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Donde te conocí por Wiz_CarLa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Junjō Romantica no me pertenece, solo tomo prestado sus personajes para satisfacción mía y de mis lectores, obviamente, todo sin fines de lucro.

Donde te conocí

Capitulo 3

Familia - Parte 2

Hiroki POV


Estaba en nuestro departamento preparando la comida, ya que ese día me tocaba hacerla. Nowaki no tardaría en llegar del hospital, comeríamos juntos y Nowaki propondría un salida juntos, la cual rechazaría diciendo que tenía mucho trabajo. Al rato tendríamos sexo hasta agotarnos, o hasta que llamen a Nowaki para una emergencia, la misma rutina de todos los viernes en la tarde. Pero nunca nos imaginábamos que ese viernes recibiríamos la tan esperaba llamada, después de cinco semanas de larga espera.

La mesa estaba lista al igual que la comida, solo esperaba por Nowaki. Al poco tiempo escuche unos fuertes pasos que venían de afuera, corriendo con una gran desesperación. No supe como adivine en que se trataba de Nowaki y no me sorprendió mucho al verlo entrar corriendo al departamento.

"Ya está lista la- ¡O-Oye!" me sorprendió al notar que me abrazaba con fuerza "¿Qué te pasa Nowaki? ¡Ni siquiera te quitaste los zapatos! ¡Y dejaste la puerta abierta!"

"Hiro-san…" respiraba agitadamente "Hiro-san… ha-hablaron…"

Mis ojos se abrieron completamente, mi cuerpo se paralizó como una reacción al oír esa palabra, sin poder creer la noticia. Sentí en mi hombro como se mojaba mi camisa… Nowaki estaba llorando. Eso era muy raro en él, ya casi nunca lloraba. Acaso… ¿Acaso habían negado la adopción?

"Nowaki…"

"Miku…" me interrumpió, recobrando el aliento "Podrá venir con nosotros… Hiro-san…"

Apenas y podía hablar por culpa de las lágrimas, tomándome con más fuerza. Yo simplemente no me lo podía creer, tenia tantos sentimientos encontrados que simplemente tenía ganas de llorar. Claro, mi enorme orgullo no me lo permitía. A pesar de sentir demasiados sentimientos, el que solamente pude entender fue… felicidad. Mi felicidad fue el encontrar a Nowaki, ahora tenía a alguien más con quien compartirla.

Le correspondí el abrazo antes de preguntarle. "¿Cuándo… podremos ir por ella?"

"Mañana a medio día."

Esa tarde paso lentamente, comimos tranquilos y le dimos los últimos toques a la habitación de la niña… mejor decir nuestra hija. Nowaki quería que hiciéramos un cartel que dijera 'Bienvenida,' claro que rechacé su idea al recordar el incidente de la pintura rosa. No quería corromper más el ambiente inocente con las perversiones de ese idiota. Pero para cuando nos dirigíamos a dormir, no pude escaparme de sus manos, besos y caricias. Esa noche la disfrutamos al máximo, pensando que no tendríamos una noche así en mucho tiempo.

oOOo

Otra vez en la sala de espera. Inmediatamente de que llagamos al edificio, la trabajadora social nos recibió muy alegre y nos llevó a uno de los pisos que servía como sala de espera. Llevábamos ahí no más de diez minutos y ya estaba al borde de la desesperación. ¿Cuánto tiempo podían tardar en entregárnosla?

Estaba aún más ansioso y nervioso que cuando entramos a este edificio por primera vez. Sentado en uno de los sillones negros de la sala de espera, si es que se le podría llamar así, con mis brazos cruzados y mi pie derecho golpeaba el piso blanco impacientemente. No había ruido algunos además de los golpecitos de mi pie contra el suelo y los gritos de los niños en el piso de inferior.

Nowaki estaba de pie, mirando hacia una pared donde había colgadas unos marcos de fotografías. Todas eran fotografías de las parejas que habían adoptado, junto con los niños afortunados. Había bastantes y Nowaki estaba fascinado mirando cada una de ellas. Se detuvo en una en particular antes de llamarme.

"Hiro-san."

"¿Qué?" pregunté y voltee a mirarlo.

"Mira esto," señalo la fotografía.

Me levante y camine hacia su lado para mirar la foto, lo que vi me dejo sorprendido. La fotografía mostraba a dos mujeres, una de ellas cargando a un niño pequeño de unos cinco años. Los tres sonreían ante la cámara. Mi asombro aun no terminaba, Nowaki también me mostró la fotografía que estaba al lado de la primera que me enseño. En ella había una pareja de hombres, junto con un niño y una niña, ambos muy parecidos.

En ese instante sentí como la mano de Nowaki rodeaba la mía lentamente hasta sostenerla firmemente, haciendo que un sonrojo apareciera en mis mejillas.

"Pronto estaremos en esta pared," habló quedamente "Los tres juntos."

Y ese 'pronto' llegó muy rápidamente. Escuchamos el timbre del ascensor que llegaba al piso donde nos encontrábamos e inmediatamente se escucharon unos pasos, Nowaki y yo volteamos para encontrarnos con Anami-san y detrás de ella venia una enfermera quien cargaba a la criatura.

