Donde te conocí
Capitulo 2
Familia - Parte 1
Hiroki POV
Nunca me imagine que las siguientes semanas serían las más extenuantes de mi vida. Al día siguiente en que le di mi respuesta a Nowaki, la llamada de la Agencia de Adopciones por fin había llegado. Esa noche que llegue del trabajo, el mocoso se me tiro encima haciendo que ambos cayéramos al suelo, para después darme la noticia.
"¡Llamaron hoy Hiro-san!" me decía desbordándose de felicidad "Podremos ir a conocerla el sábado en la mañana."
"Si, si, que lindo… ¡Ahora quítate de encima que pesas mucho!" intentaba quitármelo de encima, empujándolo con las fuerzas que me quedaban después de un pesado día. Y obviamente, él no planeaba quitarse.
"No puedo esperar…" hablo con voz calmada, rodeándome con su brazos "Pronto seremos una familia."
En esos momentos sentía como mi corazón se encogía. Nunca me había sentido cómodo con esa palabra, no hasta que Nowaki me dijo que yo era su familia. Desde entonces solo lo considere a él como mi única familia. Pero a pesar de eso, él nunca tuvo la oportunidad de tener una verdadera familia. Lo que estaba sucediendo era muy importante para él, por lo tanto… tenía que ser importante para mí también.
Mis brazos le abrazaron, correspondiendo completamente el afecto, y susurre. "Si… una familia."
Los siguientes días se me hicieron eternos. A pesar de tener mucho trabajo, sentía que el sábado no llegaría nunca. Me sentía muy nervioso al respecto y pensaba que estaba exagerando. Simplemente pensaba, 'Una más en la familia… ¿Qué tan difícil puede ser?' Que idiota fui en pensar que todo seria sencillo. Sabía que habrá cambios, muchos cambios, pero me estaba confiando demasiado.
Cuando por fin llego el tan esperado sábado, ambos salimos temprano para llegar a tiempo a la cita. Ambos ansiosos y nerviosos. Mi mente estaba pensando de más en el trayecto de la casa hacia la agencia. ¿Si nada de esto salía bien? ¿Me arrepentiría a último momento? Entre otras más cosas. Pero la que mas rondaba en mi cabeza era… ¿y si nos niegan la adopción por ser… homosexuales?
Nowaki quedaría devastado y yo estuviera con las ganas de asesinar a la persona que estuviera detrás de ese escritorio. Esperaba que Nowaki ya es hubiera avisado de… nuestra situación. ¿En que estaba pensando? Si nos habían concedido conocer a la niña, entonces significaba que no habría problema con ello. Los nervios sí que me que estaban afectando, solo esperaba que todo terminara rápido.
Sentí su mano tomando tiernamente la mía. "Todo saldrá bien, Hiro-san."
Solo puede asentir y me asustó el hecho de que Nowaki tal vez estaba leyendo mis pensamientos.
Cuando llegamos a la agencia… es difícil explicar cómo me sentía en ese momento. Además de nervios, sentía escalofríos por todo mi cuerpo, el estomago y mi cabeza me daban vueltas, además de otros síntomas. Pensé que me desmayaría ahí mismo, pero me concentre demasiado para quedarme consciente hasta que saliéramos de ese lugar.
Esperamos unos minutos antes de que nos atendieran, los cuales se me hicieron igual de eternos. Después nos llevaron hasta la oficina de una de las trabajadoras sociales, con quien Nowaki había hablado anteriormente por teléfono. Cuando entramos a la oficina, nos encontramos con una señora de mediana edad, tal vez entrando a los cuarenta años, de cabellos rubios y ojos marrones. Nos saludo amablemente cuando nos vio entrar.
"Esperaba ansiosamente conocerlos," comentó con una sonrisa en su rostro, después de estrechar manos "Antes de que conozcan a la nena, primero quisiera hacerles unas preguntas."
