Despertó al sentir cómo la luz golpeaba sus somnolientos párpados, aún estaba rodeado por las fuertes y largas piernas de Will, mientras sus brazos yacían laxos sobre el colchón, podía ver las marcas que habían dejado las esposas en las enrojecidas muñecas. Le había sorprendido lo vulnerable que podía resultar ese muchacho alto y fornido al verse encadenado a la cama, totalmente excitado y sin poder hacer nada que no fuese observar cómo usaban su cuerpo para obtener placer. Era realmente conmovedor ver la carita que ponía cuando estaba a punto de empezar a columpiarse sobre él, escuchar los gemidos entrecortados que salían de sus magullados labios y sobre todo su desesperación por acelerar el ritmo, reflejada en el alivio que mostraron sus ojos al sentir que le dejaba espacio para mover las caderas a voluntad, acelerando como si le fuese la vida en ello, precipitando el potente orgasmo...
Había sido un polvo jodidamente bueno, merecía la pena aguantar las represalias, aunque reconocía que no estaba dispuesto a tolerar que pasaran de ciertos límites, confiaba en que Will se vengara con estilo. Si lo tenía mientras era víctima de una sesión de bondage estaba seguro de que lo tendría para todo, y es que Shawn era un esteta, poseía una extraordinaria sensibilidad para apreciar la belleza, al igual que un endemoniado mal carácter cuando se veía obligado a ser testigo de algo burdo; adoraba que cuidaran los detalles, él lo hacía en todo momento. Cuando pensó en la manera de entablar contacto íntimo con Will barajó un sinfín de posibilidades antes de decidirse a dominarlo, había elegido esa forma porque pensó que era la adecuada para sacar a la luz la cara más adorable del moreno. Y cuando vio el resultado no pudo estar más satisfecho con su elección, Will se había revelado como una perfecta víctima "sumisa", tan abnegado, debatiéndose entre disfrutar y luchar por tomar el control... una auténtica delicia, aunque acabara por atraparlo cuando se disponía a marcharse.
No es que fuera una huída, era absurdo pretender escapar de esa manera, sabía bien que Will no iba a pasar por alto que el hermano de su mejor amigo, ese mocoso al que había enseñado a montar en bici o a escupir, se la jugara de esa forma. Y estaba preparado para aceptar las consecuencias, pero no se esperaba que Will lo retuviera y se quedase a dormir junto a él. Tampoco le desagradaba, había decidido acostarse con Will porque le gustaba, y sabía que si no tomaba la iniciativa y lo acorralaba hasta hacer que se rindiera no iba a conseguir nada, salvo una charla paternalista llena de frases manidas y absurdas como "estás confundido" o "es la adolescencia que alborota las hormonas". Eso era tan ordinario que no hubiera podido tolerarlo, además no era ninguna niñata boba que pensara en el amor eterno, simplemente lo deseaba y si podía evitar quedarse con las ganas no lo dudaría. Shawn era de esos que sólo se arrepienten de no haber hecho algo cuando tienen oportunidad, y si no se les presenta ya se encargan de buscarla y hacerla realidad.
Así que simplemente se dio la vuelta resguardándose de la luz en el pecho de Will, buscando su calor para volver a dormirse y descansar. Cuando despertó de nuevo lo hizo sintiendo un suave cosquilleo en sus cabellos, los largos dedos de Will se enredaban en éstos provocando un placentero contacto ante el que reaccionó acurrucándose aún más contra él.
-Ey pequeño demonio despierta de una vez antes de que llegue tu hermano a recogerte-dijo Will acercándose a su oído.
-Mmm-ronroneó Shawn a modo de respuesta.
-Hablo en serio, puede estar al caer y no quiero que nos encuentre de esta guisa, debo aparentar seguir siendo su encantador amigo y no el chico al que su hermanito se folló haciendo trampas y ahora pretende despellejarlo como venganza.
-Eso suena prometedor, pero estoy muerto de sueño-replicó Shawn escondiendo su cabeza entre las sábanas para no delatarse con su triunfal sonrisa.
Sin volver a mediar palabra Will tomó a Shawn en brazos y lo metió en la ducha junto a él, dejando correr agua fría entre sus amodorrados cuerpos.
-¡Maldito capullo! ¿Se puede saber qué coño haces? ¡Me va a dar un enfriamiento y voy a pillar un gripazo!-gritaba Shawn mientras se pegaba con todas sus fuerzas a Will buscando cobijo y calor-¡Hablo en serio regula el agua!
-No te quejes tanto, para ser una dominatrix consumada resultas bastante lloica-rió Will.
-Muy gracioso, si esta es tu idea de vengarte te aseguro que es muy desagradable.
-Creo que mi venganza será algo más elaborado, esto es sólo un casual aperitivo-respondió Will mientras notaba como el menor empezaba a tiritar descontroladamente intentando en vano salir de la ducha.
-Will po...por fa...favor-suplicaba Shawn al sentir como esos fuertes y magullados brazos le impedían salir.
-Vaya, vaya, parece que se invierten los papeles-se regodeó Will mientras comenzaba a regular el agua haciendo que cayera tibia y fuera aumentando la temperatura.