"Lamento el retraso, señores," se disculpó la trabajadora social "Pero ya esta lista Miku para que se vaya con ustedes a casa."

Ambas nos sonrieron y la enfermera se acercó a mí para entregarme a la niña. Por un momento olvide como era el modo correcto de cargarla, pero pude acomodarla en mis brazos con cuidado. Miku ahora estaba envuelta en una manta de color amarillo pastel, con su mameluco blanco y un gorrito rosa sobre su cabecita. Dormía plácidamente y tan profundamente que no se dio cuenta cuando la enfermera me la dio.

"¡Que linda familia!" exclamó Anami-san, haciendo que me sonrojara y que Nowaki riera "¡Esto merece una foto!"

No me di cuenta de donde había sacado la cámara, pero me acomode rápido a un lado de Nowaki para que todo este show terminara. Sentí como el idiota tomaba mi cintura y me acercaba mas a él, obviamente quería reclamarle pero primero pensé en que Miku podría despertarse con mis reacciones… de acuerdo, ya estaba actuando como todo un padre.

Tomaron la fotografía y de inmediato Nowaki pidió que nos mandaran una copia, también agradeciéndole a Anami-san por toda la ayuda. Mientras yo colocaba a Miku en el moisés (1) que le habíamos comprado, la acomode y le coloqué el cinturón para que estuviera segura. La pequeña se movió un poco para acomodarse mejor en la silla y volvió a quedarse quieta, profundamente dormida.

"Hiro-san," llamó Nowaki "Ya pareces toda una madre."

"¡¿Y porque tengo que ser yo la madre?"

oOOo

Después de casi una hora de camino, por fin habíamos llegado al departamento. La verdad que ese no era el tiempo que hacíamos, pero Miku se despertó a mitad de camino cuando íbamos saliendo de la estación de metro. Nowaki quiso cargarla, haciendo que mujeres, ancianas y estudiantes se acercaran a él con la intención de ver a la niña… siendo también la intención de las estudiantes ver de cerca a Nowaki. Perdíamos tiempo cada vez que alguien hacia que nos detuviéramos en el camino.

Cuando llegamos al departamento, lo primero que hice fue ir a la cocina y prepararle un biberón a Miku, a ver si así se me pasaba el enojo. Nowaki le daba un recorrido de la casa a la niña, aunque no entendí porque lo hacía si no podía comprender mucho de lo que estaba sucediendo.

"Y esta es la habitación de papi y mami," escuché que le hablaba a la niña "Aquí es donde sucede mucha acción y-"

"¡No le digas ese tipo de cosas a la niña, pervertido!" le grité desde la cocina "¡Y-Y no soy 'mami'!

Escuche una risa de parte de Nowaki, haciendo que Miki también riera. Eso hizo tranquilizar mi enojo.

"¿Escuchaste eso, Hiro-san?" preguntó entusiasmado.

"Si, si…" respondí "Ahora tráela aquí que ha de tener hambre."

Nowaki le dio el biberón a Miku, quien lo aceptó gustosa. Bebía de el tranquilamente mientras con sus pequeños ojitos nos miraba a mí y a Nowaki. Cuando ya llevaba más de la mitad del bote, sus ojos se empezaban a cerrar.

No pude sonreír ligeramente, al verla tan tranquila bebiendo de su biberón mientras se quedaba dormida en los brazos de Nowaki, simplemente no pude evitarlo ya que se veía tan linda. Pero tuve que quitar esa sonrisa cuando Nowaki se dio cuenta de ello, me sonrojé y di otra de mis estúpidas excusas.

"N-No entiendo cómo puede dormir tanto, acaba de despertar hace rato."

Nowaki no me reclamó nada por ese comentario, simplemente me sonrió y me preguntó.

"¿Vamos juntos a dejarla en su cuna?"

Asentí lentamente y ambos fuimos a la habitación de Miku, donde Nowaki la depositó en su cuna con delicadeza, completamente dormida. Yo tomé el biberón con cuidado para no despertarla cuando Nowaki tomó la pequeña cobija de color amarillo y abrigó a Miku. No sé por cuánto tiempo nos quedamos ahí, mirando como dormía.

Nowaki me tomó de la cintura y otra vez en ese día se la deje pasar, simplemente porque Miku estaba dormida y no quería que se despertara por mi culpa. Solo esperaba que Nowaki no se aprovechara de esto, si no habría consecuencias.

Salimos de la habitación de Miku y fuimos a la sala, siendo yo arrastrado por Nowaki. Dejo que me sentara en su regazo, intentando yo evadirlo pero no dejaba que me fuera. El departamento estaba en complemento silencio, no hablábamos, solo nuestras miradas se encontraban. Solo quería que siempre fuera de esa manera, en silencio…

…El cual solo duró unas cuantas horas.

Miku se despertó y empezó a sollozar, inmediatamente Nowaki fue a su llamado. Ambos habíamos terminado de comer, en lo que se encargaba de la niña yo terminaba de arreglar la cocina. Aún podía escuchar el llanto de Miku y a Nowaki tratando de consolarla, pero parecía que no se tranquilizaría pronto lo cual ya estaba por ponerme los nervios de punta.

Estaba a punto de gritarle cuando Nowaki salió de la habitación con la niña en brazos, ahora ya tranquila.

