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Giros inesperados por earendyll

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Mis ojos pesados se mantenían cerrados. Mi cuerpo entero dolía, pero lo que más me dolía era el corazón, y pensar solo hacía que las laceraciones fuesen más fuertes, más dolorosas.

Mi cuerpo estaba sonrojado, todavía mantenía los estragos de la maldición, transpiraba intentando sofocarse. Me moví inquieto en las sábanas intentando buscar algo de frescor. Una ligera brisa me acarició la cara, sonreí con satisfacción. Noté el leve cosquilleo de una tela en mi mejilla. Fruncí el ceño extrañado. Una arcada me recorrió el estómago hasta llegar a la boca. Con rapidez intenté levantarme. El brusco movimiento me provocó tal mareo que volví a caer rendido de espaldas. Mi respiración entrecortada. El aire caliente salía de entre mis hinchados labios levemente abiertos. La sudoración se hizo más intensa. Los poros de mi piel se encontraban totalmente abiertos intentado expulsar más sudor para enfriar mi cuerpo. Leves convulsiones empezaron a asaltar mi cuerpo. Me agarré a las sábanas con desesperación.  Apreté los labios tan fuertes que se volvieron de un intenso color rojo, atrayentes, incitantes…y temblorosos. Mi cuerpo daba convulsiones cada vez mayores, mi respiración errática se hacía más rápida y más fuerte, más dolorosa. Gemí de dolor ¿Qué estaba ocurriendo? El calor en mi cuerpo seguía aumentando, mi respiración cada vez más trabajosa. Mi piel resplandecía por las pequeñas gotas salinas que se expulsaban por mi piel. Dolía, quemaba, no podía respirar. Mi respiración aun más rápida e intensa, mi cuerpo caliente, prácticamente incandescente. Un gemido lastimero a la vez que ahogado salía de entre mis temblorosos labios. Palabras turbias empezaron a inundar mi mente:

Kurosaki-kun ¿Has pensado en tu futuro?

El futuro…algo tan incierto, incapaz de predecir pero que buscamos siempre. Anhelamos, anhelamos un futuro mejor, para nosotros, para nuestra familia y tomamos decisiones pensando solo en eso…el futuro. Ese es nuestro deber, asegurarnos de que otros tengan un futuro mejor que el nuestro, que sean felices.

No te estoy preguntando lo que debes o no hacer, te estoy preguntando sobre tus deseos. ¿Qué es lo que realmente deseas?

Los deseos…podría sostenerse un futuro solo por deseos. Los deseos nos daban esperanzas, nos hacen esforzarnos, son cambiantes y … muchas veces no se cumplen. ¿Deberíamos seguir entonces nuestros deseos?

Estaré ahí para lo que me necesites. Si ves que no puedes sostenerte, yo seré tu soporte. Si ves que es demasiado para ti déjame el trabajo a mi, pero ni se te ocurra extralimitarte ¿entendido?

Si…esas fueron las palabras de Tsuzuki. Si mi deber no conseguía hacerme mantenerme fuerte, si mis deseos desaparecieron hace tanto que no me quedaban esperanzas…aún me quedaba algo…Tsuzuki, el sostenerme a él como nunca había hecho con nadie, ni con mi familia.

Tú fuiste mi luz Hisoka, deja que yo sea la tuya ahora

Tsuzuki, tu fuiste esa ventana que me trajo más luz que la del mismo Sol. Me salvaste, me salvaste de mi mismo, de mi propia oscuridad, de la que me asfixiaba.

Hisoka…por favor, sólo quiero ayudarte.

Tsuzuki ya hiciste demasiado, ahora me toca hacer algo por ti.

La oscuridad de esta habitación es tan grande como la que te escondo. Si te la enseñara ¿seguirías conmigo?

¿Cómo me pudiste preguntar tan si quiera eso, Tsuzuki? Puede que la oscuridad de tu corazón sea tan profunda como un abismo, pero tu bondad supera esa oscuridad. ¿Todavía no te has dado cuenta de lo maravilloso qué eres? Me acuerdo todavía de lo que te respondí aquella vez

-Tu corazón no es oscuro y si lo fuera siempre hay una luz que te sacará de allí
- ¿Serías esa luz Hisoka?
- Por supuesto

Y eso era lo que iba a hacer ahora, te salvaría de las garras de Muraki, el te clava ilosas garras que solo hacen que te hundas. Quizás lo pases mal en un principio, pero se que todos estarán allí para apoyarte, sobretodo Tatsumi. Un momento…en realidad si se cual es mi deseo

Te quiero aquí junto a mí

Lo deseaba fervientemente, poder quedarme a su lado para siempre…

-Algún día dejaremos de estar juntos
- Iré contigo a donde tu vayas
- ¿Y si muero?
- También iré contigo, iría al mismísimo infierno por ti. Yo sólo estoy aquí por ti, recuérdalo Hisoka, tú me salvaste, te prometí que viviría por ti. Si tu mueres yo iré contigo
- Eres increíblemente melodramático Tsuzuki – susurré con una débil sonrisa
- Sólo digo la verdad Hisoka, simplemente eso.

