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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: dolores de verdad?, porque siento que no soy util para ti... y en verdad que toda la felicidad puede irse por el caño?.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

Todo queda en Familia.
Capitulo 43


Ya viene?



Un mes, exactamente faltaba un mes para ver a su hija nacer, tantas cosas habían sucedido en todos esos 8 meses, desde la llegada inesperada de Renji a la familia, su vida en pareja, los altibajos emocionales, los malestares del embarazo, la aterradora obsesión de su hermana por decorar todo lo de la bebe con conejos y pare de contar con cada bache superado en ese camino a la “maternidad”, sentía que esa palabra no iba con él, pero que mas podía hacer si hasta su doctora se lo recalcaba cada consulta y en esta última fue como obligatorio el decir que pronto seria el responsable de una vida más de lo que ya era, que nuevos retos se presentarían y nuevas maneras de ver el mundo abrirían sus ojos, pero lo que nunca le dijo es que tan difícil seria estar seguro de cuando su hija estaría lista para nacer, aquello era una suerte de ruleta rusa y con todo en su contra, sabía que los dolores eran signo inequívoco de parto, también la ruptura de las membranas y hasta el romper fuente pero para alguien sin un ápice de gusto por saber de esos “detalles”, era lógico que cayera en errores.


- Que no voy a tomarme un permiso materno!. – aquella discusión tenía muy molesto a Byakuya. –
- Pero… la doctora te mando reposo por este mes. – trato de convencerle de que se quedara en casa hasta que la bebe naciera. –
- Que no me siento mal y no he faltado ni una sola vez por mi estado y no lo hare ahora que falta tan poco para salir de esto!. – sobo su espalda muy indignado, no quería tomar un reposo que era hecho para mujeres. –
- Byakuya ya deja de ser terco!. – sujeto entre sus brazos al moreno. – es por tu salud y la de la bebe, si están en casa relajados todo estará mejor el día que nazca.
- Muy relajado que estaré con tu hija encajada, pateándome todas las noches y mandándome al baño cada 10 minutos!. – se separo del abrazo muy molesto. – ya quiero que acabe esto y nada más.
- Bueno… entonces trabaja solo medio día. – a Renji se le prendió el bombillo con mucha emoción. –
- Lo pensare!. – salió de la habitación rumbo a la universidad como todas las mañanas. –
- Acaso pensara dar a luz mientras trabaja!. – gruño enfadado por la terquedad de su amante. –


No hubo fuerza humana que separara a Byakuya de su labor de rector, era su escape, su modo de evitar que el embarazo acaparara cada acontecimiento de su vida diaria pero siempre hay una primera vez para todo. Después de manejar hasta la universidad se bajo del auto con uno de sus ya acostumbrados dolores de espalda, eran incómodos pero se iban después de un buen masaje y algo de calor puesto en el lugar, con paso seguro se encamino a su oficina y noto de inmediato a su secretaria de pie junto a la puerta extendiendo en sus manos un pequeño envase de pomada y una almohada.


- Buenos días jefe, como amaneció hoy?. – sonrió complacida por como Byakuya tomaba las dos cosas de las manos de ella. –
- Bien. – se detuvo un momento para decir algo. – no me pases llamadas hoy y cánsela cualquier reunión que tenga, no estoy de ánimo para discutir con nadie.
- También cánselo la junta anual para discutir sobre el presupuesto de las graduaciones?.
- Las graduaciones… - saco cuenta mentalmente. – serán a mediados de junio.
- Como todos los años jefe.
- Al menos ya habré salido de este lio. – acaricio su gran vientre mientras se dirigía a su oficina. – esa reunión no la cánseles.
- Como diga. – anoto algo en su agenda del día. – va a descansar un poco?.
- Eso intentare.

En el último mes se le había vuelto rutina dormir un poco después de llegar a la oficina, en esos momentos agradecía el tener una secretaria tan eficiente para evitarle líos, Matsumoto era una maestra en el arte de dar excusas a cualquiera que quisiera hablar con Byakuya en la mañana, era tan amable que le tenía siempre lista su pequeña almohada para la espalda y su crema para los dolores, si en la casa Renji lo cuidaba, en la oficina estaba Matsumoto para consentirlo también. Rápidamente cayó en brazos de Morfeo después de acomodarse en su silla y cruzas las piernas por encima del escritorio, una pose nada elegante para el pero que le había sido efectiva para conciliar el sueño y evitar los calambres de su estado.
Las horas se le fueron muy rápido, se sentía tan bien allí recostado hasta que aquel dolor de espaldas se volvió mucho mas incomodo de lo habitual, tan incomodo que el dolor le despertó rápidamente poniéndolo en sobresalto.

