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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: celebrar con amor, amistad o con una increible noticia?, sera que Isshin perdonara la mentira?, porque la distancia entre dos cuerpos no siempre acaba mal XD.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.


Todo queda en Familia.
Capitulo 40
Un 14 de Febrero.


Pasaba de media noche cuando al fin llego a la casa, estaba realmente agotado por el día que vivió ya que siempre aumentaban las investigaciones y seguimientos de maridos infieles, novios con más de una cara y demás detalles de aventuras amorosas, y en verdad no sabía porque cuando se acercaba el día de los enamorados esas peticiones prosperaban y normalmente la persona sospechosa era culpable de engañar a su esposa o novia. Pensando aun en el trabajo que le quedaba por pasar, se quito los zapatos en la entrada de la casa y camino a oscuras por toda la sala rumbo a la cocina, tomaría algo de comer y subiría a dormir junto a su ahora mas amargado que nunca compañero.


- Byakuya?. – supo de inmediato quien era la figura que estaba de pie frente a la nevera abierta. –
- Llegas tarde. – miro de reojo la hora en el reloj de pared que adornaba la cocina. –
- Tu sabia que llegaría tarde hoy. – dejo algunas carpetas sobre la mesa de la cocina. – estoy hambriento.
- Pues allí tienes la nevera… sírvete. – sentencio fríamente mientras se devolvía en sus pasos hasta quedar parado junto al pelirrojo. –
- No me haces nada de comer?. – lanzo la pregunta en tono infantil y cansado. –
- No soy tu madre. – se llevo a la boca un vaso lleno de leche. –
- Algún día llegaras a ser dulce conmigo?. – suspiro audiblemente mientras se ponía de pie rumbo a la nevera. –

Byakuya continuo inmutable tomando su vaso de leche mientras miraba como Renji se metía de lleno en la nevera, estaba agachado dándole la espalda así que el pobre pelirrojo no vio como su compañero cambiaba de actitud al observarlo detalladamente.

- Renji. – dejo de beber mientras miraba la camisa negra ajustada del pelirrojo que le hacía lucir repentinamente apetitoso. –
- Guee… - respondió con media pierna de pollo en la boca y una botella de jugo en la mano. –
- Quiero…. – se llevo una de sus manos atrás de su cuello ansioso por lo que estaba sintiendo, aun tenía el cabello mojado por la ducha que se dio. – come rápido.
- Ahora también te molesta como cómo?. – volteo a ver al Kuchiki. – qué diablos…


El pobre pelirrojo dejo caer la botella de jugo al suelo cuando miro como estaba el Kuchiki de pie tras él con la bata entreabierta, sus ojos lucían lujuriosos tras el cabello húmedo y suelto, sus labios realmente rojos solo le indicaban que había regresado la bestia hambrienta de sexo que meses atrás devoraba con locura su ser.


- SE ACABO EL CASTIGO!. – lanzo un sonoro grito de alegría mientras la pierna de pollo medio comida salía disparada de sus manos quien sabe a dónde. –
- Cállate y ven a hacer lo tuyo!. – jalo bruscamente de las ropas de Renji haciendo que sus labios se juntaran con los suyos en un salvaje y voraz beso. –

Se besaron como si nunca antes habían hecho eso, sus lenguas se entrelazaron en un ir y venir de sensaciones divinas, sus labios necesitados de cariño se abrían y cerraban con cada contacto mientras las manos de Renji empezaron a abajar por los hombros ya desnudos de Byakuya rumbo a su cintura, quería tocar un poco para saber con qué ropa debía batallar para liberar el cuerpo del moreno, pero al sentir que solo la bata de baño era lo único que le separaba de su amado le volvió más emocionado aun y con ganas de tomar aquel cuerpo de una vez.


- No traes nada abajo?. – rozo uno de los muslos del moreno con su mano. –
- Acababa de salir del baño… - susurro con descaro al oído de Renji. – conveniente no?.
- Demasiado conveniente. – sonrió como el hombre más feliz del mundo. –
- Qué tal te sientes ahora?. – mordisqueo la oreja derecha de su amante mientras su rodilla se deslizaba descaradamente por la entrepierna del mismo. – ya estas al límite.
- Si me tenías en huelga de hambre… - en un rápido movimiento hizo girar el cuerpo de Byakuya para que quedara de espaldas a él. –
- No tenia.. ganas…. – un corrientaso placentero recorrió su cuerpo al sentir como Renji metía sus manos por debajo de la bata. –
- Pues aprovechemos el momento. – beso con delicadeza la espalda expuesta del Kuchiki al tiempo que una de sus manos llegaba a su pecho por caricias. –


Estaban jugando con fuego al quedarse en la cocina para aquel deseado encuentro, ninguno de los dos recordó que alguien más vivía con ellos pero la emoción siempre hace que las personas olviden el sentido común y se dejan llevar por la lujuria. Con ambas manos Byakuya se sujeto de la mesa para apoyar todo su peso mientras sentía como las manos de Renji le impartían las tan deseadas caricias, esos dedos juguetones toqueteando sus pezones, su estomago y bajando cada vez más para tomar su excitado miembro y darle la atención necesaria.


