Turandot por Dulce_Pena_Hime

SEGUNDO ACTO: ZAHARA

ESCENA 5: PROMETIDO

• - Te lo advierto, no vuelvas a acercarte a él.
• - ¡Jah! Tú no eres nadie para ordenarme tal cosa. - Dijo mientras se limpiaba la sangre de la comisura de su boca
• - ¡¿qué?!
• - Que su compromiso es nulo. - Eso lo añadió con frialdad, mirando al rubio de forma fija y desafiante. - Sakuma Shindou Shuichi es mi prometido.
• - ¡¡¡.........!!!

Un corriente de aire frío recorrió el lugar, agitando las ropas y los cabellos de las tres personas que se encontraban en el centro de aquel jardín.

Shuichi olvido lo que era respirar después de escuchar esas palabras...... eso era simplemente imposible ¡¡NOO!!

• - Eso es imposible. - Dijo Yuki quien en esos momentos estaba muy enojado. - Yo soy el prometido de Shuichi, me gane ese título a ley.
• - ¿En un estúpido juego? No me hagas reír. ¡Burlo las normas!
• - Fue su decisión
• - ¡Suficiente! - La grave del Sultán detuvo aquella disputa cuando apenas comenzaba. - Están haciendo todo un espectáculo. ¿Quiénes se creen que son para alterar el orden en mi palacio?
• - Disculpe la ofensa, pero ha sido...... este hombre quien altero el orden - Yuki no se movió de su lugar, manteniendo a Shu a su espalda en todo momento
• - Yo simplemente reclamo lo que es mío
• - ¡Shuichi no es tuyo!
• - Claro que sí, es mi prometido.
• - Te propasaste con él e intentaste agredirlo.
• - Silencio. - Ordeno de nuevo. - No puedo crees que dos adultos estén peleando como críos ¡Y más tratándose de futuros reyes!
• - ...... - Ninguno dijo nada, pero no podían evitarse mirarse con odio mientras se mordían la lengua para evitar decirle algo más al otro "prometido" de Shuichi
• - El príncipe Shuichi no puede tener dos prometido, así que se resolverá esto según las leyes; y será mañana al alba
• - Bien. - Dijeron ambos sin siquiera pensarlo

Shuichi no comprendía nada de lo que estaba sucediendo ¿Cómo era posible que tuviera dos prometidos? ¡Su compromiso anterior había sido anulado! ¿Cómo era posible esto? ¿Cómo se decidiría todo? ¿Qué sucedería al alba? ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo fue que todo termino así? Hacia solo unos minutos estaba disfrutando de un baile regional y ahora ¡Esto!

Tenía la cabeza llena de preguntas y temores por lo sucedido, no comprendió muy bien lo que sucedío, además de que todo había sido tan rápido que su mente aún no terminaba de digerirlo.

• - Shuichi
• - ¡¡...!! - Dio un respingo y miro al rubio, quien ya estaba de frente a él.
• - ... - El rubio pudo notar claramente todos los sentimientos del chico en sus orbes violeta, sin dudarlo acaricio su mejilla y retiro con sus pulgares los vestigios de las lágrimas. - Ven, necesitas descansar

Shu ni siquiera se movió, no sabía qué hacer o decir después de todo lo que sucedió. Pudo sentir claramente la leve caricia que Yuki dio en sus rostro y las palabras que le dijo para hacerlo reaccionar, pero obligo a su mente a no hacerlo, porque de lo contrario abrazaría a Yuki, se soltaría a llorar y a gritaría algo que moría por salir de su garganta aún cuando no sabía qué era lo que quería decir pues el tumulto de emociones lo tenían confundido.

Yuki pudo apreciar lo mal que estaba el chico, no quería obligarlo a nada, así que lo cargo en brazos para llevarlo hasta la cama, quizá el dormir le sentaría bien.

