Turandot por Dulce_Pena_Hime

SEGUNDO ACTO: ZAHARA

ESCENA 4: LA FUERZA DEL DESTINO

La iluminación a media luz era agradable, el agua transparente y fresca, cubriendo los escalones para entrar y posicionarse a la altura que se deseara; las paredes enrojecidas por la luz del sol lo habían lucir... sensual. Sin duda ese baño era hermoso, sorprendente que hubiera uno así en esa habitación ¿Eso quería decir que cada recamara tenia uno parecido? [ http://media.salir.com/_images_/verticales/7/e/5/3/33284-hammam_banos_arabes-santa_ana_16_no.jpg ]

Eso fue lo que pensó Shuichi, sentado en los escalones y permitiendo que el agua le cubriera hasta medio pecho.

Suspiro y recargo la pared en el escalón de atrás, recordando lo que momentos atrás había sucedido... todo había sido demasiado rápido, la plática con Ayaka, el encuentro con el sultán, el beso de...... ese hombre. Un escalofrió corrió su cuerpo al recordar las horribles sensaciones que le causo aquel hombre desde el mismo momento en el que lo vio, era la primera vez que se sentía en verdad atemorizado, era un temor muy diferente al que le causaba Seguchi, pues Seguchi le atemorizaba pero le causaba respeto... este hombre lo paralizaba. Un hombre atemorizante, no era tan imponente como Yuki, K o Seguchi; pero había algo en su porte que le hacía retroceder y suplicar por ayudar......... ¿Qué sensaciones eran esas?  Nunca antes las había sentido así de......... desprotegido.

Tomo un poco de agua entre sus manos y se mojo la cara, no debía pensar en esas cosas, tenía que terminar de bañarse y arreglarse... quizá la recepción distraería su mente y le haría olvidar el mal trago de esos momentos; además, tenía que ser optimista y continuar con su misión, pues el tiempo se le agotaba.

FLASH BACK

Yuki salió del baño, cubierto con una túnica blanca y secando sus cabellos con una toalla, buscando con la mirada al chico, quien en esos momentos miraba el panorama por el balcón.

• - ¿Oye?
• - ¿Mm? - Viro el rostro y lo vio.
• - Ya hablaste con Ayaka, ¿verdad?
• - Pues sí... ¿Por qué?
• - Entonces regresamos mañana mismo
• - ¡¡¿Qué?!! ¿Por qué?
• - Porque ya no tenemos nada que hacer aquí, ya hablaste con ella y te dijo que no.
• - ¡No! Espere... un poco más, solo un poco más de tiempo
• - No tiene caso, Ayaka es muy obstinada
• - Pero podre convencerla. Estoy seguro de ello.
• - ......... - Lo miro fijamente, sin saber que decirle ¿En verdad tantas ansias tenia de librarse de él? Quería preguntarse, pero recibir un: Si por parte de aquella boca heriría enormemente su...... orgullo.
• - Un día más, solo un día más.
• - Bien, pero solo eso, no te daré más tiempo, te queda claro.
• - Si.
• - Y ahora ve a arreglarte, al sultán le molesta la impuntualidad.

Shuichi solo asentó con la cabeza, tomo sus cosas de higiene personal y se fue al baño para arreglarse

FIN FLASH BACK

Suspiro y se puso de pie para salir, no debía quedarse pensando en el pasad próximo, tenía muchas que hacer y no podía seguir perdiendo el tiempo bajo el agua.

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El sol comenzaba a ponerse pareciendo las dunas se lo tragaba cuando este se unía con él pues el horizonte se perdía entre los reflejos del sol sobre la arena. En poco tiempo sería la recepción para conocer al nuevo pretendiente de Ayaka.

Yuki miraba aquel espectáculo desde el balcón de la habitación, vestido con un traje que constaba de una túnica de color azul con bordados en colores dorados, y sobre su cabeza, ocultando parte de sus cabellos un turbante acomodado con una delgada tiara dorada que era oculta por la tela, y que caía largo hasta su cintura. Sus pies estaban calados por unas sandalias sencillas; y sus muñecas adornadas por pulseras doradas [El traje de Tamaki xfa http://www.mangasama.com/manga/ouran-high-school-host-club/ouran-high-school-host-club-vol2-06-1952/003 ]

Escucho el sonido de una puerta abrirse, supuso que Shu ya había terminado de ducharse y ahora se vestiría con la ropa que le mandaron para la recepción. Pensó en molestarlo pero no tenía muchas ganas de hacerlo, pues aun estaba algo molesto por lo sucedido momentos atrás.

