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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo: abuelito vs papa!! quien ayuda mas?, Ichigo ten paciencia que todo mundo quiere opinar XD... ahora Ukitake celebra por todo!.
Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.


Todo queda en Familia.
Capitulo 52
En dobles problemas.


No sabía que decir, su cabeza parecía tener demasiada información por procesar, el agotamiento físico, la emoción de ver a sus hijos por primera vez, las ganas de llorar inexplicables y ahora también se le sumaba un Grimmjow proponiéndole matrimonio?. Aquello era para que pegara un grito en el cielo, no sabía si de emoción o de impresión, en verdad que no imagino jamás ver a un hombre tan pretencioso e independiente como el peli azul haciendo eso, era como si la vida le estuviese jugando una broma pesada.

- Hablas en serio?. – miro con su seño fruncido aquel brillante anillo en su cajita. –
- Hablo en serio. – sonrió como solo él podía hacerlo, estaba muy seguro de su decisión. –
- Quieres tener más responsabilidades en esta vida conmigo?. – Ichigo parecía aun incrédulo por lo que sucedía. –
- Creo que he disfrutado de mi soltería como nunca… pero siento que ya estoy en el lugar y el momento correcto, con la persona correcta. – se deslizo un poco mas hasta quedar frente a frente con su novio. – ustedes son el camino correcto de mi vida.
- Donde esta Grimmjow y que hiciste con él?. – Ichigo curvo su boca como queriendo negar lo que decía el peli azul con una seria y confiada seguridad. –
- Te amo… es muy difícil que me quieras aceptar este anillo?. – gruño ofendido por la falta de credulidad en Ichigo. –
- No es que no te crea…. Es que…. – ahora si tenía aquel nudo en la garganta que le parecía asfixiante, esas enormes ganas de llorar que logro reprimir con dificultad cuando daba a luz ahora sí que se desataron a lo grande. – Grimmjow…

Las lágrimas resbalaban por sus mejillas a montones, era como una regadera sin fin, quería detenerse pero no podía, sentía que necesitaba liberar todo ese sentimiento que estaba en su pecho reprimido, entre tanto sollozo intento darle la respuesta a Grimmjow pero no podía si quiera pronunciar las palabras correctas.

- No es necesario que llores. – bajo la mirada perturbado por como afecto el parto a Ichigo. –
- Quiero… quiero… decir… - ahora más que llorar lo que hacía era sollozar como niño pequeño mientras su boca le daba una linda sonrisa. – si…. Dije si!.
- AL FIN!. – grito emocionado al tiempo que sacaba el anillo y lo trataba de colorar en el dedo anular de la mano izquierda del peli naranja. –

Luego de ello y con todavía un Ichigo en un mar de lagrimas, beso sus labios salados gracias al liquido que resbalaba por sus mejillas como una cascada, estaba contento por la aceptación de su ahora prometido pero sin embargo no solo Ichigo lloraba, los gemelos en sus brazos parecieron ponerse de acuerdo con su mama y ambos comenzaron a llorar también, el pobre peli azul no sabía qué hacer, tenía un problema bien grande delante de él.


- Cálmense los tres… - se puso de pie preocupado ya que el escándalo de los gemelos parecía escucharse en media clínica. –
- Los hice llorar!.- mas lagrimas brotaban del pobre Ichigo, aquel llanto era netamente hormonal. –
- No lo hiciste a propósito… trata de calmarte o ellos no se calmaran. – intento cargar a uno de los gemelos pero no sabía a cuál de los dos tomar primero. -
- Que paso?. – la puerta de la habitación se abrió trayendo al abuelito muy decidido de saber porque lloraban sus nietos. –

Isshin paso sin pedir permiso si quiera, estaba muy contento de poder ver a los gemelos y cargarlos pero cuando miro la escena de Ichigo llorando con los gemelos, le hirvió la sangre en un segundo pensando que el culpable de ese llanto había sido el padre de las criaturas.

