Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 51
Un nacimiento acompañado.
Muchas miradas, preguntas, gente hablando de aquí para allá, hasta de la tarima bajo el rector al escuchar aquella alharaca que había armado Keigo con su bocota, todo el acto de graduación se detuvo gracias a sus gritos, entre el nutrido público de familiares y presentes se escucho la voz inequívoca de Grimmjow, se había alertado al oír aquella frase seguida del nombre de Ichigo y ahora necesitaba llegar donde él para verificar lo que oyó, pero no era nada sencillo llegar a las primeras filas con todo mundo de pie mirando también hacia el pobre pelos de naranja que seguía sentado y con ganas de poder ser invisible aunque sea una vez en su vida.
- NECESITO PASAR!!. – Grimmjow grito a medio mundo que estaba atravesado en los pasillos del auditorio. –
Sin esperar a que le obedecieran empezó a repartir codazos y empujones abriéndose camino entre la masa humana, cerca de donde estaba Ichigo había algunas personas con cámaras filmando al pobre chico y su peculiar condición, aquello fue la gota que derramo el vaso de Grimmjow, sin esperar empezó a aventar cámaras, grabadoras y demás objetos que sirvieran para plasmar a su novio. Algunas personas le insultaban y otras pues solo se alejaban al ver el rostro asesino que tenía el peli azul, en otra parte del auditorio estaba el rector Byakuya con su hermana, Rukia lucia preocupada y tratando también de abrirse paso entre la multitud de curiosos.
- Nii – sama pon orden aquí!. – la morena le suplico al ver que era casi imposible llegar donde Ichigo. –
- Tu amigo esta en un gran predicamento. – asintió sin pérdida de tiempo y volvió a subir a la tarima para hablarle a los presentes. –
- Gracias.
Después de que Byakuya llamara la atención de todos y calmara los ánimos, al fin Grimmjow y la familia de Ichigo pudieron llegar junto a él, este miro realmente avergonzado a su novio y sintiéndose algo culpable por lo sucedido.
- ICHIGO!!. – Grimmjow logra llegar para abrazarse a él. – en verdad ya vienen?.
- Sácame de aquí ya. – susurro muy molesto al oído del peli azul. –
- Que paso?. – ahora era Isshin quien había logrado llegar junto a su hijo. – estás seguro de que ya vienen?.
- Viejo… no me hagas esa maldita pregunta!. – bajo la mirada hasta sus piernas donde se notaba como estaba toda su ropa mojada. –
- encienda el auto. – Grimmjow le arrojo las llaves del mismo a su suegro. –
- Que te crees para dirigirme?, yo llevo a Ichigo y tu conduce!. – le aventó de regreso las llaves. –
- NO TENGO GANAS DE PELEAR CON USTED AHORA!! . – le estampo las llaves en el pecho de papa Kurosaki. –
- PUES YO NO SOY TU CHOFER!. – apretó las llaves con rabia entre sus manos. –
- Ichigo se va conmigo!. – señalo con su dedo a Isshin. -
- Yo puedo llevarlo!. – deposito las llaves en las manos de Grimmjow. –
- USTED ESTA MUY VIEJO PARA CARGAR PESO!..
- COMO DIJISTE?.
Y estallo la guerra entre ambos hombres, habían pasado varios meses portándose como adultos pero la angustia y el querer tomar la iniciativa con Ichigo hizo que ambos sacaran a flote sus viejas rencillas, uno empujaba al otro, se seguían lanzando las llaves del auto, discutían a viva voz sobre quién podía cargar a Ichigo y quien conduciría, al final llegaron a una pelea de piedra, papel o tijeras para no irse a los puños dentro del auditorio. Y esa “extraña” manera de competición fue ganada por el peli azul con margen de dos a uno.
- JEJEJEJE!! GANE VIEJO!! ICHIGO VA CONMIGO!. – sonrió pretencioso y arrogante. –
- Malditas tijeras!!, Porque tuve que sacar papel?. – rezongaba muy decaído mirando su mano en forma de papel. –
- Bueno Ichigo nos vamo…. – volteo para cargar a su novio pero este ya no estaba en su lugar. – Ichigo?.
- DONDE ESTA?. – Isshin también noto como su retoño brillaba por su ausencia. –
Ambos hombres corrieron como locos fuera del auditorio hasta que vieron como muy cerca del estacionamiento estaba el mencionado chico caminando hacia el auto ayudado por Rukia y Keigo, mientras que Yuzu, Karin y hasta Orihime le seguían el paso apresuradas.
- Ichigo!!.- Grimmjow se acerco donde su novio y de una sola y fulminante mirada hizo que Keigo le soltara. –
- Al fin notaron que no estaba?. – volteo a verlo muy molesto y con rostro adolorido. –
- Es que… - tartamudeo un poco, sabía que se había dejado llevar por la pelea con Isshin. –
- VOY A TENER A TUS HIJOS Y TU SOLO PIENSAS EN DISCUTIR CON MI VIEJO!.