- Te extrañaba…. – el Kuchiki repetía una y otra vez entre jadeos contenidos. –
- Lo sé. – sonrió pretencioso mientras seguía aquellas caricias con una de sus manos para que la otra se ubicara entre sus muslos rumbo a su destino. –
- Sigue!. – gimió mas fuerte al sentir como ahora no solo sentía el placer recorrer su hombría si no también los dedos de Renji acariciando su interior con habilidad. –
- Estas… estas… - no aguanto más, era evidente que su compañero era un manojo completo de placer. –


Sin preguntar si quiera dejo de jugar con sus dedos para pasar a volver suyo totalmente a un excitado Byakuya, no tuvo que maniobrar mucho al tener a su compañero de espaldas a él y con sus caderas expuestas como invitándole a seguir en aquel acto. Entre más gemidos placenteros y jadeos Renji se hizo paso en el cálido interior de su amante, aquella sensación de sentirle fue la gloria al estar varias semanas sin sexo, al fin podría soltar todo ese compendio de sensaciones aguantadas.


- Muévete!. – gruño con severidad el Kuchiki, era imperante sentirle. –
- Después… no me pidas que pare. – susurro con malignidad mientras aceleraba el paso en las caricias y empezaba un vaivén de caderas enérgico y vigoroso. –


Otra vez estaban en el límite del placer, Byakuya solo dejo que su cuerpo le mandara, sentía como el pelirrojo se adentraba mas y mas con cada embestida, era el paraíso mismo cuando sintió como llegaba al punto donde su cuerpo se volvía un manojo de emociones descontroladas y satisfactorias, solo podía gemir, jadear y dejar escapar de sus labios el nombre de Renji, era el ser que más quería a pesar de lo amargado que podía volverse a veces con el embarazo. En pocos momentos ambos estaban listos para llegar, culminar aquel acto con el placer del clímax, Byakuya se sintió desvanecer con aquella sensación en su bajo vientre, esos espasmos tan divinos que le llevaron al orgasmo pronto también atraparon el cuerpo del pelirrojo que no dejo de moverse hasta que ya su ser no aguanto más por el cansancio y la sensación de sueño que embarga después de todo ese placer.


- Al fin… - Renji suspiro agotado mientras se sentaba en una de las sillas de la cocina. –
- Te amo. – susurro con ternura al oído de Renji. – feliz día de los enamorados.
- Byakuya. – miro impresionado la sonrisa que adorno el rostro de este mientras le felicitaba por el día que apenas empezaba. – yo también te amo.

Sellaron aquellas palabras con un suave beso, a pesar de que a veces den la sensación de que se llevan como perros y gatos, ellos se aman con locura y Byakuya no puede negar que solo Renji llena sus expectativas de felicidad, por ello el siempre decir “te amo” es mas valioso que cualquier regalo del día de los enamorados.


14 de febrero, una mañana maravillosa con sol radiante y mucha alegría en el ambiente, apenas si el reloj despertador marcaba las 7 y media cuando uno de los ocupantes de la cama se empezaba a revolver despertando, todavía adormilado y con fastidio movió una de sus manos hacia el lado derecho de la cama, pronto noto como estaba vacío y dedujo que su amante no se encontraba ya en ella desde hacía rato por lo frio de las sabanas.

- Grimmjow?. – se dio media vuelta para ver hacia la puerta del baño, quizás estaba duchándose ya por la hora que era. –
- Quédate en la cama. – la voz inequívoca del peliazul resonó desde afuera de la habitación. –
- Llegare tarde a la universidad. – se sentó rápidamente obviando la voz de su compañero. –
- Arruinaras la sorpresa. – con paso seguro Grimmjow se dejo ver al fin entrando en la habitación con algo en sus manos. –


Ichigo quedo mudo al ver lo que traía el peli azul consigo, era un enorme ramo de rosas rojas, idéntico al que le regalo después de su primer encuentro en la veterinaria. Miro con notable emoción como aquel ramo era colocado sobre una de las mesas de noche dificultosamente por su tamaño.

