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SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

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            La siguiente tarde, la visita que recibió fue la de…

            -¡Fred, George! ¡Vaya!

            -Hola Draco, Harry… -saludo Fred entrando.

            -¿Qué hay? –saludó también George.

            Solo habían estado cinco minutos cuando apareció Kelly amenazante.

            -Harry…

            -¡Lo sé, lo sé! Pero mira, mejor me salgo yo ¿ok? –se apresuró a responder el moreno sacándola delante de él sin darle tiempo a replicar.

            -¿Y ahora? –preguntó George extrañado.

            -Es que ayer vinieron Remus Lupin y Hagrid a visitarme, pero también estaban Sirius y Harry.

            -Mucha gente ¿no?

            -Sí, dijo que si lo volvían a hacer, me prohibiría las visitas.

            -Así que prefirió salir él –completó Fred.

            -Que bien, porque hay algo de lo que me gustaría hablarles –dijo Draco haciendo que los gemelos se miraran intrigados entre sí.

 

            Una hora después, Harry vio salir a los gemelos sonriendo de oreja a oreja mientras cuchicheaban entre ellos.

            -Nos vemos Harry –exclamó Fred cuando pasó a su lado con una expresión bastante sospechosa a criterio de Harry.

            -Luego vendremos de nuevo –dijo George muy sonriente haciendo que Harry entrara como rayo a la habitación.

            -Tranquilo, sigo entero –exclamó Draco cuando lo vio entrar.

            -Esos dos estaban muy sospechosos.

            -Así son ¿Qué no se supone que los conoces mejor que yo?

            -Mas bien los tres están sospechosos.

            -Imaginaciones tuyas.

            -Sí, claro…pero aun así -respondio Harry alzando una ceja.

            -Estás paranoico.

            -Y siempre acierto… por cierto, es hora del baño.

            -Ya no quiero baños de esponja, quiero un verdadero baño –suspiro Draco recargado en sus cojines.

            -Bueno, pues que sea un verdadero baño –respondio Harry sonriendo.

            Draco lo miró sonreírle mientras se metía las manos en los bolsillos.

            -Siento hacerte mi elfo domestico, pero…

            -Ni creas que es gratis, ya llegara el momento en que estés bien y yo esté enfermo y entonces exigiré el mismo trato -Draco sonrió mientras veía a Harry sacar una toalla y dirigirse al baño- al menos Molly trae a Harry todos los días aunque sea un ratito.

            -Si, eso me alegra el día y ¿Cuándo me darán de alta? –pregunto cuando Harry regresó.

            Exhalando un suspiro, Harry se sentó en la cama.

            -No lo sé.

            -Ya quiero irme de aquí, este lugar me deprime mucho.

            -Tú te deprimes hasta porque está nublado.

            -Hablo en serio… sácame de aquí…

            -No empieces por favor.

            -No empiezo nada, es solo que este lugar no me gusta.

            -¿Y crees que a mí sí? ¿Qué me gusta que mi familia este repartida como un mero pasatiempo? Si estás aquí no es por puro gusto –dijo Harry poniéndose de pie mientras manoteaba.

            -Oye, tampoco es para que te pongas así…

            -¡Es que me exaspera que empieces con el mismo tema!

            Draco solo asintió mientras intentaba darse la vuelta en la cama.

            -Tengo sueño, ya no quiero el baño, gracias.

            Harry inclinó la cabeza mientras exhalaba un suspiro.

            -Oye… lamento haberte gritado, no fue mi intención.

            -¿Por qué no te tomas el resto de la tarde?... necesitas descansar.

            -Draco…

            Pero Draco ya no respondio, simplemente se quedó encogido en forma fetal.

            -Oye, lo lamento… -continuó Harry acercándose a la cama.

            -Déjame dormir.

            -Primero mírame –dijo Harry dándole la vuelta a la cama para mirarlo de frente.