"¿Qué sucedió?" pregunté, después analice que había sido una pregunta tonta.

"Cambio de pañal." Contestó Nowaki sonriendo.

"Oh…" solo puede decir y regresé a mi tarea de seguir guardando los platos.

¿Cómo es que Nowaki sabía tanto? Si es un pediatra, pero… ¿cambiar un pañal? ¿Acaso alguna vez lo hizo en el trabajo? No lo creía, debería estar más ocupado atendiendo a sus pacientes que aprender a como cambiar un pañal.

"¿Cómo es que…?" pero aun así me atreví a preguntarle.

"Las enfermeras de maternidad me enseñaron como," respondió "Como supuse que Miku vendría con nosotros, les pregunte."

"¿Desde hace cuando estamos hablando que esto sucedió?" pregunté.

"Hace como tres semanas." Contestó alegremente.

"¿Todavía no sabíamos nada y tu ya estabas preparado?" volví a preguntar algo fastidiado.

"Bueno, valió la pena, ¿no?" contestó nuevamente, mientras acariciaba la pequeña cabecita de Miku.

Sonreí ligeramente al ver como Nowaki jugueteaba con la niña, verlos juntos me hacía olvidar cualquier enojo por alguna estupidez de Nowaki.

Lo que quedaba de la tarde pasó tranquilamente. Nowaki se divertía jugando con Miku, mientras yo los observaba de cerca mientras leía. La verdad no podía concentrarme en la lectura ya que era mucho más entretenido como Miku sonreía. Después, la niña sollozaba de hambre y fui a la cocina a prepararle una papilla. Esta vez fue mi turno de alimentarla, lo cual termino todo un desastre, Miku y yo terminamos sucios de comida. Al poco rato, Miku cayó nuevamente dormida y Nowaki la dejó en su cuna para que descansara.

Salía de la habitación mientras me abotonaba la nueva camisa, ya que la anterior había terminado sucia de comida para bebés. Ya cuando iba a la mitad de los botones, sentí como las manos de Nowaki llegaban por detrás y detenían las mías.

"Es mejor cuando yo te la quito, Hiro-san." Susurró sensualmente en mi oreja.

"¿Después de jugar un buen rato con Miku todavía tienes energías?" pregunté, como siempre, sonrojándome ante su voz.

"Siempre tendré energías para Hiro-san." Empezó a besar mi cuello con desesperación, mientras yo solo podía soltar gemidos e intentar soltarme.

"La… niña…" hablaba entre gemidos.

"Está dormida."

oOOo

Escuchamos sollozos a través del pequeño radio que habíamos colocado en nuestra habitación, estando el otro en la habitación de Miku. De esa forma podíamos saber si algo pasaba en su cuarto. Ambos estábamos dormidos después de una buena dosis de sexo, Nowaki se había emocionado otra vez con eso de que no tendríamos sexo en mucho tiempo. ¡No habían pasado ni siquiera veinticuatro horas desde la última vez que habíamos tenido sexo! Para ese idiota, una hora sin sexo era toda una vida de abstinencia.

Como sea, estábamos dormidos cuando escuchamos a Miku por el pequeño radio. Me desperté a regañadientes mientras intentaba levantarme estando todavía medio dormido. Sentí como Nowaki también se levantaba adormilado, tallándose los ojos mientras bostezaba.

"Yo me encargo, Hiro-san." Me dijo mientras se levantaba primero que yo, se colocaba sus bóxers e iba a la habitación de la niña.

Yo volví a poner a cabeza sobre la almohada e intentaba volver a dormir, pero los sollozos de Miku se seguían escuchando. Pocos segundos después escuche la voz de Nowaki mientras intentaba tranquilizar al bebé, escuché primero que le hablaba quedamente pero eso no la tranquilizaba del todo. Lo que me sorprendió, y lo que me quitó el afán de volver a dormir, fue que Nowaki empezó a cantarle a Miku una canción de cuna; ninguna que yo conociera más bien parecía que improvisaba.

"You are my sunshine, my only sunshine. You make me happy when skies are grey…"

Los sollozos de Miku disminuían mientras Nowaki seguía cantando. Nunca lo había escuchado cantar y no lo hacía mal. Poco a poco el efecto de su voz hacia que yo también estuviera a punto de caer profundamente dormido. Maldije en mis pensamientos, no solo me derretía a la voz de Nowaki cuando hablaba normalmente, si no también cuando cantaba.

"…Please don't take my sunshine away (2)."

Cuando la canción terminó, Miku se había calmado al igual que yo. Ambos habíamos caído bajos los encantos de la canción de cuna y sobre todo por la voz de Nowaki. Lo último que recuerdo fue sentir a Nowaki que regresaba a la cama y me rodeaba con sus brazos otra vez.

oOOo

Sin que nos diéramos cuenta, ya estábamos a miércoles. Estábamos muy ocupados atendiendo y divirtiéndonos con Miku que los días se estaban pasando muy rápido. Durante esos días habíamos llevado a la niña de paseo, irle a comprar cosas y salir a los mandados con ella. A pesar de las miradas de la gente, al principio me molestaba un poco, pero llegue al punto que no debía darle importancia a ese tipo de cosas… a pesar de mi orgullo.