- Desgraciado dolor… - acaricio sus caderas como buscando alivio a la incomodidad. –
- Jefe?.- la voz de su secretaria le interrumpió aquellas quejas. – puedo pasar?.
- Entra. – bajo los pies del escritorio lo más rápido que pudo. –
- Se siente mal?. – miro la cara algo descompuesta de Byakuya apenas entro a la oficina. –
- Creo que cancelare la reunión del presupuesto también. – con algo de dificultad se puso de pie para caminar. –
- Jefe…. Creo que voy a llamar a Renji. – miro a su superior caminando muy incomodo por toda la oficina. –
- Para que quieres llamarlo?. – sintió como aquel dolor aumentaba un poco más y se expandía hacia su vientre. –
- Porque usted tiene cara de que esta en labor. – sonrió tímidamente ante sus palabras. –
- Tu… crees?. – se quedo parado como una estatua ante la idea de que su hija se adelantara un mes. – llama a Renji.
- Como diga!. – salió rápidamente de la oficina para llamar. –

Byakuya se quedo pensativo mientras sentía como el dolor iba y venía con cierta precisión, era incomodo pero no intolerable, estaba hasta feliz de que aquel momento llegara y pronto se viera librado de aquel peso y todos esos detalles desagradables del estar en estado, pero si Byakuya estaba tranquilo… el padre de la criatura no era lo mismo, Renji apenas se entero salió disparado de la casa rumbo a la universidad, llego siendo un manojo de nervios en potencia y acarreando una enorme maleta que no quería cooperar con él en subir las escaleras del rectorado. Tan molesto se puso que dejo la mencionada maleta a mitad de camino y paso a correr como demonio rumbo a la oficina de Byakuya.


- BYAKUYAAAA!! – llego pegando gritos y bañado en sudor de pies a cabeza. –
- Haz silencio!. – camino hacia donde estaba su amante jadeando por el agotamiento. –
- Ya.. ya…. Viene?.. – pregunto entrecortado. –
- Es obvio que si te llame es porque si. – paso tranquilamente a tomar algunos papeles personales y se despidió de su secretaria como si nada. – vamos a la clínica.
- Porque no gritas de dolor!. – pregunto muy confundido al ver que el Kuchiki salió de la oficina como si nada. –
- Porque no voy a hacer un espectáculo como el tuyo…. – miro la maleta abandonada en las escaleras del rectorado. –
- DIOS MIO HASTA PARA TENER A LA NI—A ERES CAPRICHOSO! – se quería jalar de los cabellos, Byakuya nunca actuaba nervioso y esto era el colmo de lo terco en no dejar que su dolor aflorara a viva piel. –
- Sube al carro y deja de quejarte que en verdad me duele!. – tomo las llaves del auto dispuesto a manejar hasta la clínica Ishida. –
- Estás loco!!. – le arrebato las llaves de un solo jalón. – como vas a conducir en tu estado.
- No tengo dolor en los pies…. – respondió tajantemente y pasando a sentarse en asiento del copiloto. –
- Creo que me sentiría más útil si gritaras de dolor aunque sea un poquito mientras vamos a la clínica. – mascullo entristecido por ver como Byakuya era una muralla a la seriedad. –
- Cuando deba gritar te aseguro que lo hare. – miro con malicia hacia Renji. –


El trayecto a la clínica fue un poco largo por la hora, era pleno medio día y muchos salían de sus oficinas a comer, las calles estaban bastante abarrotadas y el calor de la época agobiaba a más de uno en la calle, por su parte Byakuya estaba muy callado en su asiento con los ojos cerrados y sus manos puestas sobre su vientre, aquel dolor no se iba y por cómo estaba pasándola ahora si se sentía un poco incomodo.


- Te duele más?. – miro el ceño fruncido del moreno –
- Solo conduce. – susurro molesto. –
- Ahora si te creo más… - sonrió complacido, no por ver que Byakuya le doliera si no por saber que en verdad era una persona que sentía y que en algún momento necesitaría de su apoyo cuando la bebe naciera. –


Después de salir del tráfico de medio día, llegaron a la clínica con rumbo al piso de maternidad, todo el lugar estaba muy tranquilo y seguiría así si no fuera porque Renji llego pidiendo una silla de ruedas para Byakuya aunque el dijera que podía caminar perfectamente bien a pesar del dolor. Después de tramitar el ingreso y llamar a la doctora Unohana, ambos esperaron un tanto nerviosos en una de las habitaciones, estaba todo realmente callado y Renji solo se dedicaba a mirar como Byakuya seguía en su empeño de caminar de un lado a otro de la habitación como nervioso.


