Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 6
Unas Copas, unas lágrimas.
Allí estaba, sujeto del cuello por una chica atrevida y con complejos de niña pequeña, con su corazón a punto de salir del pecho sin explicación alguna, sentía una especia de calor inundando su interior, pero todas esas raras reacciones no fueron desencadenadas por Nell que seguía cual monito en su cuello, todo empezó cuando aquel hombre se acerco a ellos con paso tranquilo pero seguro, esos ojos azules tan penetrantes que no dejaban de observarle de pies a cabeza, su sonrisa pretenciosa y arrogante adornaban aquel rostro que aun lastimado lucia muy bien, aquel saludo descarado de Grimmjow saco de su estupor a Ichigo.
- No soy enfermera. - desvió la mirada lo más rápido posible. -
- Sabes algo Grimmi, el tampoco olvido tu nombre!. - al fin se soltó del cuello del pelos de naranja. -
- Te lo dije, nadie se olvida de mi tan fácilmente, verdad chico enfermera?.
- Es Ichigo y veo que estas mejor de salud. - detallo el andar mas desenvuelto del peli azul. -
- Soy resistente. - alzo su brazo enyesado. - apenas me quite esta cosa todo volverá a ser perfecto.
- Estas aquí para comer con nosotros!. - Nell recordó la comida que prometió a ambos chicos. -
- No exactamente... ya iba de...
- Esta negada a darme mi comida si no venias!. - Grimmjow miro enfadado a su prima que parecía divertida con la situación. -
- No desesperes, tengo todo listo en la habitación!. - sonrió orgullosa. -
- Muero de hambre mujer!!. - gruño algo enfadado. -
- Yo... debo... - intentaba salir de aquel lío, no quería tener que comer con ellos, sentía que si permanecía mas cerca aun de ese hombre, algo pasaría con él. -
- VAMOSSSSS ITSIGO!!
Sin más preguntas Nell tomo los brazos de ambos jóvenes y se los llevo casi que a rastras con ella hacia la habitación de su primo, ya dentro los soltó bruscamente.
- Estás loca!. - Grimmjow se sobaba su pierna aun adolorida. -
- Es que... - Ichigo no hallaba la manera de decir que debía irse a su casa a dormir, se moría de sueño y de pena. -
- TA TAN! - Nell jalo una sabana que estaba tapando la mesa donde se servía las comidas a los pacientes. -
- ..... - Ichigo y Grimmjow miraron como estaba dispuesta dos bandejas de comida de la clínica sobre esa mesa. -
- No y que ibas a cocinar tu?. - al fin pudo preguntar el peli azul. -
- Etooo.... Es que si lo intente pero no me salieron muy bien las cosas... - imagen metal de Nell tratando de apagar las llamas de un sartén y sacando algo quemado del horno. - no fue buena idea meterme a bañar mientras se cocinaba la comida.
- No quemaste la casa!!. - Grimmjow quería asesinarla en ese instante. -
- Claro que no Grimmi, además los vecinos fueron muy buenos al llamar a los bomberos mientras me bañaba. - sonrió tontamente. -
- Al... menos estas bien. - Ichigo solo pudo sonreír ante esa anécdota. -
- Mejor comamos... no quiero morir de hambre y de rabia a la vez. - se sentó a la orilla de la cama y tomo una de las bandejas del almuerzo. -
- Disfruten de su comida, yo ya regreso!!. - sin decir más Nell salió de la habitación dejando a ambos jóvenes mirando a la puerta extrañados. -
- Es la invitación a comer más rara que me hayan hecho. - Ichigo miro la bandeja con comida de la clínica. -
- Ella es así. - con un solo brazo sujeto un tenedor para empezar a comer pero noto que no llegaba con facilidad al plato que reposaba sobre sus piernas. -
- Quieres cambiar de lugar?. - con algo de pena miro los intentos infructuosos de Grimmjow por comer solo. -
- Desgraciado brazo roto, parezco un inútil. - gruño para sí mientras se arrimaba hacia la mesa junto a Ichigo. -
- Yo como en la cama. - sonrió algo apenado al tiempo que rodaba un poco la mesa hacia el peli azul. -
- Nada mal como enfermera preocupada. - su sonrisa descarada volvió a aparecer. -
- Nadie te ha dicho lo mal educado que eres. - se sentó en donde antes estaba el peli azul y tomo su bandeja de comida para ponerla sobre sus piernas. -
- Muchas veces, pero no soy acomplejado. - empezó a devorar el almuerzo con gran apetito. -
- Mi carrera me obliga a ser.... - un gran bostezo se escapo de los labios de Ichigo. - perdón.