Ese miércoles habíamos decidido no salir, quedarnos en casa a descansar un poco. Nowaki no parecía cansarse de jugar con Miku, quien después de un rato terminaba dormida. Mientras yo podía leer a gusto o ver alguna película en la televisión. Ya entrando la tarde, para nuestra sorpresa llamaron a la puerta. Me levanté del sofá para abrir la puerta, el resultado no fue la mejor de las sorpresas.

"¡Oh, Kamijou!" era el molesto senpai de Nowaki "¿Cómo está la nueva madre?"

Lo hubiera golpeado en ese momento si no fuera que Nowaki apareció en la entrada con la niña en brazos.

"¿Quién era Hiro-san?" me preguntó y después notó al intruso "¡Senpai!"

"¿Cómo estas, Nowaki? Terminaba mi turno y decidí pasar a visitar," el idiota entró al departamento como si nada "Y esta preciosa debe ser Miku."

Nowaki dejó que su senpai cargara a la niña, había querido que ella llorara para que dejara de cargarla pero al parecer se sintió muy cómoda en los brazos de Tsumori. No podía admitirlo abiertamente, pero ese idiota tenía un don con los niños. Claro, no tanto como Nowaki.

Ambos iban a sentarse a la sala y yo solo me mantenía cerca en lo que acomodaba algunas cosas. Estuvieron platicando por un rato, yo solo podía escuchar algunas palabras cuando estaba cerca o pasaba por ahí, principalmente para estar al pendiente de Miku… si también al pendiente de Nowaki. Agradecí en mis adentros cuando el idiota por fin se iba.

"Bueno Miku-chan, tío Tsumori tiene que irse," ahora este se proclamaba parte de la familia "Pero aquí esta mami para que te cuide."

Me entregó a la niña, se despidió y salió del departamento. Nowaki notó mi cara de pocos amigos y se digno a preguntar si pasaba algo. Simplemente pronuncié un simple 'nada' y lleve a Miku a su habitación. A veces ese grandulón podía ser tan ingenuo.

oOOo

Llegó el sábado, solo quedaba ese fin de semana y las pequeñas vacaciones terminarían, regresaríamos a nuestros trabajos y la niña… ¿qué sería de la niña? En ese momentos recordé que faltaba ese detalle, si ambos estaríamos trabajando en las mañanas, quien cuidaría de ella? Podía dejarla en la guardería de la universidad, pero aún era muy pequeña para eso. Además, sería muy pesado que Nowaki se la llevara a su trabajo por lo inestables que eran sus guardias, y no quería que cualquier persona cuidara de ella.

"Nowaki," le llamé mientras él le daba de comer a Miku "Olvidamos ver quien cuidara de Miku mientras estamos en el trabajo."

"Oh, cierto," murmuró mientras le limpiaba la boca a Miku con una servilleta. Después de unos segundos se levantó de golpe de la mesa y fue a nuestra habitación.

Me sorprendió su comportamiento pero no le tomé mucha importancia, solo me levanté de mi lugar y me senté junto a Miku para seguirle dando de comer. Al poco rato escuché a Nowaki hablando por teléfono, no podía escuchar mucho de lo que decía solo lo último que dijo antes de colgar.

"Asunto arreglado, Hiro-san." Comentó mientras regresaba a la mesa.

"¿A quién llamaste?" le pregunté.

"Una conocida del hospital," me contestó sonriente e inmediatamente se escucharon unos golpes que llamaban a la puerta, dejándonos confundidos a los dos.

"¿Dijo que vendría ahora?" pregunté extrañado.

"No, dijo que venía el lunes temprano."

Me levanté y fui hacia la puerta, a la cual volvieron a golpear. "¡Si, si, ahí voy!"

Al abrir, me sorprendí al ver a Akihiko y a su… pareja, si todavía me es difícil asimilar el hecho de que es diez años menor que él, enfrente de nuestra puerta. Misaki cargaba una bolsa de regalo en colores pasteles mientras me miraba nervioso, pudo notar un pequeño tic en su ojo izquierdo. No sé porque me debe temer igual que antes, ya que si me atreviera a aventarle algo en esos momentos… sentiría la furia de Akihiko, no lo dudo.

"B-Buenas tardes Kamijou-san, ¿llegamos en mal momento?" preguntó nerviosamente mi ex alumno.

La pregunta me hizo entender, Nowaki no estaría a gusto de ver a Akihiko. Bueno… ya al menos sabrá que tiene pareja y ya todo es diferente, además… me la debe porque su senpai llegó también sin previo aviso.

"…Pasen" dejé que entraran "Akihiko, ¿cómo es que supiste…?"

"En la semana llamé a tu trabajo y me dijeron que estabas de vacaciones," contestó mientras se quitaba los zapatos "Solo lo deduje…"

Me fastidié mientras cerraba la puerta, ahora resultaba que el gran Usami Akihiko ya era todo un detective.

Caminamos hasta la sala, donde ahí estaba Nowaki con la niña en brazos. No tenía buena cara, seguro había escuchado la voz de Akihiko desde la mesa. Solo esperaba que no se comportara como las veces anteriores que se topado con él.

"¡¿Eh?" exclamó Misaki cuando vio a Nowaki "¡Tú eres…!"

