Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 45
Todo para dos.
Que noche de perros había pasado, sus hijos no estaban muy contentos por el poco espacio que tenían dentro de el, ya con 7 meses era de esperarse que aquel delgado cuerpo no diera cabida a mas, se sentía muy mal físicamente, desde hinchazón en los tobillos, dolor de espalda, le costaba respirar un poco por la presión de los gemelos en su diafragma, tantos detalles médicos que conocía y sin embargo no había solución científica para todos ellos, solo podía resistir, aguantar dos meses mas y saldría de aquel doble problema que representaba su embarazo. Sus ojos se sentían pesados, pasaban de las 8 de la mañana cuando al fin pudo conciliar el sueño deseado pero tan pronto como llego se le esfumo al oír como tocaban la puerta de su habitación con insistencia.
- Quiero dormir!!. – grito frustrado y llevándose la almohada a la cara. –
- Ichigo?. – Isshin se asomo poco a poco dentro de su antigua habitación, en la cama solo vio a su pobre hijo quejándose en voz baja bajo su almohada. – tienes una llamada de Rukia.
- Ya debió notar que no fui a la universidad hoy… - suspiro audiblemente y se quito la almohada de la cara. – dame el teléfono.
- No dormiste bien anoche?. – miro las evidentes ojeras que adornaban el rostro de su muchacho. –
- Tus nietos me tienen loco… - tomo el teléfono en sus manos. –
- Intenta dormir un poco mas... – salió de la habitación rápidamente. –
- Eso intentaba… - gruño entre dientes y paso a hablar por el teléfono. – ME DESPERTASTE!!.
- ICHIGOOOOO!!, BUENOS DIAS!! HOY ES EL DIA MAS BELLO DEL MUNDO!!.
- Como se nota que tu si dormiste anoche. – susurro algo celoso. –
- PARA NADA!... PASE TODA LA NOCHE AYUDANDO A MI NII – SAMA CON LA BEBE!!.... NACIO AYER!!.
- En serio?. – se sentó como pudo en la cama, aquella noticia era muy interesante. – y todo bien?.
- Si!!, te llamaba para invitarte a la casa, quiero que conozcas a mi sobrina, es muy linda y chiquita y llorona y come mucho y… - parloteaba como un loro sin detenerse a respirar. –
- Ya…. Se nota que estas muy feliz. – sonrió a medias. – felicitaciones a tu hermano y a su novio.
- No te los paso porque están durmiendo, la bebe no nos dejo pegar un ojo anoche.
- Y como es que te escuchas tan despierta?.
- Me tome como seis tazas de café y después no podía dormir así que salí a caminar como a las 6 de la mañana, me compre 3 latas de esas bebidas energizantes pero creo que no me hizo muy bien porque ahora no puedo parar de moverme y de hablar!.
- Rukia…
- No imaginas lo que hice con mi hermano! Le ayude a tener a la bebe!!, te tengo que contar todo…
- Rukia. - repitió un tanto asustado por escuchar como la morena no se detenía en su charla. –
- Y fue increíble!, si quieres también te ayudo a ti!!.
- No gracias, pero sería mejor que te fueras a beber mucha agua... podría darte algo si no te calmas.
- Pero si estoy bien!. – grito muy contenta. – diablos debo colgar, creo que desperté a la bebe con mis gritos!. – tranco de golpe la llamada. –
- Rukia?..... – se quedo mudo al teléfono. –
Ichigo colgó el teléfono muy impresionado por su amiga y la noticia, ya su hermano había pasado aquel difícil camino que todavía el transitaba con molestia, era evidente que estaba muy contento por su amiga Rukia y que entre tantas cosas que dijo logro entender que todo había salido bien con su sobrina. Pero y el, como le iría a él en ese trayecto con dos bebes a cuestas?, aun agotado se acomodo de lado en la cama, sujetando sus almohadas y tratando de volver a conciliar el sueño pero el pensamiento de tener dos niños a los cuales traer al mundo no le dejaron dormir lo necesario, se quedo meditativo por un buen rato hasta que sin previo aviso se levanto de la cama con mucha dificultad para dirigirse con paso seguro a su destino.