            Pero Draco se cubrió por completo con la manta mientras suaves gimoteos movían sus hombros.

            -Oye… -exclamó el moreno sentándose en la cama al tiempo que le acariciaba el cabello- necesitas estar aquí, necesitas cuidados que ni yo te puedo dar… ¿es que no lo comprendes?... no voy a arriesgarme a que algo grave te suceda mientras voy por el pan.

            -Tú… t-tu ni… vas por el pan… va Betsy…

            Harry sonrió sin dejar de acariciar el sedoso cabello rubio.

            -Es solo una forma de expresión… es para decirte que no quiero ni voy a arriesgarme a algo grave cuando pudo evitarse desde un principio.

            Draco ya no dijo nada, pero entonces Harry jaló poco a poco la manta hasta descubrirlo hasta los hombros; después lo levantó con suavidad y lo abrazó en silencio.

            Draco se dejó envolver en ese tibio rincón que como tantas otras veces, le brindó un consuelo que nadie más podía darle.

            -Ten paciencia, nene… ya falta menos… -susurró besándole la coronilla.

            -Es q-que… me… me sien-siento tan… tan infeliz… sin poder… cuidar a...a…

            -A Harry.

            -Ajá… y a Grimauld Place… ya lo… ya lo siento mi hogar… qui-quiero… estar allá…

            -Shhh…

            -Quiero mi… casa… quiero… mi… cama…

            Harry ya no dijo nada, sabía que nada de lo que dijera iba a consolarlo, pero también sabía que nada de lo que dijera Draco lo haría cambiar de opinión.

            -Lo siento, vas a quedarte aquí el tiempo que sea necesario.

            Los gimoteos de Draco se hicieron más fuertes al tiempo que comenzó a soltarse de Harry.

            -Draco…

            -¡Quiero… estar solo!

            Haciendo un gesto de impaciencia, Harry lo soltó y salió de ahí; Kelly lo encontró media hora después en los jardines de la clínica.

            -¿Tomando aire?

            -Si ¿A dónde vas? –Preguntó viéndola salir sin su túnica blanca- lo siento, eso no me incumbe…

            -Voy a comer, hay un restaurant cerca de aquí que prepara comida deliciosa ¿Por qué no me acompañas? Te haría bien un poco de aire.

            Sonriendo, Harry acepto el ofrecimiento.

            -Es obvio que se ponga así, siente que ha perdido totalmente el control de todo nuevamente.

            -Pero yo hago lo que puedo, no sé que mas hacer –respondio Harry picoteando una ensalada de lechuga.

            -No hagas nada, lo has hecho excelente, solo sigue haciendo lo mismo, ya se calmará.

            -¿Pero no le hace daño tanto estrés?

            -¿Preferirías que esté en su casa?

            -No, claro que no.

            -Mira, por como lo veo, ya no falta mucho para que lo demos de alta, solo un par de semanas más y ya.

            -¿En serio?

            -Si, el peligro ya está pasando y ha reaccionado bien al suero que hizo mi padre con la poción “Conservatus”… diablos, mi padre es un genio… -dijo Kelly con evidente orgullo.

            -Lo admiras…

            -Por supuesto, me hice medimaga por él… aunque ya casi no atiende pacientes, más que un par de casos aparte de Draco, ya se siente cansado y prefiere pasar más tiempo con mi madre; por eso también se fue de San Mungo.

            -¿Y cómo sigue tu madre?

            -Aunque su salud quedó muy mermada con el accidente, ya está mucho mejor, mi padre pasa mucho tiempo con ella, creo que ya desea jubilarse.

            -Me alegra que esté mejor, aun no tengo el gusto de conocerla.

            -Un día de estos… pero regresando al tema de Draco, no  creas que no le tomo suficiente importancia, su expediente me dice que tiende a ser muy depresivo, así que lo que haces lo ayuda mucho a no decaer… tranquilo Harry, está bien supervisado.

            -Gracias.

