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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: Ichigo descubre mas informacion de la que desea saber, porque Isshin deja que su boca diga lo que ahnela su corazon, y Hyorinmaru onocera el rostro de la maldad.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.


Todo queda en Familia.
Capitulo 35
Todo está en mis manos.


4 meses, el tiempo vuela y ahora es que Ichigo se daba cuenta de ello, desde hacía tres semanas atrás su cuerpo empezó a cambiar aceleradamente, sentía como si un interruptor invisible se encendió y desde ese día en adelante solo ha notado cambios y más cambios, su cuerpo luchando por adaptarse a un embarazo ya era evidente, no solo con la ropa o el peso extra de los gemelos, también con su apetito, sus hormonas descontroladas y algunas peculiaridades del embarazo que descubría con cada consulta a la que iba y esta vez seria mas sorprendente que las anteriores.

Sus pies se sentían fríos al estar descalzos y sentado sobre la camilla con solo una delgada tela encima, esa bata verde enfermo que siempre se tenía que colocar al estar en la consulta de la doctora Unohana, solo le daba algo de vergüenza pero no miedo ya que como estudiante de medicina sabía muy bien que todo esos exámenes eran por su bien y el de sus hijos, esperaba tranquilo mirando toda la sala a su alrededor, la doctora tuvo que ausentarse a mitad de revisión para ir donde un paciente ingresado, estaba tardando un poco y aquel lugar era un congelador, con suavidad se llevo la mano a su vientre para sentir como aquel par de bebes dentro de él se movían mucho.

- Están muy activos hoy. – sonrió para sí con calma, todavía le parecía increíble sentirlos. –
- Ya estoy de regreso… - entro a la sala rápidamente. –
- Tardo bastante.
- Tuve que ingresar a uno de mis pacientes, hoy tendrá a su bebe. – sonrió amablemente mientras buscaba algo en una de los anaqueles de la sala. –
- Solo usted atiende a cada caso especial?.
- Así es, me llegan de todo el país, creo que soy más famosa de lo que pensé. - al fin da con lo que buscaba. –
- No ha pensado en enseñar su especialidad?. – se recostó en la camilla apenas la mujer le señalo con su mano que lo hiciera. –
- Si lo he pensado pero no tengo tiempo para dar clases, atender partos, investigar y hacer controles prenatales. – se tomo el atrevimiento de abrir la bata del peli naranja. –
- Y son muchos pacientes?. – sintió las manos de la doctora palpando su vientre con cuidado. –
- Déjame pensar, actualmente atiendo en prenatal a 15 personas como tú. – sintió claramente donde estaba cada gemelo. – si no cuento las consultas externas y mis investigaciones.
- Tantos… - susurro impresionado, no era el único con esas habilidades. –
- Y por mis investigaciones son más todavía pero muchos no lo saben, otros tienen abortos sin darse cuenta, algunos más nunca se enteraran porque no tienen parejas de su mismo sexo. – tomo aquel aparato que tanto busco, era una especie de pequeño radio con una corneta diminuta en un extremo. –
- Eso es?. – miro con curiosidad lo que saco la doctora. –
- Para escuchar los latidos del feto. – con precisión milimétrica lo ubico en uno de los costados de Ichigo. – escuchemos.

Parecía un redoble de tambores, aquel sonido rápido y enérgico era impresionante, los inequívocos latidos del corazón de uno de los gemelos, Ichigo solo pudo sonreír al oírlos por primera vez, era increíble como sonaban varias veces más rápido que los del corazón de un adulto.

- Se oyen muy bien ambos. – dejo el aparato a un lado de la camilla. –
- Hoy se podrá saber qué son?. – pregunto curioso al ver que la doctora se dirigía a la máquina de ultrasonidos. –
- Si nos dejan mirar.