-¡Por el amor de dios! Ahora sí que pillaré una buena, ¿quieres matarme con cambios tan bruscos de temperatura?-protestó Shawn intentando huir de nuevo.
-¿Sabes lo irritante que puedes llegar a ser Shawn?
-Tengo una ligera idea.
-Pues será mejor que te quedes quietecito y disfrutes de la ducha-amenazó Will mientras comenzaba a enjabonar los cabellos del chico.
-Está bien, tú mandas, desquítate...
-¿Por qué lo hiciste?-preguntó Will en tono serio.
-Porque deseaba hacerlo-respondió Shawn con contundencia y sinceridad, sin rastro de ironía o arrogancia en sus palabras.
-¿Por qué de esa manera?-volvió a interrogar Will.
-Porque no creo que pudiese conseguir nada si te lo hubiera propuesto, bueno sí, habría conseguido algo-hizo una pausa dejando que le enjuagara el cabello-una buena dosis de paternalismo y ponerte sobre aviso.
-¿Eso crees?
-Sí, te ríes de mis insinuaciones y nunca me tomas en serio, simplemente juegas conmigo, así que decidí hacerte saber lo que se siente siendo un mero juguete al que no se toma en cuenta.
-Eres el hermano pequeño de mi mejor amigo, esto no es un juego, nunca lo ha sido.
-¿Y qué es?-la pregunta quedó interrumpida por el sonido del timbre, Will cerró la llave del agua y le alcanzó una toalla a Shawn mientras se ponía los vaqueros a toda prisa-. No te apures tanto puede que sea Binnie con el periódico.
-Mejor no me arriesgo-respondió Will antes de salir disparado hacia la puerta, encontrándose frente a frente con el chico que repartía el periódico.
Después de intercambiar saludos y darle la propina volvió adentro, encontrándose a Shawn vestido y peinado mientras rebuscaba en la alacena para encontrar el bote del café.
-Acertaste-dijo Will a mientras le alcanzaba el bote.
-Suele ocurrir-sonrió Shawn empezando a preparar la cafetera, mostrando una coqueta sonrisita.
-Como iba diciendo nunca he pensado en ti como un juguete.
-¿Piensas en mí?
-Pienso en toda la gente que conozco.
-Que obviedad tan vulgar-reprochó el menor con fingido dramatismo-. Déjame informarte de algo Will, lo que pienses no es lo que cuenta, son tus actos los que hablan por ti, y si lo analizas objetivamente sí, soy una especie de juguete en el que te escudas para librarte de ir a visitar a tus padres cuando accedes a pasar el fin de semana conmigo mientras Chad se va con sus ligues, o cuando me das clases particulares de matemáticas que ambos sabemos que no necesito para evitar salir con la pesada de turno, a la que acabas espantando con mi ayuda organizando salidas en grupo en la que mis colegas la molestan. No soy como un hermano pequeño, soy un puto comodín.
-Si te sentías así haberlo dicho, no hacía falta esposarme a la cama y...
-¿Echarte un polvo?-replicó con tono procaz-No fue tan malo Will, no lloriquees.
-No me refiero a eso, lo que quiero decir es que las cosas no se arreglan así.
-¿Arreglar qué? Me gustas y quería hacerlo, ya de paso escogí una forma que me complaciera en más sentidos.
-¿Qué quieres decir? No me vengas con que te va el rollo sádico.
-Pues aparte de disfrutar leyendo al marqués de Sade poco más. Lo que pretendía era llegar a ver ese lado frágil y ansioso que sólo se le muestra a la persona con la que se quiere estar de verdad, pero ni en mis mejores sueños dejarías que me acercara tanto, así que tuve que precipitarlo todo y forzar el mecanismo para obtener lo que deseaba.
-Valiente discursito amoroso el tuyo, si al final me usaste como a una fulana porque eres un jodido romántico-protestó Will.
-Haz el favor de no tergiversar mis palabras de una manera tan chabacana. No soy un cursi y no me avergüenzo de los métodos que uso para intentar conseguir lo que deseo, ahórrate los reproches, no voy a arrepentirme de nada, si quieres joderme como se supone que yo te he jodido a ti adelante, me parece que no te queda mucho más que hacer al respecto.
-Pues déjame felicitarte porque lo has conseguido, me dejaste como un verdadero estúpido-escupió Will indignado, la tranquilidad con la que hablaba el maldito mocoso lo sacaba de quicio.
-¿Crees que eso es lo que buscaba? Si es así definitivamente no debes felicitarme por nada, no he logrado ni un asomo de lo que pretendía.
-¿No?-preguntó escéptico.
-En absoluto, bueno exceptuando la parte sexual. De resto quería que te dieras cuenta de que realmente me gustas, de que no soy un chiquillo desorientado, que dejaras de tratarme como un cachorrito que necesita protección, que fueras consciente de cómo soy en realidad y de que eso no se corresponde con tu idea de mí-hizo una pausa sentándose en el poyo de la cocina quedando a la altura de Will, disfrutando con íntima cercanía su mirada-. Porque sólo así podrías verme con otros ojos y enfrentar la situación de una maldita vez. No quiero seguir así Will.
