Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.
Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.
Todo queda en Familia.
Capitulo 62
En mi Cumpleaños.
Sin duda alguna prefería ser el médico y no el paciente, estar allí acostado en esa camilla con aquel desagradable papel debajo de el, una bata sumamente delgada y con su estomago expuesto no era cómodo, sentía como el frio se colaba por sus pies descalzos, entendía en la lógica de que las bajas temperaturas en los quirófanos y salas de exámenes eran para evitar la proliferación de bacterias pero estar prácticamente desnudo le hacía congelarse, sentirse vulnerable y a merced de lo que fuese, era una sensación que muy pocas veces había experimentado en su vida y quería que esta culminase rápido para dejarla como un anécdota del pasado que no será rememorado.
- Listos?. - una sonriente Unohana al fin entro a la sala donde estaba la pareja esperándole desde hacía unos muy tensos minutos. -
- Si. - Isshin asintió con una media sonrisa, no estaba en ánimos de andar escandaloso, lo que sucedería allí con Ryuken y su hijo no era de juego y mucho menos para andar haciendo tonterías. -
- No tengo que explicarle mucho lo que haremos. - con calma se coloco un par de guantes quirúrgicos y paso a sentarse junto a la camilla donde estaba el peli plata. -
- Acabe esto rápido, debo volver a mi oficina. - sentencio serio. -
- No creo que pueda regresar a trabajar hoy director, debe tener reposo por lo menos 24 horas. - comenzó su trabajo desinfectando con yodo el estomago de Ryuken. -
- Cuando esto acabe te vendrás a la casa conmigo, Yuzu y Karin te están esperando, les dije que te quedarías con nosotros. - con suavidad el moreno poso su mano sobre el hombro de su amante. -
- No voy a ir a tu casa, que excusa le darás a tus hijas para que me quede allí. - tenia la mirada realmente molesta, Isshin siempre planeaba sin su consentimiento. -
- Les dije una mentirita blanca, necesitaban quedarte por una pequeña intervención quirúrgica y no había nadie que te acompañara en tu casa. - sonrió seguro de sus palabras. -
- El señor Kurosaki tiene razón, un poco de reposo le vendrá bien. - la doctora paso a usar el ultrasonido para ubicar al bebe antes de hacer el examen. - ya vamos a empezar.
Las discusiones entre Isshin y Ryuken cesaron cuando tuvieron en pantalla a su futuro hijo, aquel pequeñito ser parecía estar en perfectas condiciones pero una cosa era su morfología y otra sus genes, se podía apreciar que estaba prácticamente sentado con sus manitos tapando su rostro y con las piernas cruzadas, con más de 3 meses ya es visible su estructura ósea, su cabeza y su cuerpo, con aquellas imágenes ambos hombres comenzaron a pensar en su futuro, en lo que había causado esto que vivían, como ahora debían lidiar nuevamente con la paternidad y verse en una especia de ruleta rusa donde la genética es solo un numero mas en donde puede caer. Con suavidad Isshin paso su mano por la frente del peli plata, acomodando algunos de sus mechones mientras este no dejaba de mirar a la pantalla, era una especie de melancolía que le hacía volver al pasado, a cuando supo que esperaba a Uryu, la alegría ligada con amargura de saberse lleno de vida pero sin poder compartirla con su padre.
- Ahora no se mueva. - con su mano izquierda siguió usando el eco y paso a tomar con la derecha una larga y delgada aguja para hacer el examen. -
Respiro profundo y dejo que todo pasara, el examen no duro mas de unos minutos en los que la mano experta y suave de la obstetra introducía la aguja por el lugar más conveniente sobre su vientre, extrajo una pequeña cantidad de liquido amniótico y volvió a sacar la aguja para depositar aquella preciada sustancia en un envase esterilizado.
- Estamos listos. - le dio unas cuantas toallas de papel a su jefe para que se limpiara todo aquel liquido amarillento del vientre. -
- Cuando tendremos los resultados?. - Isshin pregunto inquieto, despues de aquella prueba estaban con la respuesta en espera. -
- Unas 3 semanas, apenas los tenga los llamare, ahora señor director, quiero que se vaya a acostar, que no haga nada hasta mañana y que si tiene algún malestar como dolor de vientre, cólicos o empieza a sangrar me llame. - se quito los guantes con rapidez. - y señor Kurosaki.
