Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 5
Entre Encuentros y Desencuentros.
Sentir que medio mundo te mira no es agradable, notar un peso sobre tu espalda y tu cuello gracias a que llegaste en el último instante, apresurado y vestido con la ropa menos indicado era la cuota a pagar por ser castigado, Ichigo no sabía dónde meter su humanidad en ese día, mirar que todos sus compañeros se hacían obvias preguntas mentales del porque llego trajeado de enfermero. Suspiro quedamente mientras trataba de escuchar la clase que impartían ese día, sin muchos ánimos y mucho sueño se distraía de vez en vez mirando por uno de los enormes ventanales que daban al patio central de la universidad, estaba solitario a esas horas, la mayoría en sus clases, todo silencio, tanto que se podía escuchar como el marcador de acetato chirriaba sobre la pizarra del salón mientras el profesor escribía algunos apuntes.
- De donde demonios salió ese?. - Ichigo tuvo que contenerse una sonora carcajada al ver que al patio central llegaba un hombre vestido de una manera tan peculiar y graciosa que no solo él lo noto. -
- FIEBRE DEL SABADO POR LA NOCHE!! - grito sin pena alguna Keigo al mirar también lo que tenia distraído a su amigo en el asiento de al lado. -
- SILENCIO!!. - el profesor lanzo la tapa del marcador en la mera frente de Keigo. -
- AHHHHHHHHHHH!! NO SEA ASI PROFESOR!. - grito exagerado al tiempo que se sobaba la frente. -
- Para la próxima que se distraigan les lanzo el borrador!!. - miro con venita latiendo en la frente a todo el salón. -
- Que mal carácter tiene este profe... - mascullo quedamente el bobo de la clase. -
- Baka... - sonrió Ichigo con descaro. -
Mientras, algunas reacciones similares se hacían presentes al que mirara al hombre que entraba muy tranquilo y con rostro seguro a la oficina del rector, se detuvo frente a un pequeño escritorio y miro a la mujer que estaba sentada en el con simpatía.
- Dile que llegue. - sonrió nuevamente al tiempo que la chica se soltaba a reír de una sin pena alguna. -
- JA JA JA JA JA!!.. DIOS.... NO PUEDO CREER QUE VENGAS ASI!! JA JA JA JA!!. - tuvo que respirar profundo para parar de reír. -
- Que tiene mi ropa de especial Matsumoto!!. - gruño ya algo enfadado por las risas de la mujer. -
- Que... a Byakuya no le gustara verte así vestido por aquí!!. - seco su rostro de las lagrimas que soltó al reír. -
- Tengo trabajo, debo estar acorde a la ocasión!!. - alzo la cabeza en son pretencioso. -
- Si... acorde a la ocasión si fueras a una fiesta disco!! JA JA JA JA JA!! - esta vez soltó otra carcajada más grande que la anterior al tiempo que golpeaba el escritorio con la palma de su mano. -
Las risas de la secretaria fueron tan sonoras y estridentes que el joven frente a ella estaba empezando a ponerse rojo pero no de vergüenza si no de furia, sin importarle que el rector estuviese ocupado en su oficina dejo a Matsumoto riéndose sola como loca y abrió de sopetón la puerta para encontrarse al serio rector Byakuya sentado en su escritorio y bebiendo una taza de café.
- DESPIDE A TU SECRETARIA!! - señalo con su dedo extendido hacia afuera de la oficina muy ofendido. -
- ......... - Byakuya le miro serio, con la taza de café todavía a centímetros de sus labios y por el rostro que tenia aun debía de estar el liquido en su boca cuando sintió unas enormes e impredecibles ganas de reír, la pose del joven le recordó tanto una película. -
- ACASO NO VAS A DECIR NI LOS BUENOS DIAS!!. - termino de entrar a la oficina y cerró la puerta tras él con el pie derecho. -
- COF!! COF!! COF!! - ahora el pobre rector tenía cara de estarse ahogando con el café para no reír. -
- TE ESTAS AHOGANDO!!.