- Feliz día de los enamorados. – con total sensualidad saco una rosa del ramo para deslizarla por el brazo de Ichigo subiendo poco a poco hasta rozar los labios del mismo. –
- No te creí tan romántico. – sonrió divertido mientras tomaba la rosa entre sus manos. –
- Sabes que no soy cursi. – saco la tarjeta que traía el ramo. – léela.
- Espero que no sea como la de la otra vez. – desvió la mirada hacia aquella pequeña tarjeta color blanco para leerla. –


Ichigo paso de sonriente a tener una cara de total confusión e incredulidad, aquella dedicatoria en verdad que le quito todo lo cursi al ramo como la vez anterior ya que decía lo siguiente “con esta tarjeta tienes pase ilimitado a mis besos, una sesión de caricias permitiendo escoger el lugar y el cómo, una noche de sexo desenfrenado y la libertad de decidir una posición cómoda para tu estado, con amor Grimmjow. “


- Hermosa la dedicatoria… - arrugo la tarjetita entre sus manos. –
- Si la botas esta noche no tendrás tu regalo. – se cruzo de brazos muy seguro de sí mismo. –
- Pues mis piernas no se abrirán por lo que reste del día!. – se puso de pie para arreglarse. –
- Entonces serás como los locales nocturnos?.
- Temo preguntar porque haces la comparación. – miro con seriedad a Grimmjow. –
- Cerrado de día y abierto de noche!.
- BAKA!. – con coraje Ichigo se encamino directo a lanzarle un derechazo a su tonto amante pero este le sujeto de la cintura en un abrazo decidido. –
- Necesitas que te diga de manera cursi que te amo?. – beso el cuello del pelos de naranja con suavidad. – te lo diré si así lo quieres.
- No es eso. – susurro algo sonrojado por aquellas palabras. –
- Sé que soy muy atrevido siempre pero es que solo el hecho de mirarte me alborota hasta la última fibra de mí ser.
- Eso fue romántico en cierto modo. – rodeo con sus brazos el cuello de Grimmjow. – con eso me conformo.
- Excelente, porque la oferta de la tarjeta caduca de aquí a la media noche.
- Grimmjow…. – resoplo con una enorme venita latiendo en su frente. –


Ichigo se sintió un tanto extraño con su peculiar regalo pero ya estaba acostumbrado a la rudeza y falta de tacto en su amante, era su manera de ser pero muy en el fondo a pesar de las bromas sobre su relación o de lo mucho que le dijera lo que le deseaba físicamente, muy en el fondo esa era la manera en que Grimmjow le decía “te amo” y así estaba bien para él.


En otra parte de la cuidad también se celebraba el día de los enamorados pero no como cualquiera lo imaginaria ya que los protagonistas no eran realmente novios y todavía no se decidían si avanzar o quedarse como meros amigos que sabían muy bien sus sentimientos pero que no terminaban de expresarlos por muchos motivos que acontecieron en sus vidas.


Luego de ver como el destino dejo a Ishimaru, Toushiro paso la pagina y trato de recobrar sus fuerzas y su personalidad, dos días después de todo eso fue dado de alta pero no quiso regresar a su casa, ese lugar le revolvía las malas experiencias vividas, con mucha vergüenza acabo en casa de Hyorinmaru, este se ofreció tímidamente a darle hospedaje hasta que Toushiro se sintiera anímicamente fuerte como para enfrentar su hogar y sus demonios, desde ese día ambos compartieron el techo pero mas no la cama, Hyorinmaru se mudo a la sala y dejo su habitación para el chico.


Ambos conocían sus sentimientos y él como expresarlos, pero con el pasado todavía atravesado el peliacua le daba mucho temor avanzar más de lo necesario, solo hacia lo que su corazón le dictaba pero con cautela y siempre dejando que Toushiro tomara la decisión de si quería o no algo.

Esa mañana en particular Hyorinmaru se esmero más de lo habitual en hacer el desayuno, se apresuro a tenerlo listo antes de que el peliblanco despertara si quiera, aun estaba de reposo y no regresaría a la universidad si no dentro de una semana, con mucho cariño preparo una bandeja con el desayuno y se encamino a la habitación dispuesto a darle un pequeño obsequio del “día del amor y la amistad”.

- Toushiro. – llamo al chico desde afuera de la habitación, no le gustaba entrar sin aviso. –

No recibió respuesta pero si noto que la puerta no estaba totalmente cerrada, con algo de curiosidad entreabrió un poco para ver dentro de la habitación, la imagen que sus ojos vieron le hicieron entrar totalmente a su antiguo cuarto, en la cama bien dormido estaba Toushiro, su cuerpo estaba a medio arropar así que de su cintura hacia arriba estaba totalmente descubierto, por razones del calor que ahora hacia no cargaba nada puesto y la tentadora imagen del torso desnudo hacia que la serenidad y recato de Hyorinmaru se viera puesta a prueba como en otras ocasiones.