- Dígame!. - sonrió mas calmado después del examen. -
- Átelo a la cama si es necesario.
- Con gusto!.
Tenía que admitirlo, Isshin era más de lo que merecía, aquel hombre no se quejaba de sus insultos, ni cuando le trataba mal o le apartaba con brusquedad, siempre estaba con él para todo, y ahora más que nunca. Ahora nuevamente rumbo a la casa de la familia Kurosaki, se quedaría por esa noche para que el terco de Isshin le cuidara, se sentía como un crio de 3 años siendo vigilado en totalidad, no le agradaba la sobreprotección y tampoco estaba cómodo con las hijas de su amante, era aun muy penoso para el presentarse como una especie de "novio" después de que aquellas chicas tuvieron una mama y un papa que fue normal por muchos años o mejor dicho, aparentaba ser normal.
- Llegamos!. - Isshin abrió de sopetón la puerta de la casa y observo que aun sus hijas no habían llegado. - estamos solos.
- Al menos no pasare la vergüenza de explicar directamente porque estoy aquí. - acomodo sus lentes con suavidad. -
- Amorcito hora de ir a cama!. - sin pena alguna el moreno alzo en brazos a su amante y comenzó a subir las escaleras rumbo a su otra vez habitación. -
- BAJAME!. - se retorció una cuantas veces en brazos de Isshin. -
- Déjate consentir, al menos quiero cuidarles por esta noche. - restregó su nariz contra el cuello de un avergonzado Ryuken. -
- Tú ganas. - bajo la mirada y oculto una pequeñita sonrisa de satisfacción, volvería a repetirlo, Isshin era más de lo que el merecía en esa vida. -
Con suavidad deposito a Ryuken en la cama, estaba contento de tenerlo allí otra vez pero al mismo tiempo preocupado porque no se dieran alguno de los síntomas que nombro la doctora, temía por un sangrado o algo peor, un aborto que daría fin a sus esperanzas, aquellas hermosas esperanzas de ver crecer a su hijo en el vientre de la persona que mas amaba en ese mundo, con todo y lo que a veces se pelearan como perros y gatos o que Ryuken se hiciera el de rogar con su prepotencia, con todo y eso adoraba aquel hombre que estaba recostado en su cama.
- Que deseas comer?. - en un segundo Isshin se abrazo a la cintura de un impresionado Ryuken, esos arranques de cariño siempre lo tomaban por sorpresa. -
- No tengo apetito. - dejo que el moreno siguiera abrazado a su cintura, restregando su mejilla rasposa por encima de aquel pequeño vientre que apenas sobresalía entre la ropa. -
- No te preguntaba a ti, se lo preguntaba a nuestro bebe. - siguió con aquella caricia hasta que ambos se sobresaltaron con lo que sucedió. - eso... fue...
- Pateo. - susurro incrédulo al sentir aquel movimiento enérgico que dio su hijo dentro de el. -
- QUE INCREIBLE!, PATEO A SU PAPA!!. - grito todo emocionado para después empezar a desabotonar la camisa de Ryuken dejado al descubierto su pequeño vientre. -
- NO ME DESVISTAS!. - trato de quitar las manos de Isshin de su vientre pero le fue imposible, estaba emocionado al límite. -
- Solo quiero sentirlo otra vez!. - pego su boca de la piel suave y tensa de aquel vientre. - vamos bebe otra vez!... patea a tu papi!.
- Te oyes ridículo. - se cruzo de brazos derrotado, no podía ir contra lo inevitable. -
- VIEJO YA LLEG.... - en un segundo Karin se encontró parada en la puerta de la habitación anunciando su llegada de las clases. -
Isshin se quedo petrificado, estaba aun con su cara pegada del estomago desnudo de Ryuken y este por su parte palideció al ver a una de las hijas de Isshin, la chica tenía cara de asombro total y sin un ápice de intentar ocultarlo, los tres estuvieron mudos unos segundos, un tenso silencio que fue interrumpido por el mismo Isshin aclarando su garganta para hablar.
- Ya no te duele?. - acomodo la camisa de Ryuken como si hubiese estado examinándolo. -
- Viejo... - Karin suspiro por lo bajo y se dio media vuelta. - para la próxima cierren la puerta.