Aizawa, El príncipe Taki Aizawa en Zahara ¿Qué demonios hacia ahí? Recordó que los nobles de Alejandría no tenían la tenencia de dejar sus tierras a menos que fuera una causa bien justificada... ¿Cuál podría ser esa causa?

"Una recepción en honor al compromiso de mi hija"

¿Era eso? ¿Taki era el nievo prometido de Ayaka? ¡No! Eso no era posible, porque, a pesar de que en Gaia hacía siglos que no había guerras, las relaciones entre Zahara y Alejandría no eran tan buenas como para que existiera un enlace nupcial, además estaba ese beso ¡¡Ese maldito beso!! El Sultán NUNCA perdonaría tal ofensa hacia su hija, aún menos delante de sus ojos...

Demonios, no comprendía nada de lo que sucedía y eso lo exasperaba, le molestaba enormemente no poder descifrar algo, pero lo averiguaría, sabría que hacia ahí el futuro rey de Alejandría y la razón por la que se atrevió a besar a Shuichi... si era para molestarlo: lo había conseguido... si era para comenzar a guerra contra Asgard: que se previniera. Porque no se dejaría...

• - Waa... Se ve muy bien con esa ropa. - Dijo Yuki a su espalda, provocando que el rubio volteara, pero al hacerlo vio algo que no esperaba.
• - ¿Por qué estas envuelto en mi capa? - Directo al grano, pues Shuichi se había cubierto con la capa del rubio, agarrándola con fuerza delante de su cuerpo, cubriéndose desde el cuello hasta los pies.
• - Ahh... yoo.... ¡tengo frio! - Soltó lo primero que se le ocurrió
• - Eso es una tontería, no está haciendo frio, aún.
• - Pero yo tengo frio.
• - Déjame decirte, que no vas a bajar así a la recepción.
• - ¿Ehh? ¿Y si no quiero bajar?
• - ¿Y con qué excusa?
• - Les dice que me enferme: que me dio fiebre o de nuevo inanición o viruela o neumonía o cualquier otra cosa
• - Olvídalo, mocoso, vas a tener que ir por las buenas o van a tener que venir los guardias por ti por las malas
• - ¿Por qué?
• - Porque el sultán se va a ofender si faltamos a su invitación; y con justa razón, pues nos está dando asilo en su palacio
• - .........
• - Así que ya quítate eso. - Dijo acercando la mano a Shuichi para quitarle la capa, pero Shuichi se hizo hacia atrás para evitar que Yuki lo tocara - Como quieras. - Añadió molesto por la acción del chico, pasándolo de largo y saliendo de la habitación

Shuichi miro a Yuki y tras ello miro la cama, sobre la que descansaba una delgada y transparentosa tela negra. Suspiro y bajo la mirada, pensando en cómo se iba a "librar" de eso, pues son quería salir con esas ropas para que todo el mundo lo viera, pero hacer enojar al sultán tampoco parecía buena opción.

+-+-+-

Los comensales comenzaban a llegar, siendo llevados al salón principal por los sirvientes... un gran espacio bellamente iluminado por grandes velas colocadas de forma estratégica para que la luz fuera apropiada. De techo colgaban cortinas blancas y delgadas que se acomodaban a los costados de las paredes ara adornar pero no interferir con el andar de la gente. Sobre el suelo había una gran cantidad de cojines, sobre los cuales las personas tomaban haciendo, mientras que los sirvientes se encargaban llevar bocadillos en charolas doradas.

El Sultán estaba vestido con un faldón rojo y una camisa gris con rojo, sobre la cual tenía una especie de capa dorada, mientras que sobre su cabeza había un turbante dorado [ http://paizo.com/image/content/LegacyOfFire/PZO9023-GrandSultan.jpg ]. Se encontraba  sentado sobre unos cojines dos escalones más arriba que el piso en el que estaban los demás nobles, y siendo rodeado de 10 chicas de joven edad y estéticos cuerpo, vistiendo elegantes y diminutos trajes que constaban de un top y un cinturón de baile, todas de colores llamativos pero cada uno de un color diferente [ http://www.uruguayaldia.com/wp-content/uploads/2009/12/danza-arabe.jpg ] algunas atendiendo al hombre de diferentes formas: llenando su copa, sirviendo su plato con diversas frutas, masajeando sus hombros; mientras que las otras simplemente estaban sentadas cerca de él, viendo a los invitados llegar.

