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THE GRIEF por gaia0000

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Notas del capitulo: disculpen esta tardansa, tuve algunos conflictos, y no pude escribir, y les traigo un regalote, espero que les guste, es un lemon...jejeje!!! bueno, prometo que de aki en adelante actualizare pronto, pero me tienen que dan muchos animos para que siga!! jejje!!! okis!!!!! bueno un besote!! espero que lo disfruten!!

VI  Cúrame estas heridas.

 

Había pasado algunas semanas después de aquella ocasión en que fui a su casa,  no había tenido contacto con el, era que... ¿acaso me había olvidado?

 

Sentía vacío mi corazón, todos los días leía los periódicos, pero habían suspendido las columnas debido a que el escritor  estaba enfermo, y se ausento por unas largas semanas.

 

No era que no lo pudiera visitar, pero ir a su casa, lo pensé muchas veces, y fui cada mañana y en las tardes de esas semanas, pero no estaba.

 

No estaba, no estaba esa persona que no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera el,  en el colegio, no tenia ganas ni siquiera de ir.

 

---

 

Algunos días después, fue a visitar mi casa un sujeto de apariencia extraña, con un cabello largo,  rubio,  ojos azules, tenía acento ingles, y no pronunciaba bien el idioma, era un federal  Americano, buscando a un tipo.

 

-no has visto este sujeto?-  preguntaba mostrándome una foto.

 

-no- la verdad no sabía a que había venido aquí ese tipo.

 

-well…bueno yo soy K, si ves a este sujeto podrías avisarme, se que anda merodeando por esta zona.- dejo su tarjeta y me enseño su placa, después que lo vi alejarse cerré la puerta de la casa, y de nuevo entre a mi mundo triste sin Yuki.

 

Al día siguiente, recibí una llamada de un tal “Seguchi Tohma”, queriéndome ver para platicar acerca de unos asuntos, sabia que era aun mas confuso, pero sabia que todo esto giraba alrededor de Yuki.

 

Me desespere al no saber nada del, saber que mas personas lo buscaban y aun mas me aterraba que el sujeto que rondaba por esa zona era un abusador, criminal en busca de carne fresca, según eso decía las noticias.

 

Esa noche no pude dormir, solo trataba de buscar una manera de poderme comunicar con Yuki, era sofocante no poder hacer nada, me dolía el pecho por no poder gritar a todo el mundo que lo amaba tanto, y lo peor es que no sabia si el me correspondía.

 

Y esa noche de desesperación encontré la respuesta de cómo decirle a Yuki que lo amaba.

 

 

En la mañana muy temprano, me arregle para ir a platicar con el tutor de Suguru, de alguna forma sabia que el era familiar cercano de mi gran amor.

 

-¿alguna vez Eiri, te contó algo acerca de cuando vivió en el extranjero?- nos quedamos de ver en la cafetería mas famosa de la zona, estábamos apartados de las demás mesas y seguía preguntado cosas.

 

-no, casi no lo conozco mucho.-giro su taza de café humeante, y miro el reflejo con algo de nostalgia.

 

-¿de donde lo conoces?- seguía con la misma cara.

 

-fue…- suspire tan profundamente- una coincidencia…- mire al ventanal, con tristeza.

- ¿en donde esta? –

 

-no lo se, pensaba que si te preguntaba algunas cosas, descubriría en donde esta…pero por lo visto, esto fue una perdida de tiempo; disculpa por quitarte tiempo.-sus delicadas acciones se vieron reflejadas con una sutil sonrisa, se levanto del sillón y se retiro, dejando la cuenta pagada en la mesa del café.

 

Salí del establecimiento y compre hojas blancas, un plumón negro y cinta, de alguna manera tenia que ver mis señales, y que mejor que sean publicas, pero secretas.

 

En cada hoja puse números, sabía que Yuki era muy inteligente,  y descifraría lo que le quería decir.

 

20-5-1-13-15-25-21-11-9

 

Esta secuencia de números la puse en cada hoja, y al final de esos números, puse S.S.; me di a la tarea de pegar esos anuncios en todas las calles que pudiese, y esperaría pacientemente una respuesta.

 

En la madrugada, seguía pensando en que si algún día pudiera ver eso Yuki, mis anuncios pegados en las paredes de las calles, o si todos mis esfuerzos eran en vano.