- QUE LE HICISTE A MI HIJO?. – sin previo aviso tomo de las ropas a Grimmjow y lo estrello contra la primera pared que pudo. –
- QUE DIABLOS LE PASA!!. – trato de quitarse las manos de encima pero Isshin le sujetaba con una fuerza sobrehumana. –
- VIEJO SUELTALO!!. – Ichigo logro calmarse un poco de aquellas emociones, estaba tratando de volver a ser el. –
- NO LO HARE HASTA SABER QUE PASABA AQUÍ. – agudizo la mirada hacia el peli azul que lucía molesto por la violenta entrada de su suegro a la habitación. –
- Me propuso matrimonio y le dije que sí, eso fue lo que paso!. – hablo con seguridad mientras mecía a los gemelos para calmarlos. –
- Matri…matrimonio?. – de la impresión Isshin soltó a Grimmjow. –
- Así es suegrito…. Ichigo acepto casarse conmigo. – sonrió con todo el orgullo del mundo. –
- No vayas a armar un drama, ya somos los suficientemente grandes como para decidir qué es lo que haremos con nuestra vida… - Ichigo quería dar un soberano discurso sobre lo que decidió pero Isshin le interrumpió al caminar hacia la cama y abrazarlo con mucha fuerza. –
- Espero que sepan apreciarse mutuamente, por mis nietos. – sonrió con toda sinceridad mientras se desprendía del abrazo. –
- Papa… - como muy pocas veces Ichigo le llamo por aquel apelativo dulce de su niñez. –
- Creías que iba a regañarlos?. – sin pedir permiso cargo a uno de los gemelos para ayudar a su hijo. –
- Si… - susurro un tanto impresionado. –
- No lo hare, les basta con lo que les tocara ahora vivir. – meció al bebe mientras le hacía algunas muecas con su rostro. –
- Decidió no meterse más en nuestra relación. – Grimmjow tomo al otro bebe en brazos también, parecían dos niños retándose mutuamente. –
- No totalmente, aun seguiré como una sombra pegada a tu trasero para asegurarme de que mis nietos estén bien. – lanzo una mirada desafiante al peli azul. –
- Pues no hará falta, mis hijos estarán bien conmigo. – devolvió aquella mirada con más seguridad aun. –
- Oigan…. – Ichigo solo podía ver con una enorme gota resbalando por su frente como ambos hombres se miraban lanzándose dardos y puñales mientras cargaban a los niños. –
- Creo que mejor dejamos las peleas, Ichigo no ha descansado. – Isshin registro al bebe para ver su brazalete de identificación. – si tengo a Miharu!.

Como un buen abuelito cariñoso, empezó a hacerle muecas al recién nacido, este pues no parecía asustarle las babosadas que decía Isshin con emoción mientras le hablaba y le llamaba por su nombre.

- Agradezca que deje que llevara ese nombre. – el peli azul sonrió pretencioso, sabía que eso era un golpe bajo para su suegro. –
- Grimmjow no sigas discutiendo y dame a Ranmaru. – Ichigo estiro los brazos para tomar al bebe más iracundo de los dos. –
- Tiene el orgullo de llamarse como quiso su abuelo. – vio a Miharu con una sonrisa boba mientras este estaba más calladito después de mecerlo. –
- ”igame!. – otra vez Grimmjow estaba que quería golpearlo con su puño. –
- Los dos deberían estar agradecidos de que no los eche a patadas de aquí, hagan silencio aunque sea un rato!. – mascullo entre dientes tratando de no alzar la voz ya que sin que nadie se lo explicara dedujo el llanto del bebe y se propuso a calmarlo. –


Aun muy indignados padre y abuelito seguían discutiendo hasta que se quedaron callados al ver lo que hacia el peli naranja con uno de los gemelos, parecía inmutable, ajeno a la discusión y muy sereno con Ranmaru en sus brazos mientras le alimentaba por primera vez, no sabía cómo pero sentía que aquel llanto del pequeño era por hambre y no se equivoco al acercarlo a su cuerpo para apaciguar su llanto. Debía agradecer las clases que tomo meses atrás ya que con ellas se sintió menos intimidado por lo que hacía, las explicaciones y los consejos fueron útiles y certeros en ese justo instante en que tenia la primera conexión más íntima, real y pura que una madre pueda hacer con su hijo, en verdad era relajante mirarle comer, ese pequeño ser que estuvo dentro suyo ahora era que dependería de él, más que antes, en cariño, protección y alimento, sus hijos lo necesitarían las 24 horas del día por muchos años y como dicen las madres, los hijos crecen pero nunca dejan de ser sus bebes.
Mientras unos descubren que es vivir con dos nuevos seres diminutos en sus vidas, otros están apenas comprendiendo que es esperarlos.

