Te has ido realmente, sin esperarme, has prometido que estarías conmigo siempre, a veces pasa, pasa el amor, pasa el dolor, y pasa la amargura, y a ti seguramente ni te interesa pato idiota, seguramente no ves que, pasa lo que inquieta, tu me inquietas, y ya has pasado hace rato, pero me dueles aun, por que te has burlado de mi cariño, sabes una cosa? Pasa el tren a veces y a veces no pasa.
No es que este apurándote, pero aquí estoy sentado en la cama de mi habitación, esperando a que pases, tú dices que no puedes lograr acercarte a mí, sin embargo no has faltado en mi cama, pero siempre cuando tú quieres. Pasa que te cuento todo, no se me va ni un pequeño detalle de lo que hago en el día, pero no se por que pasa que no te digo nada, y luego se te olvida que te quiero tanto, y ese tanto se te pasa.
Dime? Tan fácil es olvidarte mis palabras?, por que pasa que te olvidas?, nunca olvide ese momento en el que tu me dijiste que yo era importante en tu vida por que me querías, pero aquí esto, y pasa que a veces agentamos la tristeza, y pasamos cursos de felicidad con diez, como yo lo hago en este momento.
Aquí huele a pena que mata y golpea, desde que no estas, por que hace días que no pisas mi habitación, y desapareciste de mi vida, y sin pena ni gloria se muere el amor, pero quédate tranquilo, no es mi amor el que se muere, sino el tuyo, creí que me amabas, por eso digo estas palabras, creí que tu sentías amor por mi en algún punto, pero hoy aquí huele a llanto, del llanto que moja, por que estoy seguro que ni sabes que he llorado por ti, no sabes que tu recuerdo me lastima.
Me pregunto donde estarás en este momento mientras yo estoy aquí, sentado, mirando la puerta fijamente con la ilusión de que se abra y ahí aparezcas tu. Juro que si eso pasa, te diré todo lo que estoy pensando en este momento, ya no dejare pasar los días, no dejare que te burles de mi corazón, me has atrapado ruso, y no puedo sin ti, por que tú eres mi alegría, tú eres lo que me impulsa a levantarme cada mañana con una sonrisa, tu me recordaste lo que era amar.
Tu me has enseñado muchas cosas en esta vida, me has enseñado que si no desayuno primero, tengo prohibido fumar, y eso que odias que fume, si me hubieras pedido que lo deje, lo hubiese echo con gusto, también me has enseñado que los celos que siento por ti son traviesos y que eso es por falta de sesos y también inseguridad, y como quieres que no sea inseguro?, si tu eres hermoso, y esa vez que salimos a caminar juntos, por única vez, que no te han dicho esos tipos atrevidos?, y ni hablas de las muchachitas.
A veces creo que estas enojado conmigo Hyoga, por que no logro ser lo que tu quieres, se que te gustaría que fuera como mi hermano, alegre, feliz, sonriente todo el tiempo, pero este soy yo, y este se ha enamorado de ti, y sin darte cuenta me has enseñado a ser pajera en libertad, aunque tu no sepas que yo te quiero como mi pareja, por que descubrí que abrazado a tu cintura todo parece una fiesta.
Y sin darme cuenta, por estar pensando tanto, estas parado en mi puerta, apoyado en el marco y mirándome con esa profunda y maravillosa mirada celeste, yo no digo nada, sigo observándote como si nada perdiéndome en esa mirada, con la cual intentas seguramente decirme que estas aquí para acostarte conmigo nuevamente. No puedo articular palabra y tu estas ahí sin ayudarme mucho, pero como hago para decirte lo que siento si estas sonriendo pícaramente con la intención de abalanzarte sobre mi.
Dios Rubio, no estas haciéndome las cosas fáciles, no quiero estar dentro de ti nuevamente si vas abandonarme otra vez, no quiero besarte como un loco si no se quien mas posa sus labios en los tuyos, por que me haces esto?.