En un segundo el peculiar invitado del Kuchiki se lanzo sobre el escritorio y tomo de las ropas al pelinegro atrayéndolo hacia él, le miro fijamente a los ojos y sin mediar palabras le hizo girar hasta quedar de espaldas a él, después de ello paso con seguridad sus brazos por el pecho del pelinegro abrazándole y empezó a apretarlo como si fuera un embase de pasta dental, apretaba y apretaba con fuerza y sacudiendo el pobre cuerpo de Byakuya mientras este ya no tosía sino que trataba de soltarse desesperadamente de aquella maniobra de heimlich mal hecha.
- NO TE AHOGUES!!.... - seguía apretando con fuerzas y sin escuchar que la puerta se abrió y la secretaria estaba mirando una rara escena donde ambos hombres de espaldas a ella estaban en un "abrazo". -
- Errr..... - la mujer carraspeo audiblemente. -
- AYUDA.... - logro articular Byakuya al tiempo que sus manos se aferraban a los brazos del pelirrojo con todas las fuerzas que le quedaban. -
- QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO!!. - Matsumoto le dio un buen golpe por la espalda al pelirrojo para que bajara a su jefe. -
- Arr.... Ar... - Byakuya al fin sintió como el aire volvía a sus pulmones al liberarse de ese abrazo asesino, su cabello siempre perfecto estaba todo desarreglado y ni se diga de su traje que ahora lucia arrugado y mal puesto. -
- No te estabas ahogando?. - el joven miro incrédulo al pelinegro. -
- NO!! - grito ofendido y tratando de acomodar sus ropas un poco. -
- Casi matas al rector!!, acaso estás loco, porque lo abrazabas así?. - la pelinaranja seguía mirando con reproche al hombre mientras uno de sus pies golpeaba rítmicamente el suelo en son desesperado. -
- Pensé que se ahogaba... y pues recordé que tome un curso en la policía de primeros auxilios... solo quería evitar que muriera ahogado.
- Casi me rompes una costilla. - mascullo más calmado Byakuya mientras volvía a sentarse en su silla. - puedes dejarnos solos Matsumoto.
- Esta seguro?. - miro algo asustada al pelirrojo. -
- Si. - suspiro pesadamente al tiempo que volvía a tener aquella pose serena e inquebrantable de siempre. -
- Si usted lo dice. - hecho una última mirada enfadada al hombre y salió de la oficina cerrando la puerta tras ella. -
- dime algo, si no te estabas ahogado, que tenias?. - el joven se sentó sin pena alguna en la silla para los invitados del rector. -
- me... estaba tratando de no reír. - bajo la mirada algo incomodo. -
- hasta para eso eres extraño!!. - soltó una enorme carcajada. - qué manera de reír.
- Te dije que no vinieras vestido como hippie de los 60!!. - sus ojos se centraron en el pecho descubierto de su invitado y como algunas ondulaciones de un extraño tatuaje se notaban de vez en vez a través de su camisa. -
- Estoy acorde a mi profesión!!, debo colarme entre la gente sin que noten mi presencia!!. - sonrió pretencioso. -
Byakuya solo pudo agachar la cabeza en son de resignación y mirar mejor como estaba vestido su invitado, tenía una camisa negra abierta casi totalmente hasta el estomago, una chaqueta blanca y de mangas anchas acompañaban a los pantalones también blancos, bien ajustados, demasiado ajustados que terminaban en un bota ancha. Siempre que tenía algún trabajo para su amigo este se presentaba en las fachas más estrafalarias posibles.
- Y... ahora al punto Byakuya, a quien quieres que le averigüe su sucio pasado?.
- Quiero saber todo de la clínica Kurosaki. - extendió una carpeta con los datos del hijo del dueño de la clínica. -
- Pero... - miro la carpeta y su contenido. - este es el amigo de tu hermana, ya le había averiguado la vida antes, cuando ellos empezaron a amistarse.
