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Vacaciones en casa de Atobe por Shin Black

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Capitulo II: Invasión.




Casa de Atobe. 9:20 am.



Atobe se estaba arreglando para recibir a sus compañeros en menos de 40 minutos aproximadamente. Tomó su chaqueta y se la colocó encima de su ropa mientras se sentaba en un especie de escritorio con un espejo frente suyo. Su cuarto era verdaderamente una obra de arte, decorado con un hermoso azul pastel, con preciosas cortinas de ceda que caían elegantemente hasta el suelo; las paredes teñidas de un coqueto azul, decoradas con un exquisito diseño tallado en madera que cubría de la mitad de la pared hasta el sueño, tan bellamente que parecía de mármol. Su cama de dos plazas se encontraba justo en la mitad de su cuarto, chocando contra una pared y frente a la misma estaba su escritorio con un espejo, el mismo era de madera de roble, color marrón oscuro y muy fuerte, traía dos cajones hermosamente pulidos que contenía maquillaje y diversas joyas que Atobe apreciaba bastante. Encima del escritorio había un reloj con brillantes alrededor y también parecía de madera, un juego de cremas que utilizaba durante las noches y uno que otro accesorio de belleza que siempre estaba allí y lo usaba en ocasiones.
Tomó el polvo para la cara y se colocó sólo un poco para resaltar sus ojos, luego lo dejó en su lugar y se miró al menos cinco minutos en el espejo para ver si encontraba un defecto y se rió de si mismo por ser tan ingenuo. Inmediatamente se levantó y caminó hacia la puerta, la cual abrió.

-Es hora –dijo mientras cerraba su cuarto con llave y caminaba por los amplios pasillos de la familia Atobe. En las paredes había infinitos retratos de los ancestros ricos y exitosos de su familia, obviamente todos los Atobe eran de admirar, desde el tatara tatara abuelo: “Don Akiyama Atobe” quien había sido un gran monarca en su época y persona de admirar.

Bajó las escaleras con divinura y se sentó de inmediato en su sofá. Miró la hora, ya eran casi las 9:45 am, no tardarían en llegar sus compañeros, por lo cual estiró su mano hacia la mesita justo frente a él y tomó la campana con cuidado haciéndola sonar rápidamente. Una muchacha apresurada corrió prácticamente hacia donde se encontraba el joven heredero Keigo, y antes de dejar que éste la viera se acomodó mejor su ropa y se ato mejor el cabello. Sabía que Keigo era un perfeccionista en cuando a la buena presentación de su servicio, por lo cual su madre le había dicho que antes de dejar que el joven heredero la viera, tenía que garantizarse de estar en perfecto estado.

-¿Llamó, mi señor? –dijo la chica caminando tranquilamente hasta el muchacho.

-Si Aiko….-dijo Atobe mirando a la chica-. Dile a tu mamá y al resto de la servidumbre que prepare el desayuno para mis compañeros.

-Si señor –dijo la chica haciendo una reverencia.

-Tu madre ya sabe que debe haber en el desayuno. Café negro para Jiroh, y dos galletas de chocolate. El café que no tenga azúcar y que sea lo más crudo posible, queremos que ese chico se mantenga despierto. Frutas exótica y un jugo de naranja para Yuushi, él ama todo lo que sea afrodisíaco. Gakuto lo más probable es que sea un café con leche y unas tostadas con manequilla –dijo Atobe acomodándose el cabello-. Shishido y Ootori comerán lo mismo debido que ninguno tiene personalidad, así que hazle un café con leche y dos cruasán de mantequilla. Hiyoshi querrá un jugo de naranja y unas tostadas con mantequillas también, y a mi y Kabaji lo mismo de siempre.

-Si señor.

-Y levanta al holgazán de tu hermano, ese es peor que Jiroh –dijo Atobe mirando sus uñas-. Puedes irte.

-Si señor –dijo nuevamente inclinándose ante el muchacho y sale corriendo para despertar a su hermano menor.

-Esta servidumbre…..-suspiró.


En ese momento sonó el timbre y Atobe miró el reloj; faltaban cinco minutos para las diez, pero era mejor que sean puntuales. Se levantó del sillón y acomodó su ropa para ir directo hacia la puerta. Sabía que siendo el heredero de esa mansión no debería ser él quien abra la puerta habiendo tantos inútiles –como el hermano de Aiko– para abrir la puerta, pero al ser el que invitó a los chicos a su casa, era parte de su “demostrar humildad” ir a abrir la puerta para recibir a sus compañeros. Se paró frente a la misma y se acomodó mejor la chaqueta para luego tomar la perilla y girarla, abriendo lentamente la puerta observando a Yuushi frente a él.


