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Todo queda en Familia por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Un parto, un final, o solo un comienzo de algo realmente increible, capitulo final.

Bleach no es mío, pertenece al brillante Tite Kubo - sama!!, alabado sea por crear algo tan magistral, pero regresando de los halagos, este fic es mi segundo desvarió de Bleach, espero les guste.

Advertencia: Mundo Alterno, no tiendo a usarlos pero esta vez me atreví un poco mas je je, Yaoi, claro está, y para rematar y aderezar la locura Mpreg XD, advertidos, no quiero quejas o cuentas para mí porque tuvieron que ir al psiquiatra!!. Por lo demás mucho humor y esperen lo inesperado.

 

Todo queda en Familia.

Capitulo 66

El futuro está escrito con manos de niño.

 

Tenía el celular en sus manos mientras caminaba de un lado a otro por toda su clínica, estaba tranquilo y seguro de lo que hacía, seguía en su labor diaria atendiendo alguno que otro caso importante, consultando con sus médicos, dirigiendo las relaciones publicas de la clínica, sin novedad alguna resultaba su día, siempre se jacto de tener todo bajo control y ya con 9 meses necesitaba un respiro, pero no se lo dio, no era su estilo dejar las cosas a la mitad y más aun si tenía que quedarse en casa siendo maniacamente consentido por Isshin y Yuzu, ellos dos alcanzaban para volverlo diabético de tanta dulzura junta, le agradaba las atenciones de su actual pareja pero una cosa era el cariño y otra muy distinta era la obsesión compulsión que obtenía de Isshin, no le daba un respiro, durante todo ese embarazo estuvo pegado a su espalda como una rémora, cuidándole hasta los pasos, sobornado incluso hasta a las enfermeras de su clínica para que le dejaran entrar a su oficina para dejarle mensualmente un ramo de flores, así era recibido cada mes de gestación, en total 6 ramos recibió, y el ultimo ya estaba esperándolo esa mañana sobre su escritorio.

-          Maldición... - susurro por quinta vez mientras veía uno de los mensajes de texto que le mando Isshin. - si le digo se volverá loco, pero...

Efectivamente, aquella mañana radiante de abril, su hija decidió que ya era hora de salir al mundo, y con mucha prisa ya que como siempre y sin esperarlo Ryuken estaba terminando de bajar de su auto en la clínica cuando una punzada de dolor recorrió toda su espina dorsal, aquella sensación la conocía perfectamente, después de dos partos estaba completamente seguro que había llegado el momento, lo tomo con calma, estaba consciente de lo que le sucedía así que no se alarmo y siguió su trabajo, esperando que con el paso de las horas estuviese listo para llamar a la familia, no deseaba quedarse estancando en una de las habitaciones de su clínica, y menos aun imaginándose siendo acosado por el padre de la criatura, todo su plan estuvo perfecto hasta que las contracciones estaban impidiendo su labor de director, eran más dolorosas de lo que recordaba, y el tiempo entre las mismas se acortaba con tanta rapidez que ya al medio día tuvo que dirigirse al consultorio de la doctora Unohana, su reloj de pulsera marcaban las 12 y media, a esas horas la obstetra no debería estar atendiendo a nadie.

-          La doctora Unohana?. - un Ryuken con el rostro algo descompuesto se acerco a la recepción donde almorzaba  el pequeño ayudante de ella. -

-          Buenas tardes director, la doctora no se encuentra. - sonrió amablemente ante la pregunta. -

-          Donde fue? - estaba empezando a sentir como el dolor llegaba en una oleada desagradable desde su espalda bajando hasta sus caderas. -

-          Salió a comer, regresa en media hora. - miro curioso como el peli plata se reclinaba repentinamente de su escritorio jadeando lo más bajo posible. - se siente mal?

-          Llámela ya... - apretó los labios ante aquel dolor, era más intenso que los anteriores. -

-          Director va a tener al bebe?

