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Painful pleasure por LadyHenry

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Notas del capitulo: Ya empezamos... a ver si se edita bien.
Faltan espacios entre párrafos pero no me deja arreglarlo ahora, lo intento más tarde, sorry.

Shawn estaba afinando el violín mientras observaba a Mike concentrado, rebuscando entre las partituras, cuando de pronto entraron Jess y Arthur con una expresión algo inquietante adornando sus rostros.
Arthur a pesar de no fruncir el ceño tenía los ojos achicados y su boca estaba carente de expresividad alguna, parecía tener el rostro de una estatua, frío, intimidante aunque inexpresivo, simplemente deshumanizado… mientras que Jess tenía una sonrisa agresiva que curvaba sus labios de manera tensa acompañando, a la perfección su furibunda mirada. Ambos caminaban con paso rápido y fuerte, imprimiendo su rabia contenida en cada movimiento.
Mike al oír los pasos levantó la vista de las partituras y parpadeó confuso, ver a su hermano con esa cara no era nada bueno, pero ver a Jess secundándolo presagiaba el desastre. Tal fue el impacto, que retuvo el aire hasta que dolió emitiendo un pesado suspiro antes de que llegaran justo a sus pies.
-¿Qué ha pasado?-preguntó Mike nervioso.
-Buena pregunta, pero estaría mejor ¿quién va a venir?-matizó Jess.
-Vale ¿quién vendrá?
-La tía Patty-respondió Arthur en un tono seco que delataba su enojo.
Y en ese momento Michael dejó de estar nervioso por la incertidumbre y se pasó al lado oscuro, acompañando a su hermano y a su cuñado. Su semblante tranquilo cambió a uno colérico. Esa mujer era lo más parecido a una arpía que había visto. Rondaba el medio siglo, era profesora de danza en una escuela francesa, y siempre había pensado que esa maldita zorra mantenía su apariencia de estirada con intachable moral sólo por el día, seguramente al caer la noche se calzara unas botas de cuero un conjunto ad hoc (fusta, collares de cuero…) y fuera por selectos locales repartiendo disciplina inglesa. El caso es que era una reprimida en toda regla y se pasaba el tiempo largando discursitos sobre lo respetables que deben ser los artistas, en cuya categoría no entraba casi nada medianamente moderno, su vida se centraba en el clásico y el ballet.
Cuando Arthur decidió dejar la música y entrar a formar parte del equipo de docencia e investigación de la universidad en donde residían puso el grito en el cielo, Arthur siempre fue su sobrino favorito, tan educado, discreto y elegante… pero no logró convencerlo de nada, ni siquiera de que se comprometiera con esa alumna suya que tanto adoraba. El propio Arthur se preguntaba qué demonios pasaba por la cabeza de esa mujer para insinuarle la idea de un compromiso a la antigua usanza.
Al abandonar Arthur sólo le quedaban dos esperanzas en el plano musical, el único primo que tenían, Jonathan, un año menor que Michael, y el mismo Mike, al que se empeñaba en llamar Michelle, ya que ése era el nombre de su abuelo, aunque su madre hubiera optado por la versión anglosajona, cosa que éste agradecía profundamente, además de no responder nunca cuando su tía lo llamaba así, de hecho procuraba ignorarla siempre que le era posible.
Y ahora esa zorra afrancesada venía de visita a pesar de no ser ninguna fecha señalada, eso pintaba mal, extremadamente mal para sus planes y los de su hermano.
Estaba seguro de que lo menos que necesitaba Arthur ahora que Jess iba a mudarse con él, era a esa bruja criticando sus decisiones, y desde luego liarse con un ex alumno, mucho más joven y hombre, era algo que jamás entraría en su ideal de compromiso. Apostaba la cabeza a que después se metería en su programa de estudios, le reñiría por faltar a ensayos y por dejar que mezclaran grupos, y si se enteraba de que estaba interesado en Terry ya podía echarse a temblar, porque de seguro se metería en su vida también, después de todo el hijo de una familia dedicada al clásico no podía estar especializándose en jazz, eso en su mundo debía entrar en la categoría de herejía. Ahora que se estaba acercando a Terry no quería que le pegaran un espantón de ese tipo.