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30 minutos antes.

Estación de Tren



En la parada de trenes se encontraba Yuushi. El muchacho se había levantado muy temprano para ir a recibir a su primo, quien había viajado toda la noche en el tren. Nunca pensó que Osaka y Tokio quedaran tan lejos el uno de la otra y sobre todo en tren. Se sentó junto a Gakuto, quien había pasado la noche en su casa, y miró como los otros trenes llegaban a su paradero, pero ninguno era proveniente de Osaka, por lo tanto no venía su primo. Pasó cinco, diez, quince minutos en los cuales Gakuto se puso quisquilloso y tuvo que ir a comprarle una bebida para contentarlo hasta que al fin paró el tren proveniente de Osaka. Enseguida tomó el cartel que había hecho la noche anterior, donde estaba escrito en kanjis: “Oshitari”, como se coloca un cartel en el aeropuerto para encontrar a la persona que se busca. Espero unos segundos antes de que una ráfaga de viento hiciera aparecer a su primo, quien venía con tres personas más detrás de él.

-Espero que no le moleste a Atobe que haya invitado a Shiraishi, Chitose y Kintaro –dijo Kenya. Oshitari Yuushi simplemente sonrió y abrazó a su primo como cortesía, Gakuto también hizo lo mismo saludando al primo de su reciente amante.

-Hola, soy Senri –saludó Chitose a Gakuto-. Que linda estación de tren –empieza a sacar fotos.

-Senri, mejor guarda el rollo para cuando salgamos de la estación de tren –dijo Kuranosuke colocándole una mano en el hombro del muchacho.

-¡Quiero ir ya a comer a lo de Atobe! –gritó Kintaro mientras saltaba.

-Por cierto Kin-chan ¿dónde está tu equipaje? –preguntó Senri muy brillantemente.

-¿Eh? ¿Mi equipaje? –Kintaro ve que efectivamente no tiene su equipaje en sus manos-. ¡AAAAAH! Debe estar en el tren –señaló el tren, este empieza a hacer sonar su silbato-. ¡ESPERE, ESPERE SE—OR TREN! –va corriendo tras el tren.

-Jejejeje, bueno, eso llevará tiempo –dijo Shiraishi.

-No tenemos mucho tiempo….en 10 minutos tenemos que estar en casa de Atobe –dijo Yuushi mirando el reloj.

-Ya olvídalo Kin-chan –dijo Shiraishi-. Igual, mucha ropa no usas, llevas un año usando esa maldita y olorosa camiseta.

-¡No digas maldita a mi camiseta! –la huele-. Y no está tan olorosa.

-Bueno, vamos que el taxi me está esperando afuera y cobra por la espera –dijo Yuushi y empezó a correr tras el taxi, su primo y los demás miembros del Shintenhouji lo siguieron.


Escuela Seishun Gakuen.


Tezuka, Fuji, Kawamura, Inui, Yanagi, Akaya y Oishi se encontraba en la entrada de la escuela. Estaban esperando a los retardados que siempre llegaban tarde y más en ese momento. Suspiraron, era obvio que no se les quitaría la costumbre nunca, por lo cual no valía la pena decirles que lleguen temprano. Fuji miró para uno de los costados y pudo distinguir una mata de cabello rojo corriendo a toda velocidad con un bolso en sus manos, sin dudarlo aquella persona era Eiji Kikumaru, que con un gran y largo salto llegó a estar junto a los chicos.
Pocos segundos después, apareció dando vuelta a la esquina Momoshiro y Kaidoh, ambos venían discutiendo sobre algo y muy atrás con una lata de ponta en la mano se encontraba Ryoma, quien al ver a Akaya entre los Seigaku levantó la ceja y más al ver a Yanagi allí, no entendía mucho pero tampoco se puso a preguntar.

-Bien ¿ya estamos todos? .preguntó Tezuka, todos afirmaron-. Igual pasaré la lista. Oishi Shuichiro.

-Aquí estoy –dijo con su maleta en mano.

-Eiji Kikumaru –musitó mirando la lista.

-Hoi, aquí estoy, nya –dijo el muchacho muy alegre mientras se colocaba el bolso como una mochila.

-Inui Sadaharu y compañía –dijo Tezuka observando de reojo a Akaya y Yanagi.

-Aquí estamos –dijeron Yanagi e Inui.

-Yo también estoy acá, pero aun no entiendo porque yo tengo que llevar el equipaje de los tres –dijo Akaya refunfuñando mientras traía encima la maleta de Yanagi, el bolso de Inui y su respectiva mochila.