            -Además Harry, cuando pase todo esto, aunque el nivel hormonal de Draco mejorará notablemente, pues la gestación le está provocando estos arranques sentimentales, y aunque ya no será como antes solía ser, tampoco será la reina del drama como lo está siendo ahora.

            -¿Me lo juras? –preguntó con un dejo de suplica.

            -Te lo juro.

            -Gracias a Dios.

            Platicando un par de cosas más, el rato pasó tranquilamente hasta que fue la hora de regresar para ambos.

            Cuando Harry entró a la habitación, encontró al rubio durmiendo, por lo que se sentó en el sofá a tomar también una siesta.

            -Harry… -murmuró Draco despertándolo al instante.

            -mmm… ¿sí? –respondió estirándose y viendo en su reloj que ya eran las 8:00 pm- vaya, ya es tarde.

            -Tengo calor…

            Harry se enderezó para mirar a Draco intentando quitarse las mantas.

            -Y tengo sed.

            Se levantó y fue hasta la cama viendo el rostro de Draco arrebolado.

            -Tienes un poco de fiebre –exclamó poniéndole la mano en la frente- llamaré a una enfermera –añadió oprimiendo un botón.

            -Harry…

            -¿Sí?

            -Lamento haber sido tan… idiota hace rato; entiendo que estoy aquí porque no estoy bien.

            -Tranquilo, ya sé que eres un desesperado –respondio sirviendo un vaso con agua y una pajilla.

            -Si, pero me estresa mucho estar aquí… ¿no podría cuando menos salir al jardín?

            -Le preguntaré al señor Jackson, toma –dijo ayudándolo a levantarse y a beber del vaso.

            -Lo siento, sé que estas molesto…

            -¿Acaso me veo molesto? –respondió sonriéndole mientras sujetaba el vaso.

            Draco se recargó en el pecho de Harry mientras bebía el agua, después solo se quedó ahí, dejando que el moreno lo sujetara.

            -No podría hacer esto sin ti, lo sabes ¿verdad?

            Harry dejó el vaso en la mesita de al lado y con esa mano comenzó a acariciar el rubio cabello.

            -Lo sé…

            -Estoy pasando un mal momento… me siento muy triste…

            -Sé que te sientes mal y que estas en un mal momento ¿Por qué crees que no me puedo enojar contigo? –respondio besándole la coronilla.

            Draco lo abrazó por la cintura mientras comenzaba de nuevo con el bendito llanto.

            -L-lo siento, lo siento… es-estoy de… mal humor y… y me duele la cabeza…

            La enfermera entró en ese momento haciendo que los chicos se separaran para poder revisarlo.

            -Llamaré a la medimaga Jackson –dijo la enfermera habiendo checado sus signos vitales.

            Cuando Kelly lo revisó, inyectó un medicamento en el suero.

            -Es una pequeña infección, nada grave, tranquilo –dijo a Harry- bueno, ya me voy a casa, cualquier cosa, me avisaran y vendré en seguida.

            -¿No vendrá el señor Jackson? –preguntó Draco.

            -No, está un poco resfriado, bien me voy, buenas noches.

            Cuando Kelly salió, Harry la alcanzó en el pasillo.

            -Oye, lamento molestar pero Draco deseaba un baño, pero ya no de esponja.

            -No hay problema, puedes dárselo.

            -¿Y crees que haya algún problema con que salga al jardín?

            -Lo ideal es que se mueva lo menos posible, pero un breve paseo en silla de ruedas no le hará daño, puede salir.

            -Gracias.

            -Solo espera media hora para el baño.

            -Bien.

            Cuando la media hora pasó, Harry comenzó a hacer un movedero de mangueritas para que Draco pudiera moverse haciendo que éste lo mirara extrañado.

            -¿Qué vas a hacer?

            -¿Cómo, qué? ¿No querías un verdadero baño?

            -Pensé… bueno…

            -¿Qué lo había olvidado?