- El comenzó con… lo de… - noto que el rostro de Ichigo se curvaba por el dolor, parecía querer gritar algo pero no lo hizo ya que toda su rabia la dreno de la mejor manera posible. –
Grimmjow cayo de plano al suelo noqueado por Ichigo, un certero puñetazo en la quijada de parte de un adolorido pelos de naranja hizo que toda la pelea acabara allí, aquellas contracciones le estaban molestando mucho y aunado al escándalo que tuvo que vivir dentro del auditorio era de esperarse que no se encontrara en condiciones de escuchar estupideces de nadie.
- Súbanlo al auto… - miro a Grimmjow y respiro un poco mas aliviado al sentir como el dolor se iba después de ayudarse con aquel puñetazo. – lo necesito para golpearlo cuando no soporte el dolor.
Sin perder más el tiempo Isshin subió al auto para conducir, atrás subieron Yuzu, Ichigo a duras penas y un aun noqueado Grimmjow, como copiloto quedo Karin que parecía ser la más centrada que el resto de los presentes.
- Nosotros los alcanzamos en la clínica Ishida. – Rukia se despidió de su amigo por una de las ventanillas traseras. –
- Nos vemos!. – Isshin arranco a toda velocidad rumbo a su destino. –
El camino no fue muy largo por ser sábado y las calles estaban más tranquilas que en un día de semana cualquiera, Isshin aprovecho uno de los semáforos que paro por señalar rojo, saco su celular y marco a su ex para decirle que iba a la clínica con su hijo en trabajo de parto. Al llegar al estacionamiento de la clínica Ishida, Isshin noto como el mismo Ryuken les estaba esperando acompañado de la doctora Unohana y una enfermera con una silla de ruedas, había sido buena idea llamar al director de la clínica más grande de Karakura.
- Como esta?. – Unohana fue la primera en acercarse al chico que apenas pudo sentarse en la silla de ruedas con sus propias fuerzas. –
- Adolorido… - susurro con la mirada cansada. –
- Entonces directo al piso de maternidad. – le hablo a la enfermera que empujaba aquella silla de ruedas. –
- Esperen!. – freno con sus manos las ruedas, en ese instante recordó algo muy importante. –
- Qué pasa?. – Isshin pregunto en tono preocupado. –
- Alguien despierte a Grimmjow… - soltó las manos de las ruedas dejando que la enfermera y Unohana le encaminaran dentro de la clínica. –
- Estas nervioso?. – Ryuken se le acerco al moreno. –
- Mucho… pero también me siento feliz, pronto tú también sabrás que se siente exactamente que tu hijo te haga abuelo. – palmeo la espalda de Ryuken para después desaparecer dentro del lugar. –
- Envidio tu manera simplista de ver el mundo. – sonrío a medias mientras apagaba el cigarrillo que fumo mientras esperaba a la llegada de Isshin y su familia. –
Después de que Unohana le hizo algunas preguntas y una rápida revisión, Ichigo cumplía con todos los requisitos para ser ingresado, pronto estuvo muy cómodo en una de las habitaciones más grandes del piso de maternidad, un compendio de enfermeras para complacerle (eso sospechosamente parecía influenciado al ver que el mismo director de la clínica se movió a recibirlo). En fin, ya todo estaba en calma, nada mas quedaba esperar a que ese trabajo de parto avanzara y todo acabara en un final feliz, pero no siempre lo que uno desea se cumple al pie de la letra, entre tanta emoción olvidaron las cosas personales de Ichigo y las de los gemelos, así que apenas Grimmjow se recupero de la noqueada tuvo que irse derechito a la casa para buscar las cosas, Karin decidió acompañarle ya que en verdad el recio Grimmjow lucía un tanto nervioso e inseguro después de todo lo que paso en el auditorio.
- Ambos están muy bien. – Unohana terminaba de colorar los monitores fetales para saber del estado de los bebes durante ese trabajo de parto. –
- Como cuanto tardaran?. – pregunto un tanto adolorido. –
- Cuando ingresaste tenías algo más de 5 centímetros dilatados. - miro como los monitores empezaban a marcar la frecuencia cardiaca de los gemelos. – si todo va como ahora serán unas cuantas horas.
- ICHIGOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!. – aquel chillido resonó afuera de la habitación causando que el mencionado apretara los dientes y empezara a rogar por su vida. –
De sopetón la puerta de la habitación se abrió trayendo a Keigo, Rukia y Orihime, los tres cargaban con una enorme bolsa que quien sabe que contenía y tampoco Ichigo tenía deseos de saberlo. Resignado trato de hacer caso omiso a las innumerables cosas que soltaba Keigo por su boca y que él solo entendió como un montón de bla bla bla, en ese justo instante como deseo que Grimmjow volviera para que le diera pasaporte al más allá, olvidándose del montón de sandeces de su amigo, paso a observar a Orihime, esta estaba algo apenada mientras miraba los aparatos alrededor de la cama, su curiosidad inocente le llevo peligrosamente a uno de ellos pro Unohana solo con mirarla le hizo entender que eso no se tocaba, bueno y para terminar Rukia tenía cara de análisis total, estaba muy seria y cual león en caza de una presa se le pego a Ichigo emocionada.