-Es parte de tu entrenamiento –dijo Yanagi.

-Pero y el….-no terminó ya que Yanagi lo volvió a repetir.

-Entrenamiento –dijo con simpleza.

-Ya…-suspiró.

-Fuji Syusuke –susurró y alzó la mirada viendo a su novio frente suyo con su bolso.

-Aquí estoy Tezuka –dijo con simpleza.

-Kawamura Takashi –nuevamente volvió al papel.

-Aquí estoy –dijo Takashi mientras llevaba consigo una mochila.

-Momoshiro Takeshi.

-Aquí estoy –dijo Momoshiro, éste llevaba un bolso.

-Kaidoh Kaoru –volvió a mirar la lista, ya casi acababa.

-¡Aquí! –dijo con su mochila en mano.

-Echizen Ryoma.

-Mada mada dane –dijo Ryoma bebiendo su ponga mientras llevaba colgado de sus hombros su mochila.

-Bien, somos todos, ahí viene el bus –dijo Tezuka parando el autobús-. …ste nos llevará a la casa de Atobe.

-Que suerte –dijo Akaya y se disponía a subir pero Yanagi lo detiene.

-Deja que los demás subas mientras cargas mi libreta –dijo Yanagi y le tira la libreta encima mientras busca el dinero para el boleto.

-¡Aaah! ¿Por qué es tan cruel conmigo, Yanagi-sempai? –Preguntó con miedo, pero Yanagi ni le dio el mínimo de importancia y tomó las monedas para su boleto-. Bien, ésto es para el boleto ¿y tú? ¿Tienes para tu boleto? –Akaya como pudo sacó las monedas de sus pantalones, habían dos monedas de 100 yens y un botón.



Parada de autobús en Kanagawa.


Sanada llevaba más de media hora esperando a que sus malditos compañeros hicieran su aparición, sino fuera porque Yukimura se entretuvo hablando con una mujer sobre la importancia de los semáforos en lugares así, seguramente ahora se estaría quejando de que le dolía la espalda, que los pies los tenía hinchados, que la cabeza le daba vueltas, que tenía ganas de comer algo dulce y que se yo cuantas cosas más. Enseguida pudo distinguir a Marui cruzando la calle junto a Jackal. Ambos venían con dos bolsas a cuestas y Bunta traía consigo una caja con pasteles de crema, seguramente para comerse en el camino. Ese muchacho miraba mucho Death note y quería parecerse a L, que según teoría de Sanada, sino lo mataban con la Death Note lo mataba la diabetes.
Minutos después y no se tuvo que esperar mucho, Yagyuu y Niou hicieron su aparición; esta vez, Niou venía vestido de Niou y Yagyuu de Yagyuu, porque ahora por sus faltas de personalidades tenían que buscar la del otro para poder ser felices en la vida y decirle al mundo: “Me conseguí una personalidad que vale algo” o al menos eso creía Sanada que diría Niou, porque Yagyuu tenía bastante personalidad, a pesar de todo.

-¿Ya estamos todos? –Preguntó Sanada mirando a sus compañeros-. ¿Akaya y Renji están ya en Tokio?

-Si, hoy a la mañana lo llamé por teléfono –dijo Marui mientras abría la caja con pasteles-. Dijo que estaba allí con Akaya y que también iría a hacerle una visita a Atobe, y algo de que había no se cuanto porciento de probabilidades de lluvia para las 3 de la tarde.

-¿Lluvia? Oh….-dijo Yukimura mientras dejaba que la mujer siga con sus compras y se acercaba a sus compañeros-. Me dijeron que la casa de Atobe hay muchos jardines, con lo que me gustan las plantas.

-Pero no puedes hacer mucho esfuerzo, no en tu estado Yukimura –regañó Sanada, Seiichi simplemente sonrió.

-No estoy paralítico tampoco, Sanada –suspiró-. Además, el doctor me dijo que estaría bien si salgo a tomar aire puro y esas cosas, y no hay aire más puro que el de los jardines.

-Mmmm –Marui empezó a comer su pastel.

-¡Marui! No deberías comer así en medio de la calle –regañó Niou.

-Déjame tranquilo, al menos yo si tengo personalidad –le saca la lengua.

-Ja-ja….que gracioso –Niou enseguida sacó de su mochila una revista, pero inmediatamente Sanada se la sacó.

-Nada de porno –la tira a la basura-. Recuerda que vamos a una casa familiar.

-¡Oh, vamos! Iremos a casa de Atobe ¡Atobe! –dijo Niou tratando de buscar su revista en el tacho.