"Oh, te recuerdo…" le sonrió "Arreglo de tres mil yenes, baby junjou (3)."

"¿Se conocen?" pregunté sorprendido mientras Akihiko veía divertido a su pareja que estaba más que sonrojado.

"Llegó una vez cuando trabajaba en la florería, supuse que era un regalo para alguien especial," explicó y Misaki se sonrojo aún más "Supongo que ya se de quien se trata."

"¡Soy Takahashi Misaki!" se presentó repentinamente, cambiando el tema.

"Kusama Nowaki," igual se presentó "Y ella es Miku."

La niña observaba a los recién llegados con sus grandes ojos llenos de curiosidad mientras se chupaba dos dedos de su pequeña mano.

"¡Que linda!" exclamó "¿P-Puedo cargarla?"

"Claro," Nowaki le sonrió mientras le entregaba a la niña.

Misaki la tomó con cuidado y con algo de nerviosismo pudo cargarla tranquilamente en sus brazos, aún con la bolsa de regalo en manos. De un momento a otro Miku empezó a sollozar, intentado soltarse de los brazos de mi ex alumno, quien se puso más nervioso al no saber qué hacer.

"¡No, no llores!" trató de consolarla y al no lograrlo se la tendió a Akihiko "¡Sostenla, Usami-san!"

Nowaki no estaba muy contento por eso, pero bien de algún modo tuve que aguantarse. No me fue muy placentero hacerlo 'sufrir' de esa manera, pero de algún modo u otro tendría que aprender a comportarse cuando Akihiko vendría de visita.

Lo más gracioso fue cuando Akihiko se asustó cuando Misaki le entregó a la niña que empezaba a sollozar más fuerte. Tenía cara de no saber qué hacer, por fin había algo que el gran Usami Akihiko no podía hacer. Fue cuando mi ex alumno sacó de la bolsa de regalo un oso de peluche, muy parecido al que Akihiko tiene en su departamento, solo que era más pequeño.

"N-No llores, pequeña Miku," le puso enfrente el oso y la niña milagrosamente dejando de llorar.

"Usaa!" dijo esa extraña palabra, si es que podía llamarse así, y tomó al oso feliz. Eso hizo que Takahashi y Akihiko respiraran aliviados.

Miku siempre balbucea y estaba muy pequeña para saber hablar, pero eso momento se puede recordar el día que intentó hablar, dejándonos a Nowaki y a mí orgullosos.

También desde ese día, el oso fue mejor conocido como Usa-chan (el '-chan' fue agregado por Nowaki, claro), quien se convirtió en el amigo inseparable de Miku durante toda su vida.

oOOo

Lamentablemente llegó el lunes. Por primera vez en mi vida no quería asistir al trabajo, no que fuera un esclavo del trabajo ni mucho menos, si no simplemente me preocupaba la niña. Nowaki había dicho que ya tenía alguien quien se encargaría de eso, pero por más que le pedía que me dijera quien, él solo respondía que e lunes la conocería. Y bien, había llegado ese lunes, aunque se me hacía un poco tarde para el trabajo… no quería irme hasta conocer a niñera.

"No te preocupes Hiro-san," me decía Nowaki mientras termina de arreglarse para el trabajo "Yo me quedaré hasta que llegue, podrás conocerla cuando regreses."

"No," le dije inmediatamente "Me iré hasta que esté convencido que todo estará bien."

"Estará en la mejores manos, Hiro-san," me abrazó por detrás "Tal como Hiro-san lo está cuando…"

No lo dejé terminar ya que tomé un libro que con suerte estaba cerca y lo golpeé con el en la cabeza, haciendo que me soltara. Antes de poder decirle algo, se escucharon golpes en la puerta e inmediatamente Nowaki fue a atender.

"¡Perdón por la tardanza, Kusama-san!" escuché la voz de una mujer y su voz se escuchaba demasiado joven.

"Descuida, Tamiko y por favor dime Nowaki," escuché la puerta cerrarse y pasos que se dirigían a la sala.

Salí de la habitación para conocer a la recién llegada, quien no era más que una chica de no más de veintiún años, piel algo bronceada, cabello castaño claro y ojos marrones. Lo que me más me sorprendió y lo que no me convenció, fue la ropa que traía puesta… si es que a eso se lo pedía llamar ropa.

"¡Usted debe ser Kamijou-san!" dijo la chica al verme "Mi nombre es Daishi Tamiko, ¡un gusto!"

"Tamiko es voluntaria en el hospital," explicó Nowaki "Le pedí que cuidara a Miku a cambió de las horas de voluntario que tiene que completar."

"Ayudo en maternidad," terminó de explicar la 'niñera' "Así que se trabajar con bebés, no tiene de que preocuparse Kamijou-san. Cuidaré bien de Mika-"

"Miku."

"Claro de Miku," sonrió despreocupada.