Sonríes al ver mi cara de incredulidad y preguntas que me pasa aun con tu sonrisa, y yo contesto, pasa que te estaba esperando, siéntate aquí a mi lado para ver si se te pasa, eso de estar dejándome solo sin explicaciones.
Ríes haciendo tu rostro a un costado, puedo ver que disfrutas como estoy sufriendo por ti, y te digo por que me haces esto. Tú no contestas, borras tu sonrisa mirándome nuevamente y te acercas a mis labios para besarlos, lo haces, yo me pierdo en esa calidez que desprendes al besarme.
Pero fallaste mi gurú. Logro apartarte y me miras con malicia, como odiándome por lo que hice. Se lo que piensas por que me has enseñado que una mirada dice mas que mil palabras, así como me enseñaste muchas cosas de la cama, que es mejor cuando se ama y que están bien para dormir, pero tu no me amas realmente, lo se por que te preparas para irte, al ver que te rechace.
No pretendo dejarte ir, y sin más te tomo por el brazo, apreso tu cuerpo con el mío, y te beso casi haciéndote daño. Que no ves que no puedo resistirme a ti?. No pierdes el tiempo y me tomas por la nuca apretando más mi boca contra la tuya y haciendo mas intenso el contacto con nuestros labios.
Comienzas a quitarte la chaqueta, pues hay tanto frio afuera y aquí el amor se nos congela por tu culpa, pero veo que el estar besándonos te ha dado calor. Hago lo mismo con mi campera, sin dejar de besar esos labios que me vuelven loco.
Rápidamente me empujas hasta la cama, tumbándome y subiendo arriba mío. Un leve gemido escapa de tus labios al sentir mi virilidad erguida y tu sentado con tu trasero sobre ella, y yo al ver tu cara deplacer, emito un gemido mas fuerte que el tuyo, tu me miras y sonríes, tomas mis manos y comienzas a lamer los dedos uno por uno como si se tratara de mi pene. Me estas volviendo loco ruso, eso es lo que haces conmigo, no tienes compasión por mi, y casi sin control sobre mis actos, te tomo por ambos lados del rostro y lo atraigo hacia mi para besarte como un desesperado.
Tú me corresponde, y mientras me besas, comienzas a desabrochar mi camisa, lo logras, comenzando a arañar mí pecho, eso me llena aun más de deseos. Te aparto con brusquedad y retiro la estorbosa prenda que cubre tu torso y me incorporo para besarlo. Tomo una de tus tetillas y las succiono con desesperación, tu estas cegado de placer y tomas por mis cabellos, tirando de ellos y casi haciéndome daño.
Me empujas nuevamente tumbándome en la cama y separándome de tu pecho, tu mirada esta completamente cargada de deseos, miras la bragueta de mi pantalón y sin dudarlo comienzas a tirar del botón, hasta finalmente desabrocharlo, te apartas un poco para poder quitarme el pantalón, y veo que tienes tantas ganas de que me hunda en ti, que quitas mi bóxer desesperadamente sin dejar que fluya la fantasía.
Cuando estoy completamente desnudo, me miras sonriendo pícaramente al ver mi trozo erguido, y quitas tu pantalón y tu bóxer juntos, para quedar completamente desnudo igual que yo.
Creí que ibas a sentarte sobre el, pero no, te arrodillas en el borde de la cama y tomas mi pene con tus finas y delicadas manos, comenzando a acariciarlo suavemente, yo dejo escapar un gran gemido, que podría jurar que se escucho en media mansión, pero no me importa, continuo gimiendo, y mas al sentir tu lengua en mis testículos mientras continuas acariciando el tronco de mi pene.
Luego de dejar de torturar mis genitales, escupes con delicadeza la punta de mi pene y esparces la saliva por todo el resto de mi virilidad sin dejar de masajear. Yo grito de placer al sentir tu tibia saliva y sonríes mirándome. Me preguntas si me gusta?, a ti que te parece genio?, estas acabando conmigo le respondo con una voz ronca llena de deseos.
