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SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

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            -Eso es cierto Sirius… -intervino Harry tomando su taza de café- siempre estuvimos muy al pendiente de los niños, tú mejor que nadie sabe como son los demás.

            -Temes que los otros niños sean como tú lo fuiste ¿no Draco?

            -No es lo mismo.

            -Claro, claro…

            -Mis pobres niños… -dijo Harry sin poderlo evitar.

            -Sí, compadézcanse de los niños… -dijo Sirius- pero de los demás.

            -No es gracioso –exclamó Draco.

            -Solo espero que no se depriman cuando los demás chicos los molesten –dijo Harry tomando la mano de Draco.

 

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            -¿Tú eres Harry Potter? –dijo un niño con escudo de Ravenclaw en su túnica al pasar junto a Harry, quien esperaba a Sirius para ir a la biblioteca junto a un grupo de amigos de su misma casa.

            -¡Ya llegué Harry! –exclamó Sirius llegando con el rostro arrebolado viendo a su hermano hablar con un grupito de tres chicos de primero.

            -Entonces si eres Harry Potter.

            -Si ¿Por qué? –respondio Harry arreglándose la corbata color verde mientras su hermano se pasaba los dedos por entre su cabello en un inútil intento de acomodarlo.

            -¿Es cierto que tienen dos papás?... ¿dos hombres? –preguntó el chiquillo con cara de asco y burla al mismo tiempo mientras los otros dos niños hacían gestos similares y reían como tontos estilo Crabbe y Goyle.

            -Sí ¿y? –preguntó Harry alzándose de hombros.

            -¿O sea que tu papá cogió con otro hombre?

            -Si, con el tuyo y dijo que fue una mierda, con razón tu mamá se coge a tu elfo doméstico, que al parecer tiene el pito más grande que los hombres de esa casa.

            El niño se quedó con la boca abierta mientras sus dos amigos se quedaban sin saber qué hacer al tiempo que Sirius y sus otros compañeros estallaban en carcajadas.

            -Tú eres Thomas McManus… -dijo Sirius entonces señalándolo varias veces como si lo regañara- ya te recuerdo… tú eres el niño de quien hablaban las chicas, decían que te pedorreaste en el salón y que apestaste todo como si una Mimbulus Mimbletonia te hubiera salido del culo.

            Varios chicos y chicas que pasaban por ahí alcanzaron a oírlo y comenzaron a carcajearse haciendo que el chico enrojeciera hasta las orejas.

            -¡Eso no es cierto, yo nunca hice eso en el salón!

            -¿En el comedor entonces?

            -¡Claro que no!

            -¡Eres un pedorro! –exclamó Harry señalándolo mientras algunos chicos que los rodeaban comenzaron a llamarlo así haciendo que el chico saliera corriendo seguido de sus amigos- Vámonos… -dijo riendo aun.

            -Que idiotas –exclamó Sirius riendo también- cuánta razón tenía mi padrino.

            -Ajá… el que pega primero…

            -Pega dos veces.

 

_____________________________________________________________________________________.

 

            -Buenas notas y ninguna queja… creo que me preocupo demasiado –dijo Draco guardando en un cajón una carta de los chicos.

            -Sí, creo que Sirius tenía razón después de todo –dijo Harry saliendo de la ducha.

            -En fin, tenemos mucha suerte, son buenos niños.

            -Claro, son Potter.

            Draco rió al escuchar el  presuntuoso tono de Harry.   

            -Bueno, dejemos el asunto de los niños en paz y vayamos a un tema más adulto –dijo Draco acercándose a Harry hasta pegar sus torsos.

            -¿Andas querendón?... ¿no que estabas muerto porque fue un día muy pesado?  -exclamó Harry dejándose abrazar.

            -Ya no soy el de antes Potter, ahora corro todos los días, llevo una dieta muy balanceada, casi no tomo medicamentos, podría competir en un maratón… en conclusión, estoy más sano que un microbio.

            Harry sonrió aventando la toalla y tomando a Draco de los muslos para hacerlo pegar un saltito y cargarlo hasta la cama con sus piernas enredadas en la cintura.

            Cuando llegó a ella se dejó caer para quedar sobre él y besarlo con verdaderas ganas.