- Ahora es a su padre, quiero saber si mi hermana podrá estar segura en ese lugar.
- No te has dado cuenta que estas mas paranoico que nunca con tu hermanita?. - su rostro pretencioso paso a uno más serio. -
- Yo sé lo que hago Renji!!. - desvió la mirada de su amigo. - sabes que ese hombre puede regresar y...
- Ya lo sé, no queremos que pase algo como lo de aquella vez.... - un vago recuerdo de un día lluvioso y un funeral vinieron a la mente del pelirrojo. -
- Ya está dicho, quiero saber todo esta noche.
- Esta noche?.
- Sí, estoy seguro que Rukia está ansiosa por empezar en ese lugar y no puedo detenerla por más que quiera.
- Si... hubiese atrapado a ese desgraciado no estarías viviendo esto hoy. - Renji le miro enfadado. -
- Hiciste todo lo posible, pero ya no quiero recordar esas cosas. - cerro los ojos meditativo. -
- Bueno, al menos cuentas conmigo. - miro con seguridad al pelinegro. -
- ..... - Byakuya solo se limito a responderle con un rostro desafiante y serio. -
- Que mal genio tienes, deberías salir de vez en cuando, no se.... Qué tal si invitas a la secretaria esa?. - señalo hacia la puerta de la oficina. -
- No intentes buscarme citas... - giro sobre sí mismo en el asiento dándole la espalda a su amigo. - adiós Renji.
- Esta noche paso por tu casa con la información de la clínica. - tomo la carpeta en sus manos y salió sin despedirse de Byakuya. -
Abaria Renji, que hombre más extraño podía tener de amigo un serio, recatado y frio ser como el rector Byakuya, su amistad databa de muchos años atrás, de cuando aun eran unos niños, estudiaron juntos en el colegio, en el instituto y hasta en la universidad, pero como los caminos puedes dividirse gracias a los gustos y sueños de cada uno, eso sucedió. Byakuya escogió estudiar abogacía, carrera que era seguida por cada uno de los miembros de la familia Kuchiki generación tras generación, y Renji no pudo seguirle el paso hasta allí, el sueño de él iba algo parecido a la justicia pero los estudios y aburridos libros no llenaron sus expectativas, su verdadera vocación fue la policía, entro rápidamente y sin complicaciones subió de rango, llegando a ser uno de los mejores investigadores encubiertos que había, allí nuevamente la vida de ambos se unió, desde un dantesco incidente que los reencontró en la sala de un tribunal. Desde ese día ambos hombres volvieron a recordar sus pasados y se juraron ayudarse por el bien de Rukia, ya que ella y solo ella es el eslabón de aquel desastre que los reencontró.
Pero el pasado ha de ser dejado atrás lo máximo posible, eso quieren ellos pero otras personas no desean que aquel pasado que te persigue regrese encarnado en tu hijo, esa era la meta de Ryuken, que su hijo no tuviese que cometer los mismos errores que él, a pesar de lo oscuro y desconocido que era para Ishida su procedencia. Ese día que empezaba lleno de emoción para Uryu porque su padre al fin le daba su aprobación al invitarle con él a la clínica se volvería una experiencia extrañamente perturbadora.
- Porque no usas corbata?. - el peligris miro algo incomodo la indumentaria que traía puesta su hijo. -
- No soy tu. - sentencio secamente y tratando de aguantarse las ganas de preguntar porque lo quería en la clínica bien arreglado. -
- Te estarás preguntando porque te traje hoy?. - rebusco en el interior de su chaqueta para sacar su encendedor. -
- Quizás. - miro seriamente a su padre como encendía un cigarrillo en su boca. -
- Ya lo veras. - despidió una enorme bocanada de humo al tiempo que ya estaban frente a las puertas de la enorme edificación. -
- La inauguración... - al fin Ishida logro dar con una razón lógica a esa invitación. -
Apenas su padre coloco un pie dentro de ese lugar, una lluvia de reporteros, doctores y demás invitados trataban de tener la foto perfecta para el periódico local y la grabación de la inauguración de la nueva ala de obstetricia dirigida nada más y nada menos que por la doctora Unohana, era tan conocida que hasta a Ishida le pareció increíble el poder de convencimiento que tuvo su padre para hacer que esa mujer trabaje en su clínica.