- A dónde vas?. – Karin logro ver a su hermano vestido y listo para salir de la casa. –
- Voy a salir un momento. – miro serio a su hermana. –
- El viejo dijo que te quedaste en cama porque no descansaste anoche?.
- Ya me siento mejor. – sonrió algo apenado. –
- Seguro?.
- Estoy bien, regresare en la tarde. – se coloco sus zapatos en la entrada de la casa. –
- Vas a salir solo?. – camino hasta donde estaba su hermano. –
- Que tiene de malo que salga solo?.
- Te ves agotado… - detallo el rostro de Ichigo con seriedad. –
- Ya se me pasara. – abrió la puerta de la casa. – no le digas al viejo que salí.
- Ichi – nii.
- Dime?.
- Cuídate mucho y a los bebes.
- No lo dudes.
Ichigo se decidió por ir a un sitio en especial, su hermana tenía razón al decir que se veía agotado y lo estaba, pero la idea de tener a sus dos hijos dentro de poco le hizo salir de la casa en busca de paz a sus nervios. Las tarde empezaba a caer en la clínica veterinaria, Grimmjow había tenido bastante trabajo junto a su prima que era una verdadera molestia cuando se lo proponía, además de que estaba muy estresado con cuatro gatos que andaban por todo su consultorio como les daba la gana, eran aun pequeños pero como mordían todo, se orinaban y ensuciaban. Ya estaba cansado de aquellos animales que Nell se negaba a dar en adopción porque se encariño de ellos perdidamente.
- DEMONIOS!! NELLL!!! VEN ACA!!. – Grimmjow gritaba como loco mientras descubría como una de las bolas de pelos había arañado su bata de trabajo hasta dejarla hecha tirones. –
- Porque gritas tanto?. – se presento delante de su primo cargando dos de los mininos de Ichigo. –
- Te dije que no quería ver a esos gatos en el consultorio mas nunca!, súbelos a la casa antes de que acaben mi gusto por ellos. – se llevo la mano a la frente como apaciguando un incomodo dolor de cabeza que amenazaba con estallar. –
- Está bien… - se agacho para recoger al gatito que daño la ropa del peli azul. – ven Grimmi!
- Le pusiste mi nombre a ese gato?. – miro al animalito en cuestión. –
- Es el más travieso y me recordó a ti. – tomo al gatito negro en sus brazos. – si tu le pusiste Ichigo a su mama, porque no seguir la tradición de los nombres de familia?.
- Sube los gatos a la casa!. – siseo a punto de estallar en cólera por las lógicas de su prima. –
Nell desapareció con el trió de mínimos muy cómodos en sus brazos, tendría que encerrarlos en la casa pero siempre los muy vivos se escapaban como lo hacía su mama. Por su parte Grimmjow al fin veía un rato de paz para seguir su trabajo, le quedaban unas dos horas de consulta cuando salió a la recepción de la veterinaria para llamar al siguiente paciente, con seriedad miro a las personas que estaban allí sentadas con sus mascotas pero entre ellas estaba alguien que no pensó ver allí.
- Ichigo?. – miro a su novio sentado como cual quien paciente mas. –
- Tienes mucho trabajo? – se puso de pie dificultosamente. –
- Acaso viniste tu solo hasta aquí?. – tomo de un brazo al peli naranja. –
- Porque les da terror que salga de la casa solo?. – recordó las palabras de Karin y las incontables llamadas de su viejo a su celular cuando se entero de que había salido. –
- No es obvio que lo este, cargas con mis hijos a cuestas. – deslizo su mano por aquel vientre abultado. –
- Estamos frente a tus pacientes!. – trato de quitarse la mano de encima pero no pudo ya que Grimmjow le sujeto de los hombros y lo hizo voltear hacia los pacientes. –
- Disculpen todos, temo que debo hacer una pausa en las consultas, si son tan amables de esperar unos 15 minutos a que hable con mí compañero sentimental y madre de mis hijos.
