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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Isshin y Ryuken tratan de seguir con la vida, quiero hacerte mio otra vez!, porque no de deben dejar las cosas tiradas donde los demas puedan verlas.

Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

 

Todo queda en Familia.

Capitulo 59

Empezando otra vez.

 

Todo un torbellino de emociones, un acontecimiento que nunca se imaginaron volver  a vivir en carne propia ya que eran dos hombres maduros, con hijos adultos y nietos. La vida no deja de asombrarles en cada instante, pero así era, ya estaban montados en ese viaje sin retorno a la nuevamente llamada "paternidad", con una carga de conciencia, de miedo, de amor y de muchas cosas que se presentaran en el medio de ambos.

-          Que quieres cenar?. - la voz de Isshin se escuchaba casi como un susurro en medio de la habitación a oscuras donde estaban. -

-          Nada. - respondió desanimado, estaba solo acostado en su cama, con la mirada clavada en el techo, pensando, solo pensando en lo que sucederá de ahora en adelante. -

-          Yo tengo hambre, iré a comprar algo para los dos. - se sentó en la cama donde hasta hace poco estaba acostado junto a el peli plata. -

-          Te dije que no tengo hambre. - cerro los ojos para poder dormir un poco, se sentía agotado en cuerpo y alma. -

-          Igual necesitas comer. - una media sonrisa fue lo único que pudo darle antes de ponerse de pie y salir a comprar la cena. -

Después de aquella pelea horrorosa en la clínica, de ir al cementerio de Karakura para ver la tumba de su fallecida hija, ambos terminaron en casa de Ryuken, no con intensiones carnales como en otras ocasiones, esta vez solo necesitaban pensar, pensar mucho lo que pasaron y lo que pasarían, apenas entraron Ryuken solo pudo caer como una roca en la cama, no tenía lagrimas para derramar ya que todas las había dejado junto a la tumba de su hija.

-          Como pudo pasar esto. - aun con sus ojos cerrados deslizo su mano sobre su estomago plano y firme. - por tercera vez.

Quería dormir, olvidar un poco lo que su cuerpo estaba haciendo solo, creando, alimentando y manteniendo una pequeña y diminuta vida, no tenía ganas de hablar de ello con Isshin, ya habían ventilado muchos trapos sucios en esas pocas horas así que agradeció en el alma que este saliera de su casa por la comida, unos minutos de sueño le servirían para reanimarse.  Mientras Isshin estaba fuera, en la casa de los Ishida se presento otra de las casualidades de la vida, una pareja hacia su aparición con algunas bolsas en mano, cargados de compras y muy felices por lo que supondrían seria una linda sorpresa para su progenitor.

-          Debe estar en casa, la puerta no tenía pasada la llave. - Uryu abrió poco a poco la puerta de su casa. -

-          Excelente, cenaremos los tres en familia. - Ukitake miro expectante adentro de la enorme sala para después dejar las compras en la mesa del comedor. -

-          Iré a ver si está en su habitación. - se encamino escaleras arriba rumbo a la habitación de su madre. -

-          Yo iré acomodando las cosas para hacer la cena.

Uryu y Jyuushirou decidieron hacerle una visita sorpresa a Ryuken, querían celebrar por su regreso de la luna de miel y también animar un poco a la madre su esposo, Uryu le había comentado que por más que se hiciera el fuerte estaba seguro que la soledad de la casa no era buena para nadie.

-          Ryuken?. - Uryu miro por la puerta entreabierta de su habitación. -

Sus ojos notaron rápidamente al nombrado, estaba acostado en la cama de espaldas a la puerta, casi que vuelto un ovillo en esa enorme cama matrimonial, la habitación estaba totalmente a oscuras así que el pelinegro no noto que Ryuken estaba dormido, camino un poco dentro saludándole como si nada pero el silencio fue su única respuesta.

-          Qué extraño, durmiendo a esta hora. - camino hasta la cama para confirmar sus sospechas. -

Uryu decidió no despertarle y se devolvió en sus pasos rumbo a la cocina,  empezarían a preparar la cena para después anunciarle de su llegada, en la cocina, ya Ukitake había comenzado con la labor de lavar, picar y acomodar todas las verduras en una gran olla, su esposo andaba antojado de comer una sopa con muchos vegetales, si que le daría gusto como siempre.