La pregunta era estúpida sin duda alguna, tenía unas enormes ganas de estrellarle la cabeza contra el escritorio pero se contuvo, no quería ser demandando por agresión a un empleado, respiro lo más profundo que pudo y conto hasta diez, aun sentía que había tiempo así que se recompuso un poco después de aquella desgraciada contracción, se acomodo los lentes y miro al chico con seriedad.

-          Dígale que el director necesita su ayuda, y si, voy a tener al bebe.

-          Qué buena noticia, felicitaciones!

-          Llámela!

-          Discúlpeme... ya la llamo. - tomo el teléfono de su escritorio con mucho nerviosismo. - le digo que venga en seguida?

-          Qué cree usted?

El pequeño chico la localizo rápidamente, hablo algunas cosas con ella y paso a trancar la llamada todavía sintiéndose acosado por la mirada penetrante y seria del director Ishida.

-          Ya esta, vendrá en seguida. - sonrió nervioso. - necesita algo más?

-          Que preparen mi ingreso a la sala de maternidad... ahora. - la sensación de que un liquido cálido bajaba por sus piernas lo puso en alerta. - acabo de romper fuente.

-          No se asuste!, La doctora ya viene!. - salto de su silla rumbo al piso de maternidad. - voy por unas enfermeras!

-          Asustarme... sé lo que viene. - saco su celular del bolsillo de su bata blanca y marco un numero, espero a que repicara hasta que una voz conocida le saludo. - Isshin... tienes que venir ya a la clínica.

Y el desastre se anuncio, después de romper fuente y que el ayudante de la doctora alborotara a media clínica gritando que el director necesitaba ser ingresado, su mundo se volvió una especie de infierno tecnicolor, tenía la atención de todos, desde enfermeras, médicos y demás estaban al pendiente de su condición, le dieron la habitación mas grande y cómoda que había en el piso de maternidad, si efectivamente la misma donde dio a luz Ichigo, hasta allí la cosa era tolerable pero cuando llego la familia en pleno las cosas se salieron de curso rumbo a una colisión.

-          AMORCITOOOOOO!! - un chillido agudo fue lo único que escucho después de que la puerta de su habitación fue abierta de par en par. -

-          ¡SAL DE AQUÍ! - un Ryuken totalmente avergonzado solo trataba de taparse al ver que tras Isshin estaban sus hijas también, el grupo llego en mal momento cuando la doctora Unohana le estaba revisando. -

-          Ya terminamos... - una sonriente morena al fin bajaba las mantas del peli plata. -

-          Como te sientes?. - Isshin corrió a abrazar a su querido compañero pero lo único que recibió fue una patada directo a la cara. - AUHT!!

-          Como.... Me siento?.... preguntas como me siento cuando tu hija está dándome más trabajo que el mismo Uryu! - bajo la pierna rápidamente al sentir como otra contracción le hacía doblarse de lado en la cama. -

-          No te enfades, es normal pero ya pasara. - con algo de temor se atrevió a acariciar la espalda de Ryuken. -

-          Director, creo que vendré en un rato, ya tiene algo más de 7 centímetros dilatados, siempre los segundos partos son más rápidos.

-          Porque tardaste tanto en llamarme?. - le hablo algo molesto el Kurosaki.-

-          Por esta razón... - sin previo aviso sujeto del cuello a Isshin y lo hizo bajar la cabeza muy cerca de él. - me duele... cuando... me duele, me enfado....y siento que debo destrozar algo!.