Sonrió como si nada y se llevo a Ichigo casi que a rastras dentro de su consultorio, afuera las personas quedaron un tanto impresionadas por las palabras del veterinario y más aun al ver aquel joven de cabellos naranjas con su prominente vientre.
- QUE VERGÜENZA!. – estaba todo rojo no más de recordar las palabras de Grimmjow. – cómo pudiste decir eso en frente de toda esa gente!.
- No me preocupa en lo mas minino porque mis pacientes no pueden hablan conmigo pero los dueños son otra historia. – se encogió de hombros tranquilamente. – siéntate.
- No gracias, pase buen rato sentado allí afuera. – miro el consultorio con seriedad. –
- Y, a que viniste?. – paso sus manos por la cintura de Ichigo.– acaso tenias ganitas de algo?.
- No vengo por sexo!, estoy demasiado cansado para pensar si quiera en eso, solo quería decirte que fui a inscribirnos en una clase especial. – saco un folleto del bolsillo de su pantalón. –
- Qué tipo de clase?. – tomo aquel papel y lo leyó detenidamente. – clases para parto?.
- Me lo recomendó la doctora Unohana, fui a verla para que me diera algunos consejos y eso fue lo que escogí.
- Te volviste loco?, para que quieres ir a unas clases donde te enseñaran algo que hará tu cuerpo por sí solo y sin conocimientos!.
- Porque tendremos dos bebes! , Acaso no te da pánico el pensar cómo será todo eso?, no sé cómo es, y quiero aprender antes de que me tenga que ver metido en ese lio.
- En verdad quieres ir?. – bajo la guardia por la explicación razonable de su novio. –
- Si, y tú tienes que venir conmigo, somos dos en este lio y debemos seguir siendo dos para salir de el. – bajo la mirada preocupado. –
- Sabes que estoy contigo en esto. – sujeto la mano de Ichigo entre la suya. –
- Lo sé. – sonrió un tanto más calmado. – pero también te tengo otra noticia.
- Que será.
- Vamos a acomodar la habitación de los gemelos en tu casa, nos mudaremos después de que nazcan.
- Quieres mudarte apenas nazcan?.
- No tan rápido pero hay que tenerles todo listo aquí ya que en la casa no hay suficiente espacio para dos cunas y dos de todo lo que necesitaran los bebes.
- Al fin viviremos sin tu padre!. – abrazo a Ichigo muy contento. –
- Le dolerá que me vaya… - sintió un tanto de pena por su viejo, sabía que se enamoraría de los gemelos apenas nacieran y no querrá apartarse de ellos. –
- Podrá verlos cuando quiera y hasta creo que necesitaremos de su ayuda así no queramos admitirlo.
- El ya sabe lo que es cuidar de gemelos.
En la vida hay momentos que te marcan, e Ichigo aprenderá junto a Grimmjow que el ser padres no es tarea fácil y menos aun lo será ordenar todo en torno a los gemelos ya que con dos criaturas, todo va en partida doble y los problemas también. Y aunque en la vida de otra familia no sean dos los que llegaron al mundo, la pequeña Hana vale por ellos y hasta por más, como sabrán cuando Rukia llamo a Ichigo, la bebe no durmió en toda la noche pero en el día estaba más tranquila durmiendo sobre el pecho de su mama, no se había separado de allí en toda la noche, era uno de esos bebes que si son puestos en la cuna pegan gritos hasta que sean rescatados por los brazos de sus padres pero esta niña era más especial aun ya que no quería nada con nadie que no fuera el Kuchiki. Ya atardecía cuando el pobre pelinegro intento almorzar, no era mentira los cuentos de que los hijos absorben el tiempo y que no lo notas hasta que es media noche y recuerdas que no te has bañado, comido o si quiera cepillado los dientes.