-          Y que dijo?. - escucho llegar a su esposo. -

-          Esta dormido. - Se cruzo de brazos recostado del marco de la cocina. -

-          En serio?. - miro confundido al de lentes. - estará enfermo?.

-          O muy cansado. - suspiro audiblemente mientras pasaba dentro de la cocina y tomaba asiento en una de las sillas. -

-          Entonces fue bueno venir aquí y acompañarle con una cena. - sonrió enorme. -

-          La soledad no es buena.

-          No crees que tus padres debería vivir juntos otra vez?.

-          Ryuken no lo aceptaría, es demasiado orgulloso para rebajarse a vivir acompañado y menos de mi padre.

-          Pero... en el pasado si estuvieron muy juntos, porque no regresar a esos días.

-          No lo sé, en verdad que no lo sé. - renegó unas cuantas veces con su cabeza. -

Entre esas conversaciones la pareja siguió preparando la cena, en algo mas de media hora las cosas estaban bastante adelantas, así que los dos solo se dedicaron a beber algo de té y compartir impresiones de la consulta donde la doctora Unohana, faltaba cada vez menos para ver nacer a esos bebes, aun sin saber el sexo y con un Uryu decidido y apoyado por su obstetra de tener un parto en casa, muy privado y familiar.

-          De qué color vamos a pintar la habitación de los gemelos?. - Ukitake miraba con suma curiosidad una revista para bebes que compraron en el súper mercado. -

-          Amarillo claro... casi como un color pastel. - recordó claramente la habitación, aquella donde se encontraba un bebe en medio de un sueño extraño que experimento cuando Ukitake fue operado. - también quiero una mecedora en el.

En un segundo Ukitake se imagino aquella habitación de color amarillo suave con dos cunitas blancas y en la mecedora a su adorado Uryu sentadito meciendo a dos pequeños paquetes de mantas color blanco.

-          SERA LINDO!. - estaba con los ojos aguados y casi que llorando. -

-          Que te estás imaginando?. - Uryu le miro con una gota resbalando por su frente. -

-          A ti... y a nuestros hijos... - se deslizo de su puesto para poder besar los labios de un sonriente pelinegro. -

-          AMORCITOOOOO!!! YA LLEGUE CON LA CENA DE LOS TRES!. - aquel grito retumbo en toda la casa. -

-          Isshin?. - el pelinegro reconoció de inmediato aquella voz alegre y alborotada. -

-          Tu padre está aquí!. - Ukitake se sonrojo de una al pensar en que estarían haciendo sus suegros allí solitos. -

-          No seas flojo y baja a comer!... necesitas alimentar bien a nues.. - paro de hablar al ver dos pares de zapatos de mas en la entrada de la casa. - visitas!.

Todos los gritos que había pegado en verdad despertaron a Ryuken, este solo se levanto mal humorado por el escándalo innecesario, camino fuera de la habitación y bajo las escaleras descalzo, cuando al fin tuvo a Isshin en su rango de vista se decidió a discutir sobre sus maneras de hacer las cosas.

-          Podrías callarte... no estás en un mercado!. - acomodo un poco sus lentes. -

-          Ryuken. - miro hacia el suelo y los zapatos. -

-          Que trajiste?... ahora si muero de hambre... dios, no recordaba sentir tanta hambre desde que esperaba a Uryu... - camino para quitarle las bolsas con la cena a un Isshin todavía petrificado en la entrada de la casa. -

-          Hay visitas... - hizo señas con la mirada hacia atrás de Ryuken. -

-          Visitas?. - giro su cabeza lo suficiente para notar como su hijo y su yerno salían de la cocina a saludarlos. -

-          Buenas noches suegros!. - Ukitake saludo muy feliz, parecía my desinteresado en la extraña conversación que tuvieron ellos. -

-          Vinimos a traerte de cenar... pero veo que ya estabas planeando eso con el señor Kurosaki. - Uryu estaba algo sonrojado mirando a sus padres, era raro tenerlos juntos. -

-          No me llames señor Kurosaki soy tu papa!. - dejo las bolsas en manos de Ryuken para poder saludar como se debía a su retoño. - estas enorme!.