- Ya no sé si es bueno tenerte tan cerca y a la vez tan lejos. – dio dos pasos vacilantes hacia la cama, quería despertar al chico para darle su desayuno. –


La bandeja que llevaba en sus manos se tambaleo con todo y su contenido cuando sin querer tropezó con algo en el suelo que no sabía que era, haciendo un intento infructuoso de equilibrista termino cayendo sobre la cama con todo y la bandeja del desayuno sobre un dormido Toushiro.

- QUE DIABLOS… - sintió como algo frio, húmedo y hasta caliente cayo precipitosamente sobre su cuerpo haciendo que despertara de golpe y asustado. –
- Lo siento!. – logro quitarse la bandeja de encima para ver el desastre que había causado. –
- Que… sucedió?. – miro a Hyorinmaru con la cabeza llena de migas de pan, mermelada y un tenedor enredado en sus cabellos. –
- Un fallido desayuno en la cama… - se quito el tenedor del cabello con dificultad. –
- Era… - miro su pecho donde estaba prácticamente estampada una rueda de pan tostado, mermelada resbalando por todo su torso y sus cabellos bañados de jugo de naranja. – pan tostado, mermelada de…

Con total inocencia llevo uno de sus dedos a su pecho y tomo un poco de la mermelada para después chuparse el dedo degustando aquel desayuno que termino sobre él.


- De fresa?. – miro con increíble serenidad al pobre peliacua que permaneció mudo gracias al espectáculo de la mermelada deslizándose por todo aquel pecho provocadoramente. –
- Será mejor que te quites todo eso del cuerpo. – susurro con nerviosismo. –
- Al menos se veía bueno el desayuno. – sonrió a medias mientras se levantaba de la cama. –
- Toushiro yo…. – se sentó en la cama pensando como decir lo que su cuerpo sentía por el chico en esos instantes. –
- Me iré a bañar. – trato de salir de la habitación pero sintió como una de sus muñecas era apresada por la mano firme y segura de Hyorinmaru. – que sucede?.
- Siento, siento que… - con mucha cautela acerco al peliblanco hacia él. – es malo que desee besarte?.
- Yo… - su corazón empezó a latir desbocado por aquel contacto y esas palabras dichas con tanta necesidad. –
- Es malo desearte. – susurro su doloroso pensamiento mientras soltaba a Toushiro, temía alejarlo o presionarlo al decir esas cosas. –
- Yo también… siento lo mismo. – no se alejo del peliacua a pesar de que este le soltó la muñeca suavemente. –
- Entonces, podría besarte?. – acerco su rostro a centímetros del de Toushiro. – no sientas que es por puro placer, solo es que te quiero tanto que no puedo dejar de pensar en lo mucho que deseo eso.
- Hazlo. – cerro los ojos algo nervioso, al fin uno de los dos daba el siguiente paso en esa extraña tensión. –

Un beso, solo un beso era el desencadenante de tantas cosas más, con cuidado de no hacer sentir mal a Toushiro, coloco su mano sobre la mejilla manchada de jugo, a pesar de lo pegajoso pudo deslizar sus dedos mientras sus labios al fin hacían contacto con los del chico. Era la sensación mas divina que había experimentado nunca, solo se comparaba al beso que le robo cuando dormía aquella noche buena. Las emociones se ligaron a la duda, las penas a la vergüenza y la verdad al deseo reprimido de ambos, era evidente que sus cuerpos gritaban por más y seguro que deseaban más al separarse de aquel pequeño beso delicado y tímido.

- No quiero obligarte a nada que tú no desees. – inclino su frente contra la de Toushiro. –
- Quiero que me demuestres tu cariño. – sus mejillas se volvieron rojas ante la revelación y el deseo de pasar a algo más. –
- No puedo hacer eso ahora, tú estas convaleciente aun. – rodeo entre sus brazos la cintura delgada del peliblanco. –
- Necesito sentir que en verdad puedo volver a querer. – susurro aquellas palabras con miedo al oído del su antiguo profesor. –
- Y yo quiero ser merecedor de poder besar tus labios y compartir no solo en cuerpo sino también en alma contigo. – sonrió al fin liberado de todo esos deseos que sentía en lo más profundo de su corazón. –
- no quiero que me deje nunca. – sin un ápice de pena se enterró entre los brazos de Hyorinmaru, le necesitaba aun para calmar sus nervios y su dolor. –
- nunca te dejare, te lo juro. – beso con ternura la cabellera húmeda del chico gracias al juego derramado. –


Aun no es tiempo de dar aquel paso trascendental de algo sentimental a algo carnal, aun Hyorinmaru no se siente seguro en ese terreno pero pronto lo estará y hará de la intimidad algo muy diferente a lo que vivió Toushiro con Ishimaru, un regalo dado sin decirlo, eso seria y este día empezaba ese regalo llamado “amor” que con tanta cautela y cariño tiene Hyorinmaru guardado para el chico que le robo el corazón.