Ese día su grandiosa graduación fue arruinada por su medio hermano y su “oportuno” trabajo de parto, Uryu no quiso meterse en todo ese desastre de la familia Kurosaki, ya tendría tiempo para acercarse a la clínica y ver como había trascurrido todo, mientras, era feliz celebrando con su querido Ukitake en un restauran de Karakura, ambos estaban muy felices festejando la graduación que después de sacar a Ichigo del auditorio continuo, era casi de noche cuando llegaron al lugar, un pequeño sitio muy relajante, las mesas estaban dispuestas unas cerca de otras con manteles blanco impecable, sobre las mismas un juego de especias y un par de velas rojas hacían de centro de mesa para los comensales, las paredes del lugar eran de color crema con algunos cuadros de naturalezas muertas y paisajes serenos acordes a la demás decoración, entre la gente y los mesoneros se hacía animado el ambiente esperando la comida.

- Pasamos mañana por la clínica a conocer a tus sobrinos. – Ukitake sonrió con emoción al poder conocer a unos gemelos, eso le daría una pequeña idea de cómo serian los suyos con Uryu. –
- Si… - respondió un tanto distraído. –
- Que sucede?. – tomo la mano del pelinegro entre las suyas. –
- Jyuushirou… – bajo la mirada apenado por lo que diría. –
- Dime?. – sonrió otra vez, le encantaba esa cara tímida de su prometido. –
- Creo que nuestros bebes se movieron. – poso una de sus manos sobre su pequeño vientre de 4 meses. –
- SE MOVIERON! SE MOVIERON!! EN VERDAD SE MOVIERON!. – salto de su silla pegando aquellos alaridos. –
- Todos nos miran!. – si estaba apenado pues ahora parecía un semáforo en rojo ya que su extrovertido amante estaba con su cabeza pegada de su estomago sin importarle donde estaban. –
- Que el mundo se vaya al diablo!, Yo quiero sentir a mis hijos!. – su alegría no le cabía en el pecho, cada acontecimiento de ese embarazo era celebrado como lo más increíble del mundo para Ukitake. –
- Señores…. - El mesonero que les atendía estaba parado cerca de la pareja con la comida en una bandeja. –
- Que me mira?... estoy sintiendo como mis hijos se mueven!. – restregó su cara del vientre de Uryu una y otra vez como si fuera un gatito buscando caricias. –
- No señor… no estaba, discúlpeme pero quería saber para quien era cada pedido. – el pobre mesonero señalo los platos de comida. –
- Ok…. – se levanto de un solo golpe y paso a señalar con su dedo aquella gama de alimentos que habían mandado a traer Ukitake. –
- Estos cuatro platos son míos y ese es de él. – señalo con su dedo las comidas. –

Después de que el mesonero sirviera todo se retiro deseándoles buen provecho a ambos, la mesa estaba llena pero a los ojos de quien viera era el peliblanco quien se estaba comiendo prácticamente todo a su paso y el de lentes solo comía moderadamente como las personas normales.

- Si comes mucho te dará acidez. – susurro Uryu incomodo, era extraño como su embarazo afectaba a Ukitake de unas maneras que le sorprendían. –
- Que me dé, como ya te dije, es mi cuota a pagar por que tú me llenes de felicidad con nuestros hijos. – siguió devorando la cena como si fuera la última de su vida. –
- Sabes que estaba leyendo una investigación muy interesante sobre el síndrome de couvade, parece que también podrías sentir cuando este en labor. – sonrió algo malicioso, esa parte de los síntomas le sonaban muy divertidas para comprobar. –
- En serio?.
- Así es, muchos pacientes dijeron que sentían cólicos y dolor abdominal mientras sus esposas daban a luz.
- Si sucede, que suceda… yo igual soy feliz de que vayamos a ser papas.
- Eres la persona más feliz del mundo, verdad.
- Contigo a mi lado claro que lo soy.