-¿Y qué es lo que quieres?-preguntó sintiéndose como ese cachorrito desorientado del que hablaba Shawn.
-Pues quiero que me digas lo que sientes, que dejes de usarme como excusa... recházame, aléjate de mí ahora que me he convertido en una de esas personas a las que seguramente prefieras evitar, pero hazlo de frente, mirándome a los ojos dime:"Shawn no te quiero cerca, me resultas una carga innecesaria, ahora que ya no me vales como barrera anti compromisos quiero que nos distanciemos. Salúdame si me ves por la calle, o si coincidimos en un cumpleaños, pero nada más". Algo así me valdría, sólo se claro y conciso, podré soportarlo aunque duela.
Will estaba bloqueado por esas palabras que le sonaban gratuitamente hirientes, que sentía innecesarias y absurdas. Pero no las desmentía ni se quejaba, sólo miraba esos ojos azules y límpidos buscando una salida que no llegaba a vislumbrar.
-Tic-tac tic-tac tic-tac...
-Shawn no me presiones-se quejaba en tono suplicante, haciendo que el menor se estremeciera, pero no pensaba ceder, ignoraría cualquier intento de pedir clemencia, necesitaba que Will lo liberara, ya había cumplido con su parte, se había declara dejando al descubierto sus sentimientos, ahora le tocaba al otro mover ficha, estaría bien que le diera una oportunidad, pero sabía con certeza que eso no iba a suceder, en su defecto esperaba que lo rechazara para así aceptar la derrota , ir a lamerse las heridas y recuperarse. Pero necesitaba escucharlo de sus labios, saber que entendía que lo quería, que sabía bien cómo era y que ni siquiera así le podía corresponder. Necesitaba que hiciera añicos sus esperanzas para no volver a mirar atrás.
-Tic-tac tic-tac tic-tac...
-Sólo tienes diecisiete años no funcionaría-comenzó a excusarse.
-No Will, por ahí no paso, un poco de respeto por mis sentimientos y mi inteligencia. No te he pedido explicaciones, no quiero poner esto difícil, sólo necesito que me digas que no me quieres, que no hay posibilidades, nada más.
-Pero yo no quiero que cortemos la amistad y...
-Eso no es decisión tuya Will, ¿crees que sería bueno que siguiera viéndote mientras sales con otras personas y me miras con compasión? No lo haré por venganza o porque te guarde rencor, simplemente sería una tortura gratuita seguir cerca de ti.
-¿Y qué pasa con Chad?
-Nada, seguirá siendo tu amigo, él a diferencia tuya no es tan tonto y despistado, ya lo sabe. Le diré que nos vamos a distanciar y lo entenderá, no cambiará nada entre ustedes, ya somos mayorcitos, todos lo somos.
-Lo pintas todo tan simple...
-Porque lo es, lo más básico del mundo, una persona a la que le gusta otra... Vamos Will no lo alargues dímelo.
-¿Tiene que ser así?
-Sí Will, yo soy tu comodín, no puedes pedirme que me espante a mí mismo, conozco todas tus tretas. Esta vez tienes que ser directo.
-Pues no me agrada la idea, además ser directo no tiene que reducirlo todo de esta manera.
-Está bien, ya veo que ni siquiera pidiéndotelo lo vas a hacer. Te lo pondré todo más fácil, disfrútalo Will, porque esta va a ser la última vez que actúe como tu comodín ¿preparado?
-¿Serviría de algo decir que no?
-Tomaré eso como un sí-ignoró su petición-. ¿Quieres intentarlo conmigo Will?-preguntó Shawn mirándolo con intensidad.
Durante unos eternos segundos Will se sumergió en esa mirada profunda, retenía el aire en sus pulmones cortando el paso del oxígeno, estaba perdido, sabía que tenía que responder pero no había nada en esos instantes que deseara menos.
-Tic-tac tic-tac tic-tac...
-No.
La respuesta salió como una exhalación, no sonó certera o segura ni siquiera convincente. Pero fue perfectamente audible. Shawn suspiró y una amarga sonrisa se dibujó en su rostro.
-¿Ves como no era tan complicado?-dijo mientras se bajaba del poyo e iba al dormitorio a buscar su bolsa de deporte.
Will se quedó anclado en el mismo lugar con la mirada perdida tras los pasos de Shawn. El reloj marcaba las diez en punto, las campanadas se filtraban por las ventanas abiertas retumbando en toda la casa. De pronto el sonido de la pita del Lexus de Chad lo sacó de su estupor.
-Es Chad, me voy-dijo Shawn intentando que Will volviera a la normalidad, le sorprendía lo mucho que le costaba encarar esas situaciones -.Adiós Will-se despidió girando el pomo de la puerta sin esperar respuesta, la cara de zombie que aún llevaba Will le decía que no iba a articular palabra.
-Espera-atinó a decir Will, haciendo que Shawn se girase y le prestara atención. Ante el mudo silencio que siguió a esa palabra a penas susurrada Shawn se volvió hacia al exterior.
-Qué te vaya bien Will-fueron las últimas palabras que dijo antes de cruzar el umbral sin volver la vista atrás.