- Todavía no te ves como se veía mi Nii – sama. – asintió seriamente con su cabeza unas cuantas veces. –
- Qué?.... moribundo y agonizante?. – bufo intimidado por los ojos de Rukia, tenía cara de que algo le iba a hacer de un momento a otro. –
- Más o menos. – desvió la mirada buscando algo o mejor dicho a alguien. – y tu novio?.
- Fue a buscar mis cosas a la casa. – recostó su cabeza de las almohadas, todavía podía darse el lujo de entablar una conversación entre contracciones. –
Había pasado más de una hora y todavía Grimmjow no volvía con su hermana, a Ichigo eso le pareció un tanto extraño pero su cabeza no andaba para pensar mucho ya que aquel trabajo de parto iba como en una maratón, rápido, constante y sin detenerse. En una de sus revisiones Unohana le desconecto de todos los aparatos para que el pobre caminara un poco, según ella eso ayudaba a que el parto avanzara así que un Ichigo muy incomodo arrastrando un paral donde se pone las bolsas de suero iba por todos los pasillos del piso de maternidad, junto a el Orihime y Keigo se ofrecieron de compañía o más bien era Keigo tratando de ligar con Orihime y el pobre de Ichigo solo estaba de mero espectador.
- Jamás habíamos hablado antes. – Keigo con cara de baboso trataba de sacarle conversación a la despistada de Inoue que estaba más pendiente de observar hacia los cuneros en su recorrido. –
- Kurosaki – kun mira eso!. – extendió su brazo justo al frente de Keigo y como podrán imaginar el pobre recibió un codazo en la nariz con fuerza. – bebes!.
- AUHHHH!!!. – Keigo empezó a chillar como niño chiquito ante aquel ataque imprevisto. –
- Son los cuneros… - susurro Ichigo incomodo, en verdad que si fuera por el mandaría a sus amigos por un agujero ya que le molestaba mucho sus charlas cuando estaba en medio de alguna contracción. –
- Son tan lindos los bebes!!... espero que los gemelos se parezcan a ti… o no, mejor a su papa, creo que el cabello azul está de moda… pero.. leí en una revista que era el negro?... quizás el amarillo!!...
Orihime empezó uno de sus encantadores desvaríos imaginativos mientras Keigo continuaba llorando a su lado intentando que le prestara atención, la paciencia de Ichigo estaba llegando a su límite, ya le bastaba con los dolores y con la sensación de que estaba totalmente rodeado de locos, resoplaba para calmar su rabia más que por el dolor, pero la gota que derramo el vaso fue ver como ambos “amigos” empezar a caminar de lo lindo y lo olvidaron a el parado todavía frente a los cuneros.
- Alguien máteme… - dejo caer su cabeza en el frio vidrio que permitía mirar hacia dentro de aquella habitación donde las pequeñas cunitas y algunos recién nacidos estaban. –
Por un segundo miro seriamente aquella escena, en verdad el tendría a un par de esos seres con el muy pronto, su rabia y frustración por no estar con Grimmjow, tener a unos amigos que para que quieres enemigos y hasta los dolores del parto se le pasaron a segundo plano, ahora estaba mirando seriamente hacia allí, sentía una especie de empatía que no había percibido antes, algo muy dentro de el que le estaba invitando a querer cargar y tener entre sus brazos a sus hijos más que en todos esos 9 meses que paso, quizás las hormonas que trabajaban en su cuerpo eran tan increíbles que hasta el instinto maternal se despertaba?, quien sabe, pero de lo que si estaba seguro es que todos esos pensamientos le gustaron y le dejaron una agradable sensación hasta que el dolor le recordó que aun quedaba un tramo largo que recorrer para que sus hijos llegaran a sus brazos ese día.
Mientras Ichigo sigue su paseo por el piso de la maternidad, en su casa aun estaban Karin y Grimmjow, este ultimo tenia la habitación de ambos vuelta un soberano desastre, había sacado todas las gavetas del closet, tirado la ropa al suelo, movido la cama y las mesas de noche, hasta quito el colchón de su puesto buscando quien sabe qué cosa que no lograba encontrar
- Vámonos ya!. – Karin le miraba fastidiada recostada en el marco de la puerta. –
- AUN NO!!.. NO PUEDO IRME SIN ESO!!.. – aventó mas ropa de los cajones de una pequeña cómoda que había en la habitación. –
- Y se puede saber que es “eso” que buscas?.