Ichigo se quedo observando la pantalla del aparato apenas comenzó el examen, ya era muy normal para el sentir el gel frio y los movimientos de la doctora sobre su estomago pero esta vez estaba solo en la consulta, Grimmjow no pudo acompañarle esa tarde por una emergencia en la veterinaria, sin embargo su padre si estaba con él pero como las dos veces anteriores no entro a la consulta, la mente del chico estaba preguntándose sobre que hacia su viejo mientras él estaba allí, era curioso que no quisiera entrar al tener la ventaja de que Grimmjow no estaba, pero su análisis mental fue distraído por las palabras de la doctora.

- Tenemos un ganador… - señalo la pantalla del eco con mucha emoción. –
- Sabe que son?. – Ichigo miro con insistencia las imágenes. –
- Solo uno… - coloco su dedo en donde estaba el bebe. – eso que vez allí… es un niño.
- Un niño!. – abrió enorme los ojos, uno de sus hijos era un niño. –
- Pues el gemelo A es un niño… - trato de mirar al otro bebe que estaba de espaldas al eco. – en cambio el gemelo B es un testarudo que no nos deja ver.
- Porque le dice gemelo A y B? – pregunto curioso por las palabras de Unohana. –
- Porque se le asigna A al gemelo que sea más grande que su hermano y este ubicado más abajo en el útero, si no cambia de posición de aquí al día del nacimiento… será el primero en salir. – miro tranquilamente a la “madre” de las criaturas. –
- Sobre eso…. – su rostro se apeno un poco ante la pregunta que haría. -
- Eso qué?.
- Sobre el parto, como será?.
- Soy partidaria de los partos normales, son menos peligrosos, por la experiencia que he tenido son más fáciles que una cesárea y la recuperación es rápida.
- Pero son dos!. – trago grueso ante el pensamiento que le se cruzo por la cabeza. –
- Eso que tiene de especial, desde tiempos inmemoriales han nacido gemelos en partos normales.
- Pero soy hombre!. – aquello de dar a luz le aterraba. –
- Y qué?, pudo mantener un embarazo, podrá tenerlos y después alimentarlos… - se cruzo de brazos muy calmada. -
- No…no me de tanta información a la vez!!. – si ya estaba sonrojado ahora era un tomate maduro por las palabras de esa mujer. –
- Tengo que hacerlo, soy su doctora. – aquella desgraciada sonrisa no se le borraba del rostro con nada. –

Mientras el pobre de Ichigo se entera de más “detalles” de la maternidad, su viejo estaba en otro piso de la clínica Ishida rumbo a su destino. Caminaba a paso tranquilo ya que era la primera vez que tenía otras intenciones diferentes a la de ir solo por sexo, su mente no dejaba de pensar en que se estaba volviendo viejo y no deseaba pasar los últimos años de su vida solo, que deseaba tener a alguien con quien compartir no solo la cama si no también el corazón, aun pensativo se detuvo frente a la puerta del director de la clínica Ishida, con nervios se acomodo sus cabellos, su camisa estrafalaria roja con diseños de palmeras hawaianas, es siempre vestía como un loco según su hija Karin pero así era su personalidad, no le atraía para nada la ropa formal y seria, seguro ya de estar presentable su mano toco dos veces a la puerta y para su sorpresa esta vez si había alguien adentro que le invito a entra de inmediato.