-¿Por qué va a venir?-preguntó dejando que la rabia se filtrara por su voz.
-Parece ser que alguien le ha chivado lo mío con Jess-resumió Arthur.
-Genial, menuda cagada-bufó Mike-¿y ahora qué hacemos?
-No lo sé, Jess y yo no acabamos de ponernos de acuerdo-soltó Arthur con una sonrisa sardónica y una mirada de reproche hacia su pareja.
-Eso suena realmente alentador-ironizó Mike.
-Tranquilo cuñadito mío, vamos a solucionar ese pequeño problema ahora mismo-respondió Jess, para a continuación girarse y saludar a Shawn indicándole que se acercara.
Shawn se quedó estático, clavado en su asiento, lo menos que le apetecía después de ver cómo Mike se cabreaba como pocas veces había visto, era tener que acercarse a la zona de peligro, pero si ignoraba a Jess iba ser mucho peor. Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad y valentía y se acercó con reparos.
-Hola chicos-saludó-¿querían algo?-preguntó con expresión confusa.
-¿Has escuchado lo que estábamos hablando?-preguntó Jess.
-Sí, es obvio, estaba a unos pocos pasos y no hablaban precisamente bajito pero…
-No te preocupes lindura, no se trata de que quiera que guardes el secreto o algo así-aclaró Jess.
-¿Entonces?-interrogó Shawn cada vez más perdido.
-Verás sólo queremos un punto de vista imparcial, voy a contarte lo detalles y tú me dirás qué sería lógico hacer ¿vale?
-Está bien-aceptó Shawn, a Jess era mejor no llevarle la contraria cuando pedía un favor, fuera de la clase que fuera.
-Va a venir de visita la tía de Arthur, una chalada que quiere que su sobrinito se case con una bailarina y deje la universidad para retomar la música. Esa mujer sólo suele aparecer por navidades, cumpleaños y alguna fecha señalada, y ahora no se acerca ninguna, así que alguien le ha dado un chivatazo sobre lo nuestro.
-¿Y?-le animó a seguir Shawn viendo cómo se iba enfadando a medida que relataba el problema.
-Pues que Arthur me ha pedido que me mantenga al margen hasta que se marche, según él si nos presenta no hará más que molestar. Pero yo creo que sería mejor que nos molestara y la mandáramos a la mierda. -¿Qué harías en mi lugar?
-Un momento-interrumpió Mike.-Eso es información parcial. No le has contado lo retorcida, persistente y cansina que puede llegar a ser.
-Vale pues añádele eso-dijo Jess en tono cortante.
-Creo que lo capto-se pronunció Shawn.- Por un lado esconderse es una molestia y sería darle la razón a esa mujer, porque estarían actuando para que estuviera conforme, y eso es un coñazo, después de todo ya son adultos y no tienen por qué rendirle cuentas a alguien al que apenas ven y por lo que dicen sólo se preocupa por controlarlos para que sean “buenos chicos”.
-Exactamente, esa es mi postura, y por lo que veo es bastante comprensible-soltó Jess mirando a Arthur con enojo.
-Pero por otra parte Arthur y Mike son los que la conocen y si creen que eso sería lo mejor será porque los inconvenientes que puede ocasionar son importantes, y compensa más aguantarse un poco que darle motivos para actuar. Puede que creas que Arthur prefiere acomodarse por evitarse unos cuantos líos, pero desde luego yo que conozco a Mike te puedo decir con seguridad que si esa mujer no tuviera peligro no se molestaría tanto y menos apoyaría el tener que aguantarse por ella-terminó de argumentar Shawn.
-Vaya, parece que ambas posturas son comprensibles-recriminó Arthur.
-Tienes treintaiséis años y vas a dejar que tu tía la solterona modifique tus planes… pues estupendo. De hecho tengo una idea mejor, dejémoslo hasta que se vaya, así no habrá nada que ocultar-sentenció Jess encolerizado.
-No digas tonterías, va a pasarse un mes y medio aquí, no es que se venga de fin de semana-protestó Arthur.