- No puedo decirlo. – miro algo apenado a la hermana de Ichigo. –
- No serán los nervios que te hicieron olvidar donde dejaste “eso” que no puedo saber que es por alguna extraña razón. – le lanzo una mirada de lastima al peli azul. –
- En vez de andar preguntando, sube las maletas al auto, ya yo bajo!. – quería hacer que la chica saliera de su rango de vista para poder buscar sin la presión de ella encima. –
Quién sabe qué diablos está buscando Grimmjow, pero de lo que sí es seguro es que si no se da prisa no podrá estar cuando sus hijos decidan nacer, de regreso a la clínica Ishida, en la habitación de Ichigo las cosas estaban calmadas, Rukia se había dedicado a pintar quien sabe que cosas en su infaltable libreta de dibujos, así la morena decidió afrontar el tiempo mientras que Isshin había hecho una de sus escapatorias donde Ryuken, que mejor que tomarse un café con su amante para esperar a la ansiada llegada de sus nietos y Yuzu, pues ella estaba muy metódica acomodando las almohadas de Ichigo en espera a que el llegara de su caminata.
- Pasa… - la puerta de la habitación fue abierta por un Keigo que trataba de ser caballeroso con su nueva presa, pero Inoue no parecía entender de insinuaciones y menos las de Keigo. –
- Rukia tienes que ir a ver los cuneros!. – Orihime se le pego como garrapata apenas entro a la habitación. –
- Inoue… no íbamos a ir a la cafetería?. – Keigo le miraba suplicante desde la puerta de la habitación. –
- Donde esta ichi – nii?. – Yuzu se queda mirando preocupada a los amigos de este. –
- Kurosaki- kun venia con nosotros… - se llevo la mano al mentón tratando de recordar en qué momento dejaron abandonado a su amigo. –
- DESGRACIADOS!!.... ES QUE NO QUIERO VOLVER A VERLOS CERCA MIO!! ME DEJA…ARRRR!!...
Su voz sonó agonizante mientras trataba de entrar a su habitación a duras penas, en ese lapso de quedarse como idiota mirando hacia los cuneros sus contracciones se acortaron y el regreso a la habitación le fue un camino tortuoso y solitario gracias al olvido de sus “amigos”.
- ICHI – NII!!.. – Yuzu corrió a sujetarle de la cintura, noto de inmediato el cansancio en el cuerpo de su hermano. –
- Estoy bien… - susurro entre el dolor, no quería preocupar a su pobre hermanita que parecía entender mejor que los demás su situación. –
- Sube a la cama. – le sonrió con cariño, sentía que debía apoyarle ya que no había más nadie para hacerlo. –
- Ahora si luces un poco mas como mi hermano… - Rukia le dirigió una mirada rápida para volver como obsesa a su cuaderno de dibujo. –
- Donde diablos esta Grimmjow?... ahora que necesito ahorcar a alguien no puedo!. – miro a Keigo como malicia pero el pobre no era tan tonto como para estar cerca de la cama de Ichigo. –
- Si quieres les llamo. – Yuzu le hablo con ternura mientras limpiaba la frente llena de sudor de su querido hermano. –
- No te vayas… - temía por su seguridad rodeado de sus amigos. –
- Permiso. – la voz serena e implacable de Unohana retumbo en la habitación. –
Ichigo se sintió un tanto aliviado de saber que su médico regreso después de dos horas, estaba seguro que en manos de ella las cosas se organizarían, que si se lo pedía lograría sacar de la habitación a todos los innecesarios pero antes de que pudiese hablar si quiera ya la mujer estaba tirando de sus sabanas para revisarlo, no le dejo pronunciar palabra alguna, más bien lo único que sintió fue la mano enguantada abriéndose paso dentro de el, aquello fue doloroso más que las veces anteriores pero su ego no le dejaba soltar un solo gemido de dolor, y no era porque no lo sentía, al contrario, se moría por gritar a los cuatro vientos con cada oleada de dolor que recorría sus caderas pero delante de tanta gente no se rebajaría a gemir como gato moribundo, primero muerto que bañado en sangre.
- Casi 8… - volvió a acomodar las sabanas encima de un sonrojado Ichigo. – el que caminaras ayudo mucho.