- Pe..pe..pero no es lo que te imaginas!. - el pobre hombre salto fuera de la cama para seguir a su hija, tenía que darle una buena excusa a lo que vio. -
- Isshin. - Ryuken le llamo con seriedad. -
- Espera aquí que...
- Déjala ir, no hay mentira en este mundo que tape lo que estamos pasando, debes decirle la verdad a tus hijas. - sentencio calmadamente y con sus manos sobre aquel vientre. -
- No sé cómo decirlo. - se quedo de pie reclinado en el marco de la puerta. -
- Igual como dijimos que Uryu era nuestro hijo, así mismo debemos decirles que tendremos un bebe.
- Esperemos a los resultados, no quiero darles falsas esperanzas a mis hijas. - camino de regreso a la cama sentándose en la orilla. - tengo miedo de que el bebe tenga algo malo.
- Yo también. - susurro con sinceridad. -
- Parecía tan sano en el ultrasonido, no quiero que ahora se empañe la felicidad que siento aquí dentro. - se llevo la mano al corazón. - sería muy doloroso Ryuken.
- Lo sé. - se movió un poco hasta quedar abrazado a la espalda de Isshin. - yo también tengo miedo de eso, pero debemos ser positivos.
- Este Ryuken me gusta más, te has vuelto un poco más humano desde que el entro en nuestras vidas. - se dio la vuelta para rodear con sus brazos la cintura del de lentes. -
- Quizás solo me hacía falta entender que las vidas son valiosas. - el recuerdo de la visita a la tumba de su fallecida hija quedo tatuado en su mente y en su alma. -
Sin explicaciones, así quedo aquella escena que por casualidades observo Karin, y como buena Kurosaki una pequeña espinita de curiosidad le invadió, la misma curiosidad que le corrompió a Ichigo semanas atrás, pero entre tantas cosas el día se fue y con la llegada de la noche más cosas extrañas hicieron sospechar a Ryuken e Isshin de que su secreto no era tan secreto.
- En verdad no quiere comer más nada?, un postre?, jugo?, galletas?, café negro?. - Yuzu con su simpatía no dejaba de ofrecer atenciones a un apenado Ryuken que estaba como le ordenaron en cama. -
- No gracias. - le miro con serenidad, estaba siendo tan consentido por Isshin y por esta chica, ambos con el firme propósito de que no levantara ni un solo dedo en su reposo. -
- Si necesita algo me llama, voy a estar abajo!. - sonrió con ternura y salió de la habitación. -
- Esa niña será una buena hermana. - por un segundo imagino a su hijo junto a ellos, no tenia definición física o sexual, solo sabía que sería bienvenido en eso loco y descabellado núcleo familiar. - no sé porque Isshin teme decir esto.
- Amorcito... - la cabeza de Isshin se asomo en la habitación. -
- No me llames así!. - le lanzo lo primero que encontró junto a él en la cama y eso era el control remoto del tv. -
- Deja el berrinche y atiende a nuestro retoño. - sonrió enorme con teléfono en mano. - es Uryu.
- Uryu?. - miro desconcertado a Isshin, el no había dicho nada de que estaría allí ni mucho menos sobre su reposo en casa de su ex. -
- Solo salúdalo, no pongas esa cara. - le dio el teléfono aun inocente de los pensamientos del peli plata. -
- Pueda que sepa nuestro secreto!. - tapo el auricular con su mano. - Isshin esta llamándome aquí!, Y para que Uryu llamaría a esta hora si no es para saber de mi estado de salud!.
- No seas paranoico y háblale. - prácticamente le hizo ponerse el teléfono en el oído. -
- Ryuken?. - la voz de su hijo sonó algo extraña y preocupada. - alo?
- Buenas noches. - respondió con temor, aquella llamada le hacía tener dudas. -
- Estuve llamando a la casa y no contestaba nadie, llame a la clínica y me dijeron que te fuiste temprano y no te lograba localizar, donde estabas?.
- Salí. - suspiro aliviado, aquella charla que le dio su hijo le hizo analizar el cómo acabo llamando a casa de Isshin. - que sucede?, tienes algo urgente que decirme?.
- No... bueno si, no tan urgente pero... - quería, deseaba con toda el alma preguntarle por su salud y como le había ido en el examen pero se contuvo, para su madre él no sabía nada de ese embarazo. - Jyuushirou quiere que hagamos una reunión para mi cumpleaños aquí en la casa... te quería avisar y que le dijeras a mi papa para que vengan todos...
