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-Mira, lo excitante de estos juegos, es el contexto que le das.
-Ah… o sea, jugar.
-Obviamente se necesita que ambas partes estén completamente de acuerdo para que ambas lo disfruten, yo nunca te haría algo así a menos que lo consintieras.
-¿Y las que se te llegan a escapar, tarado?
-Bueeeno, solo es una y no lo vuelvo a hacer –respondio Harry alzándose de hombros.
-Me da cosa, la verdad es que tienes la mano muy pesada, creo que me dolería mucho.
-Ese es el chiste –dijo Harry sonriendo, como si el muy ladino recordara tiempos pasados- es un ingrediente para añadir placer.
-Por Merlín, creo que estoy con un psicótico sexual.
-Solo un poquitín, además siempre hay una palabra clave para detenerse en caso de que ya no quieras seguir.
-Bueno, lo pensaré ¿de acuerdo?... por ahora solo quiero caricias pues estoy muy sensible –declaró el rubio con desparpajo.
Harry se sentó recargado en la cabecera para recibir a Draco, quien sentado sobre él, percibía con total claridad el gran paquete del moreno entre sus nalgas.
Durante un rato estuvieron besándose y acariciándose hasta que la mano de Harry se coló entre su culo.
-Ya quiero metértela…
-¿En serio? –respondio Draco restregándose entre sí para friccionar su pene atrapado entre los dos.
-Te voy a montar de diferentes maneras… espero que me aguantes el paso…
Draco sonrió sobre la boca del moreno sintiendo un dedo masajear su entrada.
-No te alcanzo bien, date vuelta y pon el culo.
-Estás muy mandón ¿no te parece?
-En este momento soy el rey de la selva, no me cortes la inspiración.
-¿Qué tiene que ver la selva con esto?
-Significa que me siento súper y que yo tengo el poder, así que no me bajes de mi nube, por favor –respondio Harry retirando su mano.
Draco rio al ver que en verdad Harry se engrandecía cuando hacía el amor, por lo que decidió seguirle el juego el pobre.
-De acuerdo, tú mandas.
Harry sintió su miembro hincharse cuando vio a Draco levantarse y voltearse dejándole el trasero a la vista.
-Bien –dijo abriendo las nalgas y comenzando a lamer.
-¡Ah!...
Su lengua chupaba la entrada una y otra vez clavándola con fuerza para relajar el tenso musculo. Draco se dio cuenta de que Harry había tomado ya el lubricante cuando un aroma a fresas inundo el ambiente.
-Muy bien, relájate para mí –susurró el moreno untándolo entre las nalgas y hundiendo un dedo con delicadeza.
Sonrió al ver los suaves pliegues de piel resistirse a su intrusión, lo que aumentó sus deseos de clavarse ahí.
El ardiente interior clamaba ser apagado, por lo que casi sin esperar, hundió el segundo dedo.
-Con calma que no me voy a ir… -masculló Draco.
-Lo siento.
Lamiendo y metiendo sus dedos alternativamente, Harry preparó a Draco un rato para finalmente hincarse y poner una mano en la blanca espalda para hacerlo inclinarse más; Draco pegó su mejilla en el colchón mientras el moreno le hacía separar las rodillas.
-Levanta un poco mas… -dijo levantándole las caderas.
El corazón de Draco latía frenéticamente a la espera de sentir el pene de Harry abrirse paso a su interior, pues en ese momento se sentía vulnerable y poderoso al mismo tiempo por ser el responsable de tal excitación.
-Si… quédate así… -susurró Harry jalándosela un par de veces mientras veía a Draco con el culo expuesto en una dócil espera por él- si pudieras verte, Draco… si pudieras ver cuánto me excita tenerte así… con ese culo tuyo solo para mi…
Draco estrujo las sabanas excitándose cada vez más al oírlo, por lo que solo pudo gemir.
-Me encanta tenerte así… para joderte como solo yo sé… -continuó el moreno viendo la excitación que esas palabras le provocaban a Draco.
-¡Sí, si…!
-¿Quieres Draco?... ¿quieres que te la meta? –continuó pasando su brillante pene por entre las nalgas.
-Harry, por favor…
Sonriendo, puso la punta en la sonrosada entrada y empujo solo un poco provocando tensión en el rubio.