- Doctora. – Ichigo le hizo señas con su mano para que se acercara a él. –
- Dime?. – sonrió tranquilamente como si nada hubiese pasado. –
- Podría sacar a todos de aquí?. – miro de reojo a su amigo Keigo que estaba mirando como poseso los pechos de cierta amiga suya. –
- Si le son de distracción, se ha portado muy bien con el trabajo de parto, ni si quiera a pedido medicación… creo que sus amigos le dan las fuerzas para que todo siga como debe ser. – paso a colocar otra vez los monitores sobre el vientre del peli naranja. –
- Pero… - quería gritar, deseaba levantarse de esa cama y votarlos a todos, menos a su hermanita, era la única que ayudaba y no estorbaba. –
- Cálmese joven, esos bebes no estarán mucho tiempo allí dentro, yo regresare en un rato para ver cómo van. – verifico los aparatos y se despidió de Ichigo y los presentes con su infalible sonrisa. -
Luego de esas lindas palabras la doctora desapareció de la habitación, todo el lugar era un desastre a ojos de Ichigo, Rukia que había estado sentada calladita al fondo de la habitación se había movido peligrosamente cerca suyo, por otro lado Orihime parecía estar planeando algo con la bolsa que trajo a cuestas ya que no dejaba de verla y Keigo, pues él se lleno de valor para acercarse a la cama de Ichigo.
- Jo… mira esto Ichigo!... parece como los aparatos que miden los sismos!. – miro la cinta de papel milimetrado y como una aguja imprimía una serie de hondas muy débiles pero mientras observaba la aguja se disparo y eso hizo que el tonto de Keigo se emocionara. – porque se moverá asi?.
- Porque tengo una maldita contracción!! Arrr…. – se aferro a la baranda de la cama hasta que el dolor se fue pasando. –
- Oh…. Lo que hace es decir cuando tendrás una?.
- Alguien... aléjelo... de mi antes de que lo mate!. – Ichigo resoplo indignado, después de que paso aquella contracción. –
- Pero si yo quiero estar aquí!. – chillo muy triste y sujetándose a una de los parales donde se pone el suero. –
- Entonces no toques nada!. – Ichigo le lanzo una mirada asesina a su amigo. –
La única persona que parecía sensata y muy dispuesta a ayudar a Ichigo era su pobre hermanita, Yuzu ni hablaba solo le daba la mano cuando veía que el pobre chico tendría una contracción y después le dejaba tranquilo para que descansara, su padre ya se había regresado de donde Ryuken y eso era una molestia mas metida en la habitación.
- Ichigo. – Rukia se le acerco con rostro serio. –
- Qué?… - susurro con los ojos cerrados, estaba ya cansado de el trabajo de parto. –
- Sabes que yo atendí a mi Nii - sama!!. – sonrió orgullosa. –
- Que divertido…
- Es que te quiero explicar cómo será para que no te asustes después.
- No necesito explicaciones. – apretó los labios al sentir como otra de esas condenadas contracciones regresaba. –
- Igual lo hare… - saca su cuaderno de dibujo y un apuntador para empezar su técnica explicación. –
Mientras Ichigo se partía del dolor Rukia le hacia una grafica explicación de cómo sería el nacimiento de los gemelos, con mucha destreza y poniéndolo a él como un conejo con un gran vientre, paso a otra lamina donde el dibujo representaba a Ichigo con cara de psicópata y gritando mil maldiciones que coloco en signos ininteligibles.
- Así te veras cuando el bebe este ya listo en el canal de parto… - mostro el dibujo al grupo presente en la habitación. –
- OOOHHHHH…. – todos corearon a la vez al ver grandioso trabajo que había hecho Rukia con su “ilustración de un parto”. -
Luego de que todos miraran satisfechos aquel dibujo, paso la hoja y mostro otro mas donde se veía al conejo Ichigo pujando y algo rojo saliendo de él, por cierto, ese dibujo fue después censurado por el mismo Ichigo que le arrebato la libreta y la lanzo por la ventana de la habitación, desde la cama, con dolores y a pesar de ello con una asombrosa puntería.
- PORQUE LANZASTE MI DIBUJO?. – miro hacia la ventana abierta con sus ojos llenos de furia. -
- PORQUE ASI NO… POR UN DEMONIO DUELEEEE! . – empezó a jadear con fuerza, habían sido dos contracciones seguidas. –
- Rukia parece que Kurosaki - kun está igual como en tu ultimo dibujo!! - Orihime grito toda emocionada por su asombrosa deducción. –
- Llama a la doctora!!.. – logro articular las palabras a pesar del dolor que se intensifico mucho en pocos momentos. –
- No sabemos cuándo tardara en llegar, si quieres te ayudo!. – Rukia olvido su libreta y se ofreció muy valientemente mientras trataba de levantarle la sabana al pobre pelos de naranja para ver. –
- NO TE… ATREVAS!! – trato de cerrar las piernas pero la sensación de que no podría le asusto. – el… bebe…
- Ya viene?. – todos voltearon a ver al pobre de Ichigo que jadeaba cada vez mas y con una clara sensación de que uno de los gemelos saldría de el con o sin su ayuda. –
El pánico cundió, Orihime empezó a chillar como loca de emoción, Keigo decidió desmayarse de palmo a palmo frente a la puerta de la habitación, Yuzu solo seguía en su puesto de batalla sujetando la mano de su hermano, Rukia aun peleaba por querer ser ella quien le echara una miradita a ver si era hora de que nacieran.
