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Vengo por ti por Pame

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Notas del capitulo:

Ahhhhhhh holas =D
Perdon por la demora, pero vaya que me costo hacerme el tiempo para hacer este cap jeje
Espero el fic no se alargue más alla del capi 6, veamos como lo cerramos xD
Gracias por leeeeeeeer
Por cierto Batman, ta muy buena, amo a Batman-Dick y a Robin-Damian, ese niño terminara amando a su mentor (la cruz de todos los robins xD)
Escribire un fic del trio Batman-Robin-Red Robin (Dick, Damian y Tim) y ya tengo nombre! "Pequeño problema" (Damian metiendose en la posible relacion de los ex hermanitos Wayne!!)
En fin, sin más desvarios, gracias por los comentarios y este fic va dedicado a Zoe con las hermosas imagenes que me ha mandado, adsdasda Gracias linda!

Capitulo 4: Un beso de niños
Aquella afirmación fue peor que un golpe directamente en el estomago por Slade. Si no hubiera tenido la mascara el petirrojo, Bruce hubiera visto sus grandes ojos celestes aun jóvenes abrirse por la impresión.
Y sin embargo, por muy iluso que sonase y Dick lo supiera, Bruce no esperaba una respuesta de su protegido. No era un: ¿quieres volver conmigo a Ghotam? Sino más bien un: te vienes conmigo a Gotham. No había lugar a replicas, Bruce había tomado la decisión por si mismo y por Dick incluido.
Y ahí estaba Dick, con el estomago revuelto, y medio inconsciente por la paliza de hace nada: no sabia como reaccionar. Incluso su carácter de adolescente en próxima ebullición parecía ausente.
-Iré a ver al rehén-hablo Bruce de pronto con la frialdad que le caracterizaba y escondía en ella su preocupación sincera por la victima que había ocupado su difícil lugar como Batman y por sobretodo de su joven ex ayudante- Espérame aquí, no te muevas.
El joven Robin intento cabecear en afirmación pero solo fue un movimiento tan ligero, que sino fuera por las mínimas sutilezas que captaban los ojos entrenados de Bruce, hubiera pensado que no le había escuchado.
Los dedos del mayor se deslizaron por sobre l tela del traje de Dick suavemente, alejándose. El chico sintió miedo de inmediato, vértigo incluso, como si todo la protección y calor que sentía en esos momentos se alejaran junto con Bruce, y sin pensarlo realmente se aferro del brazo del mayor deteniendo su huida.
-¿Estas bien?-se atrevió a preguntar el caballero oscuro, por primera vez con la duda en su voz. No quería dejarlo solo, pero el pobre tipo disfrazado de Batman estaba en la maldita jaula. Podía estar muerto o a punto como también lo estaba Slade. La ambulancia y la policía llegarían en cualquier momento, ya les había llamado, pero debía desactivar el explosivo antes.
Robin reaccionando le soltó de inmediato. Se estaba comportando como un crio cobarde ¿Qué pensarían de él sus padres si le vieran asi?
-Ayúdale-hablo con voz rasposa mirando como el suelo parecía moverse bajo sus pies- Estaré bien.
Y por segunda vez en esa noche, Bruce le abrazo de improviso aturdiendo más aun al pobre Robin.
-Lo estarás-le aseguro con la voz grave. Dick creyó que Bruce le aspiro el cabello, pero no estuvo muy seguro, menos de lo que le pareció como un cálido beso muy cerca de su frente, donde el negro cabello azabache crecía como la noche sobre ellos.
Y entonces Batman desapareció. Lo soltó tan de improvisto, que Dick quedo apenas en pie y tuvo que usar todo lo que le quedaba de energía para aquella laboriosa tarea.
Sentía la capa de Batman sobre sus hombros, con todo su olor varonil y fuerte rodeándolo, eso le ayudo a espantar algo el frio y el miedo que le carcomía el estomago, y no precisamente por los horrendos momentos anteriores junto a Slade.
Bruce le estaba obligando a volver a Ghotam, algo que deseaba con sinceridad, pero ahora que lo obtenía, había una cierta rabia, una cierta alegría y definitivamente un cierto pánico.