El Sultán se regocijaba viendo al notar que todo estaba saliendo perfecto, tal y como lo planeo, y esperaba que así continuara hasta el término de la velada no quería enojarse.

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Yuki miraba aquello desde los últimos escalones, pensando en que aquella noche sería larga, solo esperaba que Shuichi se comportara como debía.

Escucho unos pasos atrás de él, giro el rostro y pudo ver a K, Seguchi y Hiro acercándose; todos vestidos con ropas parecidas a las suyas.

• - ¿Y el príncipe Shuichi? - Pregunto Hiro extrañado al no verlo con el rubio
• - Aquí estoy. - Dijo Shuichi aún envuelto por la capa del rubio, pero ahora traía puesta una transparentosa tela negra que cubría sus cabellos y su rostro, dejando visible únicamente sus grandes ojos violetas.
• - Baka, ya déjate de niñerías
• - ¡No son niñerías! - Le gruño al rubio. - Es que...... me da pena.
• - Ahh... suspiro más que fastidiado por la situación. - Quítate so
• - ...pero...
• - Que te lo quites
• - Noo...
• - ¡Ahora!
• - ¡No!
• - ¡Bien! - Fue la última respuesta del rubio, dándole la espalda y entrando al salón para comenzar con lo que sería la recepción de aquella noche.

Shuichi pudo ve claramente como Seguchi y K seguían a su Lord, dejándolo a solas con Hiro para que este tratara de negociar con él.

• - Príncipe ¿Por qué no se quita la capa?
• - Es que... esta ropa es muy...... ¡me da vergüenza!
• - No tiene nada de qué avergonzarse
• - Pero......
• - Venga, deme esa capa. - Dijo extendiéndole la mano.
• - .........
• - Príncipe.
• - ...no quiero...
• - Ahh... Shuichi - Dijo en un suspiro, Hiro solo lo llamaba así cuando lo desesperaba, algo que era muy difícil. - El Sultán se va a molestar, vamos, dame eso.
• - ...... - Shu se mordió el labio inferior y negó con la cabeza.
• - Anda, no seas penoso.
• - ...... - Con todo el pesar de su corazón comenzó a desenvolverse, bajo la mirada de Nakano, quien se sorprendió y hasta sonrojo por la ropa de Shuichi.

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Yuki estaba parado en una de las puertas que daba a los jardines, dándole la espalda a la recepción y contemplando las plantas y los animales en el crepúsculo,  se había molestado un poco por esas niñerías del pelirrosa y lo mejor era alejarse un rato y después regresar, esperar a que el enojo se le pasara

• - Príncipe - Llamo Ayaka atrás de él.
• - ... - Yuki la miro se soslayo, apreciando vagamente las ropas que traía la chica, un traje que consistía en una falda larga a la cadera de color rosa, un top del mismo tono y unos brazaletes que tenían telas y simulaban mangas [ http://us.123rf.com/400wm/400/400/igorr/igorr0908/igorr090800043/5317955.jpg ]
• - ¿Podemos hablar un momento?
• - S... - No pudo continuar cuando escucho a varios hombres hablar con asombro
• - ¿Es él?
• - ¡Qué belleza!
• - Dicen que cantan hermosísimo
• - ¿Será cierto los rumores de ser la reencarnación de Natura?
• - Con razón le llaman Siren
• - Con esa inocencia reflejada en sus ojos ¿Será cierto que es tan mortal?
• - Bueno, no podemos juzgar por su apariencia
• - Pero sin duda alguna, es en verdad un joven muy hermoso
• - ¿...? - Los halagó, el seudónimo y demás comentario hicieron al rubio voltear, pero al hacerlo, su sorpresa fue tanta que olvido todo, hasta cual era su nombre.

Shuichi estaba en la entrada del salón, con la cabeza ligeramente baja. A pesar de cubrir su rostro se podía ver que sus mejillas tenían un agradable carmesí por pudor y sus labios sonrojados y humedecidos por tanto andarlos mordiendo de nervios. Sus ojos, que miraban para todos lados por los nervios, brillaban intensamente con esa inocencia que siempre lo había caracterizado. Pero lo que más llamaba su atención era su cuerpo ataviado con esa vestimenta: un "cinturón" negro ajustado a su cadera que apenas cubría lo que debía de cubrir atado de tal forma que un poco de tela caía por enfrente cubriendo su entrepierna hasta la rodilla, adornado con "monedas" de oro; su pecho era cubierto por un top del mismo color con delgadas cadenas doradas que adornaba su abdomen; el velo que cubría su rostro y cabello caía por enfrente y atrás hasta casi llegar a su cintura y era sujeto a su frente por una delgada tiara dorada.