"Por supuesto, Anami-san." Contesto Nowaki y yo solo asentí.
"Bien, empecemos…"
Nos pregunto sobre cosas generales, a que nos dedicábamos, cuanto salario ganábamos, desde hace cuanto tiempo vivíamos juntos, etcétera. A lo que contestábamos, la mujer tomaba nota y seguía con otra pregunta. Todo iba bien hasta que pregunto lo que no me imagine, si teníamos relaciones sexuales.
Enseguida sentí como mi cara se ponía completamente roja, y la trabajadora social sonrió al ver mi reacción. Al parecer le había dado la respuesta que ella buscaba. Me enoje cuando escuche a Nowaki reírse y estuve a punto de aventarle lo primero que había tomado del escritorio cuando llamaron a la puerta.
"Disculpe la intromisión, Anami-san" era la recepcionista que nos había atendido en la entrada "Solo para avisarle que la niña acaba de llegar."
"¡Justo a tiempo!" se levanto de su lugar muy animada "Caballeros, si gustan seguirme por favor."
Nos levantamos y salimos de la oficina detrás de la mujer. Nowaki tomo mi mano casi inmediatamente, pero estaba demasiado nervioso como para reclamarle que no lo hiciera ese tipo de cosas en público.
Mientras íbamos caminando por los pasillos, podía ver otras oficinas de trabajadores sociales atendiendo a parejas que deseaban adoptar, seguramente sintiéndose igual de nerviosos que yo. Llegamos a los elevadores y subimos unos cuantos niveles antes de bajarnos en un piso donde había mucho ruido y gritos de niños.
"En este piso tenemos la guardería," explico la mujer, mientras caminábamos al lado de la sala de juegos "Aquí se quedan los niños antes de conocer a los posibles candidatos a padres y los niños que están listos para irse con su nueva familia."
Seguimos caminando hasta dejar atrás a los niños y llegar hasta una sala de estar, donde había sillones, una recepcionista en su escritorio y una puerta de color blanco que estaba cerrada. La trabajadora social fue a hablar con la recepcionista, quien inmediatamente se levanto y entro por la puerta blanca.
"Llego el momento," avisó cuando regreso con nosotros "Una de las enfermeras traerá a la niña."
Vi como Nowaki sonreía y yo me sentía aun más nervioso que hace unos cuantos minutos. En ese momento sentí como Nowaki apretaba mi mano con fuerza y volteaba a mirarme. Ese apretón me tranquilizo un poco, recordándome que no estaba solo en todo este asunto. Si tenía a Nowaki a mi lado, no tenia de que preocuparme.
La puerta nuevamente de abrió y una mujer vestida de blanco salió con una pequeña bebé dormida en brazos. Camino hacia nosotros con una ligera sonrisa en su rostro. Nowaki soltó mi mano para poder tomar a la pequeña, la tomo con cuidado y la acomodo en sus brazos. Pude notar que la miraba con ternura, no la misma mirada que tenia con sus pacientes, esta era diferente.
"Hiro-san," me llamo y se acerco para que pudiera ver al bebé de cerca.
Debo admitir que era linda, piel blanca, con un gorrito de color rosa sobre su cabeza, pero podía notar un mechón de cabello de color negro, vestida con un mameluco de color amarillo con figuras de animales. Me daban curiosidad sus pequeñas manitas, que las tenía sobre su pecho que subía y bajaba con su respiración.
"Hiro-san," volvió a llamarme "¿quieres cargarla?"
"Eh, pero… no quiero que se me caiga."
Me sonrió tiernamente. "Lo harás bien, Hiro-san."
Me indico como posicionar mis brazos y coloco con cuidado a la niña sobre ellos. Sentí como la bebé se movía un poco y abría lentamente los ojos, dejándose ver unos grandes y lindos ojos de color gris. Esos ojos me miraron por un momento, cruzándose nuestras miradas, para después acurrucarse en mi pecho y volver a dormir.