            -mmm…

            Draco abría la boca lo más posible para llevarle el ritmo a ese duelo de lenguas que ninguno deseaba perder; pero entonces lo empujó para poder levantarse y quitarle la camiseta que se había puesto al salir de bañarse.     

            -Quítate los calzoncillos… -masculló Harry apenas quedó desnudo.

            -Quítamelos tú… -respondio juguetón al tiempo que se soltaba y brincaba sobre la cama.

            -Con que esas tenemos.

            Harry intentó agarrar a Draco, quien hábilmente saltó de la cama y corrió por la habitación vestido solo con la camisa del pijama.

            -¡Eres un anciano, Potter!

            Harry lo pescó justo cuando Draco llegaba nuevamente a la cama e intentaba saltar a ella; entonces el rubio cayó de bruces en el colchón quedando a merced del moreno, el cual le tomó el calzoncillo color azul marino y lo bajó de un tirón dejando al descubierto un carnoso trasero, trasero que no se libró de tremenda nalgada que resonó hasta China.

            -¡Ay hijo de puta! –gritó Draco enojado mientras se volvía hecho una furia.

            -El que se lleva, se aguanta… -respondio Harry evitando que se girara dejándolo boca abajo.

            -¡Así no me llevo! –exclamó Draco sin poderse sobar.

            -Ya, ya, pobrecito… -dijo sobándole su nalga enrojecida.

            -Eres un tarado, idiota, cavernícola… ¡Ya no quiero!...

            Sonriendo por la rabieta que sabía que habia provocado comenzó a mordisquearle la nuca intentando contentarlo.

            -Perdón Draco… es que no lo pude evitar, ya sabes que tus nalgas me provocan ser así…

            -Quítate, ya no quiero nada, te lo he dicho como mil veces…

            -Ya, no te enojes… es que están tan buenas que no lo pude evitar…

            -Pero ya sabes que no me gusta –dijo dejando de forcejear- tienes una mano malditamente pesada.

            -Y tú un traserito de tentación… no me culpes por tener deseos insanos con el –respondio pasando sus dedos suavemente por la ranura que había entre ellas- además este culito es mío y hago con él lo que quiero, también te lo he dicho como mil veces.

            Draco se giró furibundo encontrándose con un rostro sonriente siendo  muy evidente que estaba siendo provocado a todas luces.

            -Idiota… -dijo finalmente sonriendo.

            Sin dejar de sonreír, Harry lo dejó girarse para poder besarlo nuevamente, pero con calma y ternura… saboreando cada rincón de esa boca tan amada y que a veces soltaba cada palabrita.

            Frotó su mejilla con la de Draco… sintiendo su piel, captando aroma… disfrutando su cercanía… besó su cuello, sonriendo por el estremecimiento que provocaba, sintiendo sus manos subir por sus hombros y colarse entre su cabello… guiando su rostro para mirarlo de frente y encontrarse con esos ojos y hermosos ojos grises que lo miraban fijamente con una mezcla de amor y deseo al mismo tiempo. Sus pupilas dilatadas revelaban que el hombre rubio que tenía entre sus brazos estaba excitado y no era el único.     

            Comenzó a desabotonar la camisa de rayas de Draco hasta dejar el blanco pecho descubierto, besó un hombro y llegó hasta una clavícula… la besó, la lamió y mordisqueó arrancando pequeños gemiditos al dueño, luego se enderezó y se quitó la camiseta para poder seguir más cómodo con lo que estaba haciendo siendo imitado por Draco, quien hizo el intento por quitarse los calzoncillos que estaban a medio muslo.

            -No, deja que lo haga yo…

            Draco vio a Harry tomar su prenda interior y bajarla lentamente mientras lo miraba sonriendo pícaro, luego se paró en la cama y se quitó su short que a veces usaba para dormir dejando ver su sexo en todo su esplendor; aun no estaba totalmente erecto pero ya despertaba haciendo que Draco alzara una ceja viendo a Harry poner sus brazos en las caderas en una actitud clara.

            -Oh vamos, no digas que no quieres… -dijo Harry moviendo su cadera.

            Draco se hincó quedando frente al pene de Harry, lo tomó y le dio una lamida a la punta haciendo a Harry estremecer de excitación.

            -Vamos chico, chúpalo ya… -urgió acercando su cadera.