- Pase. – Ryuken estaba metido en ver unos exámenes así que no miro quien entraba a su oficina. –
- Buenas tardes. – Isshin se presento con una sonrisa serena. –
- Tú!. – soltó de un solo golpe los papeles que leía. – te tomaste muy en serio eso de venir todos los meses.
- Pero hoy es diferente. – se sentó en una de las sillas frente al escritorio del peli gris. –
- Qué?, me vas a pedir cortésmente que me revuelque contigo?.
- No. – se cruzo de brazos ofendido ante esas palabras. –
- Esto no me está gustando Isshin, cuando te pones así es que algo muy malo me vas a decir o algo muy serio. – saco un cigarrillo del interior de su chaqueta. – habla antes de que te mande a sacar de mi clínica.
- Aun me amas?.
- Que que!. – estaba por encender el cigarrillo cuando aquella bomba de pregunta le estallo en la cara. –
- Respóndeme.
- No… - continuo en su labor de encender aquel mal habito. –
- Mentiroso. – se inclino hacia el escritorio de Ryuken. –
- Porque vienes con ese sentimentalismo repentino?, acaso no estabas feliz con que nos diéramos placer y mas nada?. – una bocanada de humo salió de sus labios suavemente. –
- Nos estamos poniendo viejos… los dos. – bajo la mirada algo molesto. –
- Y, es la ley de la vida.
- No tienes miedo de envejecer solo y sin alguien contigo?.
- No me preocupa eso.
- Qué pasaría si tu hijo se casa y se va de tu lado, acaso no piensas en que estarás solo todos los días por lo que te reste de vida Ryuken?.
- Que se case… - que irónico podía ser Isshin a veces, en verdad su hijo se casaría en unos meses. –
- Ichigo está formando su propia familia, así odie al padre de mis nietos… pero pronto también mis hijas se irán y quedare en una casa enorme yo solo, eso me aterra.
- Compra un perro. – sentencio fríamente, no quería escuchar mas esa charla patética. –

Isshin se sintió realmente ofendido por esas palabras, sabía que Ryuken solo era un exterior de acero impenetrable contra sentimientos, pero lo conocía tan bien que estaba seguro que esas preguntas que él se hacía también su ex tuvo que si quiera imaginárselas en su vida, con rabia se puso de pie y camino directo hacia el peli gris, con brusquedad le sujeto de los hombros prácticamente levantándolo de su silla.

- Suéltame!. – trato de zafarse de aquel agarre pero fue imposible. –
- Mírame a los ojos y dime que aun me amas. – acerco su rostro contra el de Ryuken. –
- Porque insistes en algo del pasado!. – desvió la mirada muy molesto. –
- PORQUE AUN TE QUIERO!. – con fuerza le arrebato un beso lujurioso a su ex, su boca hambrienta se desespero por sentir aquellos labios delgados y con sabor a nicotina. –
- Maldito Isshin…. – susurro entre cortado cuando pudo separarse de aquel beso. –
- Sé que no me odias. - deslizo su mano por la mejilla algo sonrojada del de lentes. – si me odiaras de veras ya estarías alejado de mi desde hace años atrás.
- No voy a huir de ti solo porque lo nuestro acabo mal!. – con ambas manos trato de separarse de aquel cuerpo que se presionaba contra el suyo. –
- Pero si desapareciste de mi vida por más de un año…
- Yo… tú te casaste!, como querías que me metiera en medio de tu feliz familia!. – esa última frase la soltó con rencor. –
- Tienes razón. – bajo la cabeza algo apenado. –
- Isshin cada uno hizo su camino y no creo que sea sano el que trates después de muchos años que regresemos.
- Pero si quiero recuperar ese pasado, quiero compartir lo que me quede de vida con alguien como tu… no me importa lo grosero, frio y odioso que puedas ser, igual te quiero.

Ya no aguantaba escucharle más, era doloroso seguir mirándolo como se confesaba ante él, siendo sincero hasta la medula mientras él le seguía ocultando un hijo, eso dolía en el alma, muy dentro de su mente deseaba corresponderle y dejarse querer una vez mas pero aun no podía, no quería aceptar y que después todo terminara peor gracias al secreto que le tenía, no podía terminar de arruinar ese bello sentimiento que aun Isshin le tenía, necesitaba alejarlo por su bien, cortar de raíz aquel deseo irrefrenable de volver con él, no podía dejarse querer con semejante verdad que le ocultaba.