El día trascurre y con el paso de las horas en otro sitio de Karakura se puede percibir la tensión del ambiente, lo difícil que es decidir entre su curiosidad y su sentido común de no ir a lo desconocido, Isshin estaba mirando como bobo por la ventana de su pequeña oficina, sobre el escritorio tenía todavía aquella foto incompleta y al lado de la misma reposaba un papel con la dirección y hora de la cita, estaba tentado a no ir, su corazón deseaba era estar era con Ryuken, deseaba escabullirse esa noche en su casa, aun conservaba la esperanza de darle un pequeño “regalo” por ser el día del amor y la amistad, con todo eso en mente se dejo caer sobre su silla para tomar una decisión transcendental.

- Iré a esa cita…. No puedo esperar a ver qué clase de persona puede jugar con la tranquilidad de uno.


Isshin tomo su camino pero ahora Ryuken es la última pieza en la telaraña bien elaborada que crearon Uryu y Ukitake, ambos estaban muy metidos en terminar los detalles de ese día, se encontraban presentes en el restauran que sería punto de encuentro de los padres de Uryu, con algo de creatividad y unos cuantos billetes de por medio Ukitake logro que uno de los mesoneros se uniera al encuentro, con cautela le entrego la fotografía y le giro instrucciones precisas sobre cómo y qué hacer con ella cuando él le indicara.

- Falta una hora para que lleguen. – Uryu miraba su reloj de pulsera algo nervioso. –
- Tranquilo, todo saldrá como es, tu madre no puso peros en venir a hablar conmigo.
- Ya me canse de decirte que le digas Ryuken. - Se acomodo la montura de sus lentes. –
- Si todo sale como planeamos, Ryuken debe llegar primero a la mesa.
- Yo pensé que este día lo celebraríamos de otra manera. – el de lentes suspiro audiblemente. –
- Que mejor regalo puedo darte que el de ver a tus padres reconciliados.
- Tienes razón, pero será extraño verlos juntos.


Con ese pensamiento Uryu y Ukitake se ubicaron estratégicamente en otra mesa, estaban lo suficientemente lejos de la mesa apartada para Ryuken e Isshin pero también tenían la vista libre para presenciar todo aquel reencuentro que en verdad pintaba muy angustiante. El tiempo termino de trascurrir y cuando el reloj marco las 8 en punto Ryuken hizo aparición en el lugar, su hijo sabia que el peli plata era puntual por naturaleza así que solo restaba esperar a que se sentara y esperara a la llegada de Isshin.


- Se sentó!. – Ukitake miro de reojo hacia la mesa donde su “suegra” se sentó. – debe estar impaciente porque empezó a fumar.
- Siempre lo hace cuando esta intranquilo. – deslizo un poco su rostro fuera del menú con el que se tapaba. – está llamando a alguien.
- Mi celular!. – con prisa Ukitake lo saco para no dejarlo sonar, estaba casi 100 por ciento seguro que le llamaría para preguntar porque tardaba en llegar. – me está llamando.
- No respondas.
- Si no llega tu padre perderemos todos esos meses de entregar los sobres y esta cita que planeamos tan bien. – miro como había dos llamadas de Ryuken perdidas en su celular. -
- Debe llegar, tiene que llegar. – susurro como un mantra una y otra vez, deseaba ver ese encuentro que revelaría una verdad. –


Los tensos minutos se volvieron pesados y lentos, en la mesa un inquieto Ryuken ya estaba pensando en abandonar el lugar, no tenía el tiempo ni la paciencia para que le dejaran plantado, así fuera el prometido de su hijo el que le cito, todo esa insistencia de que fuera le parecía sospechosa, estaba pensando que seguro le dirían algo relacionado con la boda o quizás hasta le contarían que sería abuelo, con aquella idea en su cabeza se centro más aun en fumar, era su único aliviadero hasta que escucho una voz conocida que le llamaba evidentemente a él entre tantas personas dentro de ese lugar.

