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Turandot por Dulce_Pena_Hime

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Notas del capitulo:

Hola a todas... A que estoy tardando menos de lo que siempre tardo ^^... jeje

Espero que a tod@s ustedes les guste ^^

Dedicado a:

angy: Muchs gracias por tus comentarios por rev, mns y correo ^o^

Hotarubi: Disculpa la demora de casi dos horas en la actualizacion jeje... ^o^U Espero la espera haya valido la pena....

SEGUNDO ACTO: ZAHARA

ESCENA 3: EL PAIS DE FUEGO

 

Camino por entre los pasillos, apreciando las vistas de las ventanas, notando lo grueso de los pilares y lo alto de aquellas cópulas. Escuchando como aquel joven le explica que era cada habitación, a donde conducía cada corredor.

 

  • - ¡Qué hermoso! - Dijo el chico al ver desde una ventana la ciudad. - Vamos. - Le dijo al joven.
  • - Lo lamento mucho, joven príncipe, pero.........
  • - ¡¿Qué?! - Casi lo grito.
  • - Su prometido me dio la orden de no salir del palacio.
  • - Ese Yuki, me las va a pagar. - Gruño por lo bajo. - Dijo viendo hacia abajo y mirando el jardín que lograba verse desde su habitación. - ¿Podemos ir ahí? - Dijo señalando el jardín
  • - Por supuesto, vega conmigo.

 

Y así llegaron a ese jardín. Si verlo desde arriba era fabuloso, estar ahí era casi irreal. El aroma a frutas tropicales, el sonido de aquella fuente  llegar a sus oídos, el trinar de todas esas aves; sin duda alguna se podía sentir una gran paz en ese lugar, era muy relajante está ahí.

 

  • - ¡¡Waa!! Qué bonito dijo corriendo hacia la fuente, colocando ambas manos bajo el chorro de agua. - ¡¡Esta tan fresca!! - Tomo un poco de agua y se mojo el rostro, sintiendo claramente contraste del agua fría con su piel caliente. - ¡Que delicia!

 

Aquel chico solo le miraba sin decir nada, percatándose de que ese joven príncipe actuaba como un simple niño, maravillándose de cada cosa que veía.

 

  • - Nee... hace rato vi un pájaro muy bonito de colores brillantes
  • - ¿Un ave de colores brillantes?
  • - Si, era grande y estaba volando. - Dijo haciendo mímicas con sus manos
  • - Bueno, en Zahara tenemos muchas aves de ese tipo
  • - ¡¡¡¿En serio?!!!
  • - Ehh... ahh... si... - Le sorprendió el gran entusiasmo del menor
  • - ¿Las puedo ver?
  • - Cla-claro. - Dijo
  • - ¡Qué bien!

 

+-+-+-

 

Desde una de las ventanas de arriba, la joven princesa observaba los movimientos y las reacciones de Shuichi, pero incluso era capaz de escuchar su voz, pues el menor no media su tono cuando algo lo emocionaba.

 

  • - Es solo un mocoso. - Musito en voz baja de forma despectiva, apreciando cada uno de sus movimientos.

 

No terminaba de entender ¿Qué le había visto el futuro Rey a ese crío? Por lo que sabía, al rubio no le gustaba el escándalo, y ese chico era una fiesta andante ¿Qué tenía de especial?

Solo había una forma de averiguarlo y esa era.........

 

+-+-+-

 

Lentamente comenzó a abrir los ojos, apreciando la luz que aún había en el firmamento. Suspiro algo cansado y giro hasta quedar boca arriba, viendo aquel techo lejano.

La siesta le había caído en gloria, renovándole energías y haciéndolo sentir más lucido y menor huraño... pero era mejor levantarse o de lo contrario no podría dormir en la noche............... la noche. Cerró los ojos y sonrió de forma arrogante al recordar que tendría que compartir la cama con el pelirrosa, le intrigaba saber que sucedería esa noche, podía sacar centenas de hipótesis sobre la reacción del baka, pero sin duda alguna se divertiría.

 

  • - Es todo un estuche de monerías. - Rió por lo bajo ante sus pensamiento. - Shuichi. - Musito sin siquiera darse cuenta. - ¡¡...!! - De repente abrió los ojos y se enderezo de la cama lo más rápido que pudo.

 

¡Maldición! ¿Cómo pudo ser tan estúpido? Había dejado a Shuichi al cuidado de un sirviente ¡¡Un sirviente!! ¿Cómo se le pudo ocurrir? ¿En qué demonios estaba pensando? ¡Claro, no estaba pensando! Estaba tan cansado que su mente solo procesaba en dormir ¡Estúpido!

 

Camino hacia la salida y abrió la puerta, encontrándose con quien menos esperaba ver.

 

  • - ¿Ayaka?
  • - Me gustaría hablar contigo.
  • - Ahora no puedo, debo buscar a ese baka. - Dijo girando hacia todas direcciones, pensando en donde se había podido meter.
  • - Esta con Bill, lo vi hace un rato por los jardines principales.
  • - Bien, gracias por tu ayuda. - Dijo pasándola de largo.
  • - ¿Por qué te preocupa tanto? Ya te dije que está bien. - Lo alcanzo, caminando a corta distancia detrás de él
  • - Jah! No lo conoces. - Dijo
  • - ¿Y tú sí? - Su voz irónica.

 

Aquellas palabras le detuvieron el paso ¿Qué quería decir con esa pregunta?

 

  • - ¿Por qué te preocupa tanto?
  • - ¡¿Preocuparme?! - Se giro para mirarla.
  • - ¿Y qué quieres que piense cuando pones ese rostro mientras lo buscas?
  • - ...... - Se puso serio. -¿Cuál cara?
  • - Por favor... no digas tonterías... mira que no soy tonta.
  • - ...... - Se sostuvo la mirada, retándola.
  • - No han venido por negocios ¿verdad?
  • - A ti que te importa la razón de nuestra visita
  • - Me importa, porque este es el reino de mi padre. Y no quiero disturbios.
  • - En ese caso, te prometo que no causaremos ningún problema
  • - ¿Qué quieres? Venir a presumirme a tu nueva conquista
  • - No, no tengo ningún motivo para hacer eso
  • - Entonces ¿Qué hacen aquí?
  • - Ahh... si tanto quieres saberlo, pregúntaselo a Shuichi, que él te diga la verdad
  • - ¿La verdad de qué?
  • - ......... Pregúntaselo a él. - Se giro y pudo ver como un animado Shuichi corría por el pasillo hacia ellos. - Y hablando del susodicho.
  • - ... - Ayaka miro al chico, quien se detuvo delante de ellos, recuperando un poco de aliento.
  • - ¿Por qué corres?
  • - Venía echando carreras con Bill-san. - Dijo mirando hacia atrás

 

 

Aquel pobre sirviente caminaba con paso cansino y una cara de agotamiento que apenas podía con ella, sus brazos colgaban a sus costados y casi podía verse su espíritu saliendo de su cuerpo...

Yuki solo pudo exhalar el aire de sus pulmones y negar con la cabeza, sabía que algo así podía suceder ¿Por qué no se le ocurrió antes? Pero bueno, al menos nada malo le había sucedido a Shuichi o eso parecía.