No haces esperar mas tiempo, y finalmente siento tus cálidos labios sobre mi pedazo, comenzando con el vaivén de arriba hacia abajo, adentro y afuera, vuelvo a gemir con fuerza, siento que en cualquier momento me vaciare en tu boca, acaricio tu cabello e intentando articular la palabras te pido que te detengas, tu niegas con la cabeza sin querer liberarme, yo siento que voy a explotar en pocos segundos, y advietiendote de esto, aprietas mis testículos con fuerza haciendo retrasar la eyaculación.
Te incorporas y te tumbas nuevamente sobre mi, pones tus piernas una de cada lado de mis caderas, sentándote y frotas tu trasero y tus testículos en mi dureza, lo haces lento y torturador, te suplico que me dejes penetrarte antes de que me venga en seco sobre ti, y sonriendo nuevamente, levantas tu trasero y tomas mi pene con tu mano derecha, comenzando a hundirlo en tu delicada zona.
Gimes levemente, haciendo una pequeña mueca de dolor, eso es por que no te he preparado para la intromisión en tu orificio, te lo digo, pero sin hacer mucho caso, terminas por hundirte en mi dando un gran alarido y yo contigo, tu has sentido algo de dolor, pero yo también al sentir la presión.
Posas tus manos en mi pecho y puedo ver que tus ojos están cerrados y tu estas quieto, se que sientes ardor en esa zona, y respeto tu descanso, acaricio tus cabellos dorados y luego tu rostro hasta llegas a tus labios, finalmente abres tus ojos y me miras apenas sonriendo, yo muevo un poco mis caderas haciéndote notar que aun estoy dentro tuyo y tu comienzas a moverte lentamente.
Yo me muevo al igual que tu, el estar dentro tuyo me hace experimentar un exquisito placer que solo tu llegas a hacerme sentir, no se como tomarte, de tantas veces que te he poseído, hoy no se como ni donde posar mis manos.
Tu sigues con el tortuoso vaivén, mientras me sonríes con los ojos entrecerrados, mientras yo sigo moviéndome pero sin tocarte, con mis manos inmóviles.
Colocas tus manos en tu cabeza y acaricias tu cabello preguntándome.
-Te gusta?. – Apenas respondo moviendo mi cabeza en un gesto positivo y tu mirada me dice que quieres que tome tu trozo que reclama atención, y es cierto no lo he tocado desde que comenzamos. Finalmente comienzo a acariciar tu miembro, con delicadeza y luego con más fuerza. Ahora se por que no podía reaccionar antes.
Jamás lo habíamos echo mirándonos a los ojos, siempre te voltie de espalda, contra la pared, en el suelo, en la cama, en mi auto, pero siempre fue sin mirarnos a los ojos. Hoy no se que es lo que ha cambiado para que estemos frente a frente, pero siento que es diferente, puedo ver tu placer, puedo ver que pides mas en cada embestida, y pensando en que es la primera vez que lo hacemos mirándonos a la cara comienzo a masturbarte con mucha mas fuerza.
Jadeas de cansancio y gimes de placer mientras continuas moviéndote sobre mi, se que estas próximo al orgasmo por que unas deliciosas gotas de pre-seminal escapan de la punta de tu pene. Con una mano acaricio tu pecho mientras con la otra continuo masturbándote con fuerza. Tu voz me vuelve loco, gritas mi nombre dejando hacer oír tu voz por toda mi habitación.
Seguramente ya todos en la mansión se enteraron de que estamos cogiendo, pues lo lamento, que usen tapones en los oídos, por que no tengo intenciones de hacerte callar, quiero que grites, quiero que lo hagas mas fuerte.
