que experimentaba con la secretaria del rector, no negaba que le gustaba jugar con Matsumoto pero aquel juego era como un abre boca comparado con el tener a Toushiro.
La noche llego, al fin todo parecía en calma en otro lugar, después de un día ajetreado para los futuros padres de un par de gemelos, luego de ir a la consulta y verificar que sus hijos crecen fuertes y sanos, Grimmjow decidió escabullirse de su “suegro”, convenció a Ichigo de escaparse de Isshin para salir ellos solos a comer y visitar a Nell, y tuvieron mucha suerte porque después de la consulta ambos jóvenes no dieron con Isshin en toda la clínica, aquel viejo parecía que se había ido antes que ellos así que las cosas fueron sencillas y la pareja se tomo para sí el día entero.
Pasaban de las 9 cuando llegaron otra vez al hogar, Ichigo estaba muy cansado por el día pero feliz de poder estar a solas con su novio, Grimmjow también estaba bajo el eflujo de la tranquilidad, ambos hombres se encontraron con la casa en paz, Yuzu y Karin estaban sentadas en el sofá de la sala viendo la tv mientras que del viejo no se veía ni las luces.
- Ichi – nii!! – la dulce chica le vio llegar directo al sofá donde Ichigo se sentó pesadamente. – te vez cansado.
- Lo estoy. – cerro los ojos con pesadez- … y el viejo?. – miro por la casa con desanimo. –
- Llego temprano algo extraño. – Karin rememora esa imagen en la que Isshin abría la puerta de su casa cantando una de sus cursis canciones y tratando a todos con mucho, pero mucho amor. –
- Allá el. – se llevo las manos atrás de la cabeza para apoyarse. –
- Y como les fue?. – Yuzu pregunto emocionada. –
- Miren. – Grimmjow se saco la preciada foto del eco del interior de su chaqueta. –
- LOS BEBES!!. – la castaña dio un respingo para tomar la foto antes que su hermana. – están más grandes!.
Aquella imagen era impresionante si se comparaba con la que vieron el mes anterior, en ella se podían ver dos cositas completamente formadas, brazos, piernas, cabeza, sus espinas dorsales sobresalían a simple vista al igual que el resto de sus esqueletos, aquellas criaturas se veían realmente sanas y perfectas.
- Se ve que son?. – Karin mira la foto junto a su gemela. –
- Aun no, la doctora dijo que estaban con las piernas cruzadas.
- Son tímidos… - una enorme sonrisa amorosa ilumino a Yuzu. –
- Lo mismo dijo la doctora. – Grimmjow sonrió con diversión, aquellos seres le estaban dando un orgullo en el corazón que no tenía comparación. –
Ichigo siguió conversando con sus hermanas amenamente mientras el peli azul subía a cambiarse, había sido un gran día y si no veía a su suegro hoy terminaría siendo el día mas maravilloso de su vida, pero no todo el tiempo se tiene lo que uno quiere. Antes de si quiera terminar de subir las escaleras Grimmjow vio a su acérrimo enemigo de pie ante él, imponente y retador se detuvo bloqueando el paso, ambos hombres se miraron desafiantes por un fugaz instante, no se dijeron nada pero aquellas miradas mataban, la tención era obvia, ninguno de los dos cedería el paso de esas escaleras, Grimmjow quería terminar de subir e Isshin de bajar.
