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Tras doblar a la izquierda por Yuukiechan

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Notas del capitulo: Seguuuundooo caaap!
Siento mucho que sean tan cortitos... U.U"
Es que cuando los voy escribiendo parecen más largos y luego resultan ser super chiquitines y tal... pero bueno, espero que no os moleste demasiado eso!
Luego, cuando la cosa se ponga un poco más excitante, ya tendrán mayor extensión [O eso espero xD]
Vincent alcanzó el mostrador de recepción del hospital.

- Buenos días, señorita - alzó un poco más de lo normal su tono de voz, para que la jóven lo escuchara.
- Buenos días, caballero, ¿En qué puedo ayudarle?
- Verá, hace unos días estuve aquí ingresado y me gustaría agradecerle su atención a una enfermera de este hospital...
- Aja... ¿Conoce su nombre?
- No, pero puedo decirle que poseía cabellos cortos y plateados y una voz dulce y aterciopelada.
- ¿Una enfermera? En todo caso, en este hospital, solo hay un enfermero con esa descripción.
- ¿Enfermero?
- Si señor, enfermero.
- ¿Y podría verle?
- Espere un momento, haré una llamada y veré lo que puedo hacer.
- Muchas gracias.

Sin mutar la expresión de su rostro en una sonrisa agradecida o algo por el estilo, Vincent consintió a la recepcionista que llamara a la administración de la planta tres, donde trabajaba el misterioso enfermero que le traía de cabeza. La jóven colgó el telefono y regresó a su lugar.

- Suba a la planta tres por favor, allí le atenderán en administración.
- Gracias.
- No ha sido nada, un placer. - la chica le sonrió y le guiñó un ojo.

Vincent siempre había sido un jóven apuesto. Cabellos oscuros, tez misteriosa... todo un objeto de deseo para el sexo opuesto. Incluso, en un par de ocasiones, había sido deseado por personas de su mismo sexo. Pero en ninguna ocasión se había interesado lo más mínimo en alguna otra persona, fuera como fuera, mujer u hombre, alta o baja, simpática o arisca... todas le parecían iguales. Entres sus amigos solo podía contar dos o tres y al único al que veía con algo de frecuencia era al jóven y amistoso Cloud.
Subió al ascensor con un par de chicas y un chico alto y rubio, de ojos azules. La féminas comenzaron a sonreir por lo bajo y a decirse mil cosas, mientras le observaban a él y a su otro acompañante. Nunca había comprendido a las mujeres... en ocasiones, parecían realmente tontas y superficiales. Al menos, esa era su opinión. Pero, a pesar de ello, sentía algo especial por una enfermera... aunque acabara de descubrir que era un enfermero. No tenía problemas con que fuera un hombre, le daba igual el sexo de las personas a la hora de mantener relaciones sexuales con ellas, asi que no sería demasiado diferente eso de mantener una relación sentimental seria.
Las puertas del ascensor se abrieron y los cuatro salieron en la misma planta, la tercera. Vincent vio de inmediato la administración de planta y caminó tranquilamente hacia ella.

- Me dijeron que viniera aqui - aseguró, observando al encargado.
- Usted debe ser el hombre que pregunta por Kadaj - dijo éste sonriendo.

Vincent asintió y el jóven le pidió que se sentara en unas sillas próximas mientras esperaba a que terminara su turno.
Mientras esperaba sentado, con las rosas en su regazo, comenzó a observar la gente que recorría los pasillos de aquella planta. La mayor parte de esa gente eran mujeres, sin contar algun que otro hombre que caminaba con un administrador de suero tras de él.
Antes de que se diera cuenta el encargado lo llamó para que se aproximara al mostrador.

- Por este pasillo - señaló el pasillo a su derecha - siga recto y gire a la izquierda cuando encuentre la sala de espera.

Vincent se despidió con un sencillo "Gracias" y recorrió el pasillo hasta la sala de espera, como el encargado le había dicho.
Giró a la izquierda y se adentró en aquella pequeña sala, con sillas, revistas sobre una mesa y un pequeño televisor apagado.

- Hola, Vincent.

Un jóven de cabello plateado lo miraba desde una silla, dónde se encontraba sentado. Ya no llevaba puesto el uniforme de trabajo, si no que vestía unos vaqueros desgastados y una camiseta violeta, con un gatito dibujado en ella.
Vincent se acercó a él y le tendió el ramo de rosas con dulzura. Había reconocido su voz al instante.
Kadaj le pidió que se sentara a su lado y le besó suavemente la mejilla cuando lo hizo.