Ukitake era el ser mas emocionado y feliz del planeta, una segunda oportunidad de vivir, un amor que le correspondiera y de paso que le diera la dicha de ser padre por partida doble!, era algo como para vivir celebrando todos los días. Después de aquella gratificante cena, la pareja se dirigió al departamento de Ukitake, esa noche la pasarían juntos para seguir celebrando a su manera, apenas ambos llegaron a la puerta de su hogar, Uryu ni si quiera dejo que Ukitake buscara las llaves, su cuerpo deseaba besarle con tanta necesidad, ese si era uno de los síntomas que ambos compartían a lo grande, un alto apetito sexual que los encendía mutuamente, aquel juego de besos hizo que ambos quedaran recostados de la puerta, el peliblanco tenia los labios de Uryu atrapados entre los suyo, un beso fogoso y desenfrenado se abría paso en sus bocas, ambos luchando por el control de la situación, los dos quemándose por dentro de tanta pasión y deseo queriendo ser liberado a como dé lugar, en medio de aquellas caricias Ukitake logro abrir la puerta de la casa para pasar ambos todavía unidos en besos y abrazos.

- Cierra la.. puerta… - gimió el de lentes entre cortado mientras Ukitake ya estaba con una de sus manos tratando de quitarle el abrigo que traía puesto el chico. –
- Ahora... – movió su pie hasta la puerta para de un solo golpe cerrarla. – listo!
- Donde te quedaste?. – Uryu se dejo caer boca arriba en el sofá de tres puesto de la sala. –
- Aquí!. – se logro quitar los zapatos aventándolos quien sabe a dónde mientras que su chaqueta de lana negra también salía despedida por los aires rumbo al suelo. – y …
- Me gusta más que me desvistas tú. – sonrió coqueto e invitándole a que le desnudara. –
- Te adoro!. – se lanzo de lleno sobre el cuerpo de Uryu pero aun teniendo cuidado de no poner todo su peso sobre el mismo. – nos quedamos aquí?.
- Donde sea estará bien…. Solo quiero ser tuyo. – estiro los brazos para rodear el cuello de Ukitake. – hazme sentir como solo tú sabes hacerlo… - deslizo la punta de su lengua por toda la comisura de los labios del peliblanco. –

Aquella frase lo puso a mil, su tierno Uryu podía ser muy malicioso cuando se lo proponía y ahora con las hormonas rondando era más desinhibido que nunca, tan atrevido se había puesto que mientras Ukitake le quitaba la camisa sensualmente este se procuraba de alborotarle más aun deslizando su rodilla por encima del excitado miembro, un roce descarado que hacía que las mejillas blancas de Jyuushirou se encendieran en rojo y su respiración se entrecortara.

Esos juegos se hicieron más evidentes cuando al fin el cuerpo del Ishida estaba totalmente desnudo bajo el, aquel delicado ser rebosaba vida sin límites, su piel blanca y suave más aun por el embarazo, su delgada cintura ahora era más curva y provocadora, su pequeño vientre abultado resaltaba a simple vista gracias a una delgada línea marrón claro que nacía en el ombligo y bajaba hasta el hueso púbico de Uryu, la marca inequívoca de un embarazo, después de contemplarle extasiado Ukitake paso a terminar de desvestirse para acompañar aquellas caricias entre dos cuerpos libres de ropas y llenos de calor provocador.

- Eres realmente apetecible… - deslizo su lengua por todo el torso desnudo de su joven amante. –

No hubo palabras como respuesta, solo incontables gemidos que sonaban como música a los oídos de Ukitake, una gama delirante de sensaciones que se impartían con una lengua juguetona deslizándose desde su cuello, pasando por el surco que hacían sus pechos y deteniéndose en el lugar más sensible del cuerpo del pelinegro, con descaro lamio, beso, mordisqueo y succiono de aquellos sensibles pezones mientras su prometido se revolcaba de placer bajo el, sus manos pasaron a sujetarle de su cabello blanco que ya para esas fechas estaba nuevamente largo.