Byakuya estaba sentado en la cama con la bebe dormida sobre su pecho, parecía gustarle el calor que emanaba de su mama y los latidos del corazón que se escuchaban claramente con su cabecita recostada sobre él, había sido la única forma en que se quedara tranquila para poder descansar un poco de toda una noche de desvelo.
- Muero de hambre… - susurro agotado al ver aquel apetitoso plato de comida que Rukia coloco con cuidado junto a él. –
- Si quieres la cargo para que comas tranquilo?. – extendió los brazos dispuesto a tomar a la niña. –
- Déjala, no me molesta. – sujeto a la pequeña con una de sus manos mientras la otra tomaba el tenedor del plato. –
- Seguro?. – noto los torpes movimientos de Byakuya con una sola mano. –
- No ha regresado Renji?. – miro de reojo el reloj despertador sobre la mesita de noche. –
- Yo escuche el auto hace unos minutos, quizás ya llego con los pañales. – salió de la habitación rápidamente para ver. –
- No creí que un bebe tan pequeño gastara tantos pañales… - escucho un pequeño quejido de su hija. – por favor no te despiertes.
Mientras Byakuya ruega para que la bebe siga dormida y lo deje comer, Rukia bajo a ver que había sucedido con su cuñado ya que lo habían mandado a comprar pañales para la bebe.
Después de bajar las escaleras y abrir la puerta de la casa, noto el auto de su Nii- sama estacionado y con el pelirrojo aun dentro.
- Llego y no salió del auto?. – camino algo preocupada hacia él. –
Cuando Rukia logro ver dentro, casi que cae de espaldas al mirar como el pelirrojo estaba dormidote en el asiento del auto, roncando y con las bolsas del mandado sobre sus piernas.
- Idiota hasta la muerte…. – abrió la puerta del auto y miro la bocina con rostro malicioso. –
De un certero y afectivo golpe Rukia apretó la bocina del auto, aquel ruido ensordecedor hizo que el pobre Renji saltara en el asiento y se golpeara la cabeza contra el techo del auto, aun mareado abrió los ojos para notar como Rukia lo estaba casi que asesinando con la mirada parada fuera del vehículo.
- Dormite bien?.
- Me… me.. quede dormido?. – miro las bolsas llenas de pañales. –
- Apresúrate en subir esas bolsas!, mi hermano necesita una mano con la bebe.
- Y porque no le ayudaste tu?. – salió del auto sobando su cabeza. –
- Porque no me dejo, me preocupa que quiera tomarse todo para él solo, ahora es que está comiendo con la bebe encima de él.
- Pero si conmigo tampoco quiere nada. – susurro un tanto entristecido. –
- No te pongas dramático, es lógico que solo desee estar con mi Nii – sama. – tomo algunas de las bolsas que trajo su cuñado. –
- Ojala que esta noche duerma aunque sea unas horas… - cerro el auto y paso a entrar a la casa todo apresurado junto a Rukia. –
Con preocupación ambos llegaron a la habitación de Byakuya, estaban listos para relevar al moreno pero cuando entraron solo pudieron quedar callados mirando la escena, en la mesa de noche estaba aquel plato de comida ya vacio que Rukia le había servido hacia unos minutos atrás mientras que en la cama el Kuchiki estaba realmente cómodo acostado de lado con la bebe junto a el, la pequeña parecía despierta al escucharla como hacia sus peculiares ruidos con la boca mientras comía.
- Se quedo dormido. – Renji camino poco a poco hasta la cama para ver mejor a Byakuya. –
- No lo estoy. – susurro con suavidad. – solo cerré los ojos para descansar.
- Quieres que yo la cuide un rato después de que termines con ella?. – miro a su pequeña pelirroja aferrada al Kuchiki. –
- No es necesario. – acaricio la cabecita de la bebe con cuidado de no molestarla. – vayan a dormir ustedes.
- Nii – sama, seguro que no estás cansado?.