-           Mis deditos no!. - trato de alejarse de Ryuken pero este a pesar del dolor no le soltaba el cuello. -

-          Tu eres responsable por este bebe... así que sufre conmigo!. - mantuvo cautivo a Isshin hasta que el dolor paso, solo en ese instante le soltó dando un suspiro de alivio. -

Era su cuota de sacrificio, en cierto modo debía agradecer que ese trabajo de parto avanzaba rápido por ser el tercero, Ryuken era una maquina aniquiladora cuando sentía como el dolor recorría inclemente sus cadera y bajo vientre, sujetaba lo primero que encontraba y normalmente era a Isshin pero cuando este el esquivaba sufría las consecuencias una desdichada almohada, las barandas de la cama o hasta los parales donde se ponía el suero. En la habitación estaban solamente ellos y las gemelas, ellas mantenían una prudente distancia de lo acontecido, sabían que Ryuken le gustaba hacer las cosas a su manera y su personalidad no daba para ir a consolarle, las horas se pasaron algo lentas, para cuando todo estaba por culminar o mejor dicho empezar, la habitación fue invadida por el ruido de niños, efectivamente habían llegado Ichigo, Grimmjow, los gemelos de estos y también Uryu con Ukitake y sus retoños, todo un compendio de gritos, llantos, peleas y demás se armo.

-          ESTO NO ES UN ESPECTACULO!, LARGOOOO! - un grito agónico fue lo único que pudo pronunciar Ryuken al ver a tanta gente dentro de su espacio personal. -

-          Se comporta peor que como estaba yo. - susurro Uryu a su padre con preocupación. -

-          Si.... - Isshin hizo un mohín de niño triste. - qué bueno que llegaron, me  trajeron lo que les pedí?. - hablo bajito y lejos de donde estaba su amante jadeando ya por el dolor de las contracciones. -

-          Aquí esta, pero que no la vea. - Ukitake le paso algo envuelto en una bolsa negra. - cuídela mucho, es mi favorita.

-          Claro que la cuidare. - sonrió enorme mientras palmeaba la espalda de su yerno. -

-          Nosotros estaremos afuera, creo que Ryuken no quiere cerca a nadie. - giro la mirada hacia donde estaba su madre con claras intenciones de lanzarle un vaso de plástico a Isshin para que regresara a su lado. -

-          Maldito pervertido ven acá!. - tomo el objeto entre sus dedos de la mesita junto a la cama. -

-          Voy... - susurro algo asustado al ver como un vaso paso volando por al lado suyo y término estrellado contra la pared. -

-          Viejo, mucha pero mucha suerte. - Ichigo no dijo nada mas, solo poso su mano sobre el hombro de su padre, parecía darle el pésame en vez de felicitarle por el pronto nacimiento de su hermana. -

Al final solo quedaron Isshin y Ryuken en la habitación, el resto esperaba afuera sentados no muy lejos de la puerta, el clima entre los hermanos Kurosaki era muy ameno ya que los pequeños Ranmaru y Miharu ahora con 11 meses, estaban comenzando a dar sus primeros pasos, caminaban agarraditos de la mano de su madre o de sus tías que estaban muy contentas de jugar con ellos y así pasar el rato de manera más amena, toda aquella escena la observaba Ukitake con el rostro totalmente extasiado, se imaginaba como pronto sus pequeños angelitos estarían de ese tamaño.

-          Se ven tan lindos cuando caminan. - bajo la mirada hacia sus brazos donde estaba Daisuke bien rendido. -

-          No falta tanto para eso. - hablo con serenidad el de lentes también concentrado en la escena que les brindaban las gemelas con los niños. -

-          Con 5 meses ya me roban el corazón cuando me miran o se ríen. - acaricio la mejilla del pequeño Souken que estaba muy cómodo en brazos de su mama. -

-          Ranmaru ven acá. - Ichigo le hacía señas al niño para que se acercara a él. -

-          Mamá! - sonrió feliz y soltándose de las manos de Yuzu para dar algunos pasitos torpes hacia Ichigo. -

-          Camino solo. - Grimmjow miraba la escena impresionado, sus hijos siempre el mostraban algo nuevo cada vez. -

-          Bien hecho pequeño Ran - chan. - el peli naranja lo alzo entre sus brazos para después darle un beso en la frente al pequeño que solo pudo responder la caricia riendo. -

Mientras afuera todo era color de rosas, adentro, la historia resultaba diferente, Isshin estaban recibiendo un lavado psicológico por parte de Ryuken, le decía una y otra vez que correría con suerte si salía vivo de ese lugar, que todo era culpa de sus hormonas y que le juraría que le haría una vasectomía apenas se recuperara del parto.

