Eso es lo que recuerdo de ese horrible día, el día en que perdí a mi querida y amada madre.
Pero eso solo era el comienzo de todo, la primera victima que sufrió por amarme.
Había pasado dos años desde que murió mama, Yumiko se había encargado de cuidarnos lo mejor que pudo y siempre le estaré agradecido.
Ese día Yuuta y yo jugábamos alegremente en el patio, desde siempre yo he querido a mi pequeño hermanito, siempre lo he cuidado y protegido, el era mi luz en este mundo repleto de inmensa oscuridad.
- No Yuuta, no subas a lugares altos podrías lastimarte- dije bajándolo del árbol al que intentaba subir.
- Aniki, nunca me dejas hacer nada divertido- dijo haciendo un puchero adorable.
- No, no seria divertido si te lastimaras- lo abrace.
- Perdona por preocuparte Aniki- contesto correspondiendo el abrazo.
- Yuuta no me gustaría que salieras herido, si algo te pasara mi vida acabaría- lo abrace mas fuerte.
- Te amo, Aniki.
Diciendo esto nos separamos un momento, lo mire a los ojos y le di un beso en la frente.
- Lo se, yo también te quiero Yuuta.
- Syusuke- dijo Yumiko acercándose a nosotros- podrías ir a la tienda y comprar esto- me entrego una hoja de papel.
- Claro –conteste sonriente.
- Yumiko, ¿puedo ir con Aniki?- pregunto dulcemente.
- No señor tu tienes que hacer tu tarea- Reprendió Yumiko.
- Pero quiero ir con el, Aniki ¿puedo?- me miro tiernamente, esa mirada que jamás olvidare, esa mirada que siempre esta en mis sueños.
- No puedes ir ya dije- contesto mi hermana antes de que yo pudiera decir algo.
- Pero… - trato de decir algo Yuuta.
- Pero nada tienes tarea- Yumiko tomo la mano de yuuta y lo jalo- Syusuke trae eso por favor, es para la comida.
Salí de casa en dirección a la tienda, no eran muchas cosas las que necesitaba y Yumiko me había dado dinero demás para unas golosinas para mi hermanito.
Me apresure a comprar todo, llegue a la dulcería y busque las de dulce de leche que tanto amaba Yuuta, las compre y salí prácticamente volando hacia la casa… mi pecho dolía, tenia otra vez un mal presentimiento, ese presentimiento que tuve cuando perdí a mi madre.
- Que bueno que ya regresaste Syusuke- dijo mi hermana cuando llegue.
- Yuuta- dije rápidamente.
- Esta en el jardín, ya acabo su tarea.
- Iré con el- estaba dispuesto a irme, pero…
- Espera ayúdame un poco.
No debí haberla ayudado, debí ir con Yuuta, si hubiera ido con el… seguramente el…
- Ya acabe- dije entregándole lo que había cortado.
- Quedo perfectamente, como siempre.
- Ire con Yuuta.
- No olvides llevarle los dulces- dijo extendiéndome la bolsa- se los merecen- me sonrio.
Tome la bolsa y corrí hacia el jardín, mis ojos vieron lo mas espantoso, mi corazón se partió, mi alma se hizo pedazos y yo solo grite.
- ¿Qué pasa Syu…
Yumiko no pudo decir mas…
Yuuta estaba tirado en el pasto del jardín cubierto de sangre…
Yuuta había caído del árbol abriéndose la cabeza…
Yuuta había muerto.
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