Ciertamente tenia rabia. Bruce había hecho lo que siempre hacia, controlarlo, obligarlo sin siquiera considerar su opinión. Por eso habían peleado antes, por eso pelearían ahora, por eso pelearían después. Y aquello enfurecía a Dick. No quería volver a ser el petirrojo encerrado en la oscura cueva y vigilado en la oscuridad por el murciélago. Quería volar libre, ojala junto al murciélago como un igual…
Miro al murciélago que se movía entre las sombras alrededor de la jaula, analizándola con su mente superior y entrenada. Y se dio cuenta de la alegría. A Dick le gustaba ver a Bruce trabajar, le gustaba sentir su presencia abarcándolo todo, que todo estaría bien (confiándose demasiado, algo que pondría de real malas a Batman) le gustaba aquella arruga que se formaba incluso sobre la mascara en la parte de la frente mientras pensaba, sus labios fruncidos, sus hombros anchos, sus brazos fuertes capaces de romperle la mandíbula a Slade (por ejemplo), su cuerpo fuerte, le gustaba … pero detuvo sus pensamientos al sentir la mirada del mayor cada tanto. Le estaba vigilando, cuidando y cohibiendo de paso.
Y entonces recordó el pánico. Había algo mal en el mismo, se dijo a si mismo Robin. No era normal que le gustara todo de Bruce (bueno quizás cambiaria un poco su frialdad, pero era tan parte de él que si se la quitaban, no seria Batman) ni que se pusiera nervioso al sentir su mirada oscura sobre el, como ahora, que parecía más pendiente de el que de la maldita jaula con explosivos. Aunque si intentara explicarlo, Bruce le había salvado siendo un niño, de la soledad, de la venganza, de ser huérfano, de lo que sea… tal vez era eso…
-No es eso-susurro para si mismo Dick tan bajo que era imposible que alguien le oyese, si ni el mismo creyó oír sonido de sus labios. Pero Bruce alzo la mirada de golpe.
-¡DICK!-grito corriendo de inmediato hacia él.
Robin oyó apenas la voz de pánico de Bruce, no podía levantar la mirada del piso. Tenia ganas de vomitar, los oídos tapados y la vista borrosa. Con un último esfuerzo alzo la mirada viendo a Batman correr hacia él.
-Yo en realidad te…-movió los labios pero no dijo nada en verdad. Solo sintió la sangre caliente correr desde su nariz hasta cruzar sus labios, y vio que el piso se acercaba a su cara o tal vez al revés. Ya no tenía más fuerza y cayo inconsciente golpeando su débil cuerpo al suelo. Reboto con un sonido sordo que detuvo por dolorosos segundos el pobre y asustado corazón de Batman, y de Bruce en su interior.



Se vio a si mismo saltando por entre los edificios, no, más bien volando. Era ligero como el viento y se movía con la misma gracia que poseía Jhon y Mary, sus padres. La brisa le golpeaba la cara y le cosquilleaba el cuello. Sentía aquellos retorcijones agradables en la base del estomago. Sabía que había nacido para volar. Definitivamente reencarnaría en un ave en su siguiente vida.
Estiro los brazos tanto como pudo, mientras su alma artística se elevaba de su cuerpo ante la lluvia de aplausos que repicaba varios metros bajo él. Bajo su barbilla para sonreírle con todos sus dientes blancos a su audiencia cuando vio entre ellos a un guapo y muy serio millonario mirarle fijamente.
-¡Bruce!-sonrió comenzando a descender. Entonces recordó a sus padres que se habían detenido tras él y que no pensaban seguirle. Miro hacia el frente buscando a Bruce que se había girado y se perdía entre la multitud.
Debía decidir. O se quedaba volando junto a sus padres, o iba tras el hombre.
Y ahí estaba paralizado en el centro del escenario con la potente luz cegándole. Sus padres atrás parecían asustados, alguien iba tras ellos y el hombre adelante parecía desparecer en la oscuridad mientras usaba el traje de Batman.