-          Te la harás... jura que te la harás!. - sujetaba a Isshin de los brazos sentado en la orilla de la cama, el estar acostado le hacía sentirse peor durante las contracciones. -

-          No puedo jurar eso. - susurro con resignación mientras dejaba que Ryuken estrujara a placer sus pobres extremidades. -

-          Soy... soy médico... te podría hacer una yo mismo mientras duermes... - sus ojos parecían destellar maldad pura. -

-          No dormiré más nunca. - trago grueso al imaginarse despertando con algo menos en su cuerpo. -

-          Je je je.... MALDICION!. - de sujetar los brazos de Isshin, paso a abrazarse con fuerza a su cuello, esa última oleada de dolor vino acompañada de una desagradable sensación entre sus piernas. -

-          Amorcito... amorcito que haces?. - noto como el rostro del peli plata estaba totalmente contraído como esforzándose. - ESTAS PUJANDO!.

-          ............ - asintió con la cabeza mientras no dejaba libre a Isshin. -

-          No lo hagas!.... diablos, llamare a la doctora. - trato de soltarse pero Ryuken no se lo permitía, estaba realmente concentrado en empujar. -

-          Muy tarde. - mascullo en un débil gemido al terminar de irse el dolor. -

-          Estás loco, tú no sabes cómo esta todo para que te pongas a pujar!. - trato de hacer que Ryuken se subiera a la cama pero este estaba negado a ello, se sentía mas cómodo sentado en la orilla. -

-          Se... lo que hago.... Con Uryu fue igu.... - paro de hablar al sentir como otra vez el dolor regresaba impulsándolo a seguir pujando. -

-          Voy por Unohana! - salió prácticamente corriendo de la habitación en busca de la doctora. -

-          Idiota. - se aferro a las sabanas con fuerza. -

En menos de 5 minutos  la obstetra estaba en el lugar junto a dos enfermeras, no le asombro saber que el director había empezado solo el parto, había hecho lo mismo la vez anterior, se creía todavía capaz de controlar todo en el, agregado de su manía por no acostarse, pacientes así eran los que le daban retos nuevos a una experta como ella.

-          Casi que no llegamos. - la mujer poso una de sus manos entre las piernas del peli plata, en seguida sintió como una cabecita estaba ya casi afuera. - ya hizo la peor parte del trabajo director.

-          ........... - no respondió a las palabras de aquella mujer, su sonrisa le enfermaban en esos instantes, solo estaba totalmente concentrado en hacer que ese bebe saliera de él lo más pronto posible. -

-          Parece que no le asombra lo que está pasando. - Isshin estaba sentado en la cama junto a Ryuken ayudándolo a permanecer precariamente en la orilla, casi que fuera de la cama. -

-          Le contare una historia, cuando fue a nacer Uryu, hizo exactamente lo mismo, ni si quiera me dejo dirigirlo, por eso no lo hago ahora, soy como una mera espectadora. - sonrió complacida al ver como el bebe ya casi tenia los hombros fuera. - excelente... ya casi acaba director.

-          Cállese. - mascullo con los dientes totalmente apretados, sus últimas fuerzas claudicaban con esos pujos, sus piernas temblaron al sentir como el cuerpo de su hija se deslizaba fuera de él poco a poco. -

