Capítulo X Salvación
Una cortina de humo envolvió el ambiente. Ryoma y Tezuka seguían en la habitación. Uno maltratado y el otro malherido. Salvarlos a ambos era la prioridad. Mucho más que la sangre, más que la organización, más que la vida inmortal.
¿Qué es la vida inmortal?... es ver pasar el mundo frente a tus ojos y no ir al mismo paso que todos. Es ver envejecer a tus seres amados y partir y tú no vas junto a ellos. Es ver pandemias, guerras, hambre, tormentas y uno sigue igual que el día en que todo comenzó.
¿Era bueno arrastrar a Echizen? Él todavía era un ser humano. Yo en cambio yo no tengo esa humanidad.
¿Cómo puedo salvarlo?
-¡Capitán!- exclama Ryoma ante un nuevo ataque.
La cortina de humo se había disipado. Algunos rayos del sol hacían actos de presencia.
Las quemaduras se hicieron presente. Al igual que el dolor.
-Voy a salvarte Echizen- dice Tezuka malherido y con quemaduras.
Seguían rodeados por unos 3 neófitos, pero un increíble ataque de Fuji, le abrió el paso para que ambos pudieran arrancar.
-Gracias Syuusuke- dice Tezuka recuperando el aliento. La determinación estaba en sus ojos- vamos Echizen- le ofrece su espalda y Ryoma sube a ella. De un salto llegaron al suelo.
-¿Dónde vamos a ir?- pregunta el pelinegro mientras seguía en la espalda de Tezuka- ya no puedo volver a mi casa ni usted a su mansión.
-Tengo un amigo que nos puede proteger por un tiempo- dice con tono cansado. La fatiga se hacía presente y la sed aumentaba con cada paso.
El lugar donde vivía su amigo quedaba fuera de la ciudad, por lo que era un largo trayecto.
Dejó a Ryoma por unos minutos. Necesitaba ir de caza. No podía permitir que él lo viera en esa escena. No era algo de lo que se sintiera orgulloso. Aunque antes había bebido su sangre, ahora tenía un ligero cambio en su olor, por lo que presentía que la inseminación era todo un éxito. Si así fuese eran dos vidas las que estaban en sus manos y no podía dejarlo ir, menos morir en manos de su cruel hermano Dane ni pensarlo en la organización de cazadores. Si ellos sabían de esta situación podrían usarlo en su contra.
Logró interceptar a una pareja que estaba cerca.
Ryoma escuchó unos gritos y luego un silencio.
No sabía si estaba preparado para esa vida. No creía que podría con un clan de vampiros, llevar en su vientre a su hijo y ser la pareja del jefe del clan. Era mucho por procesar y lo que menos tenia era tiempo y ganas. Ahora su vida corría peligro y nada volvería a ser como antes.
-¿Listo para continuar?- dice Tezuka con su voz que era un verdadero terciopelo.
Sólo tenía que ver esos ojos impenetrables para saber que estaba total e irremediablemente perdido.
-Vamos capitán- responde y subiendo nuevamente a esa espalda fuerte y fría desaparecieron a toda velocidad.
Continuará.
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