- Nos haremos daño…. – susurro con la cabeza reclinada en el hombro de Isshin. –
- Mentira, nos hará bien volver. – estrecho aun mas sus brazos en la cintura de Ryuken. –
- ACASO NO ENTIENDES QUE NO PUEDO VOLVER CONTIGO!. – Grito con dolor, con rabia y miedo. –
- Y TU NO COMPRENDES QUE ME MUERO POR TI!. – sin dar chance a que Ryuken le respondiera con otro grito, volvió a atrapar su boca con furia, aquel beso era salvaje, ambos luchando, Isshin por profundizar el beso y Ryuken por separarse de aquel venenoso deseo de seguir. -

Isshin era un experto en dominarlo, con facilidad le arrincono contra una de las paredes de la oficina, su lengua seguía en una batalla campal por entrar al interior de aquella boca, sus manos sujetaban con fuerza las muñecas de Ryuken mientras este seguía retorciéndose por la libertad, ambos con deseos similares y sin embargo un secreto les separaba, ya no podía seguir peleando, estaba perdiendo terreno al sentir aquella lengua tibia y juguetona logrando entrar a su boca, sintiendo como se deslizaba por el interior de sus labios y se posaba junto a la suya, un vaivén lujurioso se formo, sus respiraciones se aceleraron, sus manos bajaron la guardia y las muñecas fueron soltadas para ahora posar esas manos sobre los hombros de Ryuken, sujetando suavemente su chaqueta blanca para después deslizarla fuera de su dueño, Isshin sonrió para sí con diversión, había pensado ir allí sin intenciones de sexo pero aquel hombre le despertaba las más bajas pasiones y su cuerpo pedía a gritos sentirlo, tocarlo y hacerlo suyo como ambos solo sabían hacer.

- Hazlo de una vez…. – se aflojo la corbata violeta con estampado de cruces, ya para que negarse a pertenecer en cuerpo y alma a Isshin. –
- Entonces quieres estar conmigo?. – tomo la corbata entre sus manos. –
- No te creas tan afortunado. – susurro al oído del moreno. – solo será algo de sexo desenfrenado y nada más.
- Creo que tengo oportunidad de más que eso, lo siento en mi corazón. – bajo su cabeza para besar el cuello descubierto del de lentes. –
- Sigue soñando. – sujeto con sus manos la cabellera negra de Isshin. –
- Pues soñemos los dos. – en un movimiento rápido de las manos de Isshin, termino de abrir la camisa de Ryuken para tener libre acceso a su torso blanco y suave. –

No podía engañarse a sí mismo, como negarse a sentir a aquel hombre haciéndolo suyo con tanta pasión, siempre adoro la manera en que Isshin le trataba, era un loco de camino pero muy bueno, bueno en la cama, bueno de corazón y eso le remordía el alma, era demasiado bueno para él. Su mente estaba divagando él como hubiese sido su vida con él y Uryu, quizás el terco y serio de su hijo seria menos serio, quizás tendría más hermanos… es doloroso pensar en cómo serian las cosas si hubiese dicho la verdad, estaba enfrascado en no ceder pero cuando te grita el corazón que debes hacerle caso ya otro cantar se escucha y pueda que aprenda a perdonarse a si mismo algún día.

- Isshin!… - gimió con impresión al sentir la boca de este jugando con su excitado miembro, de tanto pesar no se dio cuenta que ya le habían despojado de sus pantalones y la ropa interior. –
- Concéntrate en sentir… - sonrió descarado mientras seguía en aquel acto. –
- Desgraciado!. – tuvo que sujetarse de la pared tras él, sus piernas temblaban por las sensaciones, aquella lengua estaba deslizándose lujuriosa por todos lados. –

Su cuerpo era un manojo de sensaciones, estaba de pie con su espalda pegada a la pared, su boca susurrando gemidos y ordenes de cómo debía tocarlo, sintiendo como no solo la boca de Isshin le acariciaba, ahora sentía también como dos dedos invadían su interior repentinamente, ambas caricias a la vez lo volverían loco, estaba en el borde del placer cuando sintió como el inevitable orgasmo se apoderaba de él con algunas embestidas involuntarias, sus manos sujetaron los hombros de Isshin para no caer de lado ante tanto placer, unos últimos jadeos agotados y todo aquel compendio de sensaciones acabo.