Se volteo a ayudarle a sus padres sintiendo una dolorosa punzada en el pecho al verlos en el suelo estrellados por una aparente caída de muchos metros.
-¡Papá! ¡Mamá!-asustado desgarrándose la garganta grito. Se retorció los dedos por la cara sin poder creer que nuevamente les había dejado morir.- ¡Bruce!-le grito a la oscuridad que comenzaba a tragárselo- ¡Bruce! ¡Ayúdame! ¡No me dejes solo!

-¡BRUCEEEEEEEEEE!-resonó por toda la torre poniendo a todos los titanes la piel de gallina. Se miraron entre ellos pensando lo mismo: Jamás habían visto a Robín tan malherido. Jamás.
Starfire lloraba en silencio, siendo consolada sin mucho éxito por Raven y el resto de los chicos. Todos estaban tan molestos como asustados mirando la puerta con la gran R, a la que tenían prohibido el acceso. Dentro estaba Batman encerrado con su líder desde que lo había traído medio muerto, sin explicar una palabra a los titanes que diablos había pasado. Solo había llegado y había ordenado: Alfred ayúdale.
Y el mayordomo supo que era algo grave. Lo supo por el tono casi imperceptible de ruego en la voz de su amo que sabía tan bien ocultar con frialdad frente al resto, así que ambos se encerraron con el chico malherido en la habitación de Robin.
-Ahí vienen-hablo de pronto Cyborg mirando su muñequera donde brillaba una lucecita. Todos le miraron interrogantes, entonces agrego- Le hable a los antiguos titanes. No dejaremos que se lleven a Robin.


Dick se retorcía en fiebre mientras ni las pesadillas parecían querer abandonarle junto con el dolor.
Bruce sin la mascara de Batman, la que había tirado hacia atrás, apretaba la mano ardiente del chico que sudaba a mares, y las heridas que le curaron hace rato se abrían por sus espasmos y movimientos bruscos. Los ojos azul marino de Batman siguieron el pequeño charco de sangre que goteaba desde la cama al suelo.
¿Qué podía hacer? En un caso como este, lo primero que hubiera hecho es haberse ido, escapar y no presenciar el dolor humano de Robin que le estaba destrozando el corazón sin piedad. Salir y atrapar a los malditos que lo habían causado… pero Slade estaba hospitalizado, tan grave como el chico. No había a quien atrapar ya, en quien delegar un poco de culpa, aunque solo fuera un poco… Podría salir y atrapar a cada malhechor en las calles por horas, por días, por semanas, hasta que el cansancio, el hambre y la falta de sueño lo derrotara, pero…
-¡Bruce!-los gritos de Dick eran como hierro caliente en el pecho. Lo llamaba, sin descanso, no podía abandonarle, doliera lo que doliera.
-Estoy aquí Dick- respondió con la garganta seca, acariciando la frente sudorosa del chico.
-Solo son pesadillas, esta bajando la fiebre señor.-anuncio Alfred con las manos temblorosas. Parte de su maletín con implementos quirúrgicos cayo al suelo.
-Puedes salir Alfred, no te tortures más.
-Pero ¿usted señor…?
-Es mi culpa todo esto-hablo Bruce fuerte y claro apretando los labios.- Yo cuidare de Dick, no te preocupes.
-No es su culpa, y se que le cuidara señor-respondió con una amable sonrisa el hombre mayor.- Con permiso-dijo haciendo una leve reverencia.
-Alfred…
-¿Si señor?
-No dejes que nadie entre. Me lo llevare en cuanto este estable. Ellos querrán impedirlo, pero no podrán detenerme.
-¿Detenerlo señor?
-Cuando se trata de mi familia, esto va más allá de Batman y Robin…-susurro mirando el rostro cansado del chico Grayson- Tal vez hasta el mismo Dick me detendría, pero me lo llevare así tenga que pelear con cada Titán que aparezca por aquí.
-¿Es otra forma de decir que el amo Dick le importa más que nada en el mundo señor?
-Gracias Alfred es todo-le ignoro Bruce torciendo el gesto y volviendo la mirada a Dick que parecía respirar con más tranquilidad, las pesadillas le abandonaban.