- Tenemos bebe en camino señor Byakuya?. – la doctora apareció por la puerta trajeada toda de verde y algo cansada. – acabo hacer una cesárea de emergencia… pero dejen que me cambie y vemos como va ese trabajo de parto. – salió de la habitación por unos momentos. –
- Esta mujer vive muy ocupada… tenemos suerte de que nos atienda. – sonrió Renji para sí, sin notar como Byakuya se había casi que petrificado mirando la cama de aquella habitación. – que sucede?.
- No quiero quedarme aquí…. – susurro muy incomodo por lo que vio. –
- Ya estoy con ustedes, que día el que he pasado y espero que no me lo complique más señor Byakuya. – cerró la puerta de la habitación tras entra. – siéntense.

Byakuya no se movió ni un centímetro de su lugar mientras su compañero se sentó muy cómodo sobre aquella cama que lo tenía tan perturbado.


- Entonces cree que esta en trabajo de parto porque tiene contracciones cada cierto tiempo?. – anoto algunas cosas en una carpeta que trajo con ella. –
- Así dice él. – Renji miro a Byakuya que seguía muy serio y callado. –
- Bueno, ya conoce la rutina, toda la ropa fuera y veamos que tanto hay de cierto en que ese bebe ya viene. – sonrió como solo ella podía hacerlo, conocía las fobias de ese hombre hacia las revisiones y tendría que pasar la prueba de fuego con él para saber si estaba listo o no para ingresar a la clínica. –

Renji espero afuera pacientemente mientras Byakuya se cambiaba y la doctora hacia los últimos exámenes para ingresarlo, todo aquel piso era un silencio total hasta que escucho como de la habitación un grito muy conocido le hizo salta de una frente a la puerta, tras ella estaba Byakuya muy enfadado y avergonzado con la doctora por lo que a su parecer era lo más humillante, doloroso e incomodo que le hayan hecho en su vida.


- En verdad que no puedo hacer nada si no colabora!.
- me vuelve a poner una mano encima y me largo!. – trato de bajar de la cama donde estaba acostado. –
- hágalo, usted será el único que se expondrá al peligro. – se encogió de hombros muy enfadada por no poder hacer su trabajo. –
- quiero irme de aquí… - siseo con molestia. –
- después de que le revise se podrá ir a su casa si no está en labor y si lo está, se irá derechito a la habitación que le toque. – coloco sus manos sobre las rodillas del moreno. -Dejara que haga mi parte del trabajo?.
- No le basta con saber que me duele!. – hizo presión con sus rodillas para no dejar que la doctora tocara nada de su humanidad. –
- Estoy cansada, llevo 24 horas despierta y me queda aun las consultas… así que no querrá conocerme molesta señor Byakuya. - por primera vez en su vida no sonreía para decir algo. – abra las piernas…
- Mejor dejamos esto hasta aquí. – trato de sentarse pero con su vientre tan grande y los pies sobre los estribos no pudo. – no voy a permitir que me ponga un dedo encima!... fue doloroso!.
- Porque no se relajo!, Maldición quédese quieto y déjeme hacer mi trabajo!. – jalo bruscamente las rodillas del moreno causando que este se quedara mudo ante lo que hizo la “calmada” Unohana. -
- No… voy a dej… - sintió como una de esas manos enguantada se deslizaba entre sus muslos rápidamente. –
- Imagine que pronto estará con su bebe y que yo seré algo del pasado. – sonrió segura al lograr revisarlo entre tanta discusión- y se irá derecho a su casa.
- ………. – se sintió el ser más estúpido del mundo al dejarse llevar por las palabras de esa mujer, era humillante que le haya puesto un dedo encima sin el poder evitarlo. –
- No hay dilatación ni rotura de membranas, así que esos dolores son debidos a lo que llamamos un falso trabajo de parto.
- Puedo bajar las piernas de aquí?. – señalo los odiados estribos de la camilla. –
- Como guste. – anoto algunas cosas en su carpeta después de quitarse los guantes plásticos. – le recetare un relajante muscular y nos veremos la semana que viene, a veces esas contracciones solo indican que pronto empezara el verdadero trabajo de parto.