Cuanto me alegraron esas palabras aquella vez…y ojalá pudiéramos estar juntos.

- Es extraña la rosa negra ¿Qué significa?
- Nadie lo sabe exactamente, especulaciones solo – alce la ceja cuestionándolo- pero ¿no crees que la flor que más nos caracteriza a nosotros es esta? El color negro simboliza la muerte y sin embargo la rosa significa amor. Nosotros los shinigamis representamos la muerte y sin embargo, a pesar de estar muertos sentimos y con la misma intensidad que cualquier persona viva. Esta rosa representa el sentimiento más maravilloso y a la vez el más amargo: el de amar y el de perder a quien amamos. Los shinigamis somos los que traemos el segundo, nos llevamos las vidas de la personas sin importarnos que sea hombre, mujer, niño o anciano…Nosotros somos los que traemos el sufrimiento, el dolor y la rabia que inundan los corazones de las personas cercanas del alma que nos llevamos. Somos el augurio de muerte y sin embargo necesitamos sentirnos amados como cualquier persona. Por eso Hisoka esta es la flor que nos representa a nosotros a los shinigamis.

Esa vez me quedé extrañado por tus pensamientos. Los shinigamis, destinados al sufrimiento, a robar lo que a ellos alguien les arrebató en un pasado…y sin embargo necesitados, necesitados de uno de los entimientos más puros.

- ¿Sabes una cosa Soka? Cuando llevaba un tiempo como shinigami creía que para nosotros no existía el amor. No te hablo del amor que le profesas a un amigo, hablo del amor verdadero, el amor de amante. Creía que con la muerte morían los sentimientos pero cada vez que le arrebataba la vida a alguien el dolor me traspasaba. Entonces pensé ¿Será que solo podemos sentir cosas que nos causen sufrimiento? ¿Será este nuestro castigo por la vida eterna y el pecado eterno de arrebatar vidas? Al principio estuve convencido de ello Hisoka, pero conocí a Tatsumi, mis compañeros no duraban mucho conmigo aunque Tatsumi al final no fue diferente…pero me enseñó algo realmente importante: podía querer. El poco tiempo en el que estuvimos juntos lo quise como nunca quise a alguien, fue mi primer amigo verdadero. Ahora después de tanto tiempo me he dado cuenta de el por qué un shinigami no se enamora. Estamos esperando a aquella persona que será capaz de estar a nuestro lado para siempre. Para toda la eternidad. Eso nos quitaría la soledad pero…¿Serías capaz de pedirle a la persona que amas la vida eterna? ¿Sería esa persona lo suficientemente inconsciente de aceptarlo? Pedirle eso es demasiado egoísta y un shinigami ya ha soportado demasiado sufrimiento como para atar a otra persona a una dolorosa eternidad….si el dolor no acaba con ella antes ¿Soportará ver morir a toda su familia? ¿A sus padres, hermanos, hijos, nietos…? Para nosotros amar es sinónimo de dolor y sin embargo lo buscamos continuamente. Buscamos a esa persona que nos llene por dentro, que nos complemente, que nos ame…Estamos malditos Hisoka.
- Quizás el amor nos cause sufrimiento pero sin embargo si carecemos de él nuestra existencia no tiene sentido. Vivimos para amar. Eso es lo más hermoso del hombre. Aunque nos duela amar nos encanta ese sentimiento que nos hace hacer hasta lo imposible. Alcanzamos nuestra felicidad. Pero Tsuzuki es extraño que yo te lo diga a ti y no al revés, pero el amor no siempre es sufrimiento. El tenerte a ti como compañero sólo me ha traído felicidad Tsuzuki.

Yo, un inesperto en el amor, que no sabía lo que era…y sin embargo me di cuenta de una cosa tan sencilla.

El tenerte a ti como compañero sólo me ha traído felicidad Tsuzuki.

Tsuzuki tu eres quizás lo que yo más aprecio, lo que más enhelo, lo que más deseo…y el que más me completa como persona.

- Cuidemos esta rosa para que nunca se marchite Tsuzuki

Si pudiera seguir a tu lado estaría seguro de que lo hubiese cumplido. No quería que los petalos negros de esa rosa se ueran desprendiéndose, cayendo al suelo lentamente, marchitándose con el tiempo…quedando solo las espinas

Esta casa es a partir de ahora nuestra, de los dos, quiero que esta casa sea nuestro hogar Hisoka

Como me emocionaron tus palabras, al principio me dejaron desarmado pero con los días, nuestra convivencia fue lo mejor que me pasó en la vida y lo que más añoraba desde que estoy en esta mansión fría y elegante era los cálidos brazos de Tsuzuki envolviendo mi espalda, enredando sus piernas con las mías, mezclando nuestras respiraciones.