- Voy a bajar. – Isshin dio un paso rumbo a la escalera. –
- Necesito subir. – también dio un paso sin arrimarse. –
- No pienso dejarte pasar primero. – dio otro paso seguro hacia abajo. –
- Pues yo tampoco. – sonrió sarcástico y afianzando su mano sobre el pasamanos de la escalera. –
- Deberías tenerle más respeto a tus mayores. - un destello de maldad ilumino los ojos de Isshin. –
- Dirá… a los viejos. – afilo la mirada perversa. –
- Maldito irresponsable!!. – ya no aguanto más, aquello era la guerra!. –
Ambos hombres se lanzaron uno contra el otro, Isshin decidió hacer una especia de tacleada estilo futbol americano donde se abrazaba con todas sus fuerzas a la cintura de su rival para derivarlo, pero aquel peso no fue suficiente para un hombre fuerte como Grimmjow, con mucha agilidad paso una de sus manos por las barandas de la escalera y se aferro a ellas como si su vida dependiera de ello, los dos resoplaban y gritaban el uno al otro, Isshin no pudo pasar pero Grimmjow tampoco, ambos en un extraño y retorcido abrazo no dejaban que alguno retrocediera, todo era tenso y se pondría peor cuando escucharon un alboroto proveniente de la sala, allí Yuzu chillaba como loca mientras Karin mas moderaba sonreía realmente sorprendida por el espectáculo que les estaban brindando sus sobrinos, si, los bebes decidieron empezar una tanda de patadas en ausencia de su padre y su abuelito.
- ES INCREIBLE!! COMO SE MUEVEN ICHI – NII!!. – Yuzu parecía más y más emocionada con sus manos puestas en el pequeño vientre de su hermano. –
- Si. – un leve sonrojo iluminaba las mejillas del peli naranja, aquel acto de dejar a sus hermanas tocarlo era algo raro pero por alguna razón se sentía muy feliz de que aquellos seres demostraran su presencia dentro de el. –
Isshin y Grimmjow dejaron su pelea al escuchar aquel alboroto, ambos se miraron sorprendidos hasta que recordaron que ninguno de los dos había podía sentir a los bebes moverse, y otra pelea se armo, pero esta vez era por quien llegaba primera donde Ichigo, aquel abrazo raro que se tenían pronto acabo, Isshin estando en ventaja sobre Grimmjow le salto prácticamente por encima para bajar pero el peli azul logro sujetarle de un pie y así el pobre Isshin se fue debruces y clavo la cara contra el suelo.
En ese momento Grimmjow se lanzo escaleras abajo y paso por encima de su suegro sintiéndose triunfador, solo unos pasos y estaría con sus manos sobre Ichigo, aquella carrera al sofá era segura pero lo que no vio venir fue a un Isshin que se puso de pie y dio un salto cayéndole encima al pobre peli azul, lo aplasto contra el suelo y cuando estuvo seguro de que su querido “nuero” no se iba a mover, volvió a saltar hasta quedar colgado de uno de los respaldos del sofá, estiro sus manos hasta Ichigo que estaba perplejo mirando de dónde diablos había salido su viejo, sus dedos tan cerca de aquel vientre, ganaría una batalla más ese día, de eso estaba seguro hasta que fue bruscamente empujado por el padre de las criaturas, Grimmjow lo dejo prácticamente en el suelo otra vez y ahora era su mano la que estaba a milímetros de Ichigo, uno poco mas y tendría el honor se sentir a sus hijos, pero… si , Isshin uso su último y desesperado recurso, mordió la mano de Grimmjow!, un grito desgarrador se escucho y al fin Isshin pasaba delante y posaba como quien llega a la meta su mano sobre el vientre de un ahora casi que colérico Ichigo.
- LLEGUE!!! LLEGUE!!! – coreo emocionado y feliz. –
- Viejo… - Ichigo tenía los brazos cruzados sobre su pecho y el ceño de su frente estaba el doble de fruncido de lo normal, mala señal. –
- A ver mis niños… una patadita para el abuelito!. – le hablo bajito y con su boca cerca del vientre de su hijo. –
- YA NO SE MUEVEN!! Y QUE DEMONIOS HACIAN LOS DOS!! – miro al dueto con llamas centellando de sus ojos. –
- EL ME MORDIO!... – Grimmjow gimió adolorido sobando su mano izquierda. –
- TU ME TIRASTE AL SUELO!. – señalo iracundo a su nuero. –
- SILENCIOOOOO!!! – Ichigo grito con toda su alma, aquel desastre era el colmo, acaso no podía tener paz en su casa. –
- Ichi – nii…. Te hará daño ponerte así, cálmate. – Yuzu le sobo la espalda tratando de calmarlo un poco. –
- Los odio… como… como pueden pelear por algo tan… tan.. especial para mí!. – una lágrima, por más que se estaba conteniendo tuvo que soltar aquel nudo que tenía en la garganta, sentía rabia y dolor por ver a su padre y a su novio pelearse como perros y gatos por solo tocar a sus hijos. – no quiero que me hablen.