- Vas a comer o vas a dormir?. - señalo con su tenedor el rostro somnoliento del pelos de naranja. -
- No he descansado en más de un día. - empezó a comer con algo de pena ante la mirada divertida que no le quitaba de encima el "paciente". -
Ambos siguieron comiendo en silencio, parecía como si una tensa calma despedía toda intención de preguntar algo sobre la vida de cada uno, Ichigo luchaba por que sus parpados no se cerraran y cometiera el error de dejar caer la bandeja con comida al suelo, su cabeza y cuerpo estaban cada vez más cerca del colchón de la cama, sin querer se fue echando hacia atrás al sentir aquella suavidad invitándole a dormir. Grimmjow noto como el cuerpo del pelinaranja se iba deslizando sin querer hacia atrás, la cama de la clínica estaba inclinada a una cierta elevación que no permitía recostarse totalmente pero al menos era cómoda para descansar o eso parecía a ojos de él cuando en un instante el cuerpo de Ichigo no resistió la invitación de Morfeo y se dejo llevar por el cálido sueño semi recostado en la cama y con la bandeja todavía en sus piernas.
- Se... durmió?. - el asombro no cabía en el rostro de Grimmjow. -
Todavía impresionado por la repentina somnolencia de Ichigo, el peli azul se acerco y quito la bandeja de las piernas del chico para evitar que se deslizara de allí y se estrellara contra el suelo con todo y la comida, al ya deshacerse de ese peligro se volvió a acercar para verlo mejor, estaba rendido sin duda alguna, sus ojos empezaron a detallar aquel rostro sereno y sin el típico seño fruncido de Ichigo, en ese instante se le vino a la mente la idea de que lucía mejor con aquella cara relajada que a cuando estaba despierto. Sin darse cuenta ya su destino no estaba en la cejas si no en las curvas de su nariz y un poco más abajo, hasta la boca donde los labios entre abiertos por la respiración le daban una forma apetitosa, suave, delgados y rosados... que pensamientos fuera de lugar se colaron en la mente de Grimmjow.
- QUE ESTOY PENSANDO!!. - se alejo bruscamente de la cama. - pensé en... besarlo?.
Con rabia se restregó el cabello y dio unas cuantas vueltas cerca de la cama, aun Ichigo estaba dormido y con ese rostro que parecía suplicar un beso, un solo y delicado beso para quitar aquella fogosa idea que se apodero del peli azul.
- Maldita sea la hora que me di cuenta que me gustas. - se dio media vuelta y camino hasta la puerta de la habitación, abrió poco a poco y saco solo la cabeza para ver, ya complacido con su inspección volvió a cerrar pero pasando llave. -
Hacía mucho tiempo que no sentía eso, esa sensación de querer a alguien, jamás se dio derecho a querer libremente por sus gustos, a pesar de que esta sociedad no era tan recriminante, la ciencia y genética obligaron a cambiar el modo de ver a los jóvenes que tenían gustos por el mismo sexo, era legal casarse y tener familia propia, hacer un futuro, pero el aun se negaba a ello, vivió siempre para él, por egoísmo o por miedo, pero ahora se estaba volviendo loco al ver a ese chico recostado en su cama, desde que lo vio la primera vez en la sala de emergencia, no era el encuentro más romántico que alguien abría deseado pero él no era de ese tipo, así que le pareció muy divertido fastidiar al chico para saber de él, sin querer jugaba y se interesaba mas y mas.
Su cuerpo camino por inercia otra vez hacia la cama, su mente no sacaba las palabras de su prima sobre que debía dejar que la alegría entrara en su vida otra vez, pero, como saber que este joven le correspondería a sus acercamientos?, seria correspondido?, tantas preguntas para el eran molestas y fastidiosas, el no era de pensar mucho, solo le gustaba hacer las cosas y ya, así que haría las cosas y después vería que salía de la locura que iba a cometer.