 

Y fueron en vano, por que esa misma noche ya de madrugada, empezó a llover tan fuerte que sentía que los carteles se desmonorarian como piedras en un desierto,  abrí la ventana de mi habitación y me puse  a ver las gotas caer, cuando chocaban en el suelo se veían felices por ser libres. Y mire mas allá de la avenida y vi un anuncio espectacular, lo estaban reparando y poniéndole una nueva publicidad, primero lo pintaron de blanco, después dibujaron una silueta de un muñeco de nieve, y con letras mas grandes dejaron un “yo”. Era estupido ese espectacular,  no entendía que vendían o que anunciaban, molesto me fui a dormir y a esperezar otro día más, un día más sin Yuki.

 

Ese fin de semana era una confitería amarga, y cuando desperté lo primero que hice fue ver la ventana, y vi ese anuncio, terminado, seguía el mismo muñeco de nieve y ahora la frase “yo también”

 

---

 

Esa mañana me sentía mas tranquilo, me arregle para ir al colegio, y seguí caminando como lo hacia, a paso lento hasta llegar, veía los pájaros volar, las nubes que hacían que se viera un día obscuro y frío.

 

Las gotas de agua caían asustadas, y después de unos segundos se vino la lluvia tan fuerte que no se podía ver nada, corrí a donde pudiera ocultarme del agua,  entre a una librería, tenia libros viejos,  amontonados en todas partes y había mas gente que se había resguardado de la lluvia, ese día no llegaría a tiempo al colegio, pero si ni tenia ganas de ir.

 

Mire por el vitral que tenia aquella tienda y se veía mas cerca el espectacular,  lo analice unos segundos, y trate de pensar que tipo de cosas vendía la marca del muñeco de nieve.

 

-sigues siendo lento; yo entendí lo que me dejaste en las hojas, aunque se arruinaran.- la voz ronca, varonil y firme de aquel hombre, hizo que me diera un temblor en todo el cuerpo, y trate de no gritar, pero era imposible.

 

-yu…yu….k….- me tapo la boca y me llevo con el, salimos de la tienda, y subimos en su mercedes,  el de cierta forma se  veía algo cansado, había perdido algunas libras.

 

-¿Qué hiciste tanto tiempo sin mi?- me pregunto burlándose, seguía teniendo ese humor tan bizarro.

 

-eres un baka!!! Te extrañe tanto, no podía dormir, no sabia en donde estabas!!! Te extrañe tanto, que!! Que!! Me sentía solo!! Como si nada valiera la pena!!- tenia las lagrimas en los ojos, no contenía esta felicidad mezclada con furia, y desesperación, tenia tristeza, por que no me tenia la confianza suficiente de decirme lo que ocurría.

 

Los ojos ámbar, me miraron, con un tipo de mirada triste y desesperada.

 

-shu…., shu…-me tomo la cara, e hizo que lo mirara a los ojos.- estoy siendo perseguido…-fue cuando termine por desbordar mis lagrimas y abrazarlo tanto como pudiese, tenia miedo de lo que sucedía, y sin saber que era.

 

Encendió el auto, y pasamos mas cerca del espectacular, y su sonrisa se vio mas acentuada, se había tranquilizado con ese abrazo, y me pregunto. -¿te gusta?- pasó la imagen por el parabrisas y lo vi mejor, ya entendía lo que me quería decir.

 

En mis carteles escribí  “te amo” y los números representaban la posición de cada letra en el alfabeto, y el me respondió con un espectacular, que se podía ver en mi ventana para que así supiera cuanto me amaba.

 

Ese día sentiría que moría y volvía a vivir para contarle a todo el mundo lo feliz que era.

 

Recorrimos toda la ciudad en el auto negro,  las gotas hacían que se vieran los reflejos de las luces de la calle, el tráfico hacia que la emoción se hiciera más fuerte, cada semáforo en rojo era un beso apasionado, esos besos que perdimos en ese tiempo sin vernos, llegamos a una zona muy ostentosa,  y Yuki  estaciono el auto, bajo,  yo hice lo mismo y entramos a un pequeño edificio, subimos al ultimo piso por elevador,  el trayecto era corto, pero una calida mano se poso en mi mano izquierda, los sentidos se subieron a mi cabeza, y todo exploto como una bombilla defectuosa.

 

El elevador se abrió y el me jalo hasta entrar a un pasillo de madera,  era un departamento pequeño, sin muchos muebles  libros tirados por todas partes y una valija con ropa arrugada, tirada por el suelo.