Finalmente en un susurro me adviertes que te vienes, yo ansioso muevo mis manos con más fuerza solo para hacerte acabar, ya quiero sentir tu cálido líquido en mi abdomen, jamás lo he hecho.
Dos movimientos mas y finalmente te corres en mis manos y mi abdomen, tal como yo lo deseaba, respiras algo agitando, pero aun no dejas de moverte, se que estas exhausto, pero solo falta un poco mas, me miras con tu rostro empapado en sudor y colocas tus manos en mi pecho. Yo te tomo por la cintura acariciándola con fuerza y luego bajo hasta tus caderas comenzando a intensificar aun más los movimientos.
Gritas desesperadamente diciéndome que acabe, te sonrió como pocas veces lo hago, por que soy consiente de lo antipático que soy contigo y con todos. Te arqueas hacia atrás con algo de dificultad por el cansancio y con una de tus manos acaricias mis genitales, entre la fricción y tus caricias, lanzo un gran gemido vaciándome dentro de ti, tu sientes mi caliente liquido y gimes al igual que yo.
Finalmente te desplomas sobre mi pecho, yo te levanto lentamente para sacar mi miembro de tu entrada y tú rezongas ante mi actitud y me preguntas en un tono como niño chiquito.
-Por que?. Me acuesto a tu lado y sonrió divertido por la cara que me pones, sigues mirándome con la misma expresión, yo no se ahora si decirte o no todo lo que tenia que decir. Ves lo que provocas?, estoy bloqueado ahora, te miro a los ojos y no se ni que era lo que iba a reprocharte.
Y aun recostado en mi almohada estiras uno de tus brazos para acariciarme el cabello y susurras suavemente con una pequeña sonrisa.
-Tengo que irme. – Ahí esta!!! te vas, eso era lo que iba a reprocharte, que siempre te vas, y Zeus sabrá cuando te volveré a ver, que tanto tienes que hacer que terminas conmigo y te vas?, no resisto que me diga que te iras y voy a preguntarte.
-Que tanto tienes que hacer pato idiota, quien te crees que eres para venir aquí a que te fornique y luego dejarme solo? – Y no lo puedo creer, tú me miras con una expresión graciosa en el rostro y echas a reír como un desquiciado, yo te observo en silencio por un par de minutos, y te pregunto enfadado.
-De que demonios te estas riendo imbécil?, no le veo la gracia… - Logras callarme acercándote a mi y posando un profundo beso en mis labios, yo te correspondo como el idiota que soy, no recuerdo cuando fue el momento en que te transformaste en mi debilidad, quizá fue aquel día en el que nos revolcamos en la cocina, Si! Desde ese día te has convertido en lo más importante que existe en mi vida ademar de mi pequeño hermano.
Finalizas ese intenso beso, me miras acariciando mi rostro dulcemente y contestas. – yo creí que tu solo querías sexo conmigo. – Ahora si que tengo ganas de matarte, me contengo para no posar mis manos en tu lindo pescuezo y respondo.
- Como crees que quiero solo eso contigo?, Hyoga no te das cuenta? Miro un par de segundos tu profunda mirada celeste esperando a que me respondas, pero tu solo miras hacia un costado pensando seriamente, que estarás pensando?, quisiera saberlo, pensaras en mis preguntas o en como irte de aquí?, finalmente me miras a los ojos nuevamente y respondes pero esta vez con algo de pesadez.
- Ikki… tu nunca me has demostrado que realmente quieres estas conmigo, cuando hablo contigo solo me dices que quieres cogerme, y yo… mira… si esa es la única manera de que tu estés conmigo, pues la acepto, por que se que eres una persona imposible de contener, tu siempre desapareces y… - No aguanto tus palabras, en estos momento quisiera golpearte, tu no entiendes nada, pero no me quedo callado y voy a responderte.