 

  • - Será mejor que vayas a descansar, Bill. No quiero sirvientes exhaustos durante la cena.
  • - ...co...como or...dene......... hi......meee...... - Dijo con el poco aire que le quedaba para irse.
  • - Nee, Ayaka-hime, tiene un palacio precioso.
  • - Gracias, príncipe Sakuma. - Dijo la chica de forma seria, lo que provoco que Shuichi dejara de sonreír ¿Había dicho algo malo?
  • - Ah... por cierto, Ayaka ¿Por qué no le comentas a Shu-chan lo que me estabas diciendo? - Dijo pasando su mano tras Shuichi para tomarle del hombro.
  • - ¿Ehh? - Shuichi miro al rubio y después a Ayaka. - ¿Decirme qué? - El chico era tan curioso que incluso no presto atención al sobrenombre que Yuki dijo y el hecho de que lo estuviera sujetando.
  • - ... - Ayaka fulmino con la mirada al rubio y tras ello se paso de largo, sin dirigirle ni una sola mirada al pelirrosa, quien la vio irse con toda la dignidad que había podido juntar.
  • - ¿Está enojada por algo? - Pregunto el chico extrañado por esa actitud.
  • - No, ella es así. - Dijo con calma para después mirar al chico. - Por cierto ¿Dónde estuviste?
  • - ¡¡Por todos lados!! - Contesto emocionado. - Recorrí el palacio de arriba abajo, aunque no pude entrar a las habitaciones. ¿Sabía que tienen 3 balcones principales? ¿Y un gran salón para eventos? Bill me dijo que mañana sería ahí la ceremonia para el compromiso de Ayaka-hime. Y también fui a los jardines ¡Tienen animales y plantas muy bonitas! Aunque Bill-san me dijo que varios animales son peligroso. ¿Sabe? Me mostro un insecto, aunque ese si estaba muy feo, me dio miedo solo verlo. Era muy grande, negro, algo peludo, con 8 patas, unas tenazas enormes y una cola que terminaba en un aguijón gordo.... Dijo que se llamaba...... ammm.... ¿Cómo dijo?
  • - Escorpión emperador. - Contesto el rubio [ http://www.mascotissimo.com/wp-content/uploads/2007/11/escorpion_emperador_mascotissimo.jpg ]
  • - Si eso... bueno, el punto es que me dijo que había muchos de esos, de muchos tamaños y que no solo había negros, sino también güeros. Dice que pican con la cola y que duele muchísimo su piquete y que da fiebre y que incluso uno se puede morir ¿Es cierto?
  • - ...... - Miro al chico y acaricio su rostro. - Si no mal recuerdo, te dije que este lugar era peligroso ¿No es así?
  • - Si pero...... ¿en verdad lo es tanto? Me mostro una flor muy bonita de color rosa.
  • - La adelfa ¿no es así? [ http://viveroalegre.com/blog/wp-content/uploads/flores-de-adelfa-3.jpg ]
  • - Si... me gusto mucho, pero dice que es peligrosa
  • - Sobre todo si la comes. - Contesto el rubio.
  • - Ahh... - Musito bajando el rostro.
  • - Baka, No quiero que estés de curioso queriendo tocar o agarrar todo lo que veas ¿Entendió?
  • - ¡No me diga baka! - Le reclamo. - Y ahora que recuerdo; estoy molesto con usted
  • - ¿Y eso porque?
  • - Porque le ordeno a Bill que no saliéramos del palacio ¡y yo quería ir al pueblo a conocerlo!
  • - ¿Por eso? Pero si cuando lo dije tú estabas presente
  • - ¡No es cierto!
  • - Claro que si
  • - ¡¡Que no!! Además, no tenía porque prohibirme algo así ¡Iba acompañado!
  • - ¿Qué no viste a ese pobre chico? Estaba exhausto de seguirte el paso... acompañarte al pueblo le hubiera ocasionado la muerte
  • - ¡No sea exagerado!
  • - Jaja...
  • - Bueno, eso no importa ¡Quiero ir al pueblo!
  • - Ni esperes que vas a ir hoy
  • - ¿Por qué no?
  • - Porque ya es tarde. Mañana
  • - ¿En serio?
  • - Solo si me dan gana
  • - ¡¡Nada de eso!! Vamos a ir.
  • - Bien, bien... como quieras, tendremos una cita en la ciudad del fuego
  • - ... - Estuvo a punto de gritar en reproche, pero recordó que no estaba en Turandot, por lo que solo se cruzo de brazos y musito por lo bajo un - ¿Quién está hablando de una cita? - Al mismo tiempo que hacía un puchero.

 

Shuichi no se había dado cuenta, pero Yuki si noto que detrás de uno de los pilares se encontraba Rage vigilando de cerca cada uno de sus movimientos.

El rubio sabía que tenía que ser cuidadoso, no solo por él, también por Shuichi, quien al parecer aún no le caía el veinte de lo que era FINGIR... bueno, el futuro rey tendría que hacer todo el trabajo por los dos.

 

+-+-+-

 

El resto del día transcurrió con calma... mientras que la cena fue de lo más aburrida para Shuichi, quien simplemente había mantenido la boca ocupada para no tener que hablar y regarla, pues el sultán, por alguna extraña razón le daba miedo.

 

Y finalmente llego la hora de dormir...

 

Shuichi ya se había cambiado las ropas por un sencillo kimono blanco atado con una cinta azul claro, no dejaba de ver esa gran cama.

 

  • - ¿Por qué no te acuestas de una buena vez? - Pregunto el rubio, quien salía de detrás de la mampara, vestido únicamente con un pantalón oscuro dejando al descubierto su torso.
  • - ¡...! - Shuichi no pudo evitar ponerse rojo hasta las orejas al verlo de esa forma tan...... - Es un indecente ¿cómo se atreve a salir semidesnudo?
  • - ¿Qué tiene de malo si así duermo normalmente?
  • - ¡¡Waa!! Eso no era algo que quisiera saber
  • - Pues te ibas a terminar enterando algún día ¿no?
  • - ¡claro que no! Por eso estamos aquí
  • - Bien, bien... pero baja la voz ¿quieres? - Dijo caminando hacia la cama. - Pido el lado derecho
  • - ¡Eh! No es justo ¡Yo quiero ese lado
  • - Tuviste todo este tiempo para acostarte donde se te pegara la gana y no lo hiciste, así que perdiste tu oportunidad
  • - Pe-pero
  • - Siga participando. - Dijo el rubio acostándose en la cama boca arriba
  • - ¡¡Malo!! - Gruño molesto, cruzándose de brazos y viendo la cama
  • - ¿Te vas a quedar ahí parado o te vas a acostar?
  • - ...... - El rubor se le subió a las mejillas, apretó los labios y se metió a la cama, quedándose lo más cerca de la orilla posible, dándole la espalda a Yuki.
  • - Si te queda te vas a congelar. - Dijo el rubio viendo al chico
  • - No es cierto
  • - Claro que si, la temperatura baja mucho durante las noches.
  • - .........
  • - ¿Y qué quiere que haga? ¿Qué me acerque a usted?
  • - Mmm... no es mala idea
  • - Olvídelo; prefiero pasar frío toda la noche. - Dijo lo más digno que pudo.
  • - Como quieras. - Giro sobre su costado para darle la espalda al chico, él también tenía orgullo y no iba a dejar que ese crio lo humillara.