[ http://fc04.deviantart.com/fs19/f/2007/226/4/f/Bellydance_by_qArr.jpg (Parte de arriba)

http://img.alibaba.com/photo/104805165/belly_dance_costume_hip_scarf.jpg (Parte de abajo)]

Un cuerpo de tentación con un rostro de pureza.

• - Shu...i...chi... - Susurro Yuki en un claro asombro, que no paso desapercibido por Ayaka, quien miro con recelo al pelirrosa.

El rubio no dejaba de ver a su pequeño prometido, sin saber cómo actuar, cosa muy extraña en él, ya que pocas cosas le hacían ponerse en ese estado de embobamiento total ¡Hasta el enojo se le paso! Ahora comprendía porque el chico no quería bajar ni que nadie lo viera con esa ropa... ¡Por Dios! Si lo hubiera visto así antes de salir de la habitación, sin duda alguna hubiera buscado la mejor estrategia para seducirlo en ese mismo instante...... esa era la primera vez que veía tanta piel expuesta por parte del menor... un espectáculo más que digno de apreciar. Se veía más que bellísimo... ¡Eso era poco! Pero no encontraba un adjetivo que fuera capaz de calificarlo.

El mismo se sorprendió de sus pensamientos, ¿Por qué ese mocoso le estaba haciendo perder la cabeza? ¿Qué magnetismo tenía el chico para con él?

Un inocente demonio o un seductor ángel ¿Cuál era la mejor definición?

• - Príncipe - Llamo por centésima vez la castaña.
• - ¿Ehh? - Musito y volteo a verla. - Ah, sí... - Recordó y salió junto a la chica a jardín, no sin antes dirigirle una última mirada al pelirrosa.

El jardín era un paisaje muy bello, el cielo oscuro alumbrado únicamente por estrellas, el agua de la fuente brotando transparente y suave.........