Ya no podía mas, por más que estuviese haciéndolo a su manera, ya no soportaba el dolor, su cuerpo dio el ultimo gramo de esfuerzo, su rostro bañado en sudor solo pudo contraerse un poco más al tiempo que sentía como al fin todo culminaba, el llanto de un bebe fuerte y claro retumbo en la habitación, apenas se sintió liberado, se dejo caer en la cama respirando entrecortado, totalmente letárgico y sintiéndose como si le hubiesen quitado un peso de encima, con pesadez abrió los ojos para ver como la doctora Unohana limpiaba la nariz y boca de la pequeña para que respirara mejor, en pocos segundos ya tenía a aquella pequeña recostada sobre su pecho, aun lloraba inclemente, con asombro poso sus manos sobre la pequeña cabeza poblada de cabellos negros, su piel era realmente rosada y sus mejillas parecían estar por arden, una imagen vino a su mente del justo momento cuando nació Uryu, ambos se parecían mucho, la pequeña Himeko era una copia exacta de su hermano Uryu cuando nació.

-          Es... linda!. - susurro Isshin totalmente eufórico y sacando quien sabe de donde el contrabando que le paso Ukitake. - su primera foto!.

Un flash segó a madre e hija, aquello sí  que hizo enfadar a Ryuken, el moreno no dejaba de tomarle fotos a la bebe, desde todos los ángulos posibles, era un ir y venir de flases hasta que en una de esas Ryuken logro sujetar la correa de la cámara y jalar de ella con las pocas fuerzas que le quedaban, Isshin pensó que le iba a arrancar la cámara pero para su asombro solo sintió como el peli plata le acercaba a su rostro para unir sus labios en un beso suave y rápido.

-          Ni si quiera me agradeciste el que tuviera a tu hija. - hablo algo incomodo. -

-          Si estoy agradecido por ello desde el mismo día que supe que existía dentro de ti. - se torno algo serio y poso una de sus manos sobre la cabeza de la bebe que se había quedado dormida. -

Entre esas palabras las enfermeras se llevaron a la niña para limpiarla, pesarla y medirla, estaban emocionadas de ver a la pequeña nueva hija del director de la clínica, en poco rato ya todo había culminado y la paz regresaba a la habitación, un Isshin totalmente extasiado y con bebe en brazos salió de la habitación para presentarla a su nutrido grupo familiar, la pequeña estaba bien envuelta en una manta rosada y con su cabecita cubierta con un gorro del mismo color, el alboroto fue grande cuando las gemelas la vieron, era realmente hermosa con sus mejillas rosadas y su piel tan blanca y suavecita. Ichigo solo sonrió orgulloso de tener una hermana mas a quien cuidar, pero el mas impresionado fue Uryu cuando le quitaron el gorrito a la bebe para verle el cabello, se vio reflejado en ella, su mismo color de cabello y hasta la fisionomía, sin duda sus padres no desecharon el molde original.

-          Es ver a Uryu en chiquito. - Jyuushirou sonrió divertido ante el parecido de su esposo con su pequeña hermanita. -

-          Son idénticos!. - dio un gritito de felicidad Yuzu. -

-          Que nombre tendrá?. - Ichigo pregunto curioso. -

-          Himeko Kurosaki... - inflo el pecho con total orgullo. - mi pequeña Himeko! - comenzó a mecer a la bebe con mucha fuera mientras se restregaba de ella como si fuera un  gatito. -

Y como todos los hijos de Isshin, aquel exceso de cariño fue respondido con los llantos inclemente de la bebe, sendas lagrimas brotaron de sus ojos mientras parecía como si le hubiesen hecho algo muy malo, Isshin dio un respingo asustado por la reacción de la bebe.

-          ISSHIN! - un llamado casi funesto interrumpió aquella presentación. -

-          Es mama gozzila! - meció un poco más suave a la niña para calmarla. - mejor la devuelvo antes de que Ryuken se pare reclamarme.

Salió corriendo dentro de la habitación otra vez, apenas entro miro a un nada alegre peli plata, nada más se había quedado dormido un rato y ya Isshin había sacado a su hija fuera de la habitación, estaba realmente cansado y no tenía ganas de discutir así que solo extendió los brazos esperando que su amante comprendiera las señas.