 

Solo paso media hora, en la que Yuki comenzaba a sentir los efectos del sueño, sin embargo, cuando estaba a punto de quedarse profundamente dormido, pudo sentir claramente como la cama se remecía levemente. No tuvo que pensar mucho para saber que eso se debía.

 

  • - Sigues despierto ¿no es así?
  • - ......
  • - No te duermes porque temes que te haga algo ¿verdad?
  • - No es verdad. - Dijo de mala gana
  • - Si claro. - Musito. - Porque no te acercas un poco más, así no te tendrás frío
  • - ¿Quién dijo que tengo frío?
  • - Estas temblando
  • - No es verdad
  • - Bien, si tu lo dices.

 

Shuichi no paraba de temblar... en verdad tenía frío pero no pensaba acercarse ni un milímetro mas al rubio, porque de hacerlo este se podía aprovechar de él y eso era algo que no iba a permitir...

Y claro, los temblores de ese pequeño cuerpo no dejaban dormir al rubio, pero no solo era eso, muy internamente se sentía mal porque el pequeño príncipe la estuviera pasando mal hasta para dormir. Suspiro en silencio y se levanto de la cama, caminando hasta donde tenía sus cosas, para sacar su capa, se acerco al chico y la coloco sobre las colchas, cubriendo más el cuerpo del menor.

Shuichi no pudo evitar sorprenderse y mirar al rubio.

 

  • - Esto te ayudara. - Dijo antes de ir al otro lado de la cama y acostarse de nuevo

 

Aquel gesto no paso desapercibido para Shuichi, quien se sonrojo y mordió su labio; sintiendo que había sido muy grosero momentos atrás con el rubio. Se giro y miro la nuca y el cuello del rubio, notando como su cuerpo se perdía bajo las cobijas.

 

  • - Ahh... gracias. - Musito en voz baja
  • - Ya duérmete.
  • - Mm... buenas noches, Yuki
  • - ... - Yuki sonrió levemente ante las palabras del chico. - Buenas noches, Shuichi.

 

Había pensado en llamarlo "baka", "mocoso" o "Shu-chan" pero no quería arruinar lo bien que había resultado todo con una mala broma.

 

+-+-+-

 

El día siguiente llego, y Shuichi estuvo muy animado durante el desayuno, se comía las uñas por salir al pueblo y recorrerlo completito...

 

  • - Oye ¿De dónde sacaste esa ropa? - Pregunto el rubio viendo a Shuichi mientras los dos caminaban hacia la salida. El rubio vestía un traje blanco con adornos en dorado, compuesto por un pantalón holgado, una camisa igual, una cinta dorada en su cintura y unos extraños zapatos que terminaban en punta
  • - ¿Pues de donde más? De mis cosas - Dijo con una sonrisa. Esta vez el chico vestía un kimono a medio muslo y de manga larga de color blanco con flores bordadas en rosa. El obi de color rosa se ajustaba a su cintura, dándole un poco de vuelo a la falda [ http://fanchaos.com/fanplusfriend/c3/Cutie_Gothic_Lolita_Wa_Loli_Japan_Kimono_Yukada_Set_5pcs_1CT00012F_01.jpg Pongan lo negro en rosa xfa]
  • - ¿Que no sabes que cuando viajas deber ir ligero?
  • - Esta ropa es ligera
  • - No hablo de la ropa, hablo de todo lo que debes cargar a un viaje. Baka
  • - Bueno ¡ya! - Dijo cruzándose de brazos. - Me quiere dejar de llamar así
  • - Lo dejare de hacer cuando dejes de hacer tonterías
  • - Tonterías hacen los dos.
  • - ¿Eh? - Ambos giraron, viendo a Seguchi atrás de ellos, mirándolo con una sonrisa que no decía nada pero como crispaba los nervios.
  • - Veo que están my animados, pero debo recordarles que antes ir a ningún lado, deben tomar sus lecciones
  • - ¡¿Qué?! ¡¡Lecciones!! - Se quejo Shuichi
  • - En efecto
  • - Pero estamos en Zahara
  • - ¿Y eso qué? Ustedes deben terminar sus lecciones.
  • - ¡Qué horror! Y yo que pensé que al venir me libraba de ellas
  • - Ya es bastante que agradezca que no le diera lecciones durante el viaje.
  • - ... - Shuichi puso mala cara, eso era el colmo

 

Ni como llevarle la contraria al marques Seguchi.

Los tres se fueron a un salón en donde había una gran cantidad de pergaminos, llegaron hasta unos cojines ubicados en el suelo y se sentaron en ellos, Seguchi estaba delante de los dos príncipes; ese día estudiarían filosofía, una materia que Shuichi odiaba... bueno, una de las que más odiaba

La clase comenzó con calma, con Seguchi hablando sobre el tema, creando un debate entre otras sesiones de clase.

 

  • - "El ser es único. Sólo hay un ser, pues caso que no fuera así, ¿qué los diferenciaría?" - Aquello lo leyó Seguchi, prestando atención a sus alumnos, notando que Shuichi estaba distraído. - Continúe con la lectura, príncipe Sakuma. - Ordeno el rubio
  • - ... - Suspiro algo fastiaido, tomo el pergamino y comenzó. - No podría diferenciarlos algo que es, puesto que, en cuanto que esta diferencia es. Ni menos aún podría diferenciarlos lo que no es, puesto que lo que no es no es; y ya es medio día.
  • - ¿Perdón? - Dijo Seguchi.
  • - ... - Yuki no dijo nada, simplemente miro a su prometido con desconcierto
  • - Que ya es medio día, ya terminaron las lecciones
  • - Ah... Así que ahora es usted el decide cuando termina una lección.
  • - Todas las lecciones terminan a medio día.
  • - Cierto, pero no debe olvidar que están atrasado y debemos ponernos al corriente
  • - Pero no es mi culpa que nos hayamos atrasado
  • - De hecho si, pues fue elección suya venir a Zahara
  • - ¡Eso no justo! Además, no me gusta la filosofía ¡No le entiendo nada! - Se cruzo de brazos. - Qué el ser, que es y que no es, que esta pero no está, que no se destruye ¿Cómo se va a destruir algo que no está?
  • - ... - Yuki sonrió de forma burlona y disimulada, divertido por la palabrería del chico.
  • - Si no le entiende, con mayor razón debe estudiarlo para que le quede claro.
  • - ¿Quién invento la filosofía y como para qué? No sirve de nada. ¿Para que la estudiamos?

 

Seguchi suspiro y se llevo una mano a la cien para masajearla, ese chico es insoportablemente terco, no quería enojarse así que debía encontrar la mejor manera para hacerle entender sin llamarle la atención.

Yuki solo observaba las reacciones de Thoma y de Shuichi, notando que el rubio estaba a punto d enojarse y que Shuichi estaba desesperado por salir, debía ser él el que pusiera una tregua o aquello se convertiría en una guerra campal en la que, sin duda alguna, ganaría el marqués.