• - ¡Un momento! - Llamo Taki, haciendo al rubio voltear. - Sultán, no solo nos estamos debatiéndonos la mano de Shuichi, también nos debatimos su integridad. Me opongo rotundamente a que ellos dos compartan el lecho.
• - ¡¿Qué demonios?! - Gruño Yuki mirándolo con odio
• - En ello tiene razón. Príncipe de Asgrad.
• - ...... - Apreto los dientes y cerró los puños con fuerza. - ...lo sé. - Gruño por lo bajo, viendo a K, quien se acerco y tomo al chico en sus brazos. - Que Nakano te acompañe y se quede con él.
• - A la orden Lord. - Dijo el rubio al tener a Shuichi en sus brazos, notando claramente la discreta mirada de preocupación que le lanzo el príncipe a Shu.
• - ¡Ma, ve con ellos! - Ordeno Taki. - No permitiré que me quieran ver la cara.
• - Como ordene. - Dijo aquel hombre
• - Rage. Asegúrate que no causen más revuelo.
• - Sus ordenes

Yuki vio alejarse a aquel silencioso grupo, prestando especial atención al chico que se refugiaba en brazos de K, y así fue hasta que desaparecieron de su vista

• - Los demás, continúen con la recepción como hasta ahora. No permitiré que este disturbio nuble el compromiso de mi hija. Por favor, volver al recinto.

Ningún comensal se negó a la orden, entrando y tratando de fingir que aquello no sucedió.

• - Ah... príncipe Taki
• - ¿Sultán? - Pregunto el moreno.
• - Recuerde que debe usar ropas de mi reino durante su estadía. No le volveré a pasar por alto esta ofensa.
• - Disculpe mi atrevimiento, Sultán.

El hombre se fue, bajo la penetrante mirada de Yuki y Taki.

• - Eres un maldito. - Gruño Yuki en cuanto se supo solo con Taki.
• - ... - Taki lo miro
• - ¿Por qué haces esto?
• - ¿Crees que voy a dejar que ese niño ensucie mi honra con un capricho estúpido? - Se cruzo de brazos. - Hacer ese absurdo juego después de anular nuestro compromiso me hizo quedar como un imbécil; y eso no lo voy a permitir de nadie; menos de ese estúpido mocoso
• - No vuelvas a insultar a Shuichi
• - ¿Acaso te importa? - Le sonrió de mala forma. - Tú, que juegas con las personas como se te da la gana y enamoras a quien se te cruza en el camino ¿Me vas a decir cómo debo tratar a ese crío?
• - Solo te advierto, que si vuelves a dañarlo... ni la misma Natura podrá detenerme. - Se dio la vuelta para alejarse de ahí.
• - ¡Qué interesante! ¿Esos son celos?
• - Llámalo como quieras
• - ¿Por qué no hacemos esto más interesante? - Esas palabras lo detuvieron
• - ... - Le miro sobre el hombro.
• - Si tú ganas, te quedas con el chico y no vuelven a verme en toda su vida.
• - ......
• - Si yo gano...
• - .........
• - Me quedo con él
• - ......
• - ...... Con tu cabeza......... y tu corona
• - ¡¡...!! - Yuki se giro sorprendido y molesto por aquellas palabras. - Eres un bastardo hijo de......
• - Hey... Hey... no inicies otra pelea, sabes que se considera trato nulo y pierdes automáticamente tus derechos sobre el príncipe.
• - ...... - Apretó los dientes para calmarse.
• - Nunca te ha interesado Shuichi ¿verdad?
• - ......
• - De lo contrario hubieras viajado a Turandot cuando se anulo el trato; y no estarías haciendo esto.
• - No, ese enano no me interesa, solo me servirá para follarlo cuando tenga ganas y para darme herederos

¿Cómo demonios se atrevía a hablar así de Shuichi? Ese sujeto solo veía a Shuichi como un objeto, era un maldito.