Antes de que pudiera hacerle más preguntas a la chica, Nowaki me sacó del departamento con la excusa que ya se me hacía tarde. Bueno ni era excusa, porque de verdad se me estaba haciendo tarde. Caminamos junto hasta la estación del metro, actividad que nunca habíamos hechos antes en las mañanas y… bueno me sentí feliz que pudiéramos irnos juntos hasta tomar rutas diferentes a nuestros trabajos.

oOOo

Nunca me había sentido tan ansioso como en esos momentos, pensar que el trabajo me distraería para no preocuparme mucho de Miku… ¡pero me ponía de lo más nervioso la niñera que había conseguido Nowaki! Estaba de acuerdo que fuera alguien que Nowaki conociera, pero aun así no podía dejar de sentir esa preocupación. Tanto así era que no dejaba de ver cada cinco minutos la pantalla de mi celular para asegurarme de que no se me perdiera ninguna llamada que viniera del departamento.

"Kamijou, te ves estresado," comentó el profesor Miyagi cuando entré a la oficina que compartíamos después de una de mis clases "¿Otra vez mensajes de texto en clase?"

No le conteste, simplemente fui hacia mi escritorio y chequé nuevamente las llamadas de celular. Nada. Como toda la santa mañana.

"Oh por cierto, Kamijou…" me llamó nuevamente mi superior "¿Cómo está la nena? Tengo muchas ansias de conocerla."

La pregunta no me hizo sentir mejor, ¿cómo iba a saber su estado si no sabía nada desde hace horas? En ese momento ya no aguante más y marqué el número del departamento, saliendo de la oficina dejando a mi superior sin una respuesta.

"¿Diga?" escuché la voz de Tamiko.

"Tamiko, ¿todo bien?" pregunté inmediatamente.

"¡Ah, Kamijou-san!" reconoció inmediatamente mi voz "Si todo está perfectamente bien. Parece que usted y Nowaki-san se ponen de acuerdo, hace unos minutos él llamo para preguntar lo mismo."

Escuché de fondo una pequeña risita de parte de Miku, dándome a entender que estaba muy bien. Aunque no quería confiarme mucho de Tamiko, al menos debería darle una oportunidad, confiando en que Nowaki había elegido bien.

"Llámeme por cualquier cosa," le dije antes de que colgara con un animado 'Claro.'

Regrese a la oficina para ser hostigado con varias preguntas y chillidos de mi superior, quejándose que lo había dejado con la palabra en la boca.

oOOo

Como si hubieran sido solo algunas pocas horas, el primer cumpleaños de Miku llegó muy rápido. Recuerdo que fue un jueves, uno de los días más pesados de la semana. Trabajo acumulado, mas clases en el día, empezar a preparar temas para la siguiente semana… toda una locura. Nowaki andaba igual, era de esos días que se quedaba en el hospital desde muy temprano en la mañana hasta ya entrada la tarde.

Después de dejarla en el departamento con Tamiko, recordé que no le había comprado un obsequio a Miku. Nowaki casi siempre le llegaba del trabajo con juguetes y cosas nuevas, llenando poco a poco el baúl de juguetes que le habíamos conseguido hace poco. Así descarté la idea de comprarle un juguete. Estaba seguro que Nowaki compraría el pastel y su obsequio, tenía que pensar en un regalo diferente que no fuera igual al de Nowaki.

Después del trabajo pase a la librería a la que iba seguido, esperando encontrar el libro que buscaba desde hace días. Al entrar a la tienda, enfrente de mí estaba la sección de niños, como si fuera una señal caída del cielo. No dude en pasearme por esos pasillos, tratando de encontrar alguna historia que le gustaría a Miku.

Inmediatamente tomé un libro algo grueso que contenía historias de cuentos de hadas, con coloridas ilustraciones y olvidándome del libro que desde un principio buscaba, pagué y salí directamente hasta la primera tienda que vendiera bolsas de regalo. No tarde mucho en encontrarla y pude dirigirme al departamento.

Antes de llegar, me topé con Tamiko en el camino, quien me saludó muy contenta para después despedirse con algo de prisa, diciendo que tenía que alcanzar el último tren. Por obvias razones eso significaba que Nowaki ya estaba en casa, así que decidí apresurarme. Cuando llegue, escuchaba las risas de Miku mientras jugaba con Nowaki en nuestra habitación. Inmediatamente escondí el regalo en el ropero.

"¿Hiro-san?" me llamó mientras salía de la habitación con Miku en brazos "Bienvenido, Hiro-san."

Miku se puso ansiosa al verme y Nowaki me la tendió para que la cargara, de esa manera estuvo más tranquila.

"Miku extraño a mami," dijo sonriente el grandulón y lo miré amenazadoramente "Lo siento, Hiro-san."

"Hagamos esto rápido antes de que Miku se vaya a dormir," inmediatamente Nowaki fue a la cocina para sacar el pastel del refrigerador para colocarle la vela.

"Feliz cumpleaños, Miku," le murmuré y ella solo rió, como si hubiera entendido perfectamente lo que le había dicho.

oOOo

Esa misma semana, después del cumpleaños de Miku, llegó el momento de darles las noticias a mis padres. No es que yo hubiera sido yo quien les llamó para avisarles, si no que sucedieron muchas cosas en el transcurso de un día que al final mis padres se enteraron.

Recibí una llamada a mediodía de Tamiko, quien se encontraba cuidando a Miku en el departamento, me sorprendió la llamada pero aún así contesté.