-          Eh... - no sabía si tomarlo como un alago o como un insulto, pero viniendo de Isshin, era más algo como una frase cariñosa sin sentido ofensivo. -

-          Que hacen aquí?. - Ryuken cortó la atmosfera agradable como un cuchillo. -

-          No te enfades amorcito, vamos a cenar en familia!. - Isshin le abrazo por la cintura y lo hizo caminar hasta la cocina con las cosas que compro. -

-          Qué demonios estabas pensado en gritar así cuando llegaste!. - el peli plata estaba que moría de la vergüenza. -

-          No sabía que estaban aquí!. - bajo la cabeza preocupado. - creo que no notaron las cosas que dije...

-          Tú y tu bocota!. - le dio suave con el puño cerrado en el estomago. - limítate a solo conversar sobre temas normales.

-          Y cuando podremos decir "tú sabes que"?.

-          Cuando sepamos que ese tu sabes que este sano y venga bien. - comenzó a sacar algunas de las cosas que Isshin trajo. - ve afuera y pon la mesa.

-          Sonamos como casados...

-          En tus sueños Kurosaki Isshin. - le miro con molestia pero muy adentro de el sabía que era cómico escucharse así. -

-          En mis sueños estaba el volver a tenerte y se cumplió, el dormir en tu cama y se volvió a cumplir, el que me dieras un hijo y también sucedió... así que no tientes al destino que juega a mi favor. - sonrió descarado mientras salía de la cocina. -

-          A veces quiero matarte... - gruño ente dientes, sabía que Isshin tenía razón. -

Mientras en una casa se ve una atmosfera de familia en expansión, en otra las cosas parecían también muy interesantes, la noche caía y con ella también aparecen las cosas que se deben completar, en la habitación se veía a una pareja de futuros esposos ocupándose de su rol de padres, Grimmjow caminaba de un lado a otro de la habitación con Ranmaru sobre su hombro y dándole algunas palmaditas en su espalda para hacerlo eructar después de una buena cena, mientras, en la cama Ichigo se ocupaba de cambiar el pañal de Miharu y darle su última comida para mandarlos a dormir, necesitaba unas horas a solas con su prometido, ya no soportaba la falta de privacidad que había entre ellos, adoraba a sus hijos y eran lo más increíble que tenían en el mundo pero ya hacía falta un tanto de amor pasional para bajar tensiones.

-          Se durmió... - como si se tratase del colocar una copa de vidrio sobre un estante de cristal delicado, Grimmjow metió al pequeño Ranmaru en la cunita. - solo falta el otro y estamos libres.

-          Dame una media hora, vete dando un baño y cámbiate esa ropa. - miro que Grimmjow aun seguía con la ropa con la que salió esa mañana a trabajar. -

-          Esta noche tenemos reapertura!. - sonrió libidinoso al ver el pecho descubierto de Ichigo mientras alimentaba a Miharu. - volverán a ser mías!

-          Maldito pervertido vete a bañar!. - Le aventó el pañal sucio que le había quitado al niño minutos antes. -

-          Nada podrá evitar que ese cuerpecito me pertenezca esta noche!. - su sonrisa lucia hasta sádica, muy lujuriosa y decidida. -

Al fin solos, después de batallar para que Miharu siguiera los pasos de su hermanito y se quedara dormido en la pequeña cunita juntos, eran muy unidos en verdad, cuando ambos estaban puestos dentro se tocaban las manitos y el rostro como buscándose, esa sensación de que en esos 9 meses estuvieron jugando uno con el otro dentro de su vientre, Ichigo los miro con ternura una vez más para después cubrirles con una sabana suave y dejarlos en una esquina de la habitación lejos de la cama matrimonial  donde se iba a efectuar una batalla campal, se sentía con ganas, su cuerpo le pedía volver a ser de Grimmjow, que ya se sentía listo después de más de un mes, sus heridas curaron bien y no había miedo por el que pasaría, solo un deseo candente que crecía como llamas dentro suyo, ese calor que solo Grimmjow podría apagar con sus manos y sus caricias.

-          Estas listo?. - un Grimmjow todavía mojado por el baño se paro en la entrada de la habitación. -

-          Pasa rápido!. - le empujo dentro de la habitación para después trancar la puerta.. - mis hermana te pudieron haber visto!.