• - Y ¿Qué dices? Aumentamos la apuesta.
• - Te daré mi cabeza... y quizá mi corona... pero jamás te daré a Shuichi
• - Jaja...... eso está por verse. - Le miro de forma déspota. - En cuanto lo gane, lo tomare como mío...... quizá ya tomaste su virginidad, pero será a mí semiente la que implante de él. Jajaja - Y tras eso se fue, dejando solo al rubio

Aquellas palabras habían provocado de más al rubio, quien había tenido que recurrir a todo su autocontrol para no partirle la cara en ese mismo momento, ya que Taki tenía razón: Atacarlo sería considerado una traición al trato, lo que le daría la victoria automática al moreno. No, no lo permitiría, no dejaría que Taki se saliera con la suya.

Giro sobre sus pies, caminando hacia el fondo del jardín, justo hasta el árbol en donde aquel sujeto acorralo a Shuichi, y sin poder ni querer evitarlo lo golpeo con el puño bien cerrado, provocando que algunas aves que descansaban ahí salieran volando por la ligera y repentina vibración.

Estaba molesto, muy pero muy enojado ¿Cómo demonios se había atrevido a decir todas esas bajezas sobre Shuichi? ¡¡Shuichi!! El chico más dulce que había conocido aún cuando este se ocultara detrás de esa mascara de caprichoso. Cierto que era inmaduro, curioso y consentido, pero su pureza, sencillez y ternura no las había encontrado en ninguna otra persona, lo que hacían del chico una persona en verdad muy hermosa, no solo por fuera, también por dentro.

El solo hecho de pensar que ese sujeto quisiera mancharlo con sus sucias manos le provocaban nauseas; el saber que había profanado sus labios provocaba un horrible escozor en su pecho; el simple hecho de imaginar que pudo haber maltratado su rostro con ese revés le hizo hervir la sangre... Era un maldito... de eso no le quedaba duda alguna.

• - Príncipe.
• - ... - Viro el rostro y vio a Ayaka parada atrás de él.
• - ¿Qué quieres? - Dijo de mala gana.
• - Podrías venir conmigo
• - ¿A dónde?
• - Ya lo verás

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Termino de atar la aquella cinta con un sencillo moño en su cintura por enfrente con una cinta azul cielo, dejando aquella sencilla Yukata blanca bien ceñida al cuerpo del príncipe.

• - ¿Se siente mejor? - Pregunto preocupado al ver que el chico no había dicho mucho desde que K lo dejara en la habitación a su cuidado.
• - ...si... - Musito en un monosílabo.
• - ... - Hiro apretó los labios entre molesto y preocupado. - Príncipe, sé que no se siente bien pero... por favor ¿Podría decirme algo más que monosílabos?
• - ...tengo sed.
• - Ahhh... - Suspiro. - Bien.

Lo guió hasta la cama y ayudo a entrar, dejándolo recostado sobre esta; después de ello fue hacia una mesa de la cual tomo una jarra y un vaso, solo para descubrir que estaba vacía.

• - Iré por agua, mientras intente descansar.
• - ...si...

Shuichi pudo escuchar claramente la puerta cerrarse, suspiro en silencio y se acurruco en la cama, envolviéndose con las colchas.

Estaba en la habitación que la noche anterior compartió con Yuki, y no pudo evitar sentir esa cama demasiado grande para una sola persona.

Yuki... Yuki... Yuki... todo el tiempo que Yuki había estado con él, en todos esos días que ya se podían sumar como semanas el rubio JAMÁS lo había asustado de esa forma; cierto era que se le acercaba, y mucho; que lo abrazaba o acariciaba; que lo había besado......... pero nada de eso fue como con ese sujeto. Las sensaciones que experimento habían sido muy diferentes, el cosquilleo que recorría su cuerpo con Yuki en nada se comparaba al escalofrió que lo envolvió con Aizawa... pero ¿Cuál era la diferencia? ¿En qué radicaba? No lo sabía, pero si era consciente de algo y eso era que: no quería estar cerca del príncipe de Alejandría.