            Draco abrió la boca y se lo metió hasta donde pudo haciendo que el moreno jadeara y echara la cabeza hacia atrás mientras el rubio comenzaba un mete y saca un tanto lento dándole tiempo a su saliva de lubricar el caliente pene en tanto sus manos acariciaban los testículos que poco a poco también se hinchaban.

            Jugó con su lengua sobre la punta del miembro, lo levantaba y besaba el tronco sintiendo de vez en vez cosquillas en la nariz por el rizado vello oscuro de Harry; sus manos estrujaban y acariciaban las duras nalgas disfrutando sus jadeos y estremecimientos, conociendo perfectamente el modo de hacerlo gemir y el modo de hacer que sus rodillas temblasen con solo hacerle una mamada…

            -Dilo… -masculló sobre el pene.

            -mmm ¿eh?... –respondio todo idiotizado.

            -Anda Harry, dilo…

            -¡Oh Draco, eres el rey de las mamadas! –gimio Harry tomándole la cabeza.

            Un par de chupadas mas y Harry se correría, así que se detuvo poco a poco hasta comenzar a besarle el vientre siendo esa la señal de que había terminado, el moreno lo sabía, así que se puso de rodillas todo tembloroso.

            -Un poco mas y me vengo… -musitó jalándosela él mismo hasta quedar acostado.

            -Sí, pero aun no quiero –dijo Draco montándosele encima.

            -Bájate o no respondo… quiero venirme en este mismo instante y contigo montado ahí lo voy a hacer te la meta o no…

            -Bueno, mientras yo haré otra cosa –dijo Draco alzándose de hombros mientras se quitaba y sacaba algo del cajón del buró.

            Harry vio que había sacado el tubo de lubricante, así que muy tranquilamente siguió jalándosela despacio mientras miraba como Draco destapaba el tubo y se untaba un poco en sus dedos.

            -¿Qué vas a hacer?

            -No molestes, tu estas en lo tuyo ¿no? –respondio girándose y colocándose en cuatro quedando con el trasero casi de cara a Harry.

            Por entre sus piernas asomó su mano, que con sus dedos embadurnados de lubricante comenzaron a acariciar el área circundante a su ano para finalmente hundirse entre sus nalgas dejando a Harry con la boca literalmente abierta.

            -mmm… -gimió agachando la cabeza mientras masajeaba su entrada para poder meter su dedo medio, pero como iba despacio terminó doblando su brazo y quedar recargado con su antebrazo en el colchón; entonces lo metió poco a poco hasta donde pudo, luego comenzó su mete y saca con pequeño quejidos que hacían a Harry tragar en seco mirando todo como un bobo.

            Cuando quiso meter el segundo dedo puso más lubricante en su mano y los metió lentamente mientras Harry se enderezaba en su lugar.

            -Ah… mmm…

            -Quéjate más…

            -No molestes… -respondio recargando su frente en el colchón mientras hundía lo más que podía sus dedos medio y anular dentro de sí y abría mas las piernas dejando ver su pene colgando y sus suaves testículos pidiendo a gritos ser tocados.

            Harry sabía que ese era el maldito juego del rubio y que no lo dejaría tocarlo como castigo hasta que se le diera la gana, así que lo único que podía hacer era disfrutar del espectáculo, el cual duró un buen rato.

            Pero la posición era algo cansada, así que Draco se dio la vuelta y se puso boca arriba, abrió las piernas y poniendo más lubricante junto tres dedos… tres dedos que Harry vio como hipnotizado dirigirse a…

            -Oh… -gimió Draco arrugando la nariz cuando los tuvo en su entrada- deseaba exasperar a Harry, pero en lo personal no le gustaba dilatarse con tres dedos, le incomodaba y Harry lo sabía, por lo que el moreno cruzó los brazos y esperó sonriendo a que el rubio continuara con su juego.

            -¿Y bien? –Dijo sonriente sin moverse de su lugar- ¿te ayudo?

            -¿Acaso pedí tu ayuda?

            Poco a poco comenzó a meter los dedos haciendo que su entrada se estirara forzadamente debido a la posición en la que se encontraba, definitivamente era algo incómodo…

            Harry se levantó y le quitó la mano de entre las piernas provocando protestas, sin embargo poco le importó, pues tomando su pene lo dirigió directamente al ano de Draco y lo metió lento pero firme arrancándole un jadeo al rubio.