-Hijo de puta, hazlo ya…
-Claro que lo voy a hacer, pero cuando yo quiera, pequeño bribón… -respondio Harry quitándose de nuevo.
-Mierda… ya tengo muchas ganas…
Harry le tomó la cadera con una mano y con la otra comenzó a empujar poco a poco sintiendo un deleite abrumador como el cuerpo de Draco le iba recibiendo poco a poco. Vio como Draco se estremecía al ir penetrándolo y su anillo de músculos estirarse por su miembro de gran tamaño.
-¡Oh!...
-Tranquilo…
Cuando su base tocó la piel de Draco, se quedó viendo como su pubis estaba completamente pegado al culo del rubio saboreando el hecho de que su pene entero estaba dentro de ese cuerpo y sintió enormes deseos de embestirlo con fuerza, pero tratándose de Draco…
-Hazlo con cuidado…
-Lo sé.
El resbaloso miembro fue saliendo despacio hasta quedar solo con el glande adentro.
-Uff… joder Draco, aprietas tan rico…
-Ah… -gemía el rubio pegando la frente al colchón mientras se preparaba a recibir de nueva cuenta al auror- e-estas… enorme… -mascullo sintiendo claramente como su entrada era abierta por el pene de Harry.
El moreno no respondio, solo tomo las caderas con ambas manos aprovechando que estaba tan duro que solo tuvo que enterrarse de nuevo empujando su pelvis comenzando así un lento y rítmico movimiento.
-¡Ah!... –gimio echando la cabeza atrás sin dejar de moverse por un buen rato y sin soltarle las caderas al rubio.
Draco no dijo nada al sentir los dedos de Harry clavársele en las caderas con fuerza, seguramente por estar embebido haciéndole el amor, simplemente se concentró a disfrutar las cada vez mas fuertes embestidas.
-Sí… no te detengas Harry…
Harry siguió penetrándolo un rato mas, para después salir de él y palmearle afectuosamente una nalga diciendo:
-Levántate.
Cuando Draco lo hizo, Harry lo besó mientras lo guiaba hasta el tocador, en donde le dio la vuelta haciéndole poner las manos en el borde.
-Separa las piernas…
Draco separo las piernas sin decir nada, pues los labios de Harry en su cuello lo mantenían muy ocupado, solo jadeó cuando volvió a ser penetrado con fuerza, intentó separase por reflejo, pero la firme mano en su cintura lo mantuvieron en su lugar.
-¿Me salgo? –musitó el moreno en su oreja recibiendo una negación de cabeza por respuesta.
Harry comenzó a ondular su cadera con fuerza mientras besaba la nuca revolviéndole la rubia y húmeda cabellera.
-¡Oh… Harry!... –balbuceó sujetándose fuerte del borde- Harry…
Su nombre en esos labios y dicho de esa forma, hizo sonreír al moreno mientras bajaba la mano con la que le sujetaba por la cintura, hasta su vientre, ya no tan plano como antes.
Un gemido mas fuerte surgió de la garganta de Draco cuando Harry llegó hasta su miembro y comenzó a masturbarlo, solo lo soltó cuando las piernas del rubio fallaron debido a los toques en su próstata volviendo a sujetarlo de la cintura.
-Ven… -dijo Harry arrastrándolo a una silla en donde se sentó palmeándose su muslo en una seña muy significativa para Draco.
El rubio sonrió mientras abría las piernas y se le montaba a horcajadas acomodándose él mismo el pene en su entrada.
-No puedo moverme mucho… -dijo pasándole los brazos por el cuello al moreno.
-No importa, ya lo tienes metido, así que con lo que puedas moverte estará bien, además aun nos falta mucho –respondio abrazándolo de la cintura mientras atacaba su boca a besos.
Draco se apoyó en sus hombros mientras fijaba los pies en el suelo y se levantaba despacio para volverse a sentar cuidando que el miembro no saliera totalmente.
-Tu piel… es deliciosa… -musitó Harry perdido en su cuello.
No pasaron ni cinco minutos cuando Draco se detuvo con aire entrecortado.
-Ya me cansé.
Harry vio consternación en el sudoroso rostro del chico, por lo que acariciándole una mejilla, le besó la punta de la nariz diciendo:
-No importa cariño, yo tengo muchas energías, créeme.
