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Capitulo 10. Final ¿feliz?
-¿E-Estas seguro de esto, Chopper?- preguntó con cierto nerviosismo el rubio
-Si Sanji, estoy seguro- dijo muy seguro el renito
-Y… ¿No hay forma de saber de quien es?- pregunto de nuevo el cocinero
-Si la hay Sanji, pero hay que esperar hasta que pasen 7 meses- contesto el renito
-De acuerdo… gracias chopper…- se despidió el rubio saliendo de la habitación.
Al salir, se dirigió a paso lento hacia la cocina, al llegar, fue a la despensa y saco una botella de vino, se sirvió una copa, y se sentó posando una mano en su cara. Había ido donde chopper porque desde hacia días que tenía mareos y nauseas, y eso solo son síntomas del embarazo. Y pues, que creen, si estaba embarazado. Pero algo lo tenía preocupado. No era el bebé, a ese pequeño lo iba a adorar más que a su propia vida. El problema era de quién era el niño. Claro el pensaba que era de Zoro, pero podía ser también de Tamaki, por mucho que lamentará. Eso era lo que le preocupaba. ¿Cómo le diría a zoro sobre el embarazo? ¿Lo tomaría bien? ¿Aceptaría al bebé aunque fuera de Tamaki?... Tantas interrogantes, y todas sin respuesta hasta ahora, no pensaba mantenerlo en secreto mucho tiempo… solo el necesario para afrontar la realidad. Había pasado un rato y ya se había tomado la copa. Se levanto, guardo la botella de vino, para después salir de la cocina. De camino se encontro con zoro, quien al verlo se lanzó hacia el y lo beso.
-Sanji… no te había visto en todo el día… ¿Dónde estabas?- preguntó el moreno.
-Por ahí, zoro- dijo tranquilo el rubio
-¿Cómo que por ahí?- dijo intrigado
-Ya zoro… solo he estado pensando- contesto el rubio
-¿Y en que has estado pensando?- preguntó de nuevo el moreno
-Ya basta zoro….- dijo un poco molesto el rubio
-Vale…Pero… antes respóndeme algo…- dijo el moreno muy serio
-¿Qué cosa?- preguntó el rubio
-Sígueme- dicho esto el moreno dio media vuelta y empezó a caminar en dirección a la habitación. El rubio, poco después le siguió.
-Zoro… de que se trata todo esto…-pregunto el rubio al llegar a la habitación
-¿Por qué estabas en la enfermería?- preguntó directo el moreno
-¿Q-Que dices?- preguntó confundido el rubio “Maldito Chopper… no podía mantenerse calladito 5 minutos” pensó el rubio
-Si estas pensando que Chopper me dijo… no, no lo hizo… yo te vi entrar en la enfermería…- aclaró el moreno
-Debí suponerlo…- susurro el rubio- pues solo estaba llevando la comida a Chopper… - mintió el rubio.
-Aja… y para entregar una bandeja de comida… primero… tendrías que llevar una bandeja con comida… y segundo… para entregar una bandeja de comida a una persona no se tarda una hora y media- dijo el moreno mirando fijamente al rubio
-Eh… esto… yo…- “Dios y ahora ¿que le digo?” pensó el rubio
-Sanji- dijo zoro muy serio- dime la verdad
-Yo… zoro… estoy…ehh…este…- el rubio estaba muerto de miedo
-¿Si?- preguntó zoro tratando de que el rubio se animara
-Yoestoyembarazado- dijo el rubio muy rápido y bajito
-¿Ah?- preguntó zoro al no escuchar
-Yo… estoy… e-embarazado…- dijo finalmente el rubio
-¡¿De verdad?!- preguntó ilusionado el espadachín
-Zoro…-el rubio no sabía que hacer
-Oh… Sanji esto es maravilloso… siempre soñe con una familia y ahora me la das- dijo mientras abrazaba al rubio-gracias gracias gracias gracias….
-Que…- pero fue interrumpido por unos deseosos labios que buscaban contacto con los suyos, pero por falta de oxigeno tuvieron que separarse.
Sanji abrazo al moreno por detrás y empezó a frotar el pecho y la entrepierna con sus manos. Zoro se volteó para quedar frente a frente con sanji y lo beso, un beso tierno, un simple roce. Se despego del rubio para mirarlo directamente a los ojos. Zoro volvió a unir sus labios con los del rubio, era un beso hambriento y salvaje, apresó al rubio contra la pared. Mientras sus manos fueron a parar en la camisa del cocinero y empezó a desabrochar uno a uno los botones con enloquecedora lentitud, el rubio simplemente seguía respondiendo el beso y acariciando la bien formada espalda del moreno. Zoro terminó de desabrochar la camisa y la fue quitando lentamente, dejó los labios del rubio para empezar a atacar el cuello con besos y leves mordiscos, provocando que el rubio soltara pequeños gemidos. Ya que sus labios estaban ocupados, sus manos fueron directo a los erectos pezones del rubio, empezó a rozarlos y acariciarlos, pero después los pellizcaba y torturaba. El rubio simplemente gemía del placer que el otro le propinaba. Sanji ubico sus manos en el pecho del moreno y empezó a quitar la franela del espadachín, para que esto sucediera, el moreno tubo que dejar de hacer su tarea y ayudar al rubio a quitarle su camisa. Zoro presiono sus caderas con las del rubio y sintió la enorme erección que tenía el último. Frotando descaradamente las erecciones de ambos. Sin dejarlo espera, dejo los pezones y empezó a desabrochar el pantalón del rubio, y así bajarlo junto con los boxers. El rubio lo imitó y se deshizo de las últimas prendas del moreno. Ya totalmente desnudos zoro y sanji se sentaron en el piso, el moreno se ubico detrás de sanji apresándolo en un abrazo, su espalda se apoyaba en la pared, mientras la espalda del rubio se apoyaba de su pecho, ubico su rostro entre el cuello y el hombro de sanji, y sus manos empezaron a acariciar el pecho del rubio. Su mano aprisionó la palpitante erección del rubio, quien gimió al sentir el contacto. El moreno comenzó con un sube y baja lento y pausado, pero después empezó a subir el ritmo, mientras que los gemidos del rubio se hacían mas constantes. Sanji se sentía en el cielo, había mucho tiempo que no lo hacían, y esto era una dicha. Muy pronto se vino en al mano del moreno.