- Te amo. – susurro entre gemidos Uryu al sentir como Ukitake dejaba su pecho y bajaba por su estomago hasta posar sus labios sobre aquel vientre hinchado. –
- No parare de agradecer este milagro. – sonrió dulcemente y deposito dos besos a cada lado de su vientre, paso siguiente continuo su recorrido hasta la entrepierne del moreno. –

Que mas podía sentir que no fuera placer, era estar en el paraíso mismo, aquel hombre le estaba dando las mas deliciosas de las caricias, su boca se apodero de su necesitado miembro y como si de una golosina se tratase, empezó a deleitarse con él, su lengua deslizándose nuevamente por toda aquella piel mientras Uryu subía y bajaba sus caderas al compas de aquella lengua, ambos disfrutando del momento, sintiendo al máximo, desbordándose de placer, tanto que ya no bastaba el contacto ahora necesitaban sentirse al nivel más profundo que habían experimentado.

- Date la vuelta. – Ukitake le susurro al oído mientras le sujetaba suavemente de las caderas para ayudarlo a levantarse. –
- Así?. – Uryu se arrodillo de espaldas sin bajar del sofá, sus manos se acomodaron en el espaldar del mismo mientras sus caderas quedaron al nivel perfecto para lo que haría. –
- No puedes provocarme más… - sonrió descarado al ver que el pelinegro jugaba al inocente, moviendo sus caderas de arriba abajo rozando el excitado ser de Jyuushirou. –
- Si puedo… - se movió lo suficiente para tomar la mano derecha de su prometido y llevarse dos de los dedos a su boca. –
- Uryu… - mascullo extasiado al ver como el chico los succionaba descarado mientras seguía rozándose contra él. –

No aguanto más, mientras Uryu seguía jugando con sus dedos, este decidió empezar aquel acto de unión, se inclino lo suficiente para poder abrirse paso dentro de su amante, aquel cuerpo tibio y estrecho se abría con su llegada, pudo escuchar como los gemidos volvían a los labios de Uryu, su cuerpo se tenso un poco pero sin dejar de jugar con sus dedos, eso el distraía del dolor momentáneo que sentía pero pronto ambos ya estaban en sintonía otra vez, con suavidad Ukitake empezó a embestir aquel cuerpo sudoroso bajo el, sus caderas deslizándose adentro y afuera con deleite mientras la otra mano de Ukitake se movía por toda la espalda de Uryu hasta bajar por uno de sus costados en busca del necesitado miembro de su amante, con más ímpetu se movió al tiempo que le acariciaba, era el paraíso mismo, sentirse tocado y amado, sentir como dos cuerpos puedes ser uno en placer y amor. El orgasmo no se hizo esperar para Uryu, aquellas sensaciones en su bajo vientre, el calor, los cosquilleos y la inevitable contracción de sus músculos le dejaron totalmente agotado y tan pronto como llego Ukitake también lo hizo dando las ultimas y mas placenteras estocadas dentro del cuerpo de Uryu, su esencia otra vez derramada dentro de el ser que mas amaba, con un suspiro quedo culmino aquel acto para ver como ambos hombres quedaron tendidos sobre el sofá y muy felices de sus expresiones de cariño.


Una mañana radiante, otro día de vida para unos, apenas el comienzo de una vida para otros, los rayos de sol se colaban entre las cortinas aun corridas de la habitación, eran cálidos, suaves y brillantes, con mucha pereza y despertado gracias a ellos se estiro como pudo en su silla, se había quedado profundamente dormido después de ayudar a su novio con los gemelos en la madrugada, en verdad que no se sentía tan agotado ya que para asombro de los nuevos papas, aquellos pequeños parecían portarse de lo mejor, ambos eran muy tranquilos, solo lloraban cuando tenían hambre o cuando necesitaban un cambio de pañal, del resto solo se la pasaban durmiendo pero también descubrieron que eran muy unidos en ese tema ya que al acostarlos en las cunitas por separado no estuvieron quietos hasta que Ichigo recordó lo de ponerlos juntos y después de ello fue la paz total.