            -Necesitas un brazo más largo para llegar hasta donde yo llego –dijo pasando sus brazos por debajo de Draco mientras le hablaba al oído.

            Draco giró el rostro dejando que la boca de Harry se posesionara de su cuello mientras las suaves embestidas comenzaban.

            -¡Oh!... Mgh… ah…

            Los besos en la boca comenzaron mientras Harry movía su cadera con firmeza, metiéndose hasta lo más profundo de Draco, mientras las manos del rubio acariciaban su espalda.

            -Bocabajo… ponte bocabajo… -masculló en su oído después de un buen rato así.

            Draco espero a que se le quitara de encima y luego se volteó sintiendo como Harry le abría las piernas para enseguida metérsele de nuevo y continuar embistiéndolo con fuerza.

            La jadeante respiración de Harry resonaba en su oído haciendo que varias hebras de cabello rubio volaran con cada una, su boca en su nuca, mordisqueándolo, haciéndolo estremecer mas si acaso eso era posible… los brazos fuertes a cada lado suyo, sosteniéndose para no aplastarlo mientras él alzaba el pecho y giraba la cabeza para poder ver la moreno, el cual le besó la sien y la mejilla sin dejar de penetrarlo.

            -¡Oh Merlín! –gimoteó sintiendo la gloria cuando su pene se friccionaba en el colchón con cada empujón de Harry.

            Harry besaba y lamia su oreja, su cuello y cada porción de piel que estaba al alcance de su boca, hasta que Draco hizo señas de que era suficiente, entonces se detuvo y salió de él, comenzaron a darse besos, desde besos suaves y tiernos hasta hambrientos, sentados en la cama… abrazándose uno al otro… hasta que Draco se bajo y caminó hasta una silla.

            -Ven aquí Harry, si seguimos haciéndolo como estábamos me voy a correr ya y aun no quiero.

            Así que puso sus manos en la silla quedando con el culo expuesto.

            -Draco, me vuelves loco cuando te portas como una perra ofrecida.

            Draco sonrió dándose palmaditas en el trasero, solo que cuando Harry llegó le advirtió señalándolo muy serio:

            -El que yo esté nalgueándome, no significa que tu puedes hacerlo.

            -Pues que mal –respondio torciendo la boca- bien, prometo no hacerlo… separa las piernas.

            Draco separó las piernas, así que Harry se hincó entre ellas quedando frente al trasero de Draco, el cual acaricio con ambas manos y abrió exponiendo ante sí la fruncida y tierna entrada.

            -Deliciosa… -murmuró acercando su boca.

            -Ah… -jadeó al sentir la lengua en ese lugar tan sensible- ¡Diablos!... –gimió agachando la cabeza al sentir como la boca de Harry y sobre todo su lengua, masajeaban su entrada de manera que le hacía doblar las rodillas.

            Harry le abría las nalgas mientras chupaba y jugaba con la entrada de Draco dejándose oír sonidos húmedos en la habitación.

            -¡Diablos Harry…! ¡Voy a venirme! –jadeó apretando los puños.

            Sin decir nada, Harry le apretó la base del pene haciéndolo encogerse en su lugar.

            -¡Potter!

            -Respira profundo cariño, eso hago yo…

            Sabiendo que Harry no lo soltaría, Draco recurrió a todo su autocontrol para no eyacular, además de que ese incomodo apretón se lo estaba impidiendo.

            -¿Mejor? –dijo Harry dándole un respiro.

            -Ajá…

            El moreno se levantó y dirigió su pene al ano del rubio y entonces lo penetro de golpe comenzando un rítmico mete y saca haciendo que Draco se sujetara fuerte de la silla.

            -Si… mmm… -gemía Harry sujetando las caderas de Draco mientras se enterraba en ese estrecho culo que le enloquecía viendo la espalda del rubio brillar por el sudor.

            Después de un rato, Draco se enderezó haciendo que Harry se detuviera poco a poco, se dio la vuelta y lo abrazó dándole un sonoro beso.

            -Te amo… -dijo Draco abrazándolo de la cintura mientras lo hacía caminar hacia atrás hasta sentarlo en la cama- súbete, quiero estar arriba.