- VIEJO!!.... llama… llama.. – Ichigo no podía hablar, el dolor le robaba el aliento muy rápido. –
- Cálmate, aguanta un poco que ya voy por la doctora!. – Isshin salió corriendo de la habitación pisando a la nueva “alfombra” Keigo en su salida. –
- Respira Kurosaki – kun!! Respira!! – Orihime empezó a respirar como si fuera a entrar bajo el agua llenando sus mejillas de aire hasta el límite. –
- ASI NO SE RESPIRA!. – Rukia le regaño mientras seguía jaloneado las sabanas de Ichigo. – NO VAS A DEJAR QUE TE AYUDE!.
- NOOO…. QUIERO A GRIMMJOW!!.. – fue el grito mas iracundo y lleno de necesidad que habría dicho Ichigo en su vida. –
Se sentía aterrado, el dolor en sus caderas no disminuía mientras una desagradable sensación entre sus piernas le hacía instintivamente abrirlas, su cuerpo trabajaba solo y el no podía controlarlo gracias al desastre que tenía alrededor, quería en verdad que su desaparecido novio llegara y así juntos hacer esto que esperaron por 9 largos meses, era imperante que estuviese a su lado, pero al sentir que debía pujar ya sus esperanzas de que el peli azul llegara a tiempo se le escapaban con los gemidos de dolor de su boca.
- QUE SUCEDE AQUÍ?. – la voz firme pero pausada de Unohana hizo que todos guardaran silencio en la habitación. -
- Dice que ya viene!. – Rukia miro preocupada a la doctora que sin importarle la presencia de todos quito las sabanas de Ichigo para revisarlo. –
- No llegaras a la sala de partos. - miro como una matica de cabellos empezaba a coronar. –
- No… ha llegado Grimmjow!. – grito aguantando las horrorosas ganas de pujar. –
- Pues lo siento chico pero este bebe decidió tomar el carril rápido así que para la próxima contracción vas a pujar con todas tus fuerzas. – separo más aun las piernas de Ichigo para darle espacio al bebe. – qué esperas?.
- Aun… no!. – trato de aguantar pero era imposible, su cuerpo deseaba sacar rápido a ese bebe así que lo inevitable sucedió, empezó a pujar con la siguiente contracción y lamentándose de que su novio no estuviese para ver todo. –
No era lo que quería y menos lo que esperaba, estaba en su habitación a la vista de todos dando a luz al primer gemelo, su cuerpo trabajo más rápido de lo que pensaba y aquel dolor inclemente parecía ayudarle a pujar como nunca, era lo más doloroso que había experimentado en su vida, la sensación de que se desgarraría aumento cuando al fin el bebe termino de coronar y su cabeza estuvo totalmente fuera de su cuerpo, apenas aquella horrenda sensación bajo se dejo caer en la cama aun jadeando con los ojos cerrados, sentía que pronto debía volver a empujar, quería acabar la presión que sentía entre sus piernas, podía oír los gritos de euforia de su hermana, los llantos de su padre y demás presentes, en ese instante comprendió que estaba dando un gran espectáculo para todos en esa habitación.
- MALDITA SEA!!.... – grito con fuerzas mientras otra contracción lo hacía doblarse hacia delante para seguir pujando. –
- ICHIGOOOOOOO!!! – la voz inequívoca de su novio irrumpió la total alharaca que había en la habitación. – QUE PASA?.
- ESTA TENIENDO A LOS GEMELOS!. – una Rukia realmente emocionada le empujo dentro de la habitación.-
- TAN RAPIDO!. – Dejo la maleta tirada en la puerta “exactamente sobre Keigo”, y corrió al lado de su novio – Ichigo!.
- Lo estás haciendo muy bien chico, dos más y tendremos al primer gemelo aquí. – Unohana miro muy confiada hacia el bebe. -
- Al fin apareces. – suspiro con cansancio mientras esperaba a la siguiente contracción. – porque... tardaste?
- Yo tarde?, tu eres el que va a millón!. – sujeto con fuerza la mano de Ichigo entre las suyas. –
- Trajiste.. la cámara?… - miro de reojo hacia las manos del peli azul. –
- La cámara?. - sabia que algo se le había olvidado entre su búsqueda desesperada por aquel pequeño objeto que necesitaba. -
- Si… la maldita cámara que fuiste a buscar!! . – gruño iracundo al sentir como otra vez necesitaba pujar. –
- Aquí la traigo!. – la voz de su hermana Karin resonó tras Grimmjow. – tranquilo Ishi – nii no perderé este momento. – sonrió orgullosa de su hermano. –
Y tan rápido como empezó acabo, de un rápido y fuerte empujón el primero gemelo llego al mundo rodeado de un nutrido grupo, el llanto del pequeño resonó en todo el lugar ya que nadie pudo decir palabra alguno cuando le vieron, era una pequeña bolita roja que tiritaba de frio entre las piernas de su mama, la doctora rápidamente le limpio la nariz y la boca para que respirara mejor, paso siguiente coloco las pinzas en el cordón umbilical para poder darle el honor al papa de cortarlo.