- Era eso. - recordó la fecha del cumpleaños de su hijo, 6 de noviembre. -
- Fue insistencia de Jyuushirou, yo no me siento con ánimos de hacer fiesta, estoy muy agotado... falta tan poco ya. - acaricio su prominente vientre. -
- Para cuando la doctora te dio fecha?.
- Medidos de noviembre.
- Cuídate y cuida a mis nietos, debo colgar. - tranco la llamada cuando cayó en cuenta de que estaba hablándole con mas dulzura que nunca. -
- Qué lindo te ponen las hormonas!. - Isshin se le guindo del cuello mientras le besaba incontables veces la mejilla. -
- Este no soy yo... - dejo el teléfono sobre la cama. -
- Si eres tú, el tu que estaba oculto bien al fondo de esa pedante y arrogante cabecita.
- Uryu cumple el 6 de noviembre, dentro de 3 semanas, quiere que celebremos en su casa.
- FIESTA!. - paro de gritar en seco. - 3 semanas, ya para esa fecha sabremos como viene el bebe, podremos dar la noticia también!.
- En la fiesta de Uryu?. - se cruzo de brazos pensativo. - no me parece prudente.
- Porque no?, estará la familia y será un bonito regalo para Uryu... le diremos que tendrá un hermanito!. - volvió a su tanda de apapachos para un incomodo Ryuken. -
- Deja de ser tan baboso!. - le estampo la mano en el mero rostro. -
Las ideas de Isshin sobre dar la noticia en el cumpleaños de Uryu traerían sus consecuencias pero eso se verá más adelante, mientras, el tiempo hace su recorrido, el reposo de Ryuken concluyo satisfactoriamente, pero igual debía seguirse cuidando con aquel embarazo oculto hasta nuevo aviso. Y la mañana de un 6 de noviembre se asomo radiante, fría y con un aire de emoción para un enamorado peliblanco, paso más de una semana planeando y acomodando todo para que ese día fuera especial, el mejor día de su vida, así quería de Uryu recibiera su nacimiento, con ese firme propósito estaba acomodando los últimos detalles de un buen desayuno en la cama, se había levantado muy temprano para prepararlo, después de tenerlo listo se encamino con bandeja en mano rumbo a la habitación de la pareja.
- FELIZ CUMPLEAÑOS AMOR!. - entro muy sonriente y con su primer regalo del día en manos. - Uryu?.
Noto de inmediato que su esposo no estaba acostado en la cama, con suma curiosidad dejo la bandeja sobre una de las mesitas de noche y paso a revisar el baño en busca de su desaparecido pelinegro, allí tampoco estaba así que regreso en sus pasos con rumbo a la sala, ya estaba poniéndole nervioso no encontrarlo si lo había dejado dormido en la cama hacia unas horas atrás, estuvo tan concentrado cocinando que no sintió ruidos ni nada raro que le indicaran que su amante se había levantado.
- URYU!!!. - volvió a llamarlo con un grito pero nadie respondía, con nervios se fue a la ultima habitación de la casa que estaba ya lista para ser usada por los gemelos cuando nacieran. - tampoco estas aquí!.
Pánico, no tenía otra manera de darle denominación a lo que su corazón sentía, su esposo había prácticamente desaparecido de su hogar, no lo vio salir, no noto nada raro y ahora estaba más asustado que nunca al pensar donde diablos estaba metido, entre dar vueltas y vueltas pensando se le ocurrió llamar al celular de Uryu, con prisa tomo el teléfono de la casa y paso a marcar los números desesperadamente pero cuando ya iba a darle llamar escucho como un conocido juego de llaves anunciaba la llegada de alguien a la casa.
- URYU!!. - corrió como loco lanzando el teléfono al suelo y parándose tras la puerta que estaba siendo abierta. -
- Jyuushirou?. - miro el rostro dolido de su esposo apenas entro a la casa, parecía querer lanzarse a sus brazos para llorar y así lo hizo. - que paso?