            -No, olvidado no, pero… más bien que te ibas a hacer el muerto y ya.

            -Draco… -dijo Harry quitando el resto de las mantas- ¿acaso crees que no sé todo el trabajo que estás haciendo?

            -¿Trabajo? –repitió sentándose en la cama con ayuda de Harry.

            -Ajá, trabajo… mira, tu cuerpo está trabajando a marchas forzadas, es como fue con Harry, tu organismo esta a toda máquina por decirlo así, haciendo algo que no es natural, es obvio que estés agotado y harto de todo, pero no cualquiera haría lo que tú estás haciendo, lo menos que puedo hacer es hacerte más llevadero todo esto.

            -Bueno… -sonrió Draco- tampoco es para tanto, las mujeres lo hacen todo el tiempo.

            -Tú lo has dicho, las mujeres; pero su cuerpo está diseñado para eso, el de los hombres no.

            -Aún así… ahora entiendo porque mi madre solo me tuvo a mi –exclamó poniendo un brazo en el hombro de Harry mientras éste le pasaba el suyo por la cintura ayudándolo a ponerse de pie.

            Pero era cierto, Harry veía el trabajo que le costaba a Draco llevar el día a día, intentando superar sus depresiones, sus cambios de humor, sus dolores y malestares que cada día se hacían más patentes.

            -Me estoy mareando, mejor regresemos –dijo a medio camino el rubio.

            -Tranquilo, es normal, pero yo te sostengo, ya casi llegamos; pero para la otra mejor te traigo la silla para baño.

            Cuando llegaron al baño, Draco se sentó en un banco acojinado mientras Harry checaba la silla especial que estaba colocada dentro de la tina.

            -Estos baños me sientan muy bien, pero detesto esa silla, me hace sentir un anciano.

            -No solo los ancianos las usan.

            -Ya lo sé, pero aun así.

            -Listo, ahora vamos contigo.

            Harry le desató la bata azul que traía amarrada por atrás y se la sacó dejándolo totalmente desnudo.

            -Cada vez estoy más gordo.

            -Solo un poquito –dijo Harry agachándose y cargándolo en brazos para colocarlo en la silla- listo… ¡Uff!

            -Ya estoy más pesado ¿verdad?

            -Algo… bien, abriré la regadera, el agua ya saldrá caliente.

            Cuando el agua comenzó a caer, Draco alzó la cara con deleite mientras Harry tomaba una esponja.

            -¡Ah que rico!

            -¿Quieres que te lave el cabello o lo haces tú?

            -Lo hago yo.

            -Bueno, comenzaré con tus piernas, por cierto ¿Cómo van?

            -Me duele la derecha, pero solo un poquito.

            -Bien.

            Media hora después, Draco ya estaba de nuevo en su cama y sintiéndose mucho mejor mientras Harry le secaba el cabello con su varita, de la cual salía aire caliente de la punta como si fuese una secadora eléctrica en tanto el rubio se lo peinaba con los dedos.

            -Oye Harry…

            -¿mmm?

            -¿Te gusta ser auror?

            Extrañado un poco por la pregunta, Harry se encogió de hombros mientras asentía con la cabeza.

            -No te ves muy convencido.

            -Claro que lo estoy, soy bueno en eso desde el colegio.

            -Ah… pues a mí no me gusta que lo seas –exclamó Draco agachando la cabeza para que el aire de la varita le secase esa parte de su cabello- claro que  lo agradezco pues así nos conocimos, pero ahora siento que cada vez que sales, puede ocurrirte algo malo.

            Harry no respondio al momento, pues la verdad era que aunque le gustaba mucho su profesión, cada vez que salía a una misión, cada vez le pesaba más dejar a su familia.

            -Pues sí, pero así es el trabajo.

            Draco se enderezó haciéndole una seña a Harry para que “apagara” su varita.

            -Listo –dijo alisándose el cabello rubio- ya lo tengo muy largo.