"De ser cualquier otro, ya te hubiera tomado"

Esas palabras se las había dicho Yuki la primera vez que lo acoso; aquella vez se sintió intimidado y asustado... pero nada que ver con lo que sintió el día de hoy con Aizawa, los temores eran diferentes pero ¿En qué? ¿Cómo?

"Es mío"

Aquellas palabras lo habían aterrado, le habían hecho sentir un objeto y no una persona, más que nada por la entonación que le dio, lo posesivo que se escucho.

"Shuichi es mí prometido"

Mí prometido, Mí prometido............ mí...... Mí......... MÍ............ ¿Qué era eso? ¿Qué sintió? ¿Por qué tuvo las ansias de confirmarlo, de decir que era cierto? ¿En verdad quería comprometerse con Yuki? ¿O era el miedo que le tenía a Taki? ¿Era eso? ¿Encontraba en Yuki una forma de salvación? ¡¡¿Lo estaba utilizando?!! De ser así, era una de las peores personas que había en el mundo, se sentía tan ruin por hacer eso......

Estaba tan concentrado, que no se dio cuenta de que alguien estaba en el balcón de la habitación, caminando con pasos sigilosos hacia la habitación

• - Oye.
• - ¡¡...!! - Se giro, sorprendido por aquella voz. - Yu... Yuki... - Dijo con un hilo de voz en cuanto lo vio.

No pudo controlar el impulso que sintió en cuanto lo vio, se levanto de la cama y trato de correr hacia él, pero el movimiento fue tan rápido que no pudo evitar que las colchas se le atoraran en los pies, provocando que tastabillara.

Yuki se movió rápido y alcanzo al chico antes de que este cayera al suelo, sujetándolo y abrazándolo por la espalda, dejando que la cabeza a Shu descansará en su pecho.

• - ¿Estás bien?
• - Si, no me lastime, gracias.
• - No hablo de la caída.
• - ¿Eh? - Levanto la cabeza y vio al rubio, quien en esos momentos tenía su mirada dorada clavada en él.

Se quedaron así por unos momentos, solo ellos dos, viéndose fijamente, en el silencio que solo era roto por el acompasado sonido de sus respiraciones, sintiendo el calor de sus cuerpo al estar en esa distancia tan corta.

Ninguno de los dos hizo el además de alejarse de aquel abrazo que se formo por un descuido de Shuichi, ninguno de los dos deseaba desviar la mirada la mirada del otro, era una especie de hechizo el que los tenía conectados.

Pero aquel momento se rompió en cuando escucharon el sonido de la puerta abrirse, inconscientemente ambos se separaron como si estuvieran haciendo algo malo, pero Shu aún tenía los pies enredados en las colchas y sin poder evitarlo cayó sentado en la cama.

• - ¿Majestad? - Pregunto Hiro en cuando vio al rubio.
• - ... - Yuki solo le dirigió una mirada seria, pidiéndole que guardara silencio, cosa que hizo el pelirrojo, quien entro a la habitación y cerró la puerta tras de sí, dejando la jarra sobre la mesa.
• - Majestad ¿Qué hace aquí? Si alguien lo ve......
• - Sé bien cuál es el riesgo, pero no hay problema. Ahora mismo todos están en la ceremonia de compromiso, así que no hay de qué preocuparse. - Interrumpió el rubio
• - ¿Riesgo? - Pregunto Shuichi.
• - ¿Acaso no lo sabes?
• - La verdad......... no entendí mucho hace rato, pero no sabía que preguntar, estaba muy asustado. - Miro al rubio. - ¿Cómo fue que paso todo esto? Mi compromiso con él quedo nulo hace tiempo.

 Yuki miro a Hiro, quien hizo una leve reverencia y se retiro a la parte más lejana de la habitación para darles algo de privacidad, ya que no podía salir porque alguien sospecharía que algo estaba mal dentro de la habitación.