-Así que eso es lo que te preocupa, que vaya a tomarse su tiempo, si sólo fueran un par de días te parecería bien lo que acabo de proponer-reprochó Jess con un tono que rozaba lo venenoso.
-Jess no tergiverses lo que digo-pidió Arthur bajando el tono, la discusión se estaba caldeando y eso no era bueno.
-Vete a la mierda Arthur, puedes irte en barca con la bruja de tu tía. Y no te preocupes que no pienso volver a molestarte, así no tendrás ningún problema-dijo Jess antes de darse media vuelta y salir.
-¿A dónde crees que vas?-preguntó Arthur mientras se disponía a seguirlo.
-A MI casa, ya he terminado todo lo que tenía que discutir, no soy ninguna fulanilla de tres al cuarto, me da igual como lo justifiques, por ahí no paso, si alguien está conmigo no me esconde, ya llevas un año así y cuando por fin lo hacemos oficial te retractas. Sabes qué, deberías buscarte a alguien que no tengas que esconder, te ahorrarías muchas molestias, y si no siempre puedes optar por alguien que tenga tanto que ocultar como tú, así no te pondrán pegas de ningún tipo, imbécil.
Jess estaba tan enfadado que amenazó con partirle la cara si le seguía, y Arthur supo por su fulminante mirada que lo haría sin dudarlo, así que no tuvo más remedio que dejarlo marchar, ya iría a buscarlo cuando hubiera tenido tiempo de calmarse. No sabía cómo afrontaría lo que llegaba, si tenía que presentarle a Jess a esa bruja, pero perderlo no era una opción. Sólo le quedaría una pequeña parte de diversión cuando Jess se arrepintiera de haber decidido enfrentar a Patty, porque estaba seguro de que esa mujer podría agotarlo incluso a él.
-Genial hermanito, ni siquiera ha llegado y ya está jodiendo-dijo Mike sacando a Arthur de su ensimismamiento.
-Cómo la detesto… debería haber tenido hijos así estaría entretenida y no tendría tiempo de meterse en asuntos que no le conciernen-protestó Arthur.-Y bien, ahora que de momento yo me quedo en un segundo plano qué harás para que no vaya a molestar a Terry.
-Un momento-intervino Shawn que aún estaba descolocado por lo que acababa de suceder.- ¿Por qué demonios iba a meterse con Terry?
-Porque ahora somos amigos y él está en la especialidad de jazz…
-¿Y conmigo también se va a meter?-interrogó Shawn sin acabar de dar crédito a tal situación.
-No lo sé, depende de cómo te portes-rió Mike.-Si te ve persiguiendo a Will lo mismo te da lecciones de cómo debe comportarse una señorita.
-No digas bobadas-le reprendió Arthur.-En cuanto vea sus piercings se va a poner hecha una fiera.
-¿Y quién se cree que es para ir juzgando el aspecto de los demás?
-Pues se cree con derecho a decirle a quien le plazca lo que debe hacer, ya sea con su aspecto, sus estudios o cualquier otra cosa.
-Pues pienso dejarla con la palabra en la boca, y de Terry ni hablemos, fijo que la manda a cascarla.
-Bueno, yo procuraré mantenerla lo más alejada posible, y aviso si viene para que huyan. Siempre viene al conservatorio, incluso puede que dé alguna clase en la sección de ballet-propuso Mike como medida preventiva.
-Vale, pero a Terry mejor lo conciencias, porque tiene la tolerancia donde mismo la tiene Jess…
-Bien, lo llamaré después. Ahora mejor hablo con mi padre para que me cuente mejor los detalles-se despidió Mike.
-Bueno, yo me marcho que tengo tutoría, siento el espectáculo Shawn, y gracias por ser imparcial.
-No hay de qué Arthur.
-Por cierto te agradecería mucho que me mantuvieras informado sobre Jess-pidió Arthur antes de irse.
-Descuida, te tendremos al tanto, ya sabemos lo cabezota que puede llegar a ser.
-Gracias de nuevo, hasta pronto.

