Capítulo II: Demasiado masoquista o demasiado enamorado…
- Yo te acompaño- le dijo Momo adelantándose a Fuji…
Fuji lo miró sorprendido, Kaoru desconcertado, Ryoma se ahogó con el té y Kawa ayudaba al pequeñín… Ante estas miradas Momoshiro se apresuró a agarrar los paraguas, le entregó a Kaoru el suyo y salió afuera…
Kaoru enseguida abrió el suyo y salió, cerrando tras de sí la puerta que Momo había dejado abierta…
La lluvia continuaba cayendo y caminaban en silencio…
- Arigatou- le dijo Kaidoh.
- Jajaja- risa suave y amistosa- no fue nada… mientras pueda hacer que te sientas mejor- le dijo pasando uno de sus brazos por sobre el cuello de la serpiente, provocando que éste se ruborice…
Continuaron su camino charlando animadamente como dos buenos amigos. Si alguien les viese no podría reconocerles ¿Quién pudiese imaginar que ambos se estuviesen tratando tan bien?
No había peleas ni discusiones entre ellos, conversaban sobre su niñez recordando divertidas anécdotas… Se conocían de todo la vida, sus madres eran grandes amigas desde chicas, pero sus hijos habían resultado ser grandes rivales. Sus madres no estaban seguras de cómo había comenzado esa rivalidad entre ellos, pero desde que se habían conocido se habían hecho las mil y una entre los dos…
- ¡Qué extraño! ¿Desde cuándo son tan amistosos ustedes?- preguntó Sadaharu.
Los dos muchachos se sobresaltaron virando hacia el sujeto que hablaba, Inui tenía una mirada fría y hasta escalofriante se podría decir… Kaoru sabía que estaba enojado, su “amigo” solía ponerse celoso y también se enfurecía arremetiendo contra él.
- Justo estaba yendo a tu casa ¿Vamos, Kaoru?- le agarró del brazo tirando suavemente de él.
- Lo siento, pero estábamos haciendo las compras- le miraba seriamente.
Ambas miradas chocaron y los dos tiraban de cada lado de Kaoru, éste desistió…
- Está bien, voy con Sadaharu… Gracias igual, Momo- le tocó la mano con la que éste le sostenía del brazo, con lo cual Momoshiro debió ceder y se despidieron hasta el otro día.
Al llegar, Sadaharu le sujetó de la muñeca con fuerza y le llevó tirando de él hasta el cuarto del menor.
- Desvístete- le ordenó una vez hubo cerrado la puerta.
Kaoru no sabía si decir algo, si disculparse, o preguntar por esa muchacha, de cualquier modo se calló porque al darse vuelta y ver a Inui, éste tenía una fría mirada asesina… no repetiría la orden…
Decidió hacer lo que le ordenaba para que no se enojara más de lo que ya estaba… Había comprobado tiempo atrás que el contradecirlo en esas circunstancias era más que peligroso…
Una vez hubo terminado de desvestirse fue arrojado a la cama y cuando se puso en “cuatro patas” sintió sobre su espalda el cuerpo de su compañero. …ste tomó una de sus piernas y la separó un poco penetrando a la serpiente sin espera alguna.
- ¡¡AHH!!- fue su grito de dolor que trató de callar sin lograrlo…
Las embestidas continuaron una tras otra, cada vez más fuertes… Le dolía, pero trataba de gritar lo menos posible. …l también tenía orgullo y, aunque no pudiese impedir que Sadaharu calmase su furia con su cuerpo, al menos procuraba no demostrarle el daño real que le ocasionaba todo ello… ¿masoquista? Podía ser, pero sabía muy bien que a su amante no le importaba lo que él sentía…
Dolor y deseo al mismo tiempo… el placer podía sentirse en todo su cuerpo… podía ser cruel, sí, pero también sabía cómo darle calor a su ser… Sólo faltaba un poco más, no gritaba ya de dolor, las embestidas cada vez más rápidas… sentía que ya estaba cerca del clímax…
- Más… más…- repetía desesperado…
Pero de pronto Sadaharu se detuvo y salió de su cuerpo… no podía disminuir su excitación, pero sabía que él no iba a continuar… iba a hacerle venirse con desesperación… Llevó una de sus manos a su miembro, lo necesitaba, pero su amante le agarró de la muñeca haciendo bastante presión y la dejó donde estaba sin dejar de sujetarle…
Kaoru gemía cada vez con más desesperación, pronunciando su nombre y pidiéndole que le dejase venirse rápidamente…Sadaharu parecía no escucharle… Mas el chico volvió a sentir el dolor punzante en su entrada nuevamente, aquel había esperado a que se calmase para volverle a penetrar duramente…
Otra vez las embestidas… otra vez el dolor… acompañado de fuertes mordidas en su espalda, hombros y brazos ocasionados por su koi… había comenzado a gritar más fuerte…
Acompañado a todo esto se encontraba a su vez el dolor de saber que Sadaharu no le amaba como solía decirle y como él había creído ingenuamente… la prueba de ello era aquella jovencita que ese día se había aparecido en el instituto señalándolo como de su propiedad…
¿Acaso a ella le haría alguna vez algo de todo lo que a él le hacía?... No siempre era así… incluso tenía un lado tierno que sólo Kaoru hasta ahora había creído conocer… pero con esa muchacha había demostrado ser mil veces más tierno que con él…
Al fin hubo terminado, al fin se vinieron los dos juntos… Kaoru se recostó boca abajo y Sadaharu cayó suavemente encima de él…
- Hoy he sido más suave ¿no?- le decía su sádico amante mientras le besaba sensualmente la espalda.
Al no recibir ninguna respuesta le giró poniéndolo boca arriba y comenzó a besarle, a lo cual accedió Kaoru… un beso suave primero, que fue tornándose más profundo…
Siempre que actuaba de manera sádica, luego terminaba siendo suave… No podía evitarlo, amaba a ese hombre y estaba atado de por vida a él: su corazón era suyo, y su cuerpo le pertenecía por entero…
¿Keiko? Ya arreglaría ese tema más adelante… ese día, ese momento, sólo quería pensar en que Sadaharu era completamente suyo…
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