- Todavía duermen?. - se levanto para echar una miradita dentro de la cuna donde dormían los niños. – falta uno!.
- No grites. – la voz de Ichigo se escucho en toda la habitación. –
- Cuando te levantaste a agarrarlo?. – se rasco la cabeza al ver a Ichigo con uno de los bebes con él. –
- No me levante, una enfermera paso hace rato y le pedí que me lo diera antes de que llorara, le tocaba comer. – miro al pequeño que ahora estaba rendido sobre su hombro. –
- Por eso no lo escuche llorar… - un enorme bostezo se le escapo sin querer. – lograste dormir?.
- Un poco. – dio unas ultimas palmaditas a la espalda del bebe para que eructara. –
- Creí que la noche seria un infierno pero me equivoque. – Grimmjow sonrió satisfecho. –
- Tu solo te parabas a cargarlos y te volvías a dormir… todo el trabajo lo hago yo. – le lanzo una mirada molesta. –
- En la casa estarás más cómodo y habrá más gente para ayudarnos.
- No por mucho tiempo. – recordó que quería mudarse después de que nacieran los gemelos. –
- Mientras preparamos lo del matrimonio, solo serán unas semanas no más.
- No quiero una fiesta, solo algo familiar y personal.
- Como tú digas.
- BUENOS DIAS!!.

En un segundo aquel saludo estridente hizo que los gemelos saltaran del susto y empezaran a llorar, todo el trabajo de Ichigo se fue por el caño, mientras, aquella voz pertenecía a alguien muy feliz de poder al fin conocer a sus primos, si, era Nell en persona cargada con una enorme cesta llena de cosas que la pareja no logro descifrar.

- BEBES!. – apenas entro dejo la cesta en las manos de Grimmjow y paso a mirar como psicótica al pequeño Ranmaru que lloraba asustado dentro de la cunita. –
- KIAAAAAAAAAAAA!! SON IGUALES A TI ITSIGO!!. – dio varios saltitos emocionada. –
- Buenos días Nell… - Ichigo suspiro pesadamente, debía tener la paciencia de hierro en esos días ya que estaba seguro que recibiría muchas visitas como esas hoy. –
- Lo voy a cargar!. – trato de meter las manos en la cunita pero Grimmjow la detuvo antes de que pudiese tocar al recién nacido. –
- TIENES LAS MANOS SUCIAS!!. – dejo la cesta en el suelo y paso a cargar a Ranmaru para calmarlo. –
- Te volviste todo un papi!!.
- JAJAJAJAJAJA!! – Ichigo tuvo que soltar una soberana carcajada, aquello que dijo Nell fue muy chistoso a su parecer. –
- Y tu Itsigo…. Eres toda una linda mami!! – sus ojos se iluminaban con estrellitas al ver al peli naranja con el bebe en sus brazos. –
- Ahora quien se ríe… - Grimmjow vio como la sonrisa de Ichigo se borraba en un segundo.-
- Nell… por favor baja la voz y lávate las manos si quieres cargar a los gemelos. – otro suspiro mas para Ichigo, ese día seria un infierno. –

El rato fue más ameno después de que lograran dormir a los gemelos nuevamente, Nell era todo un torbellino de emoción y felicidad, beso, apretujo, cargo y hasta intento cambiar un pañal, todo era nuevo y lindo para ella que nunca había tenido cerca a un bebe, solo su cariño a los gatitos que cuidaba se comparaba a esos tratos. La encantada chica no paraba de hablar sobre como seria todo cuando estuviesen nuevamente en la casa con los gemelos, esperaba ansiosa el que su casa volviera a ser lo de antes pero con tres nuevas personas allí, Ichigo y los gemelos.

- En verdad que no sabía que traerte!. – se recordó de la cesta con que llego. – así que compre de todo!.

Sin previo aviso comenzó a sacar frutas, envases de productos personales y demás cosas extrañas para estar dentro de una cesta de regalo, toda esa emocionante muestra de cariño fue interrumpida por el toque a la puerta.

- Será tu viejo?. – Grimmjow camino hasta la puerta y la abrió rápidamente. –
- Buenos días. – ambos hombres saludaron con una sonrisa al nuevo papa. –
- Ustedes son?. – miro de arriba abajo a la pareja. –
- ACASO NO NOS RECUERDAS!... – el de lentes alzo la voz ofendido. –
- Uryu… deja el escándalo y pasa de una vez!. – Ichigo le llamo apenas supo de quien era esa voz. –

Uryu entro cauteloso a la habitación, no se sentía muy cómodo en el lugar y menos al ver a su ahora medio hermano allí sentado en la cama, ellos nunca se llevaron muy bien pero ahora que un lazo de sangre les unía debía de hacer tripas corazón y presentarse ante el nacimiento de sus sobrinos.