El moreno acostó al rubio en la cama mientras lo besaba y le propinaba caricias. Zoro llevo tres de sus dedos a la boca del rubio, este gustoso metió los dedos en su boca y empezó a lamerlos como si de un dulce se tratara (claro para sanji si lo es ^^). Cuando zoro vio que estaban lo suficientemente lubricados se dirigió a la entrada del rubio e introdujo uno de los dedos. Poco después metió el segundo seguido por el tercero, en uno de los movimientos el moreno rozo el punto G del rubio, haciendo que este arqueara la espalda y soltará un gemido. Cuando zoro vio que estaba totalmente preparado saco los dedos y recibió un gemido de queja del cocinero, pero no lo hizo esperar más y posicionó la punta de su miembro en la entrada del rubio.
-Zoro… hazlo…ya- suplicaba el rubio en medio del placer
Zoro no hizo esperar más al rubio y lo penetró, espero un tiempo a que el rubio se acostumbrara a la sensación, pero el rubio hizo un movimiento de caderas avisándole al moreno que ya podía empezar a moverse. Comenzó con embestidas suaves y lentas para no lastimar al rubio. Pero a medida que los gemidos del cocinero iban saliendo, las embestidas iban aumentando cada vez más. Zoro aprovecho y toco el punto del rubio, y las siguientes embestidas había tratado de que lo tocará. Estaban cerca de terminar, zoro tenía el presentimiento, tomo el miembro olvidado del rubio y empezó a masturbarlo.
-Ahh… zoro… ahhh… ya no… aguanto…-decía entre gemidos el rubio
-Yo… tampoco…-respondió el moreno
Pero no paso mucho cuando el rubio se vino de nuevo en la mano del moreno, y este dentro del rubio. Saliendo lentamente del interior del cocinero se ubicó al lado de este para abrazarlo.
-Zoro… yo tengo algo que decirte…-dijo el rubio mirándole fijamente
-¿Qué pasa?¿me tienes otra sorpresa?- preguntó ilusionado el moreno. Hoy era el día más feliz de su vida, Sanji le había dado la gran noticia de que iba a ser padre… ¿Qué mas podía pedir?
-Es que tal vez… el niño… no sea tuyo- dijo el rubio muy nervioso. La habitación quedo en un insoportable silencio que hacia que el rubio se pusiera más nervioso de lo que estaba.
-Eso lo se Sanji- dijo tranquilamente el moreno- ya me había planteado algo así… - dijo mirándole fijamente- y sabes que… no me importa…
-Zoro…
-No me importa que no tenga mi sangre… lo tratare como mi hijo…
-Oh Zoro…- el rubio beso sus labios por un buen rato- No sabes lo feliz que me pone eso… no sabía como lo tomarías…
-Pero ya ves que he aceptado… cuidare de este niño con mi vida si es necesario- dijo el moreno acariciando el vientre plano del rubio.
-Ya no aguanto a que nazca….- declaró el rubio sonriendo de pura felicidad
-Yo tampoco…- dijo el moreno besando tiernamente los labios de su rubio.
Los meses pasaron y la pequeña Lili nació, y para dicha de Sanji la pequeña era hija de Zoro. La bebé tenía el cabello verde pastel, sus ojos de un hermoso azul cielo, su piel tan blanca, sus mejillas sonrosadas y era tan pequeñita que parecía una muñeca de porcelana. Era la felicidad que ambos necesitaban, y no solo ellos, si no toda la tripulación. Era consentida y querida inmensamente por todos. Incluso por Ace, que había pasado unos 2 semanas con ellos y no había dejado que nadie tocará a la pequeña, por lo que Zoro y Sanji decidieron otorgarle el papel de Padrino.
Zoro y Sanji estaban que no cabían de felicidad. Su pequeña les mantenía todo el tiempo ocupados. Los despertaba en las noches para su comida rutinaria, o para que la limpiaran. Lloraba como si todo el tiempo estuviera herida o algo así. Pero a Zoro y Sanji no le importaban, les encantaba dar de comer a su pequeña, o bañarla, o jugar o simplemente dormirla.
Nunca se hubieran imaginado que su vida terminaría así. Estaban juntos a la persona amada, aunque muchos obstáculos se presentaron, al final estuvieron juntos. Tenía a una pequeña encantadora que les hacía ver la Felicidad a todas horas, todos los días. Entonces ¿Qué más podrían pedir?... Simplemente… que incluso después de la muerte su amor durase por siempre