-Ahí viene el bus –dijo Jackal señalando el autobús que venía directo a ellos.

-Lo pararé –susurró Yagyuu y sacó su mano para parar el autobús, el cual rápidamente lo hizo-. Pasa tú, Yukimura.

-Gracias Yagyuu –dijo el muchacho y enseguida un hombre le cedió su asiento mientras Sanada pagaba su boleto.

-Gracias –dijo Seiichi sentándose y le hace una seña a Sanada de que esta sentado en ese lugar, el muchacho se acomoda la gorra con la visera hacia atrás y se acerca a su pareja.

-¿Te sientes bien? –preguntó Genichiro.

-Si, Geni-chan –susurró y miró por la ventanilla-. Espero no le moleste a Atobe nuestra visita.

-¿Qué nos dirá? Como mucho se pondrá paranoico, gritará un poco pero luego terminará cediendo porque ahora tendrá la oportunidad de mostrarnos a todos que tan rico y exitoso es.

-Jejeje, tienes razón –rió por lo bajo el muchacho.



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Mansión de la familia Atobe. 9:55 am.


-¿Qué es todo esto? –dijo Atobe observando a la gente amontonada en su casa.

-Vinimos a pasar las vacaciones aquí –dijo Yuushi viendo la cantidad de gente y sonriendo a sus adentros mientras miraba cómplicemente a Jiroh y Shishido.

-¡Yo invité a mi equipo…..! –Dijo observando a los miembros del Rikkai y del Seigaku-. También invité a Tezuka, si, pero no pensé que traería a todo el Seigaku.

-Yo invité a unas personitas –dijo Shishido riéndose para sus adentros.

-Shishido-san –susurró Ootori, en forma de regaño lo que hizo que Shishido baje la cabeza.

-Yo invité a mi primo, y creo que trajo a unos amigos –dijo Yuushi señalando a Kenya, Shiraishi, Chitose y Tooyama.

-Bueno yo…..-Atobe se quedó pensando unos minutos.


¿Qué debía hacer? ¿Qué debía hacer ore-sama en estos momentos? Kabaji estaba allí sosteniendo a un Jiroh que se había quedado dormido, Shishido y Ootori los miraban tratando de ver en sus ojos la respuesta; Oshitari, Gakuto y los amigos de Kenya junto a éste se encontraba expectantes si los echaría o no. Tezuka lo miraba con sus ojos entrecerrados mientras los miembros del Seigaku parecían sorprendidos ante todo esto. Los Rikkai eran los menos sorprendidos, ya que se esperaban algo de este tipo, y ahora todo recaía en la decisión de Atobe.

Dos opciones habían:

Rechazarlos y que sea marcado de ahora y para siempre como un ser sin alma y corazón que rechazó a los chicos que le pedían alojo. A pesar de todo Ore-sama no era tan cruel para dejar a todos a la intemperie.

Aceptarlos y que los malditos consumieran toda la comida de su casa e hicieran todo lo que le entrase en ganas.

No, los aceptaría pero bajo las reglas de su familia, eso si.

-Bueno, pueden entrar –susurró Ore-sama mientras dejaba a los muchachos ingresar en su casa, los vio con cuidado a cada uno mientras pasaban frente a él-. ¿Eh? Espera un minuto –paró a Yukimura-. ¿Qué es eso?

-¿Hm? ¿Qué cosa? –preguntó el muchacho y volteó a ver a Sanada, quien levantó sus hombros.

-Eso…..eso….-señala al chico de cabello azulado.

-¿Esto? –susurró y sonrió-. Pues, estoy embarazado.

-No me digas –dijo Atobe con ironía, era obvio que tenía unos ocho meses de embarazo-. ¿Acaso planeas dar a luz en mi casa?

-Tal vez en un hospital –dijo Yukimura sonriente.

-…….-Atobe lo meditó, bueno, suspiró y dejó pasar a Yukimura, no podía negarle la entrada a una persona que estaba dando vida ¿no?


Cuando ya todos estuvieron dentro, Atobe organizó a los muchachos en pareja para que cada uno tuviera una habitación, mientras consumían el desayuno cada uno de ellos. Marui estaba devorando todo lo dulce que encontraba, mientras junto a él, durmiendo encima de un pan tostado, se encontraba Jiroh roncando, aunque Marui no lo notaba excepto cuando en un descuido se le calló algo de crema encima de la mejilla del pelinaranja y tuvo que lamerlo, lo que causó un especie de recelo en Atobe y le dijo que para algo existían las servilletas.
Luego de desayunar todos se encontraban en el living de la mansión esperando a que Atobe les asigne un cuarto a cada uno, cuando el muchacho ingresó junto a Kabaji, todos se pusieron alerta y se levantaron, excepto Yukimura por obvias razones anteriormente nombradas.