- Más que ustedes, pero no puedo darme el lujo de beber café hasta reventar o el echarme una siestecita en el auto. - miro con reproche a sus dos ayudantes. –
- Lo sentimos. – ambos bajaron la mirada con pena. –
- Todos estamos aprendiendo que Hana tiene la batuta de esta casa por ahora.
- Volvió el Byakuya de antes. – Renji estaba que se le salían las lágrimas, su serio, orgulloso, equilibrado e inteligente novio había vuelta a ser el. –
- Nunca me fui. – sonrió a medias mientras vigilaba que su hija no se ahogara comiendo. –
Las aguas regresan a su cauce, Byakuya aprenderá la lección más grande de su vida con su hija y esa es que no se puede controlar todo lo que está a nuestro alrededor, la humildad y la paciencia le serán de ayuda pero cambiando de padres y de escenario, luego de cerrar la veterinaria y salir a dar una vuelta, Ichigo y Grimmjow acabaron en una de las tantas tiendas del centro comercial de Karakura, estaban empezando tarde a comprar las cosas de los gemelos, siempre tomaron todo con calma pero faltando dos mese y con la posibilidad de que ese parto se adelantara ya que eran dos bebes lo que presionaban el cuerpo del pelos de naranja, no había más salida que prepararse para los acontecimientos venideros y eso hacían llenando un carrito de compra hasta el tope de todo lo que pudiese hacerles falta a sus hijos cuando llegaran al mundo.
- Creo que no podemos comprar todo de niño… aun no sabemos que es el otro bebe. – miro las cosas que ya tenían dentro del carrito. –
- Tengo una corazonada de que serán dos niños!. – sonrió pretenciosos mientras echaba dos pelotas de juguete al carrito. –
- Te emociona que sean dos niños?. – miro la cara de felicidad en Grimmjow. – eres el típico machista.
- Qué?, será divertido jugar con ellos.
- Y si uno es niña?. – se detuvo frente a un anaquel lleno de ropa de niña. –
- También le enseñare a jugar como los niños.
- La volverías como tú. – se asusto de solo pensar en una hija suya vestida como niño y con la misma cara pretenciosa de Grimmjow. – no lo voy a permitir.
- No han nacido y ya me impones como debo tratarlos?.
- No es eso, solo que me crie con dos hermanas y se como son las niñas y como se deben tratar.
- Dejemos la discusión ya que no será una niña. – se adelanto empujando aquel carrito de compras repleto por todo la tienda. –
- No estoy muy seguro de tu afirmación. – susurro para sí con sus manos puestas sobre aquel enorme vientre. –
Aquella discusión no termino, Grimmjow seguía terco como mula en que todo fuera azul, verde o amarillo para sus “hijos”, mientras que Ichigo siendo prevenido metió en el carrito algunas cosas en color blanco para no quedar sin un respaldo a la hora de saber que eran los gemelos. Su discusiones se centraban en ropa hasta que una vendedora les interrumpió cuando ambos peleaban por el color de las mantas que llevarían a la clínica cuando nacieran los bebes.
- Todo no puede ser azul!. – jalo un extremo de aquella tela azul marino y con bordes blancos. –
- Acaso no confías en mi intuición?. Serán dos niños!. – jalo un poco más de la manta. –
- Se razonable, hay 50 por ciento de probabilidad de que sea niña.
- Señores?... – la vendedora se detuvo en medio de ambos hombres para llamar su atención. –
- Que!. – ambos dejaron de jalar de la pobre manta al verla. –
- Esa mercancía es delicada y si la dañan la pagan. – señalo la tela ya evidentemente estirada por los lados. –
Ichigo se quedo mudo al ver el rostro de aquella chica, era muy parecida a su madre, era como ver una Masaki joven y moderna, los cabellos castaños de la vendedora estaban recogidos en una cola de caballo mientras sus ropas eran un uniforme gris con rosado de camisa y falda por la rodilla, lo que más resaltaba de aquella joven era su sonrisa que más le recordaba a su difunta madre al peli naranja.