- Me gustas... chico enfermera. - como un gato se acerco sigiloso hasta Ichigo, subió a la cama y a cuatro patas y dificultosamente por el yeso en su brazo se poso encima del cuerpo dormido, lo miro como quien se le antoja un dulce, un dulce de fresas. -
Un poco mas y estaría tocando aquellos labios, sentía la respiración cálida sobre su rostro, se acerco más aun notando que su cabello olía muy bien para su gusto. Al fin se atrevió, junto sus labios con los del pelinaranja, empezó suavemente rozando solo la superficie aterciopelada y cálida de aquellos labios, su delgadez, sus curvas, no había resistencia, aun Ichigo estaba dormido. Debía detenerse en ese instante, aun podía retroceder y fingir que no pasó nada pero su cuerpo le domino una vez más, ahora su lengua había traspasado el umbral de lo permitido, sintió aquel interior húmedo y cálido, ahora si sintió como el cuerpo bajo el empezó a moverse con impresión, los ojos de Ichigo se abrieron de golpe y aun sintiendo que alguien le estaba besando con pasión y lujuria, sus brazos intentaron empujar al causante de tal atrevimiento pero sentía como si con ese beso le robaba también las fuerzas para negarse, su cabeza daba vueltas y sus ojos aun abiertos con impresión miraban aquel hombre que le estaba robando su primer beso con salvajismo. Tan rápido como empezó, termino, Grimmjow le soltó con la misma brusquedad como le estaba besando, sus labios estaban más rojos que antes, la respiración acelerada y sus ojos azul profundo destellaban satisfacción y alegría.
- Sabes mejor que las fresas... - se relamió el labio superior con la punta de la lengua. -
Ichigo solo quedo paralizado ante lo que acababa de suceder, hacia un minuto estaba comiendo y ahora estaba recostado en la cama de ese desgraciado paciente y siendo besado con lujuria, su cuerpo no se movía, su corazón parecía que ahora si se saldría de su pecho, sus labios aun sentían un leve cosquilleo, su cuerpo estaba fuera de control y casi que se infarta al sentir que no solo su boca estaba reaccionando, más abajo de su cintura la historia era la misma, por pena lo único que logro hacer fue sentarse y empujar con mucha fuerza al hombre lejos de él.
- QUE DEMONIOS HACIAS!!. - grito con rabia e impresión. -
- Tienes dos opciones, o te gustó o te pareció la cosa más repugnante del mundo, tú decides. - sin inmutarse ni un poco, se puso de pie junto a la cama. -
- Que... que... sí me gusto?... acaso eres un maldito depravado!! - se levanto de la cama bruscamente e intento salir de la habitación pero su huida fue infructuosa gracias a un brazo fuerte que le rodeo la cintura y lo atrajo hacia el mismo hombre que le había besado. - SUELTAME!!.
- Dame tu decisión, te gusto o no te gusto?. - su cuerpo estaba tan cerca del de Ichigo, podía sentirle temblar, retorcerse y al mismo tiempo una peculiar lucha entre seguir sujeto o pelear para liberarse. -
- NO VOY A RESPONDER ESO!!. - sus brazos jalaban en contra del cuerpo de Grimmjow pero no lograban alejarlo ni un centímetro del suyo. -
- Esos ojos me dicen que si, esa mirada confusa e inocente... era tu primer beso, verdad?. - susurro esas palabras al oído de Ichigo con tal sensualidad que pudo notar como la piel del chico se erizaba en un segundo. -
- SUELTA....mmmm... - no pudo terminar de gritar ya que otra vez su boca fue invadida por la del peli azul, con facilidad le arrincono contra la puerta de la habitación, su cuerpo presionado y en total contacto con el de ese hombre le estaba confundiendo, sentía tantas cosas a la vez, quería soltarse, quería matarlo, quería.... Quería.... Seguir sintiendo eso. -
Sus brazos se sentían tan débiles de repente, sus piernas empezaban a claudicar bajo ese cuerpo fuerte a pesar de los moretones y un brazo enyesado, no sabía cómo un hombre tan golpeado hacia unos días atrás podía tener tal fuerza para dominarle como si él fuera una simple marioneta, su boca siendo atrapada en besos, una lengua traviesa llegando al límite de su tolerancia. El brazo enyesado se paso por la cintura de Ichigo haciendo una especia de pinza de cangrejo difícil de liberarse, la otra mano empezó a recorrer el cuello de Ichigo con suavidad, deslizando sus dedos por la tráquea, el pequeño surco donde el cuello finalizaba hasta pasar a tocar su pecho con las intenciones menos sanas posibles, rozándole sus pezones por encima de la camisa que cargaba puesta, en ese instante ya no era él, su fuerza por luchar había decaído bajo las caricias del peli azul, aun forcejeaba pero era como dándose un poco de dignidad y dificultad a lo que hacían, llevaba días pensando en ese hombre, sintiendo cosas que no había sentido antes y ahora, solo ahora y de esa manera obtuvo su respuesta, le gustaba eso!!, le gustaba todo lo que le hacia ese maldito desgraciado a su cuerpo, sin notarlo soltó un gemido muy audible para Grimmjow, allí acabo el juego.
