Saga iba meditabundo, caminando por los pasillos del palacio. No es que no le gustara la visita de Milo, por el contrario le encantaba que el griego estuviera con ellos, es solo que se le hacia muy sospechosa. Además por orden de su padre las clases se habían vuelto mas cortas, el mismo decía que su muerte se estaba próxima y había dejado de lado las clases con tanta facilidad considerando la situación. ¿Seria que creía que ya estaba listo?, sonrío amargamente, Kanon nuca estaría listo porque simple y sencillamente el no quería ser lo que era.
Por fin llego a la habitación de su padre, llamo a la puerta y entro después de escuchar un tranquilo “pasa”
-¿A qué se debe tu visita, Saga?- dijo Camus mientras observaba hacia fuera por el gran ventanal que daba a un balcón-
-¿Cómo sabes que soy yo?- pregunto ligeramente sorprendido
-Tu, llamas a la puerta muy tranquilamente, Kanon prácticamente la derriba- dijo mientras volteaba a ver a su hijo riendo-
-Eso lo explica todo- río cómplice de su padre- Padre- retomando su seriedad- ¿a que se debe la presencia de Milo?
- Por la boda de tu hermano, por esa misma razón en unos días llegara Aioria- dijo con total seriedad-
-¿Boda?- repitió mientras su mente trataba de asimilar las cosas, las cosas no podian ser mejores Kanon y Milo se querían de eso no tenia ninguna duda, no por nada era el gemelo de Kanon y prácticamente el hermano mayor de Milo, y el que terminaran dándose cuenta de lo que sentían era cuestión de tiempo- Es perfecto, padre, Kanon y Milo serán muy felices cuando se enteren- dijo feliz-
-¿De verdad lo crees?, Kanon es muy testarudo, y cuando conozca a su prometido no se como vaya a reaccionar, por eso considere conveniente que estuvieran aquí sus mejores amigos, seran de gran apoyo para él- esto ultimo Saga apenas y si lo escucho-
-¿Conocer a su prometido? No entiendo, ¿qué no se va a casar con Milo?- dijo empezando a perder los estribos-
-¿Milo?, Saga me mal interpretaste, Kanon se casara, pero no con Milo-
-¿Por qué no? Milo es una gran persona, ¡no hay nadie mejor para mi hermano que él!- dijo desesperado, tratando de entender-
-No dudo que sea un gran joven, sabes que lo quiero como aun hijo pero, no es para Kanon.
-¿No es para Kanon?, o ¡¿no es para el futuro rey?!- la paciencia lo abandono.
-Kanon y Milo son muy volubles, y Kanon necesita a alguien que sea mas paciente y sepa controlarse, eso le dará equilibrio, no justes la situación antes de conocer al prometido de tu hermano, quizá el sea mejor para tu hermano de lo que tu crees que lo es Milo-
-Eso es una estupidez-
-Ya veras que no me equivoco-Dijo con toda la paciencia del mundo-
-Pues te equivocas, y mas vale que cambies de opinión antes de que dañes mas ami hermano- dio por finalizada la conversación al salir azotando la gran puerta de madera tallada-
* * * * * * * * *
Milo se encontraba sobre Kanon, con sus dedos enredados en las hebras azulinas del mayor, se sentía feliz, como había deseado besar al gemelo, como había deseado ser correspondido, y ahora se cumplían sus deseos. Aun así su conciencia le recriminaba…
Kanon, por su parte besaba con pasión a su bicho, nunca se había planteado el si amaba a Milo, pero de algo estaba seguro siempre lo había querido, siempre le había profesado un sentimiento mayor a cualquiera, ¿eso era amor? No sabía si lo era o no, pero no dejaría que nada lo alejara del loco de Milo, de su excéntrico y loco bicho.
-Te amo- dijo en un impulso el gemelo, viendo directamente esos hermosos ojos turquesa. Llenado de una alegría inmensa a Milo, y a la vez sitio una opresión enorme en su pecho-
-Y yo a ti- respondió, para después volver a besar a Kanon, con una sonrisa amarga- “Me has hecho tan feliz… pero, ojala nunca lo hubieras dicho, ahora será mas difícil”- pensó dentando escapar un pequeña lagrima que con disimulo limpio para no preocupar a su imposible amor, por ahora solo importaba aprobechar el tiempo, ser y hacerlo feliz.
Después de todo Milo estaba consiste de el porque había sido llamado a Francia.