"Creo que le agradas a Miku(1)," escuche la voz de la trabajadora social "Fue el nombre que le escogieron las enfermeras."
"Miku…" repetí en un susurro, sin dejar de mirarla.
"Un lindo nombre." Comentó Nowaki, mientras acariciaba suavemente la mejilla de la pequeña.
"Los dejaremos unos minutos solos."
Las tres mujeres se alejaron por el pasillo, dejándonos completamente solos a los tres. Volví a escuchar a Nowaki llamarme, levante la mirada para verle y en cambio recibí un beso en los labios. Por un momento no me importo, pero recordé que tenía un infante en mis brazos y me separe de Nowaki.
"La niña puede vernos." Puse como excusa, sintiendo mis mejillas tornarse de un color rojizo.
"Está dormida," reclamo con suavidad, con uno de sus brazos rodeo mi espalda y me unió mas a él "Es hermosa, ¿no?"
"Si…" calle un momento antes de continuar "E-Espero que podamos hacer un buen trabajo… claro, si es que ella viene con nosotros y-"
Beso mi frente. "Lo haremos juntos."
No recuerdo por cuánto tiempo más estuvimos con la niña, el caso es que se me hizo muy corto… en mis adentros deseaba pasar más tiempo con ella, pero no podía admitir abiertamente que me había encariñado con ella. Regresamos a la oficina de Anami-san, donde estuvimos un buen rato llenando unas formas y firmando muchos papeles. Todo esto era parte del proceso de adopción, todavía no era definitivo que nos podríamos llevar a Miku a casa. La respuesta final podría llegar hasta dentro de un mes, hasta más.
Lo mejor que podíamos hacer era esperar, regresar a nuestras rutinas hasta que la respuesta llegara. Mi trabajo me ayudaba a distraerme un poco, al menos así el tiempo transcurría un poco más aprisa. Pero en cuanto llegaba a casa, era difícil concentrarme. La paciencia y la ansiedad parecieron aumentar cuando, después de dos semanas, Nowaki quería que habláramos de las cosas de la niña.
"Nowaki, entiende…" era como la tercera vez que se lo decía "No podemos gastar en ese tipo de cosas cuando no sabemos si la adopción va a ser aprobada."
"Hiro-san, tenemos que tener fe en que Miku vivirá con nosotros," se defendía "Tenemos que tener todo listo para cuando ella llegue."
Suspire pesadamente, no quería seguir discutiendo sobre el tema, pero tampoco quería darle la razón a Nowaki, no va con mi orgullo.
"Bien, digamos que la niña se va quedar con nosotros," me crucé de brazos "¿Dónde crees que pondremos todas sus cosas?"
"Tu estudio es bastante amplio." Contesto sonriente, muy seguro de su respuesta, lo que hizo que me molestara.
"¡No moveremos nada del estudio!" protesté de mala manera.
"Entonces en nuestra habitación," le mire con una ceja alzada "Hay suficiente espacio para la cuna y algunas de sus otras cosas."
"No dejare que la niña aprenda desde muy pequeña de tus perversiones." Volteé la mirada hacia el lado opuesto, tratando de ocultar mi sonrojo.
Se acercó a mí y tomó mi barbilla con su mano para que lo mirara a los ojos. "Existen muchos otros lugares donde podemos hacerlo, Hiro-san."
Con esa voz seductora hizo que me pusiera completamente rojo de vergüenza. Quité su mano de mi cara con rudeza y empecé a caminar hacia el baño para refrescarme un poco.
"¡Bien, de acuerdo!" grité mientras caminaba y sin mirarlo "Acomodaremos el estudio para que sea su habitación."