"Emm… Kamijou-san… acaba de llegar una mujer quien dice ser su madre…"

Me quede quieto al escuchar esas palabras. Demonios… como se le pudo haber ocurrido a mi madre llegar sin aviso? Y además cuando no estoy en casa. Como no podía salir hacia la casa porque tendría una clase dentro de poco, le pedí a Tamiko que me pasara a mi madre.

"¿Hiro-chan?"

"Madre, ¿podrías explicarme?" pregunté tratando de sonar lo más tranquilo posible.

"Oh solo andaba aquí por estos rumbos y quise ver si estabas en casa," contestó como si nada "Y me extraño ver a esta chica aquí con una niña, pensé que vivías con compañero de piso."

"Es solo la niñera," le expliqué.

"Oh, nunca mencionaste que tu compañero tuviera una hija, muy linda por cierto," comentó mientras podía escuchar las risas de Miku al fondo.

"En realidad es de…" suspiré antes de terminar la frase "¿Tienes tiempo? Saldré como a las dos y media."

"Uh, claro Hiro-chan," me contestó un poco extrañada "Estaré aquí en lo que llegas."

Llegué al departamento como a esas de las tres de la tarde. Nowaki no llegaría hasta en la noche por lo que tendría tiempo de decirle todo a mi madre, esperando que no le diera un ataque. Cuando llegué, el departamento olía a comida recién hecha y de hecho encontré a mi madre en la cocina. Le dije adiós a Tamiko quien se despidió deseándome suerte, hasta la chica se había dado cuenta de todo el asunto, solo esperaba que no le hubiera dicho nada de anticipado a mi madre.

"¿Quieres comer algo, Hiro-chan?" me preguntó mi madre "La niña ya comió y está dormida."

"Primero tengo que decirte algo," le indiqué que se sentara en la sala. Cuando ambos ya estábamos sentados, di un respiro antes de hablar "Mamá, soy-"

"Ya llegué, Hiro-san."

Si, como salido de una telenovela, en ese mismo momento llegó Nowaki. Me sorprendí porque no había escuchado el sonido de las llaves o algo que indicara que había llegado. Además era demasiado temprano para que llegara a casa, y tenía que aparecerse en el momento en que no necesitaba que apareciese. No piensen mal, solo quería decirle con tranquilidad a mi madre toda la verdad sin tener que ridiculizarme enfrente de Nowaki, lamentablemente el destino no está de mi lado.

"Oh," dijo sorprendido cuando me encontró en la sala con mi madre "Buenas tardes."

"Nowaki, ella es mi madre Kamijou Hanako (4)," empecé con las introducciones "Madre, él es Kusama Nowaki."

Como lo esperaba, a Nowaki se le iluminó el rostro cuando dije que era mi madre. Inmediatamente sonrió y se acercó a ella para saludarla.

"Es un gusto por fin conocerla, Hanako-san."

"El gusto es mío, Kusama-san, mi hijo me ha hablado mucho de ti," en realidad no le había platicado mucho de Nowaki, pero supongo que fue por formalidad.

"Por favor dígame Nowaki," le sonrió "Al fin que somos familia."

Mi madre lo miró confundido y yo con ojos asesinos, con ganas de aventarle toda una biblioteca completa en la cabeza.

"Eh Nowaki, ¿por qué no vas a revisar a Miku?" lo empuje fuera de la sala, intentando no gritarle en ese momento.

Nowaki me miró confundido, pero aún así me hizo caso. Se disculpó con mi madre y entró a la habitación de la niña.

"Ahora Hiro-chan," habló de nuevo mi madre "¿Qué era lo que querías decirme?"

Agradecí que mi madre no preguntara que era lo que quiso decir Nowaki, pero de todos me encontraba en una situación difícil. Suspire antes de regresar a mi asiento y por fin enfrentar a la mujer que me trajo al mundo.

"Mamá, Nowaki no es mi compañero de piso," comencé despacio "Él… él es mi pareja…"

Espera cualquier reacción… llanto, gritos, amenazas, cualquier cosa… simplemente me sonrió. Así es, una simple sonrisa con una mirada tierna.

"Me alegra que hayas conocido a alguien, Hiro-chan," me dijo tranquilamente "Ya me estabas preocupando la verdad, aunque a decir verdad siempre nos imaginábamos que eras homosexual."

"¿Cómo es que-?"

"Nunca subestimes los instintos maternales, Hiro-chan," me interrumpió "No tardarás en entenderme."

Me quedé callado ante las palabras de mi madre. Lo más seguro es que Nowaki había escuchado todo y para ese entonces se debió dar cuenta que fue su culpa por andar de bocón de que me tuviera que rebajar a tanto. Ya lo pagaría después.

"Será mejor que me vaya," dijo mi madre mientras se ponía de pie "No he hecho la cena y tú padre no tardará en llegar."

Encaminé a mi madre hasta la puerta, pasando por el cuarto de Miku, donde Nowaki iba saliendo de ahí con la niña en brazos.

"Nowaki-kun," le llamó mi madre "Cuide bien de mi hijo, luego se le da por aventar cosas y no quiero que me llamen porque lanzó a mi nieta por la ventana."

"¡Mamá!"

"Descuide Hanako-san, Hiro-san está en las mejores manos," acompañó a mi madre hasta la puerta, donde se despidió de Miku.