 

  • - Seguchi ¿Por qué no le paramos aquí?
  • - ¿Qué? ¿Usted también? - Dijo extrañado
  • - No tiene caso continuar si vamos a estar discutiendo.
  • - ... - Thoma lo miro de forma recelosa y Yuki solo le sonrió con prepotencia.
  • - Bueno, nosotros nos retiramos, mañana continuado ¿De acuerdo? - Dijo poniéndose de pie. - Vamos, Shuichi. ¿O ya no quieres ir a la ciudad?
  • - ¡¡Sii!! - Dijo feliz corriendo hacia la puerta, pasando de largo al rubio y siguiendo por el pasillo.
  • - Nos vemos luego, Seguchi.
  • - Príncipe. - Detuvo el rubio, Yuki volteo y lo miro sobre su hombro.
  • - No lo consecuente tanto.
  • - ... - Yuki entrecerró los ojos y continuo su camino, importándole un comino lo que le había dicho Seguchi

 

+-+-+-

 

El sol estaba en su máximo esplendor pero la actividad de los lugareños continuaba su curso como si nada.

Las calles de arena estaban llenas de vida, las personas iban y venían de un lado al otro, llevando cosas, comprando en los puestos ubicados en las orillas de las calles o platicando con las personas que se encontraba. [ http://www.animextremist.com/mangas-online/tsubasa-chronicle/capitulo-184/tsubasachronicle3.html Algo más o menos como esto ]

Shuichi estaba maravillado, viendo el lugar y olvidándose por unos momentos del calor.

 

  • - ¡Qué bonito! - Dijo corriendo hacia los diversos comercios, viendo que ahí se venían muchas coas: comida, ropa, accesorios, etc. - ¿Waa que eso? - Musito al ver una extraña fruta redondeada y de color café
  • - Se llama wiki. - Dijo Yuki atrás de él
  • - ¿Eh wiki? - Musito.
  • - Una fruta muy común en este reino, alteza. - Contesto el mercader
  • - Ahh...
  • - ¿Gusta probarlo? - Dijo el hombre, tomando un chuchillo y abriendo la fruta, desprendiendo una rebanada de él.
  • - Waa... ¡qué color tan bonito! - Dijo tomándolo y comiendo, notando aquel sabor ácido pero dulce. - Sabe extraño, pero me gusta. - Sonrió de nuevo.
  • - Me alegra que le guste, alteza.
  • - Vamos, aún tenemos mucho por recorrer.
  • - Si. Muchas gracias. - Dijo Shuichi al hombre para continuar con su camino.

 

Anduvieron entre calles, viendo casi en todos los lugares, Shuichi no dejaba de maravillarse mientras que Yuki le explicaba cada cosa que el chico desconocía.

Hasta que llegaron a un lugar donde unas chicas bailaban al compas d los instrumentos tocados por unos hombres y una chica que cantaba. [ http://www.youtube.com/watch?v=sc3x_E-Iojw&feature=related ] Siendo rodeadas de un tumulto de personas

 

  • - Ahh... - Shuichi no dejaba verlas bailar, notando jugueteos de velos
  • - Es la danza del vientre, un baile muy común aquí.

 

Shuichi las miro bailar por unos momentos, hasta que algo a lo lejos llamo su atención, escabulléndose entre la multitud y sin decirle nada al rubio, quien miraba atentos los movimientos de las chicas.

 

  • - No voy a negar que se mueven bien, pero estoy seguro de que el espectáculo de él palacio será mejor.- Musito en voz baja, volteando la cabeza para buscar a s prometido y descubriendo que el chico ya no estaba. - ¿Shuichi? - Llamo con voz un poco alta, esperando a que el chico le respondiera, pero nada. - Ese crío, lo primero que le dije fue que no se alejara. - Gruño por lo bajo, haciéndose espacio entre las personas para salir de ahí. - Ahora tendré que buscar a ese mocoso ¿Dónde se habrá metido? - Salió de entre las personas, parándose en el centro de la calle y volteando a todos lados en busca del chico

 

No le fue muy difícil verlo ¿Cuántas personas tenían el cabello rosa? Escasas.

El chico estaba varios metros más adelante, hincado y viendo algo con sumo interés. Delante de él había un hombre de edad avanzada sentado en flor de loto, con los brazos cruzados y los ojos cerrados; su torso estaba desnudo, enrojecido y moreno por el sol, su cabeza era cubierta por un turbante rojo y sus piernas cubiertas por un sencillo pantalón blanco. Al lado del hombre había una larga flauta

 

  • - Oye, baka. Creí haberte que no te alejaras. - Dijo atrás del menor, viéndolo desde arriba
  • - Nee... Yuki. Esta cosa es como la que hay en el palacio. ¿Te tendrá adentro? - Dijo señalando una cesta cubierta.
  • - No te acerques a esa, es peligrosa.
  • - ¿Por qué?
  • - Por lo que tiene adentro
  • - ¡¿Qué tiene adentro?!
  • - Una cobra, majestad. - Dijo el hombre con voz
  • - ¿Una cobra? - Dijo desconcertado. - ¿Qué es una cobra?
  • - Una serpiente venenosa, majestad.
  • - Ahh...... - Dijo viendo con curiosidad aquel recipiente. - ¿Cómo es una cobra?
  • - Bueno......... podría mostrárselas... - Dijo el hombre levantando la mirada hacia Yuki y sonriéndole de forma cómplice.
  • - ... - Yuki apretó los labios, saco un par de monedas de plata y se las aventó al hombre
  • - Muy agradecido, majestad. - Dijo el hombre tomando la flauta. - Alteza, por favor manténgase a distancia. - Pidió para comenzar a tocar su instrumento y destapando la cesta

 

Era una pieza extraña, sonaba rítmica pero algo aguda, de seguro que escucharla mucho tiempo aturdía los nervios.

Shuichi pudo apreciar como una serpiente negra saliendo de aquella cesta, tenía una especie de caperuza en la cabeza, haciéndola ver amenazadora... aunque parecía muy tranquila con la música. [ http://www.youtube.com/watch?v=P0YCoKvnPrM&feature=related ]

No sabía si asustarse o maravillarse ante la presencia de dicho animal, no recordaba a ver visto nunca antes una serpiente en toda su vida. Inconscientemente se puso de pie y retrocedió medio paso, chocando contra alguien, levanto levemente la vista y pudo ver a Yuki atrás de él.

 

  • - No te gusta ¿verdad?
  • - No... no lo sé...... me da miedo.

 

Yuki miro al hombre y le ordeno con una seña que dejara de hacerlo, el hombre continúo tocando, haciendo a la serpiente bajar y quedar de nuevo dentro de aquella cesta, la cual cerró de nuevo. Levanto la vista y pudo ver como el rubio se alejaba, llevando de la muñeca a Shuichi, quien no se oponía.

 

  • - Yuki
  • - ¿Mmm?
  • - Esa cosa me dio miedo, se veía peligrosa
  • - Las serpientes son peligrosas. Por eso te dije que no abrieras el jarro del palacio. Lo que tiene ahí dentro puede ser una cobra real, una cobra albina o una cascabel... a saber
  • - ......
  • - El sultán es admirador de las serpientes
  • - ¿Por qué?
  • - Dice que son los animales más hermosos y temibles de Gaia. "Inofensivas" mientras no te metas con ellas
  • - ......
  • - Ya olvida eso. Querías comprar unos dulces que te encargo tu hermano ¿no es así?
  • - Ahh... es verdad

 

+-+-+-

 

Al mismo tiempo.