Después de hacer un recorrido dificultoso entre la gente y los reporteros, Ryuken logro llegar al piso 6 donde se haría la inauguración y el brindis correspondiente para darle la bienvenida a la doctora, todo un protocolo fue desplegado de inmediato, las palabras del director Ryuken dando la bienvenida, seguidas del corte de una cinta roja que impedía que los invitados entraran al lugar fue cortada al unisonó por Ryuken y la renombrada mujer, no muy lejos de ellos las cámaras y flash irrumpían el enorme lugar. Conversaciones sobre el lugar, entrevistas para periódicos, charlas con los subalternos que estarían en esa ala junto a la doctora eran la comidilla del lugar, Ishida estaba realmente aburrido mirando a una prudente distancia todo ese alboroto al que lo trajo su padre, pensó que él estaría en la inauguración, pero todo lo contrario, Ryuken le dejo sentado en una silla lejos de reporteros y cámaras de video, por alguna extraña razón sentía que su padre no le quería cerca de ellos.
- Perdí un día de clases solo para verle actuar como estrella de cine... - suspiro algo incomodo al tiempo que se acomodaba sus lentes. -
- Buenos días. - alguien le interrumpe en su monologo. -
- Buenos días. - subió la mirada para encontrarse de frente con una mujer alta, de cabellos negros lisos y muy bien arreglados en una larga trenza que cruzaba por ambos hombros hasta su cintura, vestía muy seria y recatada un traje negro y sobre él una bata de medico. - doctora Unohana...
- Así es, mucho gusto joven Uryu. - extendió su mano con una agradable sonrisa. -
- El gusto es mío. - dudo un poco devolver el saludo por la impresión, esa mujer le conocía. -
- Tan caballeroso como tu padre, puedo sentarme?. - señalo la silla vacía al lado del pelinegro. -
- Claro. - sonrió algo incomodo por el comentario. -
- Tu padre me ha hablado mucho de ti. - sonrió tranquilamente al tiempo que miraba con serenidad al joven. -
- Eso si es una sorpresa para mí.
- Si, sé que es un hombre ocupado y serio pero te quiere mucho.
Para el segundo cuando esa mujer termino de decir esas raras palabras Ishida se sentía como si algo había pasado y él era el único que no se entero de todo, porque una mujer a la cual solo había visto en libros y entrevistas le dirigía aquellas palabras tan privadas y personales sobre su vida y su padre?, seria que ella estaba ligada no solo profesionalmente a Ryuken?, que mas traía esa mujer bajo aquella sonrisa apacible y serena.
- Disculpen... - una voz conocida logro interrumpir aquella rara conversación. -
- Director. - la mujer le sonrió con calma. - ya me presente con su hijo, es un joven simpático.
- Acompáñanos. - Ryuken miro serio a su hijo al tiempo que empezaba a caminar con la doctora a su lado. -
- Qué demonios pasa aquí?. - susurro para sí, y miro aquella pareja de médicos que caminaban delante de él. -
El recorrido no fue muy largo ya que pronto se encontraban frente al consultorio de alguien, Ishida logro ver que en la puerta estaba el nombre de esa mujer, ya las cosas no estaban oliendo bien para él, su mente empezó a crearse hipótesis del porque Ryuken le quería allí dentro junto a ellos, seria que le daría la noticia de que estaba comprometido con ella?, o que le ofrecería un puesto para trabajar allí como lo hacía Ichigo en la clínica de su padre?, pensó y pensó sin notar que ya estaba atrapado allí y parado frente al escritorio de la doctora. Por su parte Unohana se acomodo en su silla y le sonrió a padre e hijo para que tomaran asiento en dos pequeñas sillas frente al escritorio.