 

-yuki…-sabia que había salido huyendo de su casa.

 

No me respondió, y me beso, primero poso sus labios en mi boca, abrió los ojos y me miro fijamente,  esa mirada destellaba deseo, después, mordió mi labio inferior, lento, despacio, sin dolor, separo su boca de la mía, y lamió el restante de saliva que quedo en mi boca, su mano se poso en mi espalda y me acerco mas a el.

 

-tu cuerpo es tan fino, y lo quiero probar.- susurro en mi oído, el aliento caliente hacia que se me erizara la piel,  y el mordió el lóbulo, me sentí en medio de una guerra de deseo.

 

 

Agarro con firmeza mi cadera, y la acerco mas a la de el, sentía su pasión desenfrenada,  desabotono el uniforme del colegio, se exponía mi piel a sus ojos,  la camisa resbalo por mi espalda, el se deslumbro ante mi cuerpo, y se ruborizo un poco, era que, en verdad ¿sentía la necesidad de tenerme en ese instante?

 

Beso mi cuello y lamió el espacio de la clavícula y el cuello, después rodeo con su lengua mi pecho y jugo con las puntas sonrosadas, era exquisito.

 

Su mano toqueteaba mi trasero, luego subió un poco más, y la introdujo adentro del pantalón, se abría paso por dentro, y sus dedos hábiles  llegaron hasta la abertura más placentera.

 

Con su otra mano, rodeo mi cadera, y me levanto, mis piernas las enrollaron en su abdomen y caminamos hasta llegar a la habitación del departamento, mientras caminaba, el seguía dando atención con sus dedos, era extraño, me sentía agotado y agitado.

 

-ahh!!! Yu!! Ahhhg!!! Yuki!!- me tiro sobre la cama, rebote junto con el, y así arranco mis zapatos de un tiron, después con la boca bajo la cremallera del pantalón, bajo lentamente el pantalón y dejo descubierta mi piel erizada y excitada.

 

El se levanto un poco y jaloneo su playera hasta quitarla por completo, la tomo con una mano y la aventó, sus músculos se marcaban en cada movimiento, bajo su pantalón con un tono seductor, y expuso las licras negras que  de cierta manera dejaban ver lo que guardaban.

 

-voltéate- la orden la dijo clara, y tenia miedo de hacerlo, pero el tomo mi mano, con un movimiento rápido quede de espaldas a el, se encimo en mi, beso mi espalda, recorrió todo lo que podía con su boca, y levanto mis caderas,  y abrió un poco mis piernas, las levanto y me apoyaba con mis rodillas, introdujo de nuevo su dedo anular, y lo metía y sacaba, siguió un rato así, sentí que todo se humedecía, después su dedo lo saco, y sentí como quedaba dilatado,  unos segundos después sentí mas humedad, introdujo su lengua lo que podía y la movió como un remolino.

 

-ahhh!!!!!!!!! Ah!!!!!!! Ah!!!! Ah!!!- era descontrolado todo eso, con sus manos, recorría  la piel erizada y humedecida de mi sexo, subía y bajaba, la punta la comprimía  y me daban mas choques eléctricos.

 

Cuando me sentí mas relajado, explote en un orgasmo, uno de los mejores,  y la mano de yuki, escurría en aquella sustancia blanquecina, mi abdomen había sido ensuciado junto con las sabanas negras de aquel  camastro.

 

-shu…ummm…-su mano la llevo a su boca, solo probo muy poco y lo demás lo llevo en la zona en la que estaba trabajando, metió de nuevo su dedo anular y sentí como entraba mi esencia calida en mi.

 

 

Así continúa dilatando más la abertura, hasta que sentí su miembro erecto jugando entre mis nalgas.

 

-Shu tranquilízate ok!?-no entendí lo que me dijo, hasta que lo sentí dentro de mi, era doloroso, una cosa tan grande no podía caber en un pequeño orificio, cuando entro a la mitad, sentía que tocaba un punto clave que hacia que sintiera ganas de orinar, era genial, frustrante, y excitante.

 

-Yu!!! Yu!!! Ahhhhhh!!!!!!!!!!!!! Maldición sácala!!!!!!!!!- el no me hizo caso, al contrario, entro lo que restaba de un sopetón, y continuo masturbándome,  se sentía rico, pero, no dejaba de pensar en aquel dolor, me gustaba sentir ese dolor pero también era sofocante.