• - Conoces las normas de matrimonio ¿No es así? - Dijo mientras se sentaba en la cama a su lado.
• - Los nobles deben casarse entre 17 y 19 años, salvo los reyes... pues ellos pueden casarse cuando lo decidan; y el compromiso no se anula a menos de que exista una buena causa.
• - Cuando el compromiso se anula, los dos lados deben estar de acuerdo
• - Ryuichi me dijo que ya todo estaba arreglado.
• - Lo arreglo con el padre de Taki, no con él. La ley dice que si uno de los dos está dispuesto a continuar el compromiso continúa.
• - ¡¡...!! En... entonces, eso quiere decir que......
• - Que "oficialmente" su compromiso continua.
• - ¡No quiero! - Dijo de forma precipitada. - Por favor... no......... no deje que me lleve... no quiero.
• - Tranquilo, no lo permitiré.
• - Pero... usted dijo que...
• - Si existe otro prometido, el compromiso de los dos es legal
• - ¿Qué? Como es eso posible.
• - Este problema que tenemos ya ha pasado en otras ocasiones, por eso se instalo esta ley.
• - Pero... no se pueden tener dos prometidos... es imposible casarse con dos personas
• - Nunca dije que fueras a casarte con los dos, ni que estuvieras comprometido con ambos
• - ¿Entonces?
• - Por esta noche, hasta el alba de mañana... técnicamente no estás comprometido con ninguno.
• - ......
• - Mañana se definirá quien será tu prometido oficial.
• - ¿Y cómo?
• - En una pelea
• - ¡¡¿Qué?!!
• - Aizawa y yo combatiremos. Quien gane, se quedara con tu mano.
• - ¡No! - Dijo Shuichi. - No lo haga... por favor...
• - ¿Por qué no?
• - Porque...... por......... por todo...
• - ...
• - Puede perder, resultar herido, ¡Puede morir!
• - ¿Estás preocupado por mi o por ti?
• - ...... Bajo el rostro y apretó las los puños sobre sus piernas. - yo.........

No podía responder esa pregunta porque no sabía la razón, se sentía mal porque pensaba que estaba usando a Yuki para salvarse, pero tampoco quería quedarse con aquel sujeto

Yuki pudo notar la confusión en el chico, aquella pregunta había sido un golpe bajo para Shuichi, más en aquel momento en el que su mente estaba confundida por todo lo que había sucedido. Se dio cuenta de que jugó chueco y debía remediarlo.

• - Baka. No tienes por qué preocuparte
• - ¿Eh? - Levanto la cabeza y miro al rubio.
• - Ese duelo no será problema.
• - ¿Cómo puede estar tan tranquilo? ¡¿Va a pelear?!
• - Olvidas que Argard es un reino de guerreros
• - ¡Y usted cree que por eso es inmortal! - Dijo poniéndose de pie y parándose delante del rubio. - Tener el mejor ejército sobre Gaia, ser el mejor guerrero o el futuro rey de su reino no es garantía de nada. ¡Pelear contra él no deja de ser un riesgo y......! ¡¡......!!

Yuki se puso de pie, imponiendo con su estatura y provocando que Shuichi se quedara callado. ¿Cómo demonios se atrevía ese chico a dudar de sus capacidades? Cierto era que su personalidad era ser: orgulloso, vanidoso y arrogante, pero jamás presumiría de algo de lo que carecía

• - No me creo ningún inmortal, y sé muy bien cuáles son mis limitantes

Shuichi lo miraba entre sorprendido y asustado por la manera en la que Yuki le miraba, había determinación y molestia en esos fríos ojos color ámbar. Shu fácilmente pudo comprender que aquel enojo era por las palabras que le dijo, palabras que sonaban a duda de las capacidades de Yuki pero también a reproche de su vanidad, pero ese no era el sentido que le había querido dar a sus palabras. Bajo el rostro y permitió que su cabello cubriera sus ojos.