-          la lleve a que la conocieran sus hermanos. - sonrió bobamente al tiempo que devolvía a la niña. -

-          Solo haz silencio. - la tomo en sus brazos con mucho cuidado, en verdad que nunca se olvida el cómo tratar a un bebe por mas años que hayan pasado. -

-          Pueden entrar a verte?. - pregunto con cuidado, Ryuken era realmente impredecible con sus decisiones. -

-          Cuando termine. - estaba más concentrado en callar a Himeko, en un segundo la pequeña estaba acurrucada entre sus brazos comiendo por primera vez. -

-          Te vez lindo. - sonrió descarado ante la escena que presenciaban sus ojos. -

-          .......... - no dijo nada, sus mejillas estaban algo sonrojadas por lo que hacía, era extraño sentirse observado por Isshin, con Uryu fue algo muy traumático que lo llevo a no dejarse ver por nadie en el poco tiempo que lo hizo, pero esta vez se sentía diferente,  el ser que lo ayudo a crearla estaba a su lado, acompañándole como el quiso en el pasado y ahora, solo ahora el destino le daba la oportunidad de complacer esos deseos perdidos entre 20 años de soledad. - recordé algo.

-          Qué será? - se acomodo junto a Ryuken en la orilla de la cama. -

-          Que esto es diferente al pasado, esto es lo que yo desee hace 20 años y nunca pude decirte, esto es todo lo que simplemente quería, tenerte aquí conmigo. - deslizo su mano libre hasta posarla sobre la del moreno. -

-          Ya vez, el tiempo puede darte segundas oportunidades, solo debes saber esperarlas.

-          Pague mi deuda del pasado. - observo a la pequeña con melancolía, era extremadamente parecida a Uryu cuando nació. - así se veía Uryu, era igual a ella, con sus cabellos negros y sus pequeñas manos aferradas a mí.

-          Te creo. - reclino la cabeza para poder besar a su hija. - los podemos hacer en serie si quieres!

-          Idiota. - jalo a Isshin hacia él. - bésame.

-          Con gusto. - unieron sus labios en un suave beso, cálido y lleno de perdones y expiación, así cerraron un ciclo y comenzaran otro en que la vida siempre nos enseña que hay segundas oportunidades, solo hay que saberlas encontrar. -

 

Este camino es largo, un recorrido por las casualidades, por el destino, por la pasión o por una simple soledad, un corazón herido, un amor correspondido, el cariño más grande del mundo es el que dan los hijos, tantas cosas que hemos vivido en estos años, tantos destinos atados con pequeños y delgados hilos invisibles, tantas relaciones interceptadas por un único sentimiento, amor,  El amor que se da al prójimo, al amate, al novio, al esposo. Cuando des la vuelta a la esquina siempre piensa que quizás las cosas cambien de un momento a otro, que la soledad es pasajera, que un amigo puede volverse tu amor prohibido, que un encuentro indeseable se puede volver pasión y llamas, que un odio del pasado puede ser cambiado por el cariño más grande del mundo, en fin.... Que todo queda como solo sentimientos esparcidos por el mundo y que en este mundo solo somos una gran y extraña familia.

 

FIN

 

 

Debo decir que estoy llorando, jamás imagine llegar aquí, tan lejos y con tantas cosas que plasme en este fanfic, puse mi amor, mi experiencia como madre, mis sueños, mis deseos y mis mejores ideas, además de las que me dieron ustedes mis lectores, mis amigas del alma y todo aquel que dejo un simple pero valioso comentario para darme su opinión, a todos ¡GRACIAS!.

 

Pero no les dejare así, les daré un pequeño epilogo, sabrán que paso después y será menos melancólico que eso, los espero la semana que viene con el final del final jajaja!.

 

Notas finales:

MILLONES DE GRACIAS!! QUIERO SER FELIZ Y DEJARLES UN EPILOGO DIGNO ASI QUE ESPERENMO! Y MIS NUEVOS FICS TAMBIEN! JEJEJE!


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