- Ryuken!. – un Isshin notablemente apresurado por llegar a la cita noto como su antiguo ex estaba sentado en una de las mesas del restauran. –
- Lo sabia… - mascullo por lo bajo al ver llegar a Isshin. – este encuentro fue planeado.
- Esto sí que es suerte!. – sin pena alguna se sentó frente al peli plata. – pensé que no llegaría a tiempo.
- Qué demonios haces aquí?. – apago su cigarrillo en un pequeño cenicero negro que estaba en la mesa. –
- Vine a una cita pero creo que la persona con que me cite no ha llegado. – miro muy inocente hacia todos lados. –
- Una cita… - sintió lo que se podría llamar celos penetrando en su mente. –
- Si, este galán tiene una cita con alguien que me está acosando. – sonrió divertido por la cara de asombro que no falto en Ryuken cuando termino la frase. –
- Yo me retiro entonces, creo que no hare nada hoy aquí. – intento ponerse de pie pero el mesonero que ya había cuadrado con Ukitake se le atravesó sonriente. –
- Buenas noches, que desean tomar los señores?. – extendió un par de menús sobre la mesa. –
- No te vayas, acompáñame aunque sea a tomar un trago, después podrás irte a trabajar. – tomo el menú en sus manos sin abrirlo. –
- No tengo trabajo. – se volvió a sentar con desinterés. – quiero vino.
- Que sean dos copas. – Isshin intento devolver los menús al mesonero pero este se hizo el desentendido y desaparición rápidamente de la vista de ambos. –


Mientras Isshin y Ryuken conversaban, Ukitake estaba que se moría al ver que el padre de Uryu no abrió si quiera los menús, ambos hombres los obviaron campantemente sobre la mesa, por su parte Uryu solo rogaba porque ese par no terminara a las manos u odiándose a muerte después de saber la verdad, era como una tensa calma que precede a la tormenta.

- Entonces esperabas a alguien?. - Isshin pregunto en tono curioso. –
- A mi futuro yerno.
- Tu hijo se casa?. – recordó muy bien a Uryu. –
- Así es. – bebió un poco de su copa apenas el mesonero entrego las bebidas. –
- Ambos tenemos mucho en que pensar, tu hijo se casa y el mío me hará abuelo.
- Isshin.
- Dime.
- En verdad estas aquí por una cita con alguien que no conoces?. – pregunto curioso, tanta casualidad no podía ser cosa del destino. –
- Que si. – volteo una vez más para registrar con la mirada el restauran. – aunque estoy empezando a pensar que me plantaron también.
- Dos hombres solos en el día de los enamorados, que patéticos debemos vernos ante los demás. – termino rápidamente su copa de vino. –
- Acaso quieres emborracharte?. – miro como aquella copa estaba vacía en segundos. –
- No estaría mal, quizás así te aprovechas de mí esta noche.
- No me tientes. – sonrió libidinoso. – deberíamos comer algo, no almorcé hoy.
- Pide tú, no tengo apetito. – llamo con su mano al mesonero, pediría mas vino, quizás si quería en verdad quedar borracho como una cuba para que Isshin se aprovechara de él. -


Los cuerpos de Ukitake y Uryu se tensaron como resortes, el momento más esperado había llegado, el tiempo se detuvo como en cámara lenta al ver como Isshin tomaba uno de los menús y lo abría curioso para pedir algo de comer, los segundos se volvieron interminables mientras el pelinegro ojeaba asombrado dentro del menú, Ukitake le había pagado al mesonero para que dejara dentro de los menús la fotografía completa de Ryuken, aquella foto reveladora que demostraba la verdad tras tantos años, pero además dejo el escrito completo en la parte baja de la foto, las palabras que tuvo que ir armando el padre de Uryu mientras los trozos de foto llegaban a sus manos.

- Que sucede?. – Ryuken noto en seguida el rostro desencajado de Isshin mientras miraba dentro del menú. –
- Eras tú… - susurro con incredulidad para sí.- tú eras la persona de la foto.
- Que foto?. – acomodo sus lentes un tanto consternado por las palabras de su ex. –
- Ryuken. – cerro el menú con suavidad y cautela. –
- Porque te enseriaste?, los precios son muy caros para que alguien como tú los pague?. – trato de hacer una de sus bromas de mal gusto pero no logro que Isshin se inmutara ni un poco. –
- Ryuken, quien es la madre de tu hijo?. – ataba cabos a mil por hora, esa foto solo podía ser de cuando esperaba a Uryu y no de su fallecido bebe, cuando eso paso Ryuken aun no era medico y no llego su embarazo a término, en esa foto aparecía con un vientre prominente de más de 8 meses. –
- Porque preguntas eso?. – aquel cambio en la conversación no le agrado en absoluto. -
- Jamás supe que te casaras o que estuvieses con alguna mujer.
- No quiero hablar de mi pasado. – sentencio secamente. –
- Pues creo que alguien más me está hablando de él. – abrió el menú frente a Ryuken, aquella foto quedo expuesta con todo su pesar. –


Aquella foto, esa desgraciada foto estaba frente a él nuevamente, como era posible que su secreto estuviese expuesto a la vista de la persona menos indicada, con coraje tomo la foto y la rompió en varios pedazos, su rabia era inmensa para cuando pensó que su hijo y su prometido estaban tras todo esto, la llamada para encontrarse, la llegada “casual” de Isshin al mismo lugar y después esto de la foto puesta adrede en el menú que sabían agarraría alguno de los dos en medio de la reunión.