-No me gusta cansarme tan pronto –dijo Draco pegando su frente a la de Harry mientras lo abrazaba por el cuello.
-Ni te me deprimas, ven, vamos a la cama.
Tomándolo de la mano lo llevo hasta la cama, en donde Draco se subió y se recostó sobre su vientre con las piernas separadas recargándose en sus codos elevando el torso mientras Harry se le encimaba apoyándose en sus brazos para no dejarle caer todo su peso al tiempo que acomodaba miembro entre las nalgas.
Su pene entró de nuevo en el tierno canal haciendo que el moreno se quedara quieto unos segundos disfrutando la sensación para luego besar y chuparle el cuello.
Cuando Harry empezó a moverse, Draco clavó los dedos en la cama imposibilitado de moverse más por la posición, sin embargo las fuertes penetraciones y los besos de Harry en sus hombros y nuca lo hicieron quedarse quietecito dejándose oír los rechinidos de la cama.
-¡Diablos!... –jadeó Harry- Draco, así me aprietas mas…
Comenzó a mover su cadera con más fuerzas haciendo temblar a Draco, quien solamente jadeaba y se sostenía con fuerza sobre sus codos, hasta que Harry le susurró al oído:
-¿Ya descansaste lo suficiente?
-Si.
-Bien, entonces deja que me acueste –dijo saliendo de su interior.
Sintiendo los brazos algo acalambrados, Draco se hizo a un lado para dejarlo acostarse sobre su espalda.
-Listo, puedes hacer lo que quieras conmigo, soy materia dispuesta –dijo Harry cruzando los brazos bajo su cabeza dejando ver su pene erguido en todo lo alto.
Draco sonrió y se puso de pie en la cama, luego se situó sobre él dándole la espalda y se sentó a horcajadas mostrando claramente su culo enrojecido. Harry se pasó la lengua por los labios la verlo tomar su pene y acomodárselo en su entrada.
-Baja despacio…
-Si, ya sé que te gusta ver cómo me va entrando.
Draco comenzó a empalarse poco a poco ante los ojos de Harry, quien miraba embobado como la entrada del rubio volvía a estirarse para recibirlo; entonces el rubio apoyó sus manos en los muslos de Harry y comenzó a moverse, al principio lento para después incrementar la velocidad.
Harry gemía y jadeaba al tener frente a si, el culo de Draco Malfoy moviéndose de arriba para abajo mientras él le acariciaba las nalgas.
-¡Oh diablos! –Balbuceó sintiendo la fricción en su pene- ¡más rápido Draco!
La frente de Draco estaba perlada de sudor por el esfuerzo, pues aunque también lo estaba disfrutando, la respiración le comenzaba a faltar; entonces Harry se enderezó y con un movimiento firme pero gentil, lo empujo hacia adelante para hacerlo quedar en cuatro mientras él se ponía de rodillas atrás de él.
Draco aprovechó para recargar su frente en sus antebrazos y recuperar el aire.
-¿Estás bien? –preguntó Harry poniéndole una mano en la espalda e inclinándose a su lado para verlo de cerca.
-Si… si, es solo… que me falta un poco el aire…
-¿Quieres descansar?
-Solo dame un par de minutos ¿quieres?... no tardo nada…
-Si quieres acuéstate, podemos espe…
-No –interrumpió Draco girando el rostro para mirarlo- estoy bien, en serio.
-No quiero que te vayas a poner mal –dijo Harry acariciándole la mejilla, a lo que Draco respondio sonriendo.
-Nunca quieres hacer el amor conmigo, no creas que te voy a dejar escapar.
-No es que no quiera, lo sabes –respondio serio.
-Ya lo sé, tarado… -dijo Draco sentándose- ya estoy bien, hay que seguir.
-¿Seguro?
-Ajá, ya estaba a punto de venirme, detenerme así fue muy feo.
-Lo hice porque vi que ya no podías.
-Si, si… también lo sé, pero sigamos, mira, aun estamos duros.
-Bien –dijo Harry viendo que Draco efectivamente ya estaba bien.
Se puso de rodillas atrás de él volviendo a hacer que pegara la frente en la cama mientras le abría las piernas.
-¡Ah! –gimio el rubio al ser penetrado de un tirón.