- Pensé que no te acordarías de mi - dijo Kadaj, con una sonrisa triste.
- No podría olvidar tu voz - susurró apenas Vincent.
- Yo jamás te olvidaría, Vincent - Kadaj agarró una de sus manos - Me enamoré de ti en cuanto te vi.

Vincent se ruborizó completamente, mirando a Kadaj de reojo, el cual le sonreía con dulzura mientras una lágrima descendía por su mejilla.
Vincent elevó la mano que tenía libre y la pasó suavemente por el rostro de Kadaj, llevándose consigo la pequeña gotita de agua salada.

- Creo que... - Vincent hablaba bajo y tartamudeaba un poco - creo que podría llegar a ser mutuo.

Kadaj se asombró un poco cuando Vincent dijo eso. Sus ojos se abrieron algo más de lo normal y sus labios se encontraban entreabiertos.
Vincent pensó que era una imagen hermosa. Un dulce jóven de cabellos plateados, labios suaves y piel nívea, que lo observaba con esa expresión tan dulce. Inconscientemente lo atrajo hacia sí y apoyó la cabeza de Kadaj en su hombro, abrazándolo con cariño.

- Vincent - hablaba desde su hombro - ¿Estas seguro?
- Te he dicho que creo que podría llegar a ser... asi que sí, estoy seguro de que lo creo.

Kadaj no lo comprendía del todo bien, pero ¿Qué más daba? Estaba entre los brazos del hombre con el que llebaba soñando varias semanas y del que había cuidado casi por el mismo tiempo con cariño y amor. Estaba entre los brazos de un hombre apuesto, misterioso y atrayente, que le volvía loco con cada una de sus tranquilas y apenas perceptibles palabras.
Elevó el rostro y miró a Vincent a los ojos durante apenas unos instantes. Posó sus labios sobre los de él y ambos se fundieron en un beso. Al comienzo dulce y tierno, algo más pasional al final.
La mano de Vincent que Kadaj no sujetaba se deslizó suavemente bajo la camiseta de este. Frenada segundos después.

- Aqui no debemos - susurró Kadaj, con los labios rojos y levemente inchados.
- Entonces ven a mi casa - le dijo Vincent al oido, susurrando con un tono seductor.

Kadaj se ruborizó y asintió mirando hacia el suelo, tímidamente.
No conocía aquella faceta atrevida y maravillosa que Vincent poseía, pero eso solo conseguía que le gustara más y más.
Ambos hombres salieron de la sala de espera y bajaraon en el ascensor. Como iban solos, disfrutaron de otro corto y apasionado beso en secreto.
Salieron por la puerta del hospital.
No iban de la mano, ni sujetos de la cintura o los hombros, pero ambos sentían que ardían y estaban algo ruborizados. Los ojos de Vincent reflejaban la lujuría que sufría y los de Kadaj el deseo que lo volvía loco.

- ¿Vives lejos? - preguntó este último.
- Aqui mismo - Vincent señaló una pequeña casita, situada entre dos edificios, a unos pasos de donde se encontraban.

Caminaron en silencio hasta la puerta de entrada. Vincent la abrió apresuradamente y, segundos después de cerrar la puerta, ya tenía a Kadaj acorralado contra esta.
Sus brazos se encontraban por encima de ambos y Kadaj le sujetaba la cintura.
Vincent deslizó su pierna derecha por entre las de Kadaj, mientras le besaba sin descanso. Las lenguas danzaban, ardían... y sus dueños se tocaban, derrítiendose mutuamente.

- Vayamos a mi cuarto - dijo Vincent, un instante antes de elevar a Kadaj en el aire, colocando las piernas de este a sus costados.

Sin dejar de besarse, subieron en esta posición por las escaleras y, tras doblar a la izquierda en el pasillo, abrieron la puerta de una habitación.
Vincent dejó caer a Kadaj con suavidad sobre su cama y se colocó sobre él. Sus manos se deslizaron bajo la camiseta del jóven que tenía bajo sí y sus dedos acariciaron los pezones de este. Mientras, le besaba lujuriosamente el cuello, dejando marcas rojas a su paso.

- Vin... Vincent... - apenas podía pronunciar Kadaj, a causa de el leve jadeo que sufría por el placer de las caricias que le eran dedicadas.
- No digas nada - Vincent le miró a los ojos- solo déjate llevar.
Notas finales: Juas!
Quién se esperaba un VincentxKadaj?
Nadie, verdad?
Siempre me parecieron una bonita pareja... Vincent, tan misterioso y poderoso y Kadaj, tan... nenaza? Es decir, tan mono en su caracter débil e infantil.

¿Qué pasará en el siguiente capítulo?
¿Qué habrá sido de Cloud?

En el siguienteee! :D

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