- Porque no me dijiste que saliste en estado otra vez?. – aquella pregunta era una de las tantas que tenia Isshin por hacer. –
- No quiero hablar del pasado!. – trato de levantarse de la silla pero su ex le jalo de la muñeca nuevamente hacia su puesto. –
- Si alguien me mostro esto es porque yo debo estar ligado a esa foto de alguna extraña manera!.
- Tú no tienes nada que ver con eso!. – afilo su mirada contra un confundido Isshin. –
- Ryuken me estas mintiendo. –siseo con molestia, sabía que algo había detrás de esa foto. –
- Porque me interrogas sobre algo tan personal!, te deje el camino libre para que te casaras e hicieras tu vida con alguien que no era yo!, acaso no puedes dejar las cosas así y olvidar que viste esa foto.
- Yo te amaba y aun te amo… - bajo la mirada con tristeza, sabía que Ryuken había sacrificado todo en esa relación por su bien. –
- Eso es para adolecentes, ya somos un par de viejos que vivieron su vida a su modo así que mi pasado después de ti no debe importarte.
- Quien te hizo tanto daño como para que no quieras hablar de ello?. – trato de sacarle la verdad con suavidad, el dolor era evidente en las palabras del peli plata. –
- Nadie, y decidí que tendría a ese bebe y listo. – soltó de golpe con coraje. –
- O sea que Uryu nació de una relación que acabo mal?. – se sintió un tanto celoso al saber que alguien mas había puesto sus manos sobre Ryuken. –
- Porque eres tan sentimental!, me da tanta rabia ver que hasta tratas de consolarme por algo que.. que… que debería ser yo quien se sintiera así y no tu!.
- No comprendo.


La sangre hervía dentro de Ryuken, Isshin siempre fue un paternalista, protector y lleno de sentimientos hacia él y todo el que le aprecie, por ello sentía más coraje que nunca, no pensó que Isshin se tomara la foto como un hecho alejado de el, era incomprensible verle preocupado por el pasado de Ryuken como si fuera a lograr resolverlo en un segundo con solo decirle que le apoyaba!. Sentía unas enorme ganas de golpearlo, gritarle que él era el padre de ese bebe, que no hubo ni habrá más nadie en su vida que no fuera él.

- Isshin, será mejor que me sueltes. – jalo su mano aun sujeta por el moreno. –
- Quiero saber que te paso?. – trato de ver nuevamente la foto rota en pedazos. – eres tan egoísta que no me dejaste saber de ti por mucho tiempo.
- Cállate. – siseo con molestia, estaba aguantando con dificultad aquel interrogatorio. –
- Todavía tengo una duda sobre esa foto. – soltó la mano de Ryuken con suavidad. –
- Te quedaras con ella porque yo me voy.


Tan pronto logro ponerse de pie Isshin le siguió abrazándolo con fuerza por la cintura, no sabía porque Ryuken quería huir de esa conversación pero muy en el fondo sentía que esa foto le estaba diciendo más de lo que imaginaba, debía estar ligada a él, mientras forcejeaba recordó parte de las frases escritas en los trozos de fotos, hablaba de una verdad, una dolorosa verdad que le demostraba la foto, en ese instante la mente de Isshin llego a una conclusión dolorosa pero posible.

- Ese… ese bebe era mío?. – las palabras salieron de su boca con notable dolor. –
- Isshin. – dejo de forcejear en brazos de su ex, ya era tarde para escapar de la verdad. –
- Es verdad. – bajo la mirada para encontrarse con los dolidos ojos azul profundo de Ryuken. – porque me engañaste por tanto tiempo?.
- No quería arruinar tu familia feliz. – susurro débilmente. –
- Ocurrió la última vez que nos vimos antes de que me casara?.
- Que inteligente eres. – desvió la mirada de Isshin. –
- Entonces Uryu es mi hijo… - una leve sonrisa se apodero del rostro del moreno. –
- ”diame si quieres pero no estoy dispuesto a disculparme por lo que hice, tuve mis razones para no meterme en tu vida y las sigo teniendo.
- No te odio.
- Pero… - en verdad quedo sorprendido por la revelación. –
- No puedo odiarte por tratar de no interrumpir mi vida, pero lo que no te voy a perdonar fácilmente es todos esos años que le arrebataste a ese chico, no conoció a su padre y de seguro tampoco tú estabas dispuesto a decírselo nunca.
- Yo lo averigüe por mis propios medios. – la voz de Uryu se hizo presente en ese lugar. –

Ante todo un nutrido público que presencio, escucho y vio lo sucedido en el restauran apareció Uryu, ya sentía que era el momento perfecto para revelarse ante sus padres y explicar la autoría de toda esa estrategia que armo junto a Ukitake para reencontrarlos y hacerles ver la verdad.