-Bueno chicos, hice una lista con las habitaciones que tendrán, son las del primer piso y cada una tiene un número y respetaran su habitación como el orden……Kabaji, levanta a Jiroh –dijo viendo que el chico se había quedado dormido.

-Usu –susurró el grandote y tomó a Jiroh por la camiseta. El muchacho se levantó enseguida y empezó a mover sus piernas y mano.

-¡Aaaah! Odio las alturas –dijo Jiroh mientras se movía.

-Oh, es tan tierno –dijo Marui mientras comía más dulces.

-Ya, deja de comer, me das vómito –dijo Niou molestando a Marui.

-Vete a la….

-SILENCIO –gritó Atobe, todos se callaron-. Kabaji, deja a Jiroh en la silla –el grandote obedeció y dejó al pelinaranja en una silla que estaba allí-. Bien, éste es el orden:

Habitación 1: Atobe Keigo. (Es feliz porque tiene la habitación para él solo y no tiene que compartirla con algún perdedor)
Habitación 2: Kabaji – Jiroh. (Hay un colchón que no parece incomodo para Jiroh ya que aun así se caerá dormido sobre él)
Habitación 3: Los primos Oshitari. (De castigo por empezar a invitar gente a su casa, no colocó a Yuushi con Gakuto XD)
Habitación 4: Shishido y Ootori (…sto fue porque Shishido le amenazó con morderlo sino lo dejaba con Ootori, y según Atobe, Shishido tiene rabia)
Habitación 5: Gakuto – Hiyoshi. (Gakuto estaba de mal humor porque Oshitari no estaría con el y por tanto se encargaría de ser estilista de Hiyoshi contra la voluntad de éste)
Habitación 6: Tezuka – Fuji. (Muy a su pesar)
Habitación 7: Sanada – Yukimura (Y futuro Bebé)
Habitación 8: Kaidoh – Momoshiro.
Habitación 9: Inui – Yanagi. (La habitación estaba equipada con varios elementos de medición, libros para notas y prismáticos)
Habitación 10: Ryoma – Akaya. (Ryoma estaba muy contento porque Atobe le había puesto una expendedora de pontas y un baño cerca)
Habitación 11: Oishi – Eiji. (La habitación estaba hecha con un material que hacia que si gritaran no se escuchase [Anti-Gritos de Eiji])
Habitación 12: Shiraishi – Chitose. (Había en el balcón unas masetas con plantas medicinales que hicieron muy feliz a Chitose)
Habitación 13: Jackal – Yagyuu.
Habitación 14: Marui – Niou. (El cuarto se encuentra justo frente a las escaleras que dan a la cocina, lo que hizo feliz a Bunta)
Habitación 15: Kawamura – Kintaro. (La habitación daba a las escaleras que iban a la pequeña selva de la familia Atobe, Kintaro no pudo ser más feliz)


-¿Queda claro? –preguntó a los chicos y todos se miraron entre si.

-¿Por qué tengo que estar con Mamushi? Akaya, te lo cambio –le habla al muchacho de cabello alborotado.

-Yo tampoco quiero estar contigo…..-dijo Kaidoh con recelo.

-¡NO HAY CAMBIO DE CUARTOS! –gritó Atobe-. El que cambia de cuartos se va de patitas a la calle y Ore-sama se encargará de darle una patada en el trasero ¿queda claro?

-¡SI! –dijeron todos.

-No es justo, yo no quería estar con Niou –dijo Marui algo enojado.

-Pues me vale, ahora vayan todos a sus cuartos a desempacar, empezará la fiesta de piscina a las 2 de la tarde –dijo Atobe mientras caminaba hacia las escaleras-. Vamos Kabaji.

-Usu.


Y así cada pareja fue a su cuarto, ahora la pregunta: ¿podrán sobrevivir tres meses de este modo? O acaso ¿morirán antes de cumplido las dos semanas?


Continuará.
Notas finales: Dos personajes serán parte del fic, pero uno será más importante que el otro: Aiko y Lyng (Si, Lyng) Kimura. Son los sirvientes de Atobe, no tendrán un papel protagónico pero servirá para hacer varias cosas. Aiko y Lyng son una pareja de hermanos, Aiko tiene 20 y Lyng tiene 14. Ambos son rubios y tienen ojos como los de Fuji.

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