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The Fallen por sweetpoison

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Notas del capitulo: Ciel intentó jugar al gato y al ratón con Sebastian, el convertirá eso en una partida de ajedrez. Tal vez gane, tal vez pierda. Quizás el jaque mate sea lo que todos esperamos, quizás no.

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Cuando Sebastián salió de la habitación, miró su reloj sin mirar realmente.
-Este tonto pervertido malcriado... como se atreve a... -y luego sonrió con una sonrisa maligna. Su mente ya planeaba la siguiente jugada.
Durante el día actuó como si nada hubiera pasado. Atendió a su amo con total precisión, molestándolo un poco, como era su costumbre. Pero su hora se acercaba, la hora favorita, la hora del demonio... la noche.
Durante el día la actitud distante de Ciel era su mejor defensa. Los tres molestos peones delante del Rey enrocado, y su rango una torre defendiendo a los peones, la pieza fuerte de su fortaleza. Esa torre, tomaba su posición cada día, cuando Ciel se desperezaba, y se retiraba a ultima fila en cuanto se iba a la cama.
Sebastian comenzó quitando los zapatos del joven lord y mientras tanto aventuró como al pasar.
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-Mi señor, respecto de lo de hoy a la mañana...-Era la preparación para un ataque directo, un caballo en el centro del tablero.
-¿Por que me vienes con eso justo ahora?- Se conocían demasiado, la Torre de Ciel se centró lista para el ataque.

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-Es que no puedo entenderlo, mi Lord, fue acaso un capricho suyo.-Sebastian estaba agresivo, un Alfil apuntando directamente al peón del centro del Rey. Ciel optó por lo más económico: dejarlo pasar, de modo que avanzó un sólo paso, dejándole el camino libre al alfil, hacia la nada.

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-No se a lo que te refieres, tonto.
Sebastian, con cara de póker, comenzó a desabotonar su camisa, desnudando su torso.
-Por que, mi lord, me ordenó desnudarme, si sólo tenía que preguntar. Sabe que yo no miento... No a usted, al menos.
La situación se estaba poniendo un poco molesta, el caballo amenaza a la Torre.
-Lo hice, y tu te hiciste el tonto- contesto sin darle importancia. Y la Torre se fue a su lugar en el fondo a preparar la defensa.

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El mayordomo desvistió las piernas del jovencito y lo miró sonriendo, esa mirada mefistofelica, dulce y tramposa, casi el mejor arma del ser obscuro...¿un intento por romper su defensa?. El ingenuo movimiento de un Torre atacando un Peón?
- A demás, no veo cual es el problema que te vea con poca ropa. Tu me ves desnudo cada vez que me baño.-La torre ocupó su lugar junto al Rey.

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-El que no veía claro era yo, mi Lord, pensando que usted podría usar su contrato para todo. Para hacerme hacer o decir lo que usted desee... no entendí porque me trataba como a un vulgar sirviente... como si usted fuera... más débil. -¿Y ese movimiento a que vino? ¿que hace ese caballo atacando mi peón? ¿Cómo osaba llamarlo "débil", desautorizarlo? Phantomhive se encolerizó, y mientras el criado lo cubría con una el pijama, el se llevo la mano al parche de su ojo... Soltaría a la dama que amenace al caballo-. My Lord, usted ya tiene 16 años, hace cinco que le sirvo, y todavía no me pidió lo que más ansía su corazón...

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Ciel notó que estaba en la boca del lobo, y sin embargo no sabía muy bien como defenderse, el caballo había retrocedido, ofreciendo alegremente a su compañero como sacrificio. No quedaba otro camino... usaría la Dama.
-Habla claro Sebastian, es una orden.
-Si, mi Lord. Si usted me ordenara que lo haga feliz, entonces... nada lo impediría, salvo otra orden suya.
Ciel sonrió. Por fin veía claro, su mayordomo había dado un paso en falso.
-Y supongo que yo te detendría porque harías algo que me dolería...-el demonio asintió-. Sebastian, tienes mi alma, que mas puede importarme si me darás mi venganza, que me importa morir ahora mismo, si con ello veo mi deseo cumplido.
La dama toma el caballo, Sebastian ya no puede sorprenderlo.
El otro caballo se movió una vez más.


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-¿Y que pasará cuando vea el mundo colapsar, y desee que me detenga?
-Ni modo, -contestó triunfante. La lógica le gritaba a Ciel que lo que Sebastian quería era robar permanecer toda su vida a su lado, sin que se cumpliera su mayor deseo, esperando su muerte natural, así tendría el premio de su alma y el plus de su frustración. Para la siguiente oración eligió cuidadosamente las palabras-. Hazme feliz, Sebastian, ahora mismo y sin que nadie lo evite, cumple mi más profundo deseo sin que nada, ni yo mismo pueda impedírtelo.
JAKE MATE
-Sí, mi señor.
El ultimo movimiento del caballo atacó al rey que ya no tenia
salidas.