• - Yo...... yo solo estoy preocupado.
• - ...
• - ...temo que... algo malo le vaya a suceder

No tuvo que decir más, Yuki pudo entender que aquellas palabras, sin poder evitarlo, una discreta pero cálida sonrisa adorno su rostro, el chico estaba muy preocupado por él y no sabía cómo externarlo, si ni debía hacerlo. Con cuidado llevo sus manos hasta los hombros del chico y se acerco un paso más a Shu, permitiendo que la cabeza de este quedara apoyada en su pecho, terminando en un ligero abrazo.

• - No tienes por qué preocuparte, todo saldrá bien. Lo prometo
• - ...Yuki... - Musito el pelirrosa levantando la cabeza y viendo al rubio, quien movió una mano y con el dorso de sus dedos acaricio su mejilla con un movimiento lento y sutil, apenas tocándolo.
• - Te protegeré.
• - ¡......! - Shu no pudo evitar sonrojarse y sorprenderse por aquellas palabras, la forma tan decidida y sincera en la que salieron de la boca del rubio. Sintió su corazón latir con fuerza y el calor subiendo a sus mejillas.

El rubio movió su mano hasta los cabellos de Shu y pego de nuevo su rostro a su pecho; después de lo que sucediera con Aizawa, era un necesidad para él sentirlo así, seguro en sus brazos, en donde nada ni nadie pudiera dañarlo.........

Hiroshi miraba al escena desde lejos, sintiéndose incomodo por andar de colado en esa habitación; aunque no podía negar que esos dos se veían muy bien juntos y que la atmosfera se había vuelto armónica; el miedo que sintió Shuichi había sido reducido casi al mínimo. Era como si el rubio fuera la cura a todos los temores de Shu. Suspiro en silencio y sonrió, sintiendo que ellos dos estaban hechos el uno para el otro, aunque eso es algo de lo que ninguno de los dos príncipes se ha dado cuenta.

Yuki se separo de Shu y lo miro a los ojos, sintiéndose extraño después de tenerlo en sus brazos tanto tiempo ¿Por qué? ¿De dónde esa necesidad de saberlo seguro a su lado? Pensó por unos momentos en la razón, y supuso que era porque conocía al chico y no quería que nada malo le sucediera, menos cuando él podía hacer algo para evitarlo...

• - Debo irme
• - Eh...... ¿Ya?
• - Sí, nos vemos mañana. - Dijo acariciando su mejilla una vez más. - Que descanses

Se giro sobre s pies y camino hacia la salida. Shuichi l vio alejarse y se sintió extraño, era una especie de vacío, un sensación incomoda para él

• - ¡Yuki! - Lo llamo una vez, provocando que el rubio se detuviera y volteara a verlo. - ¿Puede... puede quedarse?
• - No. - Dijo sin más con un tono que voz que no fue frío. - Ayaka me ayudo a venir, debe estar esperando mi señal para que suba
• - ¿Subir?
• - La habitación de arriba es la de ella; así que baje...... usando sabanas atadas. - Se atrevió a confesar.
• - ... - Shu lo miro por unos segundos y no pudo evitar sonreír divertido ante el hecho de imaginarlo bajando de esa forma
• - En fin; me voy.
• - ¡Quédese! - Suplico. - Al menos... un poco más. - Bajo el rostro. - Yo...... tengo miedo y estando con usted......... no sé porque pero, este desaparece.

Yuki pensó en la suplica por unos momentos, quedarse era arriesgado pues en cualquier momento podrían descubrirlos; además estaba el hecho de que Ayaka lo estaba esperando para arrojar la "soga" para que subiera. Pero era Shuichi quien se lo pedía, el chico tenía miedo y solo con él se sentía medianamente seguro, eso lo había podido notar en cuanto el pelirrosa corrió hacia él. Maldición ¿Qué hacer? Miro al chico, notándolo levemente por la oscuridad de la habitación...