Alfred salió secándose el sudor con un pañuelo y sonriendo levemente.
Bruce miro la puerta una vez cerrada con mal gesto, pero abrió los ojos sorprendidos al sentir un leve apretón en su mano y una voz rasposa tras el.
-Hey- saludo Robin sonriendo cansadamente.
-Dick…-susurro sin saber más que decir. No sabia como actuar, Batman estaba asustado. Las pocas veces que recordaba que Dick había enfermado (y no eran más que simples resfriados) le ordenaba a Alfred ser estricto mientras el escapaba a salvar a Gotham, toda la noche, entonces para cuando volvía siempre Dick parecía menos enfermo de cuando le había dejado.
-¿Estas bien?
Aquella pregunta dejo de una pieza a Bruce. Miro sorprendido la cara de real preocupación de su compañero sintiendo emociones encontradas. Primero, deseo bajarse la mascara para no demostrar cuanto le afectaba la bondad de Dick y saltar a abrazarlo. Era tan puro y brillante como el sol, y como buen murciélago le quemaba, le asustaba aquella personalidad que pensaba que no existía en las personas, tal vez en lo niños, pero Dick ya no lo era. Y segundo, deseo regañarlo por aquella misma actitud, aquella actitud altruista que algún día le costaría caro. Un poco de egoísmo siempre era necesario en este trabajo, de individualismo, de soledad y oscuridad, pero el petirrojo como buen ave que era también, buscaba la luz, la amistad, las cosas buenas de la vida, las cosas de las que tanto escapaba Bruce.
-Estoy tan molesto que…-pero guardo silencio llevándose las manos a la cara- Dios, este no es el momento-susurro al escuchar la respiración lenta y pausada del chico, ver su ojo en tinta, su labio reventado, su piel de leche magullada y adolorida.
-Lo siento, estoy bien Bru… Batman-respondió enderezándose y hablando con cierta frialdad que hizo que el hombre de Gotham levantara los ojos- Siento causarte problemas… ¿No deberías estar… ya sabes… en lo de Batman?- pregunto apenas el petirrojo bajando la mirada. No sabiendo muy bien porque preguntaba una verdad que alejaría la cálida presencia de Bruce, que en realidad no quería que desapareciera.
-No lo entiendes-respondió repentinamente furioso Bruce soltando la mano de Dick con brusquedad. Este apretó los dientes tan fuerte como las frazadas sobre sus muslos, sin atreverse a levantar la vista. Estaba débil, pero estaba seguro que terminarían peleando, como siempre.
-Lo entiendo, soy un pésimo héroe, un pésimo compañero y un pésimo Robin.
-¡No se trata de Robin!-exploto Batman levantándose de la silla furioso. La madera dio un golpe seco y Dick alzo la mirada asustado pensando que incluso seria capaz de pegarle ya que tal vez se lo merecía. Pero nada de eso paso, Bruce se arrodillo a su lado y volvió a tomarle la derecha esta vez con ambas manos grandes y ardientes.- Se trata de ti, de Richard, de Dick, de mi, no te perderé, eso nunca.-hablo con firmeza en los ojos acercándose tanto al rostro del chico, que sus narices podrían haberse rozado.
Dick se quedo de una pieza, abriendo lo más que pudo sus grandes y claros ojos celestes.
Y ambos guardaron silencio. Dick sentía el aliento caliente de Bruce sobre sus labios heridos, sabiendo que los milímetros se acortaban más y más mientras su corazón bombeaba con desesperación y dolor. El sofoco le quemaba las mejillas, y el cosquilleo comenzaba en la base del estomago hasta hormiguearle los labios y el paladar.
Sintió un poco de dolor (solo un poco por las heridas) cuando Bruce le acaricio una mejilla. Sus dedos ásperos sin los guantes le acariciaron los pómulos hasta rozar el lóbulo de la oreja, y los suaves cabellos de las patillas.