Lejos de la ciudad, en una de las grandes dunas se lograban verse tres extraños carruajes, dos de ellos eran jalados por dos caballos [ http://www.youtube.com/watch?v=c5IDZ53QIh4&feature=related ], el tercero que era más grande era arreado por cuatro corceles negros [igual al otro, pero más grande].

 

  • - Hemos llegado a Zahara, amo. - Dijo la voz de un chico de uno de los carruajes chico.
  • - Zahara ¿eh? - Musito en voz baja y con una discreta sonrisa en su rostro.

 

+-+-+-

 

¿En qué momento sucedió? No tenía la más remota idea, pero ahora ya tenía una bolsa con ropa, dulces y otras cosas ¿Cómo fue que él termino cargando las cosas de Shuichi.

 

  • - Nee... Yuki, Estoy cansado ¿Podemos volver al palacio?
  • - Pensé que nunca lo dirías. - Dijo el rubio caminando hacia el palacio, siendo seguido de un Shuichi que caminaba lento. - ¿Qué pasa? ¿Por qué no te apresuras?
  • - Porque estoy cansando - Gruño cruzándose de brazos.
  • - ... - Yuki se sonrío levemente y se acerco al chico. - ¿Te llevo?
  • - ¿Qué?
  • - Que si quieres que te lleve
  • - ¡Olvídelo! - Dijo continuando su camino
  • - Como quieras. - Y siguió al chico.

 

Llegaron al palacio, encontrando que el lugar estaba vuelto un caos, pues todos los sirvientes andaban de un lado al otro arreglando los últimos detalles para la  recepción de aquella noche.

 

  • - Parecen muy ajetreados.
  • - Lo están. - Dijo el rubio, viendo que a lo lejos estaban K y Seguchi hablando de algo que al parecer era importante pues ambos estaban muy serios. Pudo apreciar que Thoma le lanzo una discreta mirada en la que le pedía que se acercara. - Shu. - Dijo dándole la bolsa al menor. - Ve a la habitación y arréglate.
  • - ¿Ehh? ¿Y usted?
  • - Voy en un rato más. - Dijo caminando hacia los otros dos rubios.

 

Shu solo se encogió de hombros y camino hacia su habitación, caminando por uno de los pasillos más despejados del palacio, viendo que Ayaka estaba parada en el centro de aquel pasillo, viéndolo, esperándolo.

 

  • - ¡Ah! Ee... etto...... hola... jajaja - Se llevo una mano a la nuca y se rió de forma nerviosa.
  • - ......Bill. - Llamo la chica, haciendo que el chico llegara corriendo
  • - Sus ordenes, hime
  • - Ayuda al príncipe y lleva sus pertenencias a sus aposentos - Ordeno la chica
  • - Como ordene. - Se acerco al chico y extendió las manos, Shu le entrego la bolsa y lo vio alejarse.
  • - Quiero hablar contigo. Ven. - Dijo caminando por el pasillo

 

Shuichi dudo por unos momentos pero termino aceptado y fue con la chica, quien lo llevo hasta los jardines traseros, justo a la fuente.

 

  • - Así que ¿Tú eres siren? - Soltó sin más.
  • - ¿Ehh? - Miro a la chica, quien le miraba de mala forma. - Bueno... supongo que así me conocen, ¡pero todo eso que dicen de mí es mentira! Yo no haría algo así.
  • - Comprendo bien que a la gente le gusta exagerar las cosas. - Dijo mientras caminaba hacia un lado para poder ver bien al chico, y tras ello se sentó en la orilla de aquella fuente. - Pero algo de cierto debe haber en todo eso ¿No es así?

 

Shu esquivo la mirada hacia un lado. En eso tenía razón la chica, si él no hubiera hecho ese juego y amenazado a quien fuera a pedir su mano, NADIE lo conocería por ese sobrenombre de significado tan cruel.

 

  • - Dime. ¿A qué han venido? Porque no me creo el cuento de que sea por "Negocios"
  • - Bu-bueno... Podría decirse que es un "negocio"; aunque es mío
  • - ¿Tuyo? - Arqueó una ceja.
  • - Sí, bueno... es......... es que... quiero saber cuál es el nombre del príncipe de Asgard
  • - ... - Arqueo una ceja. - ¿Qué?
  • - Lo que pasa es que... - Se mordió el labio inferior.

 

Comenzó a contar la historia, desde que ideo el "juego de la muerte"; pasando por su accidentado primer encuentro con el rubio; la sesión de preguntas, omitiendo las preguntas pero diciendo que las respondía como si fuera un simple juego; pasando al hecho de que él fue grosero para correrlo pero que no consiguió nada; omitiendo el que Yuki haya tratado de sobrepasarse y diciendo que llegaron a un acuerdo de no ser tan grosero pero que ello no indicaba que se fuera a casar; omitiendo los hechos de sus cercanías y pasando a la boda de la que se escapo y al hecho de que Yuki le hubiera salvado de morir ahogado; par finalmente llegar al trato al que habían llegado y la razón por la que estaban ahí.

 

  • - ......y me dijo que tú me lo podías decir; por eso estamos aquí.
  • - ... - Ayaka le miraba fijamente por unos momentos, antes de abrir la boca y dejar salir una palabra. - ¿Yuki?
  • - Así le digo yo al príncipe de Asgard, me dijo que le pusiera un nombre y yo elegí eso.
  • - ¿Y él te dejo hacerlo?
  • - Él... me dejo ponerle ese sobrenombre, y... no se opuso a que le llamara así.
  • - Ya veo. - Dijo cruzando la pierna. - Así que has venido a averiguar su nombre para no casarte
  • - Así es...
  • - Dime ¿En verdad no te quieres casar con él?
  • - ¿Qué?
  • - Tú no quieres casarte, pero eso no es algo que tenga que ver directamente con el príncipe de Asgard. - Giro la cabeza hacia un lado pero continúo mirándolo. - Si no hubiera sido "Yuki" y hubiera sido alguien más, como por ejemplo "El marqués Seguchi" tu hubieras actuado de la mima forma ¿No es así?
  • - ¡¡.........!! - No pudo contestar, y no lo pudo hacer porque simplemente aquella chica tenía toda la razón.
  • - Deja a un lado el hecho de "no me quiero casar con nadie" y dime ¿en verdad no quieres casarte con él?

 

Esquivo el rostro hacia un lado y bajo la mirada mientras pensaba. Nunca antes se había planteado semejante pregunta, se había cerrado al "no me caso". Se mordió el labio inferior y se puso a pensar...

A pesar de todas las groserías que le había hecho a lo largo de los días, el rubio había sido bueno con él en muchas ocasiones. Le contaba y explicaba cosas que él no comprendía; quitando el hecho de que le hubiera robado un beso, había respetado sus decisiones en todo momento; le cuidaba;  e incluso, le había salvado la vida arriesgando la suya.