Y como si se tratar de una quinceañera dolida, el pobre peli naranja se hecho a llorar en los brazos de sus hermanas, aquel llanto era evidentemente hormonal pero ligado a una verdad irrefutable, aquel desastre lo habían causado Isshin y Grimmjow juntos.
- Ya... vamos a comer algo, quieres helado?. – Yuzu le seguía rodeando entre sus brazos para calmarlo un poco mientras caminaban rumbo a la cocina. –
- Lo hicieron en grande… par de idiotas. – Karin los miro con ojos asesinos y desapareció rumbo a la cocina para ayudar a calmar a Ichigo. –
- Ichigo… – Ambos hombres miraron apenados como este se iba sin si quiera verlos. –
Y ahora deberán resolver el “odio” que les tiene Ichigo a ambos por pelearse en un momento tan lindo, ni imaginan lo que les costara eso pero si en esa casa había problemas, en otra muy diferente también había algo mas, desde la llamada de Gin, Hyorinmaru noto que Toushiro lucia preocupado, sabía que aquel chico le perturbo la llamada pero temía preguntar por algo tan personal a alguien que no conocía casi o mejor dicho a alguien que conocía muy bien pero que no recordaba, en lo más profundo de su corazón empezó a sentir como las alertas se activaban, sentía repentinamente que debía protegerle de quien sabe que.
Por un rato largo caminaron sin buenos resultados, el peliacua no recordaba nada nuevo pero en cambio su corazón y mente se llenaba de una rara sensación de querer saber más de esa “persona” que llamo a Toushiro, poco a poco se hizo de noche y la despedida fue inminente, Toushiro debía ir donde Gin si no quería molestarlo y peor aún, hacerle investigar a fondo su relación con Kusaka y Hyorinmaru.
- Ahora si debo irme. – miro preocupado su reloj de pulsera, pasaban de las 9. –
- Te he retenido demasiado tiempo. – centro su mirada en aquellos enormes ojos verdes. –
- No… - negó suavemente. – la pase muy bien.
- Espero no te canses de venir a ayudarme. – sonrió quedamente. –
- Bueno… adiós. – se dio media vuelta rápidamente, debía ir con Gin. –
No pudo dar dos pasos cuando sintió como unos suaves brazos le rodearon por encima de sus hombros, aquel calor y ese aroma, inequívocamente era su profesor el que lo sujetaba tiernamente.
- Cuídate mucho. – le susurro a su oído y deshizo el abrazo con la misma rapidez con la que lo inicio. –
Una sonrisa, solo pudo responder aquel acto con una maldita sonrisa, es que no pudo hablar, su boca se negó a gesticular una mísera palabra por más que quiso!, pensaba en que instante el peliacua le había dado tanta importancia, pero mientras caminaba apresurado y pensado en ello, también Hyorinmaru estaba teniendo una plática mental consigo mismo.
- Porque lo abrace?. – aun sentía el calor de Toushiro en sus brazos, aquel chico parecía gritar con el alma que lo protegieran de quien sabe que. –
Aquel camino hacia Gin fue triste, salía de la felicidad a la amargura, estaba seguro que Gin solo lo tomaría bruscamente sin preguntar nada y le haría tener sexo toda la noche, se abrazo a sí mismo con pesar y pensando en qué momento se dejo caer tan bajo, el que era tan orgulloso e inteligente estaba metido en un camino sin salida, Gin le perseguiría por el resto de su vida si pensaba si quiera en dejarlo y ni hablar de lo que haría si descubría la existencia de Hyorinmaru y lo que estaba haciendo por él.