Y no era para menos, Grimmjow estaba como quería, su cuerpo realmente tonificado y delineado por aquellos músculos, su piel bronceada bañada en pequeñas goticas de agua traviesas que seguían recorriéndolo sensualmente, el cabello húmedo y cubriendo parte de su rostro le daba un aire malicioso, su cintura solo estaba cubierta con una diminuta toalla blanca  que a duras penas cubría su partes, esa escena casi pornográfica no paso desapercibida por Ichigo, más bien estaba muy tentado a arrojarse encima suyo y pedirle que le arrancara la ropa y lo hiciera suyo lo antes posible.

-          Dormidos?. - camino dentro de la habitación hasta donde estaba la pequeña cuna con sus hijos. - ni se les ocurra despertarse.

-          Si no hacemos mucho ruido todo estará bien. - se recostó en la cama como quien no quiere la cosa. -

-          Me invitas... - sin pena alguna arrojo la toalla de su cintura al suelo, en verdad  que aquella escena solo provoco más a ambos. -

Como un gato Grimmjow se deslizo sobre la cama, con movimientos sensuales llego hasta donde estaba Ichigo, bajo su cabeza para poder besarle los labios entreabiertos y ya deseosos de ser sentidos, invadidos de calor y de placer, un par de lenguas se entrelazaron en el vaivén delirante de sentirse, al mismo tiempo las manos de Grimmjow se deslizaban por todo el cuello del peli naranja, bajando cada vez mas hasta que solo pudo quitar de un solo y enérgico tirón la camisa del pijama que cargaba su amante abierta para facilitar aquel asalto. Su boca, sus labios delgados, su sabor embriagante, todo de nuevo en el, con suavidad paso su lengua desde la comisura de los labios bajando en un recorrido descarado por todo su cuello, su pecho y finalmente encontrando la razón de sus movimientos, en segundos  atrapo entre sus labios uno de aquellos pezones erectos y sensibles, lamiendo, saboreando y mordisqueando a placer, ese conjunto de sensaciones solo hicieron que Ichigo gimiera, trato  de no hacer mucho ruido al punto de taparse la boca con su mano derecha mientras la otra solo podía recorrer la cabellera húmeda de Grimmjow e irle indicando como quería esas caricias traviesas.

-          Te amo... - susurro el peli azul mientras bajaba de sus pezones a su estomago aun algo redondeado por el pasado embarazo. -

-          Y yo a ti.. - cerro los ojos con fuerza al sentir como la mano de su amante se abría paso por debajo de su ropa interior, tocando y deslizando sus dedos por su excitado miembro, volviéndolo más loco y deseoso de ser poseído. -

-          Date la vuelta. - susurro aquella orden al oído de Ichigo. -

Sin pérdida de tiempo obtuvo una obediente respuesta, el peli naranja solo se rodo un poco para quedar a cuatro patas, sintiendo como Grimmjow bajaba el pantalón de su pijama y seguidamente su ropa interior, un escalofrió malicioso recorrió toda su espalda al sentir como el peli azul se movía ágilmente atrás suyo para con sus labios y su lengua deslizarse desde la base de su cuello, bajando poco a poco en un recorrido sensual que finalizo abriéndose paso entre sus muslos, aquella lengua se dedico a acariciar toda esa zona expuesta, con suavidad, lujuriosamente, una de sus manos se movió hasta la boca de Ichigo introduciendo dos de sus dedos en ella, pronto un juego de succionar, lamer y mordisquear aquellos dedos encendieron mas la pasión.

Era regresar al paraíso, volver a ser ellos después de un periodo de adaptación, su pasión era incontrolable así que mientras pudieras darían rienda suelta a ella, aquellos dedos que estuvieron en su boca ahora pasaba a estar dentro suyo, sentirse invadido de placer, deslizándose dentro y fuera de él, moviéndose para darle el máximo placer mientras solo podía dar gemidos agónicos contra una almohada, no podía gritar de placer por más que quería, no debía hacerlo o su reencuentro seria interrumpido por sus hijos.