- Ahora me toca a mi… - sin dejar que Ryuken se recuperara de aquel acto, el moreno le levanto de las caderas para poder ubicarlo mejor sobre su palpitante miembro. –


La pared le serviría de apoyo, con mucha agilidad paso ambos brazos debajo de las piernas de Ryuken, el peli gris estaba impresionado por lo ágil y e inventivo que podía ser Isshin cuando quería, sus manos se aferraron al cuello del mismo para mantener su posición mientras que su ex empezaba a abrirse paso lentamente en su interior, aquello fue la gloria para Isshin, estaba deseoso de sentirlo, de experimentar una vez más el cálido interior de su amante, cuando ya estuvo seguro de que podía empezar, sintió como Ryuken se le adelanto balanceando sus caderas de arriba abajo y pasando a besar su boca con desesperación, se conocían tan bien que no debían decir más de lo necesario, solo besos, jadeos y gemidos placenteros por doquier.


- Qué bien se siente. – susurro el moreno al oído de Ryuken mientras aceleraba las embestidas junto con él. –
- Solo cállate y sigue. – ordeno con autoridad fingida, aquello casi fue una súplica deseosa. –
- Te amo. – esa palabra fue dicha desde el corazón de Isshin. –
- ……. – Ryuken no supo que responder, hacía años que no escuchaba que le dijera te amo desde aquel ultimo encuentro cuando fue concebido Uryu. –

A pesar de lo sorprendido por la revelación, siguieron en aquel acto hasta que ya no había marcha atrás, con más fuerza e ímpetu Isshin se dejo llevar por el éxtasis, sintiendo como su cuerpo llegaba dentro del cálido interior de su amante una tercera vez.

- Me dijiste que me amabas?. – sintió como Isshin se salía de su interior. –
- Lo siento… me emocione. – bajo las piernas de Ryuken para que pudiese ponerse de pie. –
- Si me amas. – como un susurro sonó aquella frase reveladora. –
- No lo creías?. – sonrió algo agotado. –
- Siempre lo he creído. – Ryuken mascullo molesto, le incomodaba decir lo que sentía de verdad. –
- Creo que me pase, no debería obligarte a volver conmigo si no quieres. – pensaba mejor con la cabeza en frio. –
- Isshin. – se abrazo a si mismo consternado, no sabía en verdad como decir lo que su corazón gritaba con desesperación. –
- Sé que me quieres, pero no sé en qué momento tu orgullo empezó a mandar por encima de tu corazón. – trato de acomodarse las ropas. – mejoro me voy.

Antes de que alguno de los dos arruinara esas últimas palabras, Isshin decidió terminar la conversación y retirarse del lugar, estaba seguro que Ichigo ya estaba fuera de la consulta y preguntándose donde podría estar el metido.

- Algún día te diré porque paso eso. – miro a los ojos de Isshin con seguridad. - creo que algún día.
- Al menos me das esperanzas. – sonrió una última vez antes de salir de la oficina tranquilamente. -

Después de tanto decirse cosas, algo salía de los labios de Ryuken con sentido lógico, era el amor vuelto palabras, pensó un poco que podía decirlo pero no sabía el cuándo ni el cómo, pero era su deseo o solo el misterioso eflujo en que queda uno después de tener sexo?, quien sabe, pero de que Ryuken dio un paso adelante en su futuro lo dio.

El amor, ese sentimiento que te da felicidad, dicha y alegría también puede hacerte sentir rabia, dolor y causarte la más amarga de las sensaciones en el corazón cuando el ser que más amas es lastimado como nunca imaginaste, la tarde caía y Hyorinmaru estaba a punto de descubrir la verdad, con paso acelerado regreso al hogar de Toushiro, quería buscarle algo de ropa y sus cosas personales, por como lo habían encontrado seguro pasaría algunos días en la clínica. Mientras registraba el closet de su habitación y sacaba su ropa escucho como alguien llegaba a la casa, el inequívoco sonido de llaves y los pasos dentro de ese pequeño hogar le alertaron en sobre medida, con incredulidad dejo lo que estaba haciendo y pensó que solo el que lastimo a Toushiro tendría el acceso a esa casa.