- PORQUE TE FUISTE SIN AVISAR?. - se aferro con fuerza al cuello del joven mientras sendas lagrimas recorrían sus mejillas. -
- Cálmate, estoy bien. - beso la mejilla del peliblanco con ternura. - deja que entre, necesito sentarme un momento. - su rostro parecía algo contraído cuando se soltó de los brazos de Ukitake. -
- A donde fuiste?. - cerró la puerta tras él y tomo el abrigo que Uryu se quito apenas entro a la casa. -
- A caminar. - logro sentarse en uno de los sofás de la sala. - necesitaba caminar.
- Tan temprano y con el frio que está haciendo?. - paso de angustiado a molesto por la locuras de Uryu. -
- No quería ponerte nervioso todavía, estas tan contento con lo de celebrarme el cumpleaños y desde ayer no paras de cocinar y de acomodar la casa que... - bajo la mirada con vergüenza. -
- Que sucede?. - se agacho frente a su pareja notando como su rostro se curvo un poco mas como si le doliera algo. -
- Arruine tu regalo... - se abrazo a Ukitake con fuerza. - todo lo que estabas planeando se arruino... porque... porque....
- Porque qué?. - aquel drama del de lentes le estaba poniendo los nervios de punta. -
- Desde la madrugada me siento mal, creo que los gemelos ya vienen. - logro soltar la noticia de sus labios. -
- QUE!, TE SIENTES MAL DESDE LA MADRUGADA Y NO ME DIJISTE NADA!. - en un segundo se volvió frenético y comenzó a caminar de un lado a otro de la sala -
- Por eso no quería decirte. - sentencio entre dientes. - cálmate, aun no pasa nada grave, las contracciones son cada 15 minutos.
- Porque no me levantaste?.
- Me dio lastima despertarte después de que estuviste todo el día limpiando y cocinando para hoy. - bajo la mirada con pena. - se arruino la fiesta.
- No señor!, no se arruino ninguna fiesta, es mas... - tomo entre sus manos las de Uryu. - celebraremos un cumpleaños triple!... si los gemelos nacen antes de la media noche los tres cumplirán el mismo día!.
- Pero...
- Además, tus padres vendrán y tus hermanos y todos estaremos contigo para cuando nazcan los gemelos!.
- Eso no me parece buena idea. - no quería a nadie en su muy bien planificado parto en casa. -
- no voy a llamar a todos para posponer la fiesta, me preguntaran porque y al saber que tendrás a los bebes igual vendrán, así que ahórrate las preocupaciones que celebraremos tu cumpleaños y el de nuestros hijos!. - acaricio con ternura aquel vientre prominente. - TE AMO!
- Como negarme a esto... - suspiro por lo bajo resignado. - yo también te amo.
- ESTA DICHO!.... - soltó con rapidez a Uryu. - pero... entonces debo hacer dos pasteles más!
- Jyuushirou espera... no tienes que hacer dos ma... - se inclino un poco al sentir aquella sensación en su bajo vientre como inequívocas contracciones. -
- No serán muy grandes, solo quiero que los niños tengan un detalles para cuando nazcan, así no se lo puedan comer je je je!.
- O diablos... - estaba muy incomodo por el dolor pero le molestaba mas el que su esposo estuviese con la cabeza en otro lado. - TE NECESITO AQUÍ CONMIGO Y NO HACIENDO UN MALDITO PASTEL!.
- U..u..uryu?. - quedo frio al ver el cambio de personalidad en su compañero. -
- Ya paso. - respiro poco a poco cuando sintió que el dolor se iba otra vez. - el dolor me saca de mis casillas, discúlpame.
- Ok.... - respondió un tanto asustado, esa personalidad del pelinegro no la conocía. -
- Quédate conmigo, olvida lo de los pasteles por un rato, quiero acostarme y que hagamos los ejercicios que aprendimos. - se levanto del sofá con mucha dificultad. -
- Está bien, olvidado los pasteles pero igual quiero hacerlos.