Estaba por entrar al baño cuando sentí que Nowaki me abrazaba por la espalda y hundía su cara en mi cuello. Escuchaba que decía mi nombre quedamente, mientras sus manos levantaban mi camisa y una de ella se adentraba debajo de mis ropas. Esa noche, aparte de que le di a razón cuando era lo menos que quería, me enseño que había muchos lugares donde podíamos hacerlo. Odio cuando siempre tiene la razón.
oOOo
Mientras acomodaba y guardaba papeles de mi estudio, el cual ya tenía más espacio para las cosas de la niña, encontré el manuscrito que Akihiko me había dado ya hacía bastantes días. Ya lo había leído, como manera de distraerme un rato, pero no había tenido tiempo de regresárselo. Tenía tiempo y Nowaki no regresaría del hospital hasta dentro de unas horas; así que tome el manuscrito, mis llaves, la cartera y salí hacia el apartamento de Akihiko.
Era muy raro que me apareciera por la casa de Akihiko, normalmente me lo encontraba en la calle o él llegaba a la casa sin previo aviso –teniendo la suerte que Nowaki no se encontraba en casa, para evitar explicaciones. Aun así, sabía perfectamente donde quedaba su departamento y llegue en cuestión de minutos. Tome el ascensor hasta el último piso y camine por el pasillo hasta la puerta.
Llame a la puerta con unos leves golpes y escuche una voz dentro del apartamento, la cual no distinguía pero se me hacía muy familiar. "Ya voy!"
"Akihiko vengo a traerte- ¡¿Takahashi?!" grite asombrado al ver a mi estudiante, acaso me había equivocado de apartamento?
"¡¿Kamijou-sensei!?" su asombro era igual o más grande que el mío.
"¿Porqué tanto escándalo Misaki?" escuche la voz de Akihiko dentro del lugar, después apareciendo en la puerta a un lado de Takahashi "Oh, Hiroki, que sorpresa verte aquí."
"Vine a traerte el manuscrito," se lo entregue "Perdona que haya tardado en traértelo."
"Descuida, entiendo que te ocupaste con lo de la niña," había olvidado que Akihiko sabía sobre el tema "Pasa, quiero saber sobre mi futura sobrina."
Estuve a punto de rechazar la oferta cuando Takahashi, quien nos había mirado extrañado cuando hablaba con Akihiko y sin entender de lo que estaba sucediendo, me dejo entrar al departamento amablemente. Podía notar que además de extrañado, había temor en sus ojos. Tal vez nunca se imagino que encontraría al Demonio Kamijou fuera de la universidad.
"Y bien," comenzó Akihiko cuando ambos nos sentamos en los sillones de la sala "¿Cómo va el proceso de adopción?"
"Aun no sabemos nada," conteste seriamente "Llenamos las formas hace como tres semanas, pero esto podría tardar."
"Ya veo," saco un cigarro de su bolsillo y lo encendió "Supongo que ya la conociste."
Me le quede mirando unos segundos para después desviar la mirada, sintiendo el sonrojo en mis mejillas. "…Si, el fin de semana pasado."
"Um… perdón por interrumpir," agradecí en mis adentros que mi estudiante hablara "¿Kamijou-sensei no desea nada de beber?"
"No gracias, Takahashi" le agradecí "Estoy bien así."
"Eh, claro…" se noto en su rostro que no insistiría "Usagi-san, saldré a comprar los ingredientes para la cena, no tardo."
Observe que tomaba sus cosas y se disponía a salir. "Un gusto en verlo, Kamijou-sensei."
Takahashi salió del departamento y regrese mi mirada hacia Akihiko, quien seguía ahí sentado tranquilamente fumando. "¿Se puede saber por qué vives con uno de mis estudiantes?"
"No cambies el tema, Hiroki" contestó tranquilamente.
"Solo contesta la maldita pregunta, Bakahiko(2)."
Suspiró antes de contestarme.
"Es el hermano de Takahiro," ya hacía tiempo que no escuchaba ese nombre que por un momento no lo reconocí, menos mal que ya no siento nada por Akihiko "Me pidió de favor que fuera el tutor de Misaki para ayudarlo a subir sus notas, para así poder entrar a la universidad."