- Sabía que estabas atrás de todo esto!. –
Ryuken le miro con mucha molestia, su hijo se había pasado de la ralla para su gusto. –
- Si dejaba en tus manos todo jamás hubiese sabido de mi pasado. – camino con paso seguro hasta quedar delante de sus padres. – Soy tu hijo. – miro seriamente a Isshin. –
- …………. – el pobre hombre estaba mudo por la llegada de Uryu, lo vio de pies a cabezas allí parado con un porte seguro y decidido, demasiado parecido a Ryuken pero a la vez sus ojos eran menos fríos que los de él, aquel chico tenía agallas y valor para lograr su objetivo. – HIJO MIO!

De un repentino salto Isshin logro atraparlo entre sus brazos para besarlo, apapacharlo y restregarle la cabeza como si se tratase de un perrito perdido y vuelto a encontrar, el pobre de Uryu estaba todo rojo por la reacción de su padre, jamás pensó que sería tan “efusivo” con el primer encuentro.

- Acostúmbrate…. – Ryuken suspiro resignado al ver como su pobre criatura era casi estrangulada en brazos de su padre. –
- Isshin... Isshin…. Ya se… podría soltarme!. – trato de zafarse de aquel abrazo de papa oso, marca Kurosaki. –
- PERO ES QUE DEBO DARTE TODO EL CARI—O QUE NO TE DI EN….
- Tengo 20 años.
- ESO ES!!, 20 A—OS SIN SENTIR EL VERDADERO AMOR DE UN PADRE!. – estrujo un poco más a Uryu contra su velludo pecho.-
- Y que crees que hacía yo en todo ese tiempo, estar pintado en la pared!. – Ryuken se sintió ofendido por las palabras de Isshin. –
- Bah…. De seguro eras mas frio que un tempano de hiel con nuestro retoño!. – otra tanda de besitos para el pobre Uryu que estaba empezando a verle el lado malo a descubrir que tenia padre. –
- LE DI TAMA—O YO SOLO!. – gruño mas ofendido aun Ryuken. –
- PUES YO LE DARE MUCHO AMOR!. – otro abrazo tipo lucha libre hace que le suenen los huesos al chico. –
- Suegros… - Ukitake se mete en aquella discusión, debía salvar a su prometido de las garras “amorosas” de su padre. –
- Y TU ERES MI YERNO!. – soltó de golpe a Uryu para ahora disponerse a abrazar a un asustado Ukitake que no veía como huir de ese destino amoroso. –
- DEJA LAS CURSILERIAS!. – Ryuken logra atravesarse entre Isshin y Ukitake para darle un buen puñetazo a su ex. – contrólate!.
- PORQUE ME PEGAS?. – sobo su quijada con suavidad. –
- Porque estás dando un espectáculo!. – hizo que Isshin volteara a ver hacia su alrededor. –

Todos los presentes de las mesas estaban atónitos mirando aquella extraña familia y su re encuentro, un incomodo silencio se formo hasta que una pareja de la mesa más cerca a la de ellos se puso de pie y empezó a aplaudirles con felicidad, pronto aquel aplauso se hizo contagioso y todo el restauran estaba ovacionando de pie al grupo de incómodos hombres.


Continuara……….

Jejejeje!! A Isshin de verdad que le sobra amor para repartir, querrá mucho a Uryu y a su nuevo yerno, pero quizás ahora deban ponerse más serios ya que su retoño se casara y deberán presentar a las familias para que toda la verdad al fin se conozca, como reaccionara Ichigo y sus hermanas?, Ukitake estará feliz de tener una suegra seria y un suegro ultra cariñoso?. Mejor dejo las dudas para responderlas en el siguiente capítulo y espero les agradara este, me quedo muy chistoso a mi parecer XD, y no se me preocupen que pronto habrá lemon!! Lemon de nuestros lindos y tiernos Hyorinmaru y Toushiro!!.

Próximo Capitulo:

Tu cuerpo es mi templo.
Notas finales: graciassss por leer y llegamos a mas de 300 reviews hooooooo no me lo puedo creer y 40 capis XD.... todavia me asombra lo largo que se me puso esto pero aun sigo!! faltan cosas importantes por pasar jejejejeje.

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