-          Quiero tenerte... - la voz ronca y excitada de Grimmjow solo pudo ser correspondida por un sí que hizo Ichigo con su cabeza en medio del placer de sentirse tocado en aquel punto exacto. -

En pocos instantes Grimmjow hizo que Ichigo se volviera a dar la vuelta para verlo a la cara, en medio de algunos besos apasionados se ubicaron mejor, Grimmjow termino sentado en la cama con el cuerpo de su peli naranja sentado encima suyo entregándole los gemidos mas placenteros que había escuchado en su vida, ese rostro bañado en sudor mientras sentía como se abría paso dentro de su cálido interior, sus labios entre abiertos esperando ser besados, sus ojos llenos de lujuria contenida que le decían solo hazme tuyo. Las embestidas no se hicieron esperar, entre tantos movimientos Ichigo solo pudo abrazar la cintura de Grimmjow con sus piernas, aquella posición solo hizo más fuerte las sensaciones de ser penetrado, sintiendo como volvía al paraíso con cada estocada certera que daba el peli azul contra él, tocando el punto cumbre donde solo hay placer, con más pasión aun paso sus brazos por el cuello de Grimmjow y hundió su cabeza entre su hombro, era la única manera de gritar a viva voz y a la vez acallar el ruido de su placer vuelto sonido.

Pronto llegaría, sentía que debía acabar esa divina entrega así que con su mano derecha tomo el miembro excitado de Ichigo para acariciarlo al mismo tiempo que daba sus últimas estocadas en busca del anhelado orgasmo, una gama de emociones, de espasmos en sus músculos, todo indicaba la increíble muerte en vida, el peli azul se dejo venir en aquel espacio tibio y estrecho de su ahora prometido, mientras que este se deshizo entre los vientres de ambos, al final quedaron como en coma, ambos tirados en la cama, satisfechos hasta la medula por lo que lograron hacer antes de que alguno de los gemelos decidiera despertar.

-          He vuelto a nacer... - susurro Grimmjow con sadismo. - fue como volver a quitarte la virginidad.

-          Que romántico. - le lanzo un codazo en el costado por sus tiernas palabras después de todo eso. -

-          Ouht!!... - se giro rápidamente y tomo de la cintura a Ichigo para estrecharlo contra su cuerpo sudoroso y cansado. - eres lo más increíble que me ha pasado en la vida, todavía tengo ganas de casarme contigo.

-          O sea que lo dudaste?. - desvió la mirada ofendido. -

-          No, solo que siento que cada día que me levanto y los veo a ti y a los gemelos, me dan más ganas de que el mundo sepa que me pertenecen... que son mi familia.

-          Tener sexo te pone cursi... pero me gustan tus palabras, también deseo que el mundo sepa que somos una familia. - beso los labios de Grimmjow con suavidad. -

-          Falta cada vez menos para eso, en solo un mes tendremos listo todo para casarnos.

-          Así es. - se le escapo un enorme bostezo. - es hora de dormir... roguemos que nos den dos o tres horas de sueño reparador.

-          Buenas noches mami. - una risita descarada se le escapo de los labios. -

-          Muy chistoso. - acomodo su cabeza sobre el pecho de Grimmjow. - quiero verte hacer todo lo que yo hago con los niños.

-          Te admiro, debo admitirlo. - acaricio aquella despeinada cabellera naranja. - descansa.

Se aman a su manera y manejan el mundo también a su manera, pero mientras ellos quieren que el mundo sepa que son una familia, hay otros que no desean que su "pequeño" secreto se descubra todavía, la cena que habían planeado Uryu y Ukitake fue más que agradable, al final con esa visita inesperada las cosas se dieron mejor y una noche alegre se desenvolvió entre conversaciones y risas, Isshin era feliz en sobre medida, casi no había compartido con Uryu y lo estaba haciendo en buen momento cuando nuevamente seria abuelo, también le caía muy bien su yerno Jyuushirou, en verdad le parecía mejor que Grimmjow y lo veía perfecto para estar con su retoño, por su parte Ryuken siempre serio, estaba igual de reservado, solo hablaba lo necesario y no se entrometía mucho en nada, era su acostumbrada personalidad, pero muy adentro solo pensaba en lo aterrador que sería dar la noticia de ese embarazo, no tenia palabras para decirle a su hijo que tendría un "hermanito", el mundo lo tenia de cabeza con ese nuevo desafío tamaño 9 meses.