"Takahiro se caso y se tuvo que ir a vivir a Osaka, Misaki fue aceptado en la universidad y no tenia donde quedarse," continuo "Así que le ofrecí que viviera aquí…"
"¿Por qué siento que falta algo en esa historia?" me pregunte mientras miraba aun con el ceño fruncido a Akihiko, quien al parecer todavía no terminaba con la historia.
"…Y termine enamorándome de él y tuvimos…" un cojín que le lancé le interrumpió antes de terminar su enunciado.
"No te atreviste…"
"Si, tuvimos sexo." Le aventé un segundo cojín a su rostro.
"¡Maldito pervertido!" le grite fuertemente "¡¿Cómo te atreves hacerle eso a un muchacho que fácil le llevas diez años?!"
"Mira quién habla," se defendió "Tu le llevas cuatro años a ese chico."
"¡No compares cuatro con diez!" volví a gritarle
"Baja el volumen, Hiroki" pidió algo fastidiado, mientras se masajeaba el entrecejo "Pero no estábamos hablando de Misaki… ¿Ya les comentaste a tus padres sobre la niña?"
Esa pregunta me hizo sentir un poco incómodo. Mi relación con mis padres nunca fue muy unida que digamos, y desde que deje la casa de ellos, no hemos tenido un contacto frecuente. Mi madre me llamaba de vez en cuando para saber cómo estaba y yo solo quería terminar la conversación rápido. Aparte, ya había pasado mucho tiempo desde que los vi. ¿Cómo podría llegar a decirles que serian abuelos así de la nada, cuando ni siquiera saben de Nowaki?
"Primero tendrías que presentarlo a él, Hiroki" hablo Akihiko, como si hubiera leído mis pensamientos.
"Tendré que pensarlo."
oOOo
"Ya llegue, Hiro-san" escuché la voz de Nowaki después de escuchar el sonido de las llaves al abrir.
Seguía acomodando cosas en el estudio, poniendo libros en los estantes y tirando algunas cosas. Estaba ahí desde que llegue del departamento de Akihiko, con el tema de mis padres aun en la cabeza. Mientras acomodaba pensaba profundamente que hacer respecto a eso, por unos momentos pensar en hablarle a mi madre y decirle todo. A veces solo pensaba que no debería decirles hasta que todo estuviera en orden.
"Hiro-san," la voz de Nowaki me sacó de mis pensamientos, escuchándolo que entraba al estudio y se acercaba a mí para abrazarme por detrás "Hiro-san…"
"Ahora no, Nowaki," le advertí cuando sentí sus manos recorriendo mi abdomen, por encima de la ropa "Tenemos que terminar de arreglar aquí."
"Pero quiero que Miku-chan tenga un hermanito." Antes su poco inapropiado comentario, lo golpee con el libro que tenía en mis manos.
"¡No digas estupideces!" no pude evitar mi sonrojo al ver la lujuriosa sonrisa de Nowaki, pero cambie el tema de conversación "Nowaki… um, he pensado…"
"¿Qué cosa, Hiro-san?" preguntó sin soltarme.
Estuve a punto de comentarle sobre el asunto de mis padres, pero cambie de opinión rápidamente. "E-En las cosas que necesitamos comprar, la cuna y esas cosas…"
Escuche una pequeña risa de parte de Nowaki, la cual me extraño un poco. "Creo que en eso ya me adelante, Hiro-san."
Volví a golpearlo con el libro. "¡¿Y por qué haces eso sin consultármelo?!"
"No pude evitarlo," a pesar del golpe, él siguió sonriendo "Había tantas cosas lindas que quería comprarlo todo."
Me soltó por un momento y escuche que salía de la habitación. Volteé mi mirada hacia la puerta cuando escuche a Nowaki entrar nuevamente, con unas bolsas en manos.