-También… estaba preocupado por ti…-susurro entre jadeos contenidos Dick- Slade me dijo que tu…
-No lo menciones-mascullo Batman apretando la mandíbula tanto que se le marco en la cara. Bajo los ojos e hizo el amago de bajar la mano que Dick sujeto con firmeza impidiendo que se moviera.
Y tan impulsivo y joven como era, rompió las distancias y junto sus labios con los de Bruce. Sus labios malheridos chocaron con cierto ímpetu con los finos labios del otro, en un beso efímero, de un contacto simple y hasta infantil. Solo una presión tímida, que aun así hizo saltar el corazón del millonario hasta el cielo.
Se separo del mayor y le miro con nerviosismo esperando una respuesta.
En realidad aquel beso podía significar todo o nada. Cuando niño, de sus padres circenses tenia la costumbre de besarle en los labios. Era un gesto de puro amor familiar, que hacia tanto con su madre como con su padre, y que era tan fraternal como casto. Una costumbre que un par de veces cuando era más pequeño puso en practica con Bruce, el que parecía agarrotarse cada vez que lo hacia, guardaba silencio más de lo normal y parecía alejarse como si la presencia del niño Dick (en ese entonces) le quemara (literalmente). Alfred le había hecho notar que era una costumbre muy bella, pero que el “amo Bruce” no tenia integrada y que le costaba más de lo normal asimilarla, y que posiblemente nunca lo haría. Entonces Dick decidió no volverlo hacer, a pesar de que aquel contacto dulce le hacia emocionarse y sentirse feliz, era algo que perturbaba demasiado a Batman, por eso se detuvo.
Y ahora lo volvía hacer, pero era totalmente diferente. Para empezar no tenía 9 años sino 16, y no tenia una mente ni un corazón infantil, sino que una mente desconectada del corazón, el que estaba tan hormonal como confundido.
Sentía un ardiente deseo quemarle su cuerpo herido, y más cuando los ojos azul profundo de Bruce parecían expeler fuego, con aquella mirada que parecía devorarlo, tragárselo, sin pudor y con igual deseo.
Y esta vez Bruce comenzó a eliminar las distancias. Ya no pensaba. Sus labios querían nuevamente aquel contacto mientras su respiración se aceleraba, y cuando rozo los labios de Dick se paro de golpe, se alejo y se bajo la mascara.
-¿Bruce?-pregunto Dick sin entender cuando una ráfaga de viento entro por la puerta que se abrió de pronto. Batman se levanto de un salto, y aplico una llave a lo que quisiera que entró tirando al suelo el manchón rojo- ¡Batman no!
Pero fue demasiado tarde el pobre Wally West estaba en el suelo con la espalda adolorida.
-Kid Flash-mascullo molesto el caballero oscuro, viendo como el chico se paraba de un salto tan ruidoso como siempre (de hecho por eso había notado que llegaría. Comparado con su tío, el verdadero Flash, aun le faltaba practica) he intentaba tirarse y abrazarse de Robin que puso cara de pánico, solo de pensar que sus costillas rotas se apretaran a super velocidad por Wally. Batman sin embargo le afirmo del cuello impidiendo que se moviera.
-¡Dick!-chillo intentando soltarse, estirando los brazos hacia Robin que se alejaba hacia la orilla de la cama.
-¡Wally estoy bien! ¡Bien! ¡Tranquilo!-aseguro el joven viendo como Kid Flash hacia pucheros mirándolo como si estuviera desahuciado o algo parecido.
-¡No es lo que parece!-escucho la dura voz de Speedy (Roy Harper) en la puerta de brazos cruzados, el que le dedico una fea mirada a Batman, el que no dudo en contestar. Wonder Girl (Donna Troy) entro volando mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas, al igual que Aqualad (Garth) atrás que temblaba de pies a cabeza. Era todo su grupo de Teen Titans cuando recién había comenzado.
-Chicos-sonrió Robin cuando vio de pronto como Batman tomaba del cuello a Wally y lo tiraba contra los Teen Titans originales, el cayo sobre Aqualad estrepitosamente.
-Ya lo vieron, esta bien-hablo fríamente Bruce- Y ahora Dick, nos vamos.
Notas finales:

Conti pronto...
Besos


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