- Si te gusto. - se separo otra vez de Ichigo, dejándolo aun pegado a la puerta de la habitación, respirando entre cortado, sudoroso, sonrojado, excitado a simple vista y con el rostro de confusión y satisfacción más impresionante del mundo. -
- bastardo... - no podía mas, deslizo su espalda hacia abajo dejándose caer sentado en el suelo frío, debía calmarse si quería salir de allí vivo y no pareciendo una gata en celo. -
La lucha por la verdad es como un laberinto, uno piensa que puede hallar la respuesta al llegar al centro del mismo, pero cuando te das cuenta que has llegado al centro y no hay nada te queda la sensación de que nunca sabrás que es y que no es, el porqué las cosas pasan y porque otras te suceden sin si quiera darte cuenta, así se sentía Ishida al mirar la cara de su padre y de la doctora experta en serenidad, maldecía ese rostro inmutable que comentaba como quien dice que el día esta bello que él es un paciente!!, paciente de una mujer que es obstetra!!, por todos los dioses, hasta donde el sabia era hombre y muy bien comprobado desde que era un niño y tenía que orinar de pie, aquella loca situación le pareció hasta jocosa por un instante, quizás a su padre le dio por probar su grado de incredulidad?, mejor sería preguntar y caer en el ridículo de una burla mal sana después.
- Me podría explicar porque demonios me dice eso!!. - Ishida se mantuvo de pie y mirando a ambos doctores con seriedad brutal. -
- Cálmese joven, todo lo que le digo tiene su razón de ser, su padre no hablo con usted de sus probabilidades genéticas?. - la mujer aun seguía apacible y conversando con tal naturalidad que Ishida sintió terror de sus palabras. -
- Probabilidades genéticas de qué?. - dudo en preguntar, las cosas sonaban más raras aun para él. -
- Director, quiere que sea yo quien le informe de eso o lo hará usted?.
- Hijo... - Ryuken se le quedo mirando con algo de temor. -
- Hijo?. - el fin del mundo se acercaba, si eso era seguro para el al escuchar a su padre llamarle hijo?, desde hacía muchos años atrás dejo de oír que esa palabra saliera de los labios de Ryuken. -
- Esto... es una broma y de muy mal gusto... yo... yo... no tengo ninguna probabilidad genética de quien sabe qué cosa que ustedes quieren inventar!!. - dio media vuelta para salir de ese consultorio lo antes posible. -
- Nunca te dije quien era tu madre... quieres saberlo?. - los ojos de Ryuken se ocultaban bajo el flequillo de sus cabellos grises, ese temido día había llegado, debía decir la verdad por el bien de su hijo. -
- Según tu yo nunca tuve madre... así debías de odiarla por tenerme a mi... - susurro con rencor el pelinegro. -
- Como podría odiarme a mi mismo?. - sentencio fríamente. -
- Que tratas de decir?. - volvió la mirada notablemente desencajada hacia su padre. -
- Por favor joven tome asiento, quiero que entienda todo lo que su padre intenta decirle y yo también. - Unohana le miro con melancolía y pena, era franca al notar que la relación de ellos dos era muy difícil y dolorosa. -
Ishida se sintió caer en el agujero más negro y profundo del universo, Ryuken empezó a decir parte de la verdad pero obviando nombres y algunos hechos que por más que su hijo debería saber los ocultaría hasta el mismo día de su muerte, entre ellos quien era su padre, las palabras que salían de los labios del que él llamaba padre parecían descabelladas, locas y sin un ápice de razón lógica, se estaba por parar otra vez y salir de allí pero no lo hizo al ver a la doctora, ella existía y era experta en ese tipo de locura de la naturaleza y la genética, suspiro audiblemente y se frotaba la sienes de vez en vez para apaciguar la repentina jaqueca que le aquejo por el asombroso hecho de que el venia de las mismas entrañas de su padre?.