- Señor. – extendió las tijeras a un impresionado Grimmjow. – corte por encima de la pinza.
- Es… - miro el llamativo color de cabello del bebe mientras cortaba al fin el cordón. –
- Aquí tienen a su primer bebe… - Unohana lo dejo con cuidado sobre el pecho de Ichigo. -
- Es igual a ti. – beso la mejilla de su novio con orgullo, aquel bebe tenía el cabello igual a Ichigo. –
- MI NIETOOOO!!!. – con dificultad Isshin se acerco donde su hijo y yerno. – es igual a ti cuando naciste… - sonrió al recordar esos días del pasado. –
- Hola Miharu, perdón por el escándalo que hay aquí. – sentía unas enormes ganas de llorar, aquel bebe estaba muy tranquilo sobre su pecho, sus ojitos entre cerrados parecían querer abrirse de par en par para observar a su alrededor pero pronto una enfermera lo tomo para pesarlo y medirlo junto a la pediatra. –
- Ya lo devolvemos. – se llevo al bebe, apenas este se vio alejado del calor de su mama comenzó a llorar estruendosamente. –
- Estará bien?. – susurro Ichigo un poco aletargado por el cansancio. –
- No te quedes dormido, aun falta el segundo bebe. – Unohana reviso al chico para verificar que el segundo gemelo estuviese bien ubicado para nacer. –
Repentinamente la atención que antes estaba en Ichigo ahora pasaba toda al recién nacido, todos se acercaron a donde la pediatra le media, pesaba y registraba todos sus datos de nacimiento, mientras esto sucedía, Ichigo estaba aprovechando de descansar un poco, aun no podía volver a pujar hasta que su cuerpo decidiera que era hora de hacerlo.
- Es muy lindo…. – susurro Yuzu con las lagrimas afuera, aquel pequeño bebe era una copia en miniatura de su hermano. –
- Kiaaaaaaa!!!! – todas las mujeres suspiraron al ver como el pequeño Miharu se chupaba los deditos de su mano derecha con insistencia. –
- Esta listo. – la pediatra lo envolvió bien en una manta azul celeste y le coloco un gorrito blanco en la cabecita para que no le diera frio. – tenemos un sano niño de 2 kilos 700 y midiendo 48 cms.
En pocos momentos ya el bebe estaba otra vez con sus papas, pero ahora era Grimmjow quien lo había cargado con mucha suavidad, le sostenía como si fuera la cosa más frágil que había tocado en su vida, aquel pequeñito solo estaba muy quieto con su manito en la boca chupándose lo deditos, parecía muy cómodo y tranquilo, ajeno al desastre que le dio la bienvenida al mundo.
- Sin duda alguna son iguales a ti. – sonrió emocionado por ver como seria el otro gemelo que aun no nacía. –
- No está tardando mucho el otro bebe? - pregunto un tanto angustiado el pelos de naranja. –
- A veces el trabajo de parto de detiene, creo que vamos a ayudarte un poco. – señalo al bebe en brazos de Grimmjow. – dame al bebe.
Aun sin entender nada Grimmjow se lo entrego a la doctora, esta camino hacia el nutrido grupo de acompañantes para hablarles como solo ella podía hacerlo.
- Señores necesito que todos salgan un momento, ya acabo el espectáculo por ahora. – sonrió amablemente a todos los presentes. –
Nadie la contradijo, aquellas palabras fueron obedecidas de inmediato, al final, en la habitación solo quedaron Grimmjow, la doctora Unohana, dos enfermeras y la pediatra, lo justo y necesario para continuar aquel parto.
- Ahora vamos a dejar que la madre naturaleza haga su trabajo. – con mucho cuidado coloco al bebe nuevamente en brazos de Ichigo. –
- Que... – no pudo culminar la frase ya que las manos de aquella mujer abrieron su bata dejando al descubierto uno de sus pechos. –
- La lactancia reactivara el trabajo de parto. – sonrió como si nada mientras volvía a su lugar entre las piernas del chico. –
- Volver a tener contracciones? - miro avergonzado al bebe que se revolvió al sentir aquel dulce aroma que emanaba del cuerpo de su mama. –
- Tantos años de carrera me hacen confiar en ello.
Ayudado por la mano de Ichigo, el pequeño Miharu al fin pudo alcanzar su comida succionando con fuerza de aquel pezón, el silencio reinante se interrumpió minutos después cuando la respiración de Ichigo se vio entrecortada gracias al dolor, como había dicho la doctora, las contracciones regresaron más fuertes que antes pero esta vez estaba muy cansado y no se sentía en condiciones de volver a pujar.