Aunque el rubio también era arrogante y orgulloso, le gustaba molestarlo y hacerlo enojar para su simple diversión y eso no le gustaba.

Pero cuando lo abrazaba o se acercaba demasiado a él, lo confundía, al grado de no saber qué era lo que sentía en esos momentos ¿era grato o no? ¿Le molestaba o no? ¡¿Qué era eso?!

Se sentía confundido, aquella pregunta solo había enredado más las cosas que, de por sí, ya eran complicadas.

Abrió la boca y su labio tembló levemente al no saber que responder, y Ayaka noto perfectamente las dudas en aquellas reacciones por parte del chico

"¿En verdad no quieres casarte con él?" Podía existir una pregunta más difícil que esa ¡No! En ese momento no existía algo que no fuera más complicado... y no le gustaba sentirse tan confundido ¡Le molestaba esa sensación!

 

  • - No. - Se atrevió a responder. - no me quiero casar con él.
  • - ¿Por qué?
  • - ¡Porque no quiero y ya!
  • - ...... - Suspiro, negó con la cabeza y se levanto, pasando de largo al chico. - No te diré su nombre
  • - ¡¿Qué?! - Se giro sobre sus pies y vio a la chica alejarse. - ¿Qué has dicho?
  • - ... - Ella se detuvo y le miro por sobre su hombro. - Que no te diré su nombre
  • - ¿Por qué no?
  • - Porque tu mentira no merece que lo haga.

 

Dejo a Shuichi extrañado por aquello ¿Su mentira? ¿A que se estaba refiriendo? ¡Él no había  mentido! Le conto toda la verdad...

Bajo el rostro al darse cuenta de que había fallado en su objetivo... entonces ¿De nada sirvió el viaje? ¡¡No!! Eso no era posible...... lo averiguaría, lo tendría que averiguar... no se daría por vencido tan fácilmente.

 

+-+-+-

 

Ayaka andaba por uno de los pasillos, pensando en que ese compromiso era una reverenda tontería por parte ambos príncipes.

Conocía perfectamente al príncipe de Asgard y sabía muy bien que había comenzado aquello por el reto que impuso Shuichi, pero ¿Por qué seguirle el juego? ¿Por qué llegar a la boda? ¿Por qué salvarle la vida arriesgando la suya? ¿Por qué darle esa opción de liberación?

 

  • - ¿Qué planeas? - Pensó en voz baja

 

+-+-+-

 

Las aves revoloteaban por todo el jardín, con un Shuichi pensativo sentado en la fuente y con la vista fija en el suelo. Ayaka había despertado en el dudas que nunca antes se había siquiera planteado, haciendo que su mente se revolviera entre lo que se había propuesto desde pequeño y los hechos que había hecho a Yuki un tanto más cercano a él.

Sin poder evitarlo, la imagen en la que Yuki lo beso llego a su mente, aquella mano sujetando su barbilla, aquellos cálidos labios sobre los suyos, esos ojos cerrados y ese cabello rubio picándole sobre el rostro ocasionándole cosquillas. Sus mejillas se tiñeron de un intenso carmín al recordar ese hecho tan bochornoso. Agito agresivamente la cabeza hacia los lados para sacarse esas imágenes de la cabeza; tras ello se trato de concentrarse en otra cosa, pero esta vez rememoro momentos aún más confusos para él: aquel abrazo que le dio en el mar, aquellas sutiles y dulces caricias que le regalo antes de besarlo... ¿Qué hubiera sucedido si no le hubiera preguntado su nombre? ¿Si Yuki no se hubiera adelantado al besarlo? No se había parado a pensar en eso... ¿Si hubieran seguido aquella noche con esos avances? ¿Se habrían quedado toda la noche así? ¿Las cosas hubieran subido de tono sin que ambos lo notaran?

Se sorprendió a sí mismo al recordar lo bien que se veía el rubio desde arriba con esa escasa luz que los alumbraba, mirándolo a él y solo él, acariciando su rostro con las yemas de sus dedos......

No, no, no, no NO NO NO ¡¡NOOO!! No podía pensar en nada de eso ¡No debía! Iba en contra de todo lo que se había propuesto desde pequeño, de la promesa que hizo cuando niño................

Suspiro y negó con la cabeza, Ayaka lo había confundido con sus preguntas, pero no más ¡Ya no más! No iba a dejar que todas esas preguntas lo confundieran mas, había ido a Zahara para conseguir el nombre del rubio y no casarse con él ¡Solo eso! Solo debía importarle y pensar en eso ¡No más!

 

  • - Buen tarde, príncipe Shuichi. - Saludo la voz de una chica.
  • - ¿Eh?- Shuichi volteo hacia adelante, encontrando a una joven de cabellos cortos y gafas delante de sus ojos.
  • - Mi nombre es Rage y formo parte de la guardia personal del Sultán Usami. - Dijo la chica haciendo una reverencia.
  • - Ahh... mucho gusto, mi nombre es Shuichi Sakuma Shindou, y soy príncipe de Turandot
  • - Y actual prometido del príncipe de Asgard.
  • - ... - Apretó levemente los labios, pero recordó lo que le había dicho el rubio y solo acento con la cabeza.
  • - He venido a verle, porque le Sultán me ha pedido que lo lleve ante él
  • - ¿Eh? ¿El sultán?
  • - En efecto. Por favor, venga conmigo, le guiaré hasta él.

 

Shuichi sudo la gota gorda, pues no esperaba que de buenas a primeras le fueran a hablar para entrevistarse con el sultán de aquella tierra ¿En verdad sería un hombre tan malo como decía Yuki? ¿Qué pasaría si decía algo que no debía? ¿¡A quien iba a recurrir!?

 

  • - Ay... Yuki, ¿Dónde está cuando lo necesito? - Pensó preocupado

 

+-+-+-

 

De nuevo en aquel amplio salón, entrando con pasos tranquilos

 

  • - No esperaba su visita. - Dijo el Sultán a aquellos 3 hombres que estaban delante de él.
  • - Disculpe que no hayamos informado de nuestra llegada.
  • - Comprendo perfectamente, ya que mi reino no es su destino ¿Verdad?
  • - En efecto.
  • - Deben estar fatigados. Quédense en palacio los días que requieran para descansar antes de proseguir con su viaje.
  • - Se lo agradecemos, Sultán.

 

En ese momento la puerta se abrió, dejando entrar a Rage, quien guiaba a Shuichi por el pasillo. El chico no pudo evitar mirar a aquellos hombres que estaban en ese momento con el rey ¿Quiénes sería? No lo sabía, pero además de ello le extrañaba ver la ropa que traían puesta.

Dos de ellos vestían con un faldón y una camisa de manga corta roja, sobre su pecho portaban una armadura dorada que se ajustaba a los hombros, mientras que sus pies eran calzados por unas sencillas sandalias café [ http://1.bp.blogspot.com/_l3rseUH9hxI/SHyxvx57eUI/AAAAAAAAAHE/CrbS70AvV1o/S660/7.jpg ] Uno de esos sujetos tenía el cabello verde oscuro y el otro rubio y largo.