            Harry se acostó y esperó a que Draco se le montara, vio como se sentaba a horcajadas sobré, pero esta vez de frente.

            -Acomódamelo… -dijo mientras se hincaba.

            Harry tomó su pene y lo puso en la entrada de Draco, quien sintiendo la punta comenzó a sentarse hasta tocar con sus nalgas el pubis de Harry, entonces puso sus manos en el pecho del moreno y comenzó a cabalgarlo.

            Harry comenzó a acariciarle las piernas y el pene mientras veía el sudoroso rostro de Draco sonreírle, así que siguió acariciando todo lo que estaba su alcance… sus pezones, su torso… su erecto pene que pedía ser masturbado.

            -Mas rápido… -jadeó clavando las uñas en los cremosos y firmes muslos.

            Draco también sentía estremecerse con cada sentón que daba, por lo que sujetándose de la cabecera comenzó a jinetearlo más rápido haciendo la cama rechinar.

            -Déjame estar arriba, quiero hacerlo más duro… -pidió Harry con el cabello negro pegado a su sudoroso rostro.

            Draco accedió porque deseaba lo mismo y la posición en la que estaba no se prestaba para ello, así que se quitó y se acostó abriéndose de piernas inmediatamente.

            Harry le tomó los tobillos y se los colocó en los hombros inclinándose hacia adelante dejándolo totalmente expuesto y se la metió de un golpe haciéndolo estremecer.

            -¡Ha… Harry! –Jadeó arañándole los muslos- ¡m-me… matas Harry!...

            Pero de placer, y eso lo sabia el moreno, quien viéndolo girar el rostro de un lado para otro supo que Draco ya no aguantaría más tiempo, lo mismo que él, por lo que embistiéndolo duro unas cuantas veces más, se corrió dentro de él quedándose quieto por un par de segundos mientras el semen de Draco le bañaba el vientre.

            -¡Ah!...

            -¡Oh…!

            Quedaron exhaustos y respirando entrecortadamente mientras Harry salía de él y se acostaba a un lado en calidad de bulto.

            No dijeron nada por un buen rato, simplemente cerraron los ojos y se dejaron envolver por el sueño.

            -mmm t-mmmo…

            -¿Qué?... –preguntó Draco sin abrir los ojos.

            -tt-mmm…

            -Ah… yo también…

 

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            Un par de semanas despues Draco se preparaba para ir a la oficina y el reflejo que le devolvió el espejo le encantó, pues su cabello rubio recortado, su traje color gris oscuro que remarcaba la esbelta silueta fruto de mucho ejercicio, le hicieron esbozar una sonrisa; la vida le sonreía, los negocios iban viento en popa, su padre mejoraba de una forma lenta pero evidente, tenía unos niños maravillosos, una pareja sensual, atractiva, divertida y que lo amaba con locura… la vida era perfecta ¿Qué más podía pedir?

            -¿Quieres huevos con jamón? –Preguntó Harry bebiendo café- Betsy preparó unos muy buenos.

            -No, se me antoja un plato de tomates con miel… -dijo sacando una taza de la alacena quedándose tieso ni bien terminó de hablar.

            Cuando se volvió a mirar a Harry con tremenda cara de espanto, preguntó con voz contenida:

            -Te tomaste tu medicamento ¿verdad?... ¿Cuándo te tocaba?

            -Yo… yo… -respondio Harry intimidado con semejante expresión del rubio- sí, creo que si...

            -¿Lo crees?... ¿lo crees?... –repitió acercándosele hasta acorralar al pobre moreno que intentaba recordar un cúmulo de fechas en su atolondrado cerebro.

            -Si… yo…

            -Potter…

            -Todo es un malentendido Draco… -dijo Harry poniéndose de pie y saliendo del alcance de Draco- un simple antojo fuera de lo común.

            -Ven acá.

            -No pasa nada, ya verás que…

            -Harry…

            Pero Harry prefirió poner su vida a salvo escuchando un terrible grito a su espalda.

            -Potteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

                                                                                  FIN

 

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Notas finales:

Y ASI, HACIENDO UNA REVERENCIA ANTE USTEDES, EL TELÓN DE ESTA HISTORIA SE CIERRA.

GRACIAS.


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