Fuji se sintió morir ante la respuesta de Tezuka quien fue demasiado directo, apretó los puños ante el coraje y rabia que sentía, no apartaba su mirada furiosa del capitán, haciendo que ciertos recuerdos llegaran a él, como la vez que pensó que Tezuka quería humillarlo una vez más después de su partido y al parecer empezaba a pensar lo mismo.
-¿Cómo supiste? –pregunto Tezuka rompiendo el silencio.
-¿Eso tiene importancia?, ¿cambia el hecho de que te acostaras con ellos?
-Déjame explicarte –dijo Tezuka tratando de tomar el brazo del tensai.
-¡No me toques! –exclamo Fuji apartándose de Tezuka.
-Deja que te explique, si estuve con ellos –dijo Tezuka mirando al suelo –pero eres al único que me he acercado.
-Calla, solo estás jugando conmigo como lo hiciste con Atobe.
-Jamás jugaría contigo –declaro Tezuka.
-No digas nada –dijo Fuji dándose la vuelta.
El castaño se dirigió a la puerta y Tezuka quiso tomarlo del brazo para retenerlo pero Fuji una vez más se aparto de Tezuka y de paso lo golpeo en la cara provocando que el capitán cayera al suelo y sus lentes fueran a aterrizar a algún lugar. Fuji salió de la residencia Tezuka, sin correr pero con paso firme y no volvió su mirada hacia atrás, porque no soportaba estar un segundo más en la misma habitación que el chico de lentes, no toleraba que lo tocara, se sentía abrumado ante lo que le acababan de confirmar y empezó a andar sin rumbo fijo, solo iba a donde sus pies lo condujeran pues solo se quería alejar de Tezuka, se sentía dolido, enfadado y decepcionado pues jamás cruzo por su mente que el chico de lentes fuera capaz de eso, eso de solo una noche sentía que no iba con Tezuka y menos jugar con alguien así se tratara de Atobe, lo peor es que estaba haciendo lo mismo con él, termino sin pensarlo en las canchas de tenis callejero y pues al no traer su raqueta opto por recostarse un rato en una de las bancas, tratando de despejar la mente.
Se había quedado dormido por un rato aun con todas las emociones dentro de él y al parecer lo habían cansado, cuando despertó ya empezaba a oscurecer y el cielo se había teñido de carmín cuando el sol empezó a ocultarse, parpadeo un par de veces y después de unos segundos se percato que su cabeza estaba recostada sobre las piernas de alguien, se incorporo inmediatamente algo asustado para ver quien le había estado sirviendo de almohada; Tezuka estaba sentado a su lado y lo había estado mirando con cierta ternura.
-¿Qué haces aquí? –pregunto Fuji con enfado.
-Después de recuperarme del golpe salí a buscarte, me supuse que vendrías aquí y te encontré dormido –explico Tezuka.
Fuji observo el rostro del chico de lentes y vio que traía el labio partido, no sintió rastro de culpa por eso, el tensai trato de levantarse para irse pero Tezuka se lo impidió tomándolo del brazo, obligándolo a permanecer sentado.
-Si no quieres que te golpee otra vez suéltame –amenazo Fuji.
-Déjame hablar por favor –pidió Tezuka sin soltarlo.
-Tú nunca quieres hablar, así que no salgas con eso.
-Por favor te ruego que me escuches.
-¡Déjame! –dijo Fuji tratando de soltarse de Tezuka.
-No hasta que me escuches, si después de eso aun quieres golpearme aquí estaré y no hare nada por defenderme hasta que hayas descargado todo tu enojo.
Fuji supo que era una batalla perdida así que no hizo más esfuerzos por soltarse y se quedo en silencio, lo cual Tezuka interpreto como una aprobación y que ya podía hablar. Tezuka no sabía por dónde empezar lo único que quería era que Fuji lo perdonara, le dolía que Fuji pensara que estaba jugando con él pues era algo que nunca haría, nunca había sido bueno expresando sus sentimientos simplemente no era bueno con las palabras y ahora comprobaba que su falta de comunicación había provocado este problema, pero nadie esperaba una respuesta de Tezuka.
-Tú sabes que no soy bueno con las palabras –comenzó a decir Tezuka sincerándose –eres la única persona que espera una respuesta de mi.
-No me ha servido de mucho.
-Se que te ha afectado mi falta de comunicación, pero no es porque no te quiera que no te dijo lo que siento, es más difícil para mí expresarme.
-A todos les es difícil decir lo que sienten –dijo Fuji con tristeza.
-Sé que es una patética excusa pero es como me siento… nunca he querido hacerte daño, lo juro y haría cualquier cosa para evitar que sufras pero no puedo cambiar el hecho de que estuve con alguien más antes, tengo mi pasado y tu el tuyo.
-Sabes todo de mi y tú me lo ocultaste, es lo que me duele y saber que me haces lo mismo que a Atobe.
-No debí ocultarlo es cierto pero no estaba seguro de cómo reaccionarias, es cierto me acosté con Sanada una vez, el se sentía deprimido y preocupado por la salud de Yukimura.
-¿Y tú lo reconfortaste? –pregunto Fuji con algo de sorna.
-Si quieres verlo así, estábamos charlando cuando él me beso y antes de que me diera cuenta paso, en cuanto terminamos se fue sin decir una palabra, me sentí mal después de eso como si fuera…
-¿Cómo si te hubieran utilizado?
-Así me sentí, sabía que lo que hice estaba mal pues yo ya sentía algo por ti, pero te veía con Saeki y lo bien que te la pasabas con el que me convencí de que tu no sentías lo mismo que yo y lo mejor era alejarme, estaba confundido y apareció Atobe.