- Tú tienes una probabilidad del 50 por ciento de tener el gen de tu padre, por ello te trajo aquí, no quiere que te enteres de la manera menos indicada. - Unohana le miro con cariño. -
- Pero... ni si quiera tengo una pareja!! No tengo... no me gustan... - sus mejillas se tiñeron de un leve carmesí al imaginarse en una relación con otro hombre. -
- Todo el que lleva el gen, está predispuesto a sentir atracción por su mismo sexo ya que es la única manera de que se reproduzcan y el gen tenga una función. - sentencio con seriedad la mujer, tantos años estudiando el gen y sus variantes le dieron esas teorías. -
- Entonces no lo tengo, punto final a la conversación!!. - se cruzo de brazos incomodo por todo aquel tema. -
- No es tan fácil, necesito hacerte algunas pruebas, quiero estar segura de que no lo heredaste de tu madre. - miro con algo de inseguridad a Ryuken. -
- No repita esa palabra. - Ishida se sintió algo asqueado al imaginar quien en verdad resulto ser la madre que siempre quiso conocer. -
- Te harás los exámenes, no hay más discusión. - Ryuken se puso de pie con seguridad. - debo ir a trabajar... doctora apenas tenga los resultados me llama.
- No se preocupe, iré a su oficina apenas terminemos. - sonrió tranquilamente al tiempo que le veía salir del consultorio. -
- Nunca tiene tiempo para nada... pensé que me odiaba por ser mi padre... pero creo que es más despreciable que antes por ser mi... mi... no puedo decir esa barbaridad. - suspiro resignado ante lo que era la verdad. -
- Su padre le quiere más de lo que usted cree, el lo quiso desde el mismo día que lo vio nacer.
- Usted... conoce a mi padre desde hace muchos años o me equivoco?. - miro intrigado a la mujer. -
- Yo te vi nacer, digamos que ayude un poco a que llegaras a este mundo.
- Usted!!.
- En aquel tiempo apenas empezaba a entender lo que le sucedía a personas especiales como tu padre, el no quiso que te hiciera esos exámenes apenas naciste, en un recién nacido siempre arrojan malos resultados, solo cuando llega la adolescencia es factible saber bien si llevas el gen, por eso te trajo aquí.
- Que exámenes me hará? - pregunto algo incomodo, no sabía si seria desagradable lo que le harían. -
- Una prueba genética, examen de sangre y un ultrasonido.
- Entiendo la prueba genética y la sangre pero el ultrasonido no. - menciono preocupado. -
- Pueden pasar tres cosas, una, que salgas positivo para el gen pero que no tengas la condiciones biológicas para mantener un embarazo, dos, que salgas positivo y tu cuerpo sea el adecuado para tener descendencia y tres... que seas negativo para el gen y allí si no necesito un eco para comprobar nada.
- Esto es inconcebible... yo... podría... - su boca intento completar la frase pero estaba tan impactado ante tanta información de su pasado y su futuro que no pudo seguir. -
- Cálmese joven, sea cual sea el resultado su vida seguirá siendo la misma y de usted dependerá el como desea formar una familia.
- Fui un error... fui un error en los planes de mi padre!!. - su mente seguía atando cabos hacia las razones de porque su padre lo odiaba. -
- No lo fue. - sentencio con seriedad la doctora. -
- Usted no sabe nada de la relación que llevamos ese hombre y yo... ya di con la clave de su odio, fui un niño no deseado!!. - quería llorar, sentía como su garganta se cerraba en un intento infructuoso de detener ese sentimiento amargo. -
- Su padre le quiso, no se si sea un error decirle esto, pero su padre sabia muy bien lo especial que era cuando usted fue concebido. - sin cambian su calma la mujer se puso de pie y camino hasta el asiento de Ishida. - vamos al laboratorio, yo le contare lo que pueda sobre su pasado... eso si, las preguntas personales debe hacérselas a su madre.
- No le diga así, suena tan descabellado. - se acomodo la montura de sus lentes al tiempo que se levantaba del asiento con rapidez. -
- Aunque le resulte desagradable es la pura vedad, su madre es el, ya sabrá mas sobre mis teorías, debería instruirse de aquí en adelante si resulta positivo sus exámenes.