"Espero que vengan pronto a la casa a cenar," dijo mi madre antes de salir "Para que el abuelo pueda conocer a su nieta… oh, eso me recuerda que me emociona darle la noticia a tu padre, Hiro-chan."

Si había olvidado por completo a mi padre, Kamijou Hiroshi (4). Mi madre pudo haber tomado la noticia de la mejor manera, pero no conocen a mi padre. Si de alguien heredé su carácter, fue de él.

Cuando mi madre ya se había marchado, Nowaki me hostigó de preguntas acerca de mis padres. Me sorprendió que no me preguntara nada de porqué no lo había presentado antes como mi pareja ante mis padres. Supongo que comprendió la razón y no quiso que le diera explicaciones que no le daría tan fácilmente, como normalmente pasa.

Si preguntan cómo nos fue en la cena con mis padres. La verdad es algo que no quisiera recordar. Mi padre no aceptó mi relación con Nowaki y al parecer hasta la fecha no parece muy convencido que digamos. Pero creo que nos dejó eso por alto cuando se encariñó con Miku, había oído que hasta el padre mas cascarrabias se le ablanda el corazón cuando llegan los nietos. No lo creía hasta no verlo con mis propios ojos.

oOOo

Jamás olvidaré su primera palabra. La mañana de ese día me levanté temprano para darle de desayunar a Miku en lo que esperaba que Nowaki regresara de su turno nocturno. Como siempre los desayunos con Miku terminaban en un desastre, pedazos de comida en el piso, ella y yo cubiertos en comida. En fin, eso de verdad me ponía de malas que si llegaba momentos en que le grite a Miku, pero antes de que se pusiera a llorar le daba su oso de peluche y callaba de inmediato. Llegué a pensar muchas veces que quería más a ese oso que a mí. Esa mañana pude darme cuenta que no.

"Ya llegué Hiro-san, Miku," anunció su llegada Nowaki. Miré el reloj y me di cuenta que había llegado más temprano de lo normal.

Miku balbuceó como dándole la bienvenida a Nowaki, quién la saludó depositándole un beso en su pequeña cabeza.

"Estaba por darle su desayuno a Miku… ¡O-Oye!" me había tomado de la barbilla y me besó suavemente, yo simplemente me separe de él rápidamente "La niña…"

"Lo siento Hiro-san," se disculpó, sabiendo yo que no era completamente sincero "Yo le daré de desayunar a Miku, tú puedes seguir arreglándote."

"No," contesté fríamente "Tengo tiempo todavía, tú ve a descansar."

"Hiro-san…" y suspiró cuando le di una orden con solo una mirada.

Obviamente Nowaki no se fue a dormir como le había dicho, se quedó cerca mientras yo le daba de desayunar a Miku, y esta vez no terminamos haciendo un gran desorden de milagro. Cuando ya casi era hora, terminaba de alistarme mientras Nowaki jugaba con Miku y su oso. Desayuné rápidamente y me disponía a despedirme de ambos antes del departamento.

"Qué tengas buen día, Hiro-san," me dijo Nowaki mientras me ponía los zapatos en la entrada.

"Si si, me voy que ya es hora."

"Di adiós Miku," tomó la pequeña mano de la niña y la movió en señal de despedida.

"Mama."

Me quede quieto por unos segundos mientras veía a la niña que me sonreía y a un Nowaki un tanto sorprendido.

"Mama," volvió a repetir y si, debo admitir que unas lagrimas querían salir de mis ojos.

"Hiro-san," me llamó Nowaki "¿Acaso estas…?

"Y-Ya debo irme," terminé de colocarme los zapatos rápidamente, tomé mis cosas y salí de departamento hacia la universidad.

Continuara…

Notas finales:

(1) Me quise referir a esa canasta donde pones a los bebes y los llevas a todos lados en vez de una carriola. No sé nada de bebes y cuando le pregunte a mi madre me dijo que así se llamaban.

(2) Perdón si hice a Nowaki más perfecto de lo que ya es. En fics que he leído que ponen a Nowaki como un mal cantante y no estoy en desacuerdo, solo pensé que si él le cantaba algo a Miku sonaría tierno. Tal vez debió ser Hiroki el que cantara pero él tiene (o tendrá) otros momentos tiernos.

(3) Si no estoy mal, así se llaman las flores que Misaki le compró a Akihiko cuando este ganó un premio. No tenía tiempo para verificar, así que si hubo error no duden un decirme.

(4) No recuerdo que en el manga/anime se mencionaran los nombres de los padres de Hiroki, así que escogí los más adecuados.

Dirán que no me decido, pero ya hice mis supuestas "cuentas" y serán 5 capítulos. Esperaba escribir los capítulos 3 y 4 en uno solo pero cuando note que ya me estaba tardando 3 meses, decidí mejor agregar otro capítulo. Ya estoy trabajando en el próximo capítulo, si no logro terminar para esta semana (que la verdad lo dudo) será hasta finales de Julio ya que estaré adelantando clases y necesito una buena nota para mejorar mi promedio.

Muchísimas gracias por sus reviews y por poner el fic en favoritos, lamento la horrible tardanza (esos examenes finales me estaban matando la inspiración).

Espero que les haya gustado el capítulo y me gustaría que no solo pongan el fic en favoritos, sino también dejen un review con sus comentarios.

Mata ne~


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