El otro hombre vestía con un faldón rojo y una especie de camisa del mismo color de manga corta, su pecho era cubierto por una armadura dorado con diversos burdeos que simulaban un tórax bien formado, y del que caían largas correas sobre el faldón; en su cuello tenía amarrada una capa que caía de forma irregular sobre uno de sus brazos y su espalda, como si estuviera mal acomodada, o al menos se la acomodaba de forma muy diferente a la que usaba Yuki. [ http://www.consolas.es/wp-content/uploads/imperivm-civitas-ii.jpg ]Ese sujeto tenía el cabello tan negro como la noche y tan revuelto como un mar en tormenta, sus pequeños ojos oscuros tenían una mirada prepotente y sus labios estaban firmemente cerrados.

Shuichi sintió curiosidad por esas personas, queriendo preguntar por quienes era, pero no sintió que aquello fuera lo más cortes que pudiera hacer.

 

  • - ... - Hizo una pequeña reverencia delante del sultán. - Me informaron que deseaba verme, señor.
  • - Me intriga, joven príncipe. Pensé que estaría preparándose para la recepción de esta noche
  • - Ahh... es que... fui a la ciudad y apenas regrese...... jeje
  • - Ya veo. ¿Y ya sabe que usa?
  • - ... - El chico asentó con la cabeza. - Un kimono azul con blanco
  • - Por lo visto, joven príncipe, usted no ha viajado mucho ¿no es así?
  • - ¡...! ¿Cómo lo sabe?
  • - Por muchas razones, tantas que es imposible mencionarlas todas
  • - .........
  • - Pero por el momento, es por forma de actuar delante de estos hombres, le intriga saber quiénes son, pero no se atreve a preguntar ni a requerir una presentación.
  • - ¡¡......!! - No pudo evitar sonrojarse por ser tan obvio en su curiosidad, bajo el rostro para evitar que lo vieran de esa forma y se mordió levemente el labio inferior.
  • - Príncipe Shuichi, le presento a Taki Aizawa, príncipe y futuro emperador de Alejandría. Príncipe Aizawa, permítame presentarle a Shuichi Sakuma, príncipe de Turandot.

 

Aquel sujeto se acerco a Shuichi, tomo su mano derecha y lo jalo hacia él al mismo tiempo que tomaba su barbilla con la mano libre y acercaba su rostro hacia él, besando su mejilla y provocando un intenso rubor en aquellas mejillas.

 

  • - Es todo un honor para mí conocerle, príncipe Shuichi. - Dijo clavando sus ojos en las amatistas del pelirrosa, quien simplemente no sabía cómo actuar ante ese contacto, nunca nadie había hecho algo así con él ¡Ni siquiera Yuki! Los acercamientos del rubio para con él eran, de cierta forma, sorpresivos pero no era tan...... bruscos

 

Shu trato de retroceder y quitar su mano, pero aquel otro joven le sostuvo con mayor firmeza, enderezándose y acercándose un poco más al chico, mirándolo desde arriba. El pelirrosa se sentía intimidado por aquella cercanía, y su estatura, si bien era un poco más bajo que Yuki, era la manera en la que le miraba lo que le hacía sentirse...... asustado, incomodo y hasta inferior.

El sultán aplaudió dos veces, provocando que varios sirvientes llegaran hasta ahí, aquello hizo que Taki soltara a Shuichi y este pudiera retroceder cinco pasos, recuperando, de esta forma, su espacio personal; el cual había sentido completamente invadido ¿Por qué? Ni siquiera sintió eso aquellas vez que Yuki insinuó besarle la primera vez, o cuando en verdad lo beso. ¿Qué era todo eso?

 

  • - Lleven a nuestros invitados a sus habitaciones.
  • - Como ordene, sultán.
  • - Joven príncipe, espero pueda contar con su agradable presencia en la recepción que daremos esta misma noche.
  • - ... - Taki volteo y miro al sultán. - Agradezco su hospitalidad, sultán. - Hizo una leve reverencia y se alejo, pasando al lado de Shuichi y regalándole una sonrisa que lo hizo estremecer.

 

Y cuando la puerta se hubo cerrado

 

  • - Joven príncipe, podría decirme ¿Por qué permitió que el príncipe Aizawa se acercará de esa forma?
  • - ¿Eh?
  • - Alguien que está comprometido no debe permitir que nadie más toque, ni bese su cuerpo, mucho menos de la manera en la que lo hizo el príncipe Aizawa.
  • - Yo... yo no... - ¿Eso era cierto? ¡¿Por qué nadie se lo había dicho antes?!
  • - ¿No sabe que eso se considera una infidelidad a su prometido?
  • - ......
  • - ¿Qué cree que sentiría el príncipe de Asgard al saber de su terrible falta?
  • - ......
  • - Ahora el príncipe Aizawa le creerá libre, y por lo visto, usted no le es indiferente.
  • - Yo... no sabía qué hacer, me puse nervioso. - Soltó sin siquiera pensarlo debido a toda la presión que acumulo por el momento.
  • - ¿Nervioso? ¿Por qué?
  • - ...... - Bajo la mirada y ser mordió el labio, no podía explicarlo, pero esa mirada lo había asustado. - ...no lo sé...
  • - ¿Acaso le atrajo también?
  • - ¡No!
  • - Por lo que veo, le falta mucho por aprender para ser un buen príncipe.
  • - ¡¡.........!!
  • - No sabe cómo actuar delante de un rey, no sabe como defenderse de alguien que intenta acercarse a usted, tampoco ha viajado mucho, y no sabe como honrar a un reino, pues prefiere usar las ropas del suyo en vez de aceptar las nuestras ¿Acaso le molesta como vestimos?
  • - ¡¡No!!
  • - Que mal educado es al alzarme la voz
  • - .........
  • - ¿En verdad le futuro rey de Asgard está pensando en casarse con usted?
  • - ¿Qué quiere decir?
  • - Que por lo que he visto, usted no es un buen prospecto para él
  • - ¡¡......!!
  • - ... Es un noble sin modales... ¿al menos es bueno en el estudio?
  • - ...... - Se encogió un poco en sí mismo, lo que le dio las respuestas al emperador.
  • - Al menos ha sido sincero. Así que pasare estas faltas por alto, pero tenga más cuidado con su educación en lo futuro. Ya que no existen segundas oportunidades
  • - si...
  • - Puede retirarse.

 

Hizo una pequeña reverencia y camino hacia la salida, sintiéndose terriblemente mal, no solo por el encuentro con ese sujeto al que no conocía, sino también por la reprendida que se había llevado. Se sentía triste, molesto, humillado; tanto que solo se le ocurrió irse a esconder a la recamara que tenía designada.

Camino con pasos rápidos por los pasillos, con la vista baja y conteniendo las lágrimas, y sin darse cuenta al girar por una de las esquinas choco accidentalmente contra alguien

 

  • - ¿Que no te puedes fijar por donde andas? - Le reprendió Yuki al verlo contra su pecho
  • - ¡Al diablo! - Aquella respuesta no fue para Yuki en sí, pero ya tenía tanta presión en su interior que estallo con el primero que vio.

 

Yuki no pudo evitar enojarse más por la respuesta; le fastidiaba que respondieran de esa forma cuando él no tenía ni vela en el entierro; pero por la forma en la que vio y hablo el chico, sabía que gritarle y reclamarle eso sería hacerlo enojar más.