Aprovechando que Shawn tenía ensayo general Chad quedó con Will para empezar con su plan. El primer paso era aclarar la situación y hacer que Will admitiese algunas cosas. Para eso nada mejor que tomar un helado frente a la playa, un ambiente relajado ideal para confesiones comprometedoras.
“Lo que tengo que hacer por mi hermanito” ,pensó con fastidio mientras esperaba a que Will llegase, y es que una cosa era aceptar que saliera con su mejor amigo, y otra ayudarle a conseguirlo, en temas familiares prefería mantenerse al margen. Ya sabía que su hermanito crecía y tenía vida sentimental, pero adentrarse en los detalles no le acababa de gustar y eso que con el resto era todo lo contrario, cuando de amigos o conocidos se trataba le gustaba enterarse de todos. Era una curiosa paradoja.
Cuando Will llegó ya iba por la mitad de su helado, decidió no hacerle notar su tardanza, no quería estropear el momento con reproches innecesarios.
-Hola Will.
-Hola, ¿me retrasé mucho?-saludó Will mirando el helado de Chad.
-No creo, simplemente me apetecía mucho tomar helado-respondió Chad restándole importancia-además llegué antes porque me pasé a recoger las fotos del cumple de Nell.
-Qué bien, pásamelas, estoy deseando ver las de la piscina-rió Will al recordar como tiraron a su prima al agua.
-Y después te quejas de que Nell te tache de infantil-suspiró Chad pensando que su amigo tenía esa fama bien merecida.
-Vaya, al final Jess consiguió sacarnos una foto a todo el grupo-dijo Will ignorando el último comentario de Chad .
-Sí, lástima que estemos en bañador, no queda bien ponerla en un portarretratos.
-Jess sería capaz de ponérsela de fondo de escritorio.
-No creo que esa idea le agrade a Arthur-objetó Chad.
-Cierto, no me acabo de hacer a la idea de que se vaya a vivir con Arthur-comentó Will mientras seguía viendo el resto de las fotos.
-Bueno, es lo natural, la gente se enamora, se compromete…
-Pues tú y yo no debemos ser muy normales-apuntó Will clavando su mirada en una foto en particular.
-No, no somos precisamente muy típicos en lo referente a las relaciones-respondió Chad intentando divisar qué era lo que llamaba tanto la atención de Will.
En ese momento la camarera se acercó para tomarle nota a Will, que pidió un café correspondiendo a los coqueteos de la chica. Y Chad aprovechó para mirar la foto que había captado su atención, no pudo más que sonreír al ver que se trataba de una de Shawn, bastante descarada. Se le veía en la piscina tomando impulso para salir, con los brazos apoyados en el borde y medio cuerpo fuera, estaba chorreando literalmente, con el bañador tipo bóxer completamente adherido y empapado, ligeramente bajado por el peso del agua, su pelo mojado le caía sobre la frente haciendo que numerosas gotas se deslizaran por su rostro, que sonreía con desparpajo mirando a la cámara. El sol le daba de lleno haciendo que sus ojos azules relucieran húmedos al igual que la argolla que llevaba en el labio. Tenía que reconocer que el enano de su hermanito sabía provocar, entendía que Will se estuviera recreando la vista. Esperó a que terminara de coquetear con la nueva para hacerle notar que se había dado cuenta de lo que estaba haciendo.
-Vaya, vaya… ¿te parece bonito ponerte a babear por una foto de mi hermanito en mi presencia?-reprochó Chad.
-No me vengas con ese rollo de hermano honorable Chad, no te pega-resopló Will al verse descubierto.
-Cierto, pero no me negarás que estabas comiéndotelo con la mirada.
-¿En serio quieres que te diga que estaba buceando a tu hermano?
-Bueno, no es que pretenda que comentemos lo bueno que está como haríamos si se tratase de otra persona, pero me gustaría que admitieras que te gusta.
-Eso ya lo comprobaste cuando me viste comiéndole la boca por fuera de tu apartamento.
-No me lo recuerdes, sabías que iba a salir en cualquier momento y dejas que el enano te meta la lengua hasta la faringe.
-Bueno, cuando se trata de Shawn mi resistencia es nula-se defendió Will.
-Y por qué no dejas de resistirte, o de intentarlo, y le das una oportunidad.