- Bueno, jamás pensé que mi primer paciente seria tu hijo. - desvió la mirada hacia Ishida con total naturalidad. -
- QUE YO QUE!!. - no termino de sentarse al escuchar semejantes palabras. -
Las cosas se pondrán raras aquí, pero regresemos donde Ichigo, este ya estaba sentado a la hora del almuerzo junto con sus amigas de la universidad y contando como hizo de héroe esa madrugada.
- ANIMAL DE SENGUNDA PUDISTE HABER MUERTO!! - Rukia le daba un solo derechazo a su amigo con el puño cerrado al escuchar la maravillosa historia de cómo salvo una vida. -
- QUE DEMONIOS TE CREES PARA GOLPEARME!!.. - grito colérico al tiempo que se sobaba la mejilla donde la pequeña morena le estampo su puño. -
- Rukia.... Kurosaki - kun... cálmense!!. - Inoue les miraba asustada y agitando los brazos como ave apunto de volar. -
- No lo pensé, solo actúe!!. - se excuso furioso ante su amiga. -
- Que romántico.... Sonó como una telenovela que yo veo donde el protagonista salva la vida de su amada.... - Orihime suspira audiblemente mientras imagina la escena en cuestión. -
- Eh.... - ambos miran incrédulos a su despistada amiga. -
- Y como era la chica que salvaste?. - Rukia decide no prestarle atención a los desvaríos de Orihime. -
- No era una mujer... - mascullo incomodo al tiempo que mordía un pedazo de emparedado. -
- Era un hombre?. - pregunta en son curioso Rukia. -
- Un paciente!! Era un paciente como cualquier otro!! - gruño apenado. -
- Kurosaki - kun tiene los mismos gustos del profesor Ishimaru?. - pregunto curiosa Inoue. -
- QUE TRATAS DE DECIR!!. - se le subieron los colores al rostro por cierto acontecimiento que incluía a ese hombre. -
- no digas esas cosas Orihime, si es o no es, eso es problema de él, pero lo que si no perdono es que andes exponiendo tu vida como si fueras el chaleco antibalas de alguien más!!.
- No fastidies enana.
- E N F E R M E R A... - deletreo divertida Rukia. -
- SOLO EL IDIOTA DE PANTERA ME LLAMA ASI!!.
- Pantera?. - ambas mujeres miraron muy impresionadas a su amigo. -
- Am.... Bueno... así se apoda el paciente que le salve la vida. - bajo la mirada auto regañándose por soltar semejante frase delante de ellas. -
- Se parece a un gatito? - otra vez Orihime y sus comentarios fuera de lugar. -
- Estas raro Ichigo.... - la mirada de Rukia era analítica y seria, su amigo estaba actuando muy extraño desde hacía unos días y aquel misterioso paciente que se apodaba pantera le daba más curiosidad. - cambiando de tema, que te dijo tu padre sobre nosotras?
- Esta tarde hablo con él, apenas llegue a la clínica. - se calmo un poco al notar que Rukia no preguntaba mas y cambiaba el tema. -
- Ok.... Ya quiero saber cosas nuevas... - su mente estaba procesando el cómo le sacaría mas información valiosa a su amigo y su extraño paciente cuando este en la clínica ayudando. -
- Mejor terminamos de comer, ya van a comenzar las clases. - Ichigo intento culminar aquella rara conversación. -
Mientras este grupo hablaba, alguien les estaba prácticamente espiando desde una mesa no muy lejana a ellos, un chico de cabellos blancos muy serio escribía en su celular al tiempo que miraba aquel grupo.
