Las clases transcurrieron normalmente sin ningún sobre salto, sin embargo no se podía decir lo mismo de las practicas de tenis, las cuales debieron ser suspendidas por una lluvia torrencial que comenzó a la hora del inicio del almuerzo.
A los del club de tenis no les quedo mas remedio que irse para sus hogares menos dos chicos me refiero a Tezuka y a Fuji, quienes salieron juntos de la escuela siendo cubiertos pero el paraguas del mayor, el cual los protegía de la lluvia.
Ambos caminaban en silencio y con tranquilad ninguno de los dos necesitaba de los sonidos de la voz para entenderse, ya que tan solo con mirarse podían darse una idea de lo que pensaban sus mentes.
Todo el camino fue igual hasta que llegaron a la casa del tensai, dejaron el paraguas afuera de la casa y entraron en ella, al estar dentro de la casa, los dos subieron a la habitación del ojiazul.
Se sentaron en la cama del dueño de casa y comenzó la clase de biología en la cual Fuji comenzó a explicarle todo a Tezuka ya que el pobre no le entendía nada a la profesora del colegio, en cambio con el tensai comenzó a entender rápidamente la materia.
Llevaban dos horas estudiando cuando decidieron hacer un pequeño break, donde el ojiazul salio de su habitación y fue a la cocina donde puso en una bandeja un trozo de pastel de crema y fresas y un vaso de jugo de frutilla para cada uno.
Luego de tener todo listo subió a su habitación y sirvió lo que llevaba para comer, ambos comieron con tranquilidad, después de este pequeño comestible retomaron la lección de biología solo por quince minutos.
Ya que en ese instante Tezuka mira la hora de su reloj y casi se cae al ver la hora ya era tarde y si no se iba ahora llegaría mas tarde a su casa y su abuelo lo sermonearía fuertemente.
Entonces se paro de la cama y comenzó a guardar sus cosas en su mochila.
- ¿Qué esta haciendo Tezuka?- pregunta Fuji curioso
- Guardo mis cosas – dice Tezuka de manera cortante
- Tezuka no te puedes ir a esta hora y menos con este clima, ¿Por qué no llamas a tu casa y le dices que pasaras aquí la noche?- dice el tensai en forma de reclamo mientras mira por la ventana
- Fuji me encantaría quedarme pero no puedo- dice el de lentes cerrando su mochila
- ¿Por qué no?- pregunta el ojiazul preocupado
- Por que tengo que ayudarle en unas cosas a mi abuelo- dice el rubio en forma de escusa barata
- Ya veo, entonces te iré a dejar a la puerta – dice el castaño abriendo la puerta
- Gracias Fuji – dice el mayor salido de la habitación
- No hay de que Tezuka – dice el menor saliendo detrás de el
Ambos salen de la habitación y comienzan a bajar las escaleras, cuando de repente comienza a sonar el celular del ojiazul así que sube corriendo a contestarlo.
Pero cuando llego a el ya habían cortado, entonces decide llamar de nuevo pero su aparato se había descargado, al pobre no le queda otra que resignarse, ponerle el cargador al teléfono y esperar a que se cargue.
El menor vuelve a salir de la habitación y comienza a bajarlas nuevamente las escaleras pero sin fijarse pisa mal un escalón y estaba a punto de llegar con su cuerpo al piso pero algo detuvo el golpe.
El tensai asustado abre sus ojos y ve que es Tezuka que estaba debajo de el, el de lentes había agarrado al castaño antes que llegara al suelo por aquel impulso el había quedado sobre Tezuka.
- ¿Estas bien Fuji?- pregunta Tezuka preocupado
- Si y ¿tu?- pregunta Fuji preocupado
- Estoy bien – dice el de lentes seriamente
- Que bueno, gracias por protegerme de la caída- dice el tensai dedicándole una hermosa sonrisa
- No hay de que, sabes tienes unos ojos muy lindos – dice el rubio mirando lo ojos de Fuji
- Tu también Tezuka – dice un poco sonrojado el castaño también mirando los ojos de Tezuka
En ese instante ambos deseaban probar los labios del otro, entones sus bocas se comenzaron acercar cuando de la nada se abre la puerta de nada y entra nada mas y nada menos que Saeki.
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