- Quiero verle la cara al mal nacido que lo lastimo… - apretó los puños con rabia, estaba preparado para enfrentar lo que fuera por Shiro – chan.-

Espero en la habitación, no se movió ni un centímetro de su lugar, era como esperar deseoso a que la presa entrara en su territorio y atacarla en el momento que este mas desprevenido, sentía como un calor en su pecho le inundaba, el coraje ligado con ansiedad y rabia, el deseo irrefrenable de hacer justicia al precio que sea. Sus ojos se centraron en una figura alta y delgada que entraba a la habitación hablando en voz alta, llamaba a Toushiro con aquel apelativo cariñoso que le puso Kusaka, llegaba la hora de encarar a la maldad.

- Shiro – chan!. – Gin entro a la habitación rápidamente al no obtener respuesta de su presa. –
- No está. – la voz fría y tajante del peliacua resonó en esa habitación. –
- Quién demonios eres tú!. – Gin se quedo estático en la entrada de la habitación, se asusto realmente al ver a un total desconocido parado allí. –
- No es necesario que me presente… - dio unos pasos hacia Ishimaru. –
- Llamare a la policía… - saco su celular rápidamente del bolsillo de su pantalón. –
- Eso me ahorra el que lo haga yo. – sus ojos centellaban furia contenida, jamás se sintió tan molesto por algo. –
- Tu. – hecho una mirada rápida por la habitación. – donde está Toushiro?.
- Está a salvo de ti.

Ishimaru abrió en grande los ojos, no sabía quién era ese hombre pero de lo que estaba seguro es que tenía que conocer a su presa, solo sentía odio salir de los labios de aquel desconocido cuando le hablaba, por un segundo se tentó a huir pero la cólera por saber que Toushiro había pedido ayuda, que le haya descubierto y escapado a pesar de lo precavido que fue y de que le diera algunos “castigos” las veces anteriores que quiso escapar, debía preguntar algunas cosas más antes de disponerse a huir. Mientras, en la clínica Ishida al fin Hitsugaya despertaba de los sedantes, estaba muy adolorido y confundido, sus ojos se abrieron pesadamente mientras la sensación de que alguien estaba parado al lado suyo le hizo abrirlos más rápido aun.


- Kusaka… - susurro impresionado al verlo claramente de pie junto a su cama. –
- No trates de levantarte. – poso su mano sobre el hombro de su amigo. –
- Dónde estoy?. – miro a su alrededor con preocupación. –
- Ya no estás en esa casa, te trajimos a la clínica Ishida, estabas muy mal herido cuando te encontramos. – sus ojos se nublaron un poco con las ganas de llorar que sentía atragantadas en su garganta. –
- Y el…
- No sé a donde fue pero estaba muy molesto.
- No volvió a la casa?. – sintió una muy mala sensación en su corazón. –
- Espero que no.
- Si se encuentran….
- Toushiro porque no me dijiste lo que te pasaba?. – con mucha tristeza se abrazo a su amigo, sentía que debía cuidarlo más que nunca por lo que vivió. -
- Suéltame. – trato de alejarse al chico de encima pero Kusaka solo le estrecho más aun en sus brazos. –
- Eres un tonto!, somos amigos y los amigos se cuidan entre sí, así que te abrazare todo lo que yo quiera!. – sintió como un pequeño sollozo salía de los labios de Toushiro. – llora si quieres.


Continuara….
De verdad que Toushiro necesita llorar para liberar todo de su corazón!, pero tendrán que esperar para que vean cómo será esa pelea inevitable entre Gin e Hyorinmaru!!, estará de lujo!, y uno de los baby de Ichigo es niño!! Pero el otro bebe no se sabrá hasta que nazca je je je je, misterio para ustedes así que piensen piensen!!, gracias por leer el fic y a Ryuken le entraron ganas de volver con Isshin, esos viejitos son muy fogosos y se merecen ser felices, vamos a ver como lo logran y si lo de la foto les da el ultimo empujoncito necesario y también sabrán mas de Ukitake y Uryu para el próximo capítulo. Byeeeeee.


Próximo Capitulo:
Sanando el alma.
Notas finales: GRACIASSSSSSS Y PERDON LA DEMORA, TODAVIA SIN INTERNET ToT.....

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