- Después de que pase todo, ahora lo más importante soy yo y tus hijos. - un brillo malévolo se reflejo en los lentes de Uryu. -
A veces la madre naturaleza te regala un día especial, cada nacimiento es celebrado como se debe pero este será muy particular de muchas maneras, mientras, en la oficina del director de la clínica Ishida, la mañana pintaba muy fría y monótona, Ryuken estaba algo más activo después de superados los malestares matinales, con casi 4 meses ya su vientre sobresalía entre la ropa y el andar de sus pasos con el peso extra cambiaba para ajustar la gravedad y el equilibrio, pero aun con todo eso, nadie había caído en cuenta que su director estaba en cinta, todo seguía rutinario hasta que noto sobre su escritorio las cartas e informes que llegaban con el correo, sin mucha prisa se quito su abrigo y los guantes de cuero negro que usaba para el invierno, ya sentado en su silla comenzó a tomar sobre por sobre para revisarlo, llevaba unos cuantos cuando se topo con uno que llevaba el remitente de un laboratorio genético, un miedo inminente recorrió su columna vertebral, en ese sobre estaban los esperados resultados de su amniocentesis, no sabía que llegarían tan fieles con la fecha, supuso que la doctora Unohana los recibiría pero se nota que aquella mujer prefirió re direccionarlos al más interesado.
Ryuken respiro hondo y con un abrecartas paso a romper cuidadosamente el sobre sellado, después de ellos saco una hoja tamaño carta que desdoblo y leyó con soberana seriedad, mientras mas leía sus ojos se veían empañados en lo que eran inequívocas lagrimas, estaba siendo inundado por múltiples sensaciones, no podía controlarse por más que quería, cuando termino de leer dejo los exámenes sobre la mesa y se quito los lentes para secarse las lagrimas, un enorme nudo en su garganta se formo solo de pensar en los resultados, quería llorar más aun.
- Isshin... debe saberlo. - aun nervioso y contrariado tomo el teléfono de su oficina para llamarlo al celular. -
Espero a que repicara, las lagrimas aun rodaban por sus mejillas ahora enrojecidas, sentía una sensación en el pecho que estallaría de un momento a otro, era algo que no podía creerse, su pasado se mezclaba con su presente de manera extraña, aun pensando en ello escucho la voz de su ex del otro lado del auricular.
- Buenos días amorcito!. - el moreno le saludo con dulzura pero al escuchar los sollozos de Ryuken del otro lado de la línea cambio su tono de voz de inmediato. - que sucede?
- Isshin... tengo los exámenes...
- Sabes los resultados verdad. - sentencio algo triste, el llanto de Ryuken tenía que ver con ellos. -
- Si... - trato de secar sus lágrimas con el reverso de su mano. - Isshin... tendremos una niña... y viene perfecta.
- Una niña. - su voz se quebró de inmediato, otra niña como la que no pudo ver el mundo hace años atrás. -
- Una hija... tendremos una niña Isshin. - entre lagrimas sonrió por la noticia, sentía que el destino le daría una segunda oportunidad con ella. -
Continuara............
KIAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! QUE FELICIDAD! UNA NIÑA! JAJJAJJA!! A QUE SE ASUSTARON CUANDO RYUKEN EMPEZO A LLORAR XD. Tenía que darles algo de tensión y creo que lo logre jajaja!!, bueno, este capítulo me gusto muchote porque fue lindo en su mayoría, pero ahora debo CELEBRAR!! JU JU JU VAMOS FELICITEN AL FIC QUE CUMPLIO UN AÑITO EN LA WEB AMOR YAOI!! Hace unos días fue que lo note cuando iba actualizar, el fic tiene ya un año y yo muy contenta de que me sigan hasta ahora con tanta emoción y de que sus comentarios me den fuerzas para culminarlo porque ahora si le queda poquito, no mas unos capis y listo, acabado el fic más largo que haya creado mi mentecita perversa y mi musa Ilitia, la muy tremenda me ha dado la talla con esas ideas, millones de gracias otra vez y espero seguirle porque en el próximo capítulo nacen los babys de Uryu y Ukitake!! Será muy entretenido asegurado y espérenlo. No sé si pueda actualizar mañana porque me voy de vacas por semana santa y estaré fuera de estos lares una semana, adelantare todo lo que pueda entre hoy y mañana para que la otra..... Semana arriba tenga capi nuevo, si no me ven por aquí la semana que viene no se me angustien es que su escritora favorita se fue de bakaciones XD, besitos y gracias por ese año en la web!! Y con muchas entradas! Quisiera que más personas me dijeran lo que les parece el fic porque entran bastantes a leerlo cada vez que actualizo así sea para felicitar al fic por su añito de vida!.
Próximo capitulo:
De celebraciones
y
Anuncios inesperados.