Te quitaré lo que más quieres Hisoka

Con espanto recordé las palabras de mi hermana…Sakura, ahora iba a dejarte el paso libre…intenta llegar al corazón de Tsuzuki, quiérelo y sánalo, es lo que más necesita ahora. Sakura…pasaste mucho por mi culpa pero nuestros padres en verdad te querían

- Mis hijos eran mi todo

Esas fueron las palabras de nuestro padre Sakura…no deberías de haber muerto aquel día, tan joven, con 16 años, igual que yo…sufriendo.

Sabes hermanito…alguien me dijo que estabas todavía en este mundo y no pude evitar intentar hacer venganza. ¿Sabes cual fue el sufrimiento de madre y padre cuándo les dijiste sobre lo que eras? Desde entonces se centraron en ayudarte a recuperarte pero seguías diciendo cosas raras, viendo visiones…cada vez el miedo invadía más los corazones de nuestros padres. Desde que te estaban cuidando se olvidaron de mí. No sabes cuanto odio llegué a tenerte Hisoka…por tu culpa nuestros padres se estaban separando de mí, ya no me miraban, ni me hablaban, simplemente pensaban como quitarte ese horrible problema. Fue entonces cuando decidí jugar todas mis cartas. Fui a tu habitación ¿te acuerdas? Con una almohada intenté asfixiarte…me agarraste del cuello pero seguía presionando y tú seguías sin poder respirar ¿Recuerdas lo que vino después? Oh claro que si. Cogiste un jarrón lo tiraste y con un trozo me cortaste la mejilla. Aun puede verse el corte. Gracias a él me recuerda cada día que debo de tomar mi venganza… ¿Recuerdas la cara de nuestros padres cuando abrieron la puerta? Apreté la almohada contra mí como si me estuviera defendiendo contra ti y tú con el trozo del jarrón lleno de sangre. Mirabas la escena sin saber que hacer. Padre te agarró del cabello y te arrastró hasta los sótanos a la habitación que tanto te gustaba. Creí que con eso ya me había desecho de ti pero no. Un día caíste enfermo. Mamá estaba cada vez más obsesionada contigo y papá tenía que controlarla. Otra vez se olvidaron de mí aunque un día finalmente ¡moriste! Jajajaja, creo que eso es lo único bueno que trajiste a la familia. Pero el daño que le hiciste a madre no se reparó jamás. Creía que la observabas a todo momento. Incluso hechó de la servidumbre a cualquier persona que se pareciera a ti. La verdad no me molestaba, lo peor fue cuando se fijó en mí. Recuerdo sus insultos “monstruo”, “monstruo”, “monstruos” me repetía una y otra vez. Finalmente un día vino a mi habitación ¿te imaginas para qué? Bingo, para matarme. ¿Sabes para qué quiero hacerme shinigami hermano? Para poder hacerte la eternidad un sufrimiento. Menos mal que el doctor estuvo siempre ahí para ayudarme. Sino sería un alma en pena.

Supongo que al final nada salió como tu planeaste ¿Verdad Sakura?

Hay algo que me preocupa- La miré a los ojos esperando una respuesta y ella me devolvió la mirada pero una asustada como nunca creí que me mostrara- creo que me he enamorado de Tsuzuki

Lo sabía Sakura, sus ojos violeta eléctrico, su sonrisa calidad, su dulzura, su amabilidad…algo a lo que no estabas acostumbrada te llegó por primera vez en manos de Tsuzuki…y te sedujo. Desde que supe que iba a marcharme para siempre tomé una decisión.

- Quiero que te quedes a su lado, que lo cuides porque a veces ni el mismo puede, quiero que lo apoyes, lo ayudes, le des fuerzas, que te conviertas en su pilar.
- ¿Por qué me pides esto?
- Porque en verdad te has enamorado de él.

Esas fueron mis propias palabras dirigidas a mi hermana y aun ahora sigo pensando lo mismo.

- ¿Qué sientes tú por él?- con una sonrisa triste la miré a los ojos
- Creo que ya sabes la respuesta

Si, hace tiempo que descubrí esa respuesta y por eso mismo estaba haciendo todo esto.

 

 

Con desdén me levanté de la cama con renovadas fuerzas, con el brillo decidido en mis ojos verdes. Con tanto en que pesar se había olvidado de por qué estaba aquí, ahora que se lo había recordado tenía el valor suficiente como para encarar lo que viniera.