 

 

Después cuando me relaje, cambiamos de posición, el me giro, quede frente a el, y vi su cara acalorada, salio un momento, y sentí descanso, pero subió mis piernas a sus hombros y de nuevo entro, sentí otra ves el dolor y piquetes en toda la columna, era terrible.

 

-arrrrgggggggggg!!!!!!!!!!!!!!- mis manos se aferraban a las sabanas, y no podía contener el vaivén  del cuerpo de yuki.

 

-¿que sientes Shuichi?- no pude contestarle, ni siquiera podía hablar.

 

Con una de sus manos tomo de nuevo una fresa  erecta, y la pellizco hasta dejarla roja y mas sensible de lo que estaba.

 

Apretó mi abdomen, y sentí una contracción  de mi intestino y otra vez, llegue al clímax,  voló la secreción  por el aire y cayo otra vez en mi abdomen y parte de la cara de yuki,  unas gotas salpicaron su boca, y con exquisitez retiro con su lengua lo que había dejado.

 

Mas sexy no se podía ver, se canso de aquella posición  y el se sentó sobre la cama, recargado en la pared y me acerco a el, de nuevo  me senté sobre sus muslos,  me desgarraba las entrañas de esa forma, hasta que sentí como se venia dentro de mi, yuki compungió su cara y gimió tan ronco como pudo, trato de esconder aquella sensación pero no pudo, sus movimientos faciales lo delataban.

 

Termino agotado, pero el seguía moviéndose dentro de mi, tratando de no perder el ritmo,  sentí su adolorida entrepierna temblar, y otro orgasmo por parte de yuki.

 

Quede agotado, pero seguía teniendo una erección prominente, de ello se dio cuenta yuki, y me miro fijamente, la tomo con los dedos y la empezó a masajear.

 

-¿te gusta?- solo asentí tímidamente, era que era experto en esto.

 

Acerco su cara a mi erección y la introdujo en su boca, sus labios hacían una presión exacta que no me contenía, al ser victima de otra eyaculacion.

 

-no, todavía no te eh dicho que puedes…- apretó la base de aquella erección y no dejo que terminara.

 

Me beso desesperadamente, metió su lengua en mi boca, estaba caliente, su saliva era esquista, sabia dulce su boca, era lo mejor.

 

Se acerco a mi oído y me beso mas, de nuevo susurro.

 

-no, NO…- conteste a su petición, la verdad era que me daba pena masturbarme frente a el, pero gruño un poco, eso demostraba que era una orden.

 

 

Toquetee con mi mano, era extraño, sentía adolorido todo mi cuerpo, y comencé otra ves con el vaivén con mi mano, era despacio, luego rápido, y cuando sentía cerca mi fin, volvía a disminuir de velocidad, eso hacia que mi  observador se pusiera mas feliz, mordía su labio inferior, e introdujo otra ves los dedos en la zona dilatada, así ya no podía resistir, hasta que quede exhausto en la ultima consumación de la noche.

 

Los dos quedamos agotados, y dormimos durante mucho tiempo.

 

Esa tarde, desperté y seguía en aquella casa, sin ruido, excepto por la ducha, yuki estaba ahí, me levante, sentía adolorida la cadera, en el cuerpo tenia marcas de uñas, marcas de mordidas, y olía dulce amargoso, y con un toque de tabaco.

 

Camine hacia la ducha, y toque en la puerta,  abrió el rubio, se sorprendió, miro mi cuerpo desnudo, y me extendió la mano, me adentro a la tina, y me quede sentado, el terminaba de enjabonarse con el shampoo de frutas, y enjuagarse con la regadera de teléfono.

 

Me levante para tomar el jabón, y sentí como resbalaba entre mis piernas la polución de yuki,  el miro fijamente aquel evento, la regadera la llevo a mi trasero, y sentía ardor, por el agua que entraba, terminamos una ducha entre besos y risas.

 

Todo iba bien, todo, hasta me asustaba;  nos quedamos recostados en el sillón del recibidor, platicando cosas sin sentido, hasta que una voz  ronca y enojada, gritaba fuera, en el pasillo, y golpeaba la pureta aun mas enojado.

 

-Eiri, se que estas ahí! Ábreme por favor!!! Soy….Yuki.-

 

 

Notas finales: espero rr!! okas!!! y sugerencias, lechugasos y todo lo que se les ocurra!! besos!!

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