• - ¿De qué querías hablarme, Ayaka? - Pregunto encarando a la chica
• - ¿Es cierto? ¿Qué ese "niño" es tu prometido? - La pregunta salió de manera dolida y molesta de la garganta de ella.
• - Si, es cierto, estamos comprometidos hace semanas
• - ¡Es solo un niño!
• - Tiene la misma edad que tu
• - ¡No hablo de edad! Es un niño mentalmente
• - Lo sé... le falta mucho por aprender de la vida
• - ¿Y eso te gusta? ¿Su ingenuidad?
• - ...... - Entrecerró los ojos. - ¿Qué quieres? - No respondió, no tenía porque hacerlo ni revelarle sus razones a esa chica, sobre todo cuando ni él mismo comprendía sus motivos.
• - ¿Por qué? ¿Por qué te comprometiste con un niño como ese?
• - Diversión
• - ¿Qué?
• - El juego de la muerte.
• - ......
• - Me pareció interesante, era un reto contestar sus preguntas.
• - ¿Solo eso? ¿Solo te pareció divertido por qué era un reto a vencer?
• - Si
• - ¡Vamos, no mientas!
• - .........
• - Si fuera solo eso ya lo hubieras dejado ¿No es así?
• - .........
• - Ya ganaste, ahora ¿Qué quieres? ¿Casarte con él?
• - ......... - Le dio la espalda
• - ¿Lo quieres?
• - ......
• - Dime ¿Lo quieres?
• - ......
• - ¡Responde!
• - Enamorarlo
• - ¿Qué?
• - Shuichi no quiere casarse, no sé la razón; pero no quiere unirse a nadie.
• - ......
• - Mi reto es enamorarlo; y conocer la razón por la que no desea casarse. - Sonrió de forma soberbia
• - ......
• - Eso es todo.
• - ......Eso...
• - ......
• - ¡Eso es cruel!
• - ... - Volteo a verla
• - ¿Crees que las personas son juguetes? Que puedes enamorar a quien quieras y después abandonarle como si nada.
• - ...
• - Es cruel que hagas eso.
• - Lo sé. - Camino hasta la fuente y se sentó en el borde. - Por eso le di la oportunidad de librarse de mí.
• - Diciéndole que adivinara tu nombre, cuando sabes que......
• - ¿Por qué no se lo dijiste?
• - Por que miente, tanto como tu
• - ¿Qué?
• - No soy tonta, me doy cuenta de las cosas
• - ......
• - La forma en la que lo miras, la manera en la que le hablas y te le acercas...... los sacrificios que has hecho por él.
• - Eso no significa nada. Solo es......
• - ...¿Para seducirlo? ¿Así te engañas a ti mismo?
• - .........
• - Y él también trata de ocultarlo.
• - ...
• - Su mirada es muy diferente cuando habla de ti
• - Ya sabía que no le era indiferente. Solo un poco más y lograre mi objetivo - Dijo aquello como si no tuviera importancia, como si fuera un juego de cartas.
• - Eres un niño, aún más que el mismo Shuichi
• - ......... - La miro de mala manera ¿Cómo se atrevía a llamarlo niño? - No soy un niño.
• - ¿Quieres que se lo diga? - soltó sin más
• - ¿Harás lo que yo te diga?
• - Si
• - Si te digo que le des mi nombre...
• - Dímelo y lo hare
• - ¿Y si mi deseo es otro?
• - Entonces, te juro que de mi boca no saldrá nada.
• - Eso es tonto ¿no crees? Hacer lo que yo te... ordene
• - Más tonto es lo que tú haces.
• - ......
• - Es tonto que le ayudes a esto, que lo protegieras en el desierto de esa manera, que arriesgaras su vida saltando al mar para salvarlo; que le dieras una oportunidad.
• - ...
• - ¡Lo hiciste porque no sabes lo que quieres y esperas que él decida por ti!
• - .........
• - Por eso eres un niño ¡Porque no quieres afrontar tus sentimientos por orgullo!
• - .........
• - Dices que juegas, pero hace tiempo que dejaste de hacerlo
• - ......
• - Porque eso es cierto: ese chico dejo de ser tu juguete para convertirse en tu tesoro.
• - Tonterías. - Se puso de pie y camino hacia el salón. - Eso jamás sucederá, eso es un reto. Solo eso.
• - ...Espe...
• - Haz lo que se te pegue la gana con mi nombre.
• - ......
• - ¡Para lo que me importa!

Ayaka bajo el rostro y cerro los puños con fuerza; sentía un dolor muy grande en el pecho, uno que se estaba transformando en lagrimas que picaban sus ojos, pues se negaba a dejarlas salir. Conocía al príncipe de Asgard desde hacía mucho tiempo atrás, y sabía que todo lo que ella dijo era cierto......

• - Mientes......... lo quieres...... porque nunca antes has visto a ninguna otra persona, como lo vez a él. - Levanto la cabeza, mirando el cielo y tratando de evitar que las lagrimas escapar de sus ojos. - pero... ¿Cuál es tu deseo? ¿Estar a su lado o darle la libertad?

Lo noto claramente, lo que Yuki había hecho al final había sido escapar de aquello que estaba por ser revelado para él... porque temía enamorarse y caer en su propio juego.................. aunque al parecer, ya era tarde para ello.

+-+-+-

El Sultán aplaudió dos veces, anunciando el inicio de la recepción, aquello provoco que las chicas que lo rodeaban dejaran de atenderlo y corrieran con pasos silenciosos y gráciles al centro de la pista, fue hasta entonces que dejaron ver que en sus trajes llevaban un velo largo sujeto por dos varas que tomaron entre sus manos. Se acomodaros en el centro de la pista sin estar muy cerca una de la otra; y tras otro aplauso por parte del Sultán, los instrumentos comenzaron a sonar para y las chicas comenzaron a moverse, usando aquellas varas en su baile.

[ http://www.youtube.com/watch?v=HQSEeotXJ5Q&feature=related ]

Shuichi, quien estaba sentado en uno de los cojines, miraba atento y sorprendido los movimientos de esas chicas, recordó que esa misma tarde había visto algo parecido, pero esas jóvenes se movían aún mejor que aquellas chicas, pues los velos que llevaban hacia que sus movimientos fueran mucho más llamativos: a veces parecían hondas de mar, en otras alas de algún pájaro, era simplemente... magnifico.

Pero mientras todos miraban el espectáculo, alguien más veía algo diferente. Se encontraba en el fondo de aquel salón, recargado en una columna y semicubierto por las sombras y las cortinas de ese lugar, con la vista clavada en aquel hermoso joven de mirada violeta.

• - Bocadillos ¿Lord? - Un sirviente lo desconcentro.
• - ... - El hombre hizo una seña para negarse, pero justo cuando este estaba a punto de irse, le detuvo. - Alto
• - ¿Desea algo?
• - El príncipe de Turandot ¿Viene con su familia o solo?
• - El joven príncipe viene con su prometido y la escolta de ambos.
• - ¿Prometido?
• - El príncipe de Asgard, Lord.
• - ...... Retírate
• - Permiso, Lord.

Contorneo los ojos, así que estaba comprometido con ese príncipe de mierda...... bien, eso estaba por verse.

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El baile termino y Shuichi continuaba embobado, aquellos movimientos había sido perfecto, simplemente no podía dejar de preguntarse ¿Por qué las chicas no lucían cansadas? Y ¿Cómo le hicieron para no enredarse entre los velos ni entre ellas?

• - Le gusto ¿Verdad? - Pregunto Hiro.
• - Fue fabuloso ¿Viste como se movían? Nunca antes había visto tanta sincronía... me gusto mucho ¿A ti?
• - Si, bailan muy bien.

Un nuevo aplauso por parte del Sultán, y esta vez llegaron cinco hombres, cada uno con una vasija diferente.

Shuichi no pudo evitar estremecerse levemente ante aquello, ya sabía que contenían aquellas vasijas y eso lo había asustado. Se puso de pie.

• - ¿A dónde va? - Pregunto el pelirrojo.
• - A tomar un poco de aire.
• - ¿Quiere que lo acompañe?
• - No, gracias. Disfruta el espectáculo, vuelvo en un momento.

Salió caminando con pasos tranquilos, bajo la atenta mirada de aquel hombre, quien no pudo evitar sonreír ante aquella oportunidad.

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Shuichi salió a uno de los jardines, sintiendo el clima frio contra su piel caliente en un contraste bastante grato. Sonrió y suspiro levemente mientras continuaba su camino por los jardines, notando que ese jardín no era el mismo en el que estaba la fuente; levanto la vista y pudo ver un gran balcón, sin duda alguna era el de a recamara del sultán. Pudo ver el cielo estrellado, notando que por la oscuridad las estrellas brillaban aún más.

• - Es hermoso
• - Sin duda alguna
• - ¿Eh? - Shuichi bajo el rostro y pudo ver claramente al príncipe de Alejandría, vestido con un traje de su reino de color negro.
• - Esto debe ser el destino, el que vengamos combinados ¿No te parece?
• - Principe Aizawa. - Musito Shuichi al recordar el nombre de ese sujeto

Taki vestía un traje negro que consistía en un pantalón y una camisa ambos de color negro, sobre estos traía una extraña armadura de botas, faldón, peto y hombreras de las cuales se sujetaba una capa del mismo color [ http://septimoarte7.files.wordpress.com/2009/07/gladiator18.jpg ]

Aquel hombre lo asustada, y más sabiéndose solo con él.

• - Amm... - Shuichi miro hacia todos lados, buscando a alguien o algo que lo pudiera salvar, pero como lo imagino, estaba solo. - E-empieza a hacer frio, lo mejor será volver. ¡Gusto volver a verlo! - Dijo tratando de pasarlo de largo, pero Aizawa le bloqueo el camino
• - ¿A dónde vas? Si nos acabamos de ver, podemos pasar un momento agradable, ¿no crees?
• - ......
• - Shuichi
• - ¡...! - Tembló por la forma en la que su nombre salió de aquella boca.

+-+-+-

Yuki entro a la sala de recepción sin ganas de querer pensar en nada y con la mirada busco al pelirrosa, pero al único que pudo ver fue a su escudero.

• - Nakano ¿En dónde está Shuichi? - Llamo acercándose a él.
• - ... - Se levanto e hizo una reverencia. - Me dijo que saldría a tomar un poco de aire.

Ya no dijo nada y se alejo en busca del pelirrosa ¿Por qué siempre hacia lo que le daba su santa voluntad? Ese crio, tal vez sería mejor amarrarle un pie a una columna ¡A ver si así se quedaba quieto!

En su andar se encontró con Thoma y con K, quienes en ese momento platicaban entre ellos mismos.

• - ¿Han visto al baka de Shuichi?
• - Creo que no debería llamarle de esa forma tan amable, príncipe - Dijo Seguchi con una dulce sonrisa
• - Ahórrate tus ironías para después y responde.
• - No, no lo he visto ¿Capitán K?
• - Para nada. - Dijo el otro.
• - Ahh... ese mocoso.
• - ¿Por qué le urge tanto encontrarlo?
• - Porque conociéndolo se puede perder ¿No es así? - Dijo el de ojos turquesa
• - O causar destrozos en el palacio. - Finalizo Yuki.
• - Que dulce es con su prometido. - Dijo de nuevo Thoma con aquella inseparable sonrisa de su rostro.
• - ... - Yuki solo lo fulmino con la mirada
• - ¡Tú! - Dijo K de repente hablándole a un sirviente. - ¿Has visto al príncipe Shuichi?
• - Le vi caminando hacia el jardín principal, Lord. - Dijo el sujeto.
• - Bien, puedes continuar. - Dijo K.
• - ¿Lo ve? Ha de estar disfrutando del fresco.
• - O tratando de agarrar alguna planta. Mejor iré a ver. - Dijo caminando hacia allá
• - Ahh... le preocupa demasiado su prometido.
• - Cállate.
• - Jaja. - Lo vieron alejarse, pues no querían intervenir en otra "pelea" de esos dos tortolos

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Retrocedió torpemente dos pasos, aquel hombre se le estaba acercando demasiado, sabía que era bueno corriendo, tal vez hacerlo sería su salvación; trato de pasar por su lado con pasos rápidos, pero aquel hombre fue más veloz, sujetándole de la muñeca y jalándolo hacia él

Shuichi quiso gritar pero la voz no le daba para ello. Sintió claramente sus muñecas fuertemente apresadas y su cuerpo muy cerca de él de aquel hombre.

• - No tienes por qué tenerme miedo... no te hare nada malo

Sus ojos se veían brillantes por las lágrimas contenidas y su cuerpo se estremecía levemente

• - ¿Tienes frio? - Pregunto con "inocencia"

No, no tenía frio ¡Tenía miedo! Un miedo que solo había podido experimentar con ese sujeto.

• - Ven. - Dijo amablemente, aunque lo jalo hasta llevarlo al fondo del jardín, apoyando la espalda del pelirrosa contra el tronco de un árbol.

Shuichi claramente pudo sentir claramente lo áspero del tronco sobre su espalda casi desnuda, lastimaba aquello sobre su suave piel.

Taki pego su cuerpo al del chico, quitándole cualquier opción de escape al menor

• - Listo, así ya no tendrás frio.
• - ...su... suelta...me... - Suplico el pelirrosa con lagrimas en los ojos, removiéndose para intentar soltarse, no sabía que quera eso pero estaba muy asustado.
• - ¿Alguien te había dicho que eres muy hermoso? - Dijo levantando sus manos sobre su cabeza y sujetándolas solo con una mano, con la libre levanto el velo que cubría el rostro de Shuichi. - Sin duda alguna, una belleza.

Toco aquel rostro con las yemas e sus dedos, paseando por su frente, mejillas y finalmente sus labios, llegando hasta su barbilla para sujetarla.........

Shuichi miraba fijamente aquellos ojos oscuros que lo miraba de una forma muy extraña e incómoda, estaba muy asustado por lo que estaba sucediendo...... pero aquel temor y todo lo demás aumento cuando sintió aquellos labios sobre los suyos

¡¡Lo estaba besando!! Ese hombre lo estaba besando.

Shuichi cerró los ojos y trato de forcejear ara liberarse, cosa que no le gusto al pelinegro, quien se separo un poco del menor.

• - No te resistas. - Le ordeno pasando su mano a su nuca y estrujando sus cabellos.
• - Ahh...... - Shu no pudo evitar quejarse y abrir la boca, cosa que aprovecho Taki para besarlo e introducir su lengua en su boca.

Trato de resistirse más sin embargo le era imposible, pues aquella lengua se movía sin pudor alguno dentro de su boca, hurgando cada rincón de esa húmeda cavidad. Sus muñecas eran fuertemente aprisionadas, provocando un espantoso malestar en ellas por la fuerza ejercida; mientras que su cuerpo estaba demasiado pegado al de Taki, ocasionando que le costara respirar

Gimió con desagrado y cerró los ojos con fuerza mientras las lágrimas empezaban a resbalar por sus mejillas de dolor e impotencia, quería que aquello terminara en ese mismo momento, pero no se le ocurría como... entonces, sin saber cómo, se le ocurrió una única escapatoria: cerro con fuerza los dientes, mordiendo aquella impúdica lengua.

• - Ahhggg... - Se quejo el pelinegro, separándose del menor y viéndolo
• - ¡AY............!! mmm...... - Le tapo la boca con su mano antes de que pudiera gritar
• - Esto, no te lo voy a perdonar
• - ¡¡¡......!!! - Shuichi se aterro más al notar el enojo e aquellos ojos, ya no supo si aquello fue buena idea o mala.

Estaba temblando de miedo mientras que las lágrimas resbalaban ahora en mayor medida por sus mejillas.

• - Te voy a enseñar a respetarme, mocoso del demonio.

Levanto la mano lo más alto y lejos que pudo solo para después dejarla bajar con fuerza y velocidad directo al rostro del chico.

Shuichi estaba demasiado impactado como para poder cerrar los ojos, pudo ver claramente como esa mano se acercaba directo a él; sin embargo otra mano lo detuvo a medio camino, sujetándole con firmeza de la muñeca.

Yuki era quien había frenado aquel golpe, parado atrás del príncipe de Alejandría. La mirada del rubio era la más temible que Shuichi le había visto hasta ese momento, una llena de frialdad. El rubio sujeto con fuerza aquella muñeca, ocasionando que Taki se quejara y aflojara el agarre que tenía en las manos del menor, acción que aprovecho Yuki para arrojar al moreno  hacia atrás, pero Taki se movió de forma rápida echando un pie hacia atrás para evitar caer, y se empujo hacia el rubio, aprovechando el impulso que llevaba, dándole un fuerte puño en la mejilla

• - ¡¡YUKI!! - Grito Shuichi preocupado al notar que este soltó al príncipe y retrocedió tres pasos hacia atrás con una mano en la cara
• - Imbécil. - Gruño Taki lanzando otro golpe al rubio, pero Yuki se movió más rápido esta vez, esquivando el golpe y golpeo con su puño el rostro de Taki - Agghh... - Taki cayó sin remedio alguno al suelo por aquel golpe
• - ¡¡......!! - Shuichi no sabía qué hacer, estaba paralizado, asustado por la situación y lo sucedido momentos atrás.

Yuki se acerco a Shu en dos zancadas, quitándose de un jalón el turbante de la cabeza, provocando que el aro cayera en el suelo, y envolvió en aquella tela el cuerpo del chico; tras eso se giro hacia Taki dejando al menor detrás de él.

Todo eso sucedió en el mismo instante en el que los comensales llegaron hasta el lugar, viendo el espectáculo y notando la densidad de la atmosfera ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué había gritado el príncipe de Turandot?

K, Thoma y Hiro miraban los hechos sin saber que era lo que estaba sucediendo, pero por el rostro que tenían los involucrados no parecía nada bueno, además de que el rubio tenía un poco inflamada su mejilla izquierda.

El Sultán también estaba ahí, viendo que era lo que sucedía, esperando saberlo para poder actuar.

Ayaka miraba aquello con sorpresa y desconcierto, nunca antes había visto al rubio tan enojado

• - ... - Taki se levanto, sacudiendo sus ropas como si nada. - Príncipe ¿No te han enseñado a no molestar ni interferir en conversaciones ajenas?
• - Eres tu quien debe aprender a no molestar y respetar.
• - No estaba haciendo nada malo.
• - ...... - El chico no respondió, simplemente se estremeció de pies a cabeza al mismo tiempo que con sus manos tomaba de forma inconsecuente una de las manos del rubio en busca de protección.
• - ... - Yuki percibió aquella reacción, sintiendo como sus dedos anular y meñique eran tomados por una mano, mientras que los otros 3 eran tomados por la otra mano del menor, cerro un poco su mano, en un acto involuntario que le connotara al chico la seguridad que buscaba. - Te lo advierto, no vuelvas a acercarte a él.
• - ¡Jah! Tú no eres nadie para ordenarme tal cosa. - Dijo mientras se limpiaba la sangre de la comisura de su boca
• - ¡¿qué?!
• - Que su compromiso es nulo. - Eso lo añadió con frialdad, mirando al rubio de forma fija y desafiante. - El príncipe Sakuma Shindou Shuichi es mi prometido.
• - ¡¡¡.........!!!

CONTINUARÁ