Pasaron unos minutos cuando ya Byakuya estaba fuera de la habitación con la cara más molesta que jamás había tenido en su vida, se sentía realmente humillado por lo que paso allí dentro y no deseaba que mas nunca una mujer colocara sus manos donde nada mas Renji había estado, por su parte el pelirrojo le miro algo impresionado por como venia su amante.


- Que paso?. – pregunto un tanto asustado cuando vio como Byakuya azoto la puerta de la habitación y después casi destruye el botón del ascensor apretándolo con toda la rabia del mundo. -
- Nos vamos… - solo miro fríamente hacia los números que indicaban por donde iba el ascensor. –
- Pero y la bebe?, los dolores y todo lo demás?.
- Fue falsa alarma. – miro como las puertas del ascensor se abrían delante de ellos. –
- Como puede ser falsa alarma?. – paso seguido de Byakuya dentro del ascensor. –
- ………… - no tenía ganas de responder más nada pero Renji seguía curioso por obvias razones. –
- Dime que paso allí dentro?, te escuche gritar…
- QUE NO PUEDES CALLARTE Y SOLO LLEVARME A LA CASA!, ESTOY ARTO DE ESTE LUGAR Y NO VOLVERE MAS NUNCA PARA QUE UNA DEGENERADA ME PONGA LOS DEDOS EN &&%&%$!! .


Para cuando termino de desahogar toda su frustración estaban en planta baja frente a un nutrido grupo de personas, médicos y pacientes que esperaban el ascensor, Byakuya solo pudo salir solemnemente de aquel pequeño espacio tratando de no ver los rostros de todos esos desconocidos que le escucharon gritando como loco, después de ese horrendo día vivido se juro a si mismo que no dejaría que esa loca obstetra atendiera su parto por nada del mundo.


Mientras Byakuya lucha por recobrar su dignidad, en otra parte de la cuidad había mucha alegría por un pronto acontecimiento, Uryu estaba en su habitación cosiendo y cortando a diestra y siniestra mucha tela, era su nueva obsesión para que aquellos trajes estuviesen listos en la fecha estimada, hacía dos semanas atrás que habían conseguido un pequeño salón de fiestas, habían entregado todo los recaudos y papeles que pedían para la boda por civil y estaban terminando de ajustar los detalles de los invitados, la comida, la bebida y demás cosas que acarrean el hacer una boda. Todo aquello tenía algo agotado a Uryu pero también Ukitake estaba notando que sus energías recuperadas después de la operación estaban mermando un poco, eso le preocupo pero se lo atribuyo al estrés al que estaban sometidos desde hacía dos meses.


- No te muevas!. – Uryu tenía unos cuantos alfileres sujetos con sus labios mientras tomaba medias a los pantalones de Ukitake. –
- Pero es incomodo estar quieto y esos alfileres me dan mala espina.. – miro el brillo malicioso que despedían las puntas de dichos elementos de costura. –
- No te voy a lastimas. – se saco los alfileres de la boca para colocarlos sobre un pequeño alfiletero que llevaba en su muñeca derecha. – ya termine de hacer los ajustes.
- Qué bueno, ya quería sentar…. – un enorme bostezo se le escapo de los labios al peliblanco. –
- Tienes sueño?. – miro intrigado aquel raro signo de cansancio en su prometido. –
- Algo, pero es que anoche trabaje hasta tarde con unas fotos. – mintió para calmar la curiosidad de Uryu. – qué tal si me traes algo de tomar?.
- Un café?. – sonrió a medias mientras salía de la habitación. –
- No… es asqueroso tomar café a medio día. – aquella bebida le parecía repugnante. –
- Mejor te dejo ir a tu casa, si no has dormido bien debes hacerlo pronto. – se devolvió en sus pasos hasta abrazarse al cuello de Jyuushirou. -
- No es para tanto, solo tengo algo de sueño no más. – sonrió calmadamente. – no tienes que pensar en más cosas que en la boda.
- Estas seguro?. – analizo con la mirada el rostro cansado de Ukitake. –
- Me molestare si sigues con eso, mejor termina la ropa o iremos a la boda desnudos.
- Ukitake… - sujeto más las manos de su prometido entre las suyas. –
- Dime.
- Te amo. – Uryu beso sus labios con ternura, le gustaba expresar su cariño solo a él y nadie más que a él. –
- Yo también. – se separo de aquel beso muy contento. –


Entre aquellas conversaciones y muestras de cariño Uryu se olvido por completo del tema del cansancio en Ukitake, pero este luchaba con el agotamiento desde hacia unas semanas, se sentía somnoliento y cansado, a veces con dolor de cabeza y algo de acidez en el estomago, aquellos síntomas parecían una cruel jugarreta del estrés pero quizás solo quería ocultarse a sí mismo el miedo a algo más serio, a recordar el pasado de su enfermedad plasmado en síntomas parecidos.