- Entonces mi pequeño Shiro - chan?. - este era el mensaje que leía Toushiro en ese instante. -
- Estúpido Ishimaru... como pude inmiscuirme en esta estupidez de seguir a ese chico. - suspiro quedamente y mando otro mensaje. -
- Tómale una foto con la cámara de tu celular. - otro de los mensajes mandados por su profesor. -
- NO VOY A HACER ESO!! - grito sin miramientos al tiempo que leía el mensaje entrante. -
Medio comedor se le quedo viendo y entre ellos estaba Ichigo, noto claramente al joven cuando grito y miro hacia él, que estaba pasando no lo sabía, pero le preocupaba que ese joven se le acercara para preguntarle por el encuentro en los baños, como iba a responderle ante semejante coro de sonidos y gemidos que oyó muy claro, negarlo podía ser la solución a las raras dudas de ese niño albino que solo con la mirada decían todo. Justo y para suerte de ambos jóvenes la hora del almuerzo había finalizado, Ichigo se alejo rápidamente del comedor rumbo a sus clases, por su parte Toushiro permaneció sentado en la mesa con celular en mano y pensando que hacer de aquí en adelante.
- No tienes que tomar la foto... - una repentina voz susurro a su oído con seguridad. -
- Que demo... - se contuvo de voltear a ver al profesor -
- Tus hermosos ojos me guiaron hacia la víctima. - paso junto a Toushiro sin mirarlo. -
- Que vas a hacer?.
- Nada, por ahora nada. - su sonrisa zorruna no desapareció ni un ápice. -
- Me preocupa esa respuesta. - miro alejarse al profesor tan rápido como apareció tras él. -
Tres de la tarde, Ichigo ahora corría como hacía días atrás para poder llegar a tiempo a la clínica, su cuerpo ya estaba cansado, 24 horas sin dormir era demasiado para él, pero a pesar de ello se auto convencía que en un futuro debía soportar eso y más, su carrera le obligaba a hacerlo, estar alerta en las horas que los demás duermen, hacer su trabajo para el cual sentía estar preparado. Esos pensamientos recorrían su mente al entran a la clínica y mirar como el lugar estaba atestado de gente en consultas, la emergencia lucia más calmada y como ha de ser su karma, Urahara estaba parado cerca del área de enfermeras jugando con su bastón y sin duda alguna esperando a su víctima favorita, Ichigo.
- Ahórrate los saludos, donde esta mi viejo?. - miro serio al rubio frente a él. -
- En la sala de descanso. - sonrió tontamente. -
- Nos vemos.
- Byeee.... - se despidió con un ademan de mano. -
Ichigo camino más calmado hacia la sala de descanso, abrió la puerta para notar que su padre estaba sentado en el sofá ojeando el periódico del día.
- Hola viejo. - se acerco al sofá para sentarse junto a él. -
- LLAVEEEEEEE!!! - el grito de guerra de Isshin resonó en media clínica. -
Ichigo no tuvo tiempo de esquivar aquellos brazos que le sujetaron por el cuello con la famosa llave Kurosaki que utilizaba su padre para divertirse torturando a su hijo, apretó sin compasión el cuello de Ichigo al tiempo que este se ponía azul por la pérdida de aire, pataleo unas cuantas veces hasta que al fin usando todo su cuerpo como palanca se giro hacia delante causando que padre e hijo cayeran al suelo estrepitosamente.
- ESTAS.... LOCO VIEJO!!... - sintió como su padre le soltaba del cuello rápidamente. -
- PARA LA PROXIMA NO INTENTES SER HEROE!!. - lanzo un puñetazo directo al rostro de su hijo. -
- No intentaba serlo. - esquivo el golpe con dificultad, aun le dolía el cuello. -
- Las locuras que uno hace en nombre del amor!!. - Isshin apretó la boca haciendo como pescadito. -
- De qué demonios hablas!!. - aquellas palabras desencajaron al pelos de naranja. -
- Un pajarito me dijo que lo hiciste por alguien. - le susurro divertido en el oído a su hijo. -
- ( Urahara!! ) .... - estaba seguro que ese hombre fue quien invento el chisme. - por eso no me molesto al llegar!!.
- De que hablas?. - miro intrigado el monologo que tenia Ichigo consigo mismo. -
- De nada, pero yo solo quería hablar contigo sobre tu respuesta.