-¿Y tú lo utilizaste como Sanada a ti?
-Atobe se me acerco y las cosas se dieron, el parecía querer algo más que solo pasar un rato me asusto para ser sincero, yo te quería a ti pero pensé que tal vez podría darme una oportunidad con Atobe, pero se trata de Atobe Keigo que cree que se merece todo, y escuche a Shishido decir que Jirou extrañaba a Atobe.
-Entonces el…
-Después de eso hable con Atobe le dije que no quería nada en serio y que no dijera a nadie lo que había pasado.
-No pensé que… pensé que habías sido tu el que había jugado con Atobe –dijo Fuji avergonzado –y que estabas haciendo eso conmigo.
-Jamás lo haría, me acerque a ti porque todo en ti me fascinaba, luego de nuestro partido me obligaste una vez más a notarte.
Fuji había escuchado con atención todas las palabras de Tezuka, no pudo evitar sentir algo de compasión ante lo experimentado por Tezuka, jamás había cruzado por su mente que había la posibilidad de que lo hubieran lastimado y si el castaño también había tenido su pasado, había estado con Eiji antes de que el empezara con Oishi pero no había pasado a mas ya que preferían su amistad y se había involucrado con Saeki ante la indiferencia que Tezuka le había mostrado; Fuji abrazo a Tezuka y lo beso al darse cuenta que habían sido los malditos celos los que habían nublado su juicio y lo habían hecho dudar de Tezuka.
-Perdóname, no debí dudar –dijo Fuji con la mirada fija en los ojos de Tezuka.
-Te amo –dijo Tezuka sin apartar sus ojos de aquellos zafiros.
-También te amo –dijo Fuji besándolo.
Volvieron a la casa de Tezuka para que su reconciliación fuera completa, después de cómo se había portado Fuji sentía que tenía que compensar a Tezuka con algo que a los dos les resultara satisfactorio, y fue especialmente condescendiente con el chico de lentes complaciéndolo en todo; jamás dudaría otra vez de los sentimientos del capitán pues le había demostrado que no había nada mas importante para él y que si bien había personas en su pasado estaban donde debían en el pasado, Fuji era el presente y futuro de Tezuka, y estaban dispuestos a compartirlos.
Fuji despertó y no encontró a Tezuka a su lado, así que se dispuso a buscarlo, se puso los pantalones sintiendo que algo vibraba, saco su teléfono y vio que su hermana le había mandado una multitud de mensajes, le hablo de inmediato para reportarse.
-Estoy bien no te preocupes, si solo tenía que hablar con él –explico Fuji a su hermana.
Yumiko se tranquilizo al saber que su hermano se encontraba bien y le comunico que después de haber estado esperando por dos horas Eiji ya se había ido a su casa, el tensai se apeno un poco pues se había olvidado por completo que el gato se encontraba en su casa, pero pues lo hecho, hecho estaba y después de decirle que se quedaría con Tezuka el fin de semana colgó. Entonces se dispuso a buscar a su novio por la casa, lo encontró en el jardín leyendo un libro sentado al lado del estanque, lo observo por un momento con ternura, Tezuka había dejado de lado lo que tenía que hacer por el castaño pero este agradecía que el chico de lentes lo atendiera así que era su turno de ayudar a Tezuka, se acerco en silencio y lo abrazo con cierta delicadeza.
-¿Necesitas ayuda? –pregunto Fuji al oído de Tezuka.
-No de hecho ya termine el capitulo –dijo Tezuka cerrando el libro.
Tezuka se volteo para poder ver el rostro del tensai que se había sentado al igual que el al lado del pequeño estanque, acaricio el rostro del castaño mirándolo con amor.
-¿Qué quieres hacer?... capitán –pregunto Fuji de manera seductora.
-No me llames así –pidió Tezuka.
-¿Por qué?
-Por que somos amantes y no existe rangos entre nosotros.
-¿Entonces como te diré?, ¿Kuni-chan? –se aventuro a preguntar Fuji.
-Jamás, de ninguna manera –dijo Tezuka con rapidez.
-¿Qué nombres se me permiten? –pregunto Fuji sonriendo.
-Bueno, déjame pensar –dijo Tezuka con una ligera sonrisa –Tezuka para todos los días, Kunimitsu cuando estemos solos, dios divino en ocasiones especiales.
-¿Dios divino?, y ¿cuándo podre llamarte Mitsu?, ¿cuándo este enojado?
-No, no… podrás decirme Mitsu cuando estés completa, perfecta e incandescentemente feliz –dijo Tezuka acariciando los cabellos de Fuji.
-¿Qué planeas hacer mañana?...Mitsu –dijo Fuji dándole un beso en la mejilla –Mitsu –otro beso en la mejilla opuesta –Mitsu –uniendo sus labios con los de Tezuka.
Tezuka correspondió al beso que estaba lleno de ternura por parte del castaño, contento de que habían superado el problema y ahora estaban bien, cada quien sabia del pasado del otro y lo aceptaban, pero ahora era el tiempo de ellos, en que no había nadie más que se interpusiera y podrían disfrutar de la compañía del otro.
-Llame a Oishi y vamos a salir en una cita doble con él y Kikumaru –dijo Tezuka al cortar el beso.
-Mitsu…Mitsu…Mitsu…Mitsu…Mitsu….
Fuji se abalanzo encima del chico de lentes y cada Mitsu iba acompañado por un beso, al final lo beso con intensidad, Tezuka solo atino a abrazarlo cuando ambos cayeron al suelo y trato de no caerse en el estanque; la felicidad de Fuji era Tezuka y la Tezuka era Fuji.