Respiro hondo para calmar y entonces hablo más tranquilo.

 

  • - Oye, baka ¿Qué te pasa? - Dijo tomándole de los hombros
  • - Nada. - Dijo de mala manera, tratando de soltarse del rubio
  • - Sí, claro. - Musito sarcástico - Así que ¿estás molesto por nada?
  • - No es nada que le importe.

 

Con una mano le tomo el mentón y le alzo el rostro.

 

  • - ¿Estás llorando? - Mas que una pregunta era una afirmación.
  • - No cierto. - Tenía los ojos rojos y cristalinos por las lágrimas que contenían.
  • - ¿Así que lloras cuando te enojas?
  • - ¡Que no es cierto! - Forcejeo en aquellos brazos, logrando soltarse del rubio, quien simplemente le miro.
  • - Deja de tragarte tu coraje y dime que paso
  • - ¿Qué paso? ¡Pasaron muchas cosas!
  • - ......
  • - Hace mucho calor, el marqués Seguchi nos dios clase y esa serpiente me asusto
  • - ... - Ahora sí que no entendía nada. Eso no venía al caso porque hacía más de una hora que había sucedido; pero no pregunto, dejo que se desahogara.
  • - Después me encuentro con la princesa Ayaka, y me hizo contarle toda la historia de nosotros, solo para decirme que no me dirá su nombre ¡Es mala! Porque no me dio las razones, solo me llamo mentiroso ¡¡Y no mentí en nada!!
  • - .........
  • - Y luego el sultán me manda llamar... y está acompañado de unos sujetos que se vestían raro, y me los presento... y uno me saludo de beso......... ¡y luego el sultán me regaño! Me dijo que no tenía modales, que era un mal educado y un inculto, que.........
  • - Espera, espera, espera... ¿Te saludo de beso?
  • - Sí
  • - ¿Quién?
  • - Eso no importa, el sultán me regaño
  • - ¡¿Cómo que no importa?! - Le sujeto de los hombros - ¡Claro que importa! ¿Qué no lo sabes? Solo la persona con la que está comprometida tiene el derecho a besarte ¿Quién demonios es ese sujeto? ¿Por qué lo permitiste? Es la primera vez que lo vez y dejas que te bese ¿En qué demonios estabas pensando? ¡Y lo permites delante del Sultán! ¿Qué no te dije que no hicieras tonterías? ¡Eres un......! - Se quedo callado

 

Las lágrimas de Shuichi ya escurrían por sus mejillas y sus ojos se mostraban tristes.

 

  • - Yo no sabía eso...... yo no... sabía que hacer...... él se me acerco... me tomo de la mano, me halo hacia él y me beso en la mejilla......... yo no... pensé que lo fuera a hacer......
  • - Shuichi. - Pensó desconcertado al ver que su regaño solo había provocado hacerlo llorar, aunque era obvio, el chico ya estaba mal cuando se lo encontró, y lo que menos necesitaba era que le terminaran de decir lo que no debió haber hecho y al parecer apenas se entero de que eso no era correcto.

 

Yuki suspiro hondo para calmarse, acerco sus manos al rostro del menor y limpió sus lagrimas, notando que Shuichi no oponía resistencia alguna, aunque mantenía la vista esquiva.

 

  • - ¿Quién es ese sujeto?
  • - ......el príncipe de Alejandría, no recuerdo su nombre. - Dijo Shuichi más que nada por inercia.
  • - Aizawa Taki. - Dijo el rubio con calma.
  • - Sí, creo que sí.
  • - Vamos a olvidar este incidente ¿de acuerdo?
  • - ... - Shuichi solo movió la cabeza de forma afirmativa
  • - Vamos a la habitación, tenemos que cambiarnos de ropa
  • - ... - Asentó con la cabeza, dando un paso hacia atrás pero perdiendo levemente el equilibrio, haciendo que Yuki le sostuviera de los hombros
  • - ¿Qué sucede?
  • - Nada... solo que... estoy cansado y tantas cosas en tan poco tiempo me marearon

 

Yuki negó con la cabeza y cargo a Shuichi en brazos, quien no se opuso a ser llevado por el rubio hasta la habitación

El príncipe de Asgard avanzaba con pasos mientras mantenía la mente en otro lado ¿Alguien más besándolo? ¿Cómo era eso posible?

Aunque, eso y más se esperaba del futuro emperador de Alejandría... de quien sabía algunas cosas no muy gratas, secretos a voces que eran bien conocidos por algunos

Maldijo por lo bajo, sabiendo que la presencia de ese sujeto podría traer problemas... pero ¿A qué demonios había ido ese sujeto a Zahara? ¿Acaso él era el nuevo prometido de Ayaka? ¡No, claro que no! El Sultán prefería mandar a su hija a un monasterio antes que casarla con él, después de todo, el sultán sabía perfectamente la clase de persona que era ese Aizawa. Como fuera, debía tener cuidado con ese sujeto.

Llegaron hasta la habitación, Yuki y Shuichi se habían quedado en silencio todo ese rato. Shuichi, inconscientemente había apoyado su cabeza en el hombro del rubio, más que nada para ir mas cómodo, permitiéndole sentir el calor de su piel.

 

  • - Shuichi. - Llamo el rubio con voz suave
  • - ¿Sí? - Pregunto levantando el rostro para ver al rubio

 

Por unos momentos sus miradas se conectaron, quedándose así por algunos momentos, viendo el reflejo de sus rostros en los ojos contrarios... ¿Cuánto tiempo transcurrió? Imposible definir... eterno y efímero...

Ninguno de los dos estaba incomodo, pero el rubio sentía que si eso seguía así... las cosas se tornarían..............................

 

  • - Shu.........
  • - .........
  • - Pesas más de lo que parece
  • - ¡Qué grosero!¡¡Suélteme!!
  • - Si quieres. - Soltó al chico
  • - ¡¡Waa!! - Shuichi cayo de lleno en la cama, evitando lastimarse por la mullida superficie. - ¿Por qué hizo eso?
  • - Tú me pediste que te soltara
  • - Pudo tener un poco más de tacto
  • - Tal vez si... pero no quise. - Dijo caminando hacia una puerta lateral de la habitación. - tomare un baño, no vayas a espiar. - Anuncio antes de desaparecer por la puerta
  • - ¡Ni quien quiera hacerlo! - Le dijo desde la cama

 

Esa había sido una salida rápida para Yuki, la manera de romper aquella suave atmosfera que se había formado a su alrededor... un escape a lo que su corazón sentía por tener a Shuichi tan cerca de él, huida a ese espantoso escozor en su corazón cuando supo que alguien más se había acercado tanto al chico.....................

 

Una evasión......... a sus sentimientos.........

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

¿Qué les pareció? Espero les haya gustado ^^

Por otro lado... estoy consciente que la ropa que usan Taki y sus achichicles no es de la antigua Alejandria sino de la Antigua Roma... pero como dije desde hace tiempo: Este es un mundo Alterno llamado Gaia...

Espero sus reviews

Nos vemos, kuidense y besos

Matta nee!! ^o^


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