- El que desaparece ahora eres tu, terminas de acostarte conmigo y huyes hacia quien sabe donde, nunca te quedas, no compartes la cama conmigo, mi aunque te diga que no me molesta que estés aquí, entonces dime, que quieres de mi pato tonto?, por que no puedo seguir así, y no me digas que nunca hablamos de nada mas que de sexo por que no es cierto, tu me enseñaste lo que es el amor y me has demostrado que se puede amar nuevamente… me enseñaste a compartir momento con mis amigos, y por eso siempre estoy aquí… - Vuelves a callar mis palabras besándome nuevamente.
Pero no mi lindo patito, ahora me escucharas, te aparto con un leve empujón en el pecho, tu me miras extrañado, pero eso no va a amedrentarme, vas a escucharme pato del demonio y esta vez no te iras como haces siempre, así que me dispongo a seguir discutiendo contigo.
- Y por ti!, estoy aquí por ti, gracias a ti quiero estar en pareja, por que me has enseñado que podemos tener nuestra libertad a pesar de estar juntos, pero lo quiero contigo Hyoga, no con otro, me has enseñado que el amor no es estar preso y que es mentira la verdad, aprendí contigo que una duda puede mas que una razón Hyoga, pero no me has enseñado que hago si no estas tu.
Tu te quedas mirándome fijamente, sin una mínima expresión, temo que te haya molestado todo lo que dije, pero es la verdad, ya no puedo quedarme callado, y al ver que no me dirás nada continuo hablando.
- Me enseñaste entre otras cosas a vivir Hyoga, y sin darte cuenta me has hecho a tu manera, gracias a ti se hasta como y donde tengo que tocarte, yo te amo Hyoga… y te necesito a mi lado.
Finalmente termino de hablar, tu me miras con algo de tristeza, no se realmente que es lo que te aqueja, pero necesito que me lo digas, necesito que me digas si realmente quieres estar conmigo, si me amas, si solo quieres seguir así, teniendo sexo ocasional , en lo personal quisiera que me ames como yo a ti. Una melancólica sonrisa se dibuja en tu rostro y me preguntas.
-Realmente me quieres como tu pareja?, -niegas con la cabeza sonriendo, no me lo puedo creer, después de todo lo que te dije aun continuas preguntándome esa estupidez. – Yo… también te amo Ikki.
No me creo lo que escucho, mi voz se paraliza al instante de escuchar tan añoradas palabras, sonrió como un idiota y mirándote a la cara, tu me amas, realmente me amas, y yo a ti, pero no sirve si no te lo digo.
-Yo también te amo ruso, mas que a mi vida. Unas pequeñas lágrimas escapan de tus hermosos ojos y pregunto. –Por que lloras?. Tú me abrazas abalanzándote sobre mí y responde.
-Por que jamás creí que me amarías Ikki, siempre pensé que yo era tu diversión, pero el saber que me amas, me llega de felicidad y gratitud, por que correspondes a mí., y siento tanto haberte lastimado, siento tanto no haberte escuchado realmente ni haber compartido la cama contigo cuando tus ojos me lo suplicaban.
Te abrazo con inmensa fuerza al escuchar tus ultimas palabras, siento que voy a explotar de felicidad, el solo saber que estarás conmigo el resto de mi vida me da una inmensa alegría, beso tus labios con ternura, explorando con mi lengua toda la cavidad de tu boca y tu correspondes. Me separo de ti para tomar aire y te respondo.
-Ahora ya no te escaparas de mí, y estarás a mi lado siempre y ya no tendré que esperar sentado en mi casa mirando a la puerta hasta que decidas entrar, no señor, desde ahora dormirás en esta cama y ya no me faltaras.
El rubio me sonríe con alegría al escuchar estas palabras y me responde.
-Ya nunca más te faltare Ikki. -Me besas con intensidad, y yo a ti con gran felicidad apretó tu cuerpo que esta sobre mí y me preparo para hacerte el amor, por que desde este preciso momento comenzare a hacerte el amor.
Fin.