"Mañana traerán los muebles," comentó mientras me daba una de las bolsas para que mirara lo que había comprado "Por cierto, Tsumori-sempai manda sus felicitaciones a la nueva madre."
"¡¿Por qué le andas contando a ese idiota?!" recibió su tercer golpe de esa tarde, ahora por una bolsa con cosas de bebé adentro.
oOOo
Una semana más, ya era más de un mes de espera. La recámara de Miku ya estaba lista con los muebles, biberones, ropa, algunos juguetes, pañales, hasta habíamos pintado y decorado la habitación para que luciera más lindo para la niña, a petición de Nowaki. Yo solo accedí con tal de que no me siguiera insistiendo y acosando con eso. Cuando pudo ser una tarea muy sencilla y rápida, terminamos teniendo sexo a mitad de la habitación, ambos cubiertos de pintura… para colmo era de color rosa.
Tres días antes del incidente con la pintura, Nowaki recibió una llamada de Anami-san, la trabajadora social. Diciendo que el proceso de adopción iba por buen camino y que recibiríamos una respuesta muy pronto. Esas palabras emocionaron de más a Nowaki que insistió con eso de decorar la habitación, por consecuente tener sexo y pintarnos de rosa.
Yo seguía con el tema de mis padres en la cabeza. Aun no me decidía si debería llamarles y decirles que les presentaría a mi pareja, o esperar a cuando la niña ya tuviera un tiempo viviendo con nosotros. Todavía no le comentaba nada a Nowaki sobre ese dilema, yo sabía que el querría conocer a mis padres cuanto antes pero no estaba seguro en como reaccionarían cuando presentara a un hombre como mi pareja.
Con la posible llegada de la niña, teníamos que hacer cambios de horario en el trabajo. Mis turnos en esos momentos eran en las mañanas, solo que en vez de quedarme en la oficina a trabajar hasta tarde, tendría que llevarme el trabajo a casa. No quería contarle a Miyagi la verdadera razón por la cual tendría que salir temprano todos los días del trabajo. Cuando intente darle una razón, no dejaba de dar hipótesis.
"¿Tu madre está enferma?" preguntaba a lo cual yo solo lo miraba con molesto "¿Mudanza? ¿Problemas en casa?... ¡Oh, ya se! ¿Necesitas pasar más tiempo de 'convivencia' con tu novio por qué tiene mucho trabajo? ¡Kamijou, para eso estoy aquí~!
"¡Profesor!" le reclame y antes de que Miagi pudiese tocarme, extendí mis brazos contra él tratando de alejarlo "¡Necesito salir antes porque tengo una niña que cuidar!
Hubo un silencio incómodo y mi jefe dejó su intento de abrazarme. Bien, lo había dicho, aunque no fue mi verdadera intención de decirle la verdad pero solo lo dije cuando me saco de quicio.
"Pensé que querías a ese muchacho, Kamijou" y me enoje más con ese comentario.
"D-Decidimos adoptar." Expliqué, tratando de calmar mi enojo e inmediatamente sentí un sonrojo sobre mis mejillas, intentando ocultarlas desviando mi mirada.
Miyagi me observó por unos segundos antes de hablar. "Felicidades, Kamijou. Espero pronto conocerla, parecerás toda una hermosa madre~"
"Profesor…"
Nowaki no pudo hacer mucho con los cambios de horario de trabajo, solo algunos días pudo cambiarlos del turno nocturno al matutino. Aparte su sempai le concedió una semana libre para cuando llegara la niña, al menos se comporto ese idiota por primera vez en su vida. Miyagi me ayudo con eso también, tendría igual una semana libre, deseándonos suerte a Nowaki y a mí.
Las cosas parecían mejorar y todo se decidía en una sola llamada, la cual recibimos un viernes en la tarde, cinco semanas después de haber conocido nuestro futuro.
Continuara…