- Qué respuesta?.
- Oye viejo no juegues conmigo, quiero saber si Rukia y Orihime podrán venir a ayudar en la clínica.
- Lo pensé y volví a pensar... creo que está bien un poco de ayuda, además Urahara está muy feliz de tener enfermeras nuevas. - sonrió calmadamente. -
- Pervertido Urahara.... - Ichigo mascullo para sí -
- Pero... tengo una condición.
- Cual.
- No quiero que anden socializando con los pacientes, si estarán aquí es para trabajar y aprender. - su cara risueña se volvió seria. -
- Al que deberías decirle eso es a tu amigo.
- Urahara es así, y es médico, puede hacer lo que guste mientras no le traiga males a la clínica. - se encogió de hombros sin preocupación. -
- Ok... cuando pueden empezar?.
- Mañana tráelas contigo y sobre tu ronda nocturna, puedes tomarte el resto del día para que descanses, se lo fuerte que puede ser estar despierto de repente 24 horas seguidas. - palmeo la espalda de su hijo al tiempo que salía de la sala. - duerme un poco, nos vemos mañana.
Ichigo sintió que su padre no era realmente malo si no un hombre con buenos principios y un poco molesto, sonrió complacido con la conversación que tuvieron pero lo único que no le agrado fue saber que Urahara le estaba contando cosas que no eran a su viejo sobre cierto paciente, su sonrisa se borro de solo pensar en que locura rara le había metido el rubio esta vez, mientras esos pensamientos pasaban, se cambio las ropas de enfermero, recogió sus libros y salió dispuesto a irse a dormir a su casita, camino calmado por los pasillos rumbo a la salida cuando sintió como algo se le lanzaba encima bruscamente a su pobre espalda.
- ITSIGO!!! BUENAS TARDES!!. - una chica peli verde estaba ya pegada a su espalda como garrapata. -
- Nell?... BAJATE!! - trato de mantener el equilibrio para no caer con todo y la chica al suelo. -
- Perdón, es que me emociono verte!. - bajo rápidamente de la espalda de Ichigo. -
- Como esta Grimmjow?. - pregunto sin siquiera notarlo. -
- Kiiaaaa!!.. Tu tampoco olvidaste su nombre!!. - lanzo un gritito de emoción al tiempo que se colgaba del cuello del pelos de naranja. -
- Es... es... un paciente como cualquier otro y... por eso... pues... - otra vez estaba tartamudeando para explicar lo que su boca soltó sin pensar. -
- Como estas chico enfermera?. - la voz conocida de alguien resonó en ese pasillo. -
- Grimmjow. - Ichigo le miro con impresión, sus ojos azul profundo le detallaban sin pena alguna, eso le hizo sentir como sus mejillas se empezaban a calentar y un leve rubor le delataría su pena. -
Continuara...
Hummmm.... Suspiro, al fin pude subir esta capitulo, es que si les cuento todo lo que pase en estas semanas, me darán la razón, primero que nada soy tía!!, el sábado 16 de mayo nació mi bella sobrina!!, un angelito para la familia, de pasarme dos días metida en la clínica con mi familia ahora paso a otra para ayudar a un tío que va a ser operado y cuentan conmigo para acompañarle n-n, yo feliz y allí voy otra vez a servir al deber, pero regresemos con el fic, creo que querrán saber que paso con Byakuya, Renji y Rukia en el pasado?, se impresionaran asegurado!!, y si, el pobre de Ishida sabrá de su peculiar procedencia, se dejara convencer por la doctora Unohana?, porque Ryuken quiere que sea paciente de ella?, para que todo ese lio?, bueno... Ichigo pierde todo control al mirar a Grimmi!!, ese amor no tardara nada en desencadenar, calma!! Que lo que sigue esta muyyy bueno, y lo último, ya sabrán quien es la pareja de Renji je je je...
Próximo Capitulo:
Unas copas, unas lágrimas.