En menos de media hora ya estaba tocando a la puerta de Gin, sintió unos pasos y como la perilla de la puerta era girada abriendo y dejando a la vista a su dueño, su martirio por esa y muchas veces mas, se sintió tan decepcionado de él, no supo cuando Gin le abrazo por la cintura y le beso apasionado, aquel hombre de sonrisa zorruna estaba realmente excitado de verlo otra vez, sintió sus manos recorriéndolo por encima de sus ropas, descaradas palabras de te quiero fueron dichas a su oído pero solo pensó que eran tan falsas como el amor que sentía hacia Gin, pronto estaba como imagino, de espaldas en una mesa, sujetándose precariamente de ella para soportar las embestidas de Gin, llevando su mente a otro lugar mientras este acaba su acto carnal con su cuerpo.
- Hoy… luces silencioso… - apretó con saña las caderas de Toushiro mientras aceleraba sus movimientos. –
Tuvo que gemir, mentir para tapar su falso acto de cariño, en verdad que sentía el claro placer de ser tocado pero cuando solo queda carne y no corazón en un acto, todo se vuelve frio y seco, las sensaciones no son las mismas, el placer no es igual y su mente estaba volando mas lejos de lo imaginado para hacer que ese momento fuera un tanto placentero.
Empezó a penar en el día que había vivido, en el paseo con su profesor y en como aquel abrazo se sintió tan bien a pesar de lo corto que fue, cerró los ojos y se dejo llevar, imagino que otro cuerpo era el que le hacia esas cosas, pensó de manera tan sucia en como un hombre recto y serio como Hyorinmaru podría tocarlo así, poseerlo de ese modo, el pensar en ello le hizo gemir más aun, sentir que no era Gin si no otro el que estaba sobre él, tocándolo, besándolo y abriéndose paso en su interior.
- Te emocionaste!. – Gin dio unos últimos movimientos por el inevitable orgasmo. – al final te gusto…
- Hy.. – se llevo la mano a la boca, aun estaba pensando en él cuando Gin le hablaba. – si…
- Y cuéntame, que tal tu visita?. – se separo poco a poco de Toushiro. –
- Normal. – seco el sudor de su frente mientras trataba de calmar aquella emoción interna por lo que pensaba. –
- No parecía normal cuando te llame. – sujeto bruscamente la base del cuello del peliblanco. –
- Cuidado... duele… - se revolvió por aquel agarre. – no… paso más que de una visita, te lo juro.
- Te creo. – soltó de golpe a Toushiro. – te creo porque tu cuerpo no olía a sexo… pero ahora sí.
- Creías que estaba acostándome con otro!. – refuto indignado. –
- Quién sabe, eres tan apetecible a simple vista. – dio un tierno beso en la frente de su pequeño alumno. –
- No todos son como tú.
- Es verdad. – sonrió con arrogancia. –
Continuara……..
Odiemos a Gin!!, en verdad que es malo y muy dominante cuando se siente amenazado pero esperemos que tenga su merecido algún día y que sea Hyorinmaru quien lo deje con las tablas en la cabeza por hacerle esas cosas al lindo de Shiro – chan!, huyyyy hoy subí rápido y creo que seguiré escribiendo un capi mas, la noche es joven! Je je je, espero lo disfrutaran y pobrecito Ichigo... no lo entienden, pero esa será una de las razones que hará que Isshin y Grimmi aprendan a llevarse bien por el bien de los gemelos, no me quiero imaginar cómo sería el día que nazcan XD. Me despido y el próximo capi habrá más Byakuya y Renji, deben tenerme paciencia porque al ser varias parejas y cada una con un trasfondo diferente y sus líos y problemas únicos, debo ir de un acto a otro con cautela y linealmente.
Próximo Capitulo:
Más de una idea.
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