Miró la habitación que Muraki le había dado…blanca, elegante y simplemente blanca. La pared de hermosos adornos de escayola pintados en blanco. El armario de madera pulcramente trabajado con una mano de pintura blanca. Los doseles de la cama eran de hermoso encaje blanco semitransparente cogido con dos bandas de un leve tono azulado. Las suaves y mullidas sábanas de seda de un blanco inmaculado, puro. La cortina ondeante por el viento también semitransparente de un blanco también resplandeciente. Pero sin duda, lo que más llamaba la atención era la mesita de noble. El mueble iba a juego con el armario, pero lo que resaltaba era lo que estaba sobre ella. Un jarrón. Un hermoso jarrón de nácar, muy trabajado, mostraba a dos ángeles entrelazándose de las manos intentando acercarse el uno al otro. Para coronar al jarrón dentro estaba una hermosa rosa. Su color era tan intenso como sangre coagulada. Acarició sus suaves pétalos, recordando la flor que una vez le dio Tsuzuki. Acarició las caras d ambos ángeles y recordó, recordó los pobres niños atrapados en frascos de formol. Recordó los ojos blancos y vacios del pequeño niño de 4 años. También recordó sus magulladuras en todo el cuerpo debido seguramente a los experimentos de Muraki.

Caminó dejando esa habitación fría, blanca y vacía. Era hora de darse prisa, había que acabar eso cuanto antes.

 

 

Caminó por los pasillos fuertemente iluminados hasta que fue llegando a los laboratorios. Miró con sopor la puerta de mortecina luz verde volviéndose a acordar de esos dichosos frascos de cristal. Pasó de largo conteniendo el nudo que se le estaba haciendo en la garganta. Y llegó. El laboratorio estaba desértico menos por la inmaculada presencia que inundaba el lugar con su oscura alma

-      Las pruebas han salido como esperaba. Dentro de poco podremos cumplir nuestro objetivo. Mañana será nuestro día Hisoka, mañana por la noche podremos cumplir con todo.

-      ¿Qué piensas hacer ahora?

-      Solo voy a hacerte una prueba más para intentar ahorrarte sufrimiento, voy a ver las cantidades necesarias de anestesia que necesito para poder llevar a cabo la operación sin que estés consciente. Todo tiene que salir perfecto.

-      De acuerdo- asentí con confianza…por fin iba a acabar todo

-      Aquí tienes esto- dijo extendiéndome un sobre

-      ¿Qué es esto?

-      Tus billetes de tren, hace un momento lo acaba de traer tu compañero, parece que ya ha acabado la misión

-      Imposible- susurró espantado- es demasiado pronto, creía que iba a durar 2 días más

-      Lo sé. Tus billetes son para esta tarde. La intervención será por la tarde-noche. Es posible que tus compañeros se percaten de tu ausencia cuando vayan a recogerte a as estacón pero para ese entonces la operación ya estará hacha. Cuando aten todos los hilos será demasiado tarde. Este lugar estará ardiendo

-      Eso espero Muraki, eso espero…

-      ¿Le has estado enviando los informes a Tatsumi?

-      ¿de qué hablas?

-      De la mentira que le soltaste sobre que ibas a investigar mi paradero…

-      Si, le hice un informe el primer día. Solo espero que él no ate os cabos más rápido de los necesarios

-      No lo hará, así que ahora ten esto- susurró extendiéndome una mascarilla- es hora de irse a dormir.

Su voz, apenas me puse la mascarilla, era como un susurro distante que me incitaba a dormir, a dormir como nunca antes lo había hecho.

-      Te dije que te dejaba despedirte de quien quisieras. Se que deseas ver a tu padre y decirle a la cara que lo perdonas. Mañana será tu ultimo día pisando esta tierra, sintiendo este aire. Será la última vez que lo veas, y por tanto tu última oportunidad para hacerle saber tus sentimientos. Elige bien las palabras para que no tengas que arrepentirte nunca

Asentí más por inercia que porque escuchara sus palabras…mi mente daba vueltas, una tras otra hasta que finalmente los colores se fueron haciendo simples manchas borrosas, la oscuridad finalmente se hizo en mis ojos transportándome lejos, lo suficientemente lejos para dejar de pensar y solamente soñar, el último sueño, y por tanto, el más placentero.

Notas finales:

Lo siento por tardarme tanto pero he tenido problemas con el ordenador y al final lo he tenido que escribir en mi portatil... Se me ha borrado varias veces la historia y la verdad es que se ha ido deteriorando cada vez que tenía que volver a hacerlo. Al finl ha queado en una cosa totalmente diferente...y la verdad estoy decepcionada. Lo importante es que por lo menos os guste la historia a quienes la siguen y sobretodo gracias por vuestro apoyo.

Un beso y hasta la próxima


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