- Lo que usted diga. - suspiro resignado a su extraño destino. -
En un solo día pueden pasar muchas cosas, puede que descubras lo que sientes por un desconocido que creías odiar, pueda que sepas que tu padre es tu madre?, si se que suena a locura pura pero así eran las cosas, que se defina como serán tus actos de ahora en adelante, pueda que con el dolor de un pasado se cree algo nuevo e inesperado. La noche ya estaba tiñendo el cielo, pasaban de las 8 cuando el toque en la puerta de una casa muy hermosa y lujosa se escucho, pasaron varios minutos hasta que el sonido de unas llaves y la apertura de la puerta revelaron al invitado nocturno, un pelirrojo vestido ya no con aquel estrafalario traje de los 60 si no con una franela blanca, chaqueta de jean y unos pantalones de la misma tela miraba asombrado a la persona que le había abierto la puerta a esas horas, un ser oscuro con el cabello suelto y algo descuidado, vestido solamente con una bata de baño color vino tinto, sus ojos vidriosos y sus mejillas rojas indicaban lo alcoholizado que se encontraba el dueño de esa casa, Renji no se inmuto un segundo ante la visión frente a el, sin hacer un solo comentario camino dentro de la casa y cerro la puerta con llave tras el, camino unos pasos hasta llegar al salón donde la evidencia de una noche de copas y botellas vacías era irrefutable.
- Rukia esta?. - sus palabras fueron serias y tajantes. -
- no... - susurro casi inaudible el hombre frente a el. -
- me habías dicho que habías dejado de hacer esto hacia tiempo atrás. - pateo con molestia una botella de vino vacía que estaba en el suelo. -
- no puedo olvidarla... no puedo olvidar... - sus ojos desorbitados centraron toda su atención en una fotografía que había sobre una pequeña mesa cerca del sofá de la sala. -
- yo tampoco puedo olvidarlo pero no por ello caigo tan bajo!!. - sujeto con brusquedad los hombros del moreno. -
- era... mi esposa. - sus palabras salieron ahogadas y llenas de dolor. -
- Byakuya. - intento calmarlo pero lo único que logro fue que el hombre frente a el se le abrazara con fuerza a su pecho. -
- Murió por mi culpa... - un llanto ahogado fue lo único que logro escucharse en ese salón a media luz.-
- Tú no tienes la culpa, no sabíamos lo que pasaría. - con algo de temor rodeo entre sus brazos a su amigo que seguía sollozando quedamente contra su pecho. -
- ......... - entre sollozos levanto la cabeza y miro fijamente a los ojos del pelirrojo. -
El ambiente se tenso un poco, aquel hombre serio e inquebrantable frente a el estaba con todo sus sentimientos a flor de piel, conocía muy bien a Byakuya, sabia que todo ese ataque sentimental era causado por el alcohol en su organismo, sus ojos llorosos, sus lamentos y su cuerpo estrechamente unido al suyo, su amigo del alma se mostraba tan débil ante el, tan sumiso, carente de prepotencia y soberbia como es frente al resto del mundo. El kuchiki acerco un poco más su rostro lloroso al de Renji, este sintió aquel aroma a vino invadir sus fosas nasales fuertemente, las mejillas enrojecidas le daban un toque inocente a aquel hombre lleno de dolor, no pudo aguantar mas tenerlo tan cerca, sabia que era su amigo que estaba en esa incomoda situación gracias a la bebida, que nada de lo que sucedía en ese instante seria recordado después por Byakuya ya que al despertar de una borrachera tendía a olvidar todo lo que había hecho o dicho durante la misma. Renji intento alejarlo sin brusquedad de su lado, quería llevarlo a su habitación para hacerlo que se acostara y durmiera un poco, tendría que recoger el desastre después para evitar que su hermana viera el deplorable estado al que llego Byakuya por el dolor del pasado vivido.
- vamos arriba... - sujeto de los brazos al moreno. -
- siempre... siempre te quise. - susurro roncamente al oído del pelirrojo. -
- deja de decir tonterías. - desvío la mirada para no tener que afrontar ese raro sentimiento que atrapaba su alma cada vez que lo veía a los ojos. -
- ayúdame... a subir... - se volvió a aferrar al cuerpo de Renji con la poca estabilidad que le quedaba. -
- eso intentaba hacer. - tomo uno de los brazos de Byakuya y lo paso por detrás de su cuello para darle apoyo. - subamos.