            -Si quieres…

            -No, gracias.

            -jmmm… -masculló Harry alzando una ceja.

            -Cuando platiqué con los gemelos les propuse algo.

            -Ya decía yo que se veían muy sospechosos.

            -Bueno, pues les propuse hacerme  socio capitalista en su negocio de bromas.

            Cuando Harry escuchó aquello, solo parpadeó un par de veces mientras Draco continuaba hablando.

            -Cuando visité su tienda, vi que tienen mucho potencial y aunque les va bien, sé que podría irles mejor, pero en un plano más amplio pues localmente lo tienen todo dominado, y lo que yo propongo es expandirse a nivel internacional; verás, el dinero que nos dio Sirius no durará toda la vida y francamente con lo que ganas y lo que puedas tener ahorrado, no creo que vayamos a librarla tan fácil.

            -Pues no nos va tan mal –replicó Harry sintiéndose de cierto modo ofendido.

            -Tranquilo, claro que no nos va mal, trabajas como un maldito asno –respondio Draco tomando su mano e instándolo a que se sentara en la cama- pero el trabajo de auror no es tan remunerado como uno quisiera y sin afán de ofender, tus padres no eran ricos ¿Cuánto pudieron heredarte que no te hayas gastado ya?... bueno, que no nos hayamos gastado ya –añadió al ver a Harry alzar su ceja nuevamente.

            -Bueno, he sido organizado.

            -Y eso está muy bien, pero no creas que no me doy cuenta de que te truenas los dedos cuando de dinero se trata… no creas que no me doy cuenta de todo lo que gastas en mi; basta ver la clínica para ver que es carísima.

            -Eso no me pesa en lo absoluto, tu salud no tiene precio.

            -Ya lo sé… pero sé que te estresa pensar a futuro, sé que solo por las cámaras que nos dio Sirius, has podido tomarte este año sabático… vamos Harry, no me excluyas otra vez de esto –añadió poniéndole una mano en la nuca y atrayéndolo hacia sí hasta pegar sus frentes- con el dinero de Sirius podemos hacer algo bueno, algo grande para nosotros.

            -Pues… pues si…

            -Además a los gemelos les encantó la idea, eso de llevar al extranjero los “Sortilegios Weasley” les pareció magnifico y…

            -¿Y?

            -Bueno, tú podrías dejar de ser auror y dedicarte a otra cosa que no implique violencia y días de ausencia.

            -¿Me pides que deje la profesión que elegí desde que era un adolescente? –dijo Harry separándose un poco.

            -Suena… drástico –exclamó Draco como buscando la palabra exacta- pero piénsalo… mira, les propuse ser socio capitalista, no un simple inversionista, eso implica involucrarnos en todo el negocio; obviamente solo hablamos de negocios en el exterior pues no desean que en la tienda de aquí metamos mano y estoy de acuerdo con ello, pero en lo demás han aceptado y aunque  aún falta platicar todo lo demás, lo importante es que dijeron que si.

            Harry miró a Draco y observó que el rubio hablaba entusiasmado.

            -Además trabajarías con tus amigos, porque eso de que solo yo sería socio es un decir, en realidad nos propuse a ambos y ellos dijeron que si… vamos Harry, solo piénsalo, no tienes que responderme ahora –concluyó al ver el silencio del moreno.

            -Parece que ya tienes todo planeado –dijo Harry en un tono tan neutro que se le hizo difícil a Draco saber su estado de ánimo.

            -Eso puede parecer, pero es una gran oportunidad.

            -¿Eso quiere decir que tu serías socio aunque yo decidiera siguiera siendo auror? –preguntó Harry viendo al instante como la sonrisa de Draco comenzaba a flaquear.

            -Pues… sinceramente no he querido pensar en eso, pero…

            -¿Pero?

            -Pero si… digo, ya tendremos dos niños y yo seguiré en tratamiento por tiempo indefinido, no voy a dejarte todo el peso.

 

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