Harry comenzó a embestirlo con fuerza y rapidez mientras le sostenía la cadera con ambas manos.
-¡Sigue…! ¡oh por Merlin... ¡Harry!
-Estas… tan bueno… tan jodidamente bueno…
-Me vengo Harry… ya… ya me vengo…
Harry también sentía el orgasmo cosquillearle el bajo vientre desde hacía un buen rato, pero disfrutaba tanto estar dentro de Draco, que se había estado conteniendo.
-Ha-Harry…
-Hazlo… hazlo… -respondio agachándose para masturbarlo.
Draco ya no resistió mas ante ese último toque, por lo que llegó al límite dando un grito y mojándole la mano.
Su cuerpo quedó desmadejado en la cama mientras Harry seguía masturbándolo hasta sacarle la última gota de semen.
-Fal-faltas tú… -balbuceó con la cara entre sus brazos.
-Si, pero quiero que tu termines bien –respondio el moreno habiéndose salido para que Draco descansara.
-Me gusta más cuando terminamos juntos…
-A mi igual, pero está bien, fue genial.
Draco volvió a levantar la cadera diciendo:
-Termina.
Harry se acomodo de nuevo atrás de él y comenzó a embestirlo con el mismo ritmo fuerte y veloz con que había estado montándolo, pues su excitación seguía en su punto más alto y ya deseaba venirse también.
Draco sintió las manos apretarle las caderas con fuerza cuando Harry por fin se corrió llenándole el interior con esa conocida y quemante sensación de su esperma al inundarlo.
Ambos se desplomaron quedando en posición de cucharitas de estante sin que Harry saliera de él.
-¿Todo bien?
-Más… más que bien –respondio Harry en su nuca- fue genial…
Sin decir nada mas, ambos se dejaron llevar por el sopor post orgásmico durmiéndose al instante.
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Cuando despertó, el tibio cuerpo que había a su lado lo hizo sonreír; miró el reloj y vio que marcaban exactamente las 3:30 am, entonces comenzó a masturbarse al recordar lo que hacía apenas un par de horas había sucedido.
-Quiero más… -pensó girándose para abrazarlo.
-mmm… -gimio Draco al sentir unos besos en su cuello.
-Draco ¿no quieres la segunda ronda?
Draco con trabajos abrió los ojos, pues estaba profundamente dormido y a decir verdad, se sentía tan cansado que lo único que quería era seguir durmiendo; sin embargo sabía, a pesar de estar semi dormido, que Harry tenía mucha energía para seguir y seguir, por lo que haciendo un gran esfuerzo, giró el rostro para mirarlo.
-Hola… -saludó Harry besándole los labios.
-Hola…
-¿Quieres el segundo raund o estás muy cansado?
Draco sonrió al ver su anhelante rostro, por lo que tocándole una mejilla dijo:
-Claro que me gustaría, pero no podría hacer todo lo que hicimos hace rato.
-No importa, podemos hacer algo tranquilo.
-Bueno, pues entonces ¿Qué esperas?
Harry lo besó con pasión envolviéndolo en sus brazos mientras Draco respondía sin moverse de su lugar.
-Me calientas tanto… fue una tortura esperar tanto tiempo –dijo Harry encimándosele.
Draco encogió las piernas y las abrió para darle espacio mientras era besado en el cuello y hombros; en esta ocasión, Harry no espero nada para penetrarlo mientras lo abrazaba y besaba.
El rubio soltó pequeños quejidos mientras Harry lo cabalgaba lento y suave prolongándose eso por un muy buen rato.
-¿Quieres… estar arriba? –dijo en su oído.
-No… quiero quedarme aquí…
A pesar de estar agotado, Draco disfrutaba el estar siendo montado de nuevo, pues esta vez el ritmo de todo era lento, calmado, justo para alguien con pocas energías.
-Ah… Ah… Ah… -gemía cada vez que Harry se lo metía.
Después el moreno le levantó los tobillos colocándoselos en los hombros dejándolo más expuesto.
-Draco, la penetración será más profunda, si te lastimo me avisas ¿de acuerdo?