El camino hacia el piso superior fue relativamente rápido, las escaleras no fueron un obstáculo difícil ya que Renji era un poco mas alto y fornido que su amigo, le resulto fácil ayudarle a subir, en pocos momentos ambos hombres estaban en la habitación de Byakuya, la cama matrimonial pulcramente tendida con sabanas color gris perlado, dos mesitas de noche color negro ambos lados de la cama hacían juego con el resto del mobiliario, todo combinado con tal sobriedad que no había duda de quien era el que dormía allí, una lámpara de techo con tres focos plateados medio alumbraron la habitación al Renji tocar el encendido que graduaba la intensidad de los bombillos, miro como Byakuya todavía aferrado a uno de sus brazos se trataba de acostar en la cama, jalo con fuerza del mismo haciendo que el peso de su cuerpo catapultara a ambos en la cama, el moreno abrió los ojos al notar un peso sobre el, Renji había caído encima suyo, precariamente logro posar ambas manos a los costados de la cabeza de su amigo, su rostro otra vez a centímetros del otro, sus ojos delineando aquella mirada perdida de la embriaguez tratando de ser afinada sobre el, no sabia como acabaría este altercado que le inquietaba en sobre medida, Byakuya parecía mas sumiso aun bajo el, sus ojos se cerraron de repente y con torpeza sus manos se enrollaron en el cuello de Renji atrayendo su boca hacia la de el, un beso fogoso se desato en esa habitación, aquellos dos amigos se tenían sentimientos ocultos y frenados por diversos motivos desde hacia años atrás, ahora, solo ahora y bajo el efecto de la bebida Baykuya dejo salir lo que su corazón freno tanto, el dolor de la partida de un ser amado le abrió mas la herida de la soledad, la necesidad de ser amado al punto de dejar ir sus sentimientos frente al que fue su amigo de toda la vida.
- que... haces!!. - el pelirrojo logro separarse del beso con dificultad. -
- lo... que debí hacer hace... mucho años atrás... - movió una de sus manos hacia el nudo de su bata de baño para desatarlo fácilmente. -
- que demonios tratas de hacer!!. - sujeto la bata que estaba casi totalmente abierta dejando al descubierto aquel cuerpo delgado y excitado bajo el. -
- quiero... quiero... - sujeto la mano de Renji que tenia aun parte de la bata evitando que esta revelara mas del cuerpo de Byakuya. -
- alto... somos solo amigos.... Recuerda eso. - intento cerrar la prenda pero la mano del moreno le hizo bajar un poco hasta rozar cierta parte de su cuerpo. -
- hazlo... se que me deseas... - susurro maliciosamente al oído de Renji. -
- no te de.....mmmm... - otro beso apasionado detuvo las palabras del pelirrojo, esta vez la mano del moreno estaba sujetando descaradamente la muñeca de su amigo y le hacia rozar mas y mas su hombría realmente excitada por la emoción y lo clandestino del hecho. -
Las palabras ya no hacían falta, ambos sabían lo que deseaban, Byakuya a pesar de su borrachera estaba actuando única y exclusivamente movido por la pasión del momento, por los sentimientos que son sacados a la luz por el efecto etílico, por su parte Renji ya sentía algo especial hacia su amigo desde su juventud, siempre le quiso mucho y ahora que su amigo estaba solo, sin compromisos y con una soledad agraviada por el dolor de una partida, quiso aprovechar el momento pero se negaba a aceptar que haría una locura esa noche, una locura llamada amor.
Continuara....
QUE PASA AHORA!! SIGUELEEEE NO ME DEJES A MEDIO LEMON!! MALVADA MUJER!!, jejejejje... seguro piensan eso XD, si soy una malvada escritora que les quiere hacer sufrir un ratito por capitulo, pero véanlo de este modo, no tarde mas de una semanas en subirlo, a diferencia de los anteriores que eran subidos cada mes o mes y medio ToT, es que estoy aprovechando la pc de mi hermano para hacer este capitulo que me encanto!!, por fin Grimmi se atrevió!!, pero ahora veremos como reacciona Ichigo ante ese beso y pasión desenfrenada del peliazul, quieren saber que resultado arroja la prueba de ADN de Ishida?, jejejje... y también quien es el padre de el?, porque Unohana conoce mucho del pasado de ellos?, pues ya verán, también si este altercado de Renji y Byakuya terminara en la cama?, Rukia les descubrirá?, como será ahora la clínica Kurosaki con dos enfermeras nuevas?.
Próximo Capitulo:
Un regalo de boda, un resultado
Y un acuerdo del demonio.