- Felicitaciones!!. – tan efusivo como siempre, Ukitake abrazo de una a Grimmjow y después camino hasta Ichigo para hacer lo mismo. –
- Se parece a tu viejo…. – mascullo el peli azul al ver como era el cuñado de Ichigo. –
- Y los gemelos?. – desvió la atención de Ichigo hacia la pequeña cunita que yacía junto a la cama del peli naranja. –
- Están allí. – señalo con su dedo detrás de Ukitake. –
- Son… son…. LINDOS!. – estaba con las manos juntas y mirando a los bebes como si fueran la cosa más increíble que había visto, si, muy parecido a Nell. – tienes unos bebes hermosos… chiquitos…
- Gracias. – una enorme gota resbalo por la frente de Ichigo. –
- Ven a verlos amor!. – sin pérdida de tiempo Jyuushirou jalo del brazo a su prometido y lo hizo pararse junto a él. – te imaginas a los nuestros.

Adoraba a Ukitake pero a veces era muy emotivo para ciertas cosas, y le daba vergüenza que le diera apelativos cariñosos delate de los demás, se sintió un tanto disgustado por ello pero olvido todo al ver a esos pequeños seres que dormían en la cuna, eran diminutos a su parecer, lindos en cierto modo y hasta olían realmente bien, el inequívoco olor que desprenden los bebes.

- Son iguales a ti. – miro a su medio hermano con una ligera sonrisa. –
- Mi viejo me dijo que también son gemelos. – bajo la mirada hacia el pequeño vientre que sobresalía entre la ropa de Uryu. –
- Si. – poso una de sus manos sobre el mismo. – veremos cómo salen.
- Esta despertando!. – Ukitake miro mas emocionado aun como uno de los bebes abría sus ojitos curioso y con un medio puchero en sus labios. –
- Quien tiene los ojos azules en tu familia?. – Uryu detallo el color de las orbes del bebe. –
- SU PADRE!! SON MIS OJOS!. – gruño ofendido por las palabras de Uryu. –
- Perdón, no te recordé. – sonrió para sí, ya se había desquitado de la bienvenida que les dio hacia unos momentos atrás. –
- Son azules. – Ichigo se arrimo un poco para mirar mejor a su hijo. – tienen los ojos como tu Grimmjow.
- No te quedaste del todo dormido cuando los hiciste Grimmi…
- NELL!!!. – Ichigo y Grimmjow la miraron muy apenados por el comentario. –


Continuara….


Que desastre!, en verdad que así son las visitas en la clínica cuando nace un bebe, todo mundo quiere opinar, agarrarlos y demás, y eso que aun no llega la familia y amigos en pleno, juuuu y como ese par de chicos se adoran Uryu y Ukitake son tan monos, pero en especial Ukitake, el pobre tira la casa por la ventana cada vez que pasa algo nuevo en el embarazo de Uryu XD… cuando nazcan esos bebes será un gran acontecimiento ( ya planeado en mi cabecita ) es que ninguno de los partos se parecerá al otro…. Este será también especial a su modo mejor dicho Uryu lo volverá especial!, pero antes tienen que casarse, esa boda esta en puertas y será muy linda, vamos a ver qué pasa y también averiguar cómo les va a Byakuya y Renji con el regreso a la normalidad de su vida intima ju ju ju… creo que habrá lemon del bueno otra vez!!.


Próximo Capitulo:
Una boda sobre todas las cosas.
Notas finales: GRACIASSSS POR LEER Y FELZI FIN DE SEMANA!!.... OIGAN ESTOY HACIENDO UN OHESHOT DE BLEACH!! EN VERDAD ES UNA SOBERANA LOCURA QUE ME PIDIERON Y LA HAGO CONN GRAN CARI—O Y AMOR, CUANDO LA TERMINE LO SUBO!!.

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