-Ajá…
Hubiese mentido si negaba que no le habían dolido las primeras estocadas como hacia un rato con las otras penetraciones, pero sabía que no era un dolor provocado por alguna lesión, por lo que se concentró en disfrutar el pene de Harry metido en lo más profundo de su ser; y pronto se encontró pidiendo más.
-¡Más duro Harry!... ¡métemelo mas fuerte!
Las nalgas de Harry temblaban cada vez que se enterraba en ese cuerpo caliente que se lo pedía a gritos y al cabo de unos minutos, ambos se corrieron al mismo tiempo en un grito ahogado.
Penetrándolo un par de veces más, Harry por fin se salió quedando acostado hombro con hombro con el rubio y sin decir nada, ambos se durmieron otra vez.
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Cuando despertó, se giró dándose cuenta de que estaba solo en la cama, por lo que se arrellanó dispuesto a dormir más.
-Buenos días –saludó Harry entrando a la habitación con el pequeño en brazos.
-Ho-hola… -respondio Draco bostezando- ¿Qué hora es?
-Son las 11:30 am –dijo él jugueteando con el nene.
-¿Tan tarde?... ¿y porque no me despertaste?
-Estabas perdido ¿ya te vas a levantar? Te deje el desayuno en la mesa, si quieres te lo traigo.
-No… pero aun tengo mucho sueño –respondio el rubio recargándose en las almohadas.
-Pues duérmete.
-No, es que… Harry, me siento muy cansado.
Harry miró a Draco, quien lo miraba con expresión extrañada y cabello alborotado.
-¿Te sientes mal? –preguntó preocupado acercándose a la cama.
-No, para nada, es solo que siento como si hubiera corrido un maratón –respondio Draco levantando las mantas.
-No, quédate acostado si quieres.
-No me gusta estar en cama todo el día, me enferma mas estar así, mejor me doy un baño y bajo a desayunar, aunque más bien será almuerzo ¿no crees?
Harry vio con preocupación mientras sacaba una toalla del armario y se metía al baño.
-Creo que lo mejor será no volver a hacer el amor durante un buen rato.
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Los siguientes días pasaron dando fin al mes de vacaciones de Harry.
-Ya mañana tengo que ir a trabajar, que horror –dijo el moreno acomodándose en la cama.
-Si, que mal ¿no?
-Ajá… si por mi fuera me tomaría otro mes… bueno, al menos te acompañe a la revisión mensual de Harry.
-¿Qué te parece si como despedida hacemos el amor? –susurró Draco dándole besitos en la mejilla.
-No sé, creo que debería descansar para mañana ¿no crees?
Draco lo miró por unos segundos pensado en que bromeaba, pero al verlo acomodarse para dormir, comprendió que el moreno hablaba en serio.
-Ah… claro, buenas noches entonces –dijo sonriendo mientras se daba la vuelta y apagaba la luz.
-Draco… -dijo Harry al cabo de un rato.
-¿mmm?
-Yo en verdad quiero hacerte el amor… es solo… que me preocupa tu salud.
Como Draco guardara silencio, Harry continuo hablando.
-Esa noche fue genial, me encantó acariciar tu cuerpo y estar dentro de ti… pero al otro día estabas agotado… eso me preocupa.
Draco guardó silencio unos momentos para finalmente girarse y verlo de perfil.
-Si, la verdad es que me sentí exhausto.
-No es que no quiera tener relaciones contigo, créeme que me muero por hacértelo una y otra vez, pero eso no compensa el miedo de que te pase algo, compréndeme por favor –concluyó Harry girándose también para quedar frente a frente.
Draco sonrió al ver el temor en los ojos verdes a pesar de la poquísima luz que había.
-Mis hormonas me matan… por eso estoy como hoguera.
-¿Entonces es solo por eso que quieres que hagamos el amor?... yo creí que era porque te gustaba como lo hacíamos –dijo Harry haciendo pucheros.
-Eres un tarado…es solo que hemos hecho el amor tan pocas veces desde que estamos juntos –añadió Draco exhalando un suspiro.
-Eso es cierto, pero bueno, cuando nazca el bebé, cogeremos todo el día como unos malditos conejos ¿Qué te parece?
-Si, claro… sobre todo con dos niños que cuidar.
-Podemos…
-Mejor duérmete o mañana no te querrás levantar –concluyó Draco dándole un beso en los labios y dándose la vuelta.
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