Capitulo V: Hablando.
Harry apareció en la Mansión Malfoy media hora después que su hijo Albus, siendo recibido por Draco Malfoy que se mantenía sentado impasible en frente de la chimenea por lo que parecía esperándolo.
Al verlo Draco se levantó lentamente del sofá.
-Tu hijo está con el mío, ha aparecido llorando por la red Flú- le informó el rubio lentamente.
Harry suspiró sentándose en el sofá de piel de Dragón donde había estado el rubio sentado hacia un momento, Draco frunció el ceño pero se sentó al lado del moreno.
-Tranquilo Potter puedes sentarte estas en tu casa-Vaciló Draco, Harry lo miro echando su cabeza hacia atrás apoyándola en aquel sofá.
-Lo siento... es solo que...- intentó explicarse el ojiverde.
-No tienes que darme ninguna explicación- aseguró Draco, Harry negó con la cabeza.
-Ginny no acepta que Albus este en Slytherin y sea amigo de tu hijo- confesó al fin el moreno.
Draco frunció el ceño e iba a decir algo no muy amable de su esposa pero al final decidió callarse.
-Se que es mucho pedir pero ¿podrías hospedar a mi hijo Albus un par de días? Hasta que las cosas se enfríen en casa- le pidió Harry vacilante.
-Tu hijo puede quedarse cuanto quiera Potter- “y tú también” estuvo apunto de soltar el rubio pero se contuvo.
Harry se le quedo mirando fijamente.
-Gracias- dijo al fin el moreno en un susurro.
El rubio solo asintió con la cabeza.
-¿Te cuento un secreto Malfoy?- preguntó sonriendo Harry, el rubio soltó una risita.
-No soy la persona más indicada para que tú le cuentes un secreto Potter- dijo divertido el ojiplata.
-Confío en ti Malfoy... no se porque pero confío en ti- El corazón de Draco latió con mucha rapidez al oír aquello y ver la mirada que le dirigía el moreno.
-Bien, quiero saber ese secreto Potter...
-Que el sombrero seleccionador quería mandarme a Slytherin... pero al final no lo hizo porque yo se lo suplique- confesó el moreno.
-¿Tu? ¿En Slytherin? Pero si eres un Gryffindor hasta en la ropa interior- dijo alucinado el rubio.
Harry levantó una ceja.
-¿Y tú que sabes sobre mi ropa interior Malfoy?-habló divertido.
El rubio se mordió el labio inferior...
-Que me encantaría vértela- confesó Draco acercando su cara hacia la del moreno quedando los dos a centímetros de distancia, Harry tragó saliva pero no se apartó, no podía pensar con claridad.
-Se que tú también te has dado cuenta de esto Harry- susurró Draco el nombre del moreno aún sin moverse de su pasión.
Sabía a lo que el rubio se refería, las miradas que coincidían cada vez que se veían por casualidad, sus roces cuando pasaban el uno al lado del otro solo siendo una leve caricia accidental, los pensamientos, el anhelo... el deseo de no tocar a nadie más, ni a su propia esposa.
Draco acercó los centímetros que les separaban juntando sus labios en un beso.
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Capitulo V: Hablando.
Harry apareció en la Mansión Malfoy media hora después que su hijo Albus, siendo recibido por Draco Malfoy que se mantenía sentado impasible en frente de la chimenea por lo que parecía esperándolo.
Al verlo Draco se levantó lentamente del sofá.
-Tu hijo está con el mío, ha aparecido llorando por la red Flú- le informó el rubio lentamente.
Harry suspiró sentándose en el sofá de piel de Dragón donde había estado el rubio sentado hacia un momento, Draco frunció el ceño pero se sentó al lado del moreno.
-Tranquilo Potter puedes sentarte estas en tu casa-Vaciló Draco, Harry lo miro echando su cabeza hacia atrás apoyándola en aquel sofá.
-Lo siento... es solo que...- intentó explicarse el ojiverde.
-No tienes que darme ninguna explicación- aseguró Draco, Harry negó con la cabeza.
-Ginny no acepta que Albus este en Slytherin y sea amigo de tu hijo- confesó al fin el moreno.
Draco frunció el ceño e iba a decir algo no muy amable de su esposa pero al final decidió callarse.
-Se que es mucho pedir pero ¿podrías hospedar a mi hijo Albus un par de días? Hasta que las cosas se enfríen en casa- le pidió Harry vacilante.
-Tu hijo puede quedarse cuanto quiera Potter- “y tú también” estuvo apunto de soltar el rubio pero se contuvo.
Harry se le quedo mirando fijamente.
-Gracias- dijo al fin el moreno en un susurro.
El rubio solo asintió con la cabeza.
-¿Te cuento un secreto Malfoy?- preguntó sonriendo Harry, el rubio soltó una risita.
-No soy la persona más indicada para que tú le cuentes un secreto Potter- dijo divertido el ojiplata.
-Confío en ti Malfoy... no se porque pero confío en ti- El corazón de Draco latió con mucha rapidez al oír aquello y ver la mirada que le dirigía el moreno.
-Bien, quiero saber ese secreto Potter...
-Que el sombrero seleccionador quería mandarme a Slytherin... pero al final no lo hizo porque yo se lo suplique- confesó el moreno.
-¿Tu? ¿En Slytherin? Pero si eres un Gryffindor hasta en la ropa interior- dijo alucinado el rubio.
Harry levantó una ceja.
-¿Y tú que sabes sobre mi ropa interior Malfoy?-habló divertido.
El rubio se mordió el labio inferior...
-Que me encantaría vértela- confesó Draco acercando su cara hacia la del moreno quedando los dos a centímetros de distancia, Harry tragó saliva pero no se apartó, no podía pensar con claridad.
-Se que tú también te has dado cuenta de esto Harry- susurró Draco el nombre del moreno aún sin moverse de su pasión.
Sabía a lo que el rubio se refería, las miradas que coincidían cada vez que se veían por casualidad, sus roces cuando pasaban el uno al lado del otro solo siendo una leve caricia accidental, los pensamientos, el anhelo... el deseo de no tocar a nadie más, ni a su propia esposa.
Draco acercó los centímetros que les separaban juntando sus labios en un beso.
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