- Grimmjow… - sujeto la mano de este al sentir como el dolor regresaba a sus caderas. –
- Deme al bebe. – una de las enfermeras lo tomo con cuidado evitando que se lastimara entre los movimientos que hacia Ichigo al pujar a su hermano. –
- Ya está casi aquí, bajo rápido también. – miro como otra vez aquel cabello naranja resaltaba a simple vista. –
- Que… sea rápido… - suplico entrecortado por el dolor. –
- Entonces puje con todo lo que tenga. – le animo la morena al ver que Ichigo no ponía el mismo empeño que antes en empujar. –
- Duele… - otra vez ese desagradable dolor entre sus piernas, aquella sensación de estarse quemando le invadió totalmente. –
Aun con el agotamiento todo paso muy rápido, después de unos buenos esfuerzos por parte de Ichigo, el segundo bebe llego al mundo con su estridente llanto, su cuerpo igual de arrugado que el de su gemelo y sus facciones muy parecidas, no había duda de que eran gemelos idénticos y el secreto de su género les fue revelado al final de ese largo camino.
- Son dos niños!. – sonrió orgulloso Grimmjow. – lo hiciste muy bien!. – beso la frente de Ichigo con mucha emoción. –
- Pues tenemos dos niños muy saludables. – la doctora repitió las acciones de limpiar y darle a Grimmjow el honor de cortar el cordón umbilical del segundo bebe. -
Ahora tenía dos bebes en sus brazos, dos pequeñas vidas que creo junto a Grimmjow, en ese instante no se sintió aterrado o asustado de tener a dos bebes con él, lo único que sintió fue la felicidad más grande que podía caber en su pecho, eran tan pequeños y frágiles, tan suyos en sangre y físico, ambos niños eran una copia de el, sus pequeñas cabezas adornadas con ese cabello desordenado y naranja pero no solo se parecían a Ichigo, ambos gemelos tenían un secretito para su papa, ya que sus ojos serian tan azules como los de Grimmjow.
- Como se llamara los bebes?. – pregunto la pediatra al llenar los formularios de los gemelos. –
- Miharu y Ranmaru. – respondió Grimmjow con total orgullo de padre. -
- Buena combinación. – la doctora termino de atender a Ichigo. – todo estuvo muy bien.
La paz regreso a la habitación poco después, todos salieron de ella y tan solo quedaron los nuevos padres y sus pequeños retoños, un rato de privacidad vendría bien después de tanto desastre, Ichigo estaba aletargado y agotado físicamente pero sin embargo no soltaba por nada del mundo a los dos pequeños bultos de mantas que estaban cómodos en sus brazos, era tibios, suaves y diminutos a sus ojos, se veían más pequeños de lo que sintió al tenerlos. Grimmjow estaba mudo contemplando la imagen, permanecía sentado a la orilla de la cama con la mirada perdida frente a él, su adorado amante le había dado dos razones más para quererlo, dos poderosas razones para seguir a su lado y compartir el destino que les toco, dos pequeñas razones que se alojaron en lo más profundo de su corazón apenas les miro respirando y llorando por primera vez en la vida, y por esas dos razones ahora estaba más seguro que nunca de lo que haría o más bien de lo que pediría en ese momento.
- No puedo creerlo… - Ichigo estaba embelesado con la mirada perdida en los dos pequeños. –
- Yo tampoco. – susurro arrimándose un poco hacia Ichigo. –
- Es más increíble de lo que me imagine. – sonrió con melancolía, por alguna razón sentía ganas de llorar. –
- No pensaras llorar?, ellos no están llorando así que tu tampoco deberías hacerlo. – estiro su mano hasta rozar la mejilla del peli naranja. – se feliz.
- Lo soy, pero no puedo dejar de pensar que mi madre sintió lo mismo cuando nos tuvo a mis hermanas y a mí en sus brazos, es algo que no tiene palabras para ser descrito. – con mucha suavidad bajo su cabeza para besar las pequeñas cabecitas de sus hijos. –
- Y… serias más feliz aun si te pidiera algo. – con nervios saco una pequeña caja del bolsillo de su pantalón, aquella condenada “cosa” que no encontraba en la casa por los nervios. – Ichigo, quieres casarte conmigo?.
- Grimmjow… - sus ojos se abrieron como platos a ver la sortija de oro que resaltaba dentro de esa caja de terciopelo rojo. –
Continuara…………
KIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! LE PIDIO MATRIMONIO!! LE PIDIO MATRIMONIO!!... QUE LOCO PARTO!! JEJEJEJEEJ!! Todos querían “ayudar” pero resultaron más estorbo que otra cosa!! XD… no tengo más que comentar, solo que lo hayan disfrutado y esperen el próximo que estar relindo con los gemelitos en casa y los líos que se armaran con ellos jejeje. Una última pregunta… Ichigo dirá que si?.
Próximo Capitulo:
En dobles problemas.
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