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La misma actitud arrogante y calculadora de Ciel, su distanciamiento del mundo, habían cortado toda escapatoria.
Sebastian se quitó los guantes y mostró sus verdaderos ojos, la obscuridad y el silencio lo invadieron todo, fruto de su hechizo demoníaco. Con un movimiento veloz, empujó a su desprevenido amo, sobre su suave lecho y se abalanzó sobre él. Quedo cara a cara a cara, con el aturdido Ciel prisionero entre las sabanas y su cuerpo.
-A sus ordenes, mi Lord -pronunció lentamente, susurrándolo al oído, mientras aprisionaba ambos brazos del muchacho por encima de su cabeza.
-¡Que haces idiota!!, ¡¡¡detente!!! -El el ojipúrpura lo miraba con desden sonriendo. Ciel, atemorizado, adivino en esa sonrisa toda la lujuria del infierno- ¡¡¡Detente estúpido, te lo...
La frase fue ahogada por la lengua del mayordomo. En una serie de movimientos suaves y bruscos al mismo tiempo, esa boca acaparó completamente la del crío. Por primera vez ese chico conocía lo que era un beso. El movimiento de los labios, de Sebastian no cesaban. Besaba un labio, luego el otro, ambos... su lengua jugaba dentro de la boca de su sometido señor, quien en ocasiones, casi por reflejo, respondía al beso. Sebastian si que sabia besar... hacia que la boca de Ciel ansiara la suya, y se apartaba un poco, para luego volver al ataque, exitándolo. Era algo premeditado, desgastante y capaz de capturar la voluntad y los deseos de quien quisisera.
Mientras una de sus demoníacas manos aferraba los brazos del chicuelo, la otra bajo hacia su nuca, masajeándola, tocándola suavemente. Ciel se retorcía tratando de zafarse, y al mismo tiempo disfrutaba el contacto, era una sensación relajante, le daba sosiego. La mano que lo acariciaba bajo y abrió la camisa del pijama, arrancó los botones de un tirón. El movimiento fue tan brusco que en algunas partes desgarro la tela. El inexperto joven recobró fuerzas desde su miedo y volvió a retorcerse bajo el cuerpo de su mayordomo.
Sus bocas se separaron, y la del dominante bajo al cuello del dominado. La mano traviesa comenzó a acariciar un pezón y luego a presionarlo. Ciel jadeaba, apretaba los dientes y exhalaba entrecortadamente.
-Para... para...-jadeaba sin convicción- ugghh, para, por... favor.. ahhh.
-¿No te gusta esto, bocchan?- preguntó divertido el mayordomo.
-Noogg...-gimió el adolescente.
-Entonces que tal ésto...
La boca de Sebastian tuvo un nuevo objetivo... la maltratada tetilla de Ciel. Su lengua recorrió su botón rosado haciendo pequeños circulo, sus dientes la apretaban suavemente. Su mano subió y bajó por el costado del torso desnudo, acariciando las costillas, luego el vientre, y el ombligo, para después tomar el entrepiernas.
Ciel soltó un quejido ahogado. La excitación se estaba volviendo dolorosa.Sus testículos palpitaban. El demonio rozó suavemente su espalda, aciendo que se arqueara,bajó y lo acarició por sobre la ropa interior... haciendo pinzas sobre sus gónadas hipersensibilizadas con los tres dedos del medio de la mano, frotando hábilmente el pene con la palma.
El joven de ojos azules se quejaba, pero bastaron unos pocos movimientos más... para que acabara en medio de un orgasmo groseramente intenso. Su ropa interior se inundo de un abundante liquido espeso. Su espalda se arqueó nuevamente debao del cuerpo del moreno. Todos sus músculos se contrajeron y relajaron en placeneros espasmos, su garganta inteno proferir un rugido, acallado nuevamente por la boca de Sebastian, quien despues de besarlo suavemente, lo puso de costado y lo abrazó...
-Nadie lo oirá gritar, joven amo, -susurraba amenazador y seductor al oido-, mientras este en mi hechizo de silencio...
Notas finales: Ciel jugaba al gato y al ratón
y en ratón se convirtió,
Sebastian quiere ajedrez,
jugarlo una y otra vez (8)

Espero que les guste, como dije, va incrementandose el grado de "fuerza" en el lemon... voy a llegar tarde al trabajo por esto, pero... me inspiró saber que a alguien le gustó como escribí.

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