-Es hasta ilegal que salga con él.
-Nadie va a denunciarte Will.
-Pero es que es un crío y le quedan muchas cosas que probar, estamos en etapas muy diferentes, sería un caos y acabaríamos mal.
-Bueno, Shawn es bastante maduro para su edad y tú muy infantil a veces, así lo compensan.
-Muy gracioso Chad, es tu hermano, deberías saber que no le convengo.
-Nunca tendría por mejor amigo a alguien que no pudiera convenirle a mi familia Will. Ya sé que no iba a ser muy fácil la relación, pero no creo que ninguna lo sea, por una cosa u otra siempre hay dificultades. Si te gusta de verdad es más que suficiente para que lo intenten.
-¿Tú lo harías en mi lugar?
-A mí no me hubieran pillado de pardillo, aún no entiendo cómo acabaste esposado a la cama…
-Eso es lo de menos, ¿tú saldrías con un adolescente que es el hermano de tu mejor amigo?
-Yo saldría con alguien que me gustase de verdad, del que no pudiera evitar mirar embobado sus fotos o dejar que me besara hasta asfixiarme delante de cualquiera, por no mencionar lo de las esposas…
-Y otros detalles que es mejor que no conozcas-apostilló Will rememorando ciertas escenas.
-Will hasta te has puesto celoso de Scott, lo sigues mirando fatal cada vez que lo ves en la casa.
-¿Crees que no sé todo eso? Bastante estúpido me siento yo solito sin que tengas que venir a restregármelo.
-Y no crees que sería mejor dejar a un lado los reparos y lanzarte.
-Cada vez estoy más convencido de ello, pero me resulta muy difícil hacerlo sin más, tendría que hablar con Shawn para ir poco a poco, adaptarnos el uno al otro, que nos hayamos acostado y seamos amigos no significa que como pareja podamos funcionar a las primeras de cambio.
-Bueno, eso suena más razonable que cerrarse en banda.
-¿Hablarás con Shawn?-preguntó Will sacando a flote su cachorrito desvalido.
-Oh por favor quita esa cara, eso es cosa tuya y de Shawn no me metas a mí por medio.
-Venga ya, te presentas para enseñarme fotos de tu hermano subidas de tono mientras me comes la oreja con que tengo que afrontarlo, es obvio que le estás ayudando a darme caña. Así que ahora no pretendas mantenerte al margen, además yo soy tu mejor amigo, merezco un poco de ayuda-se quejó Will.
-Está bien, le diré que se lo tome con calma y no te presione. Pero tú pon de tu parte y avanza ¿quieres?
-Sí, no voy a echarme atrás, no podría aunque quisiera.
-Eso está mejor. Y por cierto deja de coquetear con todo lo que se mueva, a Shawn no le hace demasiada gracia.
-Ok, por cierto ¿puedo quedarme con esa foto?
-Pídesela a Shawn.
-Eso sería para morirme de la vergüenza.
-Bobadas, seguro que te la dedica y todo-rió Chad mientras la chica le servía el café y se quedaba mirándolos extrañada.
Shawn estaba en la casa de los abuelos de Terry, contándole lo que había sucedido durante el ensayo. Al principio flipó bastante con la pelea de Arthur y Jess, pero eso de que a la diva le preocupara lo que fuera a hacer esa loca, sabiendo lo pasota que podría llegar a ser, sí que lo inquietaba.
Ya se temía que lo de ser amigos acabaría complicándose, sobre todo después de comprobar lo nervioso que podía ponerlo el tenerlo demasiado cerca. Claro que una cosa era que se preocupara por acabar perdiendo los papeles con la diva, entrando al trapo con sus provocaciones, dejándose llevar por su voz grave, su cálido perfume… eso era caer en la tentación, y otra cosa muy distinta es que vinieran a joderle la paciencia gratuitamente.
Mientras tanto la adorada tía Patty tomaba su vuelo, llena de energía para ponerse manos a la obra y ayudar a su hermano en la educación de sus hijos, que aunque ya estaban creciditos seguían comportándose como irresponsables.










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