- Es que… - Ichigo la soltó rápidamente. – no estamos decididos por lo que llevaremos.
- Escuche que espera gemelos. – sonrió amablemente mientras rescataba la manta de las manos del peli azul. –
- Así es. – bajo la mirada hacia su vientre. – podría ayudarnos?.
- Para eso estoy aquí. – miro todo lo que había en el carrito. – están algo desubicados con lo que necesitan en verdad.
La vendedora fue como un ángel caído del cielo para los dos jóvenes, era realmente amable y muy tolerante con el estado especial de sus clientes ya que eran dos hombres, no se inmuto en lo mas mínimo ante aquello y al contrario se esmero más aun por ayudarles a escoger lo justo y esencial para los bebes.
- Deberán llevar una sola cuna pequeña al principio. – camino entre algunas de esas cunitas que se usan de viaje. –
- Porque una?. – Grimmjow miro muy serio a la vendedora. –
- Porque los gemelos tienden a dormir más si se les deja juntos en una misma cuna que separándolos, estuvieron 9 meses juntos allí dentro y el cambio de ambiente no puede ser tan radical. – sonrió muy segura de sus palabras. –
- Tiene hijos?.- Ichigo no pudo callarse esa pregunta al ver como aquella joven tenía mucha sabiduría para su edad. –
- Aun no, pero como llegan personas aquí y siempre escucho lo que dicen y aprendo algo nuevo cada vez, ustedes son mis primeros clientes tan especiales.
Miro con ternura a Ichigo, parecía comprender muy bien las inseguridades que desbordaban con sus preguntas y peticiones. Estaba prácticamente encantada en colaborar con ellos.
- Será una sola cuna entonces. – Ichigo sonrió seguro. –
- Ahora vamos a buscar algunas cosas que les serán de ayuda. – camino hacia un estante lleno de productos varios. –
Ichigo y Grimmjow no dijeron nada, solo miraron como la chica metía cosas en el carrito y pasaba a explicarles para que servían, desde toallitas para limpiarlos, jabones especiales para bebes, talco, esencias para darles masajes y hacer que durmieran, un sinfín de detalles que ellos no imaginaban.
- Gracias por todo. – Ichigo se sintió tan cómodo con aquella mujer, era como recordar a su madre, como si ella hubiese venido especialmente a ayudarle con las cosas de los gemelos, como la madre amorosa que siempre fue. –
- De nada, cuídate mucho y suerte con ese nacimiento. – acaricio el vientre de Ichigo con ternura para después irse. –
- Se parecía a la chica del poster que tiene tu viejo en la sala… - Grimmjow miro muy serio como la mujer se fue por uno de los pasillos de la tienda. –
- Si se parecía. – sentía unas enormes ganas de llorar al pensar como hubiese sido si su madre estuviese allí para darle consejos y animarlo. –
- Al menos fue amable.
- Fue como mi mama.
Continuara….
Hayyyyy que tierno fue eso, bueno uno necesita de su mama en momentos difíciles e Ichigo no es la excepción, pero quien de los dos tendrá razón?, serán dos niños o habrá sorpresa con una niña?, Grimmjow se siente muy seguro pero la última palabra la tendrán esos bebes el día que nazcan y nos dejen saber que tanta razón tenía papa o mama XD. Cambiando de tema, pobrecitos Byakuya, Renji y Rukia, esa bebe resulto todo un compendio de excentricidades, y no es mentira cuando uno dice que los hijos te adsorben, yo pase por eso jejejeje!!, uno aprende a hacer todo rápido, con una sola mano y de paso con el bebe encima XD. Pero para el próximo capítulo veremos que mas hay con eso de Ukitake y Uryu, porque el temor a que vuelva la enfermedad a su cuerpo y como se hace una despedida.
Próximo capítulo:
Adiós para siempre.
Amor Yaoi
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