–Nee, Fuuma ¿Te gustó hacerme el amor? ….
oooOOOoooOOOoooOOOoooOOOoooOOOooo
Me era inverosímil haber escuchado esas palabras salir de su boca, con esa voz impregnada de provocadora sensualidad, tan cargadas de… deseo. Eso era. Un desenfrenado deseo carnal, por sentir algo tan banal como el sexo.
-Vamos, deja de fingir porque eso era en lo que pensabas.- añadió acercándose al oído del otro. –ambos sabemos que eso es lo que deseas, así que por qué no mejor dejas de imaginártelo y me haces el amor…aquí y ahora.- susurró en los labios del mayor haciendo que se rozaran débil pero tentadoramente. No sé qué tantas cosas más decía hubo un evidente cambio en el latir de su corazón, siendo cada vez más rápido.
-Fuuma…- Kamui atrapó su cintura con sus piernas y el cuello con sus brazos para besarlo ferozmente. Estaba gimiendo…gimiendo apenas y lo tocaba y el vampiro gemía entre sus besos, sus manos acariciaban al menor de una forma muy agresiva. No era el mismo tacto. Parecía desesperado. Kamui soltaba gemidos más largos, su voz sonaba aguda. –Kamui… espe…- pero no pudo terminar, apenas y le dio el tiempo para volver a recobrar el aliento. Nunca pensé que él fuera capaz de hacer ¡ESO! Y menos de esa manera tan… voraz.
El hecho de que se quejara y de que hiciera esos sonidos… fue muy impactante para mí. Sus manos se adentraban entre las piernas de Kamui que no parecía querer callarse, mucho menos detenerse. –Esta cosa me estorba…- se quejaba peleando con la ropa. No podía encontrar la forma de despojarlo de ese extraño traje. Aunque si por el hubiera sido se lo habría arrancado.
-Ton…to…nnn…el cie…rre…aaah- sacó la mano que tenia de entre las piernas de Kamui y aferro su abrazo en la cintura de mi gemelo para evitar que cayera. Una vez que le bajo el cierre comenzó a arrullar la porcelaníca piel de su espalda causando que mi otouto se estremeciera de placer y se arquera ligeramente… para no variar volvió a proferir un largo y ahogado gemido. No podía creer lo que veía y escuchaba. Mi hermano menor desbordaba pasión y deseo por un ¡HUMANO! Él que siempre era tan selectivo con sus presas, al que sólo le importaba alimentarse y no dejar testigos… él estaba perdiendo el control… a pesar de eso… algo diferente se reflejaba en sus ojos. No podía ser cierto… ¡estaba enamorado del cazador! Sus orbes brillaban como… cuando un niño encuentra un tesoro invaluable en el lugar menos esperado, y lo guarda para sí mismo… y no quiere que nadie más lo sepa porque él lo encontró. Fuuma volvió recorrer la figura de mi hermanito delineándola a la perfección, bajando por su espalda hasta su pelvis, su muslo y de camino hacia arriba pasando por su rodilla, cintura y bajando de nueva cuenta hasta su pequeña… (Mmm >///< como lo digo) mmm… pompi… [Je je je ay, Subarin… Subarin…) por encima de la negra vestimenta a medio quitar.
Lo oí gemir una última vez antes de salir corriendo escaleras debajo, de hecho, no pare de corre hasta que me di cuenta que estaba fuera del edificio. El haber visto y escuchado la primera vez de mi hermano fue perturbador más aun con un humano... un humano… como lo era Seishirou-san.
-Seishirou –san… - el ojiverde vampiro acaricio sus labios sin saber que lo hacía. Imaginaba como se sentirían esos labios sobre los suyos… solamente una vez más.
To be continued …