- Los testigos serán tu amigo Shunsui y su novia Nanao?. – anoto algo en una enorme libreta que preparo para organizar todo lo relacionado a la boda en ella. –
- Si, están muy contentos de serlo. – miro como el de lentes era tan metódico y organizado para todo – serás una gran mama.
- No estamos hablando de eso ahora… - se sonrojo en sobre medida por esas palabras. –
- Pero es que desde que conocimos a tu medio hermano y su novio me dieron más ganas de que seamos padres.
- Falta tan poco para la boda que no vamos a cometer una locura. – sentencio fríamente mientras acomodaba sus lentes. – solo dos meses y estaremos legalmente casados y viviendo juntos.
- Ni que te ruegue un poquito?. – se arrimo hacia Uryu seductoramente. – vamos a cometer una locura.
- Quédate quieto. – se arrimo de Ukitake. –
- Pero no me dejes así…
- Pues si así quisieras hacerlo hoy no pasara nada. – sentencio seriamente. –
- Diablos.
- Y hablando de eso, deberíamos de abstenernos de estar juntos hasta después de la boda, para hacerlo más interesante.
- Eso suena cruel no interesante.
- Es que imagina todos esos dos meses sin si quiera tocarnos. – Ishida bajo la mirada un tanto apenado por lo que decía. –
- Lo voy a pensar seriamente. – repentinamente sintió como aquella acidez que le molestaba de vez en vez durante el día se hizo tan fuerte que tuvo que ir al baño en rápida carrera dejando a Uryu muy preocupado. –


Ukitake se encerró en el baño para calmar esa sensación de ardor en la boca del estomago, era tan desagradable que sentía que vomitaría para aliviarla y así hizo, algunas ancadas le anunciaron que devolvía precitadamente algo de acido estomacal ligado a algo rojizo.

- Sangre… - se limpio la boca con la mano muy preocupado al ver lo que había devuelto en su malestar. –
- Jyuushirou estas bien?. – Uryu hablo muy nervioso desde afuera del baño. –
- Estoy bien… - miro una última vez el liquido rojo en su mano. – ya salgo.
- Voy por algo de agua, tosiste muy feo. – se alejo de la puerta en busca de lo que ofreció. –
- No quiero que se repita otra vez, no otra vez cuando soy el ser más feliz del mundo.


Se dejo caer muy deprimido sobre el suelo del baño, aquel altercado no era bueno, pero no le diría nada a Uryu, se callaría lo suficiente para dejar que la felicidad no se opacara con malos presagios, quizás esos malestares solo eran simple estrés, quería, deseaba que fueran eso pero la realidad a veces supera los deseos y los sueños de las personas, y cuando piensas que todo está planeado algo en tu vida da un giro de 360 grados haciendo que las cosas sean muy diferentes a lo que se planeo con tanta dedicación y cariño.



Continuara…
HUUAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! PORQUE UKITAKE!! PORQUE TIENE QUE PASARTE ESO!!, HUUAAAAAAAA!! CUANDO MAS FELIZ ERAS JUNTO A URYU!! PORQUE SOY ASI DE MAL INTENSIONADA ESCRITORA!!, err….. Calmaos todos, que se que es algo muy difícil de asimilar ya que juraban que con la operación serian felices como lombrices y que la enfermedad de Ukitake quedaría eliminada por completo pero... Quizás pero…. Mejor lo dejo a su criterio y no me meto en aguas más profundas de las que no pueda nadar por ahora, mejor me rio un poco y paso a asegurar que en el siguiente capítulo nace la baby de Byakuya y Renji XD, pobre bya - kun… su dignidad fue pisoteada por las manos de una mujer jejejejeje!! Pero verán que locura se volverá ese parto y como Unohana logra lo que quiere contra viento y marea.


Próximo Capitulo:
Yo solo.
Notas finales: GRACIASSSSS Y ESPEREN HASTA EL LUNES PARA TENER CAPI NUEVO AMIGAS!! GRACIAS..

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