-          SE MUEVEN!. - Isshin estaba como siempre muy desinhibido con sus manos sobre el vientre de su hijo mientras que Ukitake también, ambos se parecían mucho en su emoción de ver el mundo. -

-          Si... - Uryu solo podía dejarse hacer, era imposible detener a ese par en sus muestras efusivas de amor. -

-          Que serán... oigan hijos míos que van a ser?. - Ukitake empezó a conversar con ellos como siempre lo hacía. -

-          Aun no saben?. - Isshin les miro curioso. -

-          No, decidimos dejarlo como sorpresa. - Uryu suspiro algo cansado. - Ryuken.

-          Dime. - noto el rostro curioso de su hijo cuando le nombro. -

-          Estas dejando de fumar?. - había notado que en toda la noche su madre no había prendido ni un solo cigarrillo y eso era algo extremadamente raro en el. -

-          Si... - respondió un tanto intranquilo, no podía negar la agudeza de su hijo. -

-          Es muy bueno que dejes de fumar, no te hace bien y también será mejor para tu... - Isshin se detuvo de seguir hablando, el tema se le escapaba cada dos por tres sin notarlo. -

-          Ya es hora de que nos vayamos. - el pelinegro no quería estorbar mas en esa casa, sus padres seguro debían tener planes para esa noche. -

La despedida no se hizo esperar, Isshin estaba muy sentimental abrazando y dándole todo su cariño a un todavía avergonzado Uryu, por su parte Ukitake se despidió de sus suegros alegremente, le caían muy bien los dos a pesar de ser personalidades totalmente distintas.

-          Antes de irme.... Voy al baño. - Uryu se disculpo y salió rumbo a obedecer los llamados de la naturaleza, con ese peso extra no eran raras las incontables idas al baño. -

Sin mucha prisa se encamino al baño de invitados, estaba en una esquina de la sala cerca de las escaleras, entro en él y descargo sus urgentes ganas de orinar, después de ello se lavo las manos pero antes de salir del baño miro un papel algo arrugado que estaba encima del tanque del inodoro, le pico la curiosidad, en verdad que si y mas al ver que en el papel estaba el sello del laboratorio de la clínica Ishida.

-          Este examen pertenece a Ryuken. - se asusto un poco al ver el nombre y que era un compendio de exámenes de sangre, estaba preocupado al ver que su madre dejaba de fumar, dormía en deshoras y se notaba un poco distraído. - está enfermo...

Sus emociones se descontrolaron, ya de por si estaba sensible por el embarazo y cuando noto que su progenitor podría tener alguna enfermedad fatal, se asusto más aun, su boca se seco y su garganta estaba atorada con una especie de nudo angustiante, sin prisa comenzó a leer los valores de dichos exámenes, era medico, sabía muy bien que representaban la alteración de la mayoría de ellos, pero lo que jamás pensó ver en su vida fue que el único valor que estaba disparado por las nubes en el examen de su madre era la muy conocida por el "hormona del embarazo", en un segundo trastabillo dentro del baño, se tuvo que apoyar de la pared para no terminar sentado de plano en el suelo, quería gritar, que eso fuera una broma pesada, que ese examen perteneciera a alguien más que no fuera Ishida Ryuken, pero su nombre y todos sus datos personales estaban en él, no había duda, sus padres habían metido la pata en grande por segunda vez!.

 

Continuara....

 

URYU ENCONTRO EL EXAMEN DE RYUKEN!! JAJAJAJA!!! POBRECITO.... CASI SE DESMAYA AL LEERLO!, pero ahora, le dirá de una que lo sabe?, se hará el que no vio nada?, encarara a sus viejitos picarones?, o solo dejara que Ryuken decida cuando decirlo?, esperen que estará muy bueno eso XD.... También el matrimonio de Grimmjow e Ichigo!.

Próximo Capitulo:

Dos para el mundo.

 

Notas finales:

GRACIAS!! AQUI SEGUIMOS Y EN VERDAD ME ALEGRARON SUS COMENTAROS, TODOS GENIALES Y CON GANAS DE SEGUIR EL FIC QUE SE ME ALARGO UN POQUITO MAS CON LO DE LA PANCITA DE RYUKEN JAJAJAJAJA!! besitos y saludos!. nso leemos!!


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