• - Me quedare hasta que te duermas.

La decisión estaba tomada, una muy peligrosa pero contra la que no podía combatir, porque no solo era el deseo de Shuichi............ era también el suyo.

Ayudo a Shu a meterse en la cama y tras ello se sentó, a un lado de él y con la espalda pegada. El príncipe de Turandot se acerco a Yuki, acomodándose sobre su costado y cerrando los ojos, esperando a que el sueño lo venciera, aunque eso parecía algo complicado, puesto que todas las emociones del día lo tenían aún nervioso; pudo sentir claramente como los dedos del rubio se acercaron a su cabello y comenzaron a acariciarlo con movimientos suaves y sutiles...

Yuki sabía lo nervioso que estaba el chico; pues el mismo tenía aún la adrenalina corriendo por sus venas, pero sabía que no podía quedarse toda la noche a su lado, así que decidió hacer esos leves mimos para tranquilizarlo y al mismo tiempo arrullarlo.

No se equivoco en lo más mínimo, Shuichi poco a poco fue cayendo en sopor; no era sueño profundo y reparador, pero si un descanso a su cuerpo y mente después de aquel largo día. Yuki noto como aquella respiración era acompasada, sonrió levemente antes de acercarse al chico y rozas con sus labios la mejilla de Shu en un sutil beso que termino con el murmullo de un "descansa".

Se levanto de la cama con movimientos lentos y tras ello se alejo con pasos silenciosos.

• - Majestad. - El murmullo de la voz de Hiro le hizo parar y ver al pelirrojo, el chico había estado tan callado y alejado de la escena que hasta se le olvido que estaba presente. - Yo... hay algo que quiero decirle
• - ... - Se volteo y lo miro en espera de que las palabras salieran de su boca.
• - Yo, sirvo al príncipe Shuichi no solo por deber, sino por convicción propia. - Musito mirando al chico sobre la cama. - No solo es el príncipe del reino donde nací; también es......... él único amigo que tengo. - Sonrió levemente. - Y por eso, quería agradecerle, por todas las veces que lo ha ayudado. - Hizo una reverencia delante del rubio, manteniéndose lo más formal posible. - Le hablo no como servidor del príncipe, sino como amigo de Shuichi; y le doy las gracias desde el fondo de mi corazón por estar siempre cerca de él.
• - ...... - Yuki no dijo nada, simplemente miro al pelirrojo y tras ello vio al pelirrosa dormido entre las colchas de aquella gran cama. - Cuida de él esta noche, te lo encargo. - Fue su respuesta antes de salir al balcón; una vez que estuvo ahí levanto el rostro y puso las manos cerca de su boca para comenzar a emitir el sonido de un ave.

Hiro vio claramente como una tela blanca cayó del suelo y quedo colgando a pocos centímetros del suelo y poco después vio al rubio subiendo por ahí, desapareciendo de su vista y segundos después la sabana también desapareció.

Aquella habitación quedo en silencio y prácticamente a oscuras, con un Shuichi que dormitaba en la cama y un Hiro que miraba hacia el balcón. Aquella había sido una visita extraña, pues el pelirrojo nunca antes había visto actuar así al rubio ¡Vamos! Aquella fue una noche demasiado extraña, pues todos los sucesos que habían sucedido eran cosas que nunca antes había vivido... demasiado confuso y rápido como para poder terminar de procesarlo. Además, estaba la culpa, el remordimiento de haber dejado solo a Shuichi...... si tan solo lo hubiera seguido al jardín tal vez eso no hubiera sucedido......... pero de nada sirve pensar en lo que se hizo y lo que no se hizo, las cosas ya habían tomado un rumbo y ahora